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Cambios en frecuencia y/o intensidad en huracanes y marejadas

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Referencias

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Cambios en frecuencia y/o intensidad en huracanes y marejadas

Durante las últimas décadas se ha observado un aumento significativo en la intensidad de los ciclones tropicales. Las tormentas, los huracanes y los tifones se alimentan de las aguas cálidas del océano para su formación y desarrollo. A medida que aumenta la temperatura oceánica, mayor probabilidad existe de que se formen huracanes más fuertes. Esto ocurre cuando el agua del océano se encuentra a unos 80 ˚F (26 ˚C) y mantiene esta temperatura constante hasta unos 50 metros de profundidad (National Geaographic). Estudios recientes han relacionado la intensidad de estos fenómenos atmosféricos con este aumento en temperatura.

Un huracán es un tipo de ciclón tropical de rápida rotación, de fuertes vientos y una disposición en espiral de tormentas eléctricas que producen grandes cantidades de lluvia. Este comienza como una baja presión entre las latitudes 30o Norte y 30o Sur. En el hemisferio Norte, estas tormentas rotan contra las manecillas del reloj y en el hemisferio Sur rotan a favor de las manecillas del reloj. Si la intensidad de los vientos son de 39 millas por hora (mph) o menos se clasifica como una depresión tropical. Si estos vientos aumentan de 39 - 73 mph se convierte en una tormenta tropical (se le asigna

un nombre) y de 74 mph en adelante, se cataloga como un huracán. Estos huracanes se clasifican según el potencial de daño que puedan causar sus vientos. Para esto, se utiliza la Escala Saffir – Simpson y se le asigna un número del 1 - 5 de acuerdo a su intensidad.

Los científicos han estado estudiando la posibilidad de que el cambio climático esté incrementando la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos atmosféricos. Sin embargo, la evidencia de sus investigaciones demuestra que no necesariamente el cambio climático aumenta la frecuencia de los huracanes, pero sí la intensidad de los mismos (IPCC, 2007). Se espera que según el calentamiento global aumente, estos ciclones se tornen más fuertes y el potencial de daño sea mayor. Los huracanes, cuya época comienza en junio y finaliza en noviembre, causan grandes marejadas, vientos, lluvia y precipitación. Esto ocasiona daños a la propiedad por erosión, inundaciones y cambios en los ecosistemas marinos por la entrada de nutrientes, sedimentación y fuertes corrientes submarinas.

(a) (b)

Figura 27. Huracanes Georges (a) y María (b) pasando por Puerto Rico. Fotos tomadas de la NASA.

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