Copas Marianas
La María
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VI Edición La Bella Flor de Málaga Vanesa Gumiel
Un año más, la VI Edición de La Bella Flor congregó en la ciudad de Málaga a consumidores y experimentados cultivadores de marihuana, en el homenaje a una planta que continúa estando en el centro de la atención de muchos políticos en nuestro país. En sus intentos de una normalización de su consumo, numerosas personas tuvieron la oportunidad de comprobar el estado actual del panorama cannábico, y la calidad de las variedades cultivadas a nivel “nacional”. Entre los asistentes al acto, se encontraban Verónica y Beatriz, representantes del Partido Cannabis y La Bbarraca de María, de Valencia, que ofrecieron un debate sobre la importancia de introducir el tema de la normalización en la escena política. Tres días muy intensos en los que la sede de Arseca (Asociación Ramón Santos de Estudios sobre el Cáñamo) fue lugar de cita obligada para los numerosos amantes de María.
Roberto, del popular grupo malagueño "Tabletom", fue uno de los habituales que no faltó a la cita.
Fernanda de la Figuera, presidenta de la FAC, junto a las dos representantes del partido "Cannabis", y "La Barraca de María", en un momento de la charla.
Aunque el tiempo fue menos bueno que el año pasado, ir a la VI Edición de La Bella Flor de Málaga era lo mejor que se podía hacer el último fin de semana del mes de noviembre, en esta bonita ciudad de la Costa del Sol. Ya lo pudieron comprobar el viernes por la tarde los concursantes que iban llegando a la sede de Arseca, en la barriada malagueña de Huelin, y que fueron dejando una a una las muestras que iban a ser saboreadas durante los 2 días siguientes, en un encuentro espontáneo entre cultivadores, consumidores, y algún que otro curioso que al final se sumaba a la reunión. En total, unas 73 variedades presentadas, algo más que el año pasado; los catadores tendrían que afinar el gusto para puntuar textura, aroma, sabor y colocón con el mayor acierto posible. El sábado fue el día fuerte de la cata. Las
amenazas de lluvia no impidieron disfrutar de todas las variedades que habían traído los concursantes: semilla del millón (33 variedades, las de mayor calidad), paisana (28, de exterior), y de interior (12), en 400 gramos de muestras evaluados mediante 389 votos. Había muchas caras conocidas, y cultivadores de diferentes provincias: casi toda Andalucía, Menorca y Madrid. Suficientes hierbas para los que decidieron llegarse por el local de Arseca para celebrar por sexto año consecutivo esta especie de homenaje a la hermosa planta. Uno de los cultivadores que también estuvo en la edición del pasado año, nos comentaba sus impresiones acerca de las muestras presentadas. “Hay más variedades y más calidad que el año pasado; pero hay cosechas que se han recogido antes de lo
indicado, y se han humedecido. Aunque algunas de las que he probado son la caña. Llevo todo el día catando, y a veces no saboreo bien la hierba, pero no me cabe duda que aquí hay buenos cultivadores”.
la charla que iban a dar las dos chicas que venían de Valencia: Verónica, de la formación política Partido Cannabis por la Legalización y la Normalización (PCLYN), y Beatriz, de La Barraca de María. Ambas quisieron explicar la experiencia que había supuesto el organizar un grupo de actuación en defensa del cultivo y el consumo libre de marihuana, en oposición a los sectores más conservadores de la sociedad. También resaltaron, sin embargo, el apoyo sincero de algunos grupos progresistas que los animaban a seguir en esta lucha; y hablaron sobre las consecuencias positivas de la normalización. Un debate en el que participaron algunos de los asistentes, y en el que también se mencionó la actividad de los comerciantes de Grow shops y tiendas smart, cuya actividad pretende ser criminalizada por el Gobierno central. Sebastián y José, de Acogros (Asociación de Comerciantes de Grow y Smart Shops de Andalucía), eran 2 de los congregados que se encontraban en esta situación. Según el día iba llegando a su final, los catadores se mostraban más exigentes para puntuar las hierbas, y se les podía ver alrededor de las muestras con las lupas para examinarlas al milímetro. Era comprensible: aproximadamente 50 participantes, y algunos presentaban más de una variedad; cómo para volverse locos... Por la noche, quien tuvo ganas de más, pudo ir a la fiesta que Arseca organizaba, como cada año, para continuar con el intercambio de impresiones respecto a la presente edición. Y el domingo, ya se podía notar el nerviosismo de los participantes. En categoría paisanas triunfo Paco con su Humbold, en semillas comerciales se llevo el trofeo Iván con una exile de Magus Genetic cultivada en exterior. Iván la plantó en un huerto orgánico abonado con su propio compost y le sacó más de un kilo de cogollo. En interior Ezequiel acaparó los premios primero, segundo y tercero con una Cronic (Serius Seeds), así como una NL5 x Haze y una Jack Herer (Sensi Seeds).
El consumo de marihuana, en el debate social y político María es un ejemplo de los consumidores que no pueden cultivar. A sus 45 años, comenzó a consumir marihuana hace 6, después de una intervención quirúrgica, durante un tratamiento con quimioterapia. Tenía mucho malestar, y un amigo le comentó que conocía a alguien que hacía infusiones y mantequilla de marihuana. Y que eso le servía a algunos enfermos para calmar los efectos agresivos de la quimioterapia. María comenzó probando estos productos, y ahora también fuma marihuana en ocasiones. “Para mí, comenta – la marihuana me ha servido para superar con más facilidad mi enfermedad. Al principio fue difícil acercarme al entorno de una planta que todavía no está bien vista por toda la sociedad, ya que pensaba que estaba haciendo algo prohibido. Y cuando vi lo bien que me sentaba, pensé: ¿cómo una planta que puede hacer tanto bien no se receta ni se vende en las farmacias? Creo que actividades como La Bella Flor sirven para que las personas que reivindicamos su definitiva normalización acerquemos posturas y nos unamos en una lucha que parece no será del todo fácil”. A lo largo de la tarde, los asistentes continúaron probando las muestras. Nol Van Schaik, un empresario holandés propietario de varios coffeeshops, afincado en la costa del sol, presentaba 2 variedades: una del millón (híbrido) y otra paisana (índica), criadas en una zona montañosa de la provincia malagueña. También valoraba de forma muy positiva la celebración de La Bella Flor 2003. “La situación en España – afirma - ofrece un marco propicio para crear espacios privados para consumidores y cultivadores, una especie de clubes sociales donde se realice algo más que fumar marihuana. En Holanda, la existencia de coffeeshops es aceptada por toda la sociedad, y se da una convivencia pacífica entre los consumidores y los que no lo son. Está demostrado que la prohibición es una política que no da resultado en el campo de las drogas, y ya hay grupos políticos que apoyan todo esto para fomentar, al mismo tiempo, los usos terapéuticos del cannabis. Además, en España existe algo que no se da en otros países: el clima es favorable en algunos lugares para los cultivos en exterior, por lo que se pueden tener plantas de una excelente calidad”. A última hora de la tarde, Fernanda de la Figuera, actual presidenta de la Federación de Uno de los premiados recoge el trofeo que lo acredita como cultivador experimentado. La mayoría de los premios fueron Asociaciones Cannábicas donados por Acogros. (FAC), comenzó a organizar