4 minute read
Carta al Director
Nuevas formas de fumar: ¿hacia dónde vamos?
G. Castaño de las Pozas
Servicio de Neumología. Hospital de Jarrio. Coaña, Asturias.
Sr. Director,
El tabaquismo sigue siendo la principal causa de morbimortalidad a nivel mundial. El último informe de la OMS indica que entre los años 2000 y 2015 se produjo un descenso del consumo de tabaco, con el porcentaje de fumadores a nivel global descendiendo desde el 33,3% hasta el 24,9%(1). Sin embargo, a nivel nacional, el consumo diario de tabaco entre los 15-64 años tiene una tendencia al alza en los últimos años(2).
Este problema es especialmente preocupante en los más jóvenes. En el grupo entre 14-18 años el consumo diario (3), no solo no ha descendido, sino que, desde 2014, va en aumento, salvo un ligero descenso en los datos de 2021, teniendo en cuenta que reflejan los datos de la pandemia de 2020, en la que los confinamientos en el hogar y el aislamiento social pudieron reducir el consumo, sobre todo en este grupo de edad.
Aproximadamente el 80-90% de los fumadores inician el consumo antes de los 18 años y el 71% son fumadores diarios antes de esa edad(4), manteniéndose estable la edad de inicio en los 14 años desde el año 2016(3). Además, en los últimos años hemos asistido a la aparición de nuevas formas de consumo de tabaco
Correspondencia:
Dra. Gema Castaño de las Pozas. Servicio de Neumología. Hospital de Jarrio. Coaña, Asturias
E-mail: gemish16@hotmail.com
Recibido: 25 de marzo de 2023. Aceptado: 27 de marzo de 2023. Prev Tab. 2023; 25(1): 28-29 que han impactado especialmente entre los jóvenes, lo que resulta muy alarmante.
En el año 2006 entraron en el mercado mundial los cigarrillos electrónicos (CE) publicitados por la industria tabaquera (IT) como una herramienta para el cese del tabaquismo y una alternativa más “segura” al tabaco convencional, un “producto saludable”, promulgando la acción de vapear como diferente a fumar, cuestión más que dudosa.
Los CE no contienen tabaco, pueden contener o no nicotina, pero sí contienen sustancias tóxicas (5) y aditivos que no son inocuos, sobre todo aquellos con sabor dulce, mentol y frutas, que son los que alteran más el ADN y han demostrado efectos perjudiciales para la salud, siendo además los más atractivos para los jóvenes.
En la población joven española el consumo del CE se triplicó entre 2014 y 2019, con un pequeño descenso en 2020 (3), siendo actualmente mayor el porcentaje de jóvenes que han probado alguna vez los CE que el tabaco (44,3% frente a 38,2%). Un porcentaje nada desdeñable, alrededor del 20% de la población joven, se inicia en el hábito con el uso de estos dispositivos, cuestión bastante preocupante. Mientras que entre los fumadores de tabaco es muy frecuente el uso dual de tabaco y CE, en torno a un 80%.
Otra forma novedosa de consumo es el tabaco calentado (TC), siendo el más comercializado en España el “IQOS”. En este caso sí se trata de tabaco, que es calentado sin alcanzar la combustión, por lo que la
IT lo propone como otra “estrategia de reducción del daño del tabaco”. Entre las sustancias que contiene se encuentran la nicotina, nitrosaminas, metales pesados (más que en tabaco convencional), glicerina, propilenglicol, etc.(5) compartiendo muchos productos tóxicos presentes en el humo de tabaco. La IT asegura que su consumo es menos dañino porque existe reducción de alguno de esos componentes respecto al tabaco convencional, hecho no demostrado con evidencia científica, ya que estos compuestos, incluso en dosis bajas, pueden producir riesgo cardiovascular y respiratorio, entre otros, por lo que se les presupone los mismos que al tabaco convencional.
A nivel nacional, el consumo de TC se sitúa en torno a un 6% de la población, más en sexo masculino y en población más joven, dato bastante preocupante teniendo en cuenta que produce adicción a la nicotina, lo que supone un riesgo para que dicha población comience a consumir productos de tabaco, apreciándose también el consumo en nunca fumadores.
Otras formas de consumo muy frecuente entre jóvenes son las cachimbas. Prácticamente la mitad de los adolescentes en España, alrededor de un 47%, refiere haber usado tabaco en cachimbas en alguna ocasión.
Además, cada vez es más frecuente el policonsumo de sustancias entre jóvenes, siendo el perfil predominante la asociación de CE y TC. También puede utilizarse el CE o la cachimba para consumir cannabis y se ha demostrado que los usuarios de CE tienen más probabilidades de consumir otras sustancias adictivas como el cannabis y el alcohol.
A todos estos productos novedosos, al tratarse de productos del tabaco, se les debe aplicar la regulación específica en relación con el consumo, venta, suministro y publicidad del mismo. Sin embargo, comprobamos con tristeza que es habitual que escapen de dicha legislación y los jóvenes tengan una gran accesibilidad a los mismos y una mínima percepción de riesgo sobre sus efectos.
Si queremos terminar con la lacra del tabaquismo y que nuestros jóvenes no se inicien en la espiral de su adicción, es fundamental la información a través de campañas(6) dirigidas a ellos y, por supuesto, la puesta en marcha del tan esperado “Plan Integral de Tabaquismo”.
Bibliograf A
1. World Health Organization. WHO global report on trends in prevalence of tobacco use 2000-2025. [Internet]. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/who-global-report-on-trends-inprevalence-of-tobacco-use-2000-2025-third-edition [Consultado: 15 de marzo de 2023].
2. Ministerio de Sanidad. Gobierno de España. Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES) 1995-2022. [Internet]. Disponible en: https://pnsd. sanidad.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/2022_Informe_EDADES.pdf [Consultado: 15 de marzo de 2023].
3. Ministerio de Sanidad. Gobierno de España. Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) 2021. España: 2021 [Internet]. Disponible en: https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/ sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/ESTUDES_2021_Informe_de_Resultados.pdf [Consultado: 15 de marzo de 2023].
4. National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion (US) Office on Smoking and Health. Preventing Tobacco Use Among Youth and Young Adults: A Report of the Surgeon General. Atlanta (GA): Centers for Disease Control and Prevention (US); 2012. [Internet]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih. gov/books/NBK99237/ [Consultado: 15 de marzo de 2023].
5. Jiménez-Ruiz CA, Solano-Reina S, de Higes-Martínez E, Cabrera-César E, Sandoval-Contreras R, de Granda-Orive JI, et al. Documento de posicionamiento de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ante las estrategias de reducción del daño del tabaco. Open Respir Arch. 2022; 4(2): 1-50.
6. Astursalud. IX Jornadas de la Red de Centros Sanitarios Libres de Tabaco. “Sin humo” no quiere decir “sin peligro”. [Internet]. Disponible en: https://www.astursalud.es/documents/35439/948934/Nuevos+dipositivos+electr%C3%B3nicos+para+fumar.pdf/e8fd3b579efc-7bdd-7b86-606a6368d28c?t=1678450624020 [Consultado: 15 de marzo de 2023].