Co nf l i c t o sy n me di a c i ó ne
c o n t e x t o sp l ur a l e s d ec o n v i v e n c i a
I sabelLuj ánHenr í quez Coor di nador a
Conictos y mediación en contextos plurales de convivencia
Conflictos y mediación en contextos plurales de convivencia Isabel Luján Henríquez (Coordinadora)
2019
CONFLICTOS y mediación en contextos plurales de convivencia / Isabel Luján Henríquez (coordinadora). -- Las Palmas de Gran Canaria : Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Servicio de Publicaciones y Difusión Científica, 2019 1 archivo PDF (404 p.) ISBN 978-84-9042-358-5 1. Mediación y conciliación (Derecho civil) 2. Mediación y conciliación (Derecho Penal) 3. Conciliación I. Luján Henríquez, Isabel, coord. II. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ed. 347.925
© del texto: Los autores Isabel Luján Henríquez (Coordinadora) © de la edición: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Servicio de Publicaciones y Difusión Científica ISBN: 978-84-9042-358-5 Depósito Legal: GC 615-2019 IBIC: LNAC5 / 4GE Producción: Servicio de Publicaciones y Difusión Científica de la ULPGC 1ª edición (versión digital PDF enriquecida) 2019
Editado en España. Edited in Spain Reservados todos los derechos por la legislación española en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de esta obra puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por medio ya sea electrónico, químico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo, por escrito, de la editorial.
Í N D I C E Presentación ................................................................................ Isabel Luján Henríquez
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Prólogo........................................................................................ Eduard Vinyamata
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Cómo mejorar la gestión de los conflictos: la modelización ......... Josep Redorta Lorente
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¿Hacia el estatuto científico de la mediación? ............................... Fermín Romero Navarro
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Mediación y convivencia. Perspectivas metodológicas .................. Leonor Buendía Eisman
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¿Es posible la mediación post-violencia? ...................................... Ansel Guillamat Rubio
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Del ideal de la convivencia a la praxis de la mediación comunitaria intercultural: un proceso dialéctico ........................................ Carlos Giménez Romero
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La mediación penal: aproximación integral.................................. Daniel Montesdeoca Rodríguez
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La mediación familiar, una manifestación de justicia terapéutica .... Francisca Fariña Rivera
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La mediación en los cambios de residencia de los hijos post ruptura familiar........................................................................................ Pascual Ortuño Muñoz
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La mediación intrauniversitaria: reflexiones y propuestas ............. Manuel Rosales Álamo Leticia García Villaluenga
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Ampliando la mirada de la mediación en el contexto educativo ... Rita Ojeda Socorro María José Gómez Herreros
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Isabel Luján Henríquez
Impacto del proyecto “activa el on de la mediación” en el alumnado mediador ............................................................................... Raúl Saavedra López
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El entorno laboral, su conflictividad y la eficacia de las herramientas de mediación ......................................................................... Lourdes Arastey Sahún
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El enfoque transformativo para el abordaje de conflictos con requerimientos económicos ................................................... Joseph P. Folger Gustavo Fariña Presente y futuro en la protección extrajudicial del consumidorusuario financiero. Especial referencia a la mediación ............ Rosalía Estupiñán Cáceres Beatriz Fonticiella Hernández Nuevas perspectivas en la mediación en el transporte aéreo de pasajeros ................................................................................ Nicolás Díaz de Lezcano Sevillano Jorge López Curbelo Lourdes Sarmiento Ramos Aproximación a la figura de la mediación en el ámbito de la navegación marítima ............................................................. Jorge López Curbelo Nicolás Díaz de Lezcano Sevillano Lourdes Sarmiento Ramos
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Mediación sanitaria: creando un espacio de convivencia global .... Amparo Quintana García
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Sobre los autores..........................................................................
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PRESENTACIÓN
Los conflictos y las controversias son inherentes a las relaciones interpersonales. Aunque el conflicto no es exclusivo de los seres humanos, es inseparable a la condición humana, pues al igual que los encuentros y las coincidencias, las diferencias, las discusiones, las polémicas y las crisis forman parte también de nuestras relaciones cotidianas. La discrepancia y el desencuentro son siempre resultado de la interacción y se configura como coconstrucción y, al mismo tiempo, como proceso dinámico. Gracias a la relación activa que establecemos con los otros, que se forma en una situación bidireccional, construimos nuestros sentimientos, surgen nuestros intereses, cimentamos nuestros valores y conseguimos una adecuada o inadecuada integración y adaptación. No cabe duda de que en todas las relaciones, del tipo que sean (familiar, intercultural, social, laboral, sanitaria…), se producen tensiones, existen hostilidades y se generan multitud de situaciones que pueden acabar en una abierta confrontación. Ahora bien, si esas tensiones las volvemos manejables y somos capaces de gestionarlas, nos hallamos dentro de criterios de equilibrio y normalidad, donde integrarlas y transformarlas se transforma en fuente de aprendizaje. Desterremos, pues, la dicotomía conflicto bueno-conflicto malo y acojámoslo como fructífero compañero de camino. Ortuño (2013) señala que, en nuestro país, la controversia judicial contenciosa ha sido el recurso imperante para la solución de conflictos. Esto es debido a que el sistema de justicia defiende, sobre todo, la cultura del litigo en la que objetivo principal es conseguir la victoria sobre el oponente o persona inmersa en el conflicto, puesto que defiende diferentes puntos de vista. Pero el procedimiento judicial distorsiona la realidad, ya que las decisiones que se toman permanecen en manos de los profesionales de la justicia y los verdaderos liti7
Isabel Luján Henríquez
gantes, afectados por el conflicto, sienten que no tienen control sobre estas decisiones y que la comunicación entre ellos no se restablece. Por ello, es prioritario, cambiar la tendencia casi estereotipada con que normalmente respondemos ante el conflicto (acción-reacción), y desarrollar nuevos referentes que nos permita abordarlo de forma no agresiva o violenta. Es imprescindible encontrar un espacio donde nuestra “relación” con los problemas y controversias sea más fluida, de modo que nos posibilite elaborar propuestas creativas e integrales de resolución pacífica. Una vez asimilada la noción de conflicto como oportunidad constructiva y productiva, conseguiremos que ante su aparición surjan ideas facilitadoras, con la misma espontaneidad que ahora brotan, asociadas a patrones de destrucción o violencia. Los resultados nos indican que es necesario que la alternativa a la cultura de la violencia se sustente en la confianza, en el diálogo, en la empatía, en la capacidad de comprensión, en el equilibrio de poder y en la gestión adecuada de los conflictos para conseguir un adecuado ajuste personal y social que permitan una convivencia armoniosa y constructora de paz. Que las relaciones interpersonales sean un encuentro en el que se pase de una visión negativa y excluyente del otro donde prima el “tú o yo” a una visión positiva, integradora y cooperativa del “tú y yo”, en el que se aprecie el diálogo auténtico como vía para gestionar y resolver los conflictos y en el que exista un respeto activo hacia las ideas de los demás. En esta línea, este libro recoge reflexiones y experiencias que, de la mano de expertos internacionales y nacionales, nos permiten construir y avanzar en el estudio de la resolución de conflictos y de la mediación en diferentes contextos. Los distintos capítulos que lo componen contemplan una nueva mirada y nuevas perspectivas de un campo que, desde hace tiempo, pero sobre todo recientemente, es motivo de análisis en profundidad por parte de los estudiosos del tema. La finalidad última, como respuesta a un nuevo paradigma en el afrontamiento de conflictos mediante mecanismos ajenos al ámbito estrictamente judicial, es contribuir a la promoción de la Cultura de la Paz y de la Convivencia. Isabel Luján Henríquez 8
Prólogo
PRÓLOGO
Entender el conflicto
Conocer el conflicto resulta imprescindible para poder mediar en ellos y gestionarlos. Sin conocer las leyes y su ordenamiento, difícilmente se puede juzgar o defenderse legalmente. Sin un buen diagnóstico, un médico no podrá entender a sus pacientes. Para un ingeniero, el conocimiento físico de los materiales le permitirá construir máquinas y que éstas sean útiles. El conocimiento resulta imprescindible. Un conocimiento pluridisciplinario acompañado de práctica sobre el terreno. En el año 1999 publiqué Manual de prevención y resolución de conflictos: Conciliación, mediación, negociación. Pocos años antes, creo que fue en 1996, organicé y dirigí el primer curso de posgrado sobre Resolución de Conflictos en la universidad Ramon Llull de Barcelona; fue el primer curso universitario de esta disciplina que se organizó en España, fruto de mi experiencia universitaria de posgrado en los Estados Unidos y la presentación de mi tesis doctoral en la universidad francesa con el título Diplomacia preventiva y Resolución de Conflictos, fundamento del libro Conflictología: Curso de Resolución de Conflictos, publicada la primea edición el año 2001 el cual acumula ya seis ediciones. En este libro se expone buena parte de las aportaciones de la humanidad en la resolución de conflictos y el establecimiento de la paz, acompañados de comentarios y reflexiones. Por aquellos años se iniciaba la Mediación en España proveniente de Argentina, y la Conflictología se veía con suspicacia; sin embargo, algunos mediadores empezaron a incorporar los planteamientos conflictológicos adaptando términos como Gestión de conflictos, que en general se utiliza en el ámbito militar o Mediación en conflictos, en conflictos familiares. La Resolución de Conflictos como disciplina, aporta profundidad a la Mediación y la Gestión de Conflictos. 9
Eduard Vinyamata
Mientras vivamos, veremos distorsionada y alterada con frecuencia la belleza de la vida y del mundo que nos rodea por los conflictos y las crisis que nos acompañarán a lo largo de la existencia. El conflicto es algo importante en la vida de las personas y las sociedades de las que formamos parte; por eso, la humanidad siempre ha demostrado mucho interés por sus crisis y sus conflictos, puesto que estos pueden alterar, de manera notable y crucial, el curso de nuestra existencia. Buena parte de la humanidad se halla dedicada a procurar seguridad, protección y sistemas para solucionar conflictos de todo tipo, mientras que el resto trabaja para producir aquellos bienes necesarios para la subsistencia y la mejora de las condiciones de vida. Sin embargo, el interés demostrado no siempre ha dado buenos resultados; en ocasiones, ha sido todo lo contrario. La excesiva preocupación por hallar soluciones a los problemas y conflictos que nos abruman acaba por transformarse en un conflicto en sí mismo. No siempre los conflictos en relación con otras personas, a veces nuestro estado de ánimo, nuestra salud o nuestras circunstancias nos conducen a una especie de callejón sin salida que nos angustia y nos impide salir de la crisis en que nos hallamos. El hecho de vivir, nacer, crecer y morir significa tensión y crisis. El conflicto es connatural con la vida misma. Relacionarnos con otras personas, entendernos a nosotros mismos, vivir en sociedad, son cuestiones muy importantes que no podemos soslayar. De todo ello dependerán nuestras posibilidades de supervivencia, nuestro desarrollo como personas e incluso nuestra propia felicidad. Vivir serenamente, en paz con nosotros mismos, nos permitirá disfrutar de la vida; las otras personas pueden ser fuente de enormes satisfacciones o insatisfacciones... Amar y ser amados, sentirnos acompañados y acompañar, encontrar satisfacción a nuestras necesidades de todo tipo y proveer las del otro. Apoyo, en definitiva, en aquello que no podemos hacer solos. La sociedad nos aportará ventajas que, solos o en pequeños grupos, no podríamos ni imaginar. Pero también puede implicar vernos involucrados en grandes crisis económicas, en guerras y en revoluciones. Buena parte de las instituciones sociales y las de mayor importancia concebidas por la humanidad, por las personas, fueron crea10
Prólogo
das para prever la solución pacífica de los conflictos, para mitigar los efectos negativos cuando estos se producen irremediablemente o para restaurar la paz cuando los conflictos no han podido evitarse y han acabado por destruir vidas y ciudades. Aunque parezca mentira, los ejércitos y la policía se pensaron más para evitar las agresiones violentas y garantizar la seguridad que para hacer guerras y proteger a los ladrones y asesinos. Sin embargo, en demasiadas ocasiones los ejércitos han organizado y combatido en guerras que benefician únicamente a quienes las promovían, y los cuerpos de policía han protegido a los poderosos que se aprovechaban de los débiles. No siempre las cosas han acabado siendo como en principio se pensó que serían. Afortunadamente, todavía existe la conciencia de cómo deberían mejorarse las cosas para que éstas nos sean útiles y no, como a veces sucede en algunas ocasiones, perjudiciales. La guerra termina siendo un buen negocio para aquellos que poseen intereses en las industrias de armamento o en empresas dedicadas a la obra civil y la reconstrucción; también para aquellos que no pueden acceder al control de recursos naturales y sociales por vías democráticas y pacíficas. La afirmación puede parecer monstruosa, pero no debemos olvidar que la realidad posee esta dureza. Cuando estalla un conflicto, las acciones de la industria de guerra suben vertiginosamente y, visto desde el punto de un técnico financiero, los resultados de la bolsa podrían justificar y encontrar argumentos para pensar que una guerra en concreto tal vez sí pueda llegar a ser “justa”. En el ámbito de la política sucede algo parecido. Una guerra puede unir a una nación dividida y facilitar ganar unas elecciones a un partido que, de otra manera, no las ganaría. Durante la guerra de Vietnam, en los Estados Unidos, se producían situaciones perplejas. Mientras hombres y mujeres de mediana edad, empleados en fábricas de armamento, se manifestaban en favor de la guerra, ya que ésta significa conservar sus lugares de trabajo, por otra parte, al mismo tiempo, se manifestaban jóvenes en contra de la guerra a fin de evitar ser enrolados por la fuerza y verse envueltos en el riesgo evidente de perder la vida antes de vivirla. Para los primeros, poseer trabajo significaba tener medios de vida, estabilidad y poder ahorrar para que su hijo pudiera ir a la universidad a los dieciocho 11
Eduard Vinyamata
años. Para los segundos, la guerra significaba verse obligados (a los dieciocho años) a combatir en Vietnam por motivos incomprensibles y con la posibilidad de perder la vida o acabar traumatizados psicológicamente, como a muchos les sucedió. Seguramente debieron existir pocos casos en los que un padre y un hijo se manifestaran por motivos distintos, pero sí debió de ocurrir que personas de mediana edad defendieran su puesto de trabajo en una industria bélica mientras sus vecinos jóvenes se manifestaban en contra y eran movilizados a la fuerza. La política representa el sistema y las instituciones concebidas con el objetivo de coordinar los intereses diversos que existen en toda sociedad, a fin de evitar el uso de la fuerza y la violencia para entenderse. En las sociedades carentes de política democrática, la violencia es la única manera de dirimir las diferencias; la imposición, el sistema de conseguir los propósitos sociales. La democracia sirve para conocer las necesidades y los intereses de las otras partes, tratar de coordinarse, conciliar intereses y proyectos diversos, llegar a acuerdos favorables a cada cual y procurar el bien común. Sin embargo, con frecuencia, la democracia transforma los parlamentos en lugares de discusión, en procesos parecidos a un diálogo de sordos. El criterio de los parlamentarios se diluye en favor del criterio del que los dirige. En ocasiones, la política no persigue el bien común, sino que es el único lugar donde la ley no puede acceder, puesto que son los políticos los que hacen y deshacen las leyes, donde se generan y desarrollan la corrupción, conflictos salvajes que no respetan las leyes ni puede intervenir autoridad alguna ya que son, justamente, los que hacen las leyes y establecen la función de la autoridad. Sin embargo, en algunos países, se judicializa la política y desde los tribunales se impone una política determinada a quienes no ganaron unas elecciones libres. Eso es lo que define una dictadura aunque pueda parecer una democracia. La política se instituyó en las sociedades, hartas de solventar sus diferencias a través de la violencia y el perjuicio mutuo, como una alternativa pacífica en la solución de los conflictos suscitados por intereses dispares. Sin embargo, en ocasiones, el tiempo erosiona los buenos propósitos y la política puede llegar a transformarse en una 12
Prólogo
institución creadora de conflictos y enfrentamientos difícilmente controlables por los ciudadanos que los padecen. Política sin democracia real, transparencia y participación de los ciudadanos, acaba transformándose en formas corruptas de manipulación y dominio social en beneficio de grupos minoritarios que usufructúan los beneficios extraídos del conjunto de los ciudadanos. De manera parecida, la justicia también se estableció con la finalidad de solventar los litigios y conflictos que pudieran generarse entre las personas de una misma comunidad. Cuando alguien causa un mal o perjuicio a otro, en vez de permitir que los deseos de venganza dominen las respuestas de los perjudicados, se establece un sistema judicial, una idea de justicia, que procura dilucidar responsabilidades e intenta encontrar soluciones poco onerosas, razonables y justas, con la finalidad de solucionar el problema generado. La llamada “Justicia Restaurativa”, ámbito propio de la Conflictología, procura no solamente devolver el mal material causado sino, también, el mal psicológico causado a las víctimas. Los objetivos de la justicia, en sus orígenes, no son el castigo ni el engaño ni la tergiversación de los hechos; esto parece evidente, aunque en realidad no siempre lo sea. Sin embargo, con frecuencia hoy en día puede acabar siéndolo. Muchas veces las medidas penales no consisten más que en la privación de la libertad y el sometimiento a condiciones de vida que, supuestamente, servirán como método disuasorio y “educativo” para el que ha delinquido. Una justicia fundamentada casi exclusivamente en la aplicación mecánica de las leyes y los reglamentos por parte de jueces y fiscales con una ideología poco o nada democrática, puede derivar hacia técnicas que tergiversen el sentido de la justicia y transformarse en sistemas de protección del delito frente a la propia justicia, estableciendo los procesos conflictuales como una manera de enriquecerse o de control social más que de hacer o administrar justicia y de restablecer el mal que hubiera podido ocasionarse a la víctima. Entender lo que sucede cuando nos peleamos resulta fundamental si realmente queremos tratar de solucionar la disputa y restablecer la convivencia. Comprender los conflictos, sus causas y orígenes resulta fundamental; por ello surge la Conflictología, como ciencia del con13
Eduard Vinyamata
flicto, la compilación de conocimientos y habilidades sobre los conflictos y las posibilidades con que la humanidad puede contar para intentar resolverlos, reducirlos e incluso encontrar soluciones. En su denominación actual, con el nombre de Conflictología o Resolución de Conflictos, como disciplina científica y moderna se conoce todavía poco, pero de hecho es uno de los oficios más antiguos de la humanidad. Las necesidades y los deseos desempeñan un papel destacado en la formación de actitudes de no verse satisfechas, lo que llevará a comportamientos agresivos e incluso violentos dependiendo de la intensidad y envergadura, la urgencia e importancia de cada caso y situación. En estos procesos los componentes psicológicos en su más amplio sentido del concepto, así como los factores sociales ampliamente entendidos, serán fundamentales en el proceso de generación y desarrollo de fenómenos, de hechos, conflictuales que incrementarán y afectarán las situaciones de conflicto. En todas las culturas y épocas, las personas han procurado reflexionar sobre las causas, los orígenes y las consecuencias de los conflictos. Los grandes pensadores, filósofos, científicos sociales y moralistas han aportado buena parte de sus esfuerzos en este sentido. Desde aquellos que se han centrado en lo que hoy entendemos como conflictos —o crisis— con uno mismo, hasta los conflictos interpersonales y los conflictos sociales, políticos e internacionales. A título indicativo podemos citar algunos como Rousseau, Freud, Marx, Lorenz, Dahrendorf, Durbin, Malinowski, Mead, Coser, Fromm, Hegel o Nietzsche que, desde la perspectiva de la filosofía, la economía, la psicología, la antropología..., se interesan por aspectos fundamentales en la configuración de los conflictos como son la agresividad humana, la lucha por el poder o el miedo. Asimismo, filósofos griegos clásicos dedicaron parte de sus esfuerzos a entender la conflictividad humana en su búsqueda de la felicidad: Aristóteles, Sócrates, Diógenes, Epicuro, Epicteto, son algunos de estos. Por otra parte, los grandes maestros como Jesús, Buda, Confucio o Lao Tse también se esforzaron y contribuyeron decididamente a aportar sistemas, vías y propuestas para superar el conflicto con uno mismo y con los otros, trascendiéndolos. De manera ya explícita y 14
Prólogo
contemporánea, bajo la denominación “resolución de conflictos” y sus sinónimos, destacan autores como J. Burton, M. Deutsch, K. Y. E. Boulding, J. Galtung, Lederach, Rapoport o Sandole, entre otros, a muchos de los cuales tuve el privilegio de conocer cuando me formé en los Estados Unidos, en Japón y en Francia. A ellos me debo y dejo constancia de su inspiración; citar es agradecer. Junto con mi experiencia práctica en América Latina, África, Asia, Australia y Europa en la solución de conflictos muy diversos, así como la docencia en diversas universidades de estos países La Conflictología es una ciencia pluridisciplinaria y transversal a todas las profesiones, una adisciplina que las contiene todas, incluyendo aportaciones de la física, la matemática o la biología. Es el compendio de conocimientos racionales y emocionales acerca de los conflictos y las crisis, así como las teorías inspiradas en estas, aportadas a lo largo de su historia por la humanidad. Una característica importante consiste en el esfuerzo que la Conflictología realiza en el momento de conciliar conocimientos disciplinarios dispares y centrarlos en el análisis del conflicto desde una concepción global e integradora. Este prólogo es un simple enunciado que nos permite parafrasear las muchas aportaciones que la Humanidad ha generado para educar en la honestidad de vivir en paz. La Conflictología es una ciencia compiladora que posee asimismo capacidades técnicas de aplicación práctica en todos los campos de la conflictividad humana. El arbitraje, la mediación o la conciliación son únicamente algunas de las muchas técnicas empleadas en la solución de conflictos que pueden ser descubiertos en obras de mayor envergadura que un artículo. De hecho, tanto la política, como el derecho y el desarrollo de la justicia, la educación y los conocimientos científicos, especialmente aquellos que provienen de las ciencias sociales, son recursos básicos para la solución de los conflictos que nos aquejan. Tampoco podemos olvidar las aportaciones importantes de las neurociencias que nos informan sobre los fundamentos psíquicos y biológicos de las emociones humanas. La Conflictología se centra en el estudio y la comprensión de los conflictos, abarca todas las técnicas, procedimientos, métodos, estrategias y tácticas que hacen posible la ayuda a las partes en conflicto, 15
Eduard Vinyamata
de manera que los propios autores de las disputas encuentren por sí mismos solución y remedio. Hace uso de cualquier vía de conocimiento, ya sea en el campo de las ciencias sociales como de las ciencias de la vida. Es, en definitiva, la ciencia del conflicto, del cambio, de la crisis; el compendio teórico y práctico de conocimientos y habilidades que la humanidad ha elaborado y continúa desarrollando, a lo largo de su historia con la intención de superarlos y de aproximarse a su objetivo último de vivir en paz. Los orígenes de los conflictos entre las personas pueden ser muy diversos. A veces son cuestiones biológicas relacionadas con la salud; en otras ocasiones, las causas se localizan en situaciones de injusticia grave; también pueden obedecer a razones psicológicas o filosóficas; es decir, de nuestra manera de pensar, nuestros valores y manera de vivir. Sin ello, nuestras palabras carecerían de sentido. Eduard Vinyamata Doctor en Ciencias Sociales y Conflictólogo
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