REVISTA AMBIENTAL
Vol. 15, Núm. 1 2017
LA AMENAZA DEL MICROPLÁSTICO
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Carta del director Desde que comenzamos con las limpiezas de playas en Puerto Rico, los datos nos permitieron reconocer que el problema que había llegado para quedarse era el plástico. Por ser un material inerte, derivado del gas o el petróleo, que no sufre procesos de oxidación por la humedad o el oxígeno, y que no es atacado por los microorganismos presentes en el medioambiente, el plástico ofrece ventajas sobre otros materiales. El plástico además es liviano, barato y fácil de darle la forma deseada; es impermeable, aísla el frío, el calor y el sonido, y es un sustituto de materiales como la madera, el metal, el cemento, el barro, entre otros. También existen los microplásticos. Estos son partículas de plástico que provienen de una gran variedad de fuentes y que su tamaño es menor de 5 milímetros (<5 mm). Aunque algunas veces el plástico se produce en este tamaño, la gran mayoría del microplástico en el medioambiente es producto de basura plástica más grande que, con las inclemencias atmosféricas y el paso del tiempo, se va rompiendo hasta llegar a tamaño micro e incluso nano (<100 nm). Estos últimos pueden atravesar los tejidos e introducirse al flujo sanguíneo. Los microplásticos y nanoplásticos sin duda son una amenaza seria para todo ser viviente, pues actualmente los encontramos en el agua que tomamos y en el pescado, la carne, las frutas y los vegetales que
consumimos. De acuerdo con la literatura científica sobre este tema, los químicos y los contaminantes asociados al plástico pueden acumularse durante décadas en el organismo de las especies (incluyendo al ser humano) y alterar procesos biológicos como el crecimiento, el desarrollo y la reproducción. Al hablar sobre las posibles repercusiones que pueden tener los microplásticos en el planeta, podemos sentirnos impotentes buscando soluciones al problema. A mi parecer estamos tarde. Lo único que puede aliviar este grave problema es el activismo. No podemos quedarnos callados o de brazos cruzados mientras nos contaminan y destruyen el planeta; mientras van creando una sociedad, como dice el cantautor español Joan Manuel Serrat: “Que nadie conoce al vecino, que a los viejos se les aparta después de habernos servido bien. Que el mar está agonizando, que no hay quien confíe en su hermano, que la tierra cayó en manos de unos locos con carnet. Que el mundo es de peaje y experimental, que todo es desechable y provisional. Que no nos salen las cuentas, que las reformas nunca se acaban, que llegamos siempre tarde, donde nunca pasa nada”. ¿Cómo podemos cambiar este desastre? Tenemos que tomar control de nuestro futuro y presente, y esto no se puede alcanzar sin activismo y compromiso. No obstante, primero, el pueblo de Puerto Rico tiene que reeducarse sobre lo que es una democracia. Una vez ocurra esto, entonces podemos comenzar a tratar de resolver problemas más complejos con política pública, activismo y cambios de estilos de vida.
Ruperto Chaparro Serrano, MA
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Ruperto Chaparro Serrano, Director del Programa Sea Grant Cristina D. Olán Martínez, Coordinadora de comunicaciones/Directora editorial Mariana González González, Editora Cynthia Maldonado Arroyo, Colaboradora editorial Delmis del C. Alicea Segarra, Asistente de comunicaciones/Especialista en educación Clarisabeth K. López Rodríguez, Especialista en información Oliver Bencosme Palmer, Ilustrador científico/Diagramador/Artista gráfico Cynthia L. Gotay Colón, Ilustradora científica Deifchiramary Tirado Choque, Ilustradora científica Wilmarie Crúz Franceschi, Traductora Raúl Omar Ortiz Arroyo, “Pichón Duarte”, Fotógrafo/Videógrafo/Jefe de impresos Las opiniones y los puntos de vista expresados en esta revista no necesariamente reflejan los de la Universidad de Puerto Rico o los del Programa Sea Grant. La mención de marcas de productos no debe ser interpretada como un endoso a las mismas.
Imagen de portada: Los microplásticos son un contaminante marino global. Esta imagen, tomada por la doctora Stephanie Wright y publicada en diciembre de 2013 en la revista Current Biology, muestra fragmentos de microplásticos colectados en una costa arenosa en Europa. Estos microplásticos están continuamente fragmentándose en el ambiente. La imagen forma parte de una serie de estudios realizados por Wright en los que se demostró que los microplásticos químicamente inertes, con un tamaño similar a los granos de arena, causan daño físico a los gusanos marinos que viven en este tipo de sedimento. Además, en otros estudios conducidos por Browne et al., y publicados en la misma revista, se demostró que estos microplásticos pueden mover contaminantes y aditivos a los gusanos, lo que reduce sus funciones relacionadas a la salud y a la biodiversidad. Para citar la referencia completa de la foto y la publicación de la revista Current Biology, debe acceder a: Dr. Stephanie Wright, King’s College London fro Browne et al., 2013, Curr. Biol. 23, 2388-2392. http://www.cell.com/current-biology/fulltext/ S0960-9822(13)01253-0. En este enlace, podrá encontrar más información sobre los estudios antes mencionados. 3
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Marejada es publicada por la Oficina de Comunicaciones del Programa de Colegio Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico bajo la subvención Núm. NA14OAR4170068 del Departamento de Comercio de Estados Unidos y la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA). ISSN 1947-1424
Visión Mucha gente piensa que el espacio sideral, el universo, es nuestra frontera final de la exploración y del conocimiento. Sin embargo, los océanos todavía son una región desconocida y nuestros mares, los que nos quedan a unos pasos de nuestras casas, aguardan por nuestros esfuerzos en investigación, para conocerlos a profundidad, mantener su valor ecológico y salvaguardarlos para que las generaciones futuras puedan beneficiarse de las oportunidades económicas y recreativas que estos ofrecen. Tal vez, lo irónico es que muchos conocen sobre el planeta Tierra o sobre nuestro sistema solar, pero conocen muy poco sobre los ecosistemas marinos y costeros y su extraordinaria biodiversidad, su fuerza y su energía física, así como su papel en la climatología. Como ciudadanos, debemos entender bien esa inmensa parte de esta biosfera que está formada por las aguas de los océanos. Marejada surge como un medio de comunicación enfocado en educar a los hispanoparlantes acerca de la importancia de proteger nuestros mares y océanos de los complejos procesos climáticos y antropogénicos que los amenazan.
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Bahía Sucia, Barrio Corozo, Cabo Rojo, Puerto Rico
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Marejada es una revista ambiental comprometida con la conservación y el desarrollo sustentable de nuestros recursos y atracciones marinas y costeras. Nuestro interés es educar al público general y llevarle información científica de una manera sencilla y fácil de entender. Para nosotros, uno de los puntos clave, en el marco de las investigaciones científicas aplicadas, es poder desarrollar proyectos dirigidos a solucionar problemas actuales que afectan los recursos marinos y costeros que nos rodean, al tiempo que facilitamos los resultados de estas investigaciones a los manejadores y los usuarios de estos recursos. Estos resultados deben ser publicados y puestos al alcance de la mayor cantidad de personas. Esta revista ambiental constituye ese espacio accesible para que los investigadores, los científicos, los usuarios de los recursos, los educadores, los manejadores y los especialistas publiquen artículos cónsonos a nuestra visión, al tiempo que el lector disfruta en este proceso del saber. Marejada: una manera de acercarte más a la costa.
REVISTA AMBIENTAL
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¿Qué son los microplásticos?
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Microplásticos: Una amenaza en miniatura
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Taller internacional sobre evaluación de microplásticos en recursos pesqueros: ¡Puerto Rico presente!
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El plástico que llaman eco-friendly
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El manejo de basura en las playas
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Tu educador responde
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Océano, un mar de microplásticos
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¡Remplázalos!
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Cándido Miguel de León Nieves
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Foto: Joe Dowling, Sustainable Coastlines/ www.theshutterpirates.com /Marine Photobank
Bolitas de resina plástica y fragmentos de plásticos fotodegradados colectados en Mission Bay, Auckland, New Zeland.
¿Qué son los microplásticos? Por Mariana González González, MA Editora, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico
Los comparan con algo tan pequeño como una semilla de sésamo (ajonjolí), y hasta con algo tan grande como la goma de borrar de un lápiz. Seguramente, la última vez que fuiste a la playa y tomaste un puñado de arena no sabías que, de hecho, tenías en la mano algunas de estas minúsculas y coloridas piezas de plástico. Tienen nombre propio, se les llama microplásticos, y como sugiere su prefijo son extremadamente pequeños. El tamaño de estos es de 5 milímetros o menos, y es precisamente su condición de miniatura lo 6
que los convierte en un residuo peligroso, sobre todo para microorganismos, tanto terrestres como marinos. Aunque los impactos negativos de estos microplásticos aún están en investigación, científicos aseguran que poco importa que sean “micro”: estos son igual de amenazantes que cualquier otro plástico de tamaño grande. ¿Qué productos se consideran microplásticos? Te sorprendería saber que llevamos puesto el microplástico que más contamina los cuerpos
Mencionan, también, que este número crece aún más cuando se trata de una chaqueta de poliéster, la que es capaz de liberar hasta 1 millón de fibras sintéticas. Con semejante cantidad de microfibras que quedan a merced de nuestro medioambiente, no es de extrañar que un 85 % de este material, hecho por el ser humano, se encuentre en las costas del mundo. Otro microplástico que puebla nuestros cuerpos de agua, y que utilizamos recurrentemente, son las microesferas. Estas son partículas de plástico que se añaden a productos de aseo (como limpiadores faciales, pasta de dientes y gel de baño), por ejemplo, para que actúen como depuradores. En cuanto a estos, al menos, ya hubo concienciación de parte del Gobierno estadounidense, y en el 2015 se aprobó la Microbead-Free Waters Act, que prohíbe la venta y distribución de cosméticos de enjuague que contengan microesferas de plástico. De la degradación de los macroplásticos, es decir, los plásticos de más de 5 milímetros de grande (como las bolsas de plástico, las botellas de agua y las envolturas de dulces) también resultan microplásticos. Asimismo, también los nurdles o pellets, esas bolitas de plástico “crudo” que se utilizan para fabricar materiales de plástico, se convierten en estos micropedazos tan amenazantes. ¿Cómo llegaron los microplásticos al mundo y a nuestras aguas? La existencia de los microplásticos se hizo evidente en los años 70, en la costa de Nueva Inglaterra (al este de los Estados Unidos de Norteamérica). Desde entonces su presencia ocupa la mayoría de los cuerpos de agua: mares, océanos, lagos y ríos. Para hacernos una idea de lo acaparadores que son estos “microresiduos”, basta con decir que un 90 % del plástico que se halla en el medio marino oceánico son microplásticos. Al ecosistema marino, por otro lado, llegan de dos maneras, y la primera es a través de las plantas de tratamiento
de aguas residuales. Estos tratamientos están diseñados para depurar el agua que ya no es apta para uso humano, y luego devolverla al ambiente natural. Los microplásticos (como esas microesferas del jabón y del limpiador facial que utilizaste en el aseo) llegan a estas plantas entre las aguas residuales, y son capaces de traspasar el filtro depurador, desembocando, junto con el agua procesada, hacia los cuerpos de agua. En estas plantas de tratamiento también puede ocurrir que, ante una lluvia tempestuosa, las aguas usadas que están a la espera de depurarse se desborden, y corran contaminadas a las vías fluviales. La otra forma como los microplásticos llegan a los cuerpos de agua es mediante la fragmentación de macroplásticos. Es decir, cualquier botella de agua olvidada en la arena se convertirá en pedazos minúsculos al exponerse a los rayos ultravioletas, al viento y a las olas, todo lo que necesita para comenzar a degradarse y, eventualmente, llegar
Foto: Oliver Bencosme Palmer
de agua: las microfibras de nuestras prendas de vestir. Estos filamentos sintéticos se encuentran en telas como trapos de limpieza, ropa de cama, manteles de mesa…, y se liberan en cada lavada. Investigadores, por ejemplo, estiman que un promedio de 1900 fibras individuales, de una sola pieza de ropa, se enjuagan en un lavado.
Playa Pájaros en la Isla de Mona, P.R. Las corrientes marinas arrastran y dispersan desechos plásticos de lugares remotos. 7
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Se observan microplásticos, pequeños pedazos de resinas de plástico y otros desechos marinos en la playa cerca de Bahía Sucia, Cabo Rojo, Puerto Rico.
al mar. De hecho, se menciona que los plásticos no desaparecen del medioambiente, si no que se transforman. Exacto: en microplásticos que se separan y esparcen, ya sea por el ecosistema terrestre o el marino, donde podrían permanecer, según investigadores, hasta más de 100 años. ¿Cómo afectan los microplásticos? Las amenazas que enfrenta el ecosistema marino ante la invasión de los microplásticos aún están en investigación. Los científicos están buscando resolver de qué forma interactúan los microplásticos, los contaminantes que liberan, y también los organismos que se alimentan de ellos. Hasta hoy, los problemas que se presentan están relacionados con la ingesta de estos microresiduos. 8
Es decir, organismos, tanto vertebrados como invertebrados, confunden el plástico con alimento y mueren a causa de inanición. El Dr. Weinstein, por ejemplo, profesor de la universidad The Citadel (Carolina del Sur), y de quien leeremos más adelante, realizó junto a sus estudiantes cadetes una investigación en la que se observaba el efecto de la ingesta de microesferas de plástico en 16 camarones de yerba. Todos murieron a causa de problemas gastrointestinales. Por otro lado, que los corales, peces, camarones, lombrices y un sinfín de organismos y microorganismos se alimenten de plástico no solo trae efectos mortales y sustanciales a nuestro ecosistema marino, sino también al ser
humano. Científicos también hablan sobre la posibilidad de que los microplásticos absorban contaminantes químicos, y estos terminen en nuestro plato de comida en forma de camarón al ajillo. Pongámoslo así: los microplásticos son como esponjas que durante su viaje hacia el mar se empapan de todos los contaminantes que encuentran en el camino; desde los contaminantes del basurero en el que posiblemente se encontraban, hasta los químicos que utilizaron para su fabricación. Toda esta contaminación la ingiere ese organismo que luego se pescará, y que eventualmente compraremos a un pescador en la plaza del mercado. Sí, a este proceso lo conocemos como cadena alimentaria, o cadena trófica: el organismo se come el microplástico y nosotros nos comemos el pescado. Siendo así, que un organismo marino consuma estos microresiduos posiblemente contaminados, es un efecto que no solo debe interesar a los científicos, si no al mundo entero. Glosario aguas residuales – Aguas que se contaminaron luego de ser usadas por el ser humano. depuradores – Aparato o instalación que limpia las aguas residuales. gastrointestinales – Que pertenece al estómago y al intestino. inanición – Debilidad por falta de alimento. ingesta – Introducir comida a la boca. poliéster – Material que se utiliza para la fabricación de telas. sintéticos – Que se obtienen mediante procedimientos industriales y que imitan un material natural.
¿Cómo puedes ayudar a reducir la contaminación por microplásticos? 1. Usa la ropa más de una vez antes de lavarla. Si esta no tiene mal olor, claro, engánchala para que tome aire y reúsala luego. Mientras más se lava una prenda de ropa, más microfibras sintéticas libera. Menos lavado equivaldrá a que menos microfibras se escapen. 2. Compra menos plástico. En vez de botellas de plástico, opta por comprar una botella de aluminio que puedas rellenar con agua antes de salir de casa; lleva, además, tu bolsa reusable cuando vayas de compra. 3. Recoge la basura cuando vayas a la playa. No solo la tuya, si no la que encuentres olvidada en la costa. 4. Colabora con organizaciones. Existen grupos, organizaciones e investigadores que se dedican a estudiar los efectos negativos que producen los microplásticos a nuestro ecosistema. Puedes colaborar con ellos desde difundiendo sus noticias hasta haciendo alguna donación monetaria si tu bolsillo te lo permite. 5. Reporta la contaminación. Si encuentras plástico (o cualquier otro tipo de contaminante) en las costas, retíralo del área, si es posible, o repórtalo a cualquier agencia encargada. 6. ¡Cuenta lo que sabes! Ya conoces sobre los microplásticos y lo mucho que estos pueden perjudicar a nuestro ecosistema. Cuenta a los demás lo que sabes, y sobre todo anímalos a reducir la compra de plásticos, a lavar la ropa cuando sea necesario, a reportar la contaminación y también a colaborar con organizaciones que se dedican a cuidar el medioambiente. 9
Referencias Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Amenazas toxicológicas del plástico. Recuperado de https://espanol.epa.gov/espanol/amenazas-toxicologicas-del-plastico. National Oceanic and Atmospheric Administration. (2017) What are microplastics? Recuperado de https://oceanservice.noaa.gov/facts/microplastics.html. Masura, J., Foster, G. & Arthur, C. (2015) Laboratory methods for the analysis of microplastics in the marine environment: recommendations for quantifying synthetic particles in waters and sediments. NOAA Technical Memorandum. Recuperado de https://marinedebris.noaa.gov/sites/default/files/ publications-files/noaa_microplastics_methods_manual.pdf. National Oceanic and Atmospheric Administration. What We Know About: Plastic Marine Debris. Recuperado de https://marinedebris.noaa.gov/sites/default/files/Gen_Plastic-hi_9-20-11_0.pdf. U.S. Food and Drug Administration. The Microbead-Free Waters Act: FAQs. Recuperado de https://www.fda.gov/Cosmetics/GuidanceRegulation/LawsRegulations/ucm531849.htm.
Desperdicios plásticos depositados en la Bahía Sucia, Cabo Rojo, Puerto Rico. 10
Foto: Oliver Bencosme Foto: Oliver Palmer Bencosme Palmer
Black, L. (2016). Microfibres: The microplastic causing macro-problems in global waters. Lake Ontario Waterkeeper. Recuperado de http://www.waterkeeper.ca/blog/2016/9/8/microfibres-themicroplastic-causing-macro-problems-in-global-waters.
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Ilustraciรณn: Cynthia Lee Gotay Colรณn
Taller internacional sobre evaluación de microplásticos en recursos pesqueros: ¡Puerto Rico presente! Por Cristina I. Ramírez Colón, MA Coordinadora de Alianzas y Alcance Comunitario, Programa del Estuario de la Bahía de San Juan
La basura marina es un problema internacional que afecta los cuerpos de agua, la salud humana y su entorno ecológico. El 80 % de la basura marina se origina de fuentes terrestres. Se estima que el 10 % del plástico producido termina en los océanos, siendo el desperdicio sólido de más abundancia en dichos ecosistemas. En la actualidad, existen estudios acerca del impacto de los plásticos de gran tamaño o macroplásticos en aves, mamíferos y reptiles marinos. No obstante, poco se conoce acerca de los efectos de los microplásticos en el ambiente marino. Se le denomina microplásticos a aquellos pedazos de plásticos menores de 5 mm de diámetro. Estos se dividen en dos categorías: primarios y secundarios. Los microplásticos primarios son plásticos manufacturados con tamaños microscópicos utilizados en limpiadores faciales, cremas, cosméticos y en equipos para realizar descargas de aire. Por otro lado, los microplásticos secundarios son plásticos de gran tamaño que han ido fragmentándose debido a procesos químicos, físicos y biológicos hasta llegar a un tamaño microscópico. Recientes estudios confirman que los microplásticos pueden ser dañinos a distintos organismos marinos, incluyendo peces e invertebrados de importancia comercial. En Puerto Rico es imperativo desarrollar nuevas líneas de investigación sobre el efecto de microplásticos en ambientes marinos. Durante la primera semana de agosto de 2016, la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN) en Coquimbo, Chile, fue el anfitrión del primer curso de entrenamiento sobre evaluación de microplásticos en recursos pesqueros de países del Pacífico Sur auspiciado por la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS). Los profesores del curso fueron los doctores Martín Thiel y Nicolás Ory, junto a la 12
Foto: Cristina Ramírez
Francisco J. Soto Santiago, PhD Especialista Ambiental, FEMA
Francisco J. Soto Santiago analiza un cuadrante de microplásticos en la Bahía de Coquimbo, Chile.
bióloga marina Camilla Gallardo, especialistas en microplásticos de dicha facultad. Biólogos marinos de Perú, Panamá, Colombia, Ecuador y Chile se trasladaron a la UCN para aprender acerca de la teoría y las técnicas de muestreo para estudiar el efecto de los microplásticos en ambientes marinos. Conocimos acerca del curso gracias al doctor Martín Thiel, quien nos invitó a participar del mismo y así representamos a Puerto Rico como el único país fuera de la región del Pacífico Sur. Los objetivos del curso constaron en: 1) evaluar la presencia de partículas de plástico y microplásticos en peces de importancia ecológica y comercial (pelágicos y bentónicos); 2) analizar presencia de microplásticos en sedimento y agua; 3) promover estudios sobre basura marina por parte del sector académico e instituciones nacionales con competencia en recursos marinos y salud humana y 4) contribuir a los esfuerzos globales para abordar los impactos de la basura marina y los microplásticos en los países del Pacífico Sur junto al Caribe representado por Puerto Rico.
Foto: Martin Thiel, Universidad Católica del Norte, Coquimbo, Chile
Foto: Francisco Soto
Cristina Ramírez analiza una muestra de agua e identifica microplásticos encontrados en la columna de agua de la Bahía.
Muestra de fragmentos de plástico encontrados en la arena.
Como invitados especiales, y gracias al auspicio del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR) y el Centro de Neurociencia Ambiental de Puerto Rico (PRCEN, por sus siglas en inglés), tuvimos la oportunidad de participar del curso y analizar 21 estómagos de peces pelágicos con el fin de conocer y descubrir la presencia de microplásticos en el contenido estomacal. Además, tuvimos la oportunidad de analizar muestras de sedimentos de una playa local y muestras de agua de la Bahía Herradura, adyacente a la universidad. Se analizaron un total de 147 especies entre todos los países representados. Un total de 6 microplásticos fueron encontrados en las muestras analizadas.
marinos, incluyendo nuestros recursos pesqueros. También aportaremos a mejorar la calidad de nuestros cuerpos de agua y a su vez proteger la salud humana. Es importante destacar que el ser humano es el actor principal de este fenómeno, por lo que hay que enfatizar en la reducción de la producción de basura, la correcta gestión de los residuos sólidos e hilvanar futuras soluciones para manejar este estresor ambiental tanto en los ecosistemas terrestres como los marinos.
Las herramientas adquiridas en el taller nos permitieron expandir nuestros conocimientos sobre esta precupación ambiental. A su vez, lo que hemos aprendido nos permitirá desarrollar esta línea de investigación en Puerto Rico con el fin de levantar datos, modificar técnicas y buscar soluciones. De esta manera, aumentaremos la resiliencia de nuestros ecosistemas costeros y
Glosario bentónicos – Que están en contacto con el fondo marino. estresor ambiental – Factor externo al organismo, el cual le causa tensión y lo altera o trastorna. pelágicos – Que se encuentran en mar abierto, lejos de la costa. 13
Foto: Diego Ignacio
De izquierda a derecha: Francisco Soto, Camilla Gallardo, Martin Thiel, Cristina Ramírez y Nicolás Ory. Martin y Nicolás fueron los organizadores del curso.
Referencias Boerger, C. M., Lattin, G. L., Moore, S. L., & Moore, C. J. (2010). Plastic ingestion by planktivorous fishes in the North Pacific Central Gyre. Marine Pollution Bulletin, 60(12), 2275–2278. Cole, M., Lindeque, P., Halsband, C., & Galloway, T. S. (2011). Microplastics as contaminants in the marine environment: A review. Marine Pollution Bulletin, 62(12), 2588–2597. Davison, P., & Asch, R. (2011). Plastic ingestion by mesopelagic fishes in the North Pacific Subtropical Gyre. Marine Ecology Progress Series, 432, 173–180. de Sá, L. C., Luís, L. G., & Guilhermino, L. (2015). Effects of microplastics on juveniles of the common goby (Pomatoschistus microps): Confusion with prey, reduction of the predatory performance and efficiency, and possible influence of developmental conditions. Environmental Pollution, 196, 359–362. 14
Hall, N.M., Berry, K.L.E., Rintoul, L. et al. (2015). Microplastics ingestion by scleractinian corals. Mar. Biol.162: 725. Hidalgo-Ruz, V., Gutow, L., Thompson, R. C., & Thiel, M. (2012). Microplastics in the Marine Environment: A Review of the Methods Used for Identification and Quantification. Environmental Science & Technology, 46(6), 3060–3075. Lusher, A. (2015). Microplastics in the Marine Environment: Distribution, Interactions and Effects. In M. Bergmann, L. Gutow, y M. Klages (Eds.), Marine Anthropogenic Litter (pp. 245–307). Cham: Springer International Publishing. Thompson, R.C. (2006). Plastic debris in the marine environment: consequences and solutions. En: Krause, J.C., Nordheim, H., Bräger, S. (Eds.), Marine Nature Conservation in Europe. Federal Agency for Nature Conservation, Stralsund, Germany, 107–115.
El plástico que llaman eco-friendly Por Mariana González González, MA Editora, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico
¿Es posible que el plástico eco-friendly en realidad no sea tan “amigable” para el medioambiente? Como algunos quizás conozcan, el plástico ecológico es ese plástico hecho a base de materia natural (como por ejemplo, de maíz) con la intención de cuidar el ecosistema. Esta buena intención de los ecologistas, sin embargo, y según demostró el cadete John Dekle, estudiante subgraduado de Biología de la universidad The Citadel (Carolina del Sur), podría resultar en una fórmula no tan “amistosa” para el medioambiente. En miras de analizar cómo cuatro tipos de plásticos ecológicos comunes se degradaban en un ambiente natural, el cadete Dekle ideó una investigación que demostraría que estos plásticos son capaces de convertirse en microplásticos que pueden durar en el medioambiente incluso más tiempo que un plástico convencional. El interés del cadete Dekle por estudiar la degradación del plástico ecológico nace en el laboratorio del doctor John E. Weinstein, Decano Interino del Departamento de Biología de la universidad The Citadel, institución militar en Carolina del Sur. Las investigaciones del doctor Weinstein y sus estudiantes han estado activas durante los últimos 5 años, y buscan resolver el origen y los efectos de los microplásticos en las costas de Charleston Harbor (Carolina del Sur). El Programa Sea Grant de Carolina del Sur ha sido uno de los interesados en subvencionar esta iniciativa del investigador y sus alumnos. En este mismo laboratorio, por ejemplo, la cadete Brittany Crocker investigó sobre la degradación de los plásticos convencionales hechos a base de petróleo; de aquí que el cadete Dekle considerara conveniente estudiar su
contraparte: el plástico ecológico. Asimismo, el interés del cadete Dekle para realizar este estudio surge por la importancia de conocer cómo se degrada el plástico ecológico en un hábitat natural, ya que estos no están exentos de terminar como cualquier otra basura convencional. Para realizar esta investigación, en mayo de 2017 se colocaron en un marisma tiras de plástico tradicional, hecho a base de petróleo (tereftalato de polietileno, poliestireno y polietileno de alta densidad), y tiras de plástico de material ecológico (poliestireno biodegradable, polietileno de alta densidad biodegradable, ácido poliláctico y poliláctico compostable). A las 4, 8 y 16 semanas se recolectaron submuestras de estas tiras, que entonces fueron analizadas en el laboratorio. La fragmentación, la transmisión de rayos ultravioletas y el cambio de peso y de composición química fueron algunos de los aspectos que se estudiaron. Lo que se halló al finalizar el estudio de las tiras de plástico se puede resumir con las palabras de Dr. Weinstein: el plástico eco-friendly tarda más en degradar que el convencional, “¡aunque está hecho de maíz!”. Los análisis de fragmentación realizados en el laboratorio, por ejemplo, arrojaron que el plástico convencional (poliestireno) se fragmentó aproximadamente en 9 partículas de microplástico por litro, mientras que el ecológico (polietileno de alta densidad degradable) lo hizo en 23. En los demás aspectos analizados, tampoco se encontraron diferencias significativas:
El estudiante John Dekle revisa las tiras de plástico que fueron depositadas en el área de estudio durante 4 semanas. 15
ambos plásticos, el tradicional y el eco-friendly, reaccionan de forma semejante al estar expuestos en el pantano por 16 días. Para añadir un poco más a esta alarma, el estudio de la composición química entre los plásticos reveló que el plástico sintético se degradó incluso más que su contraparte los ecológicos. Con estos resultados, entonces, el cadete Dekle y el doctor Weinstein, plantean inquietudes en relación a cuán beneficioso resulta realmente para el ecosistema sustituir material plástico tradicional por el ecológico. Como menciona el doctor Weinstein, además, a raíz de esta investigación se pretende informar, sobre todo a los ecologistas, que no porque un plástico esté hecho a base de maíz (es decir, de ácido poliláctico, el componente biodegradable que
mencionamos antes) este será más “amigable” con el medioambiente. Y es que, según añade el mismo Dr. Weinstein, el ácido poliláctico, también conocido como PLA, solo se degrada a temperaturas que se alcanzan en un compostador. ¿Está el mundo habilitado con compostadores? En efecto, aún no lo está. Por más que el plástico hecho a base de maíz llegue a un contenedor de reciclaje, este no se degradará de forma efectiva ni segura; esto sin contar que muchos llegan directamente al vertedero, así que terminarán causando al ambiente el mismo daño que el plástico regular. En conclusión, la mejor opción es reusar y reducir nuestro consumo. Esta es la única alternativa viable para nuestro entorno, una alternativa no solo ecológica sino también económica.
Glosario ácido poliláctico – Material natural que se logra a base de almidones, como el azúcar y la remolacha. biodegradable – Materia que, gracias a elementos naturales, como el sol, el agua y las bacterias, se descompone en elementos naturales. compostable – Que se degrada y sirve como abono natural. compostador – Recipiente que está adecuado para que residuos compostables se degraden. degradación – Cuando algo reduce su tamaño o se desgasta. ecologistas – Que cuidan y defienden la naturaleza.
poliestireno – Plástico económico y resistente. Se encuentra, por ejemplo, en los platos de foam, en los que echamos la comida para llevar. polietileno – Plástico más común. Con este se hacen, por ejemplo, las bolsas plásticas y los envases para el champú. sintético – Producto que se obtiene por procedimientos industriales y que imita uno natural. submuestra – Una parte menor de una muestra original. tereftalato de polietileno – Tipo de plástico sintético con el que se crean envases de bebidas y textiles.
marisma – Terreno pantanoso inundado por las aguas del mar. Referencias Dekle, J. (2017). Eco-friendly plastics: Another possible source of microplastics in Charleston Harbor. The Citadel: School of Science and Mathematics. J. E. Weinstein, comunicación personal, 22 de enero de 2018. S. Cruz Pol, comunicación personal, 12 de febrero de 2018. 16
Foto: Suministrada por el PSGUPR.
El manejo de basura en las playas Por Mariana González González, MA Editora, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico
En el 1988, y como parte de la campaña educativa “Limpia y conserva nuestras playas”, el Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR) organizó el primer recogido de desperdicios costeros bajo el proyecto “Adopta una playa”. Que las playas se librasen de los desperdicios que se encontraban en las costas no era el único motor de esta actividad. El norte, de hecho, era recopilar información sobre el tipo y la naturaleza de los desperdicios que más abundan en nuestras playas. ¿Con qué fin? Con el de reunir datos y registrar la evidencia necesaria para así educar a los ciudadanos y a las agencias del Gobierno, y crear conciencia sobre el daño que ocasionan los desperdicios, no solo al ecosistema marino, sino también a la recreación local y al turismo. Para el PSGUPR era y continúa siendo muy vital que la comunidad y el Gobierno entiendan el gran impacto que los desperdicios costeros ocasionan tanto a los organismos marinos como a nuestras atracciones naturales, y por consiguiente a la economía y a la recreación local del país. Es decir, que en nuestras playas haya desperdicios como plásticos, enseres eléctricos, muebles, gomas de autos, entre otros, amenaza la existencia de organismos y de ecosistemas, como los arrecifes de coral, que ejercen como hábitat para una variedad inmensa de especies marinas, y también como atracción natural. De este renglón, más allá de mantener nuestras playas limpias pensando en embellecer las costas para el disfrute del turista, es crucial reconocer que la recreación local debe ser el motor principal. Que los locales, de hecho, puedan disfrutar de unas playas limpias y un ecosistema marino saludable, es el anzuelo para atrapar la atención de los visitantes. Es decir, los turistas se
atraen más y mejor si tienen la oportunidad de observar a un local gozar y cuidar de sus recursos naturales. Así, para documentar la información durante la recogida de playas, se utilizó una tarjeta de datos. Como dice Ruperto Chaparro, director del PSGUPR, y quien trajo esta iniciativa de “Adopta una playa” a la Isla con la colaboración del Centro para la Conservación Marina en Virginia (Estados Unidos), voluntarios y conservacionistas, “la razón principal para utilizar las tarjetas de datos en las limpiezas de playas consiste en documentar la composición de la basura marina, su procedencia y material de construcción para proponer acciones de política pública, saber quién genera la basura para incluirlo en los esfuerzos educativos, tener una idea de los costos por remover estos artículos, cuánto tiempo permanecerán en el ambiente si no se recogen y cuánto costaría removerlos del medio ambiente” (figura 1 y 2). Entre las categorías de clasificación se encontraban el plástico, el cristal, la gomaespuma (foam), la goma, el metal, el papel, la madera y la tela. ¿Y cuáles fueron los resultados de esta primera limpieza costera bajo el proyecto “Adopta una playa”? En relación a la cuantificación de los desperdicios, con un 43 % el plástico resultó ser el material más abundante en las costas de la isla, seguido del cristal (22 %) y el metal (19 %). Asimismo, también se presentó información sobre la procedencia de estos desperdicios. La figura 3 resume tanto su procedencia como las especies a las que afecta. 17
Imágenes: Suministradas por el PSGUPR.
Figura 1. Tarjeta de datos.
Figura 2. Forma que se utilizaba para registrar los desperdicios que se recogían durante la limpieza de playa.
A partir de la limpieza de costas del 1989, también se comenzaron a clasificar los desperdicios en un listado de los 12 artículos que más se recogieron en la limpieza anual. Este listado se conoce como los “Dirty Dozen”. El orden de la primera docena reportada, en el 1989, se presenta así:
Si bien con los años que se reportaron posteriormente hubo variaciones en relación a la posición de los desperdicios en la Dirty Dozen, el plástico siempre tuvo una presencia notable entre el listado. De hecho, el plástico en las bolsas, los utensilios, las botellas y tapas continúa coronando, como ya veremos, a día de hoy. Su mayor contrincante, valga sacar a colación, es la colilla del cigarrillo, y también es posible encontrar entre la docena artículos como latas de aerosol y bombillas de luz.
1. vasos de plástico, cucharas, tenedores, sorbetos 2. pedazos de cristal 3. chapas de latas de aluminio 4. pedazos de plástico 5. pedazos de papel 6. chapas de metal (de las botellas de vidrio) 7. botellas de vidrio 8. colillas de cigarrillo 9. tapas de plástico 10. bolsas plásticas 11. bolsas plásticas de basura 12. tela 18
Otro órgano gubernamental que se interesó en la dinámica del proyecto “Adopta una playa” fue la Compañía de Turismo. En el 1991, contribuyó con el PSGUPR, y otros colaboradores (como el Ocean Conservancy), en la organización de la limpieza costera. Con la intención de aumentar la atención del país, se decidió enfocar la actividad a un día al año, y fue así como en el 1991 se llevó a cabo la primera “Playa Limpiadas” (“limpiadas” proviene de olimpiadas). La actividad, como narra Chaparro,
Imagen: Suministrada por el PSGUPR.
Figura 3. Fuentes generadoras de basura y especies a las que afecta.
“tuvo exposición en la prensa y se recogieron grandes cantidades de basura y se recicló el vidrio con Owen-Illinois, que era la compañía que reciclaba vidrio en Puerto Rico, para enseñar que esas botellas no eran basura sino materia prima” (figura 4). Asimismo, esta actividad, que contó con una gran cantidad de voluntarios, logró su objetivo principal: cuantificar la basura recogida. De esta misma línea, el DRNA también reaccionó a los esfuerzos que el PSGUPR estaba realizando con los desperdicios costeros. Para el 1999, y reconociendo que su personal no daba abasto para limpiar las 123 playas que tenía bajo su cargo, hizo efectivo el proyecto de “adopción” de playas, que desarrolló también el PSGUPR. La dinámica, en este caso, era que individuos y organizaciones se hicieran cargo, mediante un documento legal, de la limpieza, el mantenimiento y la protección de los recursos naturales. Así, el PSGUPR continuó con la organización y colaboración de “Adopta una playa” hasta el 2004. Entonces, la tienda de buceo Scuba Dogs tomó la batuta de
la organización, y se convirtió en el coordinador oficial de la Limpieza Internacional de Costas (LIC); a partir del 2007 el esfuerzo se entrega a la organización ambiental Scuba Dogs Society (SDS). A día de hoy, de hecho, se reconoce a la SDS como el enlace a la LIC, desde Puerto Rico. Junto a la SDS siguen existiendo, de igual forma, colaboradores como el Centro para la Conservación Marina, y también el PSGUPR, quien, aunque ya no lleve a cabo la organización, siempre está dispuesto a colaborar en lo necesario. La SDS mantiene a través de los años la meta que inició el proyecto “Adopta una playa”; es decir, pretende en sus recogidas de desperdicios costeros, no solo comprender de forma más efectiva el problema que existe desde hace años con los desechos plásticos, sino entender también su impacto socioecológico. Para esta edición de Marejada, la SDS comparte información de su última actividad de recogida de desperdicios costeros. Lo primero que nos advierte la SDS es que, en este evento que se llevó a cabo a mediados de septiembre del 2017, los resultados estadísticos de Puerto
Figura 4. Botella hecha con los vidrios que se reciclaron en la Playa Limpiadas del 1991. 19
COMPOSIÓN DE BASURA RECOLECTADA EN 1988-89 PLÁSTICO 1 % 37.21
FOAM 6 % 6.15
TELA 1 % 1.05 CRISTAL 22 % 22.9 GOMA 1% 0.58
PAPEL 12 % 11.54 MADERA 2 % 2.29 METAL 19 % 19.08
Figura 5. La gráfica de la izquierda, suministrada por el PSGUPR, muestra los resultados de los desperdicios que encontraron durante las limpiezas del 1988. La gráfica de la derecha, suministrada por SDS, muestra los resultados de la LIC del 2017. Ambas posicionan el plástico en primer lugar.
Rico se asimilaron a los que se compartieron globalmente. En palabras de Ana Trujillo, gerente de Proyectos de esta sociedad, “Durante la Limpieza Internacional de Costas (LIC) del 2017, los resultados globales muestran que de los 10 principales objetos removidos 7 eran plásticos. Las estadísticas para Puerto Rico indican la misma tendencia, siendo los plásticos aproximadamente el 70 % (76,161 objetos) de los 10 principales objetos (111,450) encontrados en la LIC”. Estos resultados que nos comparte Trujillo, no solo nos permiten reconocer la alarmante cifra de desechos que continúa existiendo en nuestras costas, sino también deja claro que el plástico, si comparamos la tabla del 1988 con esta del 2017 (figura 5), sigue ocupando los primeros lugares dentro de los registros de desperdicios costeros. Ahora bien, en relación al papel que ejercen los microplásticos en estas recogidas costeras organizadas por la SDS, los datos que se enumeran, según nos explica Trujillo, no ofrecen información alguna sobre estos fragmentos, que son igual o más amenazantes que los macroplásticos. La SDS, sin embargo, sí es consciente de la importancia de recopilar información sobre esta otra amenaza, porque entienden el problema que los microplásticos ocasionan, no solo a las costas, a los ríos y a los océanos, sino también al ámbito terrestre. A razón de esta necesidad, la SDS planifica lanzar para el próximo año, 2018, el Programa de Monitoreo de Microplásticos en las Costas de Puerto Rico. Esta iniciativa, que formará parte de las limpiezas de cuerpos de aguas que realiza la sociedad durante el año, contará con una docena de Capitanes de Costas (voluntarios 20
y líderes ambientales) que monitorearán 10 playas seleccionadas. Alberto E. Martí Ruiz, director ejecutivo de la SDS, comparte con los lectores de esta edición cuál es, según él, el problema principal en relación al plástico y al ser humano: “Nos hemos convertido en una sociedad de desecho. Las botellas de agua, bolsas, sorbetos, frascos de comida, envolturas, pañales, etc. se utilizan una vez y se botan. Mitigar el grave daño que ocasiona el plástico, y su microderivado, al ecosistema implica no su desaparición absoluta, sino la redefinición de nuestro comportamiento”. Así, ante las estadísticas de desperdicios que se recogen anualmente en nuestras costas, queda a la vista que, aparentemente, la única estrategia capaz de ayudar a reducir los desperdicios en nuestras costas es el tan trillado, pero equilibrado, reduce, reúsa y recicla. Como dice Martí Ruiz, “Todos lo sabemos, solo falta voluntad”. Referencias: A. E. Martí Ruiz, comunicación personal. A. Trujillo, comunicación personal. Base de datos de Desperdicios Costeros de Scuba Dogs Society. Chaparro, R. (1989). Limpieza de playas ‘88: Resultados y recomendaciones. R. Chaparro, comunicación personal. Ocean Conservancy. (2018). Clean Building a Swell. 2018 Report Internacional Costal CleanUp.
Foto: John Casell
Danielle Lasseigne colecta arena en Sprat Bay, St. Thomas (Islas Vírgenes de Estados Unidos).
Tu educador responde En la sección “Tu educador responde” queremos contestar las interrogantes y curiosidades de nuestra audiencia. En esta ocasión, Danielle Lasseigne, bióloga marina y educadora, es quien responde algunas preguntas: Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR): ¿Cómo los microplásticos alcanzan su forma “micro” y cómo llegan a nuestro ambiente marino? Danielle Lasseigne (DL): Cuando se fabrican los plásticos, se preparan en forma de pequeños gránulos (también conocidos como granza) y se envían a diferentes fábricas para que se formen y moldeen en los artículos que utilizamos a diario. Además, hay muchos plásticos que ya se fabrican intencionalmente con el tamaño “micro”, como los que se utilizan para jabones de cara y manos. No obstante, estos también se forman a partir de objetos grandes de plástico que se exponen a la radiación ultravioleta y a altas temperaturas por largos periodos de tiempo, haciendo que se rompan en pedazos pequeños al afectarse por fuerzas
mecánicas (como el viento, la escorrentía durante los eventos de lluvia, y cuando los vehículos o personas los pisotean, entre otros). Hay muchas definiciones que responden a qué hace que los plásticos sean microplásticos, pero la definición más común es cualquier pedazo de plástico que mida menos de 5 mm. PSGUPR: ¿Qué les pasaría a los organismos marinos si coexisten con los microplásticos? DL: Los impactos de los microplásticos aún siguen investigándose, pero existen estudios que comprueban que animales como los moluscos y los corales pueden confundir los microplásticos con alimento. Esto conlleva a daños físicos, ya que, al quedarse dentro del organismo, el microplástico puede dar la sensación de saciedad, dañando los órganos internos, o absorbiendo químicos (tales como los pesticidas) que se adhieren al plástico mientras están sueltos en el ambiente. PSGUPR: ¿De dónde viene este interés en los microplásticos? 21
Fotos: Jarvon Stout
Demostración de microplásticos en el St. Thomas Reef Fest. A la izquierda, Danielle presenta desperdicios marinos y ejemplos de microplásticos a los participantes. A la derecha, Mara Duke, colega de Danielle, asiste a una niña a encontrar microplásticos en una caja de arena utilizando un cernidor y un microscopio.
DL: Siempre estuve interesada y apasionada por el ambiente marino, particularmente por los corales, pero los microplásticos no formaron parte de mi interés investigativo hasta que leí un artículo sobre los corales que se comen los microplásticos en Australia. Los investigadores agregaron microplásticos al acuario donde estaban los corales para ver si se los comían, y así fue. Esto conllevó a lo que es actualmente mi proyecto de tesis sobre la abundancia de microplásticos alrededor de la isla de St. Thomas (Islas Vírgenes de los Estados Unidos), al igual que mi participación en eventos de extensión sobre los desperdicios marinos y los microplásticos. PSGUPR: Sabemos que, como educadora, llevas a cabo demostraciones sobre los microplásticos. ¿De qué tratan estas demostraciones y cómo las realizas? DL: Mis demostraciones de microplásticos incluyen una caja de arena que contiene microplásticos, cernidores (filtros) y un microscopio. Usualmente introduzco el tema y les muestro ejemplos de microplásticos que he hallado en algunas de las playas en St. Thomas. Entonces, les pido que me ayuden a encontrar los microplásticos en la arena. Para hacerlo, deben colocar la arena en los cernidores, remover la arena y finalmente ver los cernidores bajo el microscopio para observar la muestra recolectada. Luego de esto, hay una discusión sobre los desperdicios marinos y los microplásticos, y recomendaciones para resolver el problema. 22
PSGUPR: ¡Podemos sentir las microesferas en los jabones cuando nos bañamos! ¿Hay otros productos de belleza y cuidado personal que contengan microplásticos? ¿Qué nos puedes decir de los textiles? DL: Definitivamente hay microplásticos en otros productos de cuidado personal. La pasta de dientes es uno de estos. En algunas marcas, si ves partículas brillosas, como de escarcha, son microplásticos. También puedes saber si un producto contiene microplásticos al leer los ingredientes. Si ves las palabras polipropileno o polietileno, contiene microplásticos. No entiendo la razón de tener microplásticos en la pasta de dientes, pero me han indicado que los microplásticos agregados a las lociones de cara y jabones líquidos de baño son mejores alternativas para la exfoliación que las semillas de albaricoques trituradas. Se ha dicho que las semillas de albaricoques trituradas son de forma irregular y podrían raspar la piel y hacerte ver mayor, mientras que la forma lisa de los microplásticos no es tan abrasiva y te hará lucir más joven. Sin embargo, obviando si esto es cierto o no, las semillas de albaricoque son naturales y se descomponen, y por lo tanto son mejores para el ambiente. Por otro lado, además de incluirse en nuestros productos de cuidado personal, algunas prendas de vestir están hechas de fibras plásticas. Cuando lavamos y secamos la ropa, se desprenden pequeñas fibras que entran al ambiente. Las microfibras son un tema de investigación nuevo y aún no se han evaluado sus impactos, pero se han
hallado en el ambiente marino, en el aire y hasta en el agua de beber embotellada. PSGUPR: En comparación con los macroplásticos, ¿cuál es el mayor problema que enfrenta el ambiente marino debido a la existencia de los microplásticos? DL: El mayor problema que enfrenta el ambiente marino es que los microplásticos causan daño físico a los animales marinos y terminan incluyéndose en la red alimentaria, potencialmente acumulándose en los organismos marinos. Aunque los impactos no se conocen bien (pero están bajo estudio), hay preocupación en torno no solo al consumo de los microplásticos, sino también a los animales marinos que absorben químicos adheridos a los plásticos, integrando los mismos a sus tejidos corporales. PSGUPR: ¿Es posible que los microplásticos amenacen la vida humana? ¿Es posible, por ejemplo, que se vean en nuestros alimentos? ¿Cómo? DL: Es posible que los microplásticos lleguen a nuestros alimentos, y ya hay evidencia de microplásticos y microfibras en los pescados y moluscos que se venden para el consumo humano. Los humanos somos parte de la red alimentaria y el consumo del plástico puede comenzar desde la base de esta red. Los peces y los mariscos juveniles usualmente se alimentan de organismos vivientes pequeños llamados plancton, y para algunos animales es difícil diferenciar qué es comida y qué es un pedazo de plástico. Por lo tanto, consumen plástico mientras buscan comer plancton, y el plástico, al no digerirse, puede permanecer en el cuerpo del animal. Según los peces y los mariscos se consumen por depredadores cada vez más grandes, esos plásticos pasan a formar parte de ellos y, si no se eliminan a través de los procesos normales de digestión, se acumulan. Entonces, si bien los humanos no consumimos los estómagos de los peces, sí existen químicos (pesticidas, retardantes de fuego, entre otros) que se adhieren a los plásticos ingeridos por los animales que sí nos podemos comer. Sin embargo, no sabemos si estos químicos que se pueden ingerir accidentalmente ocurren en concentraciones lo suficientemente grandes como para causarnos daño. Este es un tema que aún está bajo estudio.
PSGUPR: ¿Qué pueden hacer las comunidades para ayudar a reducir la cantidad de microplásticos en nuestras aguas? DL: La manera más importante y quizás la más eficiente es ser un consumidor concientizado. Esté atento a lo que compra y utiliza. Tómese un momento para mirar los productos que va a comprar y asegúrese de que no tenga microplásticos, y deje de utilizar productos macroplásticos de un solo uso (como los sorbetos, las bolsas plásticas de compra y los contenedores de comida). También podemos comenzar a comprar y utilizar artículos reusables (botellas de agua, contenedores de alimentos, sorbetos de metal, entre otros). Otra cosa que podemos hacer es comunicarles a nuestras comunidades sobre el tema y fomentar a que todos tomemos decisiones sabias, y reunirnos para recoger la basura, no solo de nuestras playas, sino de nuestras carreteras. Una vez nos ayudemos unos a otros podemos comunicarnos con nuestro Gobierno local y promover el mejoramiento de las políticas de manejo de desperdicios y lo que se vende en las tiendas. Podemos, además, alentar a las corporaciones a reducir la producción de plásticos de uso sencillo, pero primero debemos demostrar que ya no queremos utilizar estos artículos. ¡Queremos que nuestra audiencia nos haga más preguntas! Pueden escribirnos sus interrogantes a comunicacionespsg@uprm.edu, o utilizar el inbox de nuestra página de Facebook (Sea Grant Puerto Rico).
Glosario pesticidas – Sustancias que se usan para combatir plaga en plantas y animales. retardantes de fuego – Sustancias que se añaden a los materiales combustibles para evitar incendios o disminuir su propagación. polipropileno – Es un polímero (es decir, un compuesto químico, natural o sintético) con el que se hace plástico (como, por ejemplo, envases para alimentos que resisten el lavaplatos) y fibra (como alfombras de interior y exterior). 23
Océano, un mar de microplásticos Por Delmis del C. Alicea Segarra, EdD Especialista en Educación, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico Educadores colaboradores: Doris J. Rivera Santiago y Héctor M. Martínez Rivera Tiempo: Esta actividad durará varios periodos de clase. El maestro lo determinará de acuerdo al tema que se está estudiando y a las necesidades de los estudiantes. Nivel: El maestro adaptará la actividad al nivel académico de sus estudiantes.
Foto: Oliver Bencosme Palmer
Los microplásticos son pedazos de plástico que miden menos de 5 mm. Estos se forman de dos maneras diferentes: por la degradación de los plásticos más grandes a causa del sol y el viento, y por el plástico manufacturado, como la elaboración de microesferas de polietileno y polipropileno, entre otros materiales, que se colocan en algunos productos de belleza, de higiene personal y en medicamentos. Los plásticos, de por sí, ya representan un problema ambiental por los enormes daños que ocasionan a nuestros ecosistemas y a los organismos que habitan en ellos. Así que imagínese el efecto que podrían
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causar los fragmentos de este material a los que, por lo general, no les prestamos tanta atención ya que no son tan visibles como los plásticos de mayor tamaño. Estos microplásticos transportan distintos contaminantes y microorganismos que se establecen en sus superficies y que son nocivos para muchas especies marinas. De alguna manera u otra, una gran cantidad de estos pequeños trozos de plástico llegan al mar y provocan consecuencias graves a muchos organismos que los consumen, ya sea directa o indirectamente. Se estima que más de 8 toneladas de plástico entran
al mar cada año y, por ejemplo, una botella de este material tarda aproximadamente 450 años en degradarse. Si no se toma acción para minimizar su producción, el impacto continuará aumentando significativamente, y continuará ocasionando daños catastróficos a las especies marinas, y al ser humano, que eventualmente consume estas especies.
• Calcular la contribución individual (la huella) de plástico que cada uno deja en su ambiente. • Investigar el daño que causan los microplásticos a los recursos marinos y costeros, cuánto conocen las personas que viven en su comunidad sobre este material y cuánto contribuyen a la producción del mismo. • Desarrollar un plan de acción para minimizar el uso y, por consiguiente, el impacto nocivo de los microplásticos. • Plantear soluciones efectivas para mitigar y disminuir el daño que ocasiona este material. • Tomar acción para ser parte de la solución de este problema. Calcula tu huella ¿Has reflexionado alguna vez sobre cuánto estás contribuyendo a la acumulación de plástico y de microplásticos en nuestro ambiente? Todo lo que utilizamos de alguna manera llega a nuestros océanos y los organismos marinos y costeros se afectan negativamente. Lee cuidadosamente el siguiente cuestionario y calcula cuánto plástico utilizas al año.
Foto: Suministrada por el PSGUPR.
¿En algún momento te has detenido a pensar cuánto plástico consumes y que luego va a parar a nuestro ambiente? ¿Sabes qué productos contienen microplásticos? ¿Cuán informada está tu comunidad sobre este problema tan alarmante? ¿Qué harías para mitigar y disminuir la huella negativa que estamos dejando en nuestro planeta? En este número de la revista Marejada se encuentran los siguientes artículos: ¿Qué son los microplásticos?, El plástico que llaman eco-friendly, El manejo de basura en las playas, Taller internacional sobre evaluación de microplásticos en recursos pesqueros: ¡Puerto Rico presente!, y también la infografía Microplásticos: una amenaza en miniatura y las respuestas de la educadora Danielle Lasseigne, en la sección Tú educador responde. Lee toda esta información que se ofrece, y realiza las actividades que se presentan a continuación y encuentra las respuestas a estas interrogantes.
Objetivos
Estudiantes participantes de una limpieza de playa organizada por Amigos de Tres Palmas en la Reserva Marina Tres Palmas, Rincón, Puerto Rico. 25
Cuestionario Lee cuidadosamente cada una de las preguntas y contéstalas según lo que acostumbras a hacer como individuo (si no eres la persona que hace las compras en tu casa, contesta las preguntas según lo que se utiliza en tu familia). Escribe tus respuestas en el blanco provisto al lado de la pregunta. Luego, realiza la operación matemática que se indica. Al final, suma el total de las premisas. Este total será la cantidad de plástico que utilizas durante un año. 1. ¿Cuántas bebidas compras a la semana en botellas de plástico? Esto incluye desde bebidas gaseosas hasta agua embotellada.
_____ x 52 semanas = ______
2. ¿Cuántas veces a la semana compras una bebida caliente en una taza para llevar?
_____ x 52 semanas = ______
3. Cuando haces tu compra semanal de frutas y verduras, ¿cuántos de los artículos que compras vienen en envases o empaques de plástico? Por ejemplo: 1 bolsa de manzanas cuenta como 1 artículo.
_____ x 52 semanas = ______
4. ¿Cuántos sorbetos de plástico usas a la semana? Más de 10 Entre 5 y 10 Menos de 5 Otra cantidad No uso sorbetos de plástico
10 x 52 semanas = ______ 7.5 x 52 semanas = ______ 2.5 x 52 semanas = ______ ___ x 52 semanas = ______
5. ¿Cuántas botellas de detergente usualmente compras por mes?
_____ x 12 meses
= ______
6. Los palillos de algodón (Q-tips) tienen una vara de plástico o cartón. Si usa los de plástico, ¿cuántos usas por semana?
_____ x 52 semanas = ______
7. Desde que se está cobrando por la bolsa de plástico, el uso se ha reducido hasta un 85 %, pero hay ocasiones en las que no tenemos una bolsa o no tenemos suficientes. ¿Cuántas bolsas de plástico nuevas compras a la semana?
_____ x 52 semanas = ______
TOTAL Este cuestionario fue tomado y traducido del siguiente enlace https://secure.greenpeace.org.uk/page/content/plastics-calculator. 26
Ya calculaste cuál es tu contribución de plásticos al ambiente por año. Ahora realizarás un plan de acción para minimizar el impacto de este material en nuestros recursos marinos y costeros. Para esto, llevarás a cabo una investigación sencilla que te permitirá determinar la forma de disminuir los microplásticos en nuestro ambiente y, por consiguiente, en nuestros recursos marinos y costeros. Realiza el siguiente procedimiento: 1. Busca más información sobre los microplásticos y los daños que ocasionan a los organismos marinos. Identifica el problema que causan estos microplásticos. 2. Busca estadísticas generales de cuántos fragmentos de este material llegan al mar cada año y cuánto ha ido aumentando esta cantidad a través del tiempo. Luego, busca esta estadística por país y determina cuáles son los países que tienen los mayores índices de producción de microplásticos. Construye una gráfica con estos datos. Si tienes acceso a la tecnología, puedes hacerla en Excel. 3. Verifica si existen leyes, tanto en Puerto Rico como en otros países, para prohibir o limitar el uso de este material en productos comerciales y controlar la deposición de los mismos. 4. Prepara un cuestionario sencillo para investigar cuánto saben los miembros de tu comunidad sobre lo que son los microplásticos, los daños que estos ocasionan, si conocen los productos que los contienen y si están tomando alguna acción
para minimizar el impacto de este material a nuestro ambiente y, por consiguiente, a nuestros recursos marinos y costeros (para un ejemplo, comuníquese con el Programa Sea Grant; la información de contacto se encuentra al final de esta Marejada). Selecciona una muestra representativa de tu comunidad, por ejemplo: algunos vecinos, algunos compañeros de escuela y miembros de la comunidad escolar, usuarios de la playa más cercana a tu comunidad, entre otros. 5. También se le ofrecerá a esta muestra el cuestionario sobre cuánto plástico utilizan al año. 6. Analiza los cuestionarios y presenta los datos en tablas y gráficas. 7. Prepara un plan de acción que incluya todo lo que se realizó anteriormente, explica los datos y detalla el plan que propones para mitigar el daño causado por los microplásticos y minimizar impactos futuros de este material a nuestros ecosistemas marinos y a los organismos que habitan allí. El documento debe redactarse en forma de ensayo y debe incluir gráficas y tablas para explicar los datos (para un ejemplo, comuníquese con el Programa Sea Grant; la información de contacto se encuentra al final de esta Marejada). Luego, presenta tu trabajo al resto del grupo de forma creativa. Nota: Para realizar este trabajo, el docente puede dividir el grupo en pequeños subgrupos, en los que cada estudiante asuma un rol o una tarea diferente.
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Foto: Oliver Bencosme Palmer
Plan de acción
Materiales • Hoja de datos (para un ejemplo comuníquese con el Programa Sea Grant; la información de contacto se encuentra al final de esta Marejada). • Lápiz o bolígrafo • Guantes • Cinta métrica • Bolsas para basura • Cernidor de arena (puede hacerse con madera y una malla metálica, es decir, un screen) o un colador de metal grande • Pala pequeña (de jardín) • Balanza • Lupa Procedimiento 1. Selecciona una playa que esté cerca de tu comunidad. 2. Se coordinará la salida al campo para realizar una limpieza de playas, enfatizando en la extracción de microplásticos. Con la ayuda del maestro y las autoridades pertinentes se trabajará en la logística de la actividad, que incluye los permisos correspondientes, la transportación, conseguir los materiales, la comida, entre otros. 3. El grupo debe dividirse en subgrupos de 3 o 4 estudiantes. 4. Al llegar a la playa escogida, antes de comenzar a trabajar, observa detenidamente todo lo que existe alrededor de la playa. Toma fotografías y anota tus observaciones en la hoja de datos provista. 5. Luego, selecciona los puntos de la playa que se desea trabajar. Cada punto será atendido por un grupo de estudiantes distinto. Nota: Si la playa es muy larga, no se tiene que limpiar completa. Lo importante es marcar los puntos (podrían marcarse con 28
el GPS) para que la próxima vez que la visiten, puedan limpiar los mismos puntos y establecer una comparación. 6. Cada grupo se colocará en el punto que le corresponda. 7. Allí, traza una línea recta (un transecto) desde la parte de atrás de la playa hasta la línea de marea alta (frente al agua y de forma perpendicular al agua). Puede ser de 4 m (12 pies).
4 (m) 12 pies
8. Una vez traces la línea, mide y marca 2 m a cada lado de esta. Quedará un cuadro de 4 m2 (12 pies2) aproximadamente. 4 (m) 12 pies
9. Ponte los guantes y busca una bolsa de basura. 10. Dentro de la marca que hiciste, recoge toda la basura que encuentres y colócala dentro de la bolsa de basura. Recuerda tener cuidado con la basura peligrosa, la seguridad es lo más importante. Si tienes dudas sobre la peligrosidad del tipo de basura que encontraste, mejor no la toques. Llama a tu líder para que decida qué hacer. 11. Según vas recogiendo la basura, ve anotando en la hoja de datos el tipo de basura que estás encontrando.
Diagrama: Oliver Bencosme Palmer
Actividad: Limpieza de playa con énfasis en los microplásticos
12. Al terminar de recoger la basura que ves de forma superficial (o sea, la más grande), con la pala de jardín comienza a tomar muestras de arena de los primeros 5 cm (2 pulgadas aprox.) de profundidad (dentro del cuadro que se midió inicialmente). 13. Deposita la muestra de arena en el cernidor o colador de metal grande y ciérnela. 14. Observa, con una lupa, los fragmentos que van quedando. Selecciona los que son de microplásticos y sepáralos
de los demás (véase la “Tabla para la identificación de microplásticos”). 15. Si tienes una balanza, pesa los microplásticos para determinar cuántas libras recogiste. Haz lo mismo con los demás desperdicios sólidos que recopilaron y anótalos en tu hoja de trabajo. Si no tienes la balanza, cuenta cada uno de ellos. 16. Calcula el porciento de cada desperdicio que encontraste, para verificar el porciento que representan los microplásticos dentro de toda la basura que recogiste. Anota este dato en la hoja de datos.
Ecuación para calcular el porciento de microplásticos: cantidad de lbs. de microplásticos x 100 cantidad total de lbs. de los desperdicios recogidos Tabla para la identificación de microplásticos La siguiente tabla muestra los diferentes tipos de microplásticos que podrías encontrar mientras realizas la limpieza de la playa seleccionada. Utilízala para que puedas identificar este material y los puedas clasificar adecuadamente. Tipo
Dibujo
Descripción
Dónde se encuentra
Es pequeña, parecida a una hebra de cabello, y por lo general son coloridas.
Se encuentra en ropa de poliéster o en productos que sueltan pequeñas fibras cada vez que se lavan.
Fragmento
Son pequeñas piezas de plástico con una o más partes o áreas irregulares.
Los fragmentos usualmente son piezas de microplásticos que se rompieron de una pieza de plástico más grande. Con el tiempo estos fragmentos producen más trozos pequeños.
Gránulos de plástico
Son pequeñas piezas de plástico, redondas y lisas.
Los gránulos se usan comúnmente en muchos productos domésticos y comerciales. Por ejemplo: exfoliantes, pasta de dientes y hand sanitizer, entre otros.
Fibra
Adaptada de http://nanaimoscience.org/wp-content/uploads/2015/11/Microplastic-Kit-Independent.pdf 29
Foto: Oliver Bencosme Palmer
¡Remplázalos! En casa también puedes hacer tus propios productos libres de microplásticos. ¡Aquí te compartimos algunas opciones! Remplaza
Por
el jabón corporal con microesferas
el jabón de Castilla (hecho de aceite de oliva); y otros jabones naturales a base de avena, aceite de coco, argán, entre otros
el jabón de manos con microesferas
el jabón de Castilla diluido en agua
el exfoliante de rostro con microesferas
una mezcla de miel con azúcar morena (o aceite de oliva si eres vegano)
el exfoliante de piel con microesferas
una mezcla de harina de café, azúcar morena y miel (o aceite de oliva si eres vegano). ¡También funciona para el rostro!
la mascarilla facial con microesferas
una mezcla de guineo y avena
bálsamo labial (¡sí, algunos contienen microesferas!)
una mezcla de vaselina con aceite de coco
la pasta de dientes con microesferas
una mezcla de aceite de coco con bicarbonato de sodio (baking soda)
el jabón de fregar con microplásticos
jabón de Castilla diluido en agua
Referencias Lebrón, Z., comunicación personal, 12 de febrero de 2018.
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Cándido Miguel De León Nieves Por Cristina D. Olán Martínez, MA Coordinadora de Comunicaciones, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico
Cándido Miguel De León Nieves nació en Ponce y se crió en Jayuya. De la montaña, llegó a la costa para estudiar microbiología en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez (UPRM). Este campo del saber le gusta porque, para él, “es un mundo de organismos invisibles a simple vista, pero con gran importancia y un sinnúmero de herramientas que ayudarán a mejorar el mundo actual”. Al Programa Sea Grant se nos unió en el 2015 como voluntario, por recomendación de un amigo. Ha participado de nuestras actividades educativas y nos ha ofrecido apoyo en el área de Imprenta. Hoy día, ya labora en el Programa, al igual que muchos otros estudiantes. Su trabajo en la imprenta es vital al momento de tener materiales disponibles para los talleres del Programa; de igual modo, nos acompaña y colabora en muchas de nuestras actividades y tareas.
apasiona el dibujo y trabajar en su huerto. El mar también es uno de sus lugares predilectos. “Para mí el mar es un lugar de meditación y conexión con la naturaleza, especialmente en el fondo marino, donde puedo disfrutar de toda la diversidad de organismos y sentirme que estoy en otro mundo”, puntualizó el joven. Cándido planifica completar su bachillerato y continuar una maestría en el campo de la fitopatología. En el Programa Sea Grant agradecemos su trabajo, tanto por su tiempo de voluntariado como por su desempeño como estudiante jornal. Le auguramos mucho éxito.
“Lo más que me gusta de Sea Grant, además de la educación que se brinda sobre la conservación de nuestros recursos marinos, es el trato y el sentimiento de familia que hay en este equipo de personas”, expresó Cándido.
Foto: Pichón Duarte
En su tiempo libre, Cándido disfruta del contacto con la naturaleza. El senderismo, acampar y bucear son sus actividades favoritas. También le
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