Reportaje especial, Padre Eladio Sancho Cambronero

Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí Palabras de Jesús, Juan 10,14

Homenaje al

Pastor bueno y generoso Monseñor Eladio Sancho Cambronero

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Antonio Serrano, de 81 años y Nora Jiménez de 87, se despiden del Padre Sancho.

¡Adiós a Sancho!

El diseño de la catedral fue idea mía, está hecho sin pilares. Fue creado así para expresar a un “Cristo céntrico”, o sea, que todo gire en torno a Cristo”.

Padre Sancho.

Gerardo Quesada Alvarado geraquesada@gmail.com

El día del funeral del Padre Sancho, Antonio Serrano de 81 años, sancarleño, madrugó un poco más de lo acostumbrado para ir a darle el último adiós al hombre que lo casó hace más de 60 años y que bautizó a dos de sus hijos.

Atravesó el pasadizo central de la catedral ayudado con sus muletas y sólo se detuvo cuando estuvo frente féretro, para mirar por última vez el rostro del sacerdote que yacía en un ataúd de madera frente al altar. Con mirada triste lo vio unos segundos y se despidió para dar paso a una multitud de gente arremolinaba para verlo.

No tiene palabras para expresar lo que siente por Monseñor, por eso no dice mucho, sólo suelta un suspiro y se retira en medio de la muchedumbre.

Un día antes del sepelio, doña Nora Jiménez, de 87 años, otra amiga del Padre, también vino a despedirse de él, ella también no encuentra palabras para expresar todo lo que siente, sólo alcanza a decir que fue un hombre muy bueno y se sienta a orar en una de las bancas de la catedral.

El cuerpo que anduvo a lomo de bestias por todos los rincones de San Carlos, pidiendo animales y bienes para construir la

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Entre lágrimas y recuerdos miles le dieron el último adiós a Monseñor Eladio Sancho Cambronero, de 101 años, (Padre Sancho) para muchos el arquitecto social y visionario más grande que ha tenido San Carlos.

Catedral e invitaba a los sancarleños a sus famosos turnos de domingo, yace inmóvil dentro del ataúd, su alma ha regresado al Padre.

Monseñor Eladio Sancho Cambronero, el “arquitecto social” y visionario más grande que ha tenido San Carlos, ha muerto, pero dejó más de 20 obras para bien que perdurarán, entre ellas, la catedral, para él, la principal, Hace año y medio se vino a vivir a Ciudad Quesada, dijo que regresó, para morir en la tierra más bella de todo el país.

Vivía con su hermana Hortensia en San José, desde hacía más de 30 años, hasta que ésta murió.

De regreso al cantón dijo que anhela morir para ver cara a cara a Dios porque su obra había concluido, que todo lo que tuvo que hacer ya lo hizo, que no le quedó nada por hacer.

“Cuando muera quiero que la gente me recuerde como aquel que ha amado mucho San Carlos”, expresó Sancho que nació en Palmares de Alajuela, pero que la mayor parte de su vida la pasó aquí.

“Ya no tengo nada, me siento libre y lo que tengo ya lo doné a la Iglesia, nunca recibí paga por lo que hice. Oro todos los días para santificarme aquí en la tierra”, expresó en una entrevista concedida a este medio cuando cumplió 100 años.

Murió en el día del Señor

Cuando eran las 7:30 a.m, del domingo 09 de noviembre el Padre Sancho murió en una camilla de hospital San Carlos. Dice su sobrino Roberto Sancho, que lo cuidaba desde hace dos años y medio, que sólo alzó la mirada y murió silenciosamente, anhelaba morir para verle la cara al Padre.

“Yo no he llorado por la muerte del Padre, fue un regalo haber estado sirviéndole a un santo y en la casa de Dios, porque él tenía un altar en mi casa donde oficiaba misa”, expresa Roberto, su mano derecha, y al cual, le dijo que allá en el cielo lo esperaba para recibirlo junto a su hijo Emanuel y su esposa Vera Vega.

Ya en el sepelio, en el sótano de la catedral, donde Monseñor pidió ser enterrado y donde dejó prevista su tumba cuando se construyó el templo, Roberto no aguantó más y soltó el llanto por la partida de lo que él llamó, un santo, junto al Obispo José Manuel Garita y algunos sacerdotes presentes, a viva voz, pidió la intersección de Monseñor para que hayan más religiosos y sacerdotes, expresaba esto, mientras el sepulturero le daba los últimos repellos de cemento a la puerta del nicho, justo al lado de Monseñor Oswaldo Brenes, quien falleciera hace apenas un año.

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Estudiantes del ETAI despidieron con gran respeto al Padre Sancho.

Clero y laicos le dan el último adiós al Padre Sancho.

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“Nunca he tenido miedo de nada, porque todo lo he dejado en manos de Dios, tampoco nunca me he sentido triste ni solo”, ¡yo, miedo a la muerte!, ¡jamás!

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Padre Sancho.

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Monseñor estuvo dos días expuesto en la catedral para que los conocidos le a dieran el último adiós, a este gran hombre.

Miles pasaron para mirarle el rostro por o última vez, estaba vestido con una túnica de ó obispo color negro con listas rojas. e Decenas de sancarleños, amigos y familiares acudieron a la misa del funeral a del Padre Sancho, incluidos estudiantes del r Colegio María Inmaculada, del Colegio oAgropecuario de San Carlos y de la Escuela aTécnica Agrícola, tres de las obras fundadas rpor él.

En la eucaristía, presidida por los obispos Ángel San Casimiro, José Rafael

Barquero, José Manuel Garita y varios sacerdotes, seis jóvenes del Colegio Agropecuario, vestidos de vaqueros hicieron guardia de honor junto féretro de Monseñor.

En las primeras bancas estaban cuatro de los hermanos del padre, incluido don Humberto Sancho, su hermano mayor de 105 años, al cual, el Padre dejó dicho en su testamento que le dejaba ¢6 millones, pero esto, si él, moría primero.

En la homilía, Monseñor José Manuel Garita dijo que el Padre Sancho, al cual describió como bonachón, bondadoso y visionario, ya estaba cansado y quería regresar a los regazos del Padre.

Dijo que Sancho fue un hombre con sensibilidad social y agradeció a los que en vida le hicieron justos homenajes, incluida una escultura al frente de la catedral, catedral que construyó con 24 turnos y durante 24 años, luego de hacer grandes recorridos a caballo por todo el cantón, para recaudar fondos.

Las obras sociales del padre Eladio Sancho Cambronero, han trascendido con el tiempo y son el fruto de toda una vida dedicada al trabajo incansable por los que menos tienen.

Sancho se ordenó sacerdote en 1938 y llegó a San Carlos en el 1950, Monseñor

Sanabria lo mandó por dos meses a sustituir al padre Fernando Ramírez y como él dice, se quedó para siempre. Recién, había llegado de Norteamérica donde estudió economía y cooperativismo, ideas y conocimientos que posteriormente sembraría en la población sancarleña.

Apenas llegó a esta tierra se lanzó a conquistar San Carlos y a trabajar para emprender grandes obras que aún perduran, por eso, no se quedó con la prédica en el púlpito, sino que se arrolló la sotana, se montó a caballo y comenzó a recorrer el cantón, en busca de recursos para sus obras y llevar el mensaje de amor de Jesucristo.

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“Un guayacán que dejó estela en el camino” Gerardo Quesada Alvarado geraquesada@gmail.com

Pocos logran describir con palabras el legado y la vida del Padre Sancho en San Carlos y en el resto del país. Algunos lo catalogan como un visionario, un hombre bueno, un santo como pocos ha habido.

Y es que sus más de 20 obras de bien social y educación, perdurarán por años.

Capacidad visionaria y su espíritu solidario cooperativista, permitió echar andar parte del desarrollo económico y social de este cantón a principios de los años sesenta.

Monseñor Ángel San Casimiro dijo que el Padre Sancho fue uno de esos guayacanes que dejaron estela en el camino, y que su obra se realizó en conjunto con el pueblo sancarleño.

Para Monseñor José Rafael Barquero, quien fuera obispo de Alajuela en el tiempo que el Padre fuera sacerdote en San Carlos, describió a Sancho como un hombre apasionado, tranquilo, cachazudo y con un corazón solidario y lleno de proyectos.

Dice que él mismo lo acompañó en sus recorridos a caballo por el cantón para hacer colectas para construir el templo.

Hombre visionario Por su parte, Luis Valenciano, estudioso de la historia de San Carlos, asegura que desde 1850 cuando llegan los primeros colonos al cantón, no ha habido un hombre de la capacidad y visión como la que tuvo el Padre Sancho.

“Digo esto desde lo profundo de mi corazón, sin menospreciar a grandes luchadores y emprendedores que ha tenido el cantón a lo largo de su historia”, Agrega que fue él quien trajo el espíritu solidarista en la región, gracias a los conocimientos adquiridos en Estados Unidos y en Canadá, donde recibió formación sobre emprendedurismo y cooperativismo.

Para el sacerdote Vianney Solís, la obra Sancho es evangelizadora, porque encarnó el evangelio con obras de misericordia y caridad, como fue la Posada de Belén, en el Coyol de Alajuela y que sirvió para dar acogida a madres adolescentes que intentaban abortar.

Detalla que incluso él fue el padrino de varios niños de este lugar y se sentía muy orgulloso por este proyecto.

Según Solís, el proyecto más impor-

“Monseñor anhelaba ir al cielo”

Roberto Sancho y su esposa Vera Vega, despiden al Padre en la Catedral.

La obra del Padre Sancho estuvo marcada por el espíritu de amor y servicio a los que menos tienen.

tante para el Padre Sancho fue la construcción del templo catedral, porque le sirvió de inspiración para llevar a cabo el resto de sus obras.

“No hay palabras para dimensionar la obra de Monseñor Eladio Sancho,

porque su vida está marcada por el servicio a los demás, sobre todo a los que menos tienen y por la capacidad visionaria que tuvo a lo largo de su vida”, expresó Elsie Corrales, ex diputada sancarleña.

Gerardo Quesada Alvarado geraquesada@gmail.com

Roberto Sancho, sobrino del Padre relata que este murió con mucha paz en una cama del hospital.

Cuenta Roberto que 22 días antes de morir, el Padre enfermó y fue hospitalizado porque le empezaron a fallar sus órganos, ya en el hospital Monseñor le dijo: “Qué dicha yo ya me voy para el cielo, avísele a mi obispo porque los sacerdotes ya saben”, expresó “Llegó un momento en que el padre se puso muy mal y pensamos que iba a morir, pero logró salir de la crisis y cuando despertó me dijo-vieras que yo vi el cielo por un huequito pero me devolvieron”, expresa el sobrino.

Cuenta Roberto que en esos 22 días que estuvo mal de salud, el padre recibió una visita de dos grandes amigos de San José, Álvaro y Leo, y esto lo llenó de mucha felicidad porque tenía mucho tiempo de no verlos.

“El domingo, el día de su muerte, el padre se despertó en la mañana, yo le recé una oración que él rezaba que se llama “Yo te adoro devotamente”, luego lo bañé y le pasé una crema porque tenía una picazón en todo el cuerpo, cuando eran las 7:20 a.m, el doctor me pidió que le quitara la crema.

Después de esto el Padre se quedó en silencio, miró al cielo, respiró suavecito y se fue en silencio. Se fue con mucha paz”, relata

Familiares y sacerdotes le dieron el último adiós al Padre en el sótano de la catedral, donde dejó su nicho previsto para ser enterrado.

Roberto, que lo cuidó junto con su esposa Vera Vega y su hijo Enmanuel, los últimos años de su vida.

Según su sobrino, la enseñanza que recibió del Padre fue el amor a la eucaristía, la humildad y el amor al rosario.

Relata que él anhelaba morirse para ver a Dios y eso lo repetía mucho. “Él me decía, yo me voy, pero allá yo los estaré esperando a usted y a Enmanuel.”.

Ya en el momento del sepelio en el sótano de la catedral, Roberto lloró amargamente por la partida de lo que él llama, un santo.

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Religiosos y sancarleños opinan sobre la vida de Sancho Gerardo Quesada Alvarado geraquesada@gmail.com

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Dos obispos un sacerdote, religiosos, sancarleños, familiares de Monseñor Eladio Sancho Cambronero hablan sobre la vida y el legado que nos dejó en vida el Padre. Ángela Ulibarri

Juvenal Sancho, hermano del Padre Sancho.

Conmigo fue sumamente bueno, era un hermano que nos amó mucho. Todas las obras que hizo las hizo con mucho amor.

Monseñor Ángel San Casimiro, obispo de la Diócesis de Alajuela El Padre Sancho fue un guayacán que dejó estela, él ya llegó a la meta que todos estamos destinados. La enseñanza que nos deja toca lo esencial de los cristianos que es darse a los demás y su obra se realizó en conjunto con sus colaboradores.

El padre Sancho es uno de esos pocos seres humanos que cambian la historia de un pueblo en pocos años. Podemos hablar de un San Carlos antes y otro después de este sacerdote visionario.

Sembró la semilla entierra fértil pues los sancarleños eran un grupo de personas con valores de trabajo, solidaridad y deseos de progresar, y así se fortalecen espiritualmente creando un emporio material y económico a través de sus obras.

Dios lo premio con la longevidad y el amor de quienes lo admiramos.

Ahora ya puede descansar en paz.

Monseñor José Rafael Barquero, obispo.

Fue un hombre apasionado, tranquilo, “cachazudo” y lleno de proyectos sociales, tenía un corazón solidario. De él debemos aprender que los hombres somos simples instrumentos en la obra de Dios.

Vianey Solís, sacerdote.

María Teresa Sancho, hermana del Padre Rompe a llorar cuando le preguntamos sobre la vida del Padre, dice que no puede hablar y sólo alcanza a decir… “me deja mucho”.

Antonio Serrano, amigo del Padre El me casó y luego bautizó a dos de mis hijos, era muy amigo, un gran hombre.

El Padre Sancho nos deja la capacidad de ser un pueblo emprendedor, solidario y organizativo que es muy propio de los sancarleños.

La obra del Padre es evangelizadora, porque encarnó el evangelio con obras de misericordia.

Luis Valenciano, estudioso de la historia de San Carlos.

Es una bendición que Dios direccionara al Padre Sancho para este cantón, porque puso en práctica todos los conocimientos sobre cooperativismo y solidaridad adquiridos en Estados Unidos y Canadá. Desde el fondo de mi corazón digo que en San Carlos no ha habido un hombre de la capacidad y visión como la tuvo el Padre Sancho.

Zully Flores, sobrina del Padre La vida de él fue un ejemplo de capacidad y perseverancia.

Elsie Corrales, exdiputada sancarleña Nora Jiménez, amiga del Padre.

Fue un gran amigo, un hombre lleno de Dios.

Fue un hombre visionario como pocos los ha habido, lleno de caridad y de entrega por los demás, deja la enseñanza de ser solidario y compartir lo que tenemos con los pobres.

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La obra 20 del Padre fue su nicho de entierro

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Monseñor Eladio Sancho Cambronero, fue enterrado en el 1 sótano de la catedral junto a la tumba de 1 Monseñor Oswaldo Brenes.

El nicho que dejó el Padre Sancho previsto en el sótano de la catedral para ser enterrado, fue una de sus obras, aseguró el Padre Vianney Solís.

Aquí ya descansan sus restos junto a los de Monseñor Oswaldo Brenes, que murió el año pasado y fue sepultado en uno de los cuatro nichos que se construyeron aquí.

Según Solís, en el sótano hay espacio para sepultar a ocho personas, que serían obispos, sacerdotes o religiosos de la Diócesis.

Detalló que cuando se construyó la catedral, el Padre Sancho pidió que él fuera el primero en ser sepultado aquí, pero esto no se pudo cumplir por la muerte de Monseñor Oswaldo Brenes, que fue sepultado aquí.

1 1 1 1 Exhumar restos 1 1 El sacerdote aseguró que anterior1

mente se discutió la posibilidad de exhumar los restos del Padre Fernando Ramírez y de la Hermana Laura que están en la afueras1 de Catedral, para meterlos en uno de estos1 nichos, pero fue un tema que se dejó de dis-1 cutir.

1 Según el sacerdote, los restos mor1 tales de Monseñor Oswaldo Brenes y del Padre Sancho, sólo podrán estar cinco años1 dentro de los nichos del sótano de la cate-1 dral, luego deben sacarse por una recomen-1 dación del Ministerio de Salud.

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Fechas importantes en la vida de Monseñor 1914 1938 1939-1946 1946-1948 1948 1950

1951-1979 1953-1976 1954 1957 1959 1962 1968

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1969 1973 1983 1992 1995 l 1996 -1996 -1998 1999

El 04 de enero nace en Buenos Aires de Palmares de Alajuela, Monseñor Eladio Sancho, hijo de Eustaquio Sancho Quesada y Dolores Cambronero Chaves.

El 20 de noviembre Monseñor Víctor Manuel Sanabria lo ordena sacerdote Trabaja como misionero en la Región Sur de Costa Rica.

Cursa dos años de estudios económicos y sociales en la Universidad de Missouri, Estados Unidos.

Es encargado de la administración de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Cartago.

El 30 de diciembre llega a Ciudad Quesada, fue nombrado auxiliar del padre Fernando Ramírez por el obispo de Alajuela Juan Vicente Solís Fernández.

Empieza la construcción de la catedral de Ciudad Quesada y 40 ermitas y oratorios Ocupa el lugar de cura encargado de la Parroquia de Ciudad Quesada Visita algunos países de Europa.

Da inicio proyecto Colegio María Inmaculada.

Viaja a Estados Unidos en busca de los Padres Benedictinos.

Inaugura el Colegio Agropecuario.

Comienza a desempeñar el cargo de Delegado Especial de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

Impulsa la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara, de nivel intermedio.

Recibe Premio de la Universidad Católica de América en Washington.

Crea el proyecto de Radio Santa Clara.

Crea el Fondo para los Pobres.

Crea la Posada de Belén.

Crea la obra Hogar de Niños Baik en Cartago.

Desde Roma se le da la distinción honorífica de Capellán.

Funda la Escuela Técnica Agrícola e Industrial a nivel superior.

Constituye el Fondo de Vocaciones Sacerdotales de la Diócesis de Ciudad Quesada.

Fuente: Tomado del libro “Un Apóstol Visionario”. Año 2004

Monseñor Eladio Sancho Cambronero.

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Nació en Palmares y sus 75 años de sacerdocio los realizó en San Carlos, donde fue propulsor de grandes obras para el desarrollo socioeconómico y educativo.

Mons. Eladio Sancho: Un apóstol visionario.

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¡El testamento!

L Sancho dejó todos sus bienes al “Fondo de los Pobres”

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Gerardo Quesada Alvarado geraquesada@gmail.com

En el testamento que hizo Monseñor Eladio Sancho Cambronero, hace seis años, dejó dicho que todos sus bienes, que en un principio se calcularon en un valor aproximado de ¢600 millones, y luego por algunas circunstancias bajó el monto, los dejaba a los pobres, específicamente al Fondo de los Pobres, la última obra que él creó para morirse sin nada.

A los 96 años de edad el Padre Sancho concedió a San Carlos al Día el derecho de publicar los detalles de su testamento, donde se revelaba que poseía ¢604 millones, que le debía la Conferencia Episcopal por concepto de compra de deuda, más fondos propios en dólares y colones depositados en Coocique R.L, cuyo monto no se especifica, y un lote ubicado en Boca de Arenal.

Monseñor pidió que todos estos dineros se destinen a la creación de una entidad llamada “El Fondo de los Pobres, Padre Sancho”, entidad que no tendrá personería jurídica, civil ni canónica. Su objetivo es que produzca réditos o ingresos que se usarán únicamente para ayudar a los que menos tienen y a los niños desamparados de los pueblos de la diócesis.

El Padre Eladio Sancho Cambronero pide en su testamento que el dinero que deja a los pobres y niños desamparados de la Diócesis, sea administrado por personas con honradez e integridad moral.

Dejó ¢ 6 millones a su hermano Beto En el testamento Sancho pide que se le dé ¢6 millones a su hermano Humberto Sancho Cambronero, (don Beto) hoy de 105 años de edad, pero esto, si él moría primero, pero si su hermano Humberto fallecía antes que él, la donación quedaría sin efecto.

También el obispo solicitaba que se le entregaran ¢40 millones a la Posada de Belén, obra creada por él, asimismo, nombra como albacea al obispo de la Diócesis de Ciudad Quesada que esté ejerciendo una vez que él muera.

Según el testamento, los fondos del Padre Sancho, cuyo monto no se especifica están depositados a nombre de la Cooperativa Coocique R.L tanto en colones como en dólares, al cuido de la funcionaria Adriana Ponce de León, y una vez que este falleciera, los dineros pasarán a la orden de Temporalidades de la Iglesia Católica de la Diócesis de Ciudad Quesada.

“También se agregan al capital inicial todos aquellos saldos pendientes de pago que la Conferencia Episcopal Nacional le debe al Padre Sancho por la compra

Padre Sancho quiso que todo lo que poseía fuera a dar a un Fondo para ayudar a los pobres.

de la deuda que aparece en el documento del fideicomiso Belén-Jaco, del 02 de junio de 2003, cuyo fiduciario es el Grupo Sama, por la suma de $754.940, más los intereses del ocho por ciento anual sobre el principal al 26 de setiembre de 2009. El saldo principal pendiente de pago es de $211, 136. El monto de intereses de junio de 2003 al 26 de setiembre 2009 es de ¢184 039, lo que arroja un total de pago de $395,470.

Detalla el Padre Sancho: “Si dichos saldos fueran pagados estando yo en vida, los mismos serán depositados por mí y se agregarán a las sumas invertidas en Coocique. Si para el momento de pago ya hubiere yo fallecido, la Conferencia Episcopal queda en virtud de este testamento instruida y moralmente obligada a hacer el depósito en Coocique para que sirva a los propósitos aquí establecidos”, deja dicho Monseñor.

El Padre Sancho también pide que se agregue al fondo, el precio de la venta del lote inscrito por él a nombre de la Diócesis de Ciudad Quesada y que está ubicado en Boca de Arenal de Cutris. “Dicho lote deberá ser vendido por Temporalidades, a la mayor brevedad posible y los fondos liquidados deberán depositarse al fondo de la cuenta de Coocique”, detalla el obispo.

Capital perpetuo Según se desprende del testamento, el capital acumulado del Fondo es para hacer un capital permanente y perpetuo, y se dispondrá de la renta anual que dicho capital produzca para la distribución de acuer-

do a lo que aquí se estipula y sólo en casos excepcionales y por motivos de extrema S necesidad, se tomarán fondos del principal e en pequeñas sumas, que no podrán sobred pasar nunca un cinco por ciento del capital m total existente en ese momento. p “A mi fallecimiento el señor obispo e de Ciudad Quesada y apoderado de Tems poralidades, nombrará la Junta Administrativa del fondo de acuerdo a lo siguiente: se p compondrá de dos sacerdotes de probada c integridad moral y espiritual y tres seglares, cuyos valores éticos y su labor a favor de c los pobres sean evidentes y sólidos”, se esC pecifica. h Según el obispo, su testamento fue a escrito de acuerdo a las enseñanzas del v evangelio con respecto a la ayuda a los pobres y bajo el criterio de la norma moral d de la Iglesia Católica, de que la voluntad del e donante es sagrada y por ello, nadie podrá d alterar estas disposiciones ni usar los fondos h aquí descritos para fines distintos de los que a ha establecido.

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Los que soñáis y esperáis la buena nueva, abrid las puertas al Niño, que está muy cerca; El Señor cerca está; Él viene con la paz.

El Señor cerca está; Él trae la verdad.

Teresita Sauma de Quesada

Monseñor Eladio Sancho Cambronero

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Las obras de “Sancho” ” Gerardo Quesada Alvarado geraquesada@gmail.com

Las obras sociales del padre Eladio Sancho Cambronero, han trascendido con el tiempo y son el fruto de toda una vida dedicada al trabajo incansable por los que l menos tienen. Luchó por el desarrollo y progreso de un pueblo que, no hace mucho, era de caminos de tierra, gente humilde y sencilla.

Fue así como trajo las ideas cooperativistas que sirvieron de base para la a creación de grandes cooperativas.

Gracias a la gestión del padre Sane cho, en marzo de 1957 abrió las puertas el Colegio María Inmaculada, dirigido por hermanas franciscanas colombianas, que en e aquel tiempo solamente vivían, comían y se l vestían con ¢30 COLONES por mes.

Tiempo más tarde con la idea de despertar en los jóvenes el aprecio por la educación y la naturaleza, el padre Sancho decide continuar con la proposición que le hizo a Juan Mercedes Matamoros de donar algunos terrenos para la construcción del Colegio Agropecuario que impulsaría un gran crecimiento para el cantón.

Colegio Agropecuario Y es así como en 1962 comenzó a funcionar, como una novedad en el país, el

hoy Colegio Agropecuario de San Carlos, dirigido por los padres benedictinos de Estados Unidos.

Cuando en 1968 el Colegio Agropecuario pasó a manos de la Conferencia Episcopal, el padre Sancho cumplió la función de presidente en la Junta Directiva, cargo que asumió durante 40 años.

Sus labores no quedaron ahí, en 1971 realizó las gestiones para la creación de la Escuela Técnica Agrícola Nivel Intermedia y la Escuela Técnica Agrícola Industrial de nivel superior parauniversitaria, con sede en Santa Clara y en 1984 gracias a su colaboración en el proyecto de creación de una red de emisoras católicas, nació Radio Santa Clara.

También creó el Fondo Económico para las Vocaciones de la Diócesis de Ciudad Quesada, trajo a Costa Rica a los Padres Benedictinos. Financió con turnos y subastas la edificación de la Catedral de Ciudad Quesada.

En el Coyol de Alajuela construyó la Posada de Belén para dar abrigo a madres que querían abortar.

Asimismo, fundó la Misión Pastoral de la Zona Sur, creó la Cooperación para la creación y funcionamiento del Hogar de Niños “BAIKE”, en Cartago. Propuso la Ley 2819 para el Financiamiento del Colegio Agropecuario de San Carlos, y la Ley 4008 para la compra de acciones a los pa-

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La obra cumbre para Sancho es la Catedral de Ciudad Quesada que hizo con 24 turnos y con la colaboración de sancarleños.

dres Benedictinos y la Oficina para el ordenamiento y registro de las propiedades de la Iglesia Católica Costarricense, entre otras cosas, así como un puñado de obras sociales que hizo en San Carlos.

En el año 1996, el Papa Juan Pablo II lo declaró su capellán y se le concedió el título honorífico de Monseñor, en reconocimiento a la labor realizada.

educación; el Colegio María Inmaculada, el Colegio Agropecuario, Radio Santa Clara y la Posada de Belén entre otras obras que lo perpetúan como un líder digno de imitar por las actuales y futuras generaciones.

El Padre Sancho es un buen ejemplo que nos deja la historia sancarleña, encontraremos un Padre Sancho en cada distrito, pero cuando examinamos la historia de cada uno de ellos, nos encontramos la grata sorpresa de que fueron impactados por las enseñanzas de ese carismático líder que hoy nos dejó.

Puede que tenga algún detractor y eso no nos sorprendería porque los líderes también tienen detractores, pero sus buenas obras son infinitamente superiores a cualquier error, que por lo menos nosotros como medio no tenemos registrado.

En medio de tantos falsos líderes, no dudaríamos en decirle a un niño o niña, que esa estatua que nos recuerda a Eladio Sancho Cambronero es la de un hombre que dio frutos en su paso por esta vida y que nuestra tarea como sancarleños es tratar de

imitar su obra inspirados en Dios, el amor al prójimo y apegados a los más nobles valores del ser humano.

Ya en el ocaso de su vida, sella con broche de oro su obra, al destinar a beneficio de los pobres, una fortuna personal que por herencia y su buen manejo como economista había logrado.

No se la dejó a su familia, ni a la Iglesia Católica que tanto defendió, se la dejó mediante un fideicomiso a los más necesitados, con una organización que incluye a la Iglesia, a los laicos y la sociedad civil. La deja en Coocique R.l, con la petición de que ese capital semilla sea alimentado a fin de utilizar sólo sus dividendos en obra social.

Todos estos argumentos, nos permite asegurar que despedimos al visionario más grande que hasta hoy tiene San Carlos, al sacerdote fiel a su iglesia, al dirigente, al líder, al revolucionario, al pastor Eladio Sancho Cambronero, que como persona física desaparece, pero que se inmortaliza en sus obras, que son testigos permanentes de su legado.

Editorial El padre Sancho cumplió…

El pasado 9 de noviembre, muy temprano, a las siete de la mañana para ser exactos, Monseñor Eladio Sancho Cambronero, dejó de ocupar un espacio físico en la tierra sancarleña, no sin antes tener el privilegio de arrancar ciento una páginas del calendario y recibir aplausos, reconocimientos y hasta una estatua que en su honor, se levantó en la esquina noroeste de la majestuosa Catedral de Ciudad Quesada, que él mismo, junto al pueblo construyó.

Su cuerpo fue velado dos días por el pueblo sancarleño y con una Catedral totalmente llena, mezclada entre las personas más humildes y autoridades de la Iglesia, dirigentes comunales y políticos, se realizó la misa de su funeral, para luego pasar sus restos a una de las bóvedas, debajo de la torre del mismo templo.

No hay duda que murió un grande, hombre al fin, pero grande, no solo por su estatura física, sino por su legado, por una herencia llena de buenas obras, que van desde las físicas, como la Catedral, hasta las intangibles, como la ideología cooperativis-

ta, la educación, la solidaridad, el liderazgo y la aplicación del Evangelio en estas tierras norteñas.

El Padre Sancho, es quizás una de las figuras más emblemáticas que tiene la historia sancarleña, fue de esos líderes, que inspirado en el Evangelio enseñó a pensar a largo plazo, a que todo es posible cuando se juntan las manos, cuando hombres y mujeres ponen sus hombros y cuando se alimenta el intelecto por medio de la educación, para hacer perdurable lo que se siembra.

Este religioso, sacerdote católico y pastor, cayó en San Carlos con las primeras lluvias de mayo, lleno de nutrientes, que había recolectado como hombre que dedicó su vida a Dios, que se preparó en Europa y Canadá y que dejó caer sobre un pueblo urgido de ideas revolucionarias y progresistas.

Dios al centro, la semilla del cooperativismo que se expresa inicialmente en la construcción de la Catedral, donde no aceptó ayuda del Estado, la Sociedad Santa Fe, Coocique, Coopelesca y en la