Tlaloque nº01

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TLÁLOC ¿QUÉ? Boletín del Seminario El Emblema de Tláloc en Mesoamérica

Año 1

N°1

Enero-Marzo 2011

Instituto de Investigaciones Estéticas

UNAM


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO José Narro Robles

Las opiniones expresadas en Tláloc ¿Qué? Boletín del

Rector

Seminario El Emblema de Tlaloc en Mesoamérica son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Estela Morales campos

Tláloc ¿Qué? Boletín del Seminario El Emblema de Tla-

Coordinadora de Humanidades

loc en Mesoamérica es una publicación trimestral del Proyecto “ El Emblema de Tláloc en Mesoamérica ” Del

Renato González Mello

Instituto de Investigaciones Estéticas de La Universidad

Director del Instituto de Investigaciones Estéticas

Nacional Autónoma de México Circuito Mario de la Cueva, s/n . Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México D.F. Tel. 5622-7547 Fax. 5665-4740.

María Elena Ruiz Gallut Titular del proyecto Editores María Elena Ruiz Gallut América Malbrán Porto Enrique Méndez Torres Diseño editorial América Malbrán Porto

Consejo Editorial:

Certificado de reserva de derecho al uso exclusivo

Jorge Angulo Villaseñor

del título, Dirección General de Derechos de Autor,

Marie-Areti Hers

Secretaría de Educación Pública, número ( en trámite ) . Certificados de licitud de título y de contenido,

Alejandro Villalobos

Comisión Certificadora de Publicaciones y Revistas

Patrick Johansson K. Portada: Detalle, Lámina 30, Códice Borbónico.

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CONTENIDO

Presentación P. 5 Armaduras, Cotas y Corazas teotihuacanas P.7 Alfonso A. Garduño Arzave Desdoblamientos de Tláloc, reflexiones sobre el repertorio iconográfico de Seler P.20 Ofelia Márquez Huitzil

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PRESENTACIÓN Tláloc ¿qué? abre con este número un espacio para la reflexión y discusión inmediata de los resultados del proyecto Tras las huellas de Teotihuacán: el emblema de Tláloc en Mesoamérica, iniciado en 2008 en el Instituto de Investigaciones Estéticas, con el apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (proyecto PAPIIT IN405208). El título de nuestro boletín da pie, de manera franca, a la pregunta sobre la cual giran, fundamentalmente, los trabajos del seminario de investigación, que aporta un debate sistemático al controversial y profundo al tema de una de las deidades de mayor relevancia en el México antiguo. Ahí, en el seno de las reuniones periódicas, como en la búsqueda de datos en distintos acervos y la recopilación de materiales representativos del dios, en los días de tareas de campo, ponemos voluntades y afanes. Como los tlaloque, nos esforzamos todos por participar del camino hacia la comprensión de los cuasi infinitos rostros que muestra el llamado dios de la lluvia. Valga pues la eufonía en la titularidad de este boletín, que será vía y vínculo para compartir, desde el quehacer de múltiples disciplinas, el compromiso de quienes integramos el “equipo Tláloc” y de aquellos interesados en el tema. Este primer documento conjunta dos textos. El primero, de la pluma de Alfonso Garduño Arzave, observa las particularidades de una serie deprendas presentes en el arte teotihuacano que identifica como parte de un atuendo de carácter guerrero y elitista. El segundo, escrito por Ofelia Márquez Huitzil, analiza desde la óptica de Eduard Seler, aspectos de Tláloc en códices para proponer variadas relaciones entre las imágenes. Finalmente agradezco aquí a los miembros del proyecto, en particular y referente a esta publicación, vaya mi reconocimiento a los arqueólogos América Malbrán Porto y Enrique Méndez que han puesto en ella un trabajo e interés profesional.

María Elena Ruiz Gallut

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ARMADURAS, COTAS y CORAZAS TEOTIHUACANAS Alfonso A. Garduño Arzave

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entro de las múltiples clases de indumentaria representada en cientos de figuras humanas en el arte mueble e inmueble de Teotihuacán se han podido identificar diferentes

tipos de modelos que nos permiten establecer una idea mas o menos clara de la conformación social, económica y política de una sociedad altamente estratificada y jerarquizada. Esto lo podemos corroborar y evidenciar cuando observamos la rica vestimenta que presentan ciertos individuos tanto de carácter masculino como femenino, los cuales fueron representados usando atavíos elaborados que en su mayoría de las veces son acompañados intrincados de tocados para el pelo, orejeras y collares e incluso de un calzado consistente en sandalias que gracias al detalle en piezas cerámicas y en pintura mural podemos constatar su con un alto nivel de lujo y detalle. En contra posición también se han podido identificar claramente aquellos que por su modesta vestimenta consistente en braguero y en ocasiones un discreto ajuar de orejeras, collares y sandalias son tenidos como gente del pueblo (Sejourné 1966: 68). No obstante entre todos estos tipos se encuentran algunos que por sus características nos recuerdan a aquellos atuendos usados con fines militares durante el Posclásico tardío (1300- 1521 d. C.) y cuyo fin fueron fabricados para la protección del cuerpo. Nos referimos a los llamados ichcahuipilli, los cuales eran cotas de algodón previamente preparadas para soportar el embate de proyectiles y armas cortantes, como lo comenta Fray Diego de Landa que era usado por los grupos indígenas de la Península de Yucatán:

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Hacían sacos de algodón acolcha-

que se les debió de haber hecho previamente

do y de sal por moler, acolchada en

desde su hilado y preparación en el telar proba-

dos tandas o colchaduras, y estos

blemente tuvo que haber implicado posiblemente

sacos eran fortísimos. Algunos se-

un diseño especial que no tenían otras prendas

ñores y capitanes tenían como mo-

desatinadas a una función civil o suntuaria. Lla-

rriones de palo, pero eran pocos, y

ma la atención que en Teotihuacán durante el

con estas armas y plumajes y pelle-

período Clásico (100- 600 d.C.), prácticamente

jos de tigres y leones puestos, iban

700 años antes de la llegada de los mexicas,

a la guerra los que los tenían

tlaxcaltecas y otros grupos al Valle de México y

(Landa 1982: 52).

propiamente antes de que se tuvieran documentos escritos al respecto, el uso de estos imple-

Diego Muñoz Camargo comenta a lo mismo para el Altiplano Central:

mentos defensivos ya se implementaba. Siendo a través las ya mencionadas figurillas

Los Mexicanos y Acolhuaque y Tlax-

confeccionadas en barro provenientes de la eta-

caltecas usaban de unos sacos es-

pa Metepec (450- 600 d.C.) donde el ichcahuipilli

tofados de algodón y pasados de

es muy recurrente. No obstante llama la atención

nudillos (Muñoz 1948: 71).

que por las diferentes formas en las que se representó al parecer éste era de alguna manera

Según tenemos entendido estos “sacos” confec-

más complejo que el que podemos observar en

cionados principalmente de algodón eran endu-

su predecesor posclásico:

recidos a base de sal, no obstante el tratamiento

El Ichcahuipilli que se empleo en el Altiplano Central durante el período Posclásico tardío (1300- 1521d.C) se basaba únicamente en una cota de algodón endurecido para la protección del torso y el abdomen dejando al descubierto las piernas y los brazos siendo sin duda vulnerables ante el embate de armas de corte como el macuahuitl, jabalinas proyectadas y flechas. Imagen tomada del Lienzo Tlaxcala lámina 18 y reproducción.

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La razón no la sabemos aunque es probable que cuerpo que se protegían y aquellas que se manla táctica en el combate, esto es la manera en tenían al descubierto. Para ello formamos la sique se debió de haber desarrollado las reglas de guiente clasificación que explica de forma geneenfrentamiento hallan sufrido algún cambio en el ral la manera en que contemplamos las maneras paso del Clásico al Posclásico. Otra probable de uso de la protección corporal confeccionada razón con respecto a esté fenómeno se pudo en algodón. haber debido al tipo de armamento ofensivo que

A) Parciales- Las podemos catalogar como

sin duda posibilito la forma de uso de su contra- aquellas que están dispuestas de forma que sólo parte defensiva.

parecen proteger ciertas partes del cuerpo de forma individual como piernas, brazos y en oca-

Tipos y formas de ichcahuipilli en Teotihua- siones sólo el torso. Dichas figurillas presentan un atavío discreto consistente en un collar que

can

finaliza en un anillo y un tocado a base de un Por las múltiples representaciones que posee- mechón de cabello aun lado de la cabeza y un mos del ichcahuipilli llegamos a la conclusión pequeño segmento o tira del mismo material del que recurrentemente había dos tipos específicos ichcahuipilli que va de la nuca a la frente e include figurillas que repetitivamente presentaban un so yelmo. patrón con respecto a las diferentes partes del

B) Completas: Combinación cota-coraza.

L a s c o t as p arc i a l es s o n aquellas que sólo protegen partes esenciales del cuerpo como piernas y brazos, lo que permite inferir que este tipo de atuendos estaban exclusivamente destinados para el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, usando tal vez escudos y rodelas para complem entar su protección.

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Otro tipo de guerreros que llama la atención por manera de gruesas cintas de cuero posiblemente los implementos defensivos que portan lo repre- para hacer juego con las cotas flexibles de alsenta un tipo de figurillas en particular que por lo godón. Por otro lado la protección del cuello lo regular se encuentran de pie portando cotas de constituye una serie de placas rectangulares disalgodón distribuidas en distintas partes del cuer- tribuidas de forma concéntrica que por su naturapo. (Müller 1966: 237) que van desde aquellas leza y posición en el cuerpo está debió de haber utilizadas para proteger los brazos y las piernas sido altamente flexible pero lo suficientemente hasta aquellas usadas para cubrir el cuerpo. Es capaz de evitar armas perforantes y aun de cordigno de mencionar que en los miembros inferio- te. Sin embargo todo parece indicar según el reres al parecer estas protecciones están constitui- gistro arqueológico que estos individuos no colotuidas por pantalones anudados con un moño caban algún tipo de protección para la cabeza a hacia el frente del personaje, mientras que en las manera de yelmo o casco lo que realmente intriextremidades superiores esta cota va desde los ga pues no hace juego con el equiparamiento de hombros hasta las muñecas. Algunas figurillas las protecciones corporales mencionadas. de este género describen también el uso de una Es de mencionar que también podemos enconcoraza rígida entorno a la cintura y el pecho a trar estas cotas- corazas de manera que están

Figurilla teotihuacana del período Metepec hacia 600 d.C. este tipo de personajes presentan una serie de protecciones para el cuerpo confeccionados con lo que parece algodón semejante con el que se fabricaban los ichcahuipillis, en el caso teotihuacano pueden proteger partes especificas del cuerpo como piernas o brazos, sin embargo también hay casos donde la protección con este tipo de elementos cubre totalmente el cuerpo (Foto del autor)

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complementadas con ciertos tipos de corazas La jerarquización y utilidad del traje de Guerrero confeccionadas con el mismo material que cubren la el abdomen. Dichas cotas presentan una Hemos de mencionar que la diferencia de atuenprotección que tiene forma circular a manera de dos en este caso de las protecciones corporales petos de algún material duro semejante a una nos puede describir hipotéticamente dos rangos pequeña concha que esta atada al cuello y a la dentro de la escala militar aunado al tipo y funcintura, además presentan un atavío más elabo- ción del armamento ofensivo que cumplía con la rado consistente en un atado de plumas, orejeras mencionada protección en cuestión de requeriy un segmento de algodón semejante al del ich- mientos técnicos. Esto quiere decir que probablecahuipilli que va de la nuca a la frente.

mente nos encontramos con dos grupos de gue-

Es de manera interesante hacer notar que aun- rreros que formaban parte de diferentes agrupaque estos elementos textiles fungen cómo pro- ciones dentro del organismo militar teotihuacano. tecciones para el cuerpo y los personajes que lo Así la infantería que implementarán armas para portan han sido identificados como guerreros al el combate cuerpo a cuerpo con útiles contunparecer ninguno de estos personajes en Teo- dentes como mazas y macanas la prioridad es la tihuacan fueron representados armados con la de proteger brazos y piernas por estar más exmás mínima señal de implementos ofensivos a puestas a un embate de este armamento. Miendiferencia de aquellos que encontramos en otras tras aquella parte de la milicia que se enfrenta a regiones de Mesoamérica.

armamento punzantes y perforantes como lanzas, cuchillos y jabalinas requiere de protecciones que protejan las cavidades blandas como

La combinación de cota- coraza consiste en la utilización de una serie de protecciones de algodón que están dispuestas en las piernas y los brazos, más una coraza o peto que cubre la cavidad abdominal en forma de concha que esta atada de la cintura y la espalda a través de correas. Imagen tomada de un esgrafiado en un vaso. Dibujo del autor.

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Figurilla procedente de la región del Quiche III que representa a un guerrero ataviado con protecciones que cubren la cabeza y el cuerpo, además de estar armado con escudo y un arma corto-contundente semejante a un gran cuchillo curvo. (Imagen tomada de Robicsek 1980).

estomago y tórax. Por su lado aquellos que son representada en otros sitios de Mesoamérica pertrechados con propulsores y que no entran en (Brokmann 2000: 271). A partir de esta división un combate cercano necesitan sólo de una pro- del tipo de implemento protector podemos consitección básica y que sin duda no inmiscuya su derar que dentro de la milicia teotihuacana existmovilidad por lo que es muy probable que requi- ía una especialización técnica. rieran de yelmos como podemos observar en los personajes representados en la estela 31 de Ti- Las corazas y yelmos en el arte teotihuacano kal.

Durante el período Clásico en el Altiplano Central

Sin embargo cuando denotamos individuos implementando lo que hemos llamado cota- coraza conjuntamente podríamos colocarlos en una posición de guerreros que tienen que combatir con un tipo armamento más pesado como lanzas de corta envergadura que no se pudieran proyectar y que actuarán de de manera perforante y corte por percusión, además de hachas de batalla y que usaban esta combinación defensiva como primer sistema de defensa y ataque lo que men-

la metrópoli que sin duda alguna ejerció gran poder político, económico, religioso y porque no decirlo militar en Mesoamérica fue Teotihuacan, ciudad de la cuál se ha logrado evidenciar a través del arte y la exploración arqueológica, cómo es el caso de la investigación llevada a cabo en la Pirámide de la Serpiente Emplumada 1988-1989 y el Proyecto Pirámide la Luna, realizado entre 1998 y 2004 por los arqueólogos Saburo Sugiyama de la Universidad de Aichi en

ciona como infantería pesada y que encontramos 12


Estela 31 de Tikal Guatemala, detalle de uno de los personaje ataviado con un atuendo estilo teotihuacano y armado con propulsor, yelmo y un escudo rectangular con la efigie del Tláloc B o señor de la tormenta. Imagen tomada de ( Paulin yi: 2001).

La combinación de armamento defensivo de protecciones para el cuerpo y lanzas cortas con pesadas puntas tienen por función el enfrentamiento a corta distancia, siendo utilizado este sistema como “infantería pesada” como lo muestra el dintel 6 de Yax-

Japón y Rubén Cabrera del INAH. Sin embargo conectados a deidades de filiación militar. Incluaños atrás ya se tenía conocimiento de una cier- so nos acercaríamos a pensar que es en el ta actividad bélica por parte de Teotihuacan, di- Clásico donde surgen ciudades que florecen con cha manifestación la podemos percibir desde un desarrollo lo suficientemente profesional y dos diferentes aspectos; la primera desde un as- preparado que posibilita la capacidad de poseer pecto local y la segunda desde un aspecto forá- un exclusivo armamento ofensivo sino que neo. La primera de estas tendencias las pode- además vislumbramos en el arte el uso de coramos observar a través del arte pictórico y cerámi- zas, cotas y armaduras desarrolladas en base a co entre los que destacan ejemplos como los de un tipo de enfrentamiento especializado donde la la pintura mural de Atetelco y Tetitla, además de infantería cobra una clara importancia táctica y ciertas figurillas y diversos elementos pintados, estratégica. Esto a efecto porque uno de los eleesgrafiados o en otras técnicas aplicadas a cerá- mentos que observamos de primera mano cuanmica de carácter suntuario. Por otro lado los di- do analizamos la parafernalia militar de Teotihuaversos motivos guerreros dirigidos hacia confi- can es una fuerte presencia de señores guerrenes tan lejanos del suroeste de la actual Repúbli- ros o militares de alta jerarquía representados ca Mexicana y el Petén guatemalteco con los los restos materiales, siendo por lo regular la que contamos con estelas, motivos cerámicos y identificación

de señores envestidos de ricos

cuencos con las imágenes de personajes em- atuendos guerreros portando a su ves cierto tipo bestidos con atuendos guerreros directamente de armas que para consecuencia de un ejército 13


serían incompletas, pues cierto es que todavía tramada y reforzada de laminillas confeccionano se encuentra aún la representación de un ar- das de concha cortadas simétricamente. En lo mamento variado como sucede en otras socieda- que respecta al traje por lo regular estos perdes de la época. Es por ello que esta descripción sonajes se encuentran sedentes en una especie se referirá a los únicos datos que poseemos con de silla o trono por lo que sólo se puede apreciar respecto al armamento defensivo de cuya varie- de forma parcial su atuendo, no obstante puede dad sin duda son llamativos he interesantes y de distinguirse que esta fabricado de placas rectanlos cuáles identificamos el siguiente tipo

gulares pegadas de forma vertical a una capa o chaleco lo que nos permite inferir el uso de una

Armadura con yelmo

“armadura” compuesta y flexible al movimiento

Dichos personajes representados en la cerámica del individuo cubriendo los brazos, el torso y principalmente correspondiente a la etapa Mete- partes inferiores del cuerpo, lo que nos recuerda pec (400- 600d.C) se encuentran ricamente ata- en su confeccionamiento a las armaduras javiados con yelmos compuestos de casco y bar- ponesas del período medieval (1185- 1867 d.C.) biquejo que cubre la cabeza, mandíbula inferior y cuyo uso de placas metálicas rectangulares se parte del cuello, dejando ver sólo el rostro del encontraban armadas y sostenidas con listones personaje, además de estar adosados con un de seda. También distinguimos que el cuello es par de orejas que parecen de felino acom- reforzado con una serie de elementos circulares pañadas de un tocado de plumas en la parte semejantes a collares, sin embargo estos están posterior de los mismos. Es de manera intere- segmentados al igual que la armadura siendo sante que estas protecciones para la cabeza parte integrante de la misma posiblemente para están compuestos de una serie de pequeñas pla- evitar la decapitación. cas compuestas en forma de media luna Un elemento que hay que tomar en consideraenlazadas una junto a la otra a manera de esla- ción es la carga simbólica que implica este atavió bones pegados o cosidos lo que permite resolver pues aunque estas figurillas no permiten obserque estas defensas posiblemente estaban fabri- var en detalle la composición artística de los yelcados de algún tipo de material ligero probable- mos es a través de monumentos como la estela mente un entramado vegetal compuesto de una 31 de Tikal de cuya influencia teotihuacana se estructura de varazón o finas vigas de caña en- aprecia en claramente en los atuendos que por14


La armadura teotihuacana consiste en una serie de aplicaciones rectangulares alineadas en serie y probablemente cosidas a la cota de algodón que se asemeja a las aplicaciones metálicas en las armaduras japonesas, lo que permite no sólo un sistema defensivo efectivo sino además presenta una gran movilidad corporal (Imagen se Sejourné 1966 y foto del autor)

tan los personajes acompañantes del señor sacrificio en Teotihuacan. A lo cual podríamos “Siyaj Chan K´awiill II” y que portan uno de estos inferir que dichos personajes se encuentran coimplementos defensivos (Martín y Grube 2000: nectados con esta deidad desde un carácter 34). Se pueden apreciar con lujo de minuciosi- simbólico que implicaría la personificación misma dad de la composición de estos yelmos donde se del dios envestido en el guerrero mismo y con aprecia un reticulado en forma de elipse que es una fuerte liga señorial. parte del adorno del yelmo lo que al parecer comparativamente se asemeja a los diseños cor- El traje Guerrero porales que portan los llamados jaguares reticu- No obstante uno de los ejemplos más importanlados del Patio de los jaguares y Atetelco.

tes del traje guerrero en Teotihuacan lo encon-

Para complementar debemos de considerar otro tramos en la pintura mural del patio blanco de elemento relacionado a este tipo de guerrero y Atetelco donde la presencia de dos personajes que sin duda es de manera interesante pues envestidos con elementos ligados a animales además de lo ya mencionado en las figurillas an- totémicos se hace presente y de cuya semejanza tes mencionadas estos personajes presentan nos recuerda a los representados en Tula y Tedos círculos en los ojos o anteojeras lo que algu- nochtitlán. Dichos guerreros portan significativanos autores como

(Pasztory 1974: 13) y mente atuendos de cuyos animales relacionados

(Sejourné 1966: 121) relacionan con el llamado simbólicamente a la guerra como es el caso del Tláloc B deidad relacionada con la guerra y el coyote, aves rapaces y el jaguar podrían signifi15


Los elementos simbólicos integrados en los utensilios defensivos como en el caso del yelmo que porta uno de los guerreros representados en la estela 31 de Tikal con forma de retícula arriba y su contraparte en los murales teotihuacanos abajo nos permite comprender la advocación, el culto y su relación con fundamentos totémicos, en este caso podríamos interpretarlo como que el guerrero que porta este yelmo esta relacionado al llamado jaguar

car por ves primera el uso de este tipo de vesti- aprovechado los beneficios del algodón tratado a mentas que al parecer más que estar relaciona- base de cotas por debajo de corazas, armaduras dos a “disfraces” para algún tipo de ceremonia o y estos aditamentos con forma de animales. Las rito es probable su uso en campañas bélicas o corazas, cotas y armaduras desarrolladas en enfrentamientos armados directamente ligados a Teotihuacan sólo pueden ser apreciadas a través un tipo de agrupaciones organizadas y nutridas del arte militar de forma pasiva pues hasta el mode soldados profesionales (Cabrera 2002: 149- mento no se han hallado escenas de batalla o 150), (Sejourné 1994: 121) y (Winning 1987: 98- acción bélica activa en la pintura mural o en la 99). Hemos de suponer que aunque el detalle cerámica lo que nos permitiría tener una mejor mural no nos permite observar claramente los perspectiva del uso y manejo de estos aditamenaditamentos constitutivos de tales trajes, pode- tos usados por lo guerreros, de lo cual sólo pomos considerar los siguientes elementos defensi- demos inferir las posibles maneras en que se utivos: a) Yelmo,

b) Protector para el cuello, c) lizaba este tipo de armamento, sin embargo de-

vestimenta completa fabricada de piel que cubre bemos de considerar que utilizando el análisis torso, piernas y brazos, d) guantes y e) sanda- del arte guerrero existente podemos considerar lias. Es muy probable que como sucedió en los la gran complejidad con que se manejaban en el trajes usados en el Posclásico Tardío, los usa- campo de batalla. dos en Teotihuacan también pudieron haber Otro factor importante que debemos de mencio16


nar son las diferentes formas y tipos de útiles de- vicción en la protección de las caravanas de cofensivos presentes en Teotihuacan, lo cual nos merciantes o por conquista nos acerca a pensar remite a establecer la hipótesis de que las agru- que estas agrupaciones estuviesen distribuidas paciones militares de la ciudad debieron de man- en varios tipos de quehaceres o aptitudes guetener un cierto profesionalismo tanto en prepara- rreras. Con ello podemos suponer de que así coción o entrenamiento así como en el manejo de mo en los ejércitos actuales los guerreros teolos diferentes instrumentos ofensivos de la época tihuacanos bien pudieron haberse catalogado así como su permanencia en la milicia, lo que por lanceros, jabalineros y hombres armados con identifica claramente al soldado de tiempo com- implementos contundentes, además de estratepleto y al ocasional, este último armado y utiliza- gas y expertos en tácticas de ataque y defensa. do sólo cuando fuese necesario para el estado. Aunque esto es una hipótesis podríamos acérPor otro lado una de las inquietudes que nos sur- canos a la posibilidad de que una ciudad como gen esta relacionado precisamente a estos sol- Teotihuacan con su dimensión e influencia ejercidados profesionales, los cuales por el carácter da en toda Mesoamérica por más de 300 años que debieron de representar tanto en la defensa sólo se haya podido sostener y desarrollar como de la ciudad así como en la actitud del desplaza- una gran urbe gracias a la política y las ligas dimiento fuera del territorio de la ciudad por con- plomáticas a través del comercio. Finalmente

Guerreros representados en los pórticos de Atetelco ataviados como águilas, jaguares y coyotes, nótese la gran complejidad de los trajes que portan y que no sólo están confeccionados con la piel o las plumas de estos animales totémicos sino que se puede observan diferentes aditamentos para la protección del cuerpo (Dibujos tomados de Winning 1987)

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mencionaremos que como sucede en el caso de otros estados de la antigüedad semejantes en Bibliografía tamaño y poder de Teotihuacan el hecho de

Brokmann, Carlos mantener una fuerza basada en la acción militar 2000. “Armamentos y tácticas: evidencia lítica y escultórica de las zonas Usumacinta y Pasión” lo suficientemente poderosa permitiría no sólo el en: La Guerra entre los Antiguos Mayas. Memosostenimiento de un estado como el teotihuaca- ria de la Primera Mesa Redonda de Palenque. Silvia Trejo Editora. INAH, México. pp. 271. no por un tiempo prolongado. En resumen podemos de comentar que este tipo de implemen- Cabrera Castro, Rubén 2002. “La Expresión pictórica de Atetelco, Teotos defensivos son sin duda uno de los elementihuacán. Su significado con el militarismo y el tos más sobre salientes en cuanto a desarrollo sacrificio humano.” en: Ideología y Política a través de materiales, imágenes y símbolos, COtécnico se refiere con respecto al ámbito bélico NACULTA, INAH, IIA y IIE de la UNAM, México. en Mesoamérica. Esto porque es común asociar Pp.149-150. y atribuir a los ejércitos llámese griegos, roma-

Landa, Fray Diego de nos, egipcios o incluso de sociedades europeas 1982. Relación de las Cosas de Yucatán, Editorial Porrua, México. pp. 52. y asiáticas el uso de armaduras segmentadas para la protección del cuerpo. No obstante tanto 1964. “Lienzo Tlaxcalla. Publicado por Alfredo Chavero en México, 1892, Litografías de Genaro en Teotihuacan, así como en el área maya del López,” en: Artes de México, No 51- 52, Año XI, Petén guatemalteco éste tipo de utensilios ya era México. utilizado y fueron desarrollados para proteger los

Martín, Simón y Grube, Nikolai cuerpos de los guerreros de elite. Esto debió de 2000. Chronicle of the Maya Kings and Queens: Deciphering the Dynasties of the Ancient Maya. haberse manifestado por la simple razón de que London and New York: Thames y Hudson. pp. 34 estas armaduras debieron de haber sido costoMuñoz,Camargo sas y un elemento evidente de poder y jerarquía 1948. Historia de Tlaxcala. Publicada y anotada militar, aunque también debemos de mencionar por Alfredo Chavero, Ed. Facsímil. México. pp. 71. que el grueso de los contingentes militares, lo que llamamos ejército regular cómo lo vemos en Muller, Florencia 1966. “Instrumental y Armas”. En Onceaba mesa las diferentes muestras artísticas de la época no redonda de Teotihuacan, Sociedad mexicana de usaban más que elementos muy simples de pro- antropología, México. pp. 237. tección. 18


Paulinyi, Zoltán 2001. “Los Señores con Tocado de Borlas. Un estudio sobre el Estado Teotihuacano”. En: Ancient Mesoamérica Vol. 12, No.1, Cambrigde University Press. pp. 1-30 Robicsek, Francis 1980. “Archaeological Finds of Classic Maya Weaponry in Guatemala” en: Antropología Americanista en la Actualidad, Tomo I, Editores Mexicanos, México. Sejourné, Laurette 1966. El Lenguaje de las Formas en Teotihuacán. Talleres Litoarte, S de R.L, Dibujos de Abel Mendoza y Manuel Romero, México. Winning Von, Hasso 1986. La Iconografía de Teotihuacán: Los dioses y los Signos. Documentos y Fuentes del Arte en México. 2 Vols. Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México. pp.90.

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DESDOBLAMIENTOS DE TLÁLOC, REFLEXIONES SOBRE EL REPERTORIO ICONOGRÁFICO DE SELER

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Ofelia Márquez Huitzil

e entre todas las deidades del panteón mesoamericano, destaca Tláloc por el

grado de abstracción de sus características, que al mismo tiempo lo hacen inconfundible y aparentemente, indescifrable, alcanzando el sentido de lo inasible ( figura 1 ) . No obstante, algunos elementos de la naturaleza pueden discernirse de sus componentes, así como el desdoblamiento de sus funciones, de acuerdo a las variantes iconográficas de su atavío. En primer lugar, destacan esos anillos que forman sus anteojeras, orejeras y bigotera, que han sido identificados como serpientes enroscadas y hocicos

Fig. 1 Tláloc. Ciudad de México. Basalto. MAP, Tomado de www.arqueomex.com

de serpientes, por Eduard Seler a finales del siglo XIX (Seler, 1980, I: 86) en varios Tláloc de la Colección Uhde del Museo Real de Etnología de Berlín, Konigliches Museum für Völkerkunde (figura 2). A pesar de que las serpientes tienen que ver en general con las corrientes de agua, siendo representadas con los colores del jade, chalchíhuitl, material que constituye la falda de la diosa del agua terrestre, Chalchiuhtlicue, como su nombre lo indica, los rectángulos que forman las serpientes en las orejeras y nariguera de Tláloc en el Códice Borgia, y en el Códice Ríos entre otros códices, y en las vasijas encontradas en el Templo Mayor (figuras 3, 4 y 5), son color azul turquesa, color del 20


xíhuitl, la piedra turquesa, que se vincula con el fuego, xíhuitl, que incluso, define el nombre del dios del fuego, Xiuhtecuhtli, Señor del fuego. A este respecto, hacemos referencia nuevamente al trabajo de Seler (Seler, Op.. cit.: 152), quien observó en el relato de los Soles que precedieron a la época actual, de los Anales de CuauhFig. 2. Tláloc de la Colección Uhde, detalle, Códice Borgia. Tomado de Seler, Comentarios al Códice Borgia, Fondo de Cultura Económica, 1980: 86, México.

titlán, que hubo un sol de lluvia, Quiahuitonatiuh, cuando llovió el fuego que acabó con la humanidad. Es imposible entonces, negar que ese azul turquesa remita al fuego, y que el ave de fuego, xiuhtótotl, lo contenga entre sus colores: amarillo, rojo y azul, pero por otra parte, pensamos que tampoco es posible negar que el color azul de por sí, remita a las tonalidades del agua.

Fig. 3. Tláloc como signo de los días, lámina 8 Códice Borgia, facsímil de procedencia no identificada

Ambigüedad sí, pero la lógica del pensamiento mesoamericano transcurre en la metamorfosis y el desdoblamiento. Tláloc, el dueño del agua contenida en los cerros, es también el dueño de los rayos de fuego que acompañan a las tormentas, él y sus tlaloques, se representan también portando estos elementos de fuego como cuchillos curvos de obsidiana con bordes de hileras de puntas de pedernal, que hacen metáfora de su capacidad cor-

Fig. 4. Tlaloque en la trecena 1 Quiáhuitl, detalle, lámina 14 del Códice Ríos www.fieldmuseum.org/aztecs/photos/EXH1.jpg

tante, como en la lámina 19 del Códice Borgia (figura 6), o bien, portan el hacha roja con navajas de pedernal en la punta, como en la lámina 4 del Códice Laud (figura 7). 21


Por otra parte, su relación con el agua que corre y que surge en los montes extendiéndose a los 4 rumbos es incontestable. En la lámina 67 del Códice Borgia, aparece como regente de la trecena 1 Quiáhuitl, haciendo patente su vinculación con la tierra y los 4 rumbos por medio del emblema cuadrado que porta en la espalda a la

Fig. 5. Vasija de Tláloc del Templo Mayor www.esacademic.com

Seler refiere que la corona de papel de Tláloc simboliza las nubes míxxotl, con sus “dientes escalonados a manera de almenas” (Seler, op. cit.: 87). Nosotros pensamos que es significativo el hecho de que Tláloc porte atavíos de papel, en Fig. 6. Tláloc como signo de los días, detalle, lámina 19 Códice Borgia, facsímil de origen no identificado

cofias, moños, coronas, bandas de papel o en pliegos o capas de papel blanco. Material ligero, voluminoso, maleable, “vaporoso”, “poroso”, cualidades que también tienen las nubes. Ese papel aparece goteado, con hule o con chapopote derretido, absorbido en forma permanente. Fenómeno que se busca causar en la naturaleza, por medio de este material ritual, para que el agua de la lluvia penetre en la tierra haciéndola fértil. Siendo con estos elementos mayormente, como se representa a Tláloc como regente del signo Mázatl (figura 8).

Fig. 7. Tláloc con hacha roja, detalle, lámina 4 Códice Laud, facsímil de origen no identificado 22


altura del cuello y la nuca, y que se divide en cuadro rumbos formando 4 triángulos que confluyen en un centro, dos triángulos verde oscuro a los lados y dos triángulos verde claro casi borrado y convertido en un ocre sucio, que, como lo refiere Seler (Seler, op. cit.: 88) remiten a la superficie terrestre. Además de que recibe el agua que brota de un cerro frente a él gracias al trabajo ritual del sacerdote (identificado como tal por la mancha roja de sangre sobre su sien) también ubicado frente a él (figura 9), y que en la lámina correspondiente del Códice Ríos es representado como un tlaloque, ayudante de Tláloc. En la Fig. 8. Tláloc como signo de los días, lámina 12 Códi- lámina 23 del Códice Vaticano B también porta el ce Borgia, facsímil de procedencia no identificada

mismo cuadrado en la espalda y se encuentra de pie sobre una corriente de agua (figura 10).

Partiendo de la descripción iconográfica de Seler (Seler, op. cit: 151-156), pensamos que Tláloc puede tener una función sacerdotal al aparecer con el huiztli, la espina, y el ómitl, el punzón de hueso del sacrificio, así como con el ojo rodeado de oscuridad en la coronilla, el cabello largo negro del sacerdote, cuando tiene que interactuar con su regente, Tonatiuh, el Sol, regulándolo o siendo regulado al funcionar como signo de los días (figura 11). Fig. 9. Tláloc como regente de la 7ª trecena 1 Quiáhuitl, detalle lámina 67, Códice Borgia, facsímil de procedencia no identificada.

Como agricultor, Tláloc porta la coa y su cuerpo aparece recubierto de placas chalchíhuitl, jade que hacen contraste con el color turquesa de sus 23


Fig. 10. Tláloc en la lámina 23, Códice Vaticano B, facsímil de procedencia no identificada.

Fig. 11. Tláloc como signo de los días, detalle, lámina 9 Códice Borgia, facsímil de origen no identificado

Fig. 12. Tláloc como signo de los días, detalle, lámina 9 Códice Borgia, facsímil de origen no identificado

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Figuras 13 y14. Tláloc con los yelmos de los signos de los días Cipactli y Miquiztli, lámina 27 Códice Borgia, facsímil de origen no identificado

Fig. 15. Tláloc como signo de los días, detalle, lámina 9 Códice Borgia, facsímil de origen no identificado

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anteojeras, orejeras y bigotera, así como con el cuadrado de los 4 triángulos o rumbos, que porta en la espalda (figura 12). Y finalmente, Tláloc se vincula con el tiempo que se desarrolla simultáneamente en el espacio, al portar los signos de los días Cipactli, Miquiztli, como yelmos, en la lámina 27 del Códice Borgia (figuras 13, 14), y el miotli, signo del año en la coronilla, formado por un trapecio y un rayo en la lámina 28 del mismo códice (figura 15).

Bibliografía Seler, Eduard. Comentarios al Códice Borgia, 1980, Fondo de Cultura Económica, México.

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Invitación Se invita a todos los investigadores interesados en temas relacionados con Tlaloc y demás deidades de la lluvia y la fertilidad a enviar sus artículos de no más de 8 cuartillas. Las imágenes se enviaran por separado en resolución de 300dpi. Se aceptará un máximo de 8 imágenes. Para entrega de originales se siguen las normas de la revista Anales IIEs Toda correspondencia deberá dirigirse a la Dra. María Elena Ruiz Gallut al Instituto de Investigaciones Estéticas, Circuito Mario de la Cueva, s/n. Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México D.F. Tel. 5622-7547 Fax. 5665-4740. De igual manera los artículos podrán mandarse a las siguientes direcciones electrónicas: gallut@servidor.unam.mx; seminario.tlaloc@gmail.com.

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