Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 22 • Domingo VI de Pascua, Ciclo A • 29 de Mayo de 2011
Fundado el 4 de junio de 1930. Registro postal IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes INDA-04-2007-103013575500-106
Un Defensor enérgico y con verdad
L
a Pascua florida ofrece a la Iglesia un panorama alentador, y ello por muchos frutos de su gente que, al recibir los sacramentos (sobre todo los bautizados, los de las primeras comuniones, los nuevos confirmados y también los neosacerdotes), nos da cuenta de la riqueza que nos ofrece la Pasión de Jesús en bien de la comunidad. Pero más que nada, nos prepara para recibir el gran Don del Espíritu Santo, la persona misma de Dios que es Abogado y Consolador, el que quiere permanecer a nuestro lado en todas las circunstancias de la vida. La temática de la predicación en estos domingos de Pascua, es fortalecer y consolidar la fe de las comunidades, alejando de ellas los miedos y las indecisiones. Desde siempre, es bueno darle su importancia y un gozo muy bien aprovechado en el ámbito de la vida parroquial.
Una promesa ya cercana
A quince días de que termine la cincuentena pascual, la Iglesia comienza a prepararnos para la gran celebración que la concluirá: la de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, y la manifestación pública de la Iglesia. Podríamos decir que su inauguración. En la lectura del Evangelio de San Juan, tomada de los discursos de despedida de Jesús que encontramos en los capítulos del 13 a 17, el Señor promete a sus discípulos el envío de un "Paráclito", un Defensor o Consolador, que no es otro que el Espíritu mismo de Dios, su fuerza y su energía,
Espíritu de verdad porque procede de Dios que es la verdad en plenitud, no un concepto, ni una fórmula, sino el mismo Ser Divino que ha dado la vida a todo cuanto existe, y que conduce la historia humana a su plenitud. Un Espíritu cargado de sus siete dones, lo que en el lenguaje bíblico quiere decir que nos dará exactamente todo, pero todo lo que se puede necesitar para vivir la fe.
Animarnos a diferentes acciones, buenas e intrépidas
Por eso, Jesús puede decirnos que no nos dejará solos, que volverá con nosotros, que por el Espíritu establecerá una comunión de amor entre el Padre, los fieles y Él mismo. Que ya es tiempo de que abandonemos el ánimo apachurrado y escondido. En la misma Segunda Lectura de la Carta de Pedro, hay una exhortación que con frecuencia se nos repite y recuerda: que los cristianos debemos estar dispuestos a dar razón de nuestra esperanza a todo el que nos la pida. ¿Por qué creemos, por qué esperamos, por qué nos empeñamos en confiar en la bondad de Dios en medio de los sufrimientos de la existencia, las injusticias y opresiones de la historia? ¿Por qué somos capaces de responder públicamente con nuestra fe, aunque sea atacada a diestra y siniestra? ¿Por qué tenemos obligación de no achicopalarnos, ni sentirnos menos, para manifestar nuestras creencias a quien lo demande y en cualquier foro? Porque hemos experimentado el amor del Padre, y porque Jesucristo ha padecido por nosotros; y ahora tenemos a nuestro lado a un Abogado y Defensor. 1
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 48, 20
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga, que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha redimido a su pueblo. Aleluya.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 65, 1-3ª. 4-5. 6-7ª. 16.20 R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: “Tu obra es admirable”. R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Él transformó el mar Rojo en tierra firme, y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya. El que me ama, cumplirá mi palabra -dice el Señor-; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R. Aleluya.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 15-16
Si me aman, cumplan mis mandamientos -dice el Señor-; y yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya. 2
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17 En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan. Estos, al llegar, oraron por los que se habían convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Palabra de Dios. Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 15-18 Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto, y estando en paz con su conciencia. Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres: Él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. Palabra de Dios. EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre, y Él les enviará otro Consolador que esté siempre con ustedes, el Espíritu de verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes. No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, ese me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”. Palabra del Señor.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
El misterio de la Visitación, preludio de la misión del Salvador
C
(31 de mayo)
uando el ángel anunció a María el misterio de la Encarnación, le dijo también que su pariente Isabel había concebido un hijo en su vejez, y ya estaba a seis meses de embarazo aquella a quien llamaban estéril. Poco después, María se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá, Ain Karim, seis kilómetros al oeste de Jerusalén, y a tres o cuatro días de viaje desde Nazaret. Llegada a su destino, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno; Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!». Muchos son los temas de meditación que ofrece este misterio. Conocido el embarazo de Isabel, María marchó presurosa a felicitarla, a celebrar y compartir con ella la alegría de una maternidad largo tiempo deseada y suplicada: ¡qué lección a cuantos descuidamos u olvidamos acompañar a los demás en sus alegrías! El encuentro de estas dos santas mujeres, madres gestantes por interven-
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
ción especial del Altísimo, sus cantos de alabanza y acción de gracias, así como las escenas que legítimamente podemos imaginar a partir de los datos evangélicos, constituyen un misterio armonioso de particular ternura y embeleso humano y religioso: parece como la fiesta de la solidaridad y ayuda fraterna, del compartir alegrías y bienaventuranzas, del cultivar la amistad e intimidad entre quienes tienen misiones especiales en el plan de salvación.
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros, porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén 3
Adoración al Santísimo Sacramento El tan llorado Juan Pablo II puso las bases sólidas para recuperar en la Iglesia la adoración al Santísimo Sacramento. El reciente Sínodo Episcopal potenció mucho esta acción litúrgica. El Misal nos pide como mínimo saludar al Santísimo doblando la rodilla hasta el suelo, tanto al entrar al lugar donde está la reserva Eucarística, como al salir; excepto lo siguiente: si al entrar te vas a quedar arrodillado, no se necesita doblar la rodilla y luego volverte a hincar; igualmente, si antes de salir estás de rodillas, no se necesita hacer una nueva genuflexión. Por otro lado, es una bendición de Dios que ahora el Misal autorice el recibir la Santísima Comunión bajo las dos especies, cada que el Obispo determine esto para su Diócesis; pero hay que saberlo hacer: siempre un ministro debe dar el pan Eucarístico cuando se va a comulgar, no se vale el “self service”, esto es: darse a sí mismo la comunión. Cuando se da bajo las dos especies, el ministro da el pan mojado en el vino, y siempre en la boca del comulgante; o le da el pan y luego le da a beber el cáliz. Pero si otro ministro tiene el cáliz, él debe mojar la hostia que el comulgante pudo recibir en la mano, y dársela mojada en la Sangre de Cristo. No se vale que el mismo comulgante la moje. Y todo esto porque, en la Última Cena, Jesús “tomó el pan, lo partió y lo dio”.
Encuentros para Adolescentes 10, 11 y 12 de junio de 2011 Este encuentro se realizará en la Casa Pastoral“Idelfonso Águila”, en el Deportivo Morelos, frente al Dermatológico.
Te invita a escuchar
“MUNDO FAMILIA” Un programa conducido por Lupita Venegas y Meche Covarrubias Lunes a viernes 11:00 hrs.
1480 AM
Pedidos a domicilio al teléfono: 3613 3043
Pabellón • La Gran Plaza • Plaza Patria • Arboledas • Iteso • Galerías
JUBILEO CIRCULAR 30, 31 y 1°: Lunes, Martes y Miércoles SAN JUAN MACÍAS LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR MADRE DE LOS CREYENTES LA SAGRADA FAMILIA, Canal 58 SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS, Dec. San Pedro SANTA MARÍA, MADRE Y REINA DE LA PAZ SANTA LUCÍA, Tesistán SAN MIGUEL, Santa fe
2, 3 y 4: Jueves, Viernes y Sábado
3, 4 y 5 de junio de 2011
SAN CRISTÓBAL MAGALLANES Y COMPAÑEROS MÁRTIRES SANTA ANA, TEPETITLÁN LA ANUNCIACIÓN SAN JUAN BAUTISTA, San Miguel SAN ANTONIO DE PADUA, El Zalate NTRA. SRA. DEL SOCORRO SEÑOR DE SANTA ROSA, San Martín de Bolaños SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, La Cruz Azul
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