Boletín Nazareth Octubre Noviembre

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Ejemplar bimestral 4 Ocubre Noviembre 2014


En portada

Contenido 2

Tema Familiar El bautismo 3 Conociendo nuestra fe.

Tema espiritual 7 El Bautismo de Jesús

Frases del mes 9 San Francísco de Asís

Informar para formar Rifa del Instituto 10 Cumpleaños 12 Aniversario 14

Diseño Editorial Lic. D.G. Rafael Reinerio

Virgen de Fátima. También llamada Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora del Rosario de Fátima La misma se originó en una serie de apariciones que tres niños pastores, Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto afirmaron haber tenido en Fátima entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917


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EL BAUTISMO Conociendo nuestra fe AARON COROIV

¿En qué consistía el Bautismo de Juan? Cuándo Jesús aún trabajaba en el taller de San José, apareció en los límites del río Jordán un hombre valeroso, que invitaba a todos los hombres a arrepentirse de sus pecados y hacer penitencia. Todos lo conocían por Juan El Bautista, así, aquellos que movidos por sus palabras se arrepentían de los pecados, lo demostraban públicamente, recibiendo el agua que Juan les derramaba sobre la cabeza. Ese era el Bautismo de Juan (una señal externa de arrepentimiento). Juan explicó claramente: Después de mí, llegará alguien más fuerte que yo. Alguien a quien yo no soy digno de desatarle las sandalias”. Yo los bautizo con agua, pero Él, los bautizará con el Espíritu Santo. Juan estaba hablando de Jesús. Con estas palabras indicó claramente la diferencia entre el bautismo que él daba y el bautismo que Jesús iba a traer. Juan Bautista, invitaba a arrepentirse y a cambiar de vida, pero no podía devolver la Gracia de Dios; Jesús, por el contrario, a través del bautismo nos da el Espíritu Santo, autor de la Gracia que quita el pecado.

Cristo no recibió de parte de Juan el sacramento del bautismo que Él mismo vino a instituir, y cuando lo recibió no fue para redimir sus pecados, pues él no tenía pecado, lo hizo más para marcar el inicio a su misión en este mundo como salvador y redentor de nuestros pecados. Por eso Juan al ver llegar a Jesús exclamó: “He aquí el Cordero del Dios, el que quita los pecados del mundo (Jn 1,29). Por otra parte, san Pablo explicó claramente esa diferencia a los cristianos de Éfeso, que ni conocían al Espíritu Santo porque habían recibido solo el bautismo de Juan. Justo cuando Jesús comenzó a enseñar a sus discípulos a bautizar, se terminó la misión de Juan Bautista y su bautismo. El mismo Juan Bautista, afirmó eso a sus propios discípulos, quienes al ver que Jesús atraía más seguidores, sintieron celos. Ante esa situación, Juan dijo a sus discípulos: Es preciso que Él crezca y que yo disminuya. Aquel que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído (Jn 3, 30.32). Y es que Jesús no trajo sólo una señal de arrepentimiento, sino un sacramento que vino de lo alto, porque nos da al Espíritu Santo.


“He aquí el Cordero del Dios, el que quita los pecados del mundo” (Jn 1,29)

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¿En qué consiste el Bautismo de Jesús?

¿Debemos bautizar a los niños?

En la época en la que Jesús vivió, había fariseos, que eran personas encargadas de hacer cumplir la ley de los judíos. Entre los fariseos había un judío bueno y sincero llamado Nicodemo. Una noche fue a ver a Jesús, y Jesús le dijo, que nadie puede ver el Reino de Dios sino nace de nuevo desde arriba y él le preguntó ¿Nacer? ¿Cómo yo, siendo viejo, puedo convertirme en bebé otra vez y nacer de nuevo? ¿Cómo renacerá el hombre viejo? Jesús le contestó: En verdad te digo: el que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn 3, 1-5). Nacer del Espíritu Santo es recibir de Jesús una nueva vida, la vida de la gracia, que acaba con los pecados, nos hace hijos de Dios, templos del Espíritu Santo y miembros del pueblo de Dios, que es la Iglesia.

Recordemos lo que dijo Jesús a sus discípulos, posterior a su resurrección. Mateo 28, 19-20: “Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones y háganlas mis discípulos, bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”. La pregunta que se hacen algunos hermanos alejados es cómo se bautiza a un niño si no es capaz de creer, y de tener fe ¿Debemos acaso esperar a que el niño crezca y que se convierta en adulto para revelarle la belleza y la grandeza del bautismo y esperar su adhesión? La respuesta es: ¡No! Por dos motivos principales: A) Porque los padres deben procurar darle a los hijos lo mejor que tienen tanto para el cuerpo como para el alma. ¿Habrá algo mejor que ser hijo de Dios y recibir al Espíritu Santo?


¿Habrá algo mejor que ser hijo de Dios y recibir al Espíritu Santo?

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B) Porque Cristo vino a traer la salvación de un modo social, comunitario a todos los pueblos, y no a personas aisladas. En el caso de los niños, es la fe de los padres y de la Iglesia la que funciona, es la fe de la comunidad donde nació el niño. Dios le dio a Abraham el rito llamado Circuncisión por el cual un nuevo miembro pasaba a pertenecer al pueblo de Dios y era practicado a los hijos de los hebreos antes de que tuvieran la edad de comprender y tener fe, entonces esa fe más bien era obligatoria para los padres y la comunidad. Lo mismo sucede con el bautismo, la Gracia de Dios es eficaz por sí misma, pero actúa con más eficacia en la medida que la entendemos y colaboramos con ella. El Bautismo es un camino indispensable para cultivar la Gracia.

¿Cómo defendemos el hecho de bautizar a los niños? Tal como bien lo citan diversas partes de la Biblia: “San Pedro bautizó a Cornelio y a toda su familia” (Hch 10, 47-48), “San Pablo bautizó a la familia de Lidia” (Hch 16, 14-15), a la del carcelero (Hch 16,33) y a la de Estefanía (1Cor 1,16). Entonces, es muy natural comprender que si mencionan a sus familias, también los niños de esas familias hayan sido bautizados.

Acaso debemos esperar a que sea grande un niño para que él decida por sí mismo el alimento que más le nutre, si debe vacunarse o no, y así en otras cosas, el vestuario, el estudio, la educación, etc. Si así lo hiciéramos, dejaríamos que ese niño se convierta en un adulto sin nutrientes, ignorante, sin valores y de costumbres rudas, tan solo por el miedo a violentar su libertad de decisión. Cuando una semilla es pequeña, tiene el poder de transformarse en un árbol y llenarse de flores y frutos. Basta que sea colocada en un terreno y en un clima con condiciones que hagan desarrollarse. Por lo tanto, el Espíritu Santo es como una semilla que por el bautismo se instala en el alma del niño para convertirse en una persona de fe viva, esperanza firme y amor ardiente. Pero su crecimiento depende de aquellos que cuidan de esa semilla, tales como los padres, padrinos y comunidad católica en torno a los pequeños.

El Espíritu Santo es como una semilla que por el bautismo se instala en el alma del niño


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Conclusión: Algunos hermanos alejados que pretenden poner a prueba nuestra fe preguntan ¿No bastó con la sangre que Cristo derramó en la cruz para redimir nuestros pecados? ¿Entonces de qué sirve el bautismo? La respuesta es que efectivamente por la sangre de Cristo han sido absueltos nuestros pecados. Sin embargo, Cristo quiso que esa purificación se indicara mediante una señal sensible y eficaz. Esa señal es el bautismo (Mt 28,19). Además, cuestionan la forma de bautizar, pero ¿acaso importa si es sumergiendo a la persona en agua, o derramando agua sobre la cabeza?, lo que realmente importa, es la acción Trinitaria. El bautismo actúa por la Gracia de Dios y por la fe de quien la recibe, y no por la cantidad de agua que se derrame.


EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA 7

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EL BAUTISMO DE

JESÚS

Por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el río Jordán. En el momento que salía del agua, los cielos se rasgaron y el Espíritu, en forma de paloma, descendió a Él. Y se oyó una voz que venía del cielo: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco” (cf. Mc 1, 9-11). El evangelio fue escrito para la Iglesia, a la cual se le aclara desde el principio, contra todo intento de evasión, qué implica para el cristiano ser “hijo de Dios” en virtud del bautismo: ser “hijo de Dios”, contra lo que el hombre, como Adán, puede pensar, significa obrar como obró Jesús (cf. Flp 2, 5-11), el cual se muestra como Hijo de Dios precisamente en su profunda solidaridad con los hombres. Una pregunta que vale la pena responder es la siguiente: ¿Por qué Jesús se bautizó si no cometió pecados? Porque el bautismo de Jesús está enmarcado en el contexto del ministerio de Juan Bautista, para establecer una cierta vinculación entre el anuncio de los profetas y la venida del Mesías o mejor dicho entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Tengamos siempre presente que el significado del nombre de Jesús es “La Salvación es Yahvé” o “Salvación de Dios”. Por eso debemos centrar nuestra atención que Jesús lo realizó respecto a su vocación. Como se comprueba en el caso de varios profetas, bajo la luz del Espíritu.

Los cielos se rasgaban: esta imagen ya se halla en el Antiguo Testamento (cf. Is 63,19), para indicar que ha terminado el tiempo de la separación o de la enemistad entre Dios y los hombres. En forma de paloma: esta imagen se encuentra ya en la literatura rabínica como emblema de Israel aquí se recuerda la concepción del Espíritu de Dios que aletea sobre las aguas, de los cuales se habla ya en los antiguos relatos de la formación del universo. También la voz del Señor se compara con la voz de la paloma. Además la imagen de la paloma era considerada como símbolo del elemento vivificante del hombre (que nosotros solemos llamar alma), y como símbolo de la sabiduría. Jesús, se presentará en todo solidario con nosotros. Él, que “no conoció pecado” se hizo (2Cor 5,21). “Ha sido contado entre los malhechores” (15, 28; Is 53,2). Dios está con nosotros y no solo de un modo genérico; está con nosotros en una parte muy precisa, en la parte más profunda de nosotros mismos: en nuestra situación de pecadores. Así comienza su ministerio. Se hace bautizar y sumergir en el agua: después de la inmersión, símbolo de la muerte, comienza una vida nueva. Así como en su muerte se rasgará el velo en el templo (Mc 15, 38), ahora, así se rasga el Cielo y baja sobre Él el Espíritu: es la proclamación de su misión como Mesías.


el Espíritu es la proclamación de su misión como Mesías 88

Él que se hizo solidario con los pecadores, que se sumerge en la muerte, es el Mesías esperado, el Cristo. En la prefiguración de la muerte del esperado (el Mesías, el Cristo), se revela a nosotros como el inesperado (el Hijo de Dios). Con todo esto, bien podemos mencionar que el verdadero bautismo de Jesús será el Gólgota (Mc 10, 38), donde Él morirá, dando “su vida en rescate por muchos” (Mc 10, 45); por ello, comprendemos que el Centurión reconoce por primera vez sobre la tierra y proclama la misma palabra que Dios Padre hizo resonar desde el cielo: “¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!” (Mc 15,39).


Tenemos que amar mucho el amor del que nos ha amado mucho 9

Ninguna otra cosa hemos de hacer sino ser solĂ­citos en seguir la voluntad de Dios y en agradarle en todas las cosas.

Porque dando es como recibimos; perdonando es como perdonamos; y muriendo en ti es como nacemos a la vida eterna


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l a a G s e d a a n d a i dora c i l e F Entrega de premio de nuestra pasada Rifa de Instituto.


a l G a s a e n d a a d d i o c i ra l e F 11

La ganadora es Dulce Pamela Notorio GarcĂ­a NÂş Premiado 283


12 Francisca Quintana Vda. De Martínez

2 Oct

Cecilia Ramírez de Mateos

2 Oct

Leodegario Islas Vázquez

2 Oct

Teresa Gutiérrez de Hernández

3 Oct

Heidi Sánchez

3 Oct

Teresa Morales de Ramos

3 Oct

Francisco Rojero Valenzuela

4 Oct

César Sánchez

7 Oct

Dionisio Vázquez Soria

9 Oct

Ma. Luisa Avila de Montenegro

9 Oct

Sanjuana Fuentes Juárez

11 Oct

Teresa Palomino Hernández

15 Oct

Esmeralda Valerio Santiago

21 Oct

Hermelinda Hernández Alvarez

28 Oct

Ma. De Lourdes Pino de Bautista

29 Oct

agosto septiembre 2014


13 Esther Chavez de Aquino

1 Nov

Yolanda Oliva Quijano de Verduzco

2 Nov

J. Nestor Fuentes Pérez agosto septiembre 2014

7 Nov

Anastasio Roque Guzmán

9 Nov

Margarito Reyes Regalado

10 Nov

Juan Palacios Ortíz

11 Nov

Tomás Gutiérrez Martínez

13 Nov

Nora Alicia García Carbajal

13 Nov

Dora Mota de Angulo

16 Nov

José de Jesús Guerrero Valdéz

17 Nov

Rosario Rodríguez de Sanabria

19 Nov

Anastasia Vidal Badillo

21 Nov

Clemencia Montero Capetillo

23 Nov

José Luis Escoto Cervantes (Vdo.)

24 Nov

María Esther Alma Cecilia Tinoco de Torres

27 Nov

Estela de los Santos Vazquez de Granados

28 Nov

Víctor Gutiérrez Tellez

30 Nov


14

Andrés Islas Vargas Cira Molina Vargas

3 Oct

Guillermo Rodríguez Isaac (Vdo. )

3 Oct

Victor Acevedo Hernández María de los Angeles Cañedo de Acevedo

3 Oct

Francisco Valdéz López Bertha Alicia Briceño Navarro

12 Oct

Jorge Cabrera Samperio Nora Alicia García Carvajal

19 Oct


15

Raúl Herrera Mosqueda Norma Graciela Ramírez

3 Nov

José Ramírez Ezquivel Ma. Del Carmen Ruíz de Ramírez

4 Nov

Jaime González Zamarripa Luz Elena Gutiérrez de Zamarripa

8 Nov

Isaac Eduardo Rodríguez Flores Indra Vianey Perez de Rodríguez

28 Nov


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