11 minute read

Jorge Cervantes

Combatiendo el calor

Soluciones para el estrés por calor o agua

El estrés por calor y agua, así como las plagas, pueden ralentizar muchísimo el proceso de cultivo durante la estación calurosa. Todos los años, incluso a los mejores cultivadores se les olvidan los largos y calurosos días del verano. Los síntomas de estrés por el calor suelen ser muy sutiles y los cultivadores menos experimentados no se dan cuenta de los daños causados hasta que es demasiado tarde. Conocer lo que sucede en el interior de las plantas puede ser de gran ayuda para resolver problemas relacionados con el calor, antes de que empiecen a ralentizar el crecimiento de la plantación. Combinando esta información con ciertos conocimientos sobre microclimas, es posible mantener los cultivos –tanto de exterior como de interior- unos cuantos grados más frescos. En muchos casos, bastan unos pocos grados menos para incrementar considerablemente la cosecha.

El tiempo caluroso cambia los procesos en el interior de las plantas. Cuando la temperatura exterior es de 20 º, la interior es unos cinco grados más cálida. Dentro de las hojas, puede ascender hasta diez grados más que en la superficie de éstas. Cuando sube la temperatura, las plantas emplean mucha más agua para mantenerse frescas. El incremento en el consumo de agua genera estrés en todos los sistemas de la planta. Cuando este estrés no se detecta, el ritmo de crecimiento desciende notablemente, haciendo a las plantas más vulnerables a las enfermedades y al ataque de las plagas.

La planta de cannabis extrae el agua por medio de las raíces para conducirla hasta las hojas. El agua sirve para refrescar los tejidos de la planta y para llevar sustancias por el interior. Unos finos poros en la parte baja de las hojas, llamados estomas, se abren y cierran para regular el flujo de humedad que se libera en forma de vapor de agua. Esta transpiración de agua mantiene fresca a la planta y es muy similar al modo en que los humanos nos refrescamos al sudar. Las plantas utilizan la misma cantidad de fertilizantes que antes del verano, pero emplean mucha más agua. A menudo se duplica el consumo de agua si se está cultivando en contenedores en exterior o en una habitación interior calurosa. Este cambio en el consumo de agua puede causar graves problemas de crecimiento tanto en exterior como en interior.

Si a esto se le añade un poco de viento, el consumo de agua a través de la transpiración crece rápidamente. Las plantaciones en terrazas de tejados y patios son las más vulnerables a la pérdida de humedad causada por el viento. Muchas veces los cultivadores de interior aumentan la circulación de aire y la ventilación para ayudar a refrescar las plantas durante los días de más calor, obligándolas también a un mayor consumo de agua. También el aire retiene más humedad cuando la temperatura sube, lo que hace que la humedad relativa disminuya. Una menor humedad relativa también hace que las plantas transpiren más y utilicen más agua.

Los contenedores y medios de cultivo también tienden a estar más calientes durante el verano. Los procesos químicos se producen con más rapidez en los medios de cultivo cálidos, y se utiliza más agua. Cuando la temperatura del suelo sube hasta los 25-30º, el ritmo de crecimiento baja rápidamente. Tanto en exterior como en interior bajo lámparas de alta presión, la temperatura de los contenedores alcanzan fácilmente los 30º. Un contenedor en un patio caluroso puede llegar a más de 40º en menos de una hora a pleno sol. Estas temperaturas tan altas literalmente cuecen las raíces, y una vez cocidas, no pueden absorber el agua y los nutrientes, ni siquiera aunque haya agua disponible en el medio de cultivo. Las raíces muertas se pudren inmediatamente, atrayendo a plagas y enfermedades. Cuando están cocidas, las raíces tardan varias semanas en volver a crecer, suponiendo que las condiciones sean perfectas.

Cuando se incrementa el consumo de agua, el de fertilizante permanece más o menos igual. En este momento, es importante reducir la concentración del fertilizante, para evitar que se formen sales nutrientes en el sustrato. Si esto ocurre, la capacidad de las raíces para obtener agua a través de ósmosis se reduce. De hecho, esta capacidad decrece proporcionalmente a la aparición de sales tóxicas. Cuanto más sobre-fertilizado esté el suelo o medio hidropónico, menos agua podrá extraer la planta.

Para evitar esta aparición de sales, hay que diluir la concentración del fertilizante según las especificaciones del fabricante. También se debe permitir que salga del contenedor un mínimo de un 20% de agua en cada riego. Es mucha agua, pero aplicándola a obtener un drenaje adecuado se evitan muchos problemas posteriores. Echando un vistazo a los problemas arriba descritos, se constata que la escasez de agua en la planta puede deberse a varias causas a la vez. Cuando se juntan todas, tienen un efecto sinérgico y retrasan el crecimiento de la planta.

¿Cuáles son los síntomas del estrés por calor? Sí, que las plantas se marchitan, en efecto. Pero al mismo tiempo se producen daños ocultos. Primero aparecen diferencias sutiles. El primer síntoma (movimiento limitado de fluidos por culpa del estrés de agua), ocurre en el interior de la planta y no puede observarse. El primer signo visible de deshidratación se manifiesta porque los bordes de las hojas se vuelven ligeramente hacia arriba. Lo hacen para disipar más deprisa la

Este cultivador ha puesto una valla de bambú alrededor de su cultivo. Sirve para bloquear el viento y la vista de los vecinos. La valla de bambú deja pasar el suficiente aire para que circule, al tiempo que evita la mayor parte del viento.

Plantar a la sombra ayuda a que las plantas se mantengan frescas durante el periodo estival. Aunque esta planta ha recibido menos luz y por lo tanto ha resultado más pequeña, produjo sus buenos porros. Un techo de plástico tapa una buena cantidad del sol de mediodía, lo que mantiene a las plantas más frescas en la terraza. El cultivador ha dejado un espacio bajo el techado para permitir la circulación del aire, lo que también ha contribuido a mantener fresco el cultivo.

Cuando las plantas son lo suficientemente grandes, su follaje sombrea los contenedores, protegiéndolos de la cálida luz del sol, que cocería las raíces y paralizaría el crecimiento.

humedad. Cuando las hojas no tienen la suficiente humedad para transpirar, los bordes se curvan hacia arriba en un intento de obtener la máxima cantidad de agua posible. En cualquier caso, también un exceso de potasio puede causar este efecto. La toxicidad del potasio es difícil de diagnosticar, ya que normalmente está mezclado con los síntomas de deficiencia de otros nutrientes. Demasiado potasio disminuye la absorción de magnesio, manganeso y a veces zinc y hierro. El déficit de estas sustancias debe advertir de una aparición de potasio tóxico. Estos síntomas suelen aparecer después de que las plantas hayan sufrido de estrés por falta de agua. Puede que el suelo esté mojado y aún no pueda proporcionar agua suficiente a las raíces. Esto suele causarlo el desarrollo de sales en el medio de cultivo, lo que impide que las raíces absorban agua y nutrientes. Las sales de sodio son las peores. Cuando hay en el agua solo 50 PPM partes por millón, las raíces no pueden absorber más que una pequeña parte de agua y nutrientes. La primera señal son hojas con motitas. Las plantas se marchitan según avanza el proceso.

La mejor manera de evitar esto es utilizar un medio de cultivo de drenaje rápido y mantenerlo plenamente

Un container en un patio caluroso puede llegar a más de 40º en menos de una hora a pleno sol. Estas temperaturas tan altas literalmente cuecen las raíces.

Un hermoso cogollo de Jack Herer en plena floración es la recompensa por haber mantenido fresco nuestro cultivo de exterior. El conducto sirve para eliminar el aire caliente de esta lámpara de sodio de alta presión. Las curvas en el conducto y su longitud reducen la eficacia de la circulación de aire a la mitad. Creo que la habitación estaría mucho más fresca si el ventilador echara el aire directamente hacia el exterior en vez de estar adosado a la lámpara.

Este cultivador tiene plantas madre en crecimiento bajo una luz compacta fluorescente de 110 vatios . Se trata de lámparas muy eficaces y que crean una mínima parte del calor que generan las lámparas de sodio de alta presión. Estos cogollos tienen buen aspecto, pero podrían haberse desarrollado un 20-30 por ciento más si el cuarto de cultivo hubiera estado más fresco.

drenado. Estos medios tienen el espacio de aire adecuado para acelerar la toma de agua y nutrientes y es difícil regarlos demasiado, lo que permite al cultvador un mayor control.

Las raíces toman el agua cuando hay oxígeno (aire). Sin el aire suficiente en la zona de raíces, éstas no pueden funcionar correctamente. Si el nivel de agua es demasiado alto, la mayor parte del aire se ve forzado a salir del medio de cultivo, y las raíces se pudren en seguida. Cuando el exceso de sales hace que las raíces no puedan absorber agua suficiente, las plantas empiezan a mostrar signos de sequedad, incluso si en el contedor hay bastante agua. Si además, las raíces están cocidas en un contenedor demasiado caliente, a pleno sol, los problemas se complican.

Algunas mezclas para sustrato que retienen mucho aire y humedad incluyen sustrato de coco de primera calidad, o turba, mezclado con vermiculita y lana de roca. Las tiendas especializadas suelen tener sus propias mezclas orgánicas que funcionan bien en las condiciones locales. También se pueden encontrar buenas mezclas en almacenes. Si se toma la decisión de utilizar una mezcla de baja calidad, se puede mezclar con un 20-30% de perlita para mejorar el drenaje.

Es necesario proteger a las plantas del sol de mediodía con una tela. Esto reduce el consumo de agua considerablemente. Las plantas en sombra bajan todos los niveles de estrés y facilitan el mantenimiento. Sombreando las plantas bajo una tela un 30%, de hecho se aumenta el crecimiento.

También hay que proteger a los contenedores de la luz y el calor del sol. Cuando están llenos de sustrato funcionan como un banco de calor. En primer lugar se calentará el exterior por la acción solar. Una vez que la tierra se calienta, conserva el calor durante horas. Los contenedores de plástico blanco disipan rápidamente el calor. Lo de styrofoam blancos repelen la luz y son fáciles de mantener frescos. Las macetas de cerámica y de hormigón retienen más calor, lo que hace que el sustrato permanezca caliente. Es conveniente evitar el calentamiento por sol sombreando los contenedores, poniéndoles una pantalla o algo semejante para hacer sombra. Este pequeño gesto de amoroso cuidado puede salvar a las plantas de muchos disgustos.

Hay que proteger, además, a las plantas de exterior de la acción del viento, para reducir la transpiración y el gasto de agua. Por ejemplo, en las Islas Canarias, donde el viento sopla las 24 horas del día, los cultivadores construyen vallas de piedra de alrededor de un metro para contenerlo. Las piedras se amontonan de forma que queden entre medias agujeros para dejar

pasar algo de aire, pero deteniendo la mayor parte del viento. Si el viento fuera bloqueado por una pared sólida, se iría hacia arriba y bajaría con más fuerza al otro lado. En interiores, los contenedores tienden a calentarse menos. Se pueden mantener más frescos poniéndolos sobre hormigón fresco o suelos de baldosas. Además, en general la temperatura del suelo es el sitio más fresco de la habitación. El uso de macetas blancas también en interior ayuda a mantener más fresco el medio de cultivo.

El aire que entra en la habitación debe ser lo más fresco posible. Es más fresco si llega desde la parte más baja. Uno de mis amigos de California dejaba entrar el aire fresco desde debajo de la casa, un aire cinco grados más fresco que el ambiental. Además colocó el tanque de nutrientes del sistema hidropónico al lado de la ventilación entrante, lo que ayudó a enfriar la solución nutriente. La

combinación de unos cuantos pequeños trucos como este consigue mantener la habitación unos cuantos grados más fría. sube y es el mejor sitio para eliminarlo. El conducto entre el extractor y el filtro de aire debe ser lo más recto y corto posible, lo que incrementará la eficiencia del ventilador. De hecho, si el aire tiene que atravesar un conducto con un ángulo de 90º, se perderá más o menos la mitad de su eficacia.

Hay que situar los balastos fuera del cuarto, porque generan calor. Cualquier aparato eléctrico o similar debe sacarse de la habitación. Algunos fabricantes ofrecen sistemas de luces con ventilación incluida. Aunque son funcionales, resultan demasiado aparatosos para un cuarto de cultivo pequeño.

Se deben encender las luces por la noche para que la habitación esté más fresca de día. La ventilación se puede tener en marcha día y noche.

Si es posible, el cuarto de cultivo debe estar en la parte más fresca de la casa. Cultivar en un ático o bajo un tejado puede crear un ambiente muy caluroso. Los sótanos y las habitaciones que dan al norte son las más frescas en todas las casas.

Recordad, permaneced frescos.

La mejor manera de evitar el desarrollo de sales nutrientes es utilizar un medio de cultivo de drenaje rápido y mantenerlo plenamente drenado.

Jorge Cervantes es autor de Indoor Marijuana Horticulture: The Indoor Bible, Marijuana Indoors: Five easy gardens, Marijuana Outdoors: Guerilla Growing, y cientos de artículos. Sus trabajos se han publicado en holandés, inglés, francés, alemán y español. www.marijuanagrowing.com.

This article is from: