Los " OJOS DE GATO". Del camino salinero a la Economía Solidaria. P. Antonio Polo

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LOS “OJOS DE GATO” DEL CAMINO SALINERO A LA ECONOMIA SOLIDARIA: REFLEXIONES SOBRE LOS 40 AÑOS DE DESARROLLO COMUNITARIO EN SALINAS Padre Antonio Polo

Los “ojos de gato” del camino salinero a la economía solidaria – Padre Antonio Polo


LOS “OJOS DE GATO” DEL CAMINO SALINERO A LA ECONOMIA SOLIDARIA: REFLEXIONES SOBRE LOS 40 AÑOS DE DESARROLLO COMUNITARIO EN SALINAS Padre Antonio Polo

C

uando se sube a Salinas, desde Ambato al atardecer, es fácil encontrar una densa neblina: es un alivio

encontrar, brillando en el asfalto de la carretera, unos reflejos, que nos ubiquen en la incertidumbre del camino: son los “ojos de gato”, como los llaman algunos. A veces se pierden y cuando asoman de nuevo, regresa la seguridad. Hablar de los 40 años de historia comunitaria de Salinas es para mí, volver a la espesa neblina de los comienzos: ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? ¿Hacia dónde vamos? Las respuestas vinieron poco a poco, con la ayuda de los “ojos de gato”, que nos han guiado en el incierto camino de los comienzos: son personas, son lemas, que han entrado en nuestro corazón, en nuestros pensamientos; las personas y dichos de Mons. Cándido Rada, papá Venancio, Bepi Tonello, Damiano Panteghini, José Bereuter... Algunas luces abriéndonos al riesgo y la aventura, otras motivándonos a la prudencia necesaria; algunas introduciéndonos en la profundidad de las motivaciones, otras a la practicidad de la acción... Si el tiempo diera para esto, cada lema, cada frase merecería una reflexión adecuada, sobre la luz que nos dio, sobre la bondad del camino, que nos indicaron y que hoy celebramos. Pero una mención, cariñosa y agradecida, vale la pena de hacer, como justo homenaje, por las luces que nos dieron, a las personas que nos inspiraron y que quisiéramos nos sigan inspirando, para el futuro: Es natural empezar con Mons. Cándido Rada, el Obispo, salesiano, que nos llamó, motivó y orientó. - Su primer apasionado mensaje se refería a nuestro destino misionero de formar comunidades, de hacer lo mejor para cada una de ellas: “Salinas será grande cuando todas sus comunidades sean grandes”. En toda la misión existían , fuera del pueblo, 2 comunidades, montubias: Chazohuan y Mulidiahuan; los asentamientos indígenas, correspondían a zonas geográficas, sin un centro visible de referencia, sin carreteras, ni escuela, ni agua, ni luz...Los que ahora llamamos “recintos” surgieron poco a poco, a raíz de las tímidas y esperanzadas invitaciones de algún aspirante a líder de la población; invitaciones seguidas, durante muchos años, por largas caminatas y emotivas celebraciones, acompañados fielmente de voluntarios salineros y “waira-apamushka”(los voluntarios del Ecuador y del mundo). Las comunidades salineras han nacido, han crecido, aspiran a crecer más, con su esfuerzo y el apoyo generoso de Salinas pueblo y sus organizaciones: porque “Salinas será grande...”.

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- El tema de la Iglesia llenaba de emoción a Monseñor, de regreso de Roma, entusiasmado por las luces del Concilio V. II: la Iglesia es para el Mundo, no para sí misma: las propiedades, que surjan del trabajo de desarrollo, son de la gente, a través de las organizaciones, (porque “el bien, hay que hacerlo bien”, es decir en forma organizada. Añadiría papá Venancio (lindo maestro albañil, maestro de nuestros primeros albañiles): “la herencia hay que dejarla... en vida!” Y el destino comunitario inmediato de las propiedades, a través de las organizaciones, ha sido un elemento clave para involucrar los generalmente llamados “beneficiarios”, a un proceso de desarrollo verdaderamente participativo. - La frase más conocida y, con mucha razón, más recordada de Mons. Rada, hace referencia a una práctica muy conocida por los arrieros salineros, y muy aleccionadora si se trata de estrategia de desarrollo: En el camino se ajusta la carga; atrás de su formulación sencilla, no es difícil evidenciar elementos fundamentales en el desarrollo: hay un camino que seguir, hay una carga que ajustar, hay un burrito que jala, hay un proceso que no se detiene… - Hablar de camino es hablar de meta, intuida por lo menos, como un rumbo global, para salineros, voluntarios y misioneros: creo que desde el comienzo, inspirados por la conciencia colectiva de lo salineros, el camino ha significado instintivamente: salir “juntos” de la pobreza: en forma comunitaria, en solidaridad: camino, quiere decir meta, quiere decir perseguirla “echando a andar”: no hemos esperado estudios, diagnósticos, metodologías. Los “indicadores de pobreza los teníamos bien presentes, simbolizados en tantos niños tiernos, llevados muy a menudo a sepultar, en cajitas de “triplex”, envueltas en papel periódico! Nos hemos “puesto en camino”, un camino lento (sobre todo en los interminables “comienzos”) y esforzado (hasta la fecha!), pero que no tuvo sustanciales desvíos y nos da, hoy, la satisfacción profunda de sentirnos, y con razón, parte chiquita, pero significativa, del camino grande y a su manera revolucionario, del movimiento de la Economía Solidaria. - Hay una carga: es el peso del compromiso diario, de las largas y frecuentes horas de minga o de reuniones, del cansancio del camino a las comunidades, del esfuerzo agotador de encontrar consenso sobre estrategias, sin alejarnos de los valores, de mirar bien las opciones, sin frenar demasiado la marcha... - Hay un burrito: donde ves una carreta que se mueve, seguro hay un burrito que jala (Mons. C. Rada, de nuevo): es la fuerza y paciencia de los líderes, su visión y constancia, su fidelidad al pasado y proyección al futuro... es el peso de la responsabilidad de los que aceptan ser actores, aceptando no sólo los escasos agradecimientos y las útiles sugerencias, sino las críticas gratuitas, los sinsabores, los olvidos, los justos reclamos de la familia... Sería lindo poder decir que en Salinas todos llevan responsablemente su parte de “carga”: pienso más bien que la fórmula que ayudó ha sido: cuando alguien deja en el camino la carga, hay alguien que la recoge encima de la suya, con santa paciencia, con mucho amor, agradecido o no agradecido (valorado o no, reconocido o no). Se me ocurre una digresión: ¿alguna vez hemos agradecido al P. Alberto por ser el creador del artístico primordial “logo salinerito”? ¿O a Damiano y P. Mateo por los 180 km de caminos abiertos y lastrados?

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Salinas tendría que ser tan grata a sus líderes y voluntarios, cuanto, por lo menos, lo es a los...burritos de la leche, sustento diario del hogar! y los líderes y voluntarios estar “vacunados de las ingratitudes, porque el bien que yo hago, nadie me lo quita (Mons. C. Rada) - La carga, en el andar, necesita de ajuste: un ajuste constante, aceptar que vivimos un proceso, que no se enquista en un proyecto predefinido, un proceso que se adapta constantemente a los cambios en el camino, al peso de la carga, a las fuerzas reales del “burrito jalador”... Ajustar la carga, quiere decir controlar atentamente los “virus” de la informalidad, del descuido de las leyes laborales y fiscales , del descuido, e incluso “alergia”, acerca de indicadores, presupuestos, informes y análisis financieros; mantener evidenciada la transparencia de los datos numéricos efectivos del movimiento económico, reflejándolos puntualmente en anuarios y publicaciones oportunas. Ajustar la carga quiere decir muchos más compromisos de innovación, que nos esperan… Ajustar la carga, de un lado, sin desequilibrarla del otro: por que ajustar la carga no quiere decir necesariamente “cambiar de camino”, invertir la ruta, dejando los “ojitos de gato,” que nos han guiado hasta aquí: , aceptar los retos de la sociedad actual, sin perder el rumbo de la sencillez y humildad… Ajustamos, innovamos, modernizamos equipos, profesionalizamos el personal, pero sin dejarnos “encandilar” por los “valores” globalmente reconocidos: de la eficiencia, por encima de la solidaridad, del rendimiento por encima de la persona y la naturaleza, de la tecnología más avanzada, por encima de su “replicablidad” en medio campesino, la velocidad a cuesta de la ruta (la anécdota frecuente en José Bereuter: la buena noticia, que da el capitán del avión, es que: “ vamos rápido”, la mala...que “no sabemos a dónde...”). El mismo Albert Einstein, que nos invita a no estancarnos en la búsqueda de lo nuevo y mejor, nunca dejes un experimento sencillo,(cuantas pruebas, cuantos intentos han marcado y marcan el paso de nuestro quehacer a todo nivel!), él mismo nos advierte: temo el momento en que la tecnología, sobrepase la humanidad: tendremos un mundo de...idiotas!. Este difícil, pero indispensable equilibrio entre la necesidad de las reglas técnicas y la libertad de la imaginación, se ilustra bien en una anécdota. Diría mucho más que una anécdota, porque constituyó un hito fundamental en la historia de Salinas. Era el año 1978, el técnico suizo José Dubach había sido encargado de un estudio de factibilidad acerca de un posible proyecto nacional de queserías rurales. El resultado del estudio se expresaba en un veredicto negativo con toda claridad en su motivación: “donde la leche está cerca de la ciudad, el destino de la leche tiene que ser directamente al consumidor. Donde la producción lechera se da en lugares apartados, la población no está preparada para retos de higiene, contabilidad y administración, apertura al mercado....”. El documento, providencialmente, cayó en manos de José Tonello, nuestra “antena salinera en Quito”: quien dijo a José: “Haz la prueba en Salinas!” José Dubach llegó en un bonito día de sol, pidió prestado un hermoso caballo y se lo dieron, dio una vuelta por los páramos, conoció la cooperativa y sus jóvenes líderes. La cooperativa, que seguimos felicitando por sus 40 años, era en este entonces una “jovencita de 6 años”, pero se respiraba su aspiración a crecer, no tenía muchos socios, pero desde ya bien serios y cumplidos, no disponía de mucho dinero, pero lo manejaba con cuidado...Claro, no había potreros: cualquier persona “seria” se habría detenido frente a este dato fundamental, pero tampoco fue un

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obstáculo, porque los ojos soñadores de José pintaron de verde el amarillo intenso del pajonal, con los pastizales que vendrían después (vaya lógica!), como fruto del proyecto quesero! Bueno, hemos recibido buenas luces de Mons. Cándido Rada, y de paso de papá Venancio y de Albert Einstein y de José Bereuter y de José Dubach... Tuvimos más luces, naturalmente y se trata de escoger… Volvemos a los primeros tiempos, y nos quedamos mirando un lema de fundamental fuerza inspiradora: es el lema de Bepi Tonello, grabado en el letrero, que estuvo a la vista de innumerables reuniones, (y horas sociales!), en el salón de la Casa Comunal: Ahorro + Trabajo = ¡Adelanto! El desarrollo viene de la visión de futuro, que motiva la virtud del ahorro, junto con el esfuerzo diario de mente, brazos y corazón, que se manifiesta concretamente en el trabajo. Trabajo que a su vez, nos recuerda con la fuerza de la lógica, la otra palabra clave del cooperativismo que hoy celebramos: el crédito, como apuesta al futuro, como apertura a la inversión (que antes correspondía únicamente a los patrones!), y que supone a su vez la necesaria capacitación: ahorro y crédito ( binomio muy cuestionado en aquellos tiempos, por considerarse “en olor a… capitalismo”!), han creado trabajo, han puesto las bases del desarrollo comunitario de los 40 años que celebramos. Pero hay otro mensaje de don Bepi, que en los últimos años me suena cada vez con mayor insistencia y quisiera que se vuelva, cada día más, luz en la neblina, que a todos nos puede a menudo envolver: ¡trabajamos por la felicidad! Frase sencilla, pero fundamental en relación al camino, a la carga, a los ajustes: cómo no ponerla como un interrogante fundamental del quehacer diario, en nuestra vida como personas, como hogares, como socios o dirigentes de nuestras organizaciones: mi trabajo diario, mis propuestas y decisiones, nuestras apasionadas discusiones sobre principios y estrategias... ¿son para la felicidad? De Damiano y P.Mateo Panteghini me suena varias veces ( y muchas más tendría que sonar!), una expresión muy sintética: ¡piénsalo bien! La acción es importante, el trabajo necesario, pero dedicar tiempo para pensar bien las cosas, tiempo para pensar juntos y de esta forma: “pensarlo bien, pensarlo mejor”, se ha vuelto, gracias a Dios, un elemento original y constante del camino salinero. Hay personas y grupos, que he vuelto a encontrar en Italia, que recuerdan con admiración su estadía en Salinas, mucho más que por los apreciados productos de las empresas comunitarias, por la reflexión comunitaria del lunes. El profesor Mattei, de la Fundación Tovini, lo escuché retar duramente a los jóvenes italianos de regreso de una experiencia de intercambio en Salinas: “¡¿se dieron cuenta de la espontaneidad con que la gente sencilla de Salinas, sabe hablar de valores, de sueños y proyectos: y Uds., sin poder abrir boca, si no es de comida, de deporte, de paseos!?” En realidad, no puedo dejar de manifestar, de que el nivel de tensión ideal de Salinas, se mantiene y mantendrá, en la medida de que, dejando un momento la fuerte presión del trabajo diario, nuestro pueblo, socios y dirigentes, sabrán demostrar concretamente la superioridad del pensamiento sobre la acción, de los valores sobre el dinero, acudiendo fielmente a la reflexión del lunes.

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Las luces no han venido, naturalmente, solo desde “fuera”: son tan numerosos los salineros y salineras, que han dado y siguen dando con palabras y más aún con el testimonio de su vida y entrega, hermosas luces en el camino de Salinas. Nombraré algunos, que ya nos dejaron o dejaron su prolongada tarea, pidiendo disculpa por involuntarios olvidos y por no poder nombrar a tantos socios y trabajadores anónimos: productores, recolectores, transportistas, vendedores, albañiles,... bien convencido de que: “la dignidad del trabajo”, esta vez la luz es de José Dubach, (no se mide por el nivel de aprecio social o reconocimiento económico, sino por el empeño y amor que uno le pone”). Empezaré con Germán Vásconez y la emoción con que me saludó una mañana: “Padrecito, casi no pude dormir esta noche: seguía soñando, pero bien despierto!, en la FUNORSAL que acabamos de crear, en cuantas cosas buenas, que nos esperan, en el futuro lindo, que vamos a construir para Salinas!”. Sueños de Germán, sueños de tantos valiosos líderes salineros: si hay una palabra clave para definir los actores, que han forjado el destino de Salinas, y lo siguen forjando, es la capacidad de soñar y de transformar, con sudor, mente y corazón, los sueños en realidad: Antonio Vargas, Víctor López, Mamita Otilia, Mamita Lola Tualombo, Guido López, Segundo Salazar, Batasho, Iscola y Zoila Mazabanda, Roberto Allauca, Alonso Vargas, Samuel Ramírez, Hugo Vásconez, Gladys y Livia, Juan Chamorro, Wilson López... pero cuando el número es grande... el peligro es olvidar a quién más lo merece, más vale que todos hagamos memoria viva, en esta hermosa celebración y a menudo en nuestra vida, de quienes nos han permitido llegar hasta aquí. Los líderes actuales, todavía “al pie del cañón”, no se sientan olvidados: nos vemos en Salinas 50! Memoria y gratitud que vale para las personas, y vale también para las Instituciones, que muy numerosas nos han acompañado y acompañan, con paciencia y eficacia. No podemos nombrarlas a todas, pero no podemos pasar por alto el papel fundamental de la OMG y Gruppone, del FEPP y Promoción Humana. De FODERUMA, también, que ha significado una primera interesante incursión del Estado ecuatoriano en el reto del desarrollo comunitario. Luces bonitas, luces humanas..., pero alguien me hizo caer en cuenta de una luz superior, que a todos nos envuelve, pero que en Salinas parece brillar con fuerza y cariño especial, y ha sido un amigo declaradamente agnóstico: “aquí hay un Socio Oculto”! Sí, claro, se trata de nuestro Padre, Taita Dios, de Jesús su Hijo, “luz verdadera que ilumina a todo hombre, que viene a este mundo”: - Busquen primero el Reino de Dios, y sus valores, y todo lo demás se les dará por añadidura (se trata de “palabra de Dios”, pero también de una constatación diaria: personas y hogares, organizaciones y comunidades, que viven la honradez, la sencillez, la responsabilidad, la fe y el perdón: caminan mucho más rápido y seguro, también en el camino del desarrollo! - Hay más felicidad en dar, que en recibir

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- Al final de la vida seremos juzgados en el amor (en sus manifestaciones más sencillas y concretas: tuve hambre, tuve sed, fui forastero, estuve enfermo, encarcelado...), todo lo que hayamos acumulado en esta vida, tendremos que dejarlo, solo nos quedará lo que hemos dado... - la semilla más chiquita es la que puede dar vida a un árbol, suficiente para dar abrigo a muchos pajaritos, no hay acción pequeña que no se haga grande por el amor, no hay trabajo que no se vuelva grande por el empeño con que lo hago. - no juzguen a nadie, no condenen a nadie: el juicio sin apelación, la condena de las personas no nos corresponde! La crítica entre hermanos, se vuelve un juego estéril y cruel de descalificaciones recíprocas, que amenazan la integración comunitaria. - Un vaso de agua, dado en mi nombre, no quedará sin recompensa, ayuden a los pobres, no nos pagan ahora, pero algún día serán nuestros abogados delante de Dios, ... Son expresiones de luz divina, que se comentan solitas, pero una pequeña acotación me permito hacer sobre una de las frases de Jesús, que más nos reta para el presente y el futuro:

- lo que gratis han recibido, gratis den: no es posible olvidar la importancia vital que tuvo en el proceso de Salinas el tema del voluntariado. Salinas 40 ha sido una hermosa oportunidad de volver a contactar voluntarios y voluntarias de varios países y varia épocas: el archivo histórico fotográfico, que estamos en posibilidad de implementar con su emotiva colaboración, quedará como uno de los más significativos frutos de estas celebraciones: vemos caras un tanto demacradas, pero felices: intuimos sacrificios afrontados con generosidad extrema (qué comían? cómo dormían, cómo viajaban?...), pero con igual alegría, la que nace y se alimenta de una entrega generosa, difícil, ahora, incluso de imaginar. Ecuador, Italia, Alemania, Suiza, Austria, Holanda, Francia, España, Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Japón, Chile…, nos han regalado personas especiales, personas que después de habernos dado tanto, se consideran privilegiadas por lo que Salinas ha significado en su vida. Atrás de cada obra, de cada fuente de trabajo vemos sus caras, sus talentos, sus ingenuas improvisaciones, su cariño incondicional a un pueblo, que bien puede asumir el dicho de nuestro querido Presidente Correa:” ¡prohibido olvidar!”. El voluntariado salesiano ecuatoriano ha significado y sigue representando, de igual manera, un aporte insustituible (y quizás no suficientemente valorado: qué difícil ser profetas en la propia tierra…): Jóvenes y chicas sin mayor preparación, pero llenos de sincera voluntad, simples “bachilleres”, pero que llenaron en muchos aspectos los vacíos locales, cuando los jóvenes salineros recién podían emprender el reto de su preparación académica a nivel medio y superior. Los que más se encariñaron, se quedaron; encontraron trabajo y muchos más puestos de trabajo crearon desde su nueva situación como “salineros de corazón”. El Grupo “Súmate”, inspirado y apoyado por el Gruppone de Italia quiere ser semilla de voluntariado entre sur y sur: primera meta, Brasil, segunda? Porque Salinas no puede ser “estación de llegada”, no más del voluntariado, sino “estación de partida”, hacia el mundo: ojalá!

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Entonces y para siempre: “prohibido olvidar!”, Y no sólo para memoria y valoración de una deuda que no podemos pagar, sino para hacer de esta “deuda” un compromiso de vida, un “pagaré moral”: no olvidar lo que ha significado la presencia y trabajo de papá Venancio, de José Dubach, de Gianni, de Damiano (solo para nombrar al azar escogiendo en un florilegio imposible de especificar individualmente), quiere decir que Salinas nunca se volverá simplemente y fríamente “justa” con los que acudan en busca de esperanza, de ayuda; para aprender, para recibir algo de lo mucho que ha recibido; Salinas nunca se conformará que las únicas leyes, sean las del (bienvenido!, por supuesto), código laboral. El día que olvide lo que el voluntariado ha significado en su vida e historia, el día en que de hecho se piense que la “deuda” por el bien gratuitamente recibido ya está cancelada, la parábola salinera, hasta ahora en constante subida, se cortará; la trayectoria “en bajada” ya estará demasiado recorrida, para que pueda recobrar la fuerza, que la mantuvo en positiva tensión. 40 años, oportunidad para mirar atrás, oportunidad para mirar adelante: Ojos de gato, que hasta aquí nos han positivamente guiado… ¿Y para el futuro? La neblina de los comienzos, vuelve y volverá, periódicamente, a obscurecer la mirada, a producir posibles y fatales desvíos, por caminos distintos a los del evangelio y de la economía solidaria. Ave de “dos alas”, Salinas tendrá que volar en constante equilibrio entre: economía y solidaridad.

Economía quiere decir obviamente: ideas claras, contabilidad trasparente y al día, administración cuidadosa, trazabilidad evidente a todo nivel de producción, comercialización controlada y eficiente, modernización constante de equipos, profesionalización continua del personal… Solidaridad significa no mirar sólo “adelante”, sino cuidar también de personas y comunidades, que por cualquier razón, se están quedando por atrás; significa caminar con actividades y personas que no rinden económicamente, dedicando todo el esfuerzo posible para que lo que no camina, pueda, en lugar de ser condenado, escuchar una palabra efectiva de ayuda:” levántate y camina!”. Mantener el vuelo en equilibrio no es tarea fácil: el viento del mundo global sopla a favor del “ala económica”, mientras que el “ala solidaria” enfrenta resistencias y obstáculos de toda clase. Cada líder salinero, gracias a Dios tenemos buenos líderes actuales y buenos futuros líderes en “gestación”, tiene y tendrá sus personales y bienvenidos carismas e inclinaciones: el problema es y será como equilibrar fuerzas, limar asperezas, evitar extremos en un diálogo constante y constructivo: encontrarnos, reflexionar, comparar estrategias, vigilar sobre el cumplimiento real de los principios proclamados. Tarea fundamental para que Salinas siga su vuelo y muchas más personas, desde el Ecuador y el mundo, puedan seguirlo… A quién corresponde la tarea? No tengo dudas: al Gruppo Salinas. Por esto nació: para que cada instancia socio-organizacional que lo conforman: FUNORSAL, FUGJS, FFSS, Coacsal, Producoop, Texsal, con todo lo que cada entidad representa en personas, socios, dirigentes, comunidades, fuentes de trabajo y de servicios, no se desvíen de sus propósitos y objetivos.

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Existen problemas de coordinación entre instituciones salineras, pero a la base siempre estará el problema de fidelidad de cada organización a su misión y visión. No se trata de parte del Gruppo Salinas, que para esto tendrá necesariamente que contar con personal y recursos adecuados, de imponer camisas de fuerza, pero si de llamar eficazmente y sin desmayar la atención sobre el peligro real de caminar cada Institución salinera por su cuenta, el peligro real de concentrarse siempre más en los índices económicos de sus empresas, con el afán de”ir más rápido”, pero con el riesgo constante de ir fuera de ruta. La MARCA SALINERITO bien puede y debe simbolizar este fundamental esfuerzo de constante equilibrio. Nació como un simple requerimiento de mercado: fresca y simpática del hábil pincel de P. Alberto: paisaje impactante, representado por las peñas hermosas; visión de la Iglesia como signo de inspiración y hermandad; figura humana, como elemento central del proceso en camino. Tuvo un par de oportunos “retoques”. Pasó por distintas manos: de la cooperativa, hoy cumpleañera, pasó generosamente a la FUNORSAL, de la FUNORSAL, con un poco de esfuerzo, al Gruppo Salinas, y siempre bajo miradas atentas de FEPP y Promoción Humana Diocesana de Guaranda. Desde que la Marca Salinerito está a cargo del Gruppo Salinas, empezó un proceso, felizmente en acto, de valorización controlada de su uso: muy ambicionado, por supuesto por el posicionamiento logrado, pero muy aprovechado también fuera de mínimas normas de pertenencia y disciplina. Tarea urgente de valorización y control, al que todos tenemos que fielmente adherir, instituciones miembros, vendedores “libres” y autorizados. Al mismo tiempo que consolida el proceso de establecer las normas del uso comercial de la marca, el Grupo Salinas se encuentra con la tarea apremiante y vital de vigilar sobre la significatividad imprescindible de los valores que representa: - en la unicidad de la Marca Salinerito para todos los miembros se representa e impulsa: la unión de todo Salinas en los principios e ideales, aún en las diversidad, oportunamente comprobada, de objetivos particulares y estrategias de cada institución miembro; - en las peñas hermosas: el amor y protección esmerada a la naturaleza, en forma de motivaciones constantes, pero también de prácticas concretas y efectivas; - en la fachada de la Iglesia, artísticamente remodelada, los valores del Reino, cultivados en forma coherente para que lo que en la Iglesia se proclama y celebra, se traduzca en la realidad de las opciones concretas de cada día. El futuro de Salinas, su vuelo equilibrado en los horizontes que nos esperan. no se juega solamente en la coherencia y dinamismo de los seis miembros del Gruppo Salinas y de quienes lo dirigen, no se limita a seguir felizmente con la aventura prometedora de la “marca” : nace y se alimenta constantemente de la opción concreta y generosa de cada salinero y salinera: - la unión sincera en el cariño y respeto de todos y entre todos: jóvenes y adultos, del campo y del pueblo, directivos y socio, productores y empleados, salineros de nacimiento y salineros de corazón. - el amor a la naturaleza es tarea diaria de cada persona, haciendo lo propio y remediando a descuidos ajenos.

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Los valores del Reino: Solo si son vividos como personas y cultivados en cada hogar, harán realidad segura su vivencia en las instituciones y organizaciones salineras. El futuro de Salinas no se juega por incrementos o mermas en producción o comercialización. El futuro se juega en los valores. Fáciles de proclamar, difíciles de vivir en coherencia y fidelidad. Así que más que atrevida profecía, mis anhelos se vuelven ahora oración. Porque no soy profeta para decir lo que será. Lo que puedo seguir afirmando es que el futuro no dependerá de la presencia o no de una persona: muchos preguntan al final de las “charlas”: qué será de Salinas “después del padrecito”: he buscado y seguiré buscando cumplir con el consejo sabio de Venancio: “la herencia en vida”: el futuro de Salinas, permítanme repetir una vez más, está asegurado en la medida que instituciones comunitarias, hombres y mujeres salineras seguirán el camino del Reino y de la economía solidaria. Asé que lo que ahora me nace de todo corazón, es oración y es también compromiso, porque la mejor oración es la que pide al cielo la fuerza para aportar, con nuestro granito de arena, lo que al cielo pedimos. Señor de la Buena Esperanza, por intercesión de nuestra patrona, Mamita Virgen de Aguacachi, al poner agradecidos en tus manos los 40 años recorridos, te ofrecemos nuestro presente y nuestro futuro, nuestra humilde plegaria, nuestro firme compromiso: -

queremos seguir el camino que hoy celebramos;

-

ayúdanos a caminar juntos:

juntos como seres humanos: sin dejar nunca a un lado lo que no rinde, las personas que no son “eficientes”: mayores, enfermos y discapacitados, las comunidades que no encuentran su camino; a regalar, para esto, con fe y alegría, parte generosa de nuestro tiempo, parte generosa de nuestro dinero, siendo de por vida “voluntarios de corazón”. juntos con nuestros jóvenes y adolescentes, para que sigan dedicándose al deporte y el estudio, más que a las cantinas, para que se lancen con valentía y responsabilidad al servicio de la comunidad y sus organizaciones, sin que se le pida mucha experiencia: tendrán tiempo para aprender como todos lo hicimos, en los retos constantes del trabajo diario. -

juntos en armonía real con la naturaleza;

ayúdanos a caminar juntos en la alegría de la celebración del domingo, que nos une entre hermanos en el encuentro de todos con nuestro Padre Dios. (la Misa del domingo: lo que más extraño cuando viajo a Italia...). Ayúdanos a caminar juntos, porque solo “juntos” podremos lograr la felicidad relativa, posible en este mundo, aceptando incluso sinsabores, ingratitudes y fracasos; porque el camino del Reino y de la solidaridad, si bien es muy a menudo duro y en contra de la corriente, desemboca en una felicidad, que Dios nos ofrece y es tan grande y eterna que ni imaginar lo podemos. Felicidad que ya podemos y debemos gustar desde ahora y contagiar a cuantos nos rodean, a cuantos cruzan el camino de nuestra vida.

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Así que, con tu ayuda, Virgen Mamita de Agua cachi, nos comprometemos a ser bien concretos en nuestro quehacer, no suceda que nos hagamos siempre más expertos en bonitos discursos, y perdamos la capacidad y la alegría de sufrir algo, para hacerlos realidad: Nos comprometemos en seguir siendo Pueblo de ES, con Organizaciones de ES, pero afianzaremos siempre más este camino, en la medida que cada salinero y salinera vivamos siempre más la solidaridad en nuestra economía personal y familiar, en nuestro trato amable con la mujer, los niños, los mayores, los vecinos... Seguiremos hablando de la superioridad de la persona sobre el dinero, apreciando concretamente todo lo que no tiene valor monetario evidente: las mingas y reuniones, el trabajo no remunerado de nuestras esposas, de Animadores y catequistas, misioneros y voluntarios, de dirigentes y promotores que sacrifican sus días de descanso, para atender a quienes muy poco descanso pueden permitirse. Hablaremos lindo de nuestros mayores, pero daremos gratis el tiempo y la atención, que nuestros mayorcitos nos dieron gratuitamente durante toda su vida. Y no dejaremos a su suerte a las personas, niños y mayores enfermos y con discapacidades, nos acordaremos de los encarcelados: muchos de ellos pasan meses sin escuchar su nombre en el anuncio de visitas. No dejaremos la hermosa costumbre de dedicar un porcentaje de nuestro sueldo (ojalá de nuestros sueldo “lechero” también), para Cáritas, para atender las emergencias de los que no tienen sueldo, ni leche, la salud de los que no tienen seguro... Seguiremos recibiendo “tesistas” y pasantes, acogiendo como un hecho positivo, que con lo que aprenden en Salinas (sin descuidar el hecho que mucho nos enseñan!) , puedan crear trabajo en cualquier parte de nuestro hermoso y querido País. Seguiremos acogiendo con amabilidad y atención a los turistas y visitantes, tengan ojos azules o negros, corbata fina o poncho rayado... Seguiremos clasificando la basura y recogiendo la que otros tiran por las calles y los ríos, sin que nadie nos pague por esto, más que nuestra íntima satisfacción de corresponder con lo concreto de nuestros actos, la brillantez de nuestros discursos ecológicos: y seguiremos sembrando hortalizas orgánicas en nuestros invernaderos, cercando nuestras huertas y pastizales con cercos vivos, protegiendo nuestras fuentes de agua con plantas nativas, fertilizando el suelo siempre más con compost y siempre meno con químicos, cuidando reservorios y lagunas, reservas naturales en páramos y bosques tropicales. Haciendo cada día más bonita nuestras viviendas, dedicando tiempo y recursos, cuando sea necesario, para enlucir y pintar, poner maceteros floridos, que no nos darán plata, pero si hermosura que manifieste al externo, el cariño que brindamos adentro. No dejaremos nuestro esforzado empeño para las comunidades, por poca respuesta que encontremos en nuestro compromiso de ayudarlas a crecer (cuánto y cómo hemos sido ayudados en nuestro pueblo!), no diremos que “no responden”, “nos detienen en nuestro desarrollo”, olvidando que con este argumento los Países “avanzados”, pretenden cortarnos la viada: para ellos nunca estaremos a la altura de las “exigencias del mercado” y nos consideran buenos únicamente para producir materia prima (y todavía nos toca agradecer por las compras que nos hacen!).

Los “ojos de gato” del camino salinero a la economía solidaria – Padre Antonio Polo


Seguiremos denunciando los males y sufrimientos callados del machismo, pero sabremos expresar en actitudes y gestos concretos el valor de la mujer, el aporte insustituible de la mujer salinera en la historia de Salinas: algo pudimos expresar a los pies de la Virgen del Aguasal, nuestra querida Mamita Aguacachi, acerca de cómo y por qué Salinas ha podido vivir y llegar hasta los tiempos actuales. Ahora, y paulatinamente durante todos estos años, hemos llegado felizmente a que: no hay puesto de trabajo y de responsabilidad, no hay organización o tarea en que la presencia de la mujer salinera no sea evidente con brillo y corazón, con su don de gente y eficiencia, con humildad y altura. ¿Pero, ha cambiado de veras nuestra actitud en la intimidad de nuestros hogares? AMEN Agradezco la atención y paciencia, pero todavía me queda un gran deseo, el deseo de bendecir: La cooperativa y Salinas solidario cumplen 40 años, yo voy a cumplir 74. Muchos de mis compañeros de estudio y vida religiosa se han “despedido” de este mundo. Me gusta la vida, me gusta Salinas, pido a Dios y a los superiores, que me dejen aquí, aun cuando lo único que pueda hacer es mantener la “puerta abierta” y las manos tendidas para bendecir. Así que empiezo desde ya pidiendo a Taita Dios: Bendición: para la Radio Comunitaria y los jóvenes, que dan lo mejor de sí mismos voluntariamente, para que sea la voz de todo el pueblo y el mensaje a cercanos y lejanos de las cosas que en Salinas se ven, y de las cosas y principios que no se ven, pero que dan fuerza y solidez a lo que se ve. Para que más jóvenes y mayores se preparen para una tarea tan dedicada, que alcanza, por la cobertura lograda, a nuestras comunidades y ciudades vecinas, directamente y, a través del internet, a cuantos en el mundo nos acompañan con interés y simpatía. Una bendición para que fortalezca el Centro de Relaciones Académicas y llegue a ser el propulsor de publicaciones sobre el camino de Salinas y en general sobre los temas de economía solidaria aplicados a las experiencias concretas propias y de los demás. Una bendición a los Estamentos educativos, desde los que dan atención a los más chiquitos, hasta los que brindan y brindarán formación en Colegios, Hogares, Unidad Educativa del Milenio, Extensión Universitaria de Economía Solidaria: para que integren siempre más teoría y práctica, profesionalidad académica y servicio sincero a los más necesitados (bonito ejemplo tenemos en la Athenas School de Susanita, con los alumnos que nos acompañan cada año por una semana, estudiando “Salinas” y sus horizontes , pero también ayudando niños y comunidades de nuestros páramos. Lindo será seguir el ejemplo…). Desde 40 años que Salinas se está… “construyendo”: en estos días estamos por inaugurar algunos edificios, que bien representan el avance en el camino: - la nueva Sede de la Coacsal, - el nuevo edificio de Producoop y - la ampliación del Centro Comercial Unificado, del Gruppo Salinas.

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Que Dios bendiga nuestro dinero, fruto de trabajo honrado; que Dios bendiga nuestras vaquitas, nuestra leche y haga que lo que hemos aprendido, sea siempre disponible para todos. Que Dios bendiga quienes nos ayudan a colocar en el mercado nacional e internacional lo que nuestras mentes programan, lo que nuestras manos realizan. Y en fin, una bendición especial por la cooperativa, que hoy celebra sus 40 años de vida (y las organizaciones que de ella nacieron): La cooperativa Salinas ha pasado de 15 socios iniciales a varios miles, de pocos sufridos realitos en ahorro, a la actual sólida base de su patrimonio. Los números son importantes, pero la calidad humana que deben expresar lo es todavía más: cuando Alejo Sevilla depositó sus primeros 500 sucres, todos abrimos los ojos de admiración, pero seguimos convencidos que el valor del socio se mide por la fidelidad, la honradez, la participación… Todo problema apuntaba a la cooperativa para su solución: el agua, los caminos, la producción...y hasta el control de robos de ganado (por eso se compró un día 18 escopetas, sin balas, para un recorrido demostrativo en una de las primeras camionetas...). Ahora su tarea es específicamente económica, y la bendición quiere pedir a Dios, que mantenga alto el orgullo de su significativo balance social, fruto indispensable de su calidad y empeño en el servicio financiero a socios particulares y organizaciones comunitarias. Con el tiempo las tareas se diversificaron, se diversificaron las organizaciones, apuntando finalmente a un referente unitario: Coacsal, Texsal, Producoop, FUNORSAL, Fundación Juvenil y Fundación Salesiana, con las comunidades y con sus fuentes de trabajo para la autogestión, somos, todos juntos y bajo la guía de quien nos representa y motiva como elemento fundamental de la integración salinera: Gruppo Salinas.

Entonces una bendición especial también para el Gruppo Salinas: para que logre cada día más la integración salinera, con normas y disciplina, pero sobretodo con la motivación constante al fortalecimiento de los valores , mirando (como decía Papa Juan XXIII), a lo que nos une, más que a lo que nos divide”, y compartiendo el optimismo sano de don Bosco, que nos invita a “fijarnos más en lo positivo, que en lo negativo y a comprender que lo mejor, puede ser muy a menudo enemigo del bien”. Ahora sí, llegando a conclusión: Pido disculpas si he evitado de hacer, o por lo menos intentar hacer, una sistematización del proceso de Salinas, un mínimo intento de teorización de lo que significa “Economía solidaria” y de su aplicación al camino salinero de las cuatro décadas que hoy celebramos. Para esto no faltarán intervenciones de mucha calidad humana y profesional y con gusto haremos tesoro de sus esperados y apreciados aportes. De mi parte, se me pide, muy a menudo, un resumen un tanto esquemático, pero suficientemente ilustrativo, de los cuarenta años de nuestra historia: pasando de la etapa de las necesidades básicas, al fortalecimientos de la estructura organizacional, a la consolidación de las empresas de autogestión,

Los “ojos de gato” del camino salinero a la economía solidaria – Padre Antonio Polo


llegando a la actual etapa, que no se encierra en el arco de una década, sino que desde el 2000 sueña con abarcar un futuro abierto a las nuevas generaciones. Lo pongo a disposición por escrito, junto con lo expresado hasta aquí, para quienes lo quieran conocer y utilizar. Al finalizar este pequeño aporte a las grandes celebraciones de estos días, quisiera invitar a que se me unan en el grito, que hace revivir los entusiasmos de los primeros tiempo, el enorme tesoro de inspiraciones y trabajo, de recursos humanos y bendición de Dios acumulados en estos largos años a partir de la primera humilde y grande realidad organizacional salinera: ¡VIVA LA COOPERATIVA! ¡VIVA LOS 40 AÑOS!

Padre Antonio Polo PÁRROCO DE SALINAS

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