Edición especial: Programa de Participación de Capturas

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Fuete y Verguilla E d i c i ó n Especial

mayo 2011

Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez

Programa de participación de capturas

En este número... La estrategia de participación de capturas: Una manera de conservar los recursos pesqueros 2 Las preocupaciones de Paúco 3 El optimismo de Nelson

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La estrategia de participación de capturas: Una manera de conservar los recursos pesqueros

Por: Manuel Valdés Pizzini

L

os científicos, los manejadores de los recursos pesqueros y algunos pescadores

se encuentran en la búsqueda de una mejor manera de protegerlos, mientras se

usan de una manera sabia y justa. Para lograrlo, hay que probar distintas opciones, y una de ellas es la de participación de capturas, o lo que se conoce en inglés como catch shares. Esta medida consiste en asignar una cuota de libras de peces a cada

uno de los pescadores que tienen un record evidente de participación en la pesquería (estadísticas pesqueras, licencia), a lo largo de varios años.

En este momento, los pescadores de chillos de aguas profundas se encuentran,

junto con el Consejo de Pesca del Caribe (Caribbean Fishery Management Council -

http://www.caribbeanfmc.com/) y el Laboratorio de Investigaciones Pesqueras, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, explorando la posibilidad de

establecer un programa de participación de capturas para esta pesquería. Todos están

dando el primer paso: hablar de ello en mesa redonda, de forma abierta y transparente, para explorar si es conveniente para todos. 2


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¿Cómo funciona un programa de participación de capturas? Vamos a un ejemplo, tomando una pesquería imaginaria: la de la cobia. Cada uno de los 6

pescadores de esa especie ha capturado cantidades diferentes a través de los años y, por lo tanto, ha sido responsable por extraer una parte del abasto o la cantidad de peces de unas poblaciones que pueden ser pescadas. Este programa se asegura que los pescadores tengan una cuota

asignada, según su esfuerzo en el pasado. La cantidad total de peces que pueden capturarse (por todos los pescadores) debe permitir que el recurso, en este caso, las cobias, puedan renovarse

y reproducirse de una manera saludable, como para sostener la actividad pesquera, además de mantenerlo condiciones óptimas para seguir fructificando en los años venideros.

Digamos que en esa pesquería imaginaria de las cobias hay 6 pescadores, cuyo promedio de

captura anual, en los últimos diez años (2001 al 2010), ha sido de 200 libras por pescador. En

el 2001, capturaron un total de 4,000 libras y al año siguiente 3,000 libras. De ahí en adelante,

fluctuaron las capturas. Por ejemplo, un año estuvieron por debajo de las 1,000 libras, aunque

luego se estabilizó. Según los biólogos y los economistas pesqueros, se determinó que es posible pescar entre 1,500 y 2,000 libras anuales (entre todos los pescadores), sin afectar la biología de las cobias. Es decir, que pueden seguir reproduciéndose, si se captura esa cantidad.

Pero… no todos los pescadores son iguales. Uno ha capturado el 30% del total (digamos que se

llama Homero), Ulises el 20 %, mientras que Héctor ha capturado 5%, la cantidad menor. Los otros tres han capturado 15% cada uno. El sistema de participación de capturas sugiere que, de estar de acuerdo, el total de cobias que se le asignará a cada pescador será igual o parecido a la cantidad

(el porciento o la proporción) que han capturado los participantes en los años anteriores. Con esa fórmula, a Homero le tocarían 600 libras (30%), mientras que a Ulises o Liche (nombre ficticio),

le tocarían 400 libras, lo que equivale al 20% de las cobias. Héctor se llevaría unas 100 libras, ya

que es quien ha pescado el 5% de las cobias, y así según lo que han pescado. Ese bizcocho se lo han repartido, en los pedazos que se muestran en la figura que mostramos a continuación.

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Proporción de capturas de cobias 2001-2010

La siguiente tabla presenta una distribución de las cuotas de libras de cobias asignadas a cada pescador por año y el porciento del total que eso representa. Pescador

Cantidad de libras asignadas

Porcentaje

Homero

600

30%

Ulises

400

20%

Agamenón

300

15%

Telémaco

300

15%

Priamo

300

15%

Héctor

100

5%

2,000

100%

Total

Como les dije, esto no es fácil y el asunto es que hay veinte mil maneras de diseñarlo y hacerlo

que funcione, pero eso es algo que todos los participantes deben discutir y decidir. Las cuotas pueden transferirse de un pescador a otro. Por ejemplo, usted puede vender la suya, o parte de ella, si así lo decide y lo informa. Digamos que Homero quiere retirarse por un año de la

pesca. En su caso, él puede vender su parte de las capturas a otro pescador para que la use. 4


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Pero si Homero quiere poner un negocio más grande de venta de cobias, o un restaurante y, para

ello, necesita un volumen mayor de capturas, en su caso, puede comprarle a Liche su cuota, en caso de que estuviera dispuesto a venderla. Los detalles de cómo se hace todo eso es algo que todos los participantes de la pesquería de la cobia deben discutir y ponerse de acuerdo.

Este programa tiene unos requisitos básicos. Un programa como este depende de una buena

información de las capturas y la participación de los pescadores con sus estadísticas. Debemos tener una buena información de la condición biológica y ecológica del recurso en el momento

de diseñar el sistema. Una información necesaria e importante es la abundancia del abasto y su potencial para sostener una pesca de X cantidad por año, así como sus cambios y oscilaciones

(unos años hay más y otros menos, o sea, tener en cuenta la variabilidad). Los abastos tienen que ser examinados o monitoreados constantemente para que tengamos una idea del recurso con el

que contamos para hacer la asignación de las cuotas año tras año. Y, claro está, todos, pero todos

los participantes tienen que cumplir con lo establecido: capturar solamente la cuota que les toca y nada más. Para ello, debe existir un programa de cotejo y de vigilancia en el mar y en los muelles, para hacer cumplir las estipulaciones. Si alguien incumple, el sistema se viene abajo, y el abasto puede colapsarse y no recuperarse jamás. Si todos cumplen y se lleva al pie de la letra, es muy

probable que el programa les asegure una pesca saludable, el recurso pueda renovarse y hasta

aumentar, en cuyo caso, puede adjudicarse cantidades mayores en el futuro. La salud del recurso y la oportunidad de reproducirse puede contribuir también a la población de peces de un área y robustecerse.

En Fuete y Verguilla queremos abrir la puerta al debate, las preguntas y las dudas, para contribuir al proceso como facilitadores en pro de todas las partes que participan en este proceso

(incluyendo el abasto de peces). Este es el primer boletín de varios sobre el tema, con el fin de aclarar dudas, levantar interrogantes e ir afinando los detalles de este sistema de manejo, que tiene beneficios para la pesca y los pescadores.

Este artículo está basado en una presentación del economista pesquero Walter R. Keithly, escrito para el Consejo de Pesca del Caribe, y traducido al español.

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Las preocupaciones de Paúco

Por: Jannette Ramos García

P

esca desde la niñez en el área oeste. Vive en Rincón y siente un profundo amor

y respeto por el mar y por su trabajo. Lo conocen como Paúco pero, su nombre

de pila es Edwin Font. Para este pescador, el mar no es una fuente inagotable de pesca, por lo que se deben tener controles sobre ella. Usando la imagen de una

cuenta bancaria, donde guardas dinero y retiras y retiras y no depositas nada, llega el momento en que se vacía, Paúco ilustró la importancia de mantener un balance

en los recursos costeros. De la misma forma en que se protegen las zonas agrícolas, también es necesario proteger los recursos costeros para que los abastos estén saludables.

Paúco cree en el programa de participación de capturas, entre otras cosas, porque precisamente una de la funciones que tiene es proteger el recurso

pesquero. Él asegura que los peces están, pero que hay que saberlos buscar. Sus preocupaciones en torno a la implementación del programa, y a otros temas

relacionados, empiezan y no terminan. Es que los datos no están claros para él. 6


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En primer lugar, con el programa de participación de capturas, las vedas seguirán en vigor.

Otras interrogantes que todavía no han sido contestadas son: Puesto que hay pescadores que retan la validez de estas vedas, ¿los periodos de veda son los adecuados en todas las especies? ¿Qué

estudios sustentan la permanencia de estas vedas? Si se estudiara a fondo el recurso y se arrojara que este se encuentra saludable ¿se sacaría de la lista la especie en discusión o jamás saldrá de la

veda? ¿Va a contribuir la comunidad científica investigando la salud de los abastos pesqueros para de esa forma saber si vale la pena el programa de participación de capturas?

Además, Paúco entiende que la data histórica, en cuanto a las estadísticas pesqueras, va hacia abajo porque los pescadores comerciales no están rindiendo los números reales. Es que ellos

entienden que rindiendo menos salen beneficiados, pues tienen temor de perder las ayudas que brinda el gobierno: Medicaid y el PAN, por ejemplo.

Las preocupaciones y las interrogantes de Paúco no terminan ahí: ¿Cuál es la periodicidad de la cuota? ¿Qué tipo de pescadores serán impactados por la misma? ¿Qué recursos se destinarán a

hacerla valer? ¿De cuánto será la cuota y cómo se determinará? ¿Se impondrá a los pescadores de todo tipo de arte?

En cuanto a las transferencias de cuota, entiende que no todos los pescadores tienen solvencia económica, por tanto, ¿cuán viable es que un pescador pueda comprarle la cuota a otro?

Si la relación es como de 20 a 1 de pescadores recreativos versus pescadores comerciales, ¿quién va a regular a los pescadores deportivos o recreativos? ¿Cuánto pescan estos?

Como vemos, son muchas las preguntas sin respuesta aún. Sin embargo, en una cosa está

claro Paúco y es que hay que proteger los recursos marítimos porque de ellos viven, pero no

imponiendo más vedas, cuotas u otros tipos de regulaciones sin que medien estudios que apoyen y corroboren las decisiones que se tomen.

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El optimismo de Nelson

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Por: Jannette Ramos García

N

elson Crespo es un pescador comercial, rincoeño, de pargos de profundidad. Como tantos otros, ha experimentado periodos de tiempo, los que llama

de vedas naturales, que le han impedido salir a ganarse el sustento. Estas vedas

no son otra cosa que las inclemencias del tiempo, los vientos y los cambios en las

corrientes marinas. Cuando ocurren estos cambios en las corrientes, corre el riesgo de perder equipo que luego resulta muy costoso reponer. Si hay mal tiempo o los

vientos son muy fuertes, sencillamente, no puede salir a pescar y, si no sale a pescar, no puede ganarse su sustento. Nelson entiende que otro escollo, en el camino de los

pescadores, es que en Puerto Rico existen unos 200,000 pescadores recreativos versus 867 pescadores comerciales. En los fines de semana, en los que estos pescadores

recreativos –a los que ellos llaman weekend warriors salen a pescar, pueden alcanzar a pescar la misma cantidad de libras de pescado en ese fin de semana que los

comerciales logran, pero en mucho más tiempo. Aunque Nelson entiende que todos

tienen derecho, la situación se torna desleal cuando los pescadores recreativos venden sus capturas de forma ilegal, a precios tan bajos, que ellos no pueden igualar y que 8

amenazan con colapsar sus mercados.


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Nelson es un pescador proactivo y se involucra en todo lo que tenga que ver con el oficio que practica desde muy joven. Él viajó a Seattle, Washington, para escuchar conferencias que le aportaron conocimientos y experiencias de otros pescadores que se dieron cita allí. Es ahí

donde aprendió el concepto de catch shares que por esta agua se conoce como participación de

capturas. Lo que es más, él entiende que implantar un programa de participación de capturas, en el área oeste de Puerto Rico, y que sea solamente para los cerca de 200 pescadores de pargos de profundidad de dicha zona, puede contribuir a solucionar el problema que las vedas naturales

imponen sobre ellos. Eso sí, haciendo claro que para que este programa funcione, los pescadores

tienen que ofrecer, con mucha honestidad, sus estadísticas de pesca, ya que las cuotas de captura se asignan a base de ellas.

En sus propias palabras, las ventajas que ofrece este programa:

1. Se elimina la sobre-pesca y se reduce la pesca incidental.

2. La pesquería es más segura porque puedes salir al mar, puedes escoger los días que vas a pescar sin tener la preocupación de que se va a lograr el tope del límite de captura.

Cuando vas a salir, tienes cuota, números y nadie te los puede quitar. Es decir, no te ves obligado a salir porque tienes una cuota asegurada.

3. Mejora el ingreso y el estado socioeconómico de todas las personas involucradas porque tienes control del área; por consiguiente, eliminas al pescador recreativo y al pescador furtivo, ya que tu lancha estará identificada como participante del programa.

4. Le garantiza al pescador una parte del bizcocho.

5. Controlas el mercado al controlar el precio y sacas del medio al pescador recreativo, al pescador furtivo. Actualmente, hay 867 pescadores comerciales registrados en el Laboratorio de Investigaciones Pesqueras (DRNA), de los cuales menos de 200

ejercen esa pesquería. Cuando eliminas el recreativo y el furtivo, esas cantidades tan altas de pargos de profundidad que ellos pescaban se van a quedar en el agua. Como

consecuencia, la pesquería va a estar más saludable, puesto que la otra parte, que no se sacaba del recurso, está ahí. Van a haber más peces, pero peces más grandes.

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Al preguntarle a Nelson que si le encontraba alguna desventaja al programa, este contestó que; “La única desventaja que yo le encuentro es que si no hacemos las cosas con las reglas que se tracen,

no va a funcionar. Aquí tiene que ser un grupo, caminando hacia una misma dirección. Si cada cual empieza a tirar pa’ su lao no va a funcionar, pero el catch share es una herramienta de trabajo bien importante y yo creo que debe trabajar.”

Estudio tras estudio han demostrado que los pescadores prefieren ser sus propios jefes, y que

valoran su independencia de criterio y de decisiones. Ésa es una de las características esenciales de la cultura de los pescadores. Esto abona al optimismo de Nelson, porque: “Lo bonito de este

programa es, que el pescador es el que va a hacer sus reglas.” Además, él entiende que tienen de

dos a cinco años para poner el programa a prueba y, si a partir de ese término no funciona o no se

ejecuta como se debe, el programa se puede eliminar y regresar entonces a las antiguas prácticas: “Pero se debe tratar, no tenemos nada que perder y sí ganar bastante.”

Pescadores de Rincón: Roberto Ruiz y José Roberto Padilla. 10


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Roberto Ruiz, José Roberto Padilla, Santos Mejías y Xavier Mejías 11


Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez Programa de Colegio Sea Grant Recinto Universitario de Mayagüez Call Box 9000 Mayagüez, Puerto Rico 00681-9000 Tel: (787) 832-8045 Fax: (787) 265-2880 E-mail: fueteyverguilla@gmail.com seagrant@uprm.edu Página electrónica: http://www.seagrantpr.org

Sobre Sea Grant La misión de Sea Grant consiste en conservar y usar, de manera sustentable, los recursos y los ecosistemas marinos y costeros de Puerto Rico. Para alcanzar su misión, el programa cuenta con proyectos de investigación, de educación y de extensión marina. Sobre el CIEL El CIEL es un centro interdisciplinario para el estudio de procesos sociales costeros. Ponemos atención a la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Colaboramos en planes de manejo de las reservas naturales y marinas. El CIEL es subvencionado por el Colegio de Artes y Ciencias, el Instituto Caribeño de Arrecifes de Coral y el Programa Sea Grant del Recinto Universitario de Mayagüez. Nuestra página es: http://amp-pr.org/ciel Esta revista ha sido producida con fondos para mejoras en los servicios de extensión para las pesquerías (Fisheries Extension Enhancement Grant) del Programa Sea Grant.

Fuete y Verguilla es... • una revista para el sector pesquero. • un medio para informar y dialogar sobre asuntos de interés y de importancia. • una manera de estar al día. • su revista.

Esta edición especial de Fuete y Verguilla se publicó bajo la dirección de Manuel Valdés Pizzini. Fue supervisado por Jannette Ramos García. La diagramación y el diseño gráfico estuvieron a cargo de Jannette Ramos García y de Johanna Guzmán Castillo. Los artículos son producto del esfuerzo de Manuel Valdés Pizzini y Jannette Ramos García. La edición del texto estuvo a cargo de Mydalis M. Lugo Marrero. Las fotos fueron tomadas por Jannette Ramos García y editadas por Johanna Guzmán Castillo. La impresión fue llevada a cabo por la Imprenta del Programa Sea Grant, Sección de Comunicaciones y Publicaciones, dirigida por Cristina D. Olán Martínez. El jefe de impresos es Guillermo Damiani González.


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