Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 12 • III DOMINGO DE CUARESMA, Ciclo C
20 de Marzo de 2022
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
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Si no se arrepienten, perecerán de manera semejante
l tiempo de Cuaresma, que hemos iniciado como preparación a la renovación de nuestro Bautismo, es una ocasión privilegiada para que, iluminados por la Palabra, abramos nuestro corazón al arrepentimiento. El arrepentimiento es esa actitud interior por la que un hombre, reconociendo con humildad sus flaquezas y las infidelidades que, con los pecados personales, ha cometido a la Alianza que se pactó con Dios el día del propio Bautismo, busca cambiar su modo de proceder. Aquel feliz día, el de nuestro Bautismo, fuimos injertados en Cristo, y Dios nos asumió como hijos suyos por adopción, ofreciéndonos la oportunidad de recibir como herencia su misma vida divina, la vida eterna, pidiéndonos únicamente que, a cambio, procuremos ser buenos hijos suyos mediante el seguimiento de Cristo, nuestro Pastor y Maestro, reproduciendo sus ejemplos y encarnando en nuestras vidas todo lo que nos ha enseñado. Sin embargo, en la experiencia de nuestra limitación, constatamos que no siempre obramos conforme a esa dignidad de hijos de Dios que hemos recibido y el pecado se hace presente en nosotros. Mas la misericordia de Dios, nuestro Padre, es tan grande que siempre nos da la oportunidad de caer en la cuenta de nuestro error y corregirnos. Esto supone el que, teniendo consciencia de nuestro pecado, sintamos un verdadero dolor de haberle fallado y nos decidamos tanto a reparar nuestra falta como a evitar reincidir en ella. Sin esta resolución se puede dudar de un arrepentimiento sincero. En este sentido, numerosas son las oportunidades que Dios nos da a lo largo de nuestra vida. Una de ellas
es este «sacramento cuaresmal», es decir, el período de preparación a la celebración anual de la Pascua. Con la luz que nos aportan las lecturas bíblicas que se proclaman durante la Misa, con la constante invitación a la Reconciliación Sacramental de estos días, con la motivación a las prácticas ascéticas (oración, ayuno y limosna) que se nos dio al recibir la ceniza, Dios nos está urgiendo a corregir nuestro proceder, abandonando toda forma de pecado y asumiendo un modo de vida auténticamente cristiano, es decir, el de verdaderos hijos suyos. No desaprovechemos esta oportunidad, este tiempo de gracia. No pospongamos más la conversión que brota del arrepentimiento sincero. Recordemos que «si bien Dios espera con paciencia, no espera siempre», y por eso hoy nos dice: «si no se arrepienten, perecerán de manera semejante».
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ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
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Lectura del libro del Éxodo 3, 1-8a. 10. 13-15
En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro, Jetró, sacerdote de Madián. En cierta ocasión llevó el rebaño más allá del desierto, hasta el Horeb, el monte de Dios, y el Señor se le apareció en una llama que salía de un zarzal. Moisés observó con gran asombro que la zarza ardía sin consumirse y se dijo: “Voy a ver de cerca esa cosa tan extraña, por qué la zarza no se quema”. Viendo el Señor que Moisés se había desviado para mirar, lo llamó desde la zarza: “¡Moisés, Moisés!” Él respondió: “Aquí estoy”. Le dijo Dios: “¡No te acerques! Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es tierra sagrada”. Y añadió: “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Entonces Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Pero el Señor le dijo: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores y conozco bien sus sufrimientos. He descendido para librar a mi pueblo de la opresión de los egipcios, para sacarlo de aquellas tierras y llevarlo a una tierra buena y espaciosa, una tierra que mana leche y miel”. Moisés le dijo a Dios: “Está bien. Me presentaré a los hijos de Israel y les diré: ‘El Dios de sus padres me envía a ustedes’; pero cuando me pregunten cuál es su nombre, ¿qué les voy a responder?” Dios le contestó a Moisés: “Mi nombre es Yo-soy”; y añadió: “Esto les dirás a los israelitas: ‘Yo-soy me envía a ustedes’. También les dirás: ‘El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me envía a ustedes’. Este es mi nombre para siempre. Con este nombre me han de recordar de generación en generación”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del salmo 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8. 11 R. El Señor es compasivo y misericordioso. Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía,
PROFESIÓN DE NUESTRA FE Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos;
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y no te olvides de sus beneficios. R. El Señor es compasivo y misericordioso. El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R. El Señor es compasivo y misericordioso. El Señor hace justicia y le da la razón al oprimido. A Moisés le mostró su bondad, y sus prodigios al pueblo de Israel. R. El Señor es compasivo y misericordioso. El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia. R. El Señor es compasivo y misericordioso.
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Lectura de la segunda carta
del apóstol san Pablo a los corintios 10, 1-6. 10-12 Hermanos: No quiero que olviden que en el desierto nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, todos cruzaron el mar Rojo y todos se sometieron a Moisés, por una especie de bautismo en la nube y en el mar. Todos comieron el mismo alimento milagroso y todos bebieron de la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo. Sin embargo, la mayoría de ellos desagradaron a Dios y murieron en el desierto. Todo esto sucedió como advertencia para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas como ellos lo hicieron. No murmuren ustedes como algunos de ellos murmuraron y perecieron a manos del ángel exterminador. Todas estas cosas les sucedieron a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros y fueron puestas en las Escrituras como advertencia para los que vivimos en los últimos tiempos. Así pues, el que crea estar firme, tenga cuidado de no caer. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 17
R. Aleluya, aleluya. Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R. Aleluya. al tercer día, resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 1-9
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n aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante”. Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una
higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ”. Palabra del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Alimentados en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos, Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Cuaresma, preparación para la Pascua
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a celebración anual de la Pascua es un verdadero tiempo de gracia en que los cristianos, mientras celebramos el Misterio Pascual de Cristo podemos, renaciendo a una vida nueva, hacer verdadera experiencia de su muerte y resurrección en nuestras vidas. De modo que no solo se trata de recordar algo que sucedió, sino de hacerlo presente y eficaz en nosotros. Por esta razón, tratándose de un momento tan especial e importante en nuestra vida de fe, la Iglesia nos ofrece este tiempo de preparación que es la Cuaresma. Ésta inicia cada año con el Miércoles de Ceniza, y la invitación a intensificar nuestra oración, sacrificios y obras de misericordia hacia con el prójimo a fin de que nos
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vayamos purificando de nuestros pecados, ejercitemos nuestro espíritu y nos renovemos en la caridad. Durante la Cuaresma, los catecúmenos –quienes aún no han sido bautizados, pero desean formar parte de la Iglesia, la familia de Dios–, se preparan para recibir su iniciación cristiana en la Vigilia Pascual del Sábado Santo por la noche, y junto a ellos, los ya bautizados nos preparamos también para renovar nuestro Bautismo. Para ello, la Iglesia ha seleccionado y ordenado textos bíblicos que, desde el III domingo de Cuaresma, se proclaman durante la Misa. Prestemos mucha atención a ese itinerario bautismal que la liturgia nos sugiere seguir durante estos días.
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ANIVERSARIO 2012 - 2022
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Curso Introductorio ¿Seminario de Guadalajara en Tapalpa?
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l terminar la preparatoria o el curso de nivelación en el Seminario Menor, los seminaristas continúan su formación en una casa del Seminario de Guadalajara en el pueblo mágico de Tapalpa, Jalisco. Durante esta etapa, que dura de septiembre a junio, el objetivo es propiciar una intensa educación humana y espiritual, centrada en el ministerio de Cristo y de la Iglesia. Durante este curso, en el mes de enero, se toma la sotana como signo de compromiso y pertenencia al Señor. Durante el Curso Introductorio en Tapalpa (CIT), con la intención de cuidar un crecimiento integro en las dimensiones humana, espiritual, intelectual y pastoral, se añaden diversas vivencias que abonan a la formación. En la casa del Seminario en Tapalpa existe una granja donde los seminaristas realizan los trabajos necesarios como alimentar y cuidar a vacas, borregos, gallinas, conejos y cerdos. Por la mañana y al mediodía se ordeñan
10 o 12 vacas, se recogen aproximadamente 80 huevos diarios, entre otros beneficios. Además, en la panadería se ha elaborado el pan 2 o tres veces a la semana. No menos importante son los trabajos de carpintería, de mantenimiento, de jardinería y otros cargos u oficios. El CIT se caracteriza por ser una etapa en la que los seminaristas fortalecen su encuentro y su diálogo con quien que los ha llamado, Jesucristo, el Buen Pastor. Debido a que la casa está al pie del cerro, los seminaristas tienen la oportunidad de contemplar durante toda la jornada la naturaleza, y eso favorece que sean conscientes de la grandeza del Creador y del cuidado de su obra. Además, el trato cercano con las personas del pueblo, por diversas situaciones, favorece a que los seminaristas maduren en la convivencia sana y crezcan tanto en el servicio como en la caridad pastoral.
Tengo un problema, ¿qué voy a hacer? ¿Me eligieron para ser padrino y no he hecho las pláticas? Alégrate… la Congregación Mariana y el Santuario del Señor de San José de Gracia tiene una respuesta para ti. En el marco de la Gran Misión de la Misericordia que impulsamos en nuestra diócesis de Guadalajara, y en las difíciles circunstancias de la pandemia que estamos viviendo, abrimos una puerta más para ti. De preferencia te invitamos a que te acerques a tu comunidad para que recibas tus pláticas de preparación como papá o padrino de algún Sacramento. Si no puedes acudir a tu comunidad, la Congregación Mariana te ofrece las catequesis (pláticas) de preparación todos los días del año. Pláticas presacramentales: Bautismo, Confirmación, Matrimonios, 1era. Comunión, XV años.
Entre semana o fin de semana: previa cita. Tels. 33 12 18 91 98 / 33 36 14 27 46 Santuario Señor San José de Gracia, Alcalde #294, Col. Centro, Guadalajara, Jal. ¡La Línea 3 del Tren Ligero llega hasta aquí!
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Teléfonos: 33-30-02-64-77 y 33-30-02-64-70 Director Responsable: Pbro. Enrique González• Redacción: Pbro. Alberto Ávila / Pbro. Juan Javier Padilla • Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Administración: Pbro. Enrique González • Alcalde 294, Guad., Jal. Tel. 3614-2746 • Consulta la Hoja Parroquial: www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial Diseño e Impresión: Centro Católico de Comunicaciones. Tels. 3002-6470 • 3002-6471
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