Hoja Parroquial - 10 de Marzo de 2013 - Num. 10

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Parroquial Hoja

N.º 10 • Domingo IV de Cuaresma / Ciclo C

• 10 de Marzo de 2013 • Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106

Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.

"¡Tu hermano estaba muerto y ha revivido!"

L

a Cuaresma es una oportunidad de gracia, es el tiempo oportuno, sobre todo, de la misericordia de Dios. Lucas, en diversas parábolas, nos acerca a este gran misterio; pero nos recuerda también que a la misericordia de Dios está ligada una invitación muy profunda para saber ser hermanos de los demás, comprender sus faltas y pecados, y saber advertirlos también nosotros con misericordia. En el tiempo presente, la parábola del Hijo Pródigo sigue siendo un misterio para muchos: cómo Dios es capaz de amarnos tanto y perdonarnos sin condición; al mismo tiempo, es una advertencia para no creernos buenos, y, por otro lado, no ser capaces de perdonar. Si no perdonamos, no tenemos el perdón para nosotros.

sorprende la dureza del hijo mayor frente al hermano. Como se advierte, entre tanta misericordia, la nota discordante la da el hijo mayor. Refleja la actitud de los fariseos. Resulta pedagógico que la conversión del muchacho se inició cuando “hubo hambre”... y, por el contrario, piensa que los jornaleros del padre “tienen pan en abundancia”. Y se regresa. El padre manda matar el novillo gordo: «comamos y celebremos una fiesta». El mayor reclama: «Nunca me diste un cabrito para una fiesta con mis amigos», y abunda: «Ese hijo tuyo gastó tus bienes con prostitutas...». Hay una lección que no debe pasar; definitivamente, hay que saber alegrarnos cuando un hermano nuestro revive y recupera sus convicciones.

Una historia de amor El relato de la parábola es franco: muestra los personajes, señala la actitud del hijo menor, luego la actitud del padre frente al hijo perdido;

Él nos ha reconciliado San Pablo nos recuerda algo fundamental: es Cristo el que nos ha merecido el perdón, la reconciliación. Dios nos da la muestra de salir para ofrecer el

perdón. La misericordia supone un salir hacia los otros; los pecadores no merecemos, pero el amor es siempre gratuito y va más allá de los merecimientos. Dios mira nuestra necesidad. Es el amor de Cristo el que nos apremia, nos invita, nos urge a vivir diferentes. Si la Cuaresma no logra calar en nuestras actitudes, estaremos perdiendo la oportunidad de realizar nuestra Pascua de la muerte a la vida, de una vida mediocre y pecadora a una vida llena del amor de Dios, que nos espera siempre. Qué quiere Dios Es importante saber cómo es “el Dios Padre en el que creyó Jesús”, cómo es el Dios que nos revela. Jesús nos hablaba de Dios no sólo con palabras, sino también con lo que hacía. En sus obras y formas de tratar a los demás, nos muestra al Padre Dios, ¡al verdadero! Principalmente en la Cuaresma, Jesús nos habla de Dios su Padre, y nos dice cómo piensa frente a los hermanos despreciados.

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ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que has reconciliado contigo a la humanidad entera por medio de tu Hijo, concede al pueblo cristiano prepararse con fe viva y entrega generosa a celebrar las fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo.

SALMO RESPONSORIAL Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7

R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.

R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.

R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.

R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 15, 18

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios nuestro, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que nuestros pensamientos te sean agradables y te amemos con toda sinceridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Lectura del libro de Josué 5, 9. 10-12

En aquellos días, el Señor dijo a Josué: “Hoy he quitado de encima de ustedes el oprobio de Egipto”. Los israelitas acamparon en Guilgal, donde celebraron la Pascua, al atardecer del día catorce del mes, en la llanura desértica de Jericó. El día siguiente a la Pascua, comieron del fruto de la tierra, panes ázimos y granos de trigo tostados. A partir de aquel día, cesó el maná. Los israelitas ya no volvieron a tener maná, y desde aquel año comieron de los frutos que producía la tierra de Canaán. Palabra de Dios.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 17-21

Hermanos: El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es nuevo. Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y que nos confirió el ministerio de la reconciliación. Porque, efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo y renunció a tomar en cuenta los pecados de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es Dios mismo el que los exhorta a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo “pecado” por nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos. Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32

E

n aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual, los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores’. Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo’. Pero el padre les dijo a sus criados: ‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’. Y empezó el banquete. El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Este le contestó: ‘Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo’. El hermano mayor se enojó y no quería entrar. Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ‘¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo’. El padre repuso: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’ ”. Palabra del Señor.


En este Año de la Fe, aprendamos de memoria el Credo y recitémoslo como oración todos los días

Credo

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por Quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,

Día del Seminario 2013

Seminario de Guadalajara da las "¡Gracias!"

A

provecho la oportunidad para externar una palabra que encierra una riqueza inmensa, y, a la vez, el sentimiento de cada uno de los que nos hemos visto enriquecidos con el favor de Dios y con la humilde súplica de todos los creyentes en favor de las vocaciones sacerdotales: GRACIAS… No requiere mucha ciencia saber que todo está bajo la mirada de Dios, y es a Él a quien principalmente elevamos nuestra gratitud por su providencia y por tener una mirada generosa con nuestro Seminario y nuestra Iglesia de Guadalajara al dotarla de muchas vocaciones. Y a Él encomendamos el sostenimiento de las mismas, porque aún hacen falta hombres generosos que se atrevan a escuchar el llamado de Cristo, y hagan de su vida una entrega a los hermanos. Nuestra acción de gracias aparece como la respuesta a esta gracia progresiva y continua que Dios nos ha regalado y que había un día de florecer en nuestra Iglesia. Que nuestra acción de gracias, que es a un mismo tiempo toma de conciencia de los dones de Dios, arranque de nuestra alma, penetrada de maravilla por esta generosidad, el reconocimiento gozoso ante la grandeza divina. Dar gracias es volverse o devolverse con expresiones o acciones hacia quien nos ha hecho un favor, o nos ha brindado ayuda, o nos ha hecho bien; de aquí surge el compromiso, que nace de la gratitud para con Dios, de mirar con complacencia esta obra sostenida por el Espíritu Santo, y de orar siempre por las vocaciones sacerdotales.

Gloria

Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;

Ahora me dirijo también con gratitud a todos ustedes, hombres y mujeres llenos de fe y amor profundo a la Iglesia, porque ustedes son parte fundamental en el sostenimiento de las vocaciones. Su incesante oración, ayuda material y espiritual, colabora particularmente para que esta acción del Espíritu Santo no sea truncada por intereses mezquinos que pretenden opacar la santificación del pueblo de Dios por medio de la Iglesia. Cuando alguien nos obsequia algo, nos dirigimos hacia él con una sonrisa, un abrazo o con palabras de agradecimiento, y entre más valioso es el obsequio, el favor o la ayuda que recibimos, más grande es nuestro agradecimiento para quien nos lo da. Y son esas acciones y expresiones que nuestro corazón quiere brindarles, particularmente hoy, por su gesto de amor y generosidad para con la Iglesia de Cristo, y que para siempre será nuestro compromiso hacia ustedes. Nuestra acción de gracias es la respuesta de un corazón humilde, de un corazón que no olvida y que reconoce las bendiciones maravillosas de Dios a través de ustedes. Dar o decir "Gracias" es parte de una educación, pero, para nosotros, dar "Gracias" a Dios debe ser una devoción. "No basta con dar las 'gracias' sin dar lo que las merece, a fuerza de gratitudes se vuelve la tierra estéril…". Así concluye un Himno, y así comienza nuestro compromiso, al cual –por amor– llevaremos como una marca de amor por ustedes.

Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.

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Jubileo Circular 11, 12 y 13: Lunes, Martes y Miércoles

H

oy celebramos el IV Domingo de Cuaresma, es un domingo diferente, alegre; se le llama “Laetare”, debido a la antífona gregoriana del Inicio de la Misa, tomada del libro del Profeta Isaías (66, 10): “Laetare, Jerusalem: et conventum facite omnes qui diligitis eam: gaudete cum laetitia, qui in tristitia fuistis: ut exultetis, et satiemini ab uberibus consolationis vestrae” (traducido: “Alégrate, Jerusalén, y todos los que la amáis, reuníos. Regocijaos con ella todos los que participábais de su duelo y quedaréis saciados con la abundancia de sus consuelos”). La liturgia de este Domingo se ve marcada por la alegría, ya que se acerca el tiempo de vivir nuevamente los Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, durante la Semana Santa. Al igual que el tercer Domingo de Adviento (“Gaudete”), se rompe el esquema litúrgico de la Cuaresma, con algunas particularidades:

Ntra. Sra. de las Rosas La Medalla Milagrosa Ntra. Sra. del Buen Camino Ntra. Sra. de Altamira San Pascual Bailón, Miravalle La Visitación, Polanco La Purísima Concepción, Mpio. de Zapotlanejo Señor San José, La Estanzuela

14, 15 y 16: Jueves, Viernes y Sábado San Gerardo de Mayela, Polanco Belén de Jesús San Martín de Tours Santo Niño de Atocha, Tonalá Ntra. Sra. de las Rosas, Lomas Independencia Ntra. Sra. de Guadalupe, Atotonilquillo San Andrés, Mpio. de Magdalena San Jorge Mártir

1. Predomina el carácter alegre (litúrgicamente hablando). 2. Se usa color rosáceo, en vez del morado, en los ornamentos (si es posible). 3. Los ornamentos pueden ser más bellamente adornados. 4. Los diáconos pueden utilizar dalmática. 5. Se puede utilizar el órgano. El Domingo "Laetare" (del gozo) nos invita a mirar más allá de la triste realidad del pecado, mirando a Dios, quien es fuente de infinita Misericordia y de Esperanza, lo cual nos llena de alegría.

Director Responsable: Pbro. Adalberto González González Consulta la Hoja Parroquial: Redacción: Pbro. Alberto Ávila / Pbro. Juan Javier Padilla www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Diseño e Impresión: Centro Católico de Comunicaciones. Administración: Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guad., Jal. Tel. 3614-2746 Tels. 3002-6470 • 3002-6471

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Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento


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