Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Nº 8 • I Domingo de Cuaresma • 21 de Febrero de 2010
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Las Tentaciones y la Cuaresma “
No comió nada en aquellos días…”. Eso dice el evangelista Lucas de Jesús, apenas para empezar su vida pública. Una entrada dura y difícil para entender la Cuaresma y, sin embargo, de una actualidad abrumadora… Todavía hay mucha gente a la que le falta el pan; la pobreza y el hambre siguen siendo signo de nuestra inhumanidad. Por otra parte, hay muy poca gente que voluntariamente hace penitencia, privarse un poco del alimento, ayunar, pues, para poder hacer llegar el pan a otros. ¿Por qué Jesús ayuna al inicio de su vida pública? Quiere ponerle rienda a las tentaciones de las cuales Él mismo se vio afectado, y de una manera intransigente, dura y de sufrimiento en carne propia.
Nada nuevo… tentaciones históricas permanentes La Biblia nos habla de la experiencia del mal en la vida del pueblo de una forma aleccionadora; ciertamente, no han cambiado las cosas a través de los siglos en la mente y en el corazón de los hombres. El mal nos sigue acechando de muchas formas, con diversos disfraces, con astucia refinada; pero en realidad no hay mucho nuevo que descubrir en la debilidad del hombre. Hay en la historia del pueblo tentaciones que pudiéramos llamarlas básicas, que de alguna forma, en alguna etapa de nuestra vida, a todos nos llegan. El pueblo de Dios falló cediendo al materialismo, a la idolatría, a la autosuficiencia y a la ambición. Son exactamente las tentaciones que sufre Jesús en el desierto en los días previos al inicio de su predicación, y al escuchar el Evangelio, de alguna forma nos está descubriendo el antídoto para soportar el peso de la tentación y poder vencer al mal. Continua en la página 4
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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 90
R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío”. R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
No te sucederá desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre tu casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerte a donde quiera que vayas. R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos para que no te tropieces con las piedras, podrás pisar los escorpiones y las víboras y dominaras las fieras. R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
“Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en tus angustias estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de honores”. R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 90, 4
El Señor te cubrirá con su protección bajo sus alas encontraras refugio. 2
NUESTRA MISA DE HOY Del libro del Deuteronomio 26, 4-10
En aquel tiempo, dijo Moisés al pueblo: “Cuando presentes las primicias de tus cosechas, el sacerdote tomará el cesto de tus manos y lo pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás estas palabras ante el Señor, tu Dios: ‘Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto y se estableció allí con muy pocas personas; pero luego creció hasta convertirse en una gran nación, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios nuestro padre, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra humillación, nuestros trabajos y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo protector, con un terror muy grande, entre señales y portentos; nos trajo a este país y nos dio esta tierra, que mana leche y miel. Por eso ahora yo traigo aquí las primicias de la tierra que tú, Señor, me has dado’. Una vez que hayas dejado tus primicias ante el Señor, te postrarás ante él para adorarlo”. Palabra de Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 10, 8-13
Hermanos: La Escritura afirma: Muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, se encuentra la salvación, esto es, el asunto de la fe que predicamos. Porque basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por él. Palabra de Dios.
EVANGELIO Del santo Evangelio según san Lucas 4, 1-13 En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y conducido por el mismo Espíritu, se internó en el desierto, donde permaneció durante cuarenta días y fue tentado por el demonio. No comió nada en aquellos días, y cuando se completaron, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan”. Jesús le contestó: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre”. Después lo llevó el diablo a un monte elevado y en un instante le hizo ver todos los reinos de la tierra y le dijo: “A mí me ha sido entregado todo el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien quiero. Todo esto será tuyo, si te arrodillas y me adoras”. Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”. Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, arrójate desde aquí, porque está escrito: Los ángeles del Señor tienen órdenes de cuidarte y de sostenerte en sus manos, para que tus pies no tropiecen con las piedras”. Pero Jesús le respondió: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. Concluidas las tentaciones, el diablo se retiró de él, hasta que llegara la hora. Palabra del Señor.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén
UN SACERDOTE ME INVITÓ AL SEMINARIO 21 de Marzo, día del Seminario de Guadalajara. “Ven y Sígueme” Entrevista al Diácono Manuel Alejandro García Hernández. ¿Cómo nació tu vocación al sacerdocio? Repasando mi propia historia vocacional no recuerdo algún acontecimiento concreto que, como la luz del relámpago, me haya iluminado de repente para decidirme a ser sacerdote. Tuve la gracia de nacer en una familia cristiana y de tener unos padres que se preocuparon por despertar en mí el amor a Dios y a su Iglesia. Fui monaguillo desde los siete años y participaba con mucho entusiasmo en el catecismo de la parroquia. Cuando terminé mi primaria, un sacerdote me invitó al Seminario. Viví cinco días ahí y tuve la oportunidad de convivir con muchos seminaristas que, con su entusiasmo y su testimonio, me motivaron a ser como ellos. Trascurridos tres años, al terminar mi secundaria, ingresé al Seminario para continuar mis estudios un 3 de agosto de 1997 y viví ahí hasta junio de 2009. Ahora, si Dios quiere, dentro de un par de meses seré ordenado sacerdote ¿Qué personas te ayudaron a conocer y a perseverar en tu vocación? El amor y la oración de mis padres;
el testimonio de generosidad y desprendimiento de los señores Curas que han trabajado en la parroquia donde vivo; la ayuda y la cercanía de amigos sacerdotes que han consagrado su vida a la formación de los seminaristas. Considero que, a quien se siente por Dios llamado al sacerdocio y busca con sinceridad responderle, nunca le faltará la ayuda oportuna de personas que le acompañen, le corrijan y le animen a perseverar. ¿Qué experimentas ante la ordenación sacerdotal que se aproxima? Una profunda alegría que brota de mi corazón. Me siento sorprendido de la grandeza del don que Dios va a depositar en la pequeñez de mi corazón. Por eso, brota también en mí un profundo sentimiento de gratitud al Señor, en quien pongo mi confianza. Si conoces a un muchacho que quiera ser sacerdote o eres tú ese joven, pide informes: Centro de Promoción Vocacional del Seminario Diocesano de Guadalajara, Jarauta 510, Guadalajara, Jal., c.p. 44360, tels. 36172650 y 36185938, correo electrónico: diosllama@yahoo.com.mx
I Domingo de Cuaresma, 21 DE FEBRERO DE 2010
El Significado de la Cuaresma Preparación a la Pascua
Los 40 días
La Cuaresma es un tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia, para prepararnos a la fiesta de la Pascua; así lo señala el Documento del Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium n. 109: “Es un tiempo de preparación a la Pascua en un clima de escucha atenta de la Palabra de Dios y de oración incesante”.
La duración de la Cuaresma es de cuarenta días, es un simbolismo bíblico. Rememora los cuarenta días del diluvio, los cuarenta años de marcha del pueblo judío por el desierto, los cuarenta días de Moisés y Elías en la Montaña y los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar su vida pública. En la Biblia, el número cuatro simboliza el
universo material; seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, llena de pruebas y dificultades.
¿Cómo hemos de vivir la Cuaresma? 1.Arrepintiéndonos de nuestros pecados 2.Luchando por cambiar 3.Haciendo sacrificios 4.Haciendo oración 5.Con ayuno y abstinencia
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La tentación del futuro Ciertamente, la identidad humana no cambia con el tiempo; solamente se va adaptando a las circunstancias nuevas. Y algo que ha pasado siempre, hoy se nos presenta como novedad para hacernos sentir que estamos “superando” la historia, que ahora, si queremos, ya podemos ser sencilla y totalmente autónomos. Esta es la tentación tan antigua y tan nueva. La principal caída del “hijo de Adán” es la autonomía y la independencia respecto de Dios. Es el orgullo de la autosuficiencia, en donde absolutizamos el valor de los medios y del proceder de cada hombre, en donde nos aferramos al materialismo, a lo que podemos contar y poseer. Toda vez que tenemos, podremos dominar a los demás, y es entonces, que Dios sale sobrando, ya es obsoleto, nos estorba en «nuestro dinamismo creativo».
Cuaresma en un mundo destrozado por el egoísmo Jesús, al inicio de la Cuaresma, nos invita a saber poner en su lugar las cosas, ponerlas siempre como relativas, sabiendo que lo único absoluto es Dios mismo. Hay que saber hacer una profesión segura y decidida de que sabemos y queremos depender sólo de Dios, y no ahogarnos en nuestros propios egoísmos. A lo largo de la cuaresma tendremos variados recursos para saber “volver a Dios”; no perdamos la pista de este tiempo interesante y renovador.
La Santa Misa Misal Diario El Señor Grande 36459565 Maximiliano María Kolbe 36287313 Santa Vicenta María Y Vicuña Santa 3646 11 05 San Francisco, Las Pintas 3695 12 55 San Pío X 3811 88 92 Librería del Arzobispado 39424300 Nuestra Señora de Zapopan Estadio 36370664 Señor De Los Rayos 36748825 Nueva Santa María 36451138 Librería San Felipe Neri 36133268 / 36135659 San Miguel Arcangel, Tlaquepaque 36392872 San Onofre 36388229 San Antonio de Padua, Tlajomulco 37980127 El Divino Salvador 3812 27 15 Virgen de la Soledad 36811377 Señor de la Ascensiòn 3823 26 32
Edición mensual INFORMES: 3002 6471
JUBILEO CIRCULAR FEBRERO 22, 23 Y 24: lunes, martes y miércoles SAN JOSÉ DE GRACIA SAN ISIDRO, Oriente SANTIAGO APÓSTOL, Tonalá VIRGEN DE GUADALUPE, El Verde LA SANTÍSIMA TRINIDAD, Santa Cecilia SAN FRANCISCO DE ASÍS, Nochistlán SAN NICOLAS DE IBARRA SAN MARTÍN OBISPO DE TOURS, Cocula SAN PIO DE PIETRELCINA, Hda. Sta. Fe
5, 6 y 7 de marzo de 2010
25, 26 y 27: jueves, viernes y sábado SEÑOR DE LOS MILAGROS, San Pedrito NTRA. SRA. DE TALPA NTRA. SRA. DE LA SALUD SAGRADO CORAZÓN, San Martín de las Flores LA CRUZ DE LA RECONCILIACIÓN, Indígena SANTA MÓNICA, La Barca SAN FELIPE DE JESÚS, Ocotlán SAN JUAN, Tecomatlán SAN MARCOS EVANGELISTA, Cocula
26, 27 y 28 de febrero de 2010
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