30º CONFERENCIA MAGISTRAL MANUEL TAPIA (2016)
SEPAR... ¿Algo más? Doctor J. Castillo Gómez
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NEUMOLOGÍA Y CIRUGÍA TORÁCICA
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SEPAR... ¿Algo más? Doctor J. Castillo Gómez
30ยบ CONFERENCIA MAGISTRAL MANUEL TAPIA (2016)
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SEPAR... ¿Algo más? Doctor J. Castillo Gómez
En primer lugar, quiero dar las gracias al Dr. Francisco Casas, presidente de este Congreso por haberme propuesto para esta conferencia, y a la junta directiva de SEPAR por haberla aceptado. Estar en Granada y con SEPAR hace imposible no recordar al Dr. Morente Campos y a su equipo, que trabajaron mucho por SEPAR y por la neumología andaluza. Por otra parte, y en lo que a mí se refiere, Granada ha sido una ciudad muy importante. Aquí di mi primera charla fuera de Sevilla invitado por el Dr. Morente. También en Granada fui elegido presidente de SEPAR, y ahora estoy con Uds. en la conferencia Manuel Tapia. Todos estos hechos han sido una satisfacción y un honor. Cuando me llamó Paco Casas para proponerme esta conferencia, la satisfacción personal hizo que la aceptara sin mucha reflexión. Una vez aceptada y pensando sobre su contenido, se me presentaron únicamente dos opciones: 1 Impartir una conferencia amable para todos y más o menos entretenida, o 2 tener algo que decir aun a riesgo de poder molestar a algunos miembros de la Sociedad. 5
He elegido la segunda opción porque pienso que puede ser mucho más útil para todos. No voy a hablar nada sobre mí, salvo algún detalle, ni tampoco del lugar ni de las personas con las que he trabajado, y solamente haré alguna excepción. Tampoco voy a citar a muchos neumólogos y cirujanos importantes, porque son tantos, que seguro les aburriría a base de nombres; citaré solo a algunos que vengan a colación por el contexto de la charla. Por otro lado, no conozco los problemas de todos los hospitales españoles, y por tanto, en algunos habrá diferencias respecto a lo que voy a exponer, si bien pienso que no va a tener importancia puesto que eso no alterará su contenido esencial. Por último, les ruego tengan en consideración lo más importante, esto es, lo que pienso de nuestra Sociedad, sabiendo que todo pensamiento, por firme que sea –y el mío puedo asegurarles que lo es–siempre es subjetivo, es decir, hablaré por mí mismo y por nadie más; por tanto, creo que a las personas que me están escuchando, les guste más o menos mi exposición, no tiene por qué afectarles personalmente. Hechas estas consideraciones, vamos a comenzar. Un artículo de José Manuel Prada citaba a un escritor llamado Bonelli que decía lo siguiente: “Un escritor joven con gran éxito pasa con el tiempo a la madurez, en esta época hace autocrítica de lo realizado y no acaba de estar convencido de su forma anterior de escribir. Sus múltiples fans le piden que continúe igual, que no cambie, que todo va muy bien. Sin embargo, Bonelli afirma que si no cambia, acabaría fracasando, y si lo hace, seguirá triunfando”.
No cambian solo los escritores, sino también los pintores, y prácticamente se cambia la mentalidad en todas las profesiones a lo largo de la vida. También cambian los médicos y las 6
Sociedades; estas últimas requieren más tiempo para hacerlo, pero están obligadas a cambiar de acuerdo a cómo se desarrolle la Sociedad en la que trabaja. Por este motivo, el centro de esta charla es si SEPAR debe cambiar o no. Anteriormente les he indicado que mi pensamiento sobre SEPAR era un pensamiento muy firme. Un pensamiento firme es muy difícil de cambiar, salvo que cambien las circunstancias que lo producen, y se basa en tres pilares fundamentales: A La experiencia adquirida. B Las influencias recibidas. C Las sensaciones experimentadas. Es cierto que en nuestra especialidad todos tenemos, en mayor o menor medida, estos tres pilares, aunque dentro de nuestro trabajo la importancia de los mismos puede ser diferente: no es igual haber pertenecido a la junta directiva de SEPAR que no haber pertenecido, ser jefe de servicio o no serlo, y todo eso influye, porque las personas o entidades con las que se trabaja en cada caso son diferentes. Por este motivo, para tener un pensamiento firme sobre algo es necesario que pasen una serie de años, que afianzarán estas tres bases. En mi caso, en el Congreso de Oviedo, celebrado en 1994, al despedirme de la Junta Directiva de SEPAR dije que SEPAR debería ser “algo más”. Recuerdo que al salir me abordaron tres o cuatro prestigiosos neumólogos y me preguntaron: “¿qué has querido decir con eso?” No recuerdo mi respuesta, pero sí que a continuación me dijeron: “SEPAR debe seguir como está, pues va muy bien”. Parece claro que su opinión no coincidía ni con nuestro escritor italiano citado por José Manuel Prada ni conmigo. Voy a hacer un recorrido por la historia de SEPAR para ir ofreciéndoles los detalles que más me han influido a lo largo de todos estos años: En la época en que se formó la Sociedad, existían las Facultades de Medicina dirigidas por 7
catedráticos, que, al menos en lo que yo he conocido, no permitían que las enfermedades respiratorias fueran responsabilidad de los especialistas de Aparato Respiratorio de la Cátedra, sino de los internistas. Por otro lado, estaban los sanatorios dedicados fundamentalmente al estudio y tratamiento de la tuberculosis. Pues bien, lo que no se pudo hacer en las cátedras lo realizaron algunos especialistas de los sanatorios conocidos por todos. En estos centros se comenzaron a estudiar y a tratar todas las enfermedades respiratorias, incluyendo desde muy temprano la clínica, la cirugía torácica y la fisiopatología respiratoria. Fue, por tanto, un grupo de especialistas inteligentes, trabajadores y con visión de futuro los que formaron SEPAR. Los especialistas de las cátedras, nombrados por el catedrático de turno, no participaron en la formación de nuestra Sociedad, aunque una vez formada se incorporaron a la misma. ¿Por qué nuestra Sociedad la hicieron los especialistas de los sanatorios y no los especialistas de las cátedras de medicina, siendo estos los que más prestigio científico tenían en nuestro país? Es difícil contestar a esta pregunta, aunque puede pensarse que los pioneros de la Sociedad eran personas libres en su trabajo y no tenían ninguna ligazón con el agradecimiento o con el miedo a perder su puesto, que sí tenían la mayoría de los especialistas que trabajaban en las cátedras. Pienso que éste es un punto importantísimo: la libertad del científico para crear es esencial para la mejora de los conocimientos y de la estructura de la sanidad. Estos fundadores tuvieron que vencer inconvenientes importantes. Como ejemplo, podemos citar el escepticismo del Dr. Lemoine, el mayor referente europeo, que al ser preguntado por su opinión dijo que “en España no había nivel científico suficiente”. A pesar de estas opiniones, que posteriormente fueron rectificadas, SEPAR se fundó oficialmente en el Congreso de Granada hace ahora 49 años. La evolución de nuestra Sociedad fue muy rápida y brillante, siendo desde sus inicios el referente de los neumólogos y cirujanos torácicos. Los socios aumentaron de forma exponencial coincidiendo con la apertura de los hospitales de la “Seguridad Social”, en los que se incluyó desde el comienzo la especialidad de aparato respiratorio y cirugía torácica 8
dotándola de especialistas. También, y muy importante, la financiación acompañó proporcionalmente a este crecimiento, y así SEPAR se convirtió en pocos años en una de las Sociedades científicas más potentes y mejor organizadas de España. Al mismo tiempo, la progresión científica puede catalogarse de excelente, y eso fue debido a la existencia, previo a su comienzo, de dos servicios de neumología de un gran nivel en dos hospitales de gran prestigio: la Clínica de la Concepción de Madrid y el Hospital Clínic de Barcelona, dirigidos por Fernando Lahoz y Alberto Agustí. En ambos coincidían una serie de cualidades que definen cómo deben ser y qué trabajo deben realizar los jefes de servicio. En mi opinión, un jefe de servicio debe tener: A Currículum impecable. B Prestigio personal y profesional dentro de su propio equipo. C Prestigio nacional. Y como misión fundamental, dedicación para que los componentes del servicio adquieran la mejor formación que repercuta en la calidad de la asistencia, la docencia y la investigación y en la propia satisfacción profesional y personal de los especialistas. Lahoz y Agustí cumplían todos estos requisitos, y por este motivo fueron actores importantísimos en la evolución de la neumología española. Con esta mentalidad, en ambos equipos y en otros comenzaron a destacar jóvenes especialistas que más adelante ocuparían puestos de responsabilidad en los hospitales. Esta fue la causa de que la especialidad creciera en número importante de especialistas y en calidad, rompiendo esa barrera sin sentido de que únicamente los jefes eran los únicos preparados científicamente. Un ejemplo que creo muy demostrativo de lo anterior sucedió en el I Symposium 9
Internacional de Fisiopatología Respiratoria realizado por Neumosur. Desde hacía casi una década, la fisiopatología respiratoria había alcanzado una gran importancia dentro de la especialidad. Todos los servicios de neumología de los grandes hospitales contaban con secciones de fisiopatología o con grupos de profesionales dedicados a ella. Por este motivo la progresión en su conocimiento puede calificarse de espectacular. En este Symposium participaron, además de todos los grupos españoles, las escuelas de fisiopatología respiratoria de Canadá, EEUU, Bélgica, Francia, Holanda e Inglaterra. Todos los grupos, tanto españoles como extranjeros, exponían un trabajo seguido de amplios diálogos. En este Symposium se presentó el siguiente trabajo: “comportamiento de los flujos y de la presión de oclusión en las broncopatías crónicas obstructivas con y sin retención de CO2 ante el estímulo hiperóxico”. Este trabajo fue realizado por la Dra. Inmaculada Alfageme, y provocó los siguientes comentarios: –– Dr. Milic-Emili (Canadá): “Ha sido un estudio precioso. La felicito, doctora. No tengo preguntas. Ha sido fabuloso.” –– Dr. Peslin (Francia): “Quiero felicitar también a la oradora por su magnífico trabajo.” –– Dr. Ulmer (Alemania): “Mis felicitaciones. El trabajo ha sido magnífico.” Al día siguiente, el Dr. Milic-Emili ofreció a la Dra. Alfageme una beca para trabajar en el grupo más prestigioso del mundo en aquellos momentos. En la oferta de esta beca no intervino ni la industria farmacéutica ni el servicio de neumología de Sevilla. La beca le fue ofertada exclusivamente por su gran calidad. Creo, por tanto, que es un buen ejemplo de la progresión y la calidad de la neumología española. En mi opinión, esta gran progresión se realizó, además de por el valor individual de los especialistas, por los siguientes hechos: 1 Existía la carrera hospitalaria y, por tanto, la competitividad entre los especialistas era 10
muy importante. 2 Existía un futuro prometedor dependiendo del valor personal. 3 Los jefes de servicio eran personas preparadas y formaron a especialistas de gran calidad. Podemos resumir todo este proceso en una sola frase: “Los mejores ocupaban los puestos de más responsabilidad en nuestros hospitales, teniendo en cuenta exclusivamente el valor personal de los mismos”. SEPAR continuó su progresión desde 1992 de forma constante. Los médicos jóvenes comenzaron a ocupar puestos importantes en los servicios hospitalarios, y esto se tradujo en una mayor cantidad, pero sobre todo en una mayor calidad. El hecho más importante que cambió de forma progresiva, y como veremos negativa, fue la transferencia de la sanidad a las Comunidades Autónomas. Al principio, no tuvo apenas repercusión en la trayectoria de la especialidad. Los jefes de servicio eran personas muy respetadas en sus hospitales, y también por las nuevas autoridades sanitarias, y la colaboración entre ambos continuó para conseguir el mejor hospital posible. Las transferencias comenzaron a producir hechos negativos, aunque limitados en el tiempo, y al principio con poca repercusión por la relativa juventud de los integrantes de los servicios médicos. El más importante de los hechos negativos fue el comienzo de la endogamia en los hospitales. Empezaron a desaparecer los concursos nacionales, que son esenciales para que los médicos más preparados ocupen las plazas vacantes más importantes, y fueron sustituidos por concursos locales, a los que al principio podían presentarse médicos de la Comunidad Autónoma, y posteriormente se convirtieron en concursos cerrados para los profesionales del propio hospital. 11
No creo que nadie pueda defender la endogamia como algo positivo ni conveniente, y sí como un hecho retrogrado, claramente contra la calidad. Y ni hospitales ni enfermos ni médicos salen favorecidos de esta situación, que en el momento actual es la que impera, ya que no existen los concursos nacionales. ¿A quién le interesa y por qué esta endogamia? Únicamente a los responsables políticos de los hospitales que pueden colocar a sus preferidos en los puestos de más responsabilidad, y de esta manera evitar la crítica constructiva de los servicios médicos y anular los criterios profesionales, renunciando a la experiencia y al talento, así como a la colaboración de los jefes de servicio. Se renuncia, por tanto, a la colaboración, con lealtad, de los más preparados, y se sustituye por la obediencia, que evita problemas, pero que inevitablemente va a disminuir la calidad. No podemos confundir la calidad científica con la organización hospitalaria, y no tienen ningún sentido los slogans con los que quieren confundirnos. Por ejemplo: “la mejor sanidad es no tener listas de espera”. Esto es verdad, y todos estamos de acuerdo, pero no incluye el conocimiento, fundamental para la calidad global. Para desarrollar el conocimiento, es necesario recuperar los aspectos en que nuestra especialidad ha conseguido su gran desarrollo, y son los siguientes: 1 Concursos nacionales. 2 Baremos correctos. 3 Tribunales independientes. Y como consecuencia, los mejores deben ocupar los puestos de más responsabilidad. Los jefes de servicio deben ser los que han demostrado ser mejores. Su misión en el hospital, al igual que la del resto de los componentes, es fundamental para conseguir hospitales de gran 12
nivel. No puede ser que las influencias políticas decidan quién debe ocupar estos puestos. Y desgraciadamente, esto es lo que está sucediendo de forma generalizada. Los responsables políticos quieren jefes de servicio obedientes por encima de cualquier otra consideración, y de esta manera la calidad descenderá inevitablemente. Las autoridades, para cambiar el sistema anterior y no tener que enfrentarse a ningún tipo de crítica constructiva, deciden que los jefes de servicio sean médicos de confianza, es decir, una prolongación de su gestión sin críticas ni aportaciones, y además, que ejerzan un control sobre el resto de los componentes, y esto lo consiguen: 1 Facilitando la endogamia. 2 No haciendo concursos nacionales. 3 Alterando los baremos. Y además, con argumentos insostenibles como “no se elige al mejor currículum porque otro candidato es mejor gestor”. Esto es totalmente negativo, y además los jefes de servicio son evaluados en un tiempo determinado y pueden ser sustituidos siempre que un tribunal imparcial lo considere necesario. Las autoridades políticas no pueden sustituir los criterios de los profesionales más preparados si se pretende conseguir la mejor sanidad posible. La prensa especializada opina claramente sobre el perjuicio de la endogamia sobre el sueldo de los médicos y sobre los concursos nacionales. Veamos algunos ejemplos: “La endogamia afecta al 75% de los profesores. Algunas denuncias de trato de favor están acabando en los tribunales.” (Diario de Andalucía,13 de diciembre de 2015.) “Se entregaron 16 premios en la Universidad de Sevilla teniendo en cuenta únicamente los méritos académicos y pasando por alto los apellidos, los parentescos, las relaciones sociales y el 13
compadreo. Los mejores de cada facultad medidos a pulso en el expediente de cada uno sin mirar nada más, y esto es NOTICIA” (Javier Rubio. ABC de Sevilla). “Médicos mejor pagados” (ABC de Sevilla, 9 de diciembre de 2015). ¿Qué opina SEPAR sobre la situación actual? Desgraciadamente, no lo sabemos, pero yo creo que nuestra Sociedad tiene la obligación de defender la calidad de la especialidad, y por este motivo considero que SEPAR debe tener una opinión, y que esta opinión debe ser conocida por sus socios y por toda la Sociedad y aprovechar todas las situaciones posibles para defenderla. Hace 49 años que se fundó SEPAR. En el tiempo transcurrido desde entonces ha cambiado todo en la Sanidad de nuestro país, mientras SEPAR sigue con sus mismos estatutos. Las Sociedades, en mi opinión, tienen que adaptarse a los cambios de la sociedad, y no permanecer inmóviles. Por todo esto creo que SEPAR debe ser algo más.
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colecciรณn MANUEL TAPIA
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