PROTAGONISTA
¿Qué pasó el 14 de abril? Ni los tupamaros que “sirvieron en bandeja” el pretexto para que las Fuerzas Armadas desencadenaran la represión –dice Samuel Blixen* en su libro “Sendic”– ni los parlamentarios que votaron sin chistar el estado de guerra interno tuvieron conciencia de que se instalaba el terrorismo de Estado. “Pues bien: el 14 de abril de 1972 el MLN cayó en una emboscada que le tendieron el gobierno y las Fuerzas Armadas, y el golpe fue tan devastador que en siete meses la estructura militar de los tupamaros quedó desarticulada, herida de muerte. Por cierto, el Ejército y los cuerpos represivos de la Policía hicieron bien su trabajo, pero nunca hubieran obtenido el resultado que recogieron si no fuera por las profundas contradicciones, las desviaciones, las desprolijidades y las frivolidades que como un cáncer venían comiendo el cuerpo de la guerrilla, úlceras que quedaron expuestas al primer golpe. Una derrota siempre es, antes que nada, consecuencia de los errores propios más que de los aciertos del enemigo. Hoy se sabe que las Fuerzas Armadas, que habían asumido el control de las operaciones antisubversivas en setiembre de 1971, [...] venían planificando ese golpe y lo preparaban concienzudamente; hasta habían elegido los acordes de la marcha militar de sus comunicados de guerra, la famosa “cadena” que sería el único canal de información autorizado. Cuando decidieron que estaban prontas, aguardaron el pretexto que permitiera desencadenar la represión en una intensidad y una profundidad no conocidas hasta ese momento. Necesitaban el pretexto para accionar la propaganda, la tarea de inteligencia y la manipulación de masas que acotaría la oposición de la gente, del Parlamento y de los partidos políticos. Ese pretexto el mln lo sirvió en bandeja el 14 de abril, cuando desencadenó la represalia contra el Escuadrón de la Muerte”.** “A fines de marzo de 1972 los tupamaros habían ajustado los detalles de una operación que implicaba golpes simultáneos en un solo día [...]. Era sin duda un paso de gran trascendencia, de honda repercusión: al golpear al corazón del terrorismo de Estado se estaba golpeando al poder político, al cuerpo de elite policial (la inteligencia) y a las Fuerzas Armadas; demasiados enemigos, demasiado poderosos como para invocarlos al mismo tiempo. Pero en el mln una tal operación no se percibía como una especie de Rubicón, como el mojón que instalaría un antes y un después. Se calculaba que habría que resistir alguna forma de reacción dura, pero existía la convicción de que el gobierno finalmente ‘asimilaría’ el golpe como lo había hecho anteriormente con Mitrione o con la fuga de 111 presos. En cambio, para los aparatos de masas la represalia podía significar la eliminación del accionar paramilitar; si la respuesta era lo suficientemente contundente, los impulsos terroristas quedarían definitivamente neutralizados, y ésa era una aspiración muy sentida y reclamada. Sendic tenía prevenciones, Fernández Huidobro percibía una “frivolidad” en tanto esas acciones no se encuadraban en una estrategia, y Mujica alertaba sobre el error político. Algo así como la intuición de que algo estaba mal, pero sin llegar a detectar el origen del alerta”.***
Entonces el 14 de abril… “A primeras horas de la mañana del 14 de abril el capitán Ernesto Motto fue abatido cuando salía de su domicilio en la ciudad de Las Piedras; casi simultáneamente, en Montevideo era ametrallado el automóvil en que se desplazaba el subcomisario Óscar Delega, quien murió junto con su chofer, Carlos Leites; y cerca de las 11 de la mañana fue abatido, cuando salía de su domicilio, el ex subsecretario del Interior Armando Acosta y Lara. Fracasó una acción prevista contra el paramilitar Miguel Sofía cuando fue detectada una camioneta en la que viajaba un comando tupamaro; tras un combate dos de sus miembros, Nicolás Gropp y Norma Carmen Pagliano, fueron abatidos. Pasado el mediodía del 14 de abril la Policía efectuó dos allanamientos, uno en la calle Amazonas y otro en la calle Pérez Gomar. En Amazonas, efectivos comandados por el