REVISTA CULTURAL Nยบ51
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MONSTRUOS
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EDITORIAL Algo golpea fuertemente la puerta. Sobresalto, inquietud. A través de la mirilla, una enorme masa amorfa. Sin ojos, sin manos; sin cabeza ni corazón. Un monstruo indefinible que, con cada golpe, hiere, debilita, machaca el cuerpo, la mente y el alma. Qué quiere de mí?
Qué quiere de mi? No tengo nada. No soy nada, sólo una presa para ese monstruo. Que me dio pan y me lo quita. Que me dio techo y me lo arrebata. Que me dio ilusión y me aplasta. Quiere acabar conmigo, con mi vida. Y no tengo espada con la que luchar ni escudo con el que defenderme.
No tengo nada, vendí lo que tenía. No hay televisor, microondas ni estufa. No hay trabajo, ni comida, ni calor. Se acabó la ayuda. Queda miseria, depresión, lástima, lágrimas y mierda.
SEDE son: Carlos Fernández Luz González Pilar Gutiérrez Pedro Ruiloba Recaredo Ruiz Silvia Saiz Juan Villegas Adrián Alcorta Elena Urtiaga Laura Díez Leyre Rodríguez
Diseño y Maquetación Adrián Alcorta Diseño de Portada Eva Mercadal Agradeciminetos Sehila Bravo Eva Mercadal
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Edita Web Asociación Cultural SEDE www.sederevista.com Complejo Deportivo Oscar Freire 39300 Torrelavega CANTABRIA Tel. 616 17 09 16 teatrosede@gmail.com
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MONSTRUOS
articulo
Nuevos Monstruos Monstruos y miedo.
el hombre podría hacer, camina por la vida espantando monstruos.
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Algunos de esos monstruos, como he tratado de explicar, los construyó en beneficio propio la religión. Otros, nacen de la propia inseguridad con la que caminamos por la vida. Al no saber de dónde venimos ni adónde conduce nuestro peregrinaje, surge el corporativismo y nos sentimos más protegidos entre los que vemos. Se diría un “nacionalismo biológico” que termina por ver como ajenos y peligrosos a los “extranjeros”, que en este caso son aquellos que ya no están transitando por la vida: los muertos.
os palabras que comienzan con la misma letra y que caminan indisolublemente unidas a través de la historia de la humanidad. Si hubiera que hacer un escrutinio sobre aquello que ha aterrorizado a los hombres por considerar que la fuente que producía su pánico era un monstruo encontraríamos infinitas respuestas. Las religiones han contribuido poderosamente a sembrar en el inconsciente colectivo figuras de esa naturaleza: demonios travestidos de serpientes, demonios amparados en formas humanas para tentar al virtuoso… Cualquier cosa valía para infundir terror, porque las religiones han construido su imperio precisamente sobre esa piedra: el miedo. El miedo, y la ignorancia. De ahí que durante siglos el saber fuera exclusivo de las castas sacerdotales, y fuera imposible acceder a él si no se habitaba en los templos, monasterios o abadías. El miedo es un gran negocio. Y la creación de monstruos al servicio del poder, también. El hombre se siente solo, indefenso, en un mundo al cual llega sin saber desde dónde lo hace, y del cual se marchará con rumbo igualmente ignoto. Y durante ese paréntesis, durante ese tránsito que dura un puñado de años contabilizados de un modo ingenuo, como solo un ser desamparado como
La hemos tomado con los muertos, a pesar de que no dan quebradero alguno de cabeza (no hablan, no dan codazos, no se manifiestan ni tampoco votan al partido que no nos simpatiza) Todas las cosas que no hacen los muertos son justamente las que hacen los vivos y, con frecuencia, nos incomodan: hablar, dar codazos, manifestarse o votar al partido que no nos simpatiza. Pero no contentos con tener monstruos creados por las religiones o por nuestro “nacionalismo biológico”, hemos acostumbrado a exorcizar temores o vicios propios construyendo inolvidables personajes literarios. Y llegado este momento, debo hacer reverencias a las figuras de Drácula, Frankenstein, Mr. Hyde y tantos otros con los que pasamos horas inolvidables. Sin duda, son criaturas que resultan útiles, terapéuticas, para
de
Mariano F. Urresti
expulsar anhelos y suspiros ocultos en nuestras personalidades. Mientras son creados y leídos, es posible que no decidamos dejar libres aspectos de la personalidad humana que, ocasionalmente, se activan y terminan conformando un nuevo grupo de monstruos. Me refiero a hombres que parecen no serlo. Tipos como Jack el Destripador, Charles Manson, o Jeffrey Dahmer “El carnicero de Milwaukee”. Una derivada de estos últimos la conforman aquellos que, desde su evidente anomalía humana, apuestan por imponer un terror no espiritual, como el de los religiosos, sino político. Francisco Franco, Hitler, Heinrich Himmler, Stalin… son ilustres ejemplos de monstruosidad. Pero ahora que ya les hablé de los monstruos religiosos, de los inofensivos muertos siempre tan mal tratados, de las criaturas literarias, los asesinos en serie y los políticos genocidas, ha llegado el turno para la modernidad. No hay peor monstruo que aquel que no puedes poner rostro. El miedo a la oscuridad, ese terror primitivo, animal, que nace de la soledad humana se han encarnado en un ser mitológico sin cara, sin cabeza ni cuerpo. Una criatura voraz, sanguinaria, insensible, que habita en las sombras y desde su reino de brumas despedaza a familias enteras, obliga a los gobernantes a inmolar inocentes en el altar del sacrificio de déficit. Les hablo de LOS MERCADOS.
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Una educación para el mercado El proceso privatizador a escala mundial de la educación, conjuntamente con otros servicios del e“ stado del bienestar”, no escapan al paradigma neoliberal imperante que busca nuevas cuotas de negocio en todos los aspectos de la vida. Este proceso va de la mano de estrategias de desprestigio y ruptura de la concepción de la educación como un derecho a proteger por la sociedad, garante de la igualdad de oportunidades y apuesta de futuro.
E
l desmantelamiento progresivo de la enseñanza pública no sólo incluye el control monetario de negocio mediante privatizaciones sino que va mucho más allá, promoviendo soluciones mercantilistas tanto en la gestión, como en el ideario educativo, métodos, currículos y prácticas pedagógicas en los centros de enseñanza.
de Charo Morán y Beatriz Errea, Comisión de Educación de Ecologistas en Acción
Recortes en la pública, incremento de fondos para la concertada y privada Estamos asistiendo a una gran movilización de profesores, padres, madres, jóvenes y sociedad, en general, en contra de los recortes en la educación pública y el desvío de fondos hacia la concertada y la privada. En España, los primeros conciertos de centros privados surgieron con el gobierno de Felipe González, justificado en una mayor demanda de escolarización con respecto a la oferta que la escuela pública podía ofrecer en ese momento. Sin embargo, lejos de convertirse en un apoyo transitorio y minoritario, se fue incrementando progresivamente lo que ha conducido a la doble opción, concertada y pública, que compiten por los recursos de las arcas públicas. A modo de ejemplo, en el Estado español se dobla la media europea en porcentaje de escolarización en centros concertados, siendo este porcentaje del 50% en algunas comunidades autónomas, en las que se está haciendo una clara apuesta por la enseñanza privada. Sin embargo, los conciertos educativos, aunque más conocidos, no es el único mecanismo que se está utilizando para financiar la escuela privada. También se destinan fondos públicos a ayudas para material educativo para profesorado y centros, se financian actividades extraescolares, se facilitan exenciones fiscales a familias o bien se ceden gratuitamente
terrenos públicos para la ubicación de nuevos centros privados, incluso de élite. En el Estado español, los centros privados y concertados corresponden mayoritariamente a la Iglesia católica como resultado de una situación ventajosa, que proviene de tratos de favor del pasado y que supone un presupuesto público en educación de más de 3.500 millones de euros al año, más otros 600 destinados a los salarios del profesorado que imparte religión católica [1]. Todo un ataque a la libertad de creencia propia de un estado aconfesional. En algunos de estos centros se dan situaciones que deberían haber quedado en el pasado como la segregación por sexo, tanto de alumnado como de profesorado. Estos recortes a la enseñanza pública no solo se están produciendo en etapas escolares obligatorias. El presupuesto destinado a la educación infantil, prácticamente privatizada y con normativas que cuestionan su carácter educativo, a la enseñanza de adultos y a programas de educación ambiental, entre otros, se ha visto seriamente reducidos.
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Otra vuelta de tuerca: las grandes empresas dentro de la escuela Según datos de la UNESCO, la educación mundial supone un capital de dos billones de dólares anuales, suculento botín para grandes empresas y capitales financieros. Así, en Inglaterra, empresas vinculadas a la venta y fabricación de armamento se han hecho cargo de la gestión de varias escuelas, incluso algunas de ellas cotizan en bolsa. En EE. UU., Alemania, Austria y Holanda hay una gran presencia publicitaria en los centros y las propias empresas diseñan el material educativo, publicitando sus productos y lavando su imagen. No es de extrañar que los libros de texto estén forrados con imágenes de marcas de cereales o en su interior haya anuncios de colonia y marcas de ropa deportiva. Aunque en el Estado español este fenómeno es, todavía, incipiente, es frecuente que las editoriales de los libros de texto hagan regalos a profesorado y
centros, se oferten actividades extraescolares en las que se visitan las instalaciones de las grandes empresas mostrando las bondades de sus productos a las consumidoras y consumidores futuros, o bien marcas de yogures o de productos de higiene impartan charlas sobre dietética o sexualidad. Existe el peligro de que, como ha ocurrido en otros países, la falta de recursos en los centros suponga una vía de entrada de las empresas en el sistema educativo, imponiendo los fines lucrativos sobre la calidad de la enseñanza.
Introduciendo la lógica neoliberal en el sistema educativo La política educativa sirve para reproducir el propio sistema socioeconómico, apostando por la eficacia, productividad y competitividad propias del ideario económico, al servicio de la sociedad de consumo, del mercado y de la empresa [2]. En el Pacto Educativo propuesto por el Ministerio de Educación se promueven las ideas, métodos y prácticas propios del mundo empresarial que guíen los objetivos del siste-
ma educativo, introduciendo incentivos de rendimiento académico, la excelencia, el esfuerzo, la disciplina y baremos de comparación entre centros independientemente de las características de su alumnado [3]. Los centros educativos se gestionan, cada vez más, siguiendo el modelo empresarial, devaluando el protagonismo y participación de la comunidad educativa a favor de equipos directivos formados para la gestión, que pasan a ser los valedores de la Administración y sus directrices en algunos centros docentes. De esta manera, se promueve una educación acrítica y disciplinada que el sistema socioeconómico demanda. El futuro para el alumnado está en prepararse para conseguir un empleo asalariado, mantener el estatus de consumidor y, así, la aceptación social. La problemática de la inserción laboral está por encima de la integración social y política de las futuras ciudadanas y ciudadanos. Un utilitarismo enfocado a la empresa que inactiva el interés e inacción ante los retos de futuro que se plantea a la sociedad, tales como la crisis socioambiental. Así, de la educación integral se pasa a la formación necesaria para una adecuada empleabilidad. El mercado laboral necesitará una minoría con alta cualificación en competencias para el
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mercado, que conozca el idioma inglés, lengua de la globalización y de la empresa, así como las nuevas tecnologías de la información. Una formación que será fundamental para competir en el contexto de progresiva pérdida de derechos laborales, bajada de salarios y grandes tasas de desempleo juvenil. Pero, también, seguirá siendo necesaria una masa acrítica y dócil, mano de obra para empleados marginales y con paupérrima remuneración económica, única alternativa para aquellos que “no han aprovechado adecuadamente las oportunidades educativas que tuvieron”. De esta forma, con el deterioro de la escuela pública que facilitaba la igualdad de oportunidades, las élites accederán a aquellos empleos de mayores salarios y responsabilidad en el mundo globalizado, gracias a su “libre elección” de centros privados favorecidos con desgravaciones fiscales y ayudas institucionales, concertados subvencionados por la ciudadanía y centros de “excelencia”. Sobre esta premisa de libertad de elección de centro, ante el deterioro de la pública (incremento de las ratios por aula, reducción de recursos, falta de apoyos, etc.), que impide el poder atender adecuadamente a la diversidad, las madres y padres de clase media deciden abandonar la escuela pública, preocupados por la supuesta bajada del nivel educativo. Progresivamente, las alumnas y alumnos con necesidades educativas especiales y migrantes, se escolarizan en la escuela pública (hasta el 80%), que debido a los recortes, no dispondrán ya de los equipos de orientación pedagógica, aulas de enlace, apoyos lingüísticos, etc. Ésta será la única opción para las clases sociales desfavorecidas que se concentrarán en centros de “segunda categoría”. La oferta educativa pasa a ser un bien de consumo más. Se argumenta insistentemente que los consumidores tienen derecho a elegir libremente la opción que prefieren para la educación de sus hijas e hijos. El derecho individual como consumidor, soportado con fondos públicos, está por encima del derecho colectivo que apueste por una
educación de calidad que garantice la igualdad de oportunidades y desarrollo integral de todas las personas. Sin embargo, esta supuesta libertad de elección no es tal. En realidad, son los centros privados concertados los que seleccionan al alumnado que le interesa, una clientela de calidad. A través de variadas estrategias, como la promoción de matriculaciones directas de alumnado procedente de sus propias escuelas infantiles privadas inaccesibles a las clases sociales más desfavorecidas. Y consiguiendo aportes económicos “extra” a través de actividades
extraescolares, uniformes, material escolar o comedor, que hacen que sea inviable la presencia de niñas y niños con familias de bajos recursos. Otra forma de competitividad en la escuela son las pruebas de nivel que se efectúan por parte de las administraciones y que suponen, tras su publicación, una competencia desleal con los centros públicos de zonas desfavorecidas y del medio rural, en los que poner una nota les desprestigia frente a los demás centros. Unas notas altas suponen un señuelo para captar alumnado hacia los centros,
9 lo que obtendrá, a su vez, una recompensa con mayores fondos públicos. Sin embargo, es evidente que una adecuada evaluación de la calidad de la educación debería tener en cuenta la evolución del alumnado con respecto al punto de partida, más que con los resultados numéricos de las pruebas de nivel.
la escuela pública que, de momento, sigue siendo el garante de acceso a la educación aunque sea deficitaria. La función subsidiaria de este sistema público sería la formación de los sectores sociales desfavorecidos y sin futuro académico, toda una estrategia de segregación y consolidación de la estratificación social.
Ante esta situación estructural de segregación de “buen” alumnado y “mal” alumnado, íntimamente relacionado con la clase social, se transmite la individualización del fracaso escolar, causante de los problemas en los centros, como si estuviese al margen de este deterioro del sistema educativo. Se les culpa de no aprovechar las oportunidades que se les ofertan, de falta de esfuerzo, y se justifica de este modo, la mayor dotación de recursos al alumnado que verdaderamente lo va a aprovechar. Se trata de personas prescindibles para el sistema que engrosarán en mayor medida las bolsas de desempleo y la exclusión social, pasando el periodo de educación obligatoria “retenido” en los centros contra su voluntad o desviados hacia itinerarios formativos de menor prestigio social.
Mientras estos aspectos se potencian, los currículos [4] y valores necesarios para el mantenimiento de una vida que merezca la pena ser vivida para toda la población y los retos que se plantean ya en el presente, tales como la insostenibilidad ecológica e inequidad social, aparecen en el sistema educativo de una forma tangencial y sin un análisis certero que nos conduzca a la búsqueda de verdaderas soluciones.
Los centros privados y concertados se concentran en las ciudades, donde se da más oportunidad de negocio y posibilidad de captar una clientela más adecuada a sus intereses, mientras que las zonas rurales con poco alumnado o zonas suburbiales son atendidas por
Se favorece la individualización y competitividad frente a lo colectivo y la cooperación. La homogenización y segregación en clases frente a la diversidad y heterogeneidad que supone vivir en sociedades complejas. El beneficio a corto plazo frente al largo recorrido que conduciría a los cambios de modelo. Lo incuestionable del sistema socioeconómico frente a la incertidumbre de los retos que se plantean a la especie humana y, con ella, toda la biosfera, que deberían promover soluciones verdaderamente democráticas. La falacia de una economía no sujeta a límites, apoyada en un tecnoentusiasmo desbordado y el crecimiento
Notas 1 La prórroga de un Concordato firmado con el Vaticano en tiempos de la dictadura franquista supone para el Estado español más de 6.000 euros anuales destinados a la Iglesia Católica. 2 Consultar aportaciones del sociólogo de la educación Ignacio Fernández de Castro: LINK 3 En el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, los servicios públicos, como la educación, pasan a llamarse Servicios Económicos de Interés General (SIEG) estableciendo que la gestión de estos servicios se sujetarán “a las normas sobre competencia”. 4 Cembranos F., Herrero Y. y Pascual M. (Coords): El currículum oculto antiecológico de los libros de texto. Editorial Popular, Madrid 2007.
continuo en el uso de energía fósil no renovable, materiales y generación exponencial de residuos, frente una vida más austera y autogestionada que minimice el impacto del Homo economicus sobre la Tierra y, con ello, nuestra propia posibilidad de supervivencia.
Escuela en transición: una respuesta a la crisis ambiental desde el colegio - Grupo promotor escuela en transición CEP Zurbaran Hace no mucho tiempo, el CEP Zurbaran, inspirado en el Movimiento de Transición [1] arrancó un proceso de reflexiones y cambios para impulsar el proyecto de Escuela en Transición, con la perspectiva ambiental como eje central. Su trabajo se dinamiza por un grupo promotor –destinado a desaparecer en poco tiempo– que se organiza en áreas de trabajo. En este momento, existen cuatro: difusión, energía, alimentación y ocio no mercantilizado [2], concretadas en las
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siguientes acciones: difusión del proyecto entre la comunidad escolar con talleres, video-forums, blog y charlas sobre transición, pico del petróleo y cambio climático.
último, confecciona un programa de ocio en familia centrado en el tiempo libre y relaciones no mercantiles. Se estudiará la creación de un banco del tiempo.
El grupo de alimentación: creación de un huerto escolar gestionado por la comunidad escolar. Es estudiará la mejora de la alimentación escolar a través del producto local y ecológico. El grupo de auditoría energética del centro realizada conjuntamente con el alumnado y toma de medidas correctoras sobre eficiencia y ahorro. Y el
A partir de este momento la comunidad escolar tiene la posibilidad de hacer suyo el proyecto e impulsarlo; ese es el reto porque, como dice el Movimiento en Transición: el proyecto irá donde tenga que ir desde la base de la participación.
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CAFE NOSTALGIA
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Bienvenidos todos a una gran velada en el “Café Nostalgia” ¡Parece mentira que se haya reunido tanta gente!. Menos mal que nuestro local es mágico y a medida que se va llenando, los huecos se agrandan y surgen más asientos para los que van entrando. Todos los que nos tomamos un café bien caliente y aromático tenemos la necesidad de mirar en la mirada, de sentir que nadie está solo... aunque sea por un ratito. Hemos vuelto hacia atrás, a nuestra mirada infantil, a nuestros miedos aprendidos. - ¡Que viene el coco! Quién no tuvo miedo de tal exclamación? Todos, en algún momento, hemos echado un vistazo debajo de nuestra cama con el corazón encogido. ¡Y no había nada!. Repetimos el café. Siempre es mejor repetir de lo bueno. Con el aroma de un buen expreso vamos disipando esos miedos de niño. Somos capaces de reconocer, desde la torre de la edad, las tonterías mayúsculas que nos paralizaban. Y ahora? Qué somos capaces de desterrar de nuestra vida? Resulta que con la experiencia que nos da el cumplir años, el vivir... hacemos bien poco por cuestionar nuestros pensamientos limitantes. Ya no tenemos cocos, ni hombres del saco, ni siquiera tenemos a camuñas. Tenemos hipotecas, recibos del coche... Tenemos inculcados a fuego los “miedos sociales” de los que los más depravados sacan sus beneficios. Nos hemos vuelto a reunir en el “Café Nostalgia” y llegamos a grandes conclusiones para ser más felices. Nos hemos declarado responsables de nuestra propia vida y tenemos a los grandes “cocos” actuales condenados a cadena perpetua.
Juro que no les voy a llevar ni un triste bocadillo, aunque tengo mis dudas sobre si tendrán o no un abogado... del diablo. Reconfortados por nuestra decisión de tomar las riendas de nuestras emociones y de nuestra vida, hemos salido al jardín del “Café Nostalgia”. En este espacio nos hemos reconocido y hemos recuperado la cercanía del abrazo. Os invito a mi jardín... Hay un jardín encantado que se ha escapado de un cuento. Se agazapó en mi maleta y se calzó mis zapatos. Quiere ponerse mi traje, el que me gusta... el morado. En la solapa de musgo cuelga sus brotes blancos, se adorna con hojas verdes y pétalos colorados. ¡Me cuenta que está buscando! Sueña jardines de cuento, de los que están encantados. Quiere ser uno de ellos y se refugia en mis manos. En una tarde de otoño nuestros ojos se encontraron... los colores siguen siendo de primavera y verano, y se acostó dulcemente en el lecho de mis brazos.
por Rosa Gema Rebolledo Bolado
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MONSTRUOS por Javier Perales
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Monstruos de cemento y hormigón echando raíces de metal que crecen hasta poseerlo todo, se adueñan de secretos de dormitorio, de la calma a puerta cerrada. Monstruos con ladrillo y argamasa se elevan hasta violar un cielo somnoliento antes inalcanzable. La quietud les da su fuerza, la paciencia macerada necesaria que carece de pena de calendario dotándoles de un aura inmortal. Monstruos de acero y gasolina, hábitat en forma de velo artificial cubriéndonos con un falso abrigo que adolece de falta de razón, como hombre de hojalata en busca de un corazón de carne. Monstruos, monstruos, monstruos carentes de la sangre en vena que una vez les dio la vida.
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MONSTRUO FELIZ
Después del final nació una palabra mezcla de horror y belleza, entró al mundo saliendo de una temblorosa boca como si huyera o pretendiera huir de algo o de alguien que habita dentro o fuera de sí. Nació una palabra y con ella el silencio con su séquito de niebla y verdad, como si empezara o diera por finalizado el pacto hecho con el azar.
por Eduardo Villanueva
Nunca nadie decidió otorgar a esa triste y hermosa palabra un significado, quizás no lo necesite pues no hay ser en la tierra que no identifique ese alarido como el dulce delirio de quien aplaude al haber llegado exhausto a la cumbre del Absurdo.
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PRESTIGE 10 AÑOS
“El Ejército logró limpiar las costas gallegas de aquellos mazacotes de petróleo que el Prestige y la incompetencia política vertieron sobre el mar. Un ejército de seres humanos pacifistas y ecologistas que, sin coroneles ni órdenes de mando, ejerció cariño, ternura, afecto y respeto para su MadreMar. Nunca más.” Gustavo Duch. Revista El Ecologista. Noviembre 2012.
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FOTOS.
CARLOS FERNร NDEZ
mรกs fotos
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por Javier Blanco Obeso
engo una imagen grabada en la mente. Una pequeña película publicitaria, no durará más de dos minutos. En ella, en blanco y negro, vemos a mujeres jóvenes y atractivas subir a un autobús. Todas sonríen. Una voz en off nos anuncia que se trata de “ayudantes del ejército“. Vemos a estas mujeres enviar telegramas, abrir sobres, realizar llamadas telefónicas. Por la tarde irán al comedor del ejército y luego tienen la tarde libre para visitar ciudades extranjeras, hacer deporte y escuchar música. Además recibirán una paga. Quién no querría trabajar como “ayudante del ejército“? Estas chicas son empleadas civiles de la Wehrmacht y la película está rodada en la Alemania nazi. Se trata de un vídeo propagandístico para captar a jóvenes alemanas para trabajar en el frente.
La juventud sirve al Führer
Jugend dient
dem Führer! -
La Alemania de principios del siglo XX era, con excepción de círculos artísticos y bohemios, extremadamente retrógada y conservadora. Dentro de la familia regían estructuras patriarcales anquilosadas en la época imperial. Los niños y jóvenes de 1930 vivían generalmente en un ambiente de control estricto por parte de sus padres. Las mujeres tenían un rol perfectamente definido, sometido absolutamente al varón. En este marco, apareció un movimiento nuevo y moderno, el nacionalsocialismo.
La imagen que normalmente tenemos del Nacionalsocialismo alemán es la de un régimen de terror y represión. Por supuesto tenemos razón. Pero lo que olvidamos a menudo es que al lado de brutalidad y violencia sin límites, los nazis desarrollaron una política de seducción y engaño sin precedentes en la historia. Los dos pilares del nacionalsocialismo eran seducción y violencia. Primero intentaban atraerte con la seducción. Si aún así te resistías, entonces desplegaban la violencia inmisericorde que conocemos de películas y documentales. El monstruo del nazismo era un monstruo bello y letal, que supo ganarse a millones de ciudadanos que vivían electrizados por la figura de su Führer.
Y no es que los nazis fueran precisamente feministas, ya que asignaban a la mujer un papel reducido casi al de dar hijos al Reich. El partido creó dos asociaciones juveniles, la HJ (Hitlerjugend, juventudes hitlerianas) y BDM (Bund Deutscher Mädel, federación de chicas alemanas). Los fines de semana, los chicos iban de acampada: marchas nocturnas, ejercicios de tiro, juegos de guerra y diversas actividades al aire libre. El sistema estaba creado para fomentar la camaradería, el sacrificio, el espíritu de lucha y la entrega absoluta al Führer. En resumen, para crear el soldado perfecto. Pero eso a los chavales de diez y doce años les daba igual. Ellos solo veían la posibilidad de salir por unos días del represivo ambiente familiar. En el caso de las chicas, aunque siempre debían asumir el rol secundario en la sociedad y su papel de madres y esposas amantísimas, durante su niñez y juventud podían realizar actividades parecidas a las de los chicos. El objetivo aquí era crear la compañera perfecta del soldado nacionalsocialista. Una mujer fuerte y orgullosa, capaz de criar un alto número de hijos mientras su marido se encontraba en el frente e inculcar a su prole los principios del nacionalsocialismo.
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Culto al cuerpo
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Culto al líder
Cuando uno visiona capítulos del “NODO“ nazi, se sorprende al ver imágenes que difícilmente se podrían ver en la España franquista. Jóvenes soldados que se lanzan desnudos a una piscina, muchachas con poca ropa brincando al son de un silbado. También en el arte encontramos un culto a la desnudez y el músculo. El alemán de raza aria se caracteriza por su vigor, salud de hierro y fuerza física sobrehumana. Estos atributos deben ser mostrados sin pudor, ya que son la base del pensamiento nazi. En el arte empiezan a despuntar artistas como Arno Breker, un escultor cuyas obras se convierten en referente del nazismo: cuerpos escultóricos e
Hay una fotografía en la que vemos a Hitler sentado en una mesa, dentro de una habitación minúscula. Seguramente se trata de un sótano. Delante de él se han colocado unos treinta jóvenes mirando a Hitler fijamente. La foto es sin duda una escenografía preparada, pero el efecto que consigue es impresionante. Todos los jóvenes miran a Hitler con más o menos admiración, pero hay una chica en primera fila que lo mira con arrobo, como se mira a un marido en la noche de bodas. El culto al líder de la Alemania nazi era total y absolu-
Körperkult hipermusculados con referencias clásicas. El culto al cuerpo busca contraponer el ideal ario (rubio, alto, espigado, musculoso, de mirada franca y directa, ojos azules, sin un gramo de grasa) con el de razas inferiores (tez oscura, mirada evasiva, espalda curva, tendencia a la obesidad, flojedad generalizada). En el nivel más bajo de todas las razas los nazis colocaban a los judíos. Este culto al cuerpo le da al movimiento una pátina de modernidad y de belleza, incluso de erotismo, que lo hace especialmente atractivo para los jóvenes. El nacionalsocialismo supo como nadie canalizar la energía romántica y soñadora de los jóvenes en su propio beneficio.
to. Mujeres embarazadas intentaban por todos los medios que el niño naciera el día exacto del cumpleaños de Hitler, para “regalarle un hijo al Führer“. La palabra de Hitler era ley, y ninguna de sus muchas decisiones (algunas bastante estúpidas) se ponían en entredicho, bajo pena de muerte. Si hay algo que Hitler sabía, era hablar. Como orador era imbatible. En uno de sus discursos, cuando los oyentes estaban embargados de emoción, terminó con un “amén“. Su objetivo era claro: los alemanes debían rendirle culto como a un dios. Y lo hicieron.
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La obra social de los nazis
Propaganda
Cuando Hitler llegó al poder en 1933 se encontró con un país harto de los políticos y de la socialdemocracia, con millones de parados y miles de familias viviendo en la pobreza. Lo primero que hizo fue desmantelar todos los sindicatos, partidos políticos y asociaciones de diferente índole, y las sustituyó por órganos del partido nazi. Estas asociaciones se encargaban de darle al pueblo lo que los políticos de la República de Weimar no habían sabido darle: pan y trabajo. Lo que no sabía el pueblo alemán: para pagar esa enorme obra social Hitler se endeudó hasta las cejas. De hecho, muchos historiadores afirman que en 1939 Alemania solo tenía dos opciones: ir a la gue-
Pero quizás, a pesar de todo esto, algún ciudadano seguía sin estar convencido de las bondades del nacionalsocialismo. Como última arma de seducción, se creó el Ministerio de Propaganda e Información, a cargo del ominoso Joseph Goebbels. El ministro Goebbels era en realidad un artista frustrado, enamorado del arte y especialmente del cine y la fotografía. La propaganda (palabra que en alemán ha quedado como sinónimo de engaño masivo) debía alcanzar hasta el último rincón del Reich. Para ello, los nazis demostraron una visión de futuro fuera de lo común. Supieron aprovecharse de los últimos desarrollos tecnológicos (cine y radio principalmente) para alcanzar a un mayor número de personas. Se hizo popular un modelo de radio especialmente barato, financiado con dinero público. La censura naturalmente era atroz. Las películas tenían todas una fuerte carga ideológica, y el arte se encontraba fuertemente controlado. Se inventó el término “arte descastado“ (Entartete Kunst) para definir el arte que no siguiera los preceptos nazis. El objetivo del arte era ensalzar las virtudes del nacionalsocialismo y de la (artificialmente creada) raza aria. El resto era arte judío, negro o comunista. Con especial
rra o declararse en bancarrota. Pero para 1939 aún faltaban algunos años. Lo que la gente veía eran obras faraónicas y autopistas que había que construir, lo que se tradujo en millones de puestos de trabajo. Además, lo nazis comenzaron una agresiva campaña para sacar a las mujeres y los judíos de las fábricas, las oficinas, las universidades y las administraciones públicas. Con esa capacidad que tenían para ponerle a cualquier cosa un nombre bonito, lo llamaron “campaña contra el terror del doble sueldo“ y “campaña para restaurar el funcionariado profesional“. Lo que se esconde detrás de estas bonitas palabras es: expulsión forzada o “voluntaria“ de las mujeres y los judíos de los puestos de trabajo, con lo que millones de empleos se liberaron, que pudieron ocupar los varones arios desempleados. La asociación Kraft durch Freude (fuerza a través de la alegría) ofrecía a los trabajadores alemanes viajes fuertemente subvencionados a precios irrisorios. Naturalmente todo esto se seguía pagando con la monumental deuda que estaba acumulando Hitler, pero el pueblo alemán solo veía: trabajo y viajes gratis.
saña se persiguió la música procedente de Estados Unidos, como el jazz o el swing. A la pregunta de por qué triunfó el nacionalsocialismo, hay m u c h a s re s puestas. Pero no debemos olvidar una cosa: para los alemanes de la época, era una ideología sumamente atractiva. Era una ideología que supo ganarse a la población con una mezcla sin parangón de “palo y zanahoria“. La historia del nacionalsocialismo debe servirnos como ejemplo y lección.
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El Poder y la Política “Un político puede engañar a unos pocos todo el tiempo, y puede engañar a todos por poco tiempo. Pero lo que no podrá lograr es engañar a todos, todo el tiempo”. Abraham Licoln pronunció estas palabras que bien pueden ser adaptadas al momento actual. Porque reflejo de éstas, son las constantes protestas fruto del engaño y de la presión que estamos sufriendo. Las continuas manifestaciones a las que estamos acostumbrados últimamente son un reclamo a nuestros derechos, libertades y dignidad. Son un incómodo ruido ante los gobernantes que tienen la batuta del poder y con ella en mano, se creen merecedores de cualquier tipo de privilegio. Desgraciadamente, el poder para ellos se convierte en un derecho que les absuelve de toda falta y que, errónea y diariamente honran. La politíca, hoy en día y para la mayoría, ha perdido cualquier credibilidad y pasa por nuestras vidas con más pena que gloria. El estado de ánimo que invade cada hogar, demuestra el desgaste al que nos está sometiendo. La política, simplemente ha dejado de tener sentido común convirtiéndose en una víctima más de la sociedad. Fracasando en su compromiso de fortalecer al débil, debilitando nuestras finanzas y desgastando nuestra calidad de vida. Es la que ha provocado esta situación de incertidumbre y falta de confianza en el futuro. Es la que nos pone a prueba a diario. El Poder sin culpa, el que transforma y seguirá transformando al ser humano mientras viva. El que contamina y crea adicción. El único que sigue manteniendo la franquicia más antigua y sólida de la historia.
Instrumento demasiado tentador y apetecible que nadie está dispuesto a dejar de lado. El problema es siempre el mismo para quien maneja esa batuta, y es que se magnifica de tal manera, que acaba por perder cualquier credibilidad. No entiendo por qué los medios de comunicación otorgan a los políticos tanto protagonismo, cuando su discurso consta de las mismas palabras gastadas, fruto de meticulosos ensayos. Cuando los veo hablar y gesticular, pienso que son como autómatas intentando cumplir con la parte del trabajo más ingrata, la de dar la cara. Intentando, mientras irrumpen en la privacidad de cada hogar, convencernos de algo. Malgastando palabras que no llenan ningún vacío. Es la política una especie de monstruo disfrazado de buenas maneras y prudentes palabras? O es el poder el que en definitiva engendra los monstruos? Ambos elementos sólo pueden ser representados por personas de extraordinaria brillantez y, en algunas ocasiones, con cualidades nada bondadosas. Porque no podemos olvidar los claros ejemplos que nos ha dejado la historia. El poder en manos equivocadas ha originado muchas veces acontecimientos monstruosos. Pero seamos optimistas y fiémonos de esta célebre frase: “Pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”. Quizás sería bueno valorar estas sabias palabras y confiar que la información que tenemos, es suficiente para hacer que la historia no nos sorprenda con horribles duplicados.
por Ana Heras
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asi desde que nacemos, a los seres humanos nos inquietan ciertas situaciones que podríamos decir que son nuestros “monstruos” o “fantasmas”. Unas veces más realistas y concretas, otras más abstractas, vivimos en constante unión con esos perturbadores “seres irreales”. Desde el bebé que duerme plácidamente en su cuna y de repente “algo” le saca de esa tranquilidad provocándole el llanto (quién sabe si un mal sueño o una pesadilla), hasta el anciano que aun habiendo transcurrido la mayor parte de su vida se sigue sintiendo incapaz de superar ciertos miedos; pasando por el niño que teme a la oscuridad, el adolescente que se siente inseguro, o el adulto (hombre o mujer) que ha cambiado los temores a que le suceda algo malo por los miedos, mucho más intensos, a que ese mal le ocurra a un ser querido, como un hijo, por ejemplo. Esos temores o “monstruos” que nos acechan toda la vida, van evolucionando a medida que nosotros vamos madurando. Cuando somos niños, el temor a los fantasmas, ruidos extraños en la oscuridad, brujas y demás, nos llegan a paralizar por momentos, al mismo tiempo que nos producen cierto morbo que nos hace incluso “buscar” esa sensación de terror. Y es que en el fondo, las personas necesitamos sentir, en el sentido amplio de la palabra. De ahí el éxito que siempre han tenido las películas de terror o las atracciones de feria basadas en producir miedo. A medida que vamos creciendo y comprendiendo que los ogros y las brujas no existen, vamos abandonando esos temores para sustituirlos por otros mucho más reales y que pueden llegar a ser con el tiempo infinitamente más dañinos y angustiosos. Es cuando somos adultos cuando en verdad nuestros “fantasmas internos” llegan a aterrorizarnos. Cuando esos fantasmas que todos llevamos dentro nos salen en los momentos en que más daño nos hacen, como si estuvieran esperando a ese momento de debilidad para atacarnos con todas sus poderosas armas.
Algunas veces, los fantasmas internos de un adulto son errores del pasado que no ha sido capaz de superar. Otras veces, es el temor a cambiar algo de nuestra vida. Podemos estar viviendo resignados una situación que no es la que desearíamos, simplemente por el temor a lo desconocido, a lo que pueda venir si decidimos cortar por lo sano y empezar de nuevo. Ese “monstruo” que nos impide ser libres, es seguramente el más dañino y peligroso de todos. Y curiosamente, es nuestra propia mente quien lo ha creado. Por lo tanto, es ella misma la que, una vez fortalecida, debe vencerlo y fulminarlo para siempre. Como en la vida nos vemos forzados continuamente a tomar decisiones, puesto que siempre tenemos varios caminos posibles que seguir y que de la decisión que tomemos dependerá nuestro destino, otro monstruo que se nos mete en la cabeza es la incertidumbre de si habremos elegido bien en un momento determinado. Cuando las cosas nos van mal económicamente, o en el trabajo, o en una relación de pareja, nos empeñamos en buscar la razón por la que decidimos tan mal en su día. Y nos auto convencemos, influenciados por esos fantasmas malditos, de que si hubiésemos elegido el otro camino ahora seríamos mucho más felices. No obstante, esto es un gran error, puesto que siempre van a existir esas dudas, da igual la decisión que tomemos. Es imposible tomar siempre la decisión correcta al igual que es imposible ser permanentemente felices. Y lo que en un momento de nuestra vida es un ángel de la guarda, probablemente en otro momento distinto, se convertirá en uno de nuestros monstruos amenazadores.
La evolución de y los monstruos q
25 Afortunadamente, aprendemos a convivir con ellos y muchas veces los desechamos nosotros mismos de nuestra cabeza, no permitiéndoles perturbarnos. En otros momentos en que nos sentimos más débiles, podemos incluso necesitar ayuda externa para superarlos. Pero cada vez que vencemos a uno de esos fantasmas, salimos más fortalecidos para que el siguiente nos dañe menos que el anterior. Maduramos y nos hacemos fuertes, tanto que somos capaces un día de vencer tanto a nuestros propios monstruos como a los de nuestros seres queridos. L a m e nt a b l e m e n te, también hay casos en los que el monstruo interno vence a la persona. Son mentes enfermas que no son capaces de salir de esa espiral de angustia y alucinaciones en que les sumen sus fantasmas y en los casos más trágicos llegan a inciarles incluso al suicidio. Para terminar, quisiera reincidir en lo que comenté al principio, sobre la evolución del ser humano y sus fantasmas internos.
de Susana Herrera
el ser humano que le acechan
Al principio, somos niños y lo único que nos preocupa y aterroriza son los seres irreales que aparecen en los cuentos y leyendas. Cuando somos adolescentes, comienzan los monstruos reales a invadir nuestra mente y a tratar de dominarnos mediante los complejos, la inseguridad y el temor al fracaso o al ridículo. Ya de adultos, cuando dejamos atrás ese sentido del ridículo y parece que todo empieza a darnos igual y decidimos decir y hacer lo que pensamos, sin importarnos lo que los demás piensen de nuestras acciones, los monstruos evolucionan con nosotros y nos atemorizan con asuntos más materiales como el miedo a per-
der el empleo, a no poder hacer frente a nuestras deudas o con temas sentimentales como el temor a que algo les suceda a los nuestros. Las madres nos volvemos sobre-protectoras con nuestros hijos pensando erróneamente que si estamos siempre encima jamás podrá sucederles nada malo y quisiéramos tenerlos permanentemente en una urna de cristal, a salvo de todo. Eso nos hace sufrir continuamente y es con toda seguridad el peor de nuestros monstruos. Y cuando llegamos a la vejez, paradójicamente, nuestras desgastadas mentes, que probablemente lo están de luchar contra tantos monstruos que han aparecido a lo largo de nuestra vida, hacemos una regresión a la niñez y volvemos a temer a los monstruos “irreales”, a los que no existen, en forma de alucinaciones que nos angustian a la vez que tememos, en los momentos más lúcidos, también al rechazo o abandono de nuestros familiares o la propia sociedad en la que estamos inmersos. Y así transcurre nuestra vida, entre ilusiones y fantasmas, entre alegrías y tristezas, entre momentos de plena felicidad y rachas de monstruos y angustias. Debemos buscar siempre un equilibrio, tratar de vencer siempre todo monstruo que nos aceche e intentar, en lo posible, buscar la felicidad. Algo que a veces puede resultar muy complicado, puesto que también depende en buena parte de la suerte que tengamos en la vida.
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nobleza
obliga de Luz Gonzรกlez Fernรกndez
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Los inicios son lejanos, debemos remontarnos hasta el Paleolítico Superior. Las huellas de los antiguos pobladores de estas tierras están pintadas en la Cueva de Maltravieso donde podemos observar sus manos en negativo, las puntas de flechas que utilizaban para cazar y restos de animales que componían su sustento. Debemos esperar, empero, a la llegada de los romanos para que podamos hablar de un núcleo urbano. En los años 20 a.c. se fundaría Norba Cesarina, de esta iniciativa nos queda la construcción del Arco del Cristo o Puerta del Río. Pasando los años y, tras unos años de oscuridad y olvido, llegamos al dominio árabe. Los Almohades se hacen cargo de la ciudad y, debido a su importancia estratégica, se dedican a fortalecerla con la construcción de murallas apro-
vechando la antigua romana, ésta y la edificación de grandes torres posibilitarán la defensa de un núcleo que es apetecido por los cristianos en sus conquistas hacia el sur. Son siglos de inestabilidad continua, prueba de ello es que unos y otros, árabes y cristianos, la perderán y la recuperarán varias veces. Así un aventurero cristiano, Geraldo Sempavor, la conquistará en 1116 para perderla poco después. Fernando II, Rey de León, lo intentará de nuevo y la dejará a cargo de los Fratres de Cáceres, una Orden Militar cuya misión es defender la fortaleza. Sin embargo, no tendrán éxito en la empresa porque de nuevo pasará a manos musulmanas. Observamos que Cáceres, por su situación, se convierte en una noble dama que todos quieren secuestrar y someter. Al final, será Alfonso IX el que lo consiga, aunque el modo, si hacemos caso a la leyenda, fue muy poco militar. Este rey no quería fracasar y, para ello, hizo uso de sus mejores hombres. Reunió una embajada y le ordenó que expresara al dueño de la fortaleza musulmana cuáles eran sus propósitos: la inmediata rendición. Al frente de esta delegación estaba un apuesto caballero que no consiguió
la sumisión del jefe musulmán pero sí se enamoró profundamente de su hija, aunque no intercambiara ninguna palabra con ella. En el mismo momento en que el capitán cristiano abandonaba la estancia, una doncella de la princesa le dio un pañuelo. El capitán, al regresar a su tienda, descubrió que dentro del pañuelo había una nota en la que se le pedía acudir a una cita en la fortaleza. Tras un momento de indecisión, por miedo a que fuera una trampa, se decidió a acudir al encuentro. Este fue el primero de otros muchos en que el amor de los jóvenes aumentaba. La doncella le proporcionó una
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llave para que entrara en la fortaleza, haciéndole prometer que sólo la utilizaría para sus encuentros amorosos. El capitán, al principio, acató el trato, pero después pudieron más el cumplimiento de su deber y la esperanza de que podían continuar su amor tras el triunfo cristiano. Con una treta consiguió desabastecer la fortaleza y entrar en ella sin problemas. El padre de la princesa, averiguando lo sucedido, encerró a la joven en un subterráneo y tapió la entrada para que nadie pudiera socorrerla hasta que los musulmanes pudieran recuperar la ciudad. Esto no ocurrió nunca y todavía sigue allí la mujer con sus damas de compañía llorando por su desgracia. La conquista de la ciudad se realizó el 23 de abril, día de San Jorge, de 1229, por esto su patrón es este santo. El rey castellanizó el nombre musulmán (Hizn Qäzris) y le concedió un fuero, según el cual los vecinos debían elegir doce regidores para el gobierno de la ciudad. La ciudad fue repoblándose con miembros de la nobleza castellana, leonesa y asturiana. Su lugar de origen fue determinando el nombre de los distintos barrios. El gobierno de la ciudad, que antes hemos apuntado, dio lugar a numerosas disputas entre las casas nobiliarias. Tanto es así, que asistiremos a batallas dentro de la ciudad que condicionará el tipo de construcción dominante en la población. De esta época es la Cáceres monumental que hoy conocemos, organizada en torno a dos plazas, la de San Mateo y la de Santa María. Alrededor de la primera aparece la igle-
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sia catedral donde destaca un retablo realizado en madera de cedro que conserva el color natural de la madera. En la Plaza de San Mateo tenemos la iglesia del mismo nombre y el convento de San Pablo. Pero no dejemos de analizar esas casas nobiliarias en continua reyerta y las pruebas de su poder: los palacios. Empecemos con los Golfines, esta casa nobiliaria posee sendos palacios en las dos plazas citadas y ambos presentan elementos típicos de cuando eran casas-fortalezas. Continuamos con el Palacio de Mayoralgo, este perteneció a la familia que fundó el primer mayorazgo en Cáceres (institución según la cual solamente el mayor puede heredar los bienes de la familia y así evitar su disgregación). Como vemos, el nombre del palacio y el que era utilizado por la familia es una derivación fonética del nombre de la institución. No abandonamos a la nobleza porque el reinado de los Reyes Católicos los sigue teniendo como protagonistas pero con ciertos matices. Isabel de Castilla se empeñó, desde que sufrió en sus propias carnes cómo las distintas casas nobiliarias podían quitar y poner rey a su antojo, en controlar y dominar a la nobleza. Para ello, evitando posibles sublevaciones futuras, ordenó rebajar las torres hasta la altura del tejado de la vivienda y tapiar las troneras y saeteras. En Cáceres, como en muchas ciudades españolas, observamos unas torres que servirán, a partir de ahora, sólo para vivienda, no para albergar armas. Solamente hay un palacio en Cáceres que no sufrió esta operación, el Palacio de las Cigüeñas, debido a que su dueño, Don Diego de Cáceres-Ovando, siempre se mantuvo fiel a los Reyes Católicos. Además, para evitar los citados enfrentamientos entre bandos nobiliarios, se decidió que los regidores fueran nombrados por la Corona. Toda España cambió en el momento en que Colón decide iniciar el viaje que le llevará a América. Ahora bien, Cáceres y Extremadura en su conjunto se verán muy influidas por este acontecimiento. Ya que muchos serán los que, originarios de estas tierras,
29 se verán impulsados a dejar su casa para vivir la aventura de lo desconocido. Algunos se quedaron en su nueva casa pero otros volvieron y construyeron grandes palacios, ejemplo curioso de este intercambio cultural es el Palacio Toledo-Moctezuma. El nombre ya nos da las pautas de una interculturalidad temprana. Este palacio fue reformado en estilo renacentista, con oro mejicano, por los descendientes de la princesa azteca Isabel de Moctezuma y su esposo Juan Cano Saavedra. Si continuamos con la miscelánea, también debemos hablar del Barrio Judío, donde se disponen las pequeñas casas adosadas a la muralla, rodeando la antigua sinagoga judía, sustituida ahora por la ermita de San Antonio. La huella mudéjar se aprecia, también, en la Casa del mismo nombre. El siglo XVII nos deja una profunda crisis que se constata en el parón constructivo y en la recesión demográfica. El siglo XVIII, sin embargo, será un momento álgido en el andar histórico de la ciudad, prueba de ello son las reformas de edificios y la construcción de otros nuevos. Debemos esperar hasta finales del siglo XIX y principios del XX para que se diseñen los ensanches como consecuencia de un crecimiento importante de la ciudad. Estas modificaciones urbanísticas serán impulsadas por la llegada del ferrocarril. En 1986, Cáceres fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, confirmación de su valía cultural. La belleza de esta ciudad, muchas veces eludida en los circuitos turísticos, es consecuencia de un pasado noble que, sin lugar a dudas, la ha obligado a conservar, inalterable, su elegancia.
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n la quinta acepción de la palabra monstruo nos aparece lo siguiente: “Persona muy cruel y perversa”. Dirán que por qué elijo este significado cuando existen muchos más positivos. El caso es que últimamente me llaman la atención y, más aún, me interesa destacar aquellos seres que siendo crueles y perversos se van de rositas e, incluso, son admirados. El inicio se encuadra en Pakistán y la protagonista es una niña. No, ella no es el monstruo sino aquellos que la disparan a la salida de su colegio. Seguramente, habrán adivinado que me refiero a Malala Yusufzai que fue agredida solamente porque quería seguir estudiando. Si la traigo a colación es porque, aunque ella ha sido conocida en occidente por su hazaña, la mayoría de las veces muchas niñas
como ella son ignoradas. Todavía hay varios países donde la mujer es denigrada por auténticos monstruos machistas que consideran sagrado someter a la mujer hasta límites insospechados. Por lo tanto estemos atentos ya que volver atrás, como observamos en estos días, es muy fácil. Sin embargo, conseguir y mantener derechos requiere lucha de años e, incluso, siglos. Las mujeres tienen alrededor monstruos que las obligan a casarse con hombres que les doblan o triplican la edad; cuyos progenitores las maltratan o matan por amar a hombres que no se consideran adecuados; o viven toda la vida semiesclavizadas trabajando para monstruos que no las consideran sus iguales y que nunca les procuran una palabra cariñosa o una simple caricia.
Cier por Luz Gonzalez Fernández
Continúo con monstruos invisibles que nos controlan, nos manipulan y nos influyen pero de los que desconocemos su voz o cara, aunque, si estamos alerta podemos descubrir sus verdaderas intenciones. Son los especuladores, utilizo esta palabra en su más amplio significado, es decir, aquellos que realizan operaciones comerciales con el afán de obtener lucro. Ustedes se preguntarán qué hay de malo en ello. Pues bien, si se saca un beneficio de manera legal y con justicia (subrayo el término) no tiene nada de negativo. Pero, si el beneficio pasa por utilizar a las personas como un medio y a pesar de su pérdida de bienestar, ahí entramos en el mundo de los monstruos. Les pongo un ejemplo. Actualmente, todos sabemos que la especulación inmobiliaria ha llegado a un punto de saturación que ya no es rentable, por lo tanto tenemos que buscar otros elementos de los que lucrarnos. A pesar de las personas, ténganlo en cuenta. Investigamos y encontramos que la gente necesita alimentarse y que hay muchos países donde es muy fácil conseguir tierras a bajo precio porque los habitantes de esos lugares son demasiado pobres para interponerse en nuestro camino (véase que utilizo la primera persona para facilitar la narración no para empatizar con el monstruo). La especulación alimentaria se ha realizado desde siempre, yo com-
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pro la cosecha al productor antes incluso de que ésta sea recogida. De esta forma, el agricultor consigue un precio fijo y yo, aunque corro riesgos, puedo jugar con el mercado y conseguir ganancias sin trabajar físicamente. Ahora bien, lo que se está haciendo ahora va más allá, además, compro la mayor cantidad de tierras posibles, “convenzo” para que utilicen mis semillas, mi maquinaria y sólo produzcan aquello que a mí me interesa. De esta forma, tengo el negocio asegurado. Las consecuencias son muy graves. En el caso de la especulación inmobiliaria, puedo dejar en el paro a mucha gente, sin vivienda a algunos y arruinar a otros tantos. Sin embargo, si especulo con los alimentos lo que viene después es la muerte. Así de claro. Los habitantes de los países empobrecidos pierden su vida porque lo que están invirtiendo es su propia subsistencia. No existen márgenes de beneficios sino de supervivencia. Y esos monstruos, señoras y señores, son los mismos que nos metieron en el problema en el que ahora estamos inmersos. Por qué no se les ha juzgado? Porque son privilegiados feudales que tratan a los demás como súbditos no como ciudadanos. Defienden la falta de regulación sobre sus negocios para evitar que coarten su ganancia desmedida. Ellos son los monstruos económicos. Desde luego que otra forma de hacer economía es posible pero la ridiculizan ya que supondría un reparto más equitativo de los beneficios y no sólo de las pérdidas. No puedo evitar tratar la figura del monstruo político, aquel que es capaz de todo por conseguir mantenerse en el poder. A lo largo de la historia hemos conocido multitud de ejemplos de masacres de la población amparándose en ideologías de
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distinta índole. Recordemos a Hitler, la antigua Yugoslavia, el enfrentamiento entre Hutus y Tutsis en Ruanda, Corea, Camboya, Nepal y muchos más que son desconocidos porque, en realidad, también hay muertos de 1ª y 2ª fila. Actualmente, estamos viviendo esta situación en Siria. Su presidente, Bashar Al Assad, está masacrando a los ciudadanos que, en teoría, debe defender. La excusa es que los que luchan contra él están apoyados por un sinfín de enemigos del pueblo sirio. Seguramente, el problema de estos monstruos políticos es su paranoia, vivir fuera de la realidad y unas gotas de psicopatía. Sin embargo, la población civil es la que sufre el enfrentamiento de uno y otros con el apoyo de los países limítrofes que buscan beneficios de todo tipo. Mientras tanto, nos encontramos con el desapego, dejadez e incluso crueldad de los países democráticos de Occidente que sólo intervienen cuando los intereses o la vergüenza llegan a límites insospechados. Les aconsejo que no dejen de ver, si no lo han hecho ya, “Hotel Rwanda” y “En Tierra de Nadie”. Aquí se ve la inacción, digo bien, de las Naciones Unidas cuando la opinión pública de los países que la forman no está alerta. Es nuestra responsabilidad; si no azuzamos el corazón de nuestros gobernantes también seremos corresponsables de las matanzas y nos convertiremos en escuderos del monstruo. En una de las película citadas, “En Tierra de Nadie”, el sargento Charlie, integrante del ejército de los cascos azules, afirma lo siguiente: “La neutralidad no existe
habiendo asesinatos. No hacer nada no es ser neutrales (es ya tomar partido)”. El problema es que, a pesar de que las situaciones se repiten, seguimos cometiendo los errores una y otra vez. Como ven, es muy fácil hablar del monstruo si nos referimos al otro pero cuando descubrimos que nosotros mismos lo somos cuando no actuamos o eludimos nuestra responsabilidad el asunto se complica. Es momento de tomar partido ya que, si no los hacemos, al final de nuestra vida, quizás, descubriremos que dejamos un mundo peor que el que nos encontramos.
AYUNTAMIENTO DE TORRELAVEGA