XXXI Encuentro Nacional de Cofradías PEDRO BENEDITO CARRIÓ, ARCHIVERO DE LA JUNTA DE HERMANDADES DE LA DIÓCESIS DE VALENCIA Se desarrolló los días 21 a 23 de septiembre de 2018, en Bilbao, con la presencia de la Junta de Hermandades de Semana Santa de la Diócesis de Valencia, por medio de las representaciones de Alboraya, Alzira, Gandia, Requena y Valencia. Con anterioridad al programa propiamente del Encuentro, el jueves 20 desde las 18 horas, se habilitaba en la Sede del Encuentro, la Iglesia de San Nicolás de Bari, la Recepción y entrega de credenciales y documentación a los participantes, la cual se mantuvo abierta durante todo el Encuentro, procediendo en la misma Sede a las 20 horas al Concierto inaugural a cargo de la Capilla de música de la Catedral de Bilbao. El viernes 21, la 1ª Jornada del Encuentro se iniciaba en la Sede con la celebración de la Santa Misa, para seguir con una visita a la zona del Museo Guggenheim, hasta las 13:30 en que se inauguraría en el claustro de la Catedral la Feria Cofrade. A las 17 horas, tuvo lugar la Apertura del Encuentro, seguida de la presentación de D. Victoriano Hériz Solueta a la Ponencia “El cofrade en la vida de la Iglesia”, en la que el Ilmo. D. José Dieguez Dieppa, deán de la catedral Tui-Vigo y profesor del Instituto Teológico de San José de Vigo, hacía hincapié en el respeto mutuo en el seno de la cofradía, así como entre cofradías, indicando referirse más que nada por el antes y después de las procesiones; interpelado sobre la escasa presencia de los jóvenes, con la referencia a Santa Teresa “la vida es una mala noche en una mala posada”, cabría conformarnos con los que salen; así como por el “interés cultural o turístico”, si bien todo sirve, pero ¿y el “interés religioso”? Correspondía la presentación de candidaturas para el próximo Encuentro, pero a petición de la representación ilicitana que llegaba en ese momento, se pospuso para el sábado; en su lugar se hizo el preaviso, pues su presentación oficial sería el dos de octubre, del VII Congreso a celebrar en Zamora del 21 al 24 de febrero de 2019; y León anunciaba por escrito su candidatura para el Encuentro de 2020. A las 19:35, la Mesa Redonda “El cofrade y la familia”, presentada por Jesús Manuel Espinosa de los Monteros Silva y moderada por Javier de Miguel, contaba con Urbano Pereda, Ana Azpiazu y Urko Azumendi. Se afirmó que es difícil externalizar – evangelizar, si falla la interiorización en la familia natural, base de la sociedad donde se aprende a amar y sociabilizar, y así la cofradía tiene su papel como familia amplia, lugar de encuentro, de transmisión de la Fe, como ayuda a la familia con los hijos; si bien a los niños los llevas, con los adolescentes pasa dentro de la cofradía como fuera, si hay fondo de Fe, un ejemplo de coherencia atractivo, de “buen rollo”, después de la rebeldía se retorna con naturalidad. Así, la emoción y gozada de los padres, al ver salir a sus hijos en procesión, sin necesidad de tener que explicarles el sentido de las procesiones, por el trato más personal y familiar en las cofradías pequeñas, que se desdibuja un tanto a la hora de elegir ingresar en las grandes. Se
comenta también la tradición de amortajar con el hábito, o el papel de las mujeres que en una época de gran vacío salvaron la existencia de las cofradías bilbaínas, y hoy no se ve motivo para que no estén, con sus aportaciones, ternura, perdón… A la pregunta sobre el futuro de las procesiones, la sociedad está cambiando a gran velocidad, y la presión social podría llegar a hacerlas peligrar, ahí la labor y actitud optimista de los cofrades transmitiendo ideas y valores como el respeto mutuo, o el dar lo recibido como don, tomando como ejemplo a los primeros cristianos, y ahí las familias cristianas son fundamentales. Porque, ¿qué falla en nosotros? El egoísmo, el relativismo, todo vale…, y la transmisión de la ilusión; y en el caso concreto de la Semana Santa bilbaína, que lo mostrado durante Semana Santa, fuese lo que la gente viese en nosotros todos los días, coherentemente, con alegría, frente a quienes piensen que las procesiones son suficiente y no hace falta más, recapacitando que cada año hay rencillas, saraos…, en definitiva, ser más hermanos. Concluye la Mesa con dos posturas por parte de los asistentes sobre el ser cofrade: solo en Semana Santa para los actos, cuidando no desnaturalizar las cofradías y siendo practicante el resto del año, o viviendo como cofrade que es cristiano siempre, todo el año, toda la vida. El sábado 22, la segunda jornada dio comienzo a las 8:30 celebrando el Via Crucis con el Lignum Crucis por las calzadas de Mallona hasta la Basílica de Begoña, donde se celebró la Santa Misa. Tras la misma, a las 11:45, nuevamente en la Sede del Encuentro, la segunda Mesa Redonda “El cofrade y la educación”, moderada por Modesto Viguri, contaba con la participación de Txema Betes, Juan Miguel Lloret y Hugo D. Milner. Tras las reflexiones de Jesús como Maestro, y que estos Encuentros también son educación, constatando que es un tema de preocupación, también para nuestros obispos, se dividen las intervenciones en dos bloques: 1, la cofradía como agente de educación en sí misma; y 2, como participante en la formación de otros foros (parroquia…). Del primer bloque, se destaca que tras muchos Encuentros ya, mejores o peores, lo importante es el Encuentro en sí, como la importancia de un camino hacia la santidad en el que estamos inmersos, suponiendo una formación hacia dentro y también hacia los demás. A cargo de tres agentes educadores: familia, escuela y agrupaciones-asociaciones como las cofradías cuyas Juntas Directivas deciden involucrarse, contando con programas propios (sin dichos programas educativos también es posible formar, por ejemplo, la labor de los amigos). Se señala el reto de ser la primera vez que puede hablarse de una sociedad postcristiana (sin bautizar, fuera del matrimonio…), ante lo cual ¿qué hacer como agentes re-cristianizadores? A las cofradías corresponderá hacer cursos con un programa pastoral (espiritualidad, comunitario, justicia/servicio) por edades; a mismo mensaje, diferentes mensajeros, y donde no tengamos la capacidad, colaboremos, pues, en el crecimiento personal en la Fe, sirve también nuestro testimonio “vivo y creíble”, en palabras de Javier Mendizábal, recordado por todos y recientemente fallecido. Respecto a la educación por profesionales, el colegio es un apoyo a la familia, siendo importante cultivar espacios para la interioridad, para lo que es útil la cofradía incluso a partir de lo estético, como por ejemplo los tambores. Del segundo bloque, se hace constar que las cofradías tenemos desaprovechadas las oportunidades que se nos brindan, como la ofrecida en las parroquias, y en educación estamos tanto obligados a darla, como a recibirla con aprovechamiento, dependiendo de la capacidad personal. Es posible reinventar la formación, sirviéndose por ejemplo de compartir vídeos de cinco minutos en YouTube, etc.
A las 13:10, se procedía a sendas Presentaciones: el VI Encuentro de Jóvenes a celebrar en Santander el último fin de semana de octubre; y, a continuación, la de la candidatura al XXXII Encuentro Nacional por parte de Elx, para el 26 a 29 de septiembre de 2019. Y la mañana concluyó con la Comida de Confraternidad. Por la tarde los participantes se dividieron en tres grupos para visitar los museos de Pasos de Semana Santa, Diocesano y la Catedral de Santiago. Mientras tanto, tenía lugar la reunión de la Comisión Nacional de Encuentros y Congresos. El domingo 19, a las 10 horas daba comienzo la 3ª jornada, tras la lectura de la Oración del Encuentro, con la proclamación de Elx como Sede del XXXII Encuentro para 2019, por ser candidatura única. Para seguidamente iniciar la tercera Mesa Redonda “El cofrade y vida pública. La presentación estuvo a cargo de Jesús Moisés Amaro, moderando Jesús Ibáñez, y contando en la mesa con Covadonga Aldamiz-Echevarria, Ramón Múgica Alcorta y Víctor Pérez Guezuraga. Siendo la forma más habitual de llegar a la cofradía, el ambiente familiar (padres, consortes o amigos) ésta aporta una ayuda a vivir la creencia religiosa, correspondiéndonos erradicar falsas ideas y estereotipos, estableciendo su vertiente religiosa frente a la folclórica, ante el desconocimiento de otros, y dependiendo de ante quién se esté, aprovechar la oportunidad de ser agente evangelizador directo. Se aporta el dato de que el censo cofrade se ha multiplicado por tres en los últimos años, siendo tres millones agrupados en 10.000 cofradías, compartiendo los rasgos de ilusión, compromiso, testimonio, humildad (no confundir con perfil bajo), servicio a los demás (amoroso, con determinación y tesón), y pese a ser imperfectos -ello provoca envidias, críticas y opiniones sin saber, frívolas y ex cátedra-, si somos coherentes, siendo fundamental para ello la Fe, que es la luz que nos guía. De hecho, la incoherencia es la que sí que hace daño en nuestra vida pública, no solo política, también docente; hay que vivirla con profesionalidad y testimonio de valores, y decir que somos normales cuando surge o toca, sin alardear ni pudor. ¿Locura?, más bien pasión y emoción, pero con alegría. En conclusión, a la vez que lo interiorizamos, llamar la atención con orgullo, no con la vestimenta precisamente, siendo cada día mejores, aprovechando el pragmatismo del perdón de los pecados y con testimonio público, incluso censando cofrades y cofradías, por el gozo y la fuerza que supone. Sin lectura de Conclusiones finales del Encuentro, acto seguido la entrega de obsequios - recuerdo a los colaboradores- hacía las veces de Clausura, para a las 12 horas en la Catedral celebrar la Misa y despedida. En Gandia, a 27 de octubre de 2018.
