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DESDE LA HUMILDAD Y EL COMPROMISO
from INFORMATIVO 34
by SECREPROVES
ARCOS DE LA FRONTERA - CÁDIZ.
"En reconocimiento a los 128 años de labor religiosa, asistencial y social de las Hijas de la Caridad en Arcos de la Frontera.
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Revestido de la solemnidad con que saben imprimir en Andalucía las grandes celebraciones, el pasado día 11 de Mayo, tras la imposibilidad de llevarlo a efecto en el mes de Enero como se había previsto, a resultas de este virus que nos atenaza, tuvo lugar la bendición y dedicatoria a la Inmaculada Virgen María de la Medalla Milagrosa del edificio que acoge a una nueva residencia de cuarenta plazas de capacidad, todas ellas aptas para personas asistidas, erigida por Aura Cuidados en su complejo asistencial y sociosanitario del Lago de Arcos.
Presidido por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis, Don José Rico Pavés y concelebrada por el Párroco de Nuestra Señora del Carmen y la Santa Cruz en cuya demarcación se ubica el Centro del que es además Capellán, Rvdo. P. Juan Antonio Vital Santos; del coadjutor de la Parroquia arcense de San Francisco, Rvdo. Padre Iván Carrera Orellana y del Rvdo. Padre Thomas Joseph Hennigan Wall, capellán del Monasterio del Corpus Christi de la Orden de Mercedarias Descalzas de Arcos de la Frontera, tuvo lugar emotiva y solemne función religiosa con la activa participación de los residentes y profesionales del nuevo Centro, a cuyo término el Sr. Obispo procedió a bendecir las instalaciones y a descubrir artístico azulejo, obra del prestigioso ceramista Alcarazo, en el que se representa la imagen de la Santísima Virgen con la siguiente inscripción "En reconocimiento a los 128 años, (1890-2018), de labor religiosa, asistencial y social de las Hijas de la Caridad en Arcos de la Frontera, Aura Cuidados, deseosa de perpetuar y hacer presente cuanto bien hicieron las Hermanas en nuestra Ciudad, dedica a la Inmaculada Virgen María de la Medalla Milagrosa este
edificio que fue inaugurado y bendecido por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Asidonia-Jerez, Don José Rico Pavés, el 11 de Mayo de 2022".
Finalizada la celebración se sirvió un pequeño ágape en el que el Sr. Obispo y demás concelebrantes departieron con los residentes, profesionales y equipo directivo del Centro como colofón de una emotiva jornada que quedará para siempre en la memoria de quienes tuvimos la oportunidad de vivirla, patentizando nuestro agradecimiento a tantas y tantas Hijas de la Caridad como pasaron por nuestra ciudad, acompañándonos y haciendo el bien a las que Aura Cuidados, con la dedicatoria de este edificio, quiere recordar como emotivo gesto de agradecimiento.
El día 13 de mayo llegó una información de la Diputación de Sevilla donde expresaba que en el día de la Provincia se iba a hacer entrega de los honores, galardones y distinciones a las personas e instituciones con la excelencia como seña de identidad. Y nos comunicaban que la Diputación de Sevilla había concedido la Medalla de Oro de la Provincia de Sevilla a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, “por su labor de atención a los más desfavorecidos cumpliendo con un servicio humanitario de gran valor en los tiempos que corren”. La entrega de la Medalla fue el día 23 de mayo en la sede de la Diputación de Sevilla.
Palabras de S. Mª del Carmen, Visitadora:
“…cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer”. Lucas 17,10
Al recibir la noticia de que la Diputación de Sevilla ha concedido a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl la Medalla de Oro, que se concede con motivo del Día de la Provincia, brota en nuestro corazón de forma espontánea un sentimiento de gratitud por ser receptoras de esta distinción tan inesperada como gozosa.
En primer lugar, este reconocimiento, pone de manifiesto que para la Diputación Provincial de Sevilla no es indiferente la situación en la que viven muchas personas desfavorecidas, ya que premia a quienes dedican su vida y su misión a tratar de aliviar y mejorar las condiciones de vida de estas personas.
Sí, nuestra presencia en esta hermosa e histórica ciudad, se remonta al año 1836 en el que llegaron a la Casa Cuna o Inclusa las primeras Hijas de la Caridad, y desde esa fecha son muchos los rostros de pobreza a los que hemos intentado dar respuesta, aunque la labor más conocida sea, quizá, la que desarrollamos en los Comedores sociales, nuestro servicio se despliega en un amplio abanico: Residencia de mayores,
atención a menores tanto en Colegios como en Hogares infantiles, atención y promoción en Casas de acogida a personas de la calle, con adicciones, a mujeres víctima de trata, a inmigrantes… como decía San Vicente “no hay miseria alguna que sea ajena a las Hijas de la Caridad”. Este es un buen momento para recordar a todas las Hermanas que nos han precedido y que, silenciosas y constantes, dieron su vida sirviendo a los hermanos empobrecidos, especialmente en esta Ciudad, así como a todas las personas que, antes y ahora, colaboran diariamente con nosotras, como profesionales o voluntarios.
El reconocimiento que nos hacen mueve nuestro corazón al agradecimiento pero sobre todo nos impulsa y afianza en nuestro compromiso para continuar la misión de ir hacia los más pobres, a las periferias… como nos invita el Papa Francisco, no solo a las geográficas, sino sobre todo a las “existenciales” que están presentes muy cerca de nosotros.
Las Hijas de la Caridad, por vocación y misión, seguiremos sirviendo con dedicación y alegría a todas las personas que se encuentren en cualquier situación de pobreza.
Sor Rafaela Martínez, Consejera de Obras Sociales y Menores, recogió la Medalla y dejó escrito como dedicatoria en el libro:
"Agradecidas por la Medalla de Oro recibida en reconocimiento del servicio prestado a