IV Domingo Ordinario, Ciclo C 22 de Diciembre de 2024
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
NO. 51
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
En el Evangelio de hoy encontramos a María, una joven que, después de recibir el anuncio del ángel sobre su vocación como madre del Salvador, se dirige a prisa a la montaña para visitar a su pariente Isabel. Este encuentro entre dos mujeres llenas de fe y de vida nos ofrece una profunda reflexión para este IV Domingo de Adviento.
Rápida para servir
En este pasaje se nos muestra cómo María, llevando en su vientre a Jesús, no se queda
quieta; se pone en camino y va al encuentro de Isabel. Su prontitud para ayudar y compartir la alegría es un signo del amor que lleva dentro, el amor mismo de Dios.
María, con su “sí” incondicional, nos muestra la disposición a servir y a llevar la presencia de Cristo a los demás
Así, este encuentro es mucho más que una simple visita familiar: es una misión que
María cumple con amor y humildad.
Cuando Isabel escucha el saludo de María, experimenta la presencia del Espíritu Santo. Su hijo, Juan el Bautista, salta de alegría en su vientre, reconociendo a Jesús, el Mesías que viene a traer la salvación. Este salto de alegría de Juan nos invita a preguntarnos: ¿Cómo está nuestro corazón en esta última semana de Adviento? ¿Estamos verdaderamente alegres y preparados para recibir a Jesús en nuestra vida?
La disposición antes del Nacimiento
El tiempo de Adviento es una oportunidad para recordar y revivir la espera de Cristo. Estamos llamados a preparar nuestros corazones, a quitarnos de encima el egoísmo, la indiferencia y las preocupaciones innecesarias que pueden oscurecer la luz de Cristo en nosotros.
Siguiendo el ejemplo de María, también nosotros podemos llevar el amor de Dios a quienes nos rodean, a través de actos de servicio, de compasión y de generosidad.
En este cuarto domingo de Adviento, contemplemos a María como modelo de discípula y misionera. Que aprendamos de su disposición a escuchar la voz de Dios y a cumplir su voluntad sin reservas.
Pidamos la gracia de vivir este Adviento con un corazón abierto, generoso y dispuesto a llevar la alegría y la paz del Señor a los demás, para que, cuando llegue la Navidad, estemos listos para recibir a Jesús con el mismo gozo y humildad que Isabel y Juan sintieron en su encuentro con María.
Que María, nuestra Madre, nos acompañe en este camino de preparación y nos enseñe a llevar la presencia de Cristo en todo lo que hacemos.
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Miqueas 5, 1-4
SEGUNDA LECTURA
De la carta a los hebreos 10, 5-10
Sentados
Hermanos: Al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No quisiste víctimas ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradan los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije – porque a mí se refiere la Escritura –: “Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad”.
Esto dice el Señor: “De ti, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel, cuyos orígenes se remontan a tiempos pasados a los días más antiguos. Por eso, el Señor abandonará a Israel, mientras no dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos se unirá a los hijos de Israel. Él se levantará para pastorear a su pueblo con la fuerza y la majestad del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque la grandeza del que ha de nacer llenará la tierra y él mismo será la paz”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 79
Sentados Sentados
R. Señor, muéstrame tu favor y sálvanos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines, manifiéstate; despierta tu poder y ven a salvarnos.
R. Señor, muéstrame tu favor y sálvanos.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste.
R. Señor, muéstrame tu favor y sálvanos
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido.
Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R. Señor, muéstrame tu favor y sálvanos.
Comienza por decir: “No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado”, – siendo así que eso es lo que pedía la ley –; y luego añade: “Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad”. Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez por todas. Palabra de Dios.
DEL EVANGELIO Lc 1, 38
R. Aleluya, aleluya
Yo soy la esclava del Señor; que se cumpla en mí lo que me has dicho. R. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-45
Enaquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”. Palabra del Señor.
ORACIÓN DESPU É S
De pie
Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos trae la salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Celebración familiar para acostar al Niño Jesús
Ofrecemos esta breve celebración para reunir a la familia en torno al nacimiento, en la noche de Navidad, y juntos acostar al Niño Jesús en el pesebre.
Inicio:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
LECTOR 1 (puede ser un padre o madre de familia): “Esta noche nos unimos para recibir a Jesús en nuestro hogar, recordando su llegada humilde y llena de amor. Su nacimiento trae esperanza y paz. Vamos a colocar al Niño Jesús en el pesebre y ofrecerle nuestro cariño.”
Lectura de la Palabra:
LECTOR 2: “Leamos del Evangelio de Lucas: ‘Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor’ (Lc 2,11). Jesús viene para llenarnos de amor y ser nuestra paz.”
Momento de reflexión:
LECTOR 3: “Que, al colocar al Niño Jesús, recordemos su humildad y su amor. ¿Cómo podemos acoger a Jesús en nuestros corazones esta Navidad?” (compartir entre los presentes)
Oración de la familia:
TODOS: “Niño Jesús, esta noche te recibimos en nuestro hogar. Llénanos de paz y amor. Danos corazones humildes como el tuyo, y enséñanos a vivir unidos en tu amor. Amén.”
Colocación del Niño en el Pesebre. Con amor, un miembro de la familia coloca al Niño en el pesebre.
Despedida:
LECTOR 4: “Que el amor del Niño Jesús ilumine nuestra familia esta Navidad y siempre.”
El Jubileo de la Esperanza, que se inaugura este 24 de diciembre, es un Año Santo convocado por el Papa Francisco con un enfoque especial en la esperanza, un valor profundamente necesario en el mundo actual. La inauguración comienza con una ceremonia solemne en la Basílica de San Pedro en Roma, donde el Papa abre la Puerta San-
ta. Este gesto representa la invitación a todos los fieles a entrar en un tiempo de gracia y conversión, acogiendo la esperanza en sus vidas y en sus comunidades.
Este Jubileo invita a los católicos y personas de buena voluntad a renovar su fe, a encontrar consuelo en la misericordia de Dios y a actuar con esperanza en un mundo a menudo marcado por
la incertidumbre y el sufrimiento. A lo largo de este Año Santo, se anima a los fieles a realizar peregrinaciones a las basílicas y a otras iglesias designadas en sus países que cuenten con una Puerta Santa, simbolizando un camino espiritual hacia la renovación interior.
El Jubileo de la Esperanza también promueve las obras de misericordia, alentando a los fieles a servir a los más necesitados, llevando el mensaje de esperan-
za a quienes enfrentan dificultades. Durante este tiempo, la Iglesia ofrece indulgencias especiales, un signo de la reconciliación que Dios nos da, la remisión de las penas temporales de los pecados ya perdonados, ayudando a las personas a acercarse más a la santidad. En conjunto, el Jubileo de la Esperanza es un llamado a vivir una fe activa, confiada y orientada hacia el servicio a los demás.
Responsable y administración: Sr. Cango. Luis Enrique Silva Álvarez · Redacción: Pbro. Juan Javier Padilla · Alcalde 294, Guad., Jal. Tels. 3343875300
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