Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 49 • I DOMINGO DE ADVIENTO, Ciclo B
3 de Diciembre de 2023
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
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Nos toca recibirlo
o sabemos “cuándo”, pero sí sabemos “qué” sucederá. Sabemos que Él vendrá porque así nos lo dijo, y sus palabras son verdaderas. Año con año celebramos la Navidad, algún año, no sabremos cuál, vendrá de nuevo. Lo que importa es que al venir estemos atentos y nos encuentre trabajando en lo que nos encomendó: anunciar el Evangelio. Y esto se traduce en hacerlo una realidad presente en nuestras vidas, en nuestros hogares, trabajo, escuelas…, en una palabra, que Él esté vivo en nosotros. Velar y estar preparados Si Cristo nos pide esto, es porque sabe lo que nos conviene. En sus palabras no hay engaño, no hay amenaza. Sólo hay aquello que es para nuestra salvación eterna. Por ello, su petición de estar alertas no debe de tomar-
se a la ligera sino con seriedad. No desperdiciemos el tiempo que Dios nos ha dado, más bien, invirtamos todo nuestro tiempo para hacer el bien, para conocerlo más, visitarlo en el Sagrario, darlo a conocer a los demás donde quiera que estemos. Seamos un oasis de esperanza para los demás. Eso es estar en vela, estar atentos y preparados. No son sólo palabras, son más bien acciones. No nos durmamos en nuestra indiferencia y en nuestro egoísmo. ¿Cómo queremos que nos encuentre? A cuántos de nosotros nos gusta que nos reciban, especialmente después de un viaje. Pensemos en aquellos momentos en que bajamos de un autobús o de un avión, después de un largo viaje. ¿Acaso no nos gusta que alguien esté ahí esperándonos para recibirnos? Y quizá vemos a un lado, vemos a otro y no hay nadie para recibirnos. Vemos cómo la gente de nuestro alrededor se abraza de felicidad; pero a nosotros nadie nos viene al encuentro. ¿Qué sentiría Jesús si, después de un largo viaje, viniera a nuestras vidas, pero nadie, ni yo, ni mi familia, lo está esperando ni lo recibe? Más aún, ¿cómo nos encontrará en esta Navidad que estaremos viviendo en pocas semanas? ¿Estará feliz y contento: ‘¡Gracias por venir a verme, por recibirme!’? ¿O tal vez sorprendido porque durante el año no pensamos en recibirlo? Tomemos nosotros la iniciativa Como preparación para el Adviento, tomemos ahora nosotros la iniciativa de prepararnos bien y de estar atentos. Estemos alertas, vigilantes, para recibir al dueño de la mies. Este dueño que en Navidad viene como niño indefenso. Preparemos nuestro corazón para recibirlo. Preparemos nuestro hogar para que todos estemos en paz, reconciliados unos con otros. Preparemos nuestro trabajo o escuela, para que se respire un ambiente de solidaridad y cordialidad. Preparemos nuestra sociedad, para que el bien esté siempre por encima del mal. Tomemos la iniciativa para hacerlo y no esperemos a que nuevamente Cristo nos pida: ¡Estén preparados!, porque ya lo estaremos.
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ORACIÓN COLECTA
XConcede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el Reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
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Lectura del libro del profeta Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7
Tú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia. Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos. Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas. Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
del salmo 79, 2ac. 3bc, 15-16a, 18-19 R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos. Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.
PROFESIÓN DE NUESTRA FE
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos;
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Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos. Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.
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Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 1, 3-9
Hermanos: Les deseamos la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor. Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Palabra de Dios. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 84, 8
R. Aleluya, aleluya. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R. Aleluya.
EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Marcos 13, 33-37
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n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre
al tercer día, resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta". Palabra del Señor.
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ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Concebida purísima
ada 8 de diciembre celebramos la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Se trata de una celebración en la que se recuerda, con gratitud y alegría, el designio divino por el que la Madre de Jesús quedó preservada del pecado original desde el momento mismo de su concepción. Todo ser humano, desde que es invitado a la existencia, lleva sobre sí la carga del pecado cometido por nuestros primeros padres. María, por el contrario, en el momento del inicio de su vida fue protegida del mal. Ella quedó limpia de esa falta que solo puede ser absuelta por la gracia del bautismo. Que María goce de tal privilegio es solo entendible en el marco del plan divino de la salvación. Y por eso, la Iglesia lo ha erigido como dogma de fe. Un poco de historia Es a mediados del siglo XIX que el Papa Pío IX, después de recibir numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, proclamó la bula "Ineffabilis Deus" (Dios inefable), con la que queda decretado
este dogma mariano: "Que la doctrina que sostiene que la Beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Pío IX, "Ineffabilis Deus") El día elegido para la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción fue el 8 de diciembre de 1854. En aquella ocasión, desde Roma fueron enviadas cientos de palomas mensajeras portando el texto con la gran noticia. Se cree que unos 400 mil templos católicos alrededor del mundo repicaron campanas en honor a la Madre de Dios. Unos tres años después (1857), en Lourdes (Francia), la Virgen María se le apareció a una pastorcita, Santa Bernardita Soubirous, en repetidas oportunidades. En una de ellas se presentó a sí misma con estas palabras: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
ENCUENTRO JUVENIL CATÓLICO DE 16 A 25 AÑOS
6, 7 Y 8
DE OCTUBRE
8, 9 Y 10
DE DICIEMBRE
Lugar: Casa Pastora “Yo soy el camino” (Pedro Loza #995)
INFORMES: NOTARIA 33 1748 0776, NAZARIO 33 2055 5141, ENRIQUE 33 2983 1420
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En espera de la llegada del Rey
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n esta época es común ver en las casas una especie de centro de mesa en forma de corona adornada con velas. Este hermoso arreglo, además de ser un elemento decorativo, tiene un sentido muy especial para nosotros los católicos: es la Corona de Adviento. ¿Qué es la Corona de Adviento? La Corona de Adviento nos recuerda que debemos prepararnos espiritualmente para recibir al Niño Dios en nuestra casa, consta de varios elementos, cada uno con su significado. ¿Qué significado tiene la Corona de Adviento?
El círculo es una figura geométrica perfecta, es decir, que no tiene principio ni fin. De igual manera, la Corona tiene forma circular (sin principio ni fin). Al no tener principio ni fin, nos debe hacer recordar la eternidad de Dios y pensar en los miles de años de espera en el Mesías, desde Adán hasta el nacimiento de Jesús, y actualmente en la segunda venida de Cristo, que estamos esperando. El follaje de la Corona puede ser de abeto, pino o algún material artificial verde, color que está relacionado con la virtud de la esperanza. Muchos le dan el significado de un tiempo especial de crecimiento espiritual y de gracia.
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