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Floración bio

Sea Of Green sobre tierra

Es muy habitual oír que en el cultivo de interior de cannabis no se puede obtener una buena producción con métodos ecológicos. Esta aseveración no tiene una base real. Es posible hacer excelentes marihuanas con tierra y fertilizantes ecológicos.

Monseñor José María

Lenny usa cuatro focos, en la esquina derecha pueden verse las alargadas Chitral.

En el SOG debe intentarse que haya el mayor número de colas posible Detalle de White Russian en floración avanzada

La White Russian es una planta muy productiva

En este capítulo de “Así se lo montan” se examinarán los ejemplos de Victor, Lenny y Pedro, tres casos de cultivadores que obtienen sabrosas cosechas de interior con métodos ecológicos.

Victor

Victor es un experimentado cannabicultor de la costa gallega, usa la planta por motivos medicinales, pues debido a un accidente de circulación sufre reiterados dolores musculares. Considera que es mucho mejor para su cuerpo fumar yerba que atracarse de analgésicos y otros medicamentos que se supone debería tomar. Dado que emplea el cannabis con fines terapéuticos, opta por métodos de cultivos ecológicos, para conseguir un material lo más sano posible. Fuma una gran cantidad de ganja para relajar sus doloridos músculos, además su compañera, Julia, también es una empedernida fumadora. Para el autoabastecimiento de ambos Victor ha montado interior discreto y productivo. Antes de instalar el cultivo limpió a fondo la habitación con agua y lejía, la vació por completo y pintó las paredes de blanco reflectante. Como vive en un piso y no quiere llamar la atención de sus vecinos tomó precauciones al hacer el montaje. Usó una gruesa tela de goma para cubrir el suelo y aislarlo de los derrames de agua. Después de cerrar las ventanas y taparlas con cartón, las sello con la misma tela, de forma que desde el exterior no se percibiese ni la más mínima rendija de luz.

Empezó con una luminaria de 600 w con balastro integrado y reflector abierto, cuando observó que tenía que ampliar su cultivo para llegar a la meta del autoabastecimiento, adquirió dos luminarias más en forma de caja, con balastro integrado y extracción superior para un control óptimo de la temperatura del foco. Estos equipos son muy fiables y duraderos, pero pesan bastante, por lo que los colgó del techo con recias cadenas, pues no quiere sorpresas.

Considera que una ventilación generosa es imprescindible en el cultivo de interior, pero sin ruidos delatores que descubran sus actividades, usa un equipo de ventilación de alta calidad. Saca el aire con un extractor Ruk de 715 metros cúbicos a la hora, lo mete con otro Ruk de 265 metros cúbicos a la hora. En ambos tiene filtros de carbono para impedir la salida de olores y la entrada de plagas. Trabajar con una ventilación potente le permite tenerla al mínimo y no forzarla, con lo que hace menos ruido. Distribuye el aire por dentro de la habitación con un potente ventilador.

“hay que meter la máxima cantidad posible de esquejes de la misma variedad debajo del foco” “Un régimen de alimentación adecuado es clave en el cultivo de interior bio”

Lenny

Las abundantes cosechas de excelente marihuana recogidas por Victor, pronto despertaron la admiración de su amigo Lenny, hasta el punto de pedirle ayuda para montar su propio cultivo de interior. La pareja de Lenny también fuma yerba, además de su hermano, por lo que se decidieron a invertir para hacer una buena instalación. Antes de empezar también limpiaron y desinfectaron la habitación, luego cubrieron las paredes con Mylar. Este material tiene aspecto de espejo y proporciona una optima reflexión de la luz. Lo pegaron con cinta aislante a la pared, con cuidado de que no se desgarrará, pues es un material frágil. Se aseguraron de dejarlo plano y pegado a la pared, lo que aumenta su capacidad de reflexión. Como Lenny no quiere dejar rastros de su paso en el chalet alquilado donde cultiva y reside, construyó con madera una estructura cuadrangular para colgar los focos y cables. Así solo con cuatro agujeros pudo montar un buen interior. Lenny usa 4 luminarias de 600 watios con reflector abierto, aunque no son tan eficaces como las de su amigo Victor, pesan menos, por lo que no se

necesitan cadenas para colgarlo. Los balastros los tiene encima de la estructura de madera, así el calor que producen se aleja de las plantas lo máximo posible. Su sistema de ventilación es similar al de Victor, lo regula con una caja de control que también colgó de la estructura de madera.

Para mantener un control total sobre las condiciones ambientales del cultivo tiene distribuidos por la sala cuatro termohigrómetros de máximas y mínimas, con sonda para segunda medición de temperatura, esto le permite estar informado de la situación en todos los niveles, no solo en las puntas de las plantas, sino también en la zona media y la radicular.

Sea Of Green

El Sea Of Green (SOG) o “mar verde” es un gran aliado para maximizar la producción y obtener rendimientos óptimos del cultivo. Se basa en que las partes más productivas de la planta suelen ser las colas superiores, mientras que las zonas inferiores dan cogollos de

menos calidad y peso, aparte de estar menos poblada. Se trata, por tanto, de maximizar el número de sumidades floridas superiores y minimizar el de las inferiores. Para ello hay que meter la máxima cantidad posible de esquejes de la misma variedad debajo del foco, de forma que se aproveche cada centímetro. Las plantas se ponen a 12 horas de luz y 12 de oscuridad tras un corto periodo de crecimiento, al florecer se estiran poco y toda la superficie de cultivo se llena de productivas puntas de floración. Ante los ojos del cannabicultor se forma un autentico mar verde.

En el SOG se usan macetas cuadradas, esto permite pegarlas unas a otras y dejar el espacio de cultivo lleno a reventar. El tamaño de las macetas ira en función de varios factores. La teoría recomienda usar macetas de tamaño pequeño, en torno a los cuatro litros, esto permite meter un montón de esquejes por metro cuadrado, regla principal del SOG. Usar contenedores pequeños también tiene sus inconvenientes, en primer lugar se necesitan más plantas, lo que obliga a tener una zona de vegetativo capaz de surtir la demanda de clones. Por otra parte hay que regar más tiestos y también más a menudo, casi a diario, pues las macetas pequeñas secan antes. Aunque sea más trabajosa, esta es la forma de sacar el máximo rendimiento por metro cuadrado cuando se trabaja en tierra. En instalaciones amplias como las de

Pedro

Pedro vive en un pequeño piso en la zona centro de la península. Con dos tablones construyó un cuarto de cultivo en la esquina de una habitación. Las paredes están cubiertas con plástico blanco. En el suelo colocó una bandeja de plástico tipo Duma, lo que le permite regar a fondo sin problemas. Ilumina su cultivo con un foco de 600 w, para combatir las altas temperaturas que alcanza la zona de la meseta durante el verano emplea un buen sistema de ventilación con extractores de Rvk, el que saca el aire tiene una capacidad de 400 metros cúbicos a la hora, el encargado de introducirlo rinde 150 metros cúbicos a la hora. Es una instalación sencilla, pero bien llevada.

Genética

Los buenos resultados en un cultivo SOG vienen muy condicionados por la genética, tener plantas productivas, que gusten de crecer en tierra y se adapten bien a este método es importantísimo. Por otra parte hay que conocer a fondo la variedad para saber el partido que se le

puede sacar, algunas detestan la poda y solo hay que quitarles las ramas laterales, mientras que otras producen más si con la poda se les moldea para producir tres o cuatro colas.

Entre todas las plantas seleccionadas por Victor su favorita es la White Russian de Serious Seeds, la define como una planta muy medicinal y relajante, óptima para calmar sus dolores musculares. La White Russian es un cruce de la famosa Ak 47 con la no menos conocida White Widow, un cóctel explosivo para fumadores que busquen efectos contundentes. Serious Seeds considera que la White Russian es muy apropiada para cultivos en SOG. Lenny cultiva debajo de tres focos la White Russian de Victor, mientras que reserva la cuarta luminaria para una Chitral de patrón más sativo y efectos menos físicos. Aunque el SOG demanda que se usen esquejes del mismo tipo, en instalaciones con varios focos si es posible cultivar sin problemas más de una variedad.

Pedro tiene sus preferencias en una Sensi Star, variedad potente y productiva de Paradise Seeds. La Sensi Star es una variedad de fuerte ascendencia índica, desarrolla colas principales pesadas y cubiertas de resina. Paradise Seeds la considera óptima para usar en un SOG con 20 plantas por metro cuadrado, recomiendan dejarle un periodo vegetativo de dos semanas, antes de la floración.

Vista general del cultivo de Victor El interior de Victor cerca de la cosecha

Prevención de plagas.

En el cultivo sobre tierra conviene ser precavido con las plagas, pues pueden provocar severos daños. Victor y Lenny mantienen siempre la temperatura en torno a los 24º y la humedad sobre el 60%, este ambiente es propicio para el desarrollo de las plantas, mientras que más temperatura y menos humedad favorecería las invasiones. Usan jabón de potasa como preventivo y para limpiar a las plantas. Inspeccionan sus cultivos a la búsqueda de signos de invasión, nada más advertir las primeras huellas de visitantes contraatacan con insectos depredadores. En su última cosecha Lenny tuvo un pequeño foco de trip, tras fumigar a los adultos con jabón de potasa, colgó en las plantas nidos de Amblyseius Cucumeris. Este fitoseido es

un voraz enemigo de los trips que ataca en los primeros estadios de vida, lo que les corta el ciclo reproductivo. La lucha con insectos depredadores es un estupendo método antiplaga, además de su eficacia tiene la ventaja de ser totalmente natural y no dejar ningún residuo dañino.

Victor y Lenny usar contenedores tan pequeños da mucho trabajo, por lo que optan por macetas de once litros. En este caso son necesarios menos esquejes y los riegos pueden llegar a espaciarse hasta tres días, pero las plantas necesitan un periodo de crecimiento más amplio antes de pasarlas a floración. Otro factor a la hora de elegir el tamaño del tiesto es la genética, pues mientras unas demandan buenas cantidades de sustrato para estirar sus raíces, otras se conforman con poca cosa. Cada cannabicultor debe probar distintos tamaños de contenedor, hasta dar con el que mejor se adapte a sus hábitos y espacio, así como a la genética que cultiva.

Este método no se puede hacer en ningún caso con semillas. En primer lugar porque las plántulas nacidas desde semilla necesitan un periodo de crecimiento, antes de alcanzar la madurez suficiente para florecer; mientras que los esquejes tienen la misma edad que la madre de donde se extrajeron, por lo que pueden ponerse a florar antes. Otro motivo es que las plantas nacidas de semilla no son homogéneas, aunque se trate de la misma variedad, unas son más altas, otras mas bajas, unas más ramificadas lateralmente y otras menos. En cambio si todos los esquejes son de la misma variedad y la misma madre, tenderán a crecer de manera uniforme, sin robarse luz unos a otros, por lo que se les podrá mantener más cercanos. Si no se dispone de suficientes esquejes de la misma variedad para llenar el espacio, hay que procurar elegir genéticas con patrones de crecimiento semejantes, para que no se peleen por la luz.

Justo cuando se termina una cosecha ya debe haber esquejes desarrollados y listos para sustituir lo cortado. Por ello para el SOG es importante mantener una buena zona de vegetación propia. Depender de esquejes externos tiene varios inconvenientes, aumenta la posibilidad de traer plagas del exterior y hace depender de los gustos ajenos. Por otra parte a los esquejes recién adquiridos les hay que dar un periodo de crecimiento, por lo que, si se pretende tener el cuarto de floración a doce horas el máximo tiempo posible, no desaparece la necesidad de una zona de crecimiento. Por otra parte, mantener una zona de vegetativo propia permite la selección y conservación de las madres más adaptadas al gusto de cada cannabicultor.

Floración de la Sensi Star de Pedro. Foto: Buzzo

Pedro tiene el secadero montado en una caja. Foto: Buzzo

Alimentación.

Un régimen de alimentación adecuado es clave en el cultivo de interior bio. Hay cannabicultores que buscan un producto de interior lo más natural posible, una solución pueden ser los extractos de algas y el te de guano, en combinación con aportes de humus de lombriz. Los fertilizantes líquidos son una gran ayuda, sobre todo en las índicas rápidas que se cosechan en un abrir y cerrar de ojos, sin tiempo a asimilar bien los nutrientes sólidos de liberación lenta. Para apostar por resultados garantizados, la opción mas fácil son los fertilizantes ecológicos comerciales.

Victor y Lenny optan por BioBizz, mientras que Pedro se decanta por Biocanna. Biobizz es la empresa holandesa pionera en fertilizantes líquidos orgánicos. Canna también es una marca de abonos muy apreciada por los cultivadores; en sintonía con la demanda de fertilizantes bio, sacó hace dos años al su propia línea de abonos ecológicos, BioCanna, basados en extractos vegetales. Ambas cuentan con el certificado Skal – Eko. Esto significa que las dos empresas son inspeccionadas con regularidad para comprobar que cumplen los protocolos de producción de la agricultura orgánica, lo cual es una garantía para el cannabicultor que puede estar seguro de que usa un producto rigurosamente ecológico.

Victor y Lenny procuran fertilizar poco las plantas, pues consideran que así ganan en olor, sabor y calidad. No les preocupa perder algo de producción porque tienen instalaciones amplias que no es preciso exprimir a tope. Cultivan en un sustrato a base de turba, perlita y humus de lombriz. Durante el crecimiento no dan a las plantas fertilizantes líquidos, solo aportan un puñado de humus de lombriz en la segunda semana. Cuando llega la floración añaden Bio Bloom y Top Max al riego, al principio comienzan con 1ml/l de BioBloom y 1 ml/l de Top Max, aumentan la dosis hasta llegar a 3ml/l de BioBloom y 3 ml/l de Top Max al final del ciclo. Prefieren fertilizar poco y más a menudo que dar a las plantas mucha comida de golpe.

En cambio Pedro necesita sacar un buen rendimiento de su único foco, por lo que usa un calendario de fertilización más intensivo. Emplea el sustrato Canna Professional Plus. Tras el transplante hace una aplicación de Rhizotonic, estimulador que fomenta la formación de una potente masa radicular. La primera semana de crecimiento fertiliza con 1 ml/l de BioVega que aumenta hasta los 2 ml/l en la segunda y tercera semana de floración. Al llegar a la cuarta semana de floración cambia la alimentación a 3-4 ml/l de Bio flores y 1 ml/l de BioBoost. Acaba el cultivo con solo 0,5 ml/l de Bioboost. Usa Cannazym cada dos semanas para eliminar raíces muertas y evitar la acumulación de sales.

Cosecha

Los tres casos estudiados riegan solo con agua la última semana antes de la cosecha. Si se desea obtener una buena producción no hay que ser impaciente, pues al precosechar se pierden muchos gramos. Victor y Lenny recogen cosechas generosas, por lo que tiene montados secaderos en habitaciones oscuras y frescas, con un ventilador que remueve el aire sin incidir directamente sobre las plantas. Pedro ha construido un pequeño secadero con una caja de cartón atravesada por hilos de nylon. Los tres consiguen suficiente marihuana para autoabastecerse, además de deleitarse con los olores, sabores y matices que surgen al cultivar las plantas de forma natural.

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