Boletín Sai #13 - Hacia la Iluminación by Sathya Sai Escandón

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Número 13, mayo del 2018 Comité Editorial: Óscar Morado, Luis Muñiz, Lourdes Martínez, Laura León, Leticia Deschamps Edición: Leticia Deschamps Diseño gráfico: Bibiana Castillo difusión.nal@sathyasai.org.mx

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CONTENIDO Sai: La verdadera esencia

La Iluminación y los cuatro pasos de la evolución espiritual Qué es la iluminación Percibir o aceptar que existe algo trascendente Volverse responsable Extinción del “Yo” Actitud de igualdad con todo y con todos Uno se une al todo

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Palabras de Swami ante la Iluminación 7 De la oscuridad a la luz 7 Confianza en el Ser 8 Sat, Chit, Ananda 9 Reconocer la naturaleza del yo 10 Uno se une con el todo 10 Iluminación 10 La verdadera esencia es la Realidad Absoluta que Tú eres 11 Diálogo con Swami acerca de la Iluminación

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SAI: La verdadera esencia Todo lo percibido por los ojos es divino, el que percibe también es divino. La espiritualidad señala la Divinidad que está presente tanto en el que ve como en lo visto. Cuando se comprende esta unidad espiritual básica, la división entre el hombre y la naturaleza desaparece. La verdadera esencia de ustedes es Brahman. En lo más profundo de su ser saben lo que son y serán. Ésta es la característica de la existencia o sat. También tienen ansia de conocer, de expandirse por medio del conocimiento. Ésa es la característica de la consciencia o chit. Todos los seres buscan alegría. Ésa es la característica de ananda, la bienaventuranza. Por eso se dice que la existencia, la consciencia y la bienaventuranza (sat-chit-ananda) son el vínculo entre lo particular y lo universal. Sai Baba 1

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La Iluminación y los cuatro pasos de la evolución espiritual Luis Alonso Muñiz

Un monje zen le preguntó a su maestro sobre el koan1 que le había dado: ¿Por qué, si Daitsu practicó la meditación durante diez kalpas2 (periodo largo de tiempo) no logró la iluminación ni tuvo la visión de Buda? El maestro le contestó: “Tu pregunta es muy interesante”. El monje insistió: “Si practicó la meditación tanto tiempo, ¿por qué no alcanzó la iluminación?” El Maestro respondió: “Porque no alcanzó la iluminación”. Lo que me llamó la atención de este koan es que quizá también nosotros llevamos practicando la meditación o alguna otra disciplina durante kalpas y tampoco hemos alcanzado la iluminación, y entonces quizá también, debamos hacernos la misma pregunta: ¿por qué no hemos alcanzado la iluminación?

1 Koan: Problema ilógico o absurdo que el maestro plantea al discípulo, buscando un salto en su nivel de consciencia y comprensión. 2 Kalpas: término en sánscrito que significa largo período.

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Qué es la Iluminación La iluminación es un estado de sabiduría en el que la persona está feliz y contenta sin importar los altibajos de su vida. Puede haber más definiciones, pero todas por lo general van a ser respuestas sabidas, de oídas, no provenientes de la experiencia. Al preguntarnos si estamos iluminados, casi todos sentimos que no lo estamos; ¿a qué se debe? Creemos que se debe a una falta de conocimiento espiritual, tibieza en la búsqueda, falta de méritos, falta de tiempo, falta de fe, de una determinación firme, y así por el estilo. Lo que sí es un hecho es que una vez que se nos despierta el interés por lo espiritual o por Dios, empezamos a ser atraídos por esta clase de literatura, vamos a conferencias o tomamos cursos sobre el tema, etc. Lo que sucede es que se ha iniciado el regreso a la fuente, al lugar de donde provenimos; hemos llegado hasta aquí y ahora, debemos regresar por el camino por el que hemos venido; viene a ser un proceso de desidentificación del cuerpo y la personalidad o, como dicen en el Zen, la persona ha metido la cabeza en las quijadas del tigre, ya no podrá salir de ahí ni dar marcha atrás. Según yo, todos los lectores, consciente o inconscientemente, nos encontramos en esta etapa, nuestro proceso de desidentificación con el cuerpo y la personalidad, con lo ilusorio, hace un buen tiempo que comenzó. Pero antes, para tener claro cuál es nuestra ubicación en el sendero espiritual, consideremos los cuatro pasos o etapas de esta evolución: a) percibir o aceptar que existe algo trascendente; b) volverse responsable; c) tener una actitud de igualdad con todo y con todos; d) uno se une al todo.

Percibir o aceptar que existe algo trascendente El primer paso consiste en percibir o reconocer que existe algo trascendente, algo esencial que debemos comprender y a lo que debemos aspirar. Para ello es necesario llegar a tener un atisbo, un vislumbre experiencial de este algo trascendente o la Divinidad, no sólo como una creencia, “sí, yo creo en Dios”, sino como una experiencia de unidad, de ser uno con ella. Se puede decir que aquí empieza la verdadera vida espiritual. Este Ser trascendente es un centro y una expansión de la consciencia que se separa del cuerpo y la mente, de las emociones, los pensamientos y sentimientos de la persona. Para intuir o sentir este Ser trascendente podemos repetir durante nuestra práctica la siguiente afirmación: “Tengo un cuerpo, pero no soy mi cuerpo, en realidad, no tengo nada que ver con mi cuerpo. Tengo deseos, pero no soy mis deseos; tengo emociones, pero no soy mis emociones; tengo pensamientos, pero no soy mis

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pensamientos. Soy lo que permanece, un centro puro de Presencia consciente, un testigo inmóvil de todos estos pensamientos, emociones, sentimientos y deseos”. Al hacer lo anterior, es posible que empiece a tener una sensación interior de felicidad y contento, ligereza y ecuanimidad, la cual se mantendrá aún en momentos difíciles de angustia y sufrimiento. “Tú no eres el cuerpo. Tú dices: éste es mi cuerpo, ésta es mi mano, ésta mi mente, mi pierna, mi intelecto, etcétera. Todo es mi, mi, mi. Entonces ¿quién es este mi? Cuando dices: mi pierna, tú estás separado de ella, entonces, ¿quién eres tú. Tú eres únicamente tú. Tú eres tú. El hombre es engañado por su apego al cuerpo y a los sentidos, pero tú no eres el cuerpo ni los sentidos ni el intelecto, tú eres tú. Ustedes deberían realizar “Yo soy Yo”. Este principio universal Yo es sólo Uno. El “yo” individual representa el ego. Significa que cuando eliminas el ego, te vuelves tu verdadero Ser.” Sai Baba La percepción del Ser trascendente nos despierta un gran deseo por seguir el camino espiritual, por conocer a un verdadero maestro, por lograr la iluminación. En otras palabras, en esta etapa deseo amar a Dios y volverme agradable a sus ojos. Todo ello se debe a que ya sé, por intuición, que el Ser o Consciencia Suprema existe y debo tratar de reconocerlo y realizarlo plenamente. En múltiples formas Sai Baba siempre decía cómo hacerlo, cómo entrar en contacto con este Ser. “La forma correcta de experimentar a Dios es sentir, con la totalidad del ser interior, que ustedes son lo Divino mismo. Esa experiencia los hará sentir la presencia de lo Divino en todos los seres y en todas las cosas. Con esa experiencia no habrá lugar para el odio hacia nadie. Una persona semejante no llevará a cabo malas acciones.” En esta primera etapa es natural que a veces sienta que no merezco la vida del espíritu, que soy un pecador, etcétera. Sólo que ha llegado el momento de actuar, de hacer algo al respecto. No debo continuar así, toda la vida o por kalpas, como en el koan, sin que suceda nada y no se produzca en mí la transformación que requiero. Este estado de la mente en la que uno se siente inferior, incompetente y con tantas carencias, hay que observarlo muy de cerca porque significa que la mente no quiere volverse responsable. No quiere doblegarse ni entrar al aro, quiere seguir siendo “libre”, hacer lo que le dé su santa voluntad. Éste es el punto.

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Volverse responsable El siguiente paso en la evolución espiritual consiste en volverse uno responsable, aceptar la disciplina espiritual, el cumplimiento del dharma o deber. En este segundo paso debemos darle prioridad a todo lo relacionado con el Espíritu. En cuanto a mí debo aceptarme tal como soy, sin vivir en el pasado y el futuro para poder actuar con toda la energía en el momento presente. PALABRAS DE JESÚS Jesús cuestiona a un hombre preguntándole “¿Vas a desperdiciar toda tu vida pescando?”, y a otro, que le dice: “Déjame ir a casa, volveré pronto, debo ir a enterrar a mi padre que ha muerto”, le contesta: “Deja que los muertos entierren a sus muertos. No es necesario que vayas; sígueme. Hay muchos hombres muertos en la aldea. Ellos enterrarán al muerto”. ¿Qué significa? Para Jesús estamos muertos porque nunca saboreamos la vida, nunca saboreamos el momento presente, lo existencial. Vivimos en el pasado (que está muerto), luego proyectamos este pasado al futuro (deseos, esperanzas). Cada quien crea su propio mundo, hecho de pasado y futuro, de recuerdos y deseos. Esto es a lo que Shankara, el filósofo advaita3, llama la maya o ilusión, no al mundo en sí. Cuando desaparece esta ilusión, entonces conocemos el mundo real, la Verdad, lo Absoluto. Aquí es cuando es muy útil la ayuda o gracia del maestro. Puedo utilizar su imagen, su forma, su persona para rendirme, inclinándome ante él, aunque en realidad me estoy rindiendo ante mí mismo. Al rendirme, abandono el condicionamiento mental, las ideas, los conceptos, las creencias, las opiniones, a las que estoy apegado; le entrego mi mente y voluntad al maestro, la capacidad de elección que supuestamente tengo. Finalmente quedo vacío, sin deseos y sin mente.

Extinción del “Yo” Ello, naturalmente, me produce temor, porque, ¿dónde queda mi “yo” o lo que creía ser? Esta rendición o entrega total viene a ser la gran muerte a todo lo que no soy y el gran renacimiento a lo que en verdad soy, la libertad completa. Muchos de los buscadores queremos sentir la gran iluminación, el estado de paz y amor sublimes, pero sin rendirnos ni tener que abandonar el ego, el “yo” personal. Queremos que nuestro “yo” experimente dicha iluminación, pero aquí está la gran cuestión, el punto clave: la iluminación sólo se presenta cuando no hay ningún “yo” que la experimente. Cuando alguien llegaba a pedirle su enseñanza, Buda le decía: “Te voy a revelar la verdad última: tú no existes y por lo tanto, no puedes nacer ni morir y tampoco sufrir o ser esclavo. ¿Estás listo 3 La doctrina advaita es una rama no dualista del hinduismo que afirma la unidad entre las almas y la divinidad (Brahman) .

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para aceptar y comprender esto? Si no lo estás, entonces primero trata de averiguar si tu “yo” existe o no existe, ¿hay algún “yo” en ti, algo sustancial o qué hay? Vas a descubrir que el cuerpo es una combinación proveniente del padre, la madre y el alimento. En el cuerpo tú no estás, no hay “yo”. La mente es algo de aquí y de allá, nada en ella es original, es sólo memoria. Al final vas a encontrar que la mente es como una cebolla, vas a llegar a un estado de vacío o de nada”. Sai Baba a menudo decía: “Todo es nada y nada es todo”. Quería dar a entender que todo lo que aparece y desaparece no existe, es irreal. El sustrato invisible (nada) de todo lo que aparece o existe es lo verdadero. Lo que se ve no puede ver y aquello que ve no puede ser visto. Lo interesante en la relación con un auténtico maestro es que él nos acepta tal como somos. Para él nosotros ya somos perfectos; de modo que ni siquiera desea cambiarnos, sólo quiere que percibamos y reconozcamos esa perfección que somos. Entonces, ¿qué hay de malo en nosotros, qué nos falta? Nada. Sai Baba incluso decía: “Tú eres el Todo, tú eres Dios, tú eres yo”. Nuestra dificultad estriba principalmente en el hecho de no aceptarnos tal como somos y en el deseo de cambiarnos. En realidad, nosotros ya somos eso que queremos ser: Existencia, Consciencia y Bienaventuranza.

Actitud de igualdad con todo y con todos En la tercer etapa se logra tener una actitud de igualdad con todo y con todos; me doy cuenta de que soy parte de la naturaleza y no soy diferente a los demás, incluso al peor de los peores o al mejor de los mejores. La espiritualidad, según Sai Baba, no es sino un viaje de la posición de yo a la posición de nosotros; cuando tenemos esta sensación de nosotros, de ser uno con todos, desaparecen los conceptos de superioridad y de inferioridad.

Uno se une al todo Finalmente, en la última etapa, uno se une al todo (fusión con la Divinidad). El devoto que se ha fundido con el Señor se vuelve espontáneo y natural, sensible a todo lo que lo rodea, al dolor y alegría ajenos. Carece de deseos y ni siquiera desea la iluminación ni se preocupa por su ausencia. La persona es libre para ser como es, sin deseo por ser diferente, o de cambiarse por otra. Su búsqueda ha terminado. En el koan, Daitsu no alcanzó la iluminación porque no había nada que alcanzar, todo era una ilusión. El Ser ya está realizado, tan sólo hay que reconocerlo e identificarse con él, ser él. 6

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Palabras de Swami ante la Iluminación

De la oscuridad a la luz4 “Tamasoma jyotirgamaya” (Condúceme de la oscuridad a la luz) es una plegaria Upanishádica5. Esto significa que donde hay oscuridad la luz es necesaria. ¿Qué es esta oscuridad? El pesar, la ausencia de paz, la pérdida, la decepción, la infelicidad, la falta de entusiasmo son diferentes formas de oscuridad. Para librarse de la oscuridad, tienen que encender la lámpara de la felicidad. Para disipar la oscuridad de la enfermedad, tienen que instalar la luz de la salud. Para superar la oscuridad de las pérdidas y los fracasos, tienen que dejar entrar la luz de la prosperidad.

4 Sathya Sai Baba. Discurso 5 de Noviembre de 1991. 5 Upanishad a cada los más de 200 libros sagrados hinduistas escritos en sánscrito entre el siglo VII A.C. y principios

del siglo XX D. C. Upa ni-sad significa sentarse más bajo que otro (para escuchar respetuosamente sus enseñanzas).

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Estas condiciones aparentemente opuestas no están totalmente separadas unas de otras. Están interrelacionadas. Ustedes ven en el mundo la presencia del calor y el frío. Ellos parecen ser opuestos. Sin embargo, de acuerdo a la situación prevaleciente, ambos son útiles para el hombre. Durante el clima frío, le damos la bienvenida al calor. En el verano, la frescura es deseada. Por lo tanto, queda claro que tanto el calor como el frío son ayudas para el hombre y no algo dañino. Del mismo modo, la dicha y el pesar, la pérdida y la ganancia son útiles para el hombre y no algo hostil. Si no hay pesar, uno no puede conocer el valor de la felicidad. Si no hay oscuridad, el valor de la luz no puede ser apreciado. Por lo tanto, para tomar consciencia de la grandeza de la luz, la oscuridad es necesaria. Se dice apropiadamente: “El placer es un intervalo entre dos dolores”. La verdad acerca del pesar y la dicha será comprendida cuando se los considere iguales desde el punto de vista espiritual. Cuando la oscuridad de la ignorancia causada por ahamkara (el sentimiento del ego) es disipada mediante la luz del Conocimiento Divino, se experimenta la refulgencia de lo Divino. El hombre debe tomar consciencia de lo más importante en la vida. Todas las escrituras han declarado: “Tat Tvam Asi” (Eso eres tú), “Aham Brahmasmi” (Yo soy Brahmán), “Prajñanam Brahma” (La Consciencia es lo Supremo).

Confianza en el Ser6 Aunque estas profundas verdades han sido proclamadas por los Vedas7, las personas no están confiando en ellas. A pesar de que las personas hablan de la confianza en sí mismas, realmente no tienen confianza en el Ser (el Espíritu). Es esencial que cada ser humano posea Atma-visvasam (confianza en el Ser). La confianza en el Ser es el cimiento de la mansión de la vida, la satisfacción del Ser son las paredes, el sacrificio del Ser es el techo y la realización del Ser es la morada. El Ser (Espíritu) es la base de todo. Sin confianza en el Ser, la vida carece completamente de sentido. La vida es infinitamente preciosa. No debe ser malgastada meramente en comer y dormir. Debe ser vivida para realizar lo Supremo. El hombre está dotado de un cuerpo para realizar lo Divino. Debe llevar una vida ideal. La vida es un desafío, enfréntenlo. La vida es un sueño, realícenlo. La vida es un juego, juéguenlo.

6 Sathya Sai Baba. Op. Cit. Discurso 5 de Noviembre de 1991. 7 Vedas (literalmente ‘conocimiento’, en sánscrito) son los cuatro textos más antiguos de la literatura india, base de la religión védica.

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Sat, Chit, Ananda8 Consciencia significa comprensión total. Todas las demás formas de conocimiento son sólo parciales e incompletas. La consciencia requiere de una total comprensión de la naturaleza del cosmos. Esto se denomina Chit. ¿Quién puede reconocer a Chit? Sólo Sat puede reconocer a Chit. Sat significa aquello que es permanente, el Ser, que es eterno e inmutable. Cuando se comprende a Sat, puede comprenderse a Chit correctamente. La forma unificada de Sat y Chit es Ananda (la Bienaventuranza). Hoy las personas buscan Ananda (Bienaventuranza). Bienaventuranza es el estado de dicha perdurable e inmutable. La dicha que se experimenta de momento a momento sólo puede ser llamada Santosham: felicidad temporaria. Se la debe considerar “some-tosham” (algo de dicha)9. Buscar eso es dosham (un error). Deleitándose con lo transitorio y lo momentáneo, los hombres se pierden a sí mismos. Ananda es bienaventuranza. Santosham es placer. Hay un gran abismo entre “Bienaventuranza” y “placer”. Este último es temporal. Cuando uno tiene hambre, come algunos chapatis10 y se siente satisfecho y feliz. Pero el hambre aparece nuevamente después de unas pocas horas. Por lo tanto, esta felicidad viene y va, al igual que el nacimiento y la muerte. Ésta no es la clase de felicidad que el hombre debe buscar. Él debe aspirar a Ananda, que es eterna. Ananda ha sido descrita de muchas formas como Nityananda (dicha perenne), Paramananda (bienaventuranza suprema), Brahmananda (bienaventuranza divina) y demás. En todos estos estados, lo que está siempre presente es Sat-ChitAnanda (Ser-Consciencia-Bienaventuranza). ¿Son Sat, Chit y Ananda entidades separadas? No. Son una. Ser es Consciencia y Consciencia es Bienaventuranza. El mismo estado (de bienaventuranza) indica los tres atributos. Por ejemplo, si consideran el ejemplo de Agni (el fuego), éste posee tres cualidades: rojez, luz y calor. Estas tres no están separadas unas de otras. Son cualidades combinadas del fuego. Del mismo modo, en el estado de Atmananda (bienaventuranza espiritual), están presentes las tres: Sat, Chit y Ananda. Son tres en una. La manifestación de la Divinidad. En el hombre, están presentes los tres gunas: Satva, Rajas y Tamas. Las tres cualidades manifiestan su naturaleza en diferentes situaciones. Cuando hay una manifestación de lo que es permanente, predomina la cualidad sátvica. Cuando la plenitud de uno se manifiesta, predomina Chit. Cuando estos dos estados se juntan, la Divinidad se manifiesta en la forma de Bienaventuranza.

8 Sathya Sai Baba. Op. Cit. Discurso 5 de Noviembre de 1991. 9 N. de la T.: Juego de palabras de Bhagavan. “Some” en inglés significa “algo”. 10 Chapati es un tipo de tortilla en la India .

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Sat puede compararse con el azúcar, cuya cualidad es la dulzura. El agua es una sustancia insípida. Sin embargo, cuando se disuelve azúcar en el agua, no hay ni azúcar ni agua sino almíbar. Del mismo modo, cuando Sat y Chit se combinan, hay Ananda, que no es ni puro Sat ni Chit. Por lo tanto, el hombre debe considerarse la encarnación de la bienaventuranza.

Reconocer la naturaleza del yo11 La meta del hombre es una, pero las sendas son muchas. El hombre experimentará felicidad real sólo cuando haya reconocido su verdadera naturaleza. Mientras se identifique con una forma física y un nombre en particular, la felicidad lo eludirá. El hombre se refiere constantemente a “mi cuerpo”, “mi mente”, etcétera, pero no indaga acerca de la naturaleza del “Yo” que afirma ser el dueño. Los hombres tienen que aprender a hacerse estas preguntas y a buscar las respuestas para ellas. No deben imaginar que hay una sola respuesta para una pregunta. Puede haber distintas respuestas.

Uno se une con el todo12 Así, para realizar lo Divino, hay muchas sendas. De las nueve formas de devoción “Sravanam, Kirtanam, etcétera” puede seguirse cualquier método. Sin embargo, las personas deben notar que la verdad básica que subyace a las diferentes formas es sólo una. Por eso, los Upanishads instaron a todos los aspirantes a realizar al Uno en los muchos (la Unidad en la diversidad). Los deseos, los métodos, las doctrinas y las prácticas pueden variar, pero el fruto es uno y el mismo.

Iluminación13 Enciendan la lámpara que siempre brilla en su interior. El hombre está permanentemente sumido en la oscuridad. Cada vez que se encuentre envuelto en la oscuridad, debe encender una lámpara que siempre brilla en su interior. Lleven esa lámpara dondequiera que vayan. Les iluminará la senda dondequiera que se encuentren. Por lo tanto, el primer requisito es la práctica del Karma Marga (la Senda de la Acción). Por ejemplo, si tienen que recorrer diez kilómetros en la oscuridad y llevan consigo una linterna, no pueden mantener la linterna en un lugar y esperar que les ilumine todo el camino a recorrer. Si llevan la linterna consigo, les servirá todo el camino, aunque ella solo pueda iluminar diez metros hacia adelante. Hagan que la refulgencia divina dentro de ustedes los acompañe todo el tiempo, teniendo fe en su iluminación. 11 Sathya Sai Baba. Op. Cit. Discurso 5 de Noviembre de 1991. 12 Ibid. 13 Ibid.

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La verdadera escencia es la Realidad Absoluta que Tú eres14 Ustedes saben en lo más profundo de su ser que ‘Son y Serán’, que es la característica de sat (Existencia, Ser). Todos los seres son. Ustedes también están impulsados por “conocer (vivenciar)”, “por expandirse mediante el conocimiento (por la experiencia),” “por ampliarse”. Todos los seres tienen esto, este impulso por manifestarse. Esa es la característica de chit (Consciencia). Ustedes buscan “alegría”; todos los seres lo hacen. Esa es la característica de ānanda (Bienaventuranza Divina). El ānanda en ustedes busca sus símiles en todas partes, en todo. Por eso se dice que, sat-chit-ānanda es el vínculo entre Tat y Tvam,lo particular y lo universal. Todo es asti (existencia), porque, esto es sat; es bhāti (manifestación de si), porque es chit; es priya (agradable), porque es ānanda. Si eres capaz de dotar tu mente con esta consciencia eres una persona Realizada (iluminada).

14 Sathya Sai Baba. Discurso 13 de enero de 1965.

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Diálogo con Swami acerca de la Iluminación15

Devoto: Baba, por favor dinos cómo se te alcanza. Encuentro mi sadhana (práctica espiritual) improductivo. Sai Baba: Yo sé que te estás imponiendo muchos rigores. Debo decirte que a Mí se me alcanza sólo por la devoción y por un modo de vida que esté iluminado por esa devoción. No prives al cuerpo de sus necesidades elementales; es un instrumento sagrado que has ganado para que te lleve a la meta. Lleva una vida simple sátvica (equilibrada, pura, buena), come alimentos simples sátvicos, sé sincero cuando hablas, presta servicio amoroso, sé humilde y tolerante, mantén una ecuanimidad imperturbable; dirige todos tus pensamientos a Mi que resido en tu corazón. Devoto: ¿Cómo, Baba, cómo podemos progresar en la devoción? Sai Baba: Hay diferentes modos de devoción: la del que llora por Mí tontamente cuando no estoy presente en lo físico; la del que se me entrega con un abandono impetuoso; y la que es firme y fuerte, 15 https://pensarengrandelat.com/2012/07/03/como-se-alcanza-la-iluminacion-sai-baba/

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siempre apegada a Mi voluntad. Yo acepto todas estas formas de devoción. La elección entre una u otra no es tuya, porque soy Yo quien gobierna tus sentimientos y los modifica. Si tratas de ir adonde yo no quiero, te detendré; no puedes hacer nada fuera de Mi voluntad. Está seguro de eso; ésta es la devoción más elevada. Devoto: Así pues, ¿qué me queda por hacer? Sai Baba: ¿Qué te hace pensar que “hacer” es tan importante? Ten una mente ecuánime y no te preocuparás por “hacer” o “no hacer”, por el éxito o el fracaso; el equilibrio debe permanecer inalterado por cualquiera de las dos circunstancias. Deja pasar la ola de la memoria, la tempestad del deseo, el fuego de la emoción, sin que perturben tu ecuanimidad; preséncialos tan sólo. El compromiso engendra retención, estrechamiento, limitación. Está dispuesto a no ser nada. Deja que todas las dualidades se disuelvan en tu neutralidad. Devoto: Sí, Baba, pero cuando es un dolor lo que uno tiene que soportar… Sai Baba: ¿Ustedes creen que Yo los enfrentaría al dolor si no hubiera una razón para ello? Abran su corazón al dolor como lo hacen ahora para el placer, pues tal es Mi voluntad, forjada por Mí para el bien de ustedes. Den la bienvenida al dolor como un desafío. No le den la espalda. No escuchen a su mente, porque la mente no es sino otra palabra para expresar “necesidad”. La mente engendra necesidad; la mente se manifestó en este mundo cuando “necesitó” algo. Todo esto es Mi plan: conducirlos por las angustias de la necesidad insatisfecha a escuchar mi voz, que cuando es oída disuelve al ego y a la mente con él. Devoto: Baba, yo anhelo siempre tu darshan16 (bendición). Dime a dónde vas y cuándo. Sai Baba: Quiero que sobrepases estos criterios y esperes preparado y no obstante con incertidumbre. La localización es limitación; deja que los acontecimientos se multipliquen. Está dispuesto a ser conducido por Mí como Yo lo elija. Devoto: Pero estando tan llenos de defectos, ¿cómo podemos ascender a tan elevadas expectativas? Sai Baba: Tus deficiencias te hacen necesitarme y refrenar la arrogancia de tu mente. Están ahí a propósito, como instrumentos para aguijonearte. Por medio de ellas hago que me quieras. El sentimiento de separación es sólo un ardid de tu mente. Sacas conclusiones y ellas se convierten en creencias que dan forma a tus actividades y actitudes. Devoto: Es duro pasar tus pruebas.

16 Darshan es una bendición que se confiere al estar en la presencia del maestro.

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Sai Baba: Es como hornear un pastel: te bato, te amaso, te golpeo, te tuerzo y te horneo. Te ahogo en lágrimas y te abrazo en sollozos. Te hago dulce y sabroso, una ofrenda digna de Dios. He venido para reformarte. Mi plan es transmutarte en un sadhaka (aspirante espiritual) exitoso. No te dejaré hasta que haga eso. Aun si te descarriases antes que llegues a serlo, Yo persistiré contigo. No puedes escapar de Mí. Devoto: ¡Eres tan compasivo! Sai Baba: No hay nada que Yo no vea, ningún lugar hacia donde no conozca el camino. Mi suficiencia es incondicional, independiente de todo. Yo soy la totalidad, toda ella. Devoto: ¿Cómo podemos aspirar a Tú Gracia? Sai Baba: Yo no pido concentración perfecta o renunciación plena. Sólo pido amor, un amor que me encuentre y me sirva en todos los seres. Sólo pido que se vuelvan a Mí cuando su mente los arrastre a la aflicción o al orgullo o a la envidia. Tráiganme las intimidades de sus mentes, no importa cuán grotescas sean, cuán cruelmente asoladas por las dudas o desilusiones se hallen; Yo sé cómo tratarlas. No los rechazaré. Yo soy su madre. No importa adónde vayan, Yo estoy ahí. Puedo trabajar con ustedes en todas partes. Devoto: Clamo por darshan; pero tú me pides que retorne a mi casa allende los mares. Sai Baba: Los que creen que Yo soy esta forma externa me necesitan mucho más que tú. Su fe es más insegura y a menudo carecen de ella en absoluto. Su confusión surge del hábito de que su mente dependa de las condiciones externas y saque su sensación de seguridad de esas condiciones externas. Devoto: Baba, por más inadecuado que sea, sólo te pido esta gracia: hazme tu instrumento. Sai Baba: Todos son mis instrumentos. Tal vez crean que escojo: éste es bueno, aquél es peor, etc. No. Cualquiera de los dos será útil. Mi voluntad es la fuente de todo lo que es y sucede; ella penetra en todas las cosas y actos; lo incluye todo. Finalmente, déjenme decirles esto: Mi propósito es que ustedes manifiesten Mi voluntad en ustedes y a través de ustedes.