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CANNABIS MEDICINAL CON EL DR GARCÍA PALAU Foto de Petdcat. Istock
cortos, como de una semana son suficientes como para notar un descenso en la tolerancia. Aseguramos la eliminación de los fitocannabinoides acumulados en el tejido graso, cuando estamos sin consumir por lo menos un mes y medio. Es importante insistir en que, si podemos tener problemas con el cannabis, estos se deberán al consumo de THC. En qué nos basamos para esta afirmación, en que numerosos estudios nos indican que si bien el cannabis no es la causa de las patologías duales, sí que en relación al consumo de THC, (lo cual acontece siempre en el usuario lúdico), pueden ser los detonantes para el debut en pacientes con patología esquizoide por ejemplo de base. Por lo tanto el consumo de THC estaría contraindicado en personas que padezcan esquizofrenia. Actualmente el CBD se estudia como posible tratamiento para la esquizofrenia, por su efecto ansiolítico y normalizador del humor.
Reducción de riesgos en el consumo de cannabis Los protocolos de prevención de riesgos para el consumo de cannabis deberían ser un instrumento para informar de manera objetiva y científica sobre las características de las diferentes sustancias y sus Dr Garcia de Palau posibles repercusiones sobre nuestra salud. Los protocolos no deben enfocarse de manera alarmista o prohibicionista, aunque sí deben tener por objetivo una información contrastada y científicamente sostenible, que conlleva en muchos casos desaconsejar el uso de sustancias psicoactivas como el THC. Cuando vayamos a consumir cannabis, debemos tener en cuenta los múltiples factores que pueden influir en el resultado final del consumo. Dónde consumimos, con quién consumimos, qué tipo de hierba, qué hora del día es, si hemos comido correctamente, cómo te encuentras anímicamente, qué esperas del consumo de cannabis en ese momento, etc. En el caso del cannabis, al ser el producto final una variedad botánica, hace que sea más complejo el protocolo. Si somos estrictos, el primer factor a tener en cuenta es el sustrato en el que vamos a cultivarlo o ha sido cultivado. El estado de la tierra de cultivo, sobre todo en exterior, puede conllevar muchos problemas. Si no tenemos el análisis del sustrato que nos determine la ausencia de contaminantes orgánicos (hongos, bacterias...) y metales pesados, así como pesticidas. En el cultivo interior utilizamos sustratos más controlados. Si la tierra donde vamos a cultivar está contaminada por pesticidas utilizados en cultivos anteriores, podríamos encontrar niveles ya detectables y en ppm por encima de los tolerados en muchos casos. También se pueden encontrar metales pesados que tardan muchos años en eliminarse y una vez contaminada la tierra, el cannabis posteriormente plantado es capaz de asimilar, ya que es una planta con mucha capacidad para fijar
metales, por eso se utilizaba cannabis Ruderalis en Chernóbil, para descontaminar la tierra. Hay que tener en cuenta que una intoxicación por metales pesados por ejemplo, puede ser aguda o crónica, por exposición prolongada a cantidades muy pequeñas, pero que se van acumulando hasta resultar tóxicas y desencadenar una patología determinada y grave en algunos casos. Existe un hongo como el Aspergillus, relativamente frecuente, que tras contaminar el cannabis, si posteriormente es inhalado, puede desencadenar patología pulmonar en forma de neumonía, con consecuencias graves en muchos casos. Dicho esto, primer factor, es la tierra o sustrato de cultivo. La planta de cannabis es una especie botánica poco común, de hecho es la única que es capaz de sintetizar fitocannabinoides, que se sepa a día de hoy. Pero además de los 111 cannabinoides que contienen algunas variedades, encontramos también un número parecido de terpenos, que químicamente son muy parecidos a los fitocannabinoides, que son terpenofenoles. Hacemos hincapié en este hecho, ya que el resultado final de una variedad, en relación al efecto, olor, sabor, vendrá determinado por la interacción de todos estos principios activos, que poseen propiedades terapéuticas, además de determinar el olor y sabor de las diferentes variedades. Las variedades Haze, con ese olor y sabor característico es debido a la presencia de Borneol, un terpeno con diferentes propiedades terapéuticas, y las Skunk con Pineno como terpeno predominante que las dota de ese aroma característico también.
Por lo tanto, debemos tener en cuenta que los diferentes porcentajes de fitocannabinoides y terpenos, además de otras sustancias presentes en el cannabis como son los Flavonoides, serán los que determinarán tanto el efecto terapéutico, como el efecto psicoactivo. No es necesario un THC alto para que el efecto psicoactivo sea más o menos intenso, o tenga matices más lisérgicos o más introspectivos. Podríamos decir que el THC tiene un efecto lineal, y los matices del efecto psicoactivo los determinan los terpenos. También para complicar el tema, según los isómeros que podamos encontrar del THC, que pueden ser siete, determinarían diferentes efectos psicoactivos o matices en la calidad del efecto sobre el sistema nervioso central. Respecto al uso de resinas o hachís, debemos decir que son dos formatos fácilmente adulterables, y además presentan concentraciones elevadas de THC, salvo charas ( Malana ) u otras resinas que pueden contener una concentración de THC y CBD muy altas, en ratio prácticamente de 1/1. Entonces lo más probable es que la intoxicación llegue antes. Acordémonos que los cannabinoides generan tolerancia, fenómeno por el cual se deben subir las dosis periódicamente para conseguir el mismo efecto. Este problema se soluciona haciendo paradas en el consumo de manera periódica, y entonces se produce la fase de recuperación celular, y cuando volvemos a consumir podemos volver a las dosis anteriores con el efecto deseado. Estas paradas deben durar entre uno y dos meses. También períodos más
Los problemas derivados del consumo de THC están relacionados con las dosis y la frecuencia de consumo. Los consumos de dosis altas en un breve período de tiempo, como por ejemplo a través de concentrados tipo BHO, no tienen mucho sentido, ya que si la persona no es usuaria de cannabis y con cierta experiencia, entramos en un cuadro de intoxicación aguda por THC, que puede ser una desagradable experiencia. Debido a la poca toxicidad de los fitocannabinoides, no pasa de ser un episodio anecdótico en muchos casos. Estas dosis altas y de acción rápida son útiles desde el punto de vista terapéutico en algunos momentos en los que se busque un efecto potente y rápido. Por lo tanto, debemos controlar que tipo de hierba vamos a consumir y en función de nuestra experiencia, o si carecemos de ella, debemos buscar información del producto. El consumo lúdico ha llevado a enfocar la mejora genética hacia un porcentaje de THC cada vez más elevado, y se han olvidado por el camino variedades mucho más equilibradas, con contenidos de THC y CBD parecidos. Estas variedades suelen carecer de la potencia psicoactiva de otras con THC predominante, pero para iniciarse en el consumo, serian mucho mas aconsejables. Podemos partir de una premisa, las dosis se pueden aumentar, pero una vez consumida, no las podemos reducir. Empecemos pues por consumos controlados en cuanto a calidad y características del producto, así como con dosis bajas. Vamos a hablar ahora de las vías de administración. Desde el punto de vista preventivo de un protocolo, debemos pues desaconsejar la vía de uso más frecuente; El consumo de cannabis fumado, bien solo, bien mezclado con tabaco. Sabemos que después de una combustión, se generan multitud de derivados en muchos casos cancerígenos. Cianuro de hidrógeno, alquitrán, nicotina, dióxido de carbono, nitrosaminas propias del tabaco, aminas aromáticas, óxido de nitrógeno, amoniaco, benzopirenos y trazas de plomo, selenio, arsénico, cromo y níquel entre otras sustancias. Algunas de ellas cancerígenas y otras tóxicas a determinadas dosis. Esto sería en el caso de fumar cannabis mezclado con tabaco, si fumamos sólo hierba, reducimos la cantidad y toxicidad de los derivados, pero sigue habiendo un riesgo estadístico a padecer un cáncer de pulmón, sobre el 40% más.