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VIERNES 17 DE ENERO DE 2014 / CIUDAD CCS
CULTURA
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Ángel Méndez
SWING LATINO EFEMÉRIDES SALSERAS> RAÚL BRICEÑO, “EL PROFE” ESPECIAL CIUDAD CCS
Los trombones de la resistencia > Eliel Rivero y Johan Muñoz encabezan hoy un selecto grupo de ejecutantes súpercotizados
16 DE ENERO DE 1940
OLINTO MEDINA
Nace en Aguada Grande, Venezuela. Director del Sexteto Juventud. 16 DE ENERO DE 1947
HENRY FIOL
Nace en Nueva York, EEUU. Fundador del Conjunto Saoco y su Orquesta. 16 DE ENERO DE 2006
JESÚS “CHUÍTO” NARVÁEZ Muere, a los 48 años, “El Ateo de La Guaira”. Pianista de La Dimensión. 17 DE ENERO DE 1902
“ÑICO” SAQUITO Nace en Cuba. Sonero, guarachero y compositor. 17 DE ENERO DE 1995
PEDRITO GUAPACHÁ Muere Pedro García, el percusionista de San Agustín. 18 DE ENERO DE 1948
“CHANGUITO” QUINTANA Nace en Casablanca, Cuba. Pionero de la timba. 18 DE ENERO DE 1980
YOKO MIMATA
Nace La Japonesa Salsera. Hace vida en Nueva York. 18 DE ENERO DE 1986
SALMA EUKARYS FIGUEROA Nace La Nena Sexy de la Salsa, en Caracas. 18 DE ENERO DE 2006
JOSÉ ROSARIO SOTO Muere este cantante venezolano. Cobró fama con El Sonero Clásico del Caribe. 19 DE ENERO DE 1965
MARIANA “LA SONERA” Nace Janeth Guevara en Caracas. “La N° 1 de la Salsa”. 19 DE ENERO DE 1966
“MAYITO” RIVERA Nace Enrique Rivera Godines en Cuba. Sonero y timbero. 20 DE ENERO DE 1935
LUIGUI TEXIDOR
Nace en Puerto Rico. Exvocalista de La Sonora Ponceña. 22 DE ENERO DE 2013
JOHNNY PÉREZ
Muere este cantante y corista del Sonero Clásico del Caribe.
El Sistema de Orquestas no minó su gusto por la salsa. FOTO MARCOS COLINA
De Jimmy Bosch solo le gusta el “show” que exhibe. FOTO ÁNGEL MÉNDEZ
Exhibe bigotes cortos a lo Rafa Galindo o Emilio Tuero, lo que devela un definitivo gusto por la música que en algún momento se hizo en nuestro país y en América Latina. Eliel Rivero Rivas es su nombre, quien, al igual que la mayoría de los caraqueños, llegó al mundo en la Maternidad Concepción Palacios el 3 de abril de 1961. La de Eliel no es la común historia de los niños que andan golpeando las perolas en el barrio. El caso es que su padre era joyero en los altos del edificio donde funcionaba el cine Continental. Como ayudante se ganaba su buen dinero y tenía, como es lógico, contacto con los clientes. Es el centro de Caracas, a media cuadra de un sector llamado La Matica”, donde aún se reúnen los músicos de la ciudad para, luego, cumplir sus compromisos. Dos de esos clientes pertenecían al selecto grupo de músicos. Daniel Milano y el maestro Contramaestre, dos leyendas de nuestra música, quienes lo invitaron a tomar clases en la Asociación Musical. “Pero nunca fui. Mi pasión por la música fue tardía. Vivimos el ‘boom de la salsa’, pero como espectadores. Cuando salió a la calle ese LP de Dimensión Latina que tiene un trombón en la portada fue que me interesé por el mundo
De repente nos lo encontramos con Federico y su Magia Caribeña; con Watussi figuraba en los metales; Porfi Baloa lo llama una que otra vez para sus Adolescentes y ahora está en los solos de las mejores orquestas. Es un “pulpo”, “matatigre” profesional. “No quiere dejar pa’nadie”, comentan sus compañeros. Es un prestigio bien ganado el de Johan Armando Muñoz Mijares, el segundo varón de siete hermanos. Cuatro hembras y tres hombres, entre ellos Edwin, quien también es músico. Todos nacidos en la parroquia Sucre de Caracas. Johan alcanzó su luz el 20 de octubre de 1961. “Mi infancia transcurrió en Catia, entre el Bloque 11 de las Lomas y El Caribe, que queda en Catia frente Cútira. Allí viví hasta que Shiela me atrapó”. —¿Cuál es el origen de tu pasión por la música, por el trombón? —Mira, mi hermana, llevaba discos de Eddie Palmieri a la casa y mi papá los de La Sonora Matancera, Los Peniques y Aldemaro Romero; también Los Blanco. Comencé a estudiar en el San Ramón Nonato y un compañero de entonces y de siempre, Antonio Acevedo, quien era hijo del primer trombón de la Orquesta Sinfónica, me invitó a su casa y lo vi tocando. Yo me quedé
musical. Yo vivía en Macayapa y mi vecino era Rodrigo Mendoza. Iba con él a los ensayos del grupo Los Satélites y allí comenzó toda mi historia. Me fui al Conservatorio José Ángel Lamas y me inicié como músico. Luego, cuando el maestro José Antonio Abreu llamó a concurso para la Orquesta Sinfónica Juvenil, me presenté. Ya tengo 39 años en el Sistema, pero jamás mi gusto por la salsa decayó”, expresó Eliel. —Ustedes entran en el declive de la salsa brava... —Se puede decir que sí. Es el momento de la salsa romántica o monga, como le dicen los boricuas, pero salsa al fin. —¿Bailatino? —Fíjate, yo tocaba con todo el mundo, porque el instrumentista puede ir de lo clásico a lo popular. En esas, Cheo Navarro me llama para un proyecto. Había que “curarse”, porque según él yo tenía cara de triste. Fue así como conformamos Bailatino, con música de Palmieri y Libre. Tocamos en todas partes y, al fin, animado por los fanáticos, grabamos nuestro primer disco. Gracias a Dios, no hemos parado y próximamente vamos a la cuarta producción. Ha sido duro el camino, pero es ahora cuando recogemos la cosecha. ¡Saravá!
embelesado, porque no sabía que existía ese instrumento. Él, viendo mi entusiasmo, me pidió que lo sonara y pude hacerlo. Me preguntó si quería estudiar música y le dije que sí. Aseguraba que tenía condiciones, y así comencé a estudiar con él junto con mi compadre Antonio “Toño” Acevedo. Johan Muñoz es el segundo trombón de la Orquesta Bailatino. Él y Eliel son “los trombones de la resistencia”, de eso no hay ninguna duda. Johan, ya se dijo aquí, es llamado por muchas orquestas para las grabaciones de sus trabajos. Su trayectoria así se lo ha permitido. Cuando está con Bailatino se transforma y se va al contacto con el público, al estilo de Jimmy Bosch. “Pero mis trombonistas favoritos son César Monge, Barry Roger y Jaime Páez. A este último le debo gran parte de lo que soy, porque fue él quien me conminó a enseriarme con el trombón, a ser un músico de calidad”. Es corto el espacio, pero necesario es acotar que se vaciló la rumba con Tabaco y su Sexteto y con Porfi Baloa y sus Adolecentes. Es Jubilado de la Banda Marcial del Municipio Sucre. Hay quien dice que él y Eliel exhiben la calvicie para ocultar las canas. Es posible. ¡Saravá!