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MÚSICA
TRINO MORA SIGUE SIENDO éL MISMO Algo aquejado de salud, se mantiene vigente tras 50 años de carrera artística, componiendo y presentándose en shows en vivo. Está terminando una producción discográfica que denominó Plenilunio POR Ángel Méndez FOTOGRAFÍAS Ambrosio Plaza
Cuando se aproximaba la hora de salida, yo me sentaba en el quicio de la reja que impedía la entrada de curiosos al liceo La República, en El Paraíso (ahora Unidad Educacional Paraíso). Ella se llamaba Marianela Contreras, demasiado hermosa, demasiado amor imposible para mí, salía de clases primero que todos nosotros. Ella sabía que afuera la esperaba “el tipo ese”, uno que a cuenta de cantante tenía embrujadas a todas las niñas de la institución. Ella sabía que yo la veía, pero nunca, nunca se fijó en mí, y si lo hizo yo no lo supe. Ella solo tenía ojos para “el tal Trino”, que se presentaba como fulgurante estrella en el Club del Clan de los hermanos Herd (apócope sobrado Edición Número Noventa y siete. Año 02. ÉPALE CCS
y psicodélico de Hernández). Él, muy galante y meloso, la asía por el brazo femenino cubierto de un suéter verde, entremezclándolo con su brazo marrón de un pulóver tejido a lo César Costa. Era la moda de esa época, impuesta por quienes seguían la música del Rey Elvis Presley. Aquí, los que mandaban eran Los Tres Tristes Tigres, Ivo, Los Dart, La Pavi (¿qué se haría?), Los 007, Los Dionis, Los Impala y Trino Mora… ¡Ese era el tipo!
mis aspiraciones al escucharme horrorizado en mi audición. Me dio una palmadita en el hombro y prometió llamarme. Popy nunca me llamó y por eso acuné una larga arrechera.
De más está decir que intenté emular a Trino, pero no pasé la audición para cantar en el “Trampolín a la fama” del Club del Clan, porque el futuro Popy, Diony López, acabó con
Qué nos sucede vida que, últimamente, ya nos miramos, indiferentes. Y todo aquello que hasta ayer nos quemaba, hoy el hastío ya le dio sabor a naaada, vidaaaa…
Caracas, 14 de septiembre de 2014.
Con Trino la cosa fue distinta, porque él ha sido siempre un buen tipo. De eso me percaté en los pasillos de Venezolana de Televisión al salir de la audición. Él estaba allí cuando yo canté aquella canción de Palito Ortega…
19 …y cuando nos cruzamos en el pasillo me dijo: “Oye, lo hiciste bien. Tienes que estudiar un poco, pero sigue por ese camino…”. Por eso, a 50 años de haber escuchado esa mentira piadosa, es satisfactorio encontrármelo de nuevo, con sus canciones de entonces y hasta con la misma pinta de aquellos tiempos. ¡Somos duros, Trino… somos duros!
UNA TRAYECTORIA DE ORO
No podría ser esta una buena crónica si no incurrimos en la perogrullada de decir que Trino José Mora García nació en Caracas el 27 de abril de 1946 y que está a tirito de cumplir 50 años como cantante. Adorador a pies juntillas de Elvis Presley y uno de los principales difusores de esa música que se gestó entre galpones y establos de los Estados Unidos. En su blog trinomoraoficial.blogspot.com, Trino confiesa que en la década de los 60 lo enviaron a estudiar a los Estados Unidos, donde entró en contacto con la música de Elvis Presley, Little Richard y otros pioneros del rock como movimiento musical. “Al regresar al país comencé a desarrollar ese estilo musical y mi dominio del inglés me permitió incursionar con éxito como intérprete en Los Duendes. Eso fue en 1965, porque ya en el 67, en medio de aquel terremoto telúrico y musical, inicié mi carrera como solista con el álbum El sol no brillará nunca jamás. Le siguen a este otras producciones como Trino Mora, La voz juvenil de Venezuela, Trino Mora a color, El tremendo romántico y Hombre formal (donde se incluyen las canciones ‘Sé tú mismo’ y ‘Libera tu mente’) en el 70. En 1973 grabé Mi continuación”. —¿Cuál ha sido tu mayor éxito musical a lo largo de estos 50 años?
—Más que musical, mi mayor satisfacción como ser humano es haber trascendido en este país y haber visto que el árbol que sembré ha dado buenos frutos. —A juzgar por el público que te sigue en los espectáculos, se nota que sigues vigente, que la gente te quiere.
—Y yo los quiero igual. Sigo vigente porque no he parado de trabajar. Porque no consumo drogas y me mantengo haciendo producciones, componiendo, presentándome
en todos estos shows en vivo; lo que pasa es que aquí hay una mafia disquera que ha tratado de impedir el avance de muchos de nosotros, aparte de que no hay un programa de televisión que dé a conocer los nuevos talentos. Mira, en mis inicios, muchos cantantes de cartón eran promocionados hasta el cansancio, porque los dueños de esas compañías tenían televisoras, periódicos y cadenas de radio. Los artistas que hacían lo que ellos querían eran promocionados y otros, entre los que yo me cuento, éramos marginados. Nos impusimos a fuerza de calidad, porque a la gente le gustaba lo que hacíamos. ¿Dónde están esos cantantes prefabricados? Algunos andan de psicólogos. Esa es la realidad. Yo soy un sobreviviente. —No se conocen tus nuevas producciones…
—Porque no hay la difusión. Si investigas, si te vas a mi blog, verás que en 1990 hicimos un trabajo llamado Volvamos a empezar, luego una producción navideña; otro llamado Opening y uno que titulé LSD. Actualmente estoy trabajando en un disco llamado Plenilunio, una producción grabada en español e inglés. Caracas, 14 de septiembre de 2014.
—¿Te molesta que te llamen “Pavosario” o “Ivotrino”?
—A mí me da igual. Yo compuse y grabé una canción llamada Sé tú mismo… y ¡soy el mismo! Las pavas de más de 50 años comenzaban a exaltarse en La Estancia, donde dialogamos con Trino. El hombre escucha los acordes de su agrupación y no se hace esperar. Se aparta con los dedos la incipiente cabellera pintada de negro y avanza firme hacia la tarima. Va forrado de negro, exhibiendo la chaqueta de motociclista que casi de inmediato se quitará, “porque hace mucho calor en esta vaina y ya ustedes saben que no estoy bien de salud”. Los aplausos no son mezquinos y la mirada del ídolo se pierde entre las chicas de ahora, las carajitas de entonces, que junto con él entonan el himno de Trino Mora. Hay personas que creen que están en algo y no están en nada. Y si estás en algo, recuerda que la revolución empieza de adentro… Sé tú mismo. Edición Número Noventa y siete. Año 02. ÉPALE CCS