BOLETÍN SAI
México
TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
Número 8, 2017 • Comité Editorial: Oscar Morado, Luis Muñiz, Lourdes Martínez, Laura León, Leticia Deschamps Diseño gráfico: Bibiana Castillo difusión.nal@sathyasai.org.mx
BOLETÍN SAI
México
TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
CONTENIDO SAI 1 Sustraerse al deseo 2 Desapego 2 Deseos y Apegos
3
Reflexiones en torno a algunas enseñanzas de Jesucristo a la luz de las enseñanzas de Sathya Sai Baba
8
BOLETÍN SAI
México
TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
Sai Tú eres lo sin forma infinito, tomando la forma de un humano finito. Tú eres lo Absoluto, pretendiendo ser lo Relativo. ¡Tú eres el Ser, pretendiendo ser el cuerpo! El Ser Universal (Atma) es la base de todos los seres. El Atma permea al cuerpo y subsiste, incluso cuando este es reducido a polvo. El Principio Divino activa a todos los seres. Esa es la médula, la Chispa Divina, ¡más pequeña que lo más diminuto, más magnífica que lo más espléndido!1 Primero afírmense en la conciencia de que ustedes son el alma inmortal, que es indestructible, que es sagrada, que es pura y divina. Esto les dará fuerza y valentía inconmovibles. Luego deben desarrollar el amor y el respeto mutuos. Toleren todo tipo de personas y opiniones variadas; todas las actitudes y particularidades. La escuela, el hogar y la sociedad son campos de entrenamiento de la tolerancia.2 Sai Baba 1 Divino Discurso, 19 Febrero 1964. 2 Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Enseñanzas de Sai Baba. Centro Sri Sathya Sai Baba de México. 1999. P. 76
1
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Sustraerse al deseo “El deseo mancha la mente y vuelve al hombre incapaz de logros superiores. Los aspirantes que buscan la liberación y la realización deben sustraerse al deseo, pues como la grasa, se queda adherido y resulta difícil de quitar una vez que se tuvo contacto con él”.3 “La mente preocupada por el deseo no encontrará la paz; cuando el deseo la acosa se hace imposible la concentración”.4
Desapego “La renunciación, la pérdida de apetito por el sonido, el tacto, la forma, el sabor, el olor, etc. Los sentidos se precipitan tras esas sensaciones, pues les causan placer y les proporcionan goce temporal. Pero a los sentidos no les interesa el deseo por la liberación de tipo sublime. El Atma puede ser descubierta mediante la búsqueda de lo sublime”.5 Sai Baba 3 Ibíd. P. 180 4 Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Dhyana.Ediciones Sai Ram. P. 73 5 Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. EL Gita. Un Torrente de Sabiduría. Ed. Yug 1999. P. 179
2
BOLETÍN SAI
México
TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
Deseos y Apegos Luis Muñiz “El aspirante espiritual debe aprender primero el secreto de la mirada interna, de la visión dirigida hacia el interior, y retirar su visión de lo externo… La existencia divina no es más que este método de vivir hacia adentro”.6 Sai Baba Sai Baba a menudo decía que todos somos divinos, ya, en este momento; esto equivaldría a estar felices y en paz consigo mismos todo el tiempo. ¿Lo estamos? ¿Por qué lo decía, a qué se refería, somos divinos en este mismo momento? Por qué no lo averiguamos ahora mismo. Dejemos de pensar por un minuto o dos. Quizá no podamos dejar de pensar durante 10 minutos o más, pero 1 minuto sí que podemos. Así pues, sin expectativas, cerremos los ojos y hagamos a un lado todo, lo que pensamos, lo que opinamos, lo que voy a hacer más tarde, el recinto, la persona al lado, lo que me dijo, lo que le dije, simplemente relájense. Y lo que quede, eso es lo divino, la Consciencia, una Presencia Consciente presente todo el tiempo. Lo divino es tan sencillo, tan al alcance de todos que se nos pasa por alto. Consiste en solo SOLTAR todo aquello que no somos. 6 Bhagavan. Dhyana. Op.Cit. p. 34.
3
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
A lo largo del camino, evita pensar en la Unidad como algo extraordinario, elevado, sublime, trascendental. La Unidad está más allá de todo eso. Es simplemente la Verdad directa, esencial y total. Hua Hu Ching, texto taoísta ¡Qué maravilla sería: estar felices y en paz todo el tiempo! ¿Por qué no estamos contentos, qué nos impide experimentar ese estado de paz, la Divinidad misma? En último término, lo que nos impide realizar a Dios, lo divino en nosotros, darnos cuenta de que somos uno con Él, es la ignorancia de nuestro propio Ser. Viene a ser una ignorancia existencial, el haber olvidado nuestro origen y el haber superpuesto una identificación falsa. Ejemplo: Supongan que no saben ni recuerdan de dónde han venido ni a dónde habrán de ir al terminar esta reunión. Habrá una gran zozobra y pánico; si no saben quiénes son, de dónde vienen y cuál es su destino, habrá temor, ansiedad, ira y mucha confusión entre ustedes. Ya hemos hablado de los obstáculos del camino espiritual tales como la falta de conocimiento, la falta de ciertas cualidades como la pureza, la paciencia y la perseverancia, la falta de intensidad en la búsqueda, etc. Un obstáculo más común y que está en nuestras manos corregir o hacer algo al respecto es el Deseo o el Apego. Todos tenemos la experiencia de tener deseos o apegos: un estudiante desea sacar una buena calificación en el examen, un joven adulto desea formar una familia y tener hijos, un viejo desea que después de morir lo recuerden con cariño, etc. etc. Aun en lo espiritual tenemos deseos, deseamos la perfección, merecer a Dios, la liberación, estar libre de faltas. Incluso hay personas con grandes conocimientos espirituales que desean mostrarnos y presumir sus grandes conocimientos. Hoy en día abundan estas personas.
4
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Hosán, un maestro sufí, cierto día, al pasar por una aldea rebosaba de conocimientos, estaba ansioso por darle su enseñanza a alguien. Era el final del día y aún no había encontrado a nadie a quien predicar. Vio a un niño con una vela encendida caminando hacia el templo. Lo detuvo y le dijo: “Niño, ¿me puedes contestar una pregunta? ¿De dónde vino esa flama de la vela?” Era una pregunta metafísica difícil y estaba seguro que el niño caería en su juego. Pero el niño se rio, apagó la vela y, a su vez, le dijo: Ahora, justo ante tus ojos, la llama se ha ido. Me puedes decir, ¿a dónde se fue? Si tú me dices a dónde se fue, yo te diré de donde vino. Y, ¡se fue ante tus ojos! Hosán cayó a los pies del niño y le dijo: “Perdóname, yo no sé nada. Sólo estoy lleno de conocimientos. Ni siquiera sé eso, a dónde se fue la llama, qué más puedo saber. Tú eres mi maestro, me has enseñado mucho, me has mostrado mi ignorancia”. O sea que, es típico de toda mente ordinaria el desear y apegarse a las cosas, deseamos lo agradable y placentero y rechazamos lo opuesto. En alguna parte de nuestro proceso de vivir, se incrusta este mecanismo del deseo que rara vez averiguamos qué lo produce y cómo se puede detener. Casi nunca nos hacemos preguntas esenciales tales como, cuál es el propósito de la vida o cuál es la causa del sufrimiento. En último término la causa del sufrimiento es el nacimiento, si no hubiera nacimiento no habría sufrimiento, ¿están de acuerdo? La solución final está en dejar de nacer. Y, ¿por qué nacemos? Nacemos como consecuencia de las acciones tanto buenas como malas que hicimos en esta vida y en vidas anteriores. Y, ¿por qué hacemos acciones, con qué fin? Para satisfacer los deseos. Y, ¿por qué tenemos deseos? Pero antes hay que diferenciar y decir que hay dos clases de acciones. Las que producen karma y las acciones que no lo producen, éstas últimas son acciones sin deseo por el fruto. Todos tenemos la posibilidad de elección, ya sea, la acción con deseo por el fruto o la acción por deber renunciando al fruto, sin deseo del mismo. Ejemplo: al dar estas pláticas o escribir este artículo, ¿por qué lo hago? Puede ser que lo haga para obtener reconocimiento, o simplemente porque es mi deber hacerlo. Aquí está un punto importante, por quién me voy a dejar guiar, ¿por la mente y sus deseos o por la Consciencia que es mi verdadero Ser? Así pues, efectuamos acciones para satisfacer los deseos y, ¿por qué tenemos deseos? Por falta de discernimiento (esta es otra cualidad que deberíamos desarrollar). Y, ¿cuál es la razón de esta falta de discernimiento? La ignorancia de nuestro verdadero Ser.
5
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Pero, ¿qué son los deseos y los apegos, de dónde surgen? Los deseos y los apegos son pensamientos, están relacionados con los pensamientos. Los deseos y los apegos surgen de las tendencias e impresiones escondidas en la mente que se han acumulado en esta vida actual y durante muchas vidas pasadas (vasanas y samskaras). Viene a ser el karma acumulado (sanchita). Un dicho de Sai Baba dice: “Menos equipaje mayor comodidad en el viaje”. Viajar ligeros equivale a viajar por la vida sin deseos excesivos. Decía que el hombre más rico de la tierra no es el que tiene más posesiones materiales o destrezas mentales, sino es aquél que no tiene deseos. Ahora bien, para lograr este estado mental de no deseo se requiere tener una actitud de Renunciación y Desapego. “Ni por los ritos, ni por la progenie, ni por las riquezas, sino sólo por la renunciación algunos alcanzaron la inmortalidad”. Kaivalya Upanishad La renunciación, dice Sai Baba, no significa renunciar a la familia y al hogar, más bien, la verdadera renunciación consiste en tratar la felicidad y la desdicha de igual manera. Se debe tener un espíritu de ecuanimidad al enfrentar el placer y el dolor, la pérdida y la ganancia. No hay que extasiarse demasiado con la felicidad ni deprimirse tanto con la tristeza. Hay que afrontar los altibajos con ecuanimidad. En uno de sus discursos, Sai Baba comentó el versículo del capítulo XII del Baghavad Gita que dice: “Aquel devoto mío, el que no espera nada (anapeksha), que es puro, desinteresado, que está libre de las aflicciones y renuncia a ser el emprendedor, es querido por mí”. La primera cualidad, anapeksha significa ‘el que no espera nada’ o ‘está libre de cualquier expectativa o deseo’. Sólo que en la vida diaria, estar libre de deseos es casi imposible; tenemos múltiples apetitos sensuales y la mente y el intelecto también requieren de satisfacciones diversas. Para alcanzar la perfección, las escrituras mencionan dos caminos: el camino del placer y el camino de la acción sin deseo por el fruto. Sai Baba dice que aún hay otro camino que trasciende a estos dos, el camino del placer y el camino de la virtud. Es el camino de anapeksha que usualmente se traduce como “estar libre de deseos” o como “el que no espera nada”. Sai Baba le agrega otra connotación, según Él anapeksha es cuando el hombre al llevar a cabo sus acciones, desecha el sentimiento de “yo soy el hacedor” (el sentido del ego) y “yo soy el que experimenta” (satisfacción del deseo). Entonces, la verdadera renunciación equivale a renunciar totalmente al orgullo de ser el hacedor y al sentimiento de disfrute de las cosas deseadas. Este es el verdadero estado de no deseo. Y ¿cómo vamos a reducir los apegos y los deseos y a renunciar a ser el hacedor? Sai Baba mismo nos dice cómo:
6
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
“De ahora en adelante realicen su trabajo y demás actividades con un espíritu de dedicación a lo divino considerando que todas las acciones son efectuadas por el poder de la Divinidad, ya sea el ver, escuchar, hablar o cualquier cosa. ¿Podrían los ojos ver o los oídos escuchar sin el poder de lo divino? Un devoto así es muy querido por el Señor”. Sai Baba en su libro del Gita7 nos explica más a fondo cómo Dios es el único hacedor: “El Señor dice que todas las cosas, tanto las buenas como las malas, se originaron en Él y que Él es su causa primigenia; aunque al mismo tiempo declara que ¡Él no está ligado ni alterado por los efectos o defectos de todo aquello que así se originó! Dice que no tiene relación con ellos y que está por encima y más allá de todo aquello de lo cual Él es la causa”. Luego agrega: “De esa declaración ustedes podrán inferir que el hombre tampoco es responsable en lo más mínimo de lo bueno y lo malo hecho a través de él por la Divinidad, que su verdadera naturaleza está más allá de lo bueno así como de lo malo, y que sus actos, por malos que sean, son básicamente (hechos) provocados por el Señor mismo, pues el hombre no tiene nada que pueda reclamar como acto propio”. Sigue diciendo: “Cierto; pero la fe en la actitud de que “nada está hecho por ti” de que “todo es la voluntad de Dios obrando a través de ti”, debe ser firme, sincera, profunda e inamovible. No debe haber la menor traza de individualismo. Si ese fuera el caso, entonces tal hombre ciertamente habría alcanzado la más alta meta en la vida. Un hombre así estaría colmado de bendiciones. Podemos resumir nuestra vida diciendo que todo lo que hemos hecho hasta este momento ha sido para obtener la felicidad. Con este fin, a toda costa hemos tratado de lograr el placer y de ahuyentar el dolor. Pero, ¿lo hemos logrado? La verdad es que no, sólo hemos logrado migajas de felicidad y el sufrimiento y temor tampoco se han ido del todo. Esto ha sido así, a pesar de que hemos contado con un Maestro como Sai Baba. Lo que sucede es que no lo hemos aprovechado del todo. No nos percatamos de que Él es el máximo bien que llegó a nuestras vidas. Si se fijan, Él todo el tiempo, valiéndose de mil artimañas, de sus enseñanzas, estuvo tratando de convencernos de que nosotros no somos los hacedores de nada de lo que hemos hecho hasta ahora, ni de las cosas buenas ni de las cosas malas. Todo lo hace Él, nosotros sólo somos sus instrumentos, sus actores en la obra. Esto viene a ser la Entrega. ¿Se imaginan lo maravilloso que sería estar libre de culpa y de vergüenza por todo lo malo que he hecho, libre también del orgullo y la arrogancia por todo lo bueno que he hecho y libre del odio que siento hacia los que me han hecho daño? ¡Sería fabuloso! Esto equivaldría a estar libre del dolor y el sufrimiento, la tristeza y el pesar, etc. ¿Será esto posible?
7 Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. El Gita. Un Torrente de Sabiduría. Op. Cit. P. 95,96.
7
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Sí lo es, siempre y cuando reconozca que yo no soy el hacedor de nada a mí alrededor y, sepa que tampoco los demás son hacedores. Porque el mal que alguien me hizo no me lo hizo él, ya que tampoco él es hacedor, él fue sólo un instrumento de la divinidad; así, no tengo porqué odiarlo. Esto es la Entrega, sólo Dios es el único hacedor. Podemos concluir diciendo que la renunciación y el desapego se logran cuando realizamos todas las actividades sin identificarnos con ellas. Renunciación o desapego significan abandonar la idea equivocada de ser un individuo separado capaz de elegir y hacer las cosas. Llegamos a percibir al Ser único detrás e inmanente en todos los individuos y reconocemos que es el poder del Ser el que opera en todas partes. “De ahora en adelante practiquen el renunciamiento, para que puedan emprender el viaje cuando llegue el llamado, quién sabe cuándo será; si no, en ese momento llorarán pensando en la casa que han construido, los bienes que han acumulado, la fama que han ganado, los títulos que han obtenido; desarrollen apego por el Señor que estará con ustedes dondequiera que vayan. El todo poderoso Señor del universo, asentado en sus corazones, es el único hacedor. Ustedes son meros títeres. Déjenlo hacerlos bailar como él desea. Ustedes no deben preguntarse el por qué. Él hace todo por su bien. Ninguna condición es miserable para ustedes, si tienen plena fe en su verdad”. Sai Baba
8
BOLETÍN SAI
México
TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
Reflexiones en torno a algunas enseñanzas de Jesucristo a la luz de las enseñanzas de Sathya Sai Baba8 Alberto Morales Ofrezco mis reverencias a Dios, en todas sus formas, como Jesús y como Sathya Sai Baba.
En la Semana Santa de 1990, Sathya Sai Baba, permitió que hiciera las lecturas correspondientes a la ceremonia de cantos devocionales en el Centro Sai que entonces estaba en las calles de Guanajuato 190. Aquella fue la primera vez en que pude darme cuenta de su omnipresencia y también de que su enseñanza estaba más allá de la exigencia de una postura confesional. No era necesario que dijera “soy católico”, o “soy hinduista”, ni siquiera “soy devoto de Sathya Sai Baba”. En realidad él sólo venía a decirnos, con palabras nuevas, acordes a nuestro tiempo y a nuestras necesidades, lo que todas las encarnaciones de Dios han predicado: todo es pasajero, lo único eterno es Dios quien, por tanto, es la única Verdad y el camino para llegar a él no es otro más que el Amor. 8 Adaptado de una plática impartida el 8 de abril de 2012 en la ceremonia de cantos devocionales del Centro Sai en Ciudad de México.
9
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
En semana santa todo el mundo occidental celebra la resurrección de Cristo creo que es una buena oportunidad para reflexionar sobre las enseñanzas de Jesús, el hijo de Dios. Lo haremos en torno a tres pasajes de los evangelios. 1. El primero, consignado en el Evangelio de Juan, es el que alude al momento en que Jesús decide lavarle los pies a sus discípulos. 3 sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, 4 se levantó de la mesa, se quitó sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego echó agua en una palangana y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido. 6 Al llegar a Simón, Pedro, le dijo éste: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» 7 Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora; lo comprenderás más tarde.» 8 Replicó Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.» 9 Le dijo entonces Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies; también las manos y la cabeza.» 10 Jesús le contestó: «El que se ha bañado no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.» 11 Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo que no todos estaban limpios. 12 Después de lavarles los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? 13 Vosotros me llamáis ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. 15 Os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis lo que acabo de hacer con vosotros. 16 «En verdad, en verdad os digo que no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que lo envía. Biblia de Jerusalén, Jn. 13, 3-16 Sobre dos aspectos quisiera llamar la atención. En varios pasajes de la Biblia, se pide que el hombre se quite los zapatos para que pueda pisar tierra santa. Los zapatos simbolizan lo profano, lo pasajero. Es algo que tenemos que abandonar para poder acceder al mundo del espíritu. Recuerden que también Jesús dice que es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos. Ojo de aguja era el nombre de algunas de las alargadas y estrechas puertas de Jerusalén, los camellos que venían en las caravanas comerciales, cargados de mercancías, no podían pasar por allí, así que era necesario que dejaran todo lo que llevaban, para poder pasar. Tenemos que dejar todo lo que cargamos para entrar al 10
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Reino de Dios, toda la mercancía, aquello que pasa de una mano a otra; también aquello que no somos nosotros como los zapatos, aunque a veces los sintamos como una extensión de nosotros mismos. Pero Jesús aún va más allá y lava los pies. Los discípulos ya no tienen que bañarse todos, han hecho su propio trabajo de limpieza espiritual, así que sólo falta que abandonen los más nimios apegos, aquellos que casi no se ven. Las sutiles pero no por ello menos fuertes ataduras al mundo. Sathya Sai dice que todas las prácticas espirituales tienen la finalidad última de limpiar nuestra mente. Así que cuando repetimos el nombre del Señor o cantamos sus glorias o meditamos estamos simplemente quitando aquello que disturba nuestra mente y no permite que veamos al señor. Ese trabajo puede llevarnos años, pero finalmente contamos con su gracia para lograr el objetivo final. Aunque tomar el baño es nuestra responsabilidad el señor puede aprestarse a lavar nuestros pies. Pero la enseñanza no acaba allí. Luego Jesús les dice que deben hacer, lo mismo que él ha hecho. Lavarse los pies unos a otros. El Señor se inclina ante los discípulos y les lava los pies. Los hombres y mujeres debemos estar dispuestos a lavarles los pies a los otros hombres y mujeres. A inclinarnos ante ellos para limpiarles. Esta es una de las enseñanzas más profundas de Jesús y una en la que más insistió Sathya Sai Baba: servir. Ponernos a los pies de los demás. En realidad todos los pies son los pies de Dios. Eso me recuerda cuando dice Jesús que en el paraíso Dios recibirá con alegría a aquel que lo vistió cuando estaba desnudo, lo alimentó cuando tenía hambre, le dio agua cuando tenía sed, refiriéndose a aquellas personas a quienes se sirvió. Porque nadie puede decir que ama a Dios a quien no ve sino ama a sus hermanos a quienes si ve. Mantenernos limpios, servir a Dios en cada una de sus creaturas que la Gracia de Dios acude a nosotros para abrirnos las puertas de su Reino. Realizar nuestra práctica espiritual, ver en todo a Dios y servir a todos, el señor entonces derrama su gracia sobre nosotros. 11
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
2. Veamos otro pasaje evangélico. En este caso, en el Evangelio de Mateo, Jesús está directamente impartiendo sus enseñanzas sobre lo que debemos y no debemos hacer: 1 Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; en tal caso no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Así que, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que con eso ya reciben su paga. 3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. 4 Así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 5 Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, bien plantados, para que los vea la gente. Os aseguro que con eso ya reciben su paga. 6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Biblia de Jerusalén, Mt. 6, 1-6. La enseñanza en este caso tiene dos partes y en mi opinión un solo trasfondo. En el primer caso insiste en que no hagamos lo correcto para obtener reconocimiento por parte de los demás hombres, en el segundo que no oremos en alta voz sino en secreto. En realidad, creo que Jesús nos llama la atención acerca de que el trabajo espiritual no es para el exterior sino para el interior. En un discurso Sathya Sai llamaba la atención acerca de un devoto que derramaba lágrimas frente a la divinidad y los demás comentaban “que gran devoto es éste”, pero no sabían que en realidad aquel hombre tenía un dolor de estómago tan grande que no podía dejar de llorar. Estamos acostumbrados a ver lo de fuera. Como estoy escribiendo este texto algunos tal vez crean que soy un gran entendedor de las enseñanzas de Sathya Sai, pero para su tranquilidad, Él una vez señalándome a mí y a unos compañeros en la sala de entrevista dijo que teníamos mente de mono y añadió que de monos locos. Este cuerpo y esta mente son sólo envolturas de la luz divina y ésta brilla por sí misma. La luz es siempre la luz, ya sea en un candelabro de oro o en uno de barro. Lo que debemos tener claro es que no debemos ocuparnos demasiado en la envoltura. Nuestro ego quiere atención, nuestro cuerpo gusta de placeres, pero ocuparnos de ello es el camino equivocado. Lo que tenemos que hacer es ir a nuestro aposento, cerrar la puerta y allí, en el silencio interior, encontrarnos con Dios.
12
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
3. El tercer pasaje es del discurso de Jesús en la cena de la pascua que compartió con sus discípulos, registrado en el Evangelio de Juan: 1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Él corta todo sarmiento que en mí no da fruto, y limpia todo el que da fruto, para que dé más fruto. 3 Vosotros estáis ya limpios gracias a la palabra que os he dicho. 4 Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, tampoco vosotros podréis si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él dará mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es cortado y se seca, lo mismo que los sarmientos; luego los recogen y los echan al fuego para que ardan. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. 8 La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos. 9 Como el Padre me amó, yo también os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Os he dicho esto para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea perfecto. 12 Éste es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 No os llamo ya siervos, porque el siervo nunca sabe lo que suele hacer su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 16 No me habéis elegido vosotros a mí; más bien os he elegido yo a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea duradero; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre él os lo conceda. 17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros. Biblia de Jerusalén, Jn. 15, 1-17
13
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Él está en nosotros y nosotros en Él. Su palabra nos limpia. Fructificamos unidos a él. Para estar unidos con él sólo debemos seguir lo que nos ha encomendado: “Amar”. Allí se sintetiza toda la enseñanza de Cristo. La misma que se encuentra en el símbolo de la cruz. Decía Swami que el mástil de la cruz era como una gran “I”, lo que en ingles es “yo” y que los brazos de la cruz atravesaban ese yo justamente para indicar que en la cruz se sacrifica el ego. Cuando se extingue nuestra identificación con el cuerpo y la mente, cuando dejamos de creer que somos “Alberto”, “Esther”, “Rebeca” o “Carlos”, entonces descubrimos que somos Dios. León Felipe lo decía en un poema extraordinario: Hazme una cruz sencilla carpintero, sin añadidos ni ornamentos, que se vean desnudos los maderos, desnudos y decididamente rectos. Los brazos en abrazo hacia la tierra, el astil disparándose a los cielos. Que no haya un solo adorno que distraiga este gesto, este elemento humano de los dos mandamientos. Sencilla, sencilla, más sencilla, hazme una cruz sencilla carpintero. Cuando el hombre extiende sus brazos hacia la tierra, y abraza en amor a toda la creación, entonces es cuando entra al reino de los cielos.
14
BOLETÍN SAI TODOS SOMOS DIVINOS, TODOS SOMOS DIOS
México
Concluyamos con este texto de Sathya Sai Baba: “He venido para encender la lámpara del amor en sus corazones, velar para que brille cada día con mayor luminosidad. No he venido para hablar a favor de una enseñanza en especial, como la hindú, por ejemplo. No he venido para ninguna misión de publicidad a favor de secta, credo o causa alguna; ni tampoco con el fin de conseguir seguidores para ninguna doctrina. No tengo planes para atraer discípulos o devotos a mi rebaño o a cualquier otro. He venido para hablarles de esta fe unitaria, este principio átmico [del espíritu], esta senda de amor, este deber, esta obligación de amar”.
15