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Cuento inédito sobre un destino trágico

En El Banquillo

Rota

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TEDI LÓPEZ MILLS

Quizás haya manera de entrar sin que sea necesario salir. Trazo circuitos posibles en una hoja de papel y escribo: “no me angustian las influencias, sino la falta de influencias; sobre todo la tuya: esa ilación impecable, los momentos perfectos, una cosa tras otra sin las interrupciones del miedo”. Dibujo un círculo, una línea, una flecha, el perfil rudimentario de una persona. El tiempo es discordante, rara vez continuo en el Canto XXIX de mi Comediaapócrifa. Puedo suponer que los días sin ti ya aprendieron a contarse solos: un truco de la desmemoria o una forma de automatismo. Pero según mis propias reglas no debo atribuirle voluntad o algún tipo de fe a este vacío. Hay puro pasado: las caras que hicimos frente al espejo se adhirieron a la superficie, como cintas sucias por el tinte de la piel. Me preguntaste en el hospital si yo ya sabía. No llegué a corregir mi respuesta porque comenzó el desenlace. Hay puro presente histórico: nos abrazamos en el cuarto; nos besamos en el umbral de la luz justo al lado de la ventana rayada por el polvo seco de la lluvia; nos separamos en la esquina de Coyoacán con Parroquia: “adiós, nos vemos más tarde…”. Hay puro futuro: no aprenderá el cuerpo mismo a convivir con la horma hueca de su doble. Iré eligiendo palabras: serenidad, constancia, mesura, silencio. No interesa el orden, sino la astucia combinatoria. Crío cuervos y se enredan sus alas. Crío abejas y me pican sin morirse. Crío hormigas y prosperan. El agua en el pequeño balde a mis pies se cubre de pelusa. Te dije que nos fuéramos. Te dije: “creen los doctores que ya no estás pudiendo”. Te dije: eresmiamor. En tu primer cáncer anoté lo siguiente en mi libreta negra el 30 de enero de 2008: “el nada-ocurre dura horas y no me importa… ¿qué sí me importa?... hoy Álvaro se paró tres veces y la última con baile ritual incluido… me pondría en su lugar, pero es tan grande que no lograría ocuparlo todo… leo poemas de Robert Hass: ¿cuáles son los hábitosdelparaíso?... dato: el inspirómetro”; en tu segundo cáncer, el 30 de abril de 2018: “¿por qué retomé esta libreta?... habitación 304… no sé si me perdí la llamada… había cola para las cirugías… heme aquí leyendo a George Oppen: loquesoyes/nosotros.Regresaa casa… oí tu voz en el pasillo… la hermosa jirafa de un soneto quiebra con su cuello la estrofa al estirarse”; en tu tercer cáncer, el 25 de febrero de 2022: “Álvaro con oxígeno…broncoscopía, toracoscopía… ¿por qué traje esta libreta?... ¿qué está pasando?” Si estuvieras aquí te mostraría mis subrayados en tu libro del Renacimiento y el poema de Robert Frost sobre las manzanas. La escalera con sus dos puntas atraviesa las ramas del árbol aún hacia el cielo y junto al tronco hay un barril que sigue sin llenarse. La extrañeza no se borra de la vista. Huele a esencia de invierno el aire y se estrella un vidrio cuyos añicos preconizan el sueño de la noche. Granjas y cabañas. Te diría que las rimas son intencionales. Siempre querré imitarte._

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