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Ricardo Patiño Ministro de Relaciones Internacionales y Movilidad Humana Gabriela Rosero Secretaria Técnica de Cooperación Internacional
Contenido EDITORIAL
La cooperación ecuatoriana: complementariedad e intercambio ético para el Buen Vivir. Gabriela Rosero
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CONSTRUYENDO EL CAMBIO DE LA MATRIZ PRODUCTIVA
La cooperación internacional: del eslabón individual a la cadena integral con enfoque público-privado. Iván Martínez
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CONSEJO EDITORIAL Gabriela Rosero Saskya Lugo DIRECTORA DE LA PUBLICACIÓN Gabriela Rosero EDICIÓN Y COORDINACIÓN GENERAL Dirección de Comunicación Social SETECI
Francisco Cevallos, Secretario Técnico del Comité Interinstitucional de la Matriz Productiva, Vicepresidencia de la República
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Innovación, desarrollo y cooperación. Pablo de la Torre Neira
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FAO: agricultura familiar y cambio de la matriz productiva. Pedro Pablo Peña
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Experiencias locales con la cooperación internacional: Programa PDRN. Guillermo Herrera Villareal y Mery Montesdeoca B.
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REVISIÓN DE ESTILO: La Caracola Editores
Biósfera macizo del cajas: creación de valores para el desarrollo productivo sostenible. Comité Promotor
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ILUSTRACIÓN DE PORTADA Liliana Gutiérrez
Realidad e impactos de la Economía Popular y Solidaria en el Ecuador. José Tonello
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DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Cranium Soluciones Gráficas
LA MIRADA REGIONAL
Edgar Alejandro Huezo Saavedra, El Salvador
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Igor de Carvalho Sobral - Brasil
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Inocencio García, República Dominicana
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Entrevista SUR-SUR: Martín Rivero, Uruguay
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FOTOGRAFÍAS Cecilia Puebla Edu León Lagenda Ana María Buitrón
Todos los derechos reservados. Ninguno de los artÍculos de esta revista pueden ser reproducidos total o parcialmente, a través de cualquier medio, sin la expresa autorización de la SETECI.
Editorial
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La cooperación ecuatoriana:
complementariedad e intercambio ético para el Buen Vivir Por: Gabriela Rosero, Secretaria Técnica de Cooperación Internacional
L
a cooperación es una forma de vida para el Buen Vivir, una minga constante que invita a la generosidad, que motiva a aportar, participar y comprometernos desde nuestras capacidades y potencialidades, rescatando nuestros saberes ancestrales, valorando las experiencias exitosas que pueden compartirse con otros pueblos hermanos, por medio de un intercambio ético de doble vía. Cuando cooperamos, nos corresponsabilizamos de nuestra situación actual, de nuestros desafíos como comunidad y como sociedad, y nos proyectamos a una situación futura. En este sentido, la cooperación es una herramienta que permite visibilizar los logros realizados por el país, profundizando en ellos y contribuyendo a la irreversibilidad de las metas alcanzadas. No obstante, el camino recorrido no ha resultado sencillo. Ha sido necesario emprender un proceso profundo de ordenamiento, articulación y coordinación de la cooperación en el país, hasta poder alcanzar el rol dual que tiene el Ecuador en estos momentos. Efectivamente, el país ya no solo recibe cooperación internacional, sino que también ofrece asistencias técnicas, en una relación horizontal y sin condicionalidades, a otros países y pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, para fortalecer su gestión pública. En este camino transitado por la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) durante sus siete años de existencia, se ha trabajado por transparentar y gestionar de forma soberana los recursos de cooperación internacional, alineándolos a nuestros propios esfuerzos de
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política pública nacional para alcanzar los objetivos establecidos en nuestro Plan Nacional para el Buen Vivir. En este sentido, desde el año 2007 hasta 2013, la SETECI ha coordinado la gestión de más de USD 3000 millones y más de 4300 programas, proyectos y acciones de cooperación, que han estado alineadas a las prioridades del país. Desde comienzos del año 2014, en el que contamos ya con una política pública de cooperación internacional, se ha querido ir más allá y exigir la complementariedad de la cooperación a las prioridades establecidas por el país, a efectos de hacer coincidir la agenda de cooperación con los desafíos actuales que el Ecuador ha decidido abordar, continuando así con la transformación histórica que se viene forjando desde el año 2007. Concretamente, nos orientamos hacia la Revolución del Conocimiento, por medio de la innovación, la ciencia y la tecnología como fundamentos para el cambio de la matriz productiva, concebida como una forma distinta de producir y consumir, a efectos de pasar de ser un país dependiente de recursos limitados a una economía dinámica orientada al conocimiento, a la innovación sostenible, diversificada e incluyente, para alcanzar el Buen Vivir de todas las personas y comunidades del Ecuador.
sostenibilidad ambiental; (vi) generar empleo de calidad; (vii) incrementar la productividad y la calidad; (viii) diversificar la producción y los mercados; e (ix) incrementar el valor en la producción e incorporar el componente ecuatoriano. A fin de alcanzar los referidos objetivos, se ha decidido conformar ocho grupos de trabajo, especializados en las siguientes líneas temáticas:
Efectivamente, la complementariedad de la cooperación es el más claro reflejo de que el Ecuador y la SETECI están trabajando por garantizar la soberanía del país en el contexto internacional. Si bien determinados cooperantes y organismos continúan cooperando en una lógica de ayuda, el país ya no requiere de caridad o dádivas condicionadas para la construcción de potenciales mercados u otros intereses. Lo que el país requiere es el fortalecimiento del talento humano, asistencias técnicas especializadas del más alto nivel y transferencia de tecnologías innovadoras y sostenibles, en aras de transformar las estructuras productivas del país. Sobre este particular, esta Secretaría ha venido realizando un profundo trabajo interinstitucional con la Secretaría Técnica del Comité Interinstitucional para el Cambio de la Matriz Productiva, entidad adscrita a la Vicepresidencia, con la cual se han identificado los siguientes objetivos específicos para la consecución de esta prioridad, y por tanto de la complementariedad: (i) sustituir estratégicamente las importaciones; (ii) aumentar y diversificar las exportaciones; (iii) incrementar la producción intensiva en innovación, tecnología y conocimiento; (iv) reducir las brechas de productividad territorial, sectorial y por tamaño de empresa; (v) promover la
5. Cultura de emprendimiento innovador y consumo inteligente.
1. Condiciones macroeconómicas, financiamiento e incentivos. 2. Agenda regulatoria para la transformación de la matriz productiva y para la erradicación de la pobreza. 3. Infraestructura y servicios básicos para el desarrollo productivo y la provisión de servicios básicos eficientes, oportunos, seguros y de calidad. 4. Desarrollo y modernización de un sistema logístico competitivo, que conecte territorialmente los segmentos productivos del país con los mercados nacionales e internacionales.
6. Conocimiento y talento humano, que impulse los cambios estructurales en el aparato productivo. 7. Diálogo y agenda territorial. 8. Cadenas productivas, entre las cuales han sido priorizadas las siguientes: (i) elaborados de cacao; (ii) elaborados de café; (iii) elaborados de pescado; (iv) elaborados de productos lácteos; (v) derivados de petróleo; (vi) metalmecánica; (vii) químicos y farmacéuticos; (viii) papel y cartón; (ix) plástico y caucho; (x) conocimiento y tecnología; (xi) operadores de turismo; y (xii) logística.
Por tanto, el país tiene identificadas las líneas de trabajo donde se quiere que la cooperación complemente los esfuerzos nacionales. De hecho, los actores que tradicionalmente han venido cooperando con el Ecuador, tanto bilateral como multilateralmente, han realizado una contribución al desarrollo productivo del país va-
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Fotografía: Ana María Buitrón
lorado en USD 630 millones, que representan el 21% del total de la cooperación internacional recibida por el Ecuador durante el período 2007-2013. Sin embargo, el desafío actual es llevar a cabo una estrategia nacional con la cooperación, tomando en consideración los grupos de trabajo que marcan líneas temáticas, rescatando potencialidades, buenas prácticas y lecciones aprendidas; así como reducir la dispersión de esfuerzos para lograr mayores impactos, eficacia y efectividad.
tigación e innovación, mediante el fortalecimiento de capacidades de gestión de las universidades públicas e institutos tecnológicos con transferencia tecnológica y dotación de equipamiento. El último punto clave para alcanzar el gran desafío que tenemos como país es fortalecer la gestión pública por medio de la capacitación y formación técnica específica. Sin duda, la excelencia es un principio y espíritu rector de nuestra Revolución Ciudadana, mediante el cual logramos emprender procesos eficientes para alcanzar cambios en las estructuras de poder. En este sentido, consideramos que la cooperación internacional también puede contribuir a alcanzar este gran desafío del país mediante asistencias técnicas e intercambios éticos libres de condicionalidades.
La complementariedad de la cooperación es el más claro reflejo de que el Ecuador y la SETECI están trabajando por garantizar la soberanía del país.
Al mismo tiempo, la SETECI también ha venido trabajando con el consejo sectorial de conocimiento y talento humano, con el cual se ha identificado las líneas prioritarias de cooperación, que son: (i) proyectos emblemáticos del consejo sectorial, mediante el fortalecimiento de las universidades emblemáticas de Yachay, UniArtes, Ikiam y UNAE, en el diseño e implementación de carreras técnicas y asistencias técnicas especializadas para docentes y dotación de equipamiento; (ii) centros de investigación ligados a universidades emblemáticas, por medio del fortalecimiento de las capacidades de gestión, transferencia tecnológica, dotación de equipamiento, intercambio de expertos; (iii) sistema de ciencia, tecnología, inves-
En definitiva, solo gracias a una cooperación verdadera que implique un intercambio ético podremos construir un mundo donde se respeten los derechos de todas las personas, pueblos, comunidades y de la Naturaleza, aunando esfuerzos para contribuir a fortalecer las políticas nacionales para alcanzar la visión de país y el auténtico Buen Vivir.
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La cooperación internacional:
del eslabón individual a la cadena integral con enfoque público-privado Por: Iván Martínez, Asesor de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional
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istóricamente, para el Ecuador ha sido prioritaria la asignación de recursos de cooperación internacional hacia ámbitos productivos. Incluso en intervenciones de tinte social o ambiental se ha incluido de forma directa o indirecta un componente relacionado con ello. Su vinculación supone una intención de integralidad y complementariedad de acciones, y es también un componente estratégico para obtener los resultados y generar el impacto esperado. En muchos casos, es la forma más práctica de motivar la participación de ciertos agentes que puedan ser reacios a una intervención. Por ello, el componente productivo se gestaría como una estrategia atractiva que motiva y en cierta forma justifica el accionar de un agente de cooperación por una visión materialista
de las intenciones de generar réditos palpables a los involucrados. Según datos registrados en la SETECI, entre los años 2007 y 2013, los recursos de cooperación internacional destinados de forma directa a programas o proyectos de tipo productivo y/o comercial ascienden a un valor plurianual de alrededor de USD 700 millones para un universo de más de 900 intervenciones, lo que representa en promedio la cuarta parte del total de la cooperación destinada al país; es decir, al menos uno de cada cuatro proyectos de cooperación internacional en el país se destinaron al fomento de la economía real, a la promoción del empleo y autoempleo y/o a la generación de ingresos, con la firme intención y finalidad de beneficiar
DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL POR COOPERANTE Y TIPO DE ENTIDAD EJECUTORA EN EL ÁMBITO PRODUCTIVO DURANTE EL PERÍODO 2007 - 2013 97% 95%
69% 59%
60%
53% 36 %
37%
BID
3%
0%
0%
1% 3%
BELGICA
GOBIERNO CENTRAL
46% 37%
32% 20%
9%
57%
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16%
2% ESPAÑA
GADs
1%
4%
1%
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EEUU
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SECTOR PRIVADO
Fuente: SETECI Elaboración: IMD/SETECI Fecha: 15/09/2014
23%
20%
15% 2%
1% 0% 0%
JAPON
7%
15%
6%
0% ONU
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UNION EUROPEA
ORGANISMOS INTERNACIONALES
8% 1%
0%
TOTAL GENERAL
UNIVERSIDADES
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a millares de personas en situación de escasez de recursos a escala nacional. La Unión Europea, Estados Unidos, España, Bélgica, Italia, Japón, el BID y el Sistema de Naciones Unidas son los principales cooperantes en el ámbito productivo: en su conjunto, han aportado más del 80% del total de recursos destinados a dicho sectorial. La dinámica de cada uno de los cooperantes es distinta: algunos, como la Unión Europea, Bélgica, Japón o el Sistema de las Naciones Unidas (ONU), lo canalizan principalmente por medio de grandes programas y proyectos coordinados con entidades públicas; otros, como los Estados Unidos, España, Italia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo hacen en gran proporción mediante diversos pequeños proyectos canalizados y ejecutados principalmente por organismos privados. En el mismo período de referencia, la dinámica de asignación de los recursos se orientó en un 46% hacia organismos privados (ONG nacionales y extranjeras, organizaciones sociales, empresas), el 37% a entidades del Gobierno Central, apenas un 8,5% a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), un 8% a organismos internacionales y solo un 0,5% a universidades. La cooperación internacional en el ámbito productivo se ha gestionado principalmente por intermedio de agentes privados, lo cual tendría lógica y coherencia con el hecho de que son los actores directos más visibles dentro del aparato productivo nacional. Sin embargo, la economía requiere una interacción público-privada, y en este sentido no se encuentra un vínculo armónico y dinámico de gestión conjunta y complementaria. La gestión de la política pública nacional y territorial en materia productiva requiere de una gobernanza sostenible derivada de una relación ganar-ganar con el sector privado; y este último requiere las herramien-
La gestión de la política pública nacional y territorial en materia productiva requiere de una gobernanza sostenible derivada de una relación ganar-ganar con el sector privado
tas e incentivos que pueda facilitar el aparato estatal para promover dinámicas saludables de producción, empleo y comercialización. Preocupa mucho que las autoridades locales tengan tan poca participación sobre las intervenciones de la cooperación internacional en el ámbito productivo, pese a que, por sus competencias, los GAD son los llamados a promover el desarrollo productivo local y rural, que alimenta a un sistema nacional de producción que avanza hacia el cambio de la matriz productiva como mecanismo de independencia económica del sector primario tradicional. Los mayores aportes de la cooperación en materia productiva se han centrado principalmente en el fomento de actividades productivas y comerciales del sector primario, lo que tendría consistencia con la histórica conformación estructural de la economía ecuatoriana en la época republicana, sustentada en sus inicios por el auge cacaotero-bananero y enraizada con el boom petrolero de la década de los setenta. Ello ha generado una alta dependencia por parte de la economía ecuatoriana de la explotación primaria de las riquezas naturales con las que cuenta el país. Así, el aparato productivo nacional y la generación de divisas han sido altamente dependientes de un segmento económico con poco valor agregado y en constante deterioro de los términos de intercambio, realidad que no ha sido ajena al accionar de la cooperación internacional en el país, ya que no la trata de superar sino que más bien la agudiza. Específicamente, el 45% de las intervenciones de cooperación en materia productiva están relacionadas con el fomento de cadenas productivas primarias agropecuarias, pesqueras y el desarrollo rural; le sigue con un 25% el financiamiento de infraestructura básica productiva para el sector primario y vialidad; posteriormente, con un 22%, el fomento productivo mediante fortalecimiento de capacidades del talento humano productivo, el emprendimiento y las microfinanzas; finalmente está el financiamiento de actividades relacionadas con mecanismos de regulación, control de calidad y productividad, con un 8%. Al analizar las intervenciones y sus enfoques, se puede notar una influencia parcial en el ámbito de las cadenas productivas, pues muchas de las acciones emprendidas con recursos de la cooperación solo contemplan el tratamiento de un eslabón de la mis-
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ma. En la mayoría de los casos, se concentran solo en la productividad primaria, sin pasar por la industrialización o la generación de valor agregado, y en pocos casos se trabajan ciertos mecanismos leves de mercadeo, distribución y comercialización interna y/o externa; pero no se consideran los mecanismos de encadenamiento hacia atrás y hacia adelante. Es allí donde prima la necesidad de que se trabaje sobre un entorno más macro de intervención con un armónico enfoque de intervención programático y de asociación público-privado. Todas las temáticas aludidas requieren, de forma directa o indirecta, la participación de agentes públicos que ejerzan la rectoría de la política sectorial y territorial en diversos ámbitos relacionados. En muchos casos, se ha visto una descoordinación de las acciones, lo que ha derivado en diversas intervenciones que se superponen, no se complementan e incluso que compiten entre sí. Todo aquello genera una lógica de intervención desarticulada, desordenada y que a largo plazo tiene poco impacto, o al menos muestra resultados que no son sostenibles en el tiempo por la configuración de
un entorno de dependencia del financiamiento externo y la falta de empoderamiento local. Si analizamos el comportamiento tendencial de la cooperación internacional no reembolsable en general en relación con el PIB o el presupuesto general del Estado, se puede notar una correlación tendencial positiva débil, por lo que las variaciones en materia de cooperación no influyen de forma representativa en variables macroeconómicas, y son, de esta forma, independientes. En el ámbito productivo, la influencia es aún más baja: tiene una representación que no llega ni al 0,1% promedio anual del PIB y no sobrepasa el 1% del presupuesto general del Estado, por lo que su influencia en la economía nacional es relativamente baja. Para poder medir el verdadero aporte de esta inyección importante de recursos financieros, que en la actualidad no es palpable, se necesita reorientar sus mecanismos de intervención o definir parámetros cuantitativos que permitan visualizar y medir su contribución efectiva a una reducción real y sostenida de la pobreza y de la desigualdad en el país.
COMPORTAMIENTO TENDENCIAL COMPARATIVO ENTRE EL PRODUCTO INTERNO BRUTO PIB, EL PRESUPUESTO GENERAL DEL ESTADO (PGE) Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL NO REEMBOLSABLE (CINR) EN EL ECUADOR-PERÍODO 2006/2013 60,0% 50,0% 40,0%
30,0%
20,0% 10,0% 0,0%
-10,0%
AÑO 2007
AÑO 2008
AÑO 2009
AÑO 2010
AÑO 2011
AÑO 2012
AÑO 2013
-20,0%
PIB
Fuente: SETECI Elaboración: IMD/SETECI Fecha: 15/09/2014
PGE
CINR
Construyendo el cambio de la matriz productiva
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Lo anterior no significa que la cooperación internacional en materia productiva ha sido insuficiente o que no se haya ejecutado de acuerdo con la planificación inicial de sus intervenciones; sino que probablemente los mecanismos de asignación de recursos no han sido los más idóneos o efectivos para visualizar su impacto y generar efectos multiplicadores en la economía nacional. Existen muchas experticias importantes y buenas prácticas de la cooperación en el ámbito productivo que requieren un mayor alcance de intervención en espacios más macro de política pública, y mayor visualización y replicabilidad en áreas estratégicas que son prioritarias para el país. En definitiva, la cooperación internacional en materia productiva y comercial ha sido importante en el país; sin embargo, se han visualizado algunas dinámicas de gestión que hacen pensar que el impacto de su intervención ha sido limitado o de bajo impacto, por lo cual podemos mencionar lo siguiente:
•
•
•
Existe una alta concentración de intervenciones en apoyo a temas primarios sin mucho valor agregado y solo en una parte del eslabón de la cadena productiva; no se han trabajado mecanismos de intervención hacia atrás ni hacia delante de la cadena, ni tampoco la generación de clusters estratégicos. Se ha notado una alta dependencia financiera y técnica de la cooperación internacional, lo que limita la sostenibilidad en el tiempo de las intervenciones; por ende, el impacto es bajo, poco visualizado y genera expectativas más allá de la realidad, que terminan por defraudar a los involucrados y generarles costos socio-económicos adicionales no esperados. Hay diversas intervenciones aisladas y no coordinadas, muchas superpuestas e incluso compitiendo entre sí, perdiendo la noción de encadenamiento y complementariedad de esfuerzos. Existe también una dispersión grande de actores involucrados, que reducen los excedentes derivados de un proceso productivo y comercial, y que generan dinámicas competitivas por intere-
ses particulares que no confluyen hacia un objetivo común de país.
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Limitada promoción del desarrollo científico y tecnológico; muchos de los proyectos de cooperación internacional, como parte de la asistencia técnica, contemplan la dotación tecnología básica y no muy desarrollada, lo cual se entendería como un recelo competitivo de independencia tecnológica, es decir, dejar de depender de la dotación de países considerados desarrollados, y de generar competencia por la presencia de un mayor volumen de productores y proveedores de tecnología en el mercado internacional. No existe claridad de los aportes reales efectivos de la cooperación internacional destinada a inversión productiva. Al existir muchos actores involucrados y diversos mecanismos de gestión, existe también un alto gasto administrativo, que se contabiliza como parte de la cooperación; en algunos casos, ha llegado a representar hasta un 80% del valor total, cuyo destino principal son sueldos, salarios, viáticos, subsistencias y traslados de profesionales extranjeros. Los recursos de cooperación internacional no tienen una influencia importante en variables macroeconómicas, o al menos no se visualiza su impacto. Ello no significa que hagan falta más recursos financieros, sino que más bien es necesario que se reorienten los mecanismos de gestión y de intervención hacia acciones más estratégicas y con una mirada global de país.
En definitiva, se debe ir más allá del eslabón de la producción primaria sin valor agregado y canalizar los esfuerzos hacia la complementariedad de los esfuerzos estatales orientados por la estrategia del cambio de la matriz productiva, con una mirada más integral y no dispersa, que considere las alianzas público-privadas como buena práctica de gestión. Es decir, mirar e involucrar a todos los agentes y tener la visión del aparato productivo nacional como un todo y no en partes, para con ello lograr un cambio estructural que permitirá mejorar el bienestar y las condiciones de vida de todos los ecuatorianos.
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Francisco Cevallos
Secretario Técnico del Comité Interinstitucional para el Cambio de la Matriz Productiva, Vicepresidencia de la República
1. ¿Puede describir la estrategia para el cambio de la matriz productiva? ¿Cuáles son sus principales ejes?
diría, es hacer la propuesta a este comité del diseño de la estrategia nacional para el cambio de la matriz productiva.
Primero, la función es de coordinación, porque siendo un comité, no es ejecutor; es simplemente conocedor y aprobador de políticas, de lineamientos de política. Eso es lo que hace el comité y, lógicamente, eso se traduce en hechos, a través de los ministerios sectoriales que están bajo los ministerios coordinadores que correspondan. El secretario técnico lo que hace, su primera responsabilidad y la más grande
El desarrollo de esta estrategia demanda mucho esfuerzo. Por una razón simple: este es un proceso inédito en el Ecuador. Tampoco hay una receta de algún otro país, que nosotros la podamos copiar, pues esto obedece a la realidad nacional. Tenemos una realidad y una estructura económica dada, que hace muy particular al Ecuador frente a los otros países, y que
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es la que queremos transformar. Por lo tanto, debemos tener el ingenio y la creatividad para buscar esa trayectoria estratégica, que nos permita cambiar de un modo de producción a otro modo de producción, de una estructura económica a otra estructura económica. Entonces, el mayor desafío de esta Secretaría es coordinar para que se haga un diseño de esta estrategia. Y lógicamente, una vez aprobada esta, se empieza a traducir en planes, programas y proyectos en los ministerios sectoriales, y hay que hacer el seguimiento y la coordinación para la implementación, y para verificar si el impacto que se esperaba se está cumpliendo y, si no, tomar los correctivos necesarios y replantear algunas acciones dentro de esa estrategia para lograr el propósito. El nivel evidentemente es de coordinación. Delineamos inicialmente un modo de trabajo, partiendo del hecho de que el rol que le corresponde al Estado en el cambio de la matriz productiva, o en cualquier proceso productivo, es el de crear condiciones para que sea el sector privado, a través de su emprendimiento, el que modifique la forma de producción, y garantizar que ese esquema sea sostenible en el tiempo.
Entonces, el Estado no pretende ser empresario, asumir el rol de productor, sino más bien garantizar ciertas condiciones para que el empresario privado tenga la confianza suficiente para que pueda ejecutar sus proyectos de emprendimiento de producción nacional; esa es la primera premisa. La otra premisa es que, siendo un compromiso público y privado, hay un tercer elemento que es indispensable ahí. Nosotros queremos pasar de una economía que está basada en los recursos naturales, usualmente no renovables, como el caso del petróleo, a una economía basada más bien en el conocimiento, es decir, aquella que genera tecnología, innovación y en la que nos volveríamos menos vulnerables a los precios internacionales de los productos que ahora exportamos. Entonces, para generar esta condición de innovación, de conocimiento, el tercer actor importantísimo es la academia. Entonces tenemos al Estado como tal, al sector privado y productivo, y a la academia. El primer gran reto es hacer que estos tres estamentos funcionen en confianza, que antes no hubo. No ha existido confianza desde el sector público al sector
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privado, y viceversa, y la universidad se ha auto-relegado y no ha tenido una participación ni con el sector productivo ni con el Estado; entonces, lograr la sinergia de estos tres actores es el primer gran reto, un primer objetivo. Ahora hay otros objetivos sobre qué debería perseguir esta estrategia nacional. Lógicamente, llegar a producir tecnología –ese sería el objetivo último– es decir, productos basados en el conocimiento. Pero eso toma mucho tiempo. O sea, la experiencia de otros países nos ha demostrado que demora 30, 40 y 50 años, estando muy dedicados. Entonces este es un objetivo de largo plazo. Tenemos que buscar objetivos intermedios y el más próximo no es que el país va a renacer, o partir de cero, a partir de esta decisión de cambio de la matriz productiva. El país tiene una historia productiva, tiene una vocación productiva que hay que respetar, porque no podemos cambiar toda esa forma, de la noche a la mañana. Tenemos que hacer lo que hacemos, pero hacerlo bien. Y eso es inmediato. Entonces, ahí hay que mejorar productividad y mejorar calidad. Ese es un gran reto, pues nosotros tenemos bajísimos índices de productividad en todos los campos. Es un primer gran objetivo, cuyos resultados se pueden obtener en el corto plazo. Luego viene lógicamente que si aumentamos productividad, mejoramos calidad. Entonces estaríamos en condiciones de ir sustituyendo estratégicamente algunas importaciones; y también hay que ir incorporando cada vez mayor componente nacional y agregar valor a la producción. Hoy son fallas grandes que tenemos. O sea, nosotros solamente extraemos lo que nos da la naturaleza y eso exportamos; no incorporamos valor a estos productos. Sabemos que, si incorporamos valor a estos productos, tienen mayor valor en el mercado internacional. Eso no se ha hecho; hay que hacer ese ejercicio. El otro objetivo es incorporar componente nacional. Los insumos de los productos que exportamos son casi solo productos importados; estamos en un círculo vicioso, tenemos que procurar producir esos insumos y transformar esos insumos, para tener un gran componente nacional, porque eso va a mover
toda la economía interna. Esos son los objetivos intermedios. Y hay otros objetivos que son indispensables; por ejemplo, el respeto al medio ambiente. Porque, ¿cuál es el objetivo del cambio de la matriz productiva y el cambio de la estructura económica? Garantizar el bienestar de la sociedad ecuatoriana en el largo plazo, de manera sostenible y sustentable; es decir, el propósito es alcanzar el Buen Vivir, y un elemento del Buen Vivir es un ambiente sano. Si nosotros no respetamos el ambiente, simplemente estaríamos yendo en contra del objetivo final del cambio de la matriz productiva. Otro de los elementos, la equidad, es una oportunidad de lograr un desarrollo equitativo. Equitativo territorialmente e inclusivo, donde no sea solo el gran empresario el que está bien, el que produzca, sino que todos pasen a ser parte de este tejido productivo. Que se cambien esas relaciones de poder, donde la pequeña economía, que hoy se califica de una economía de subsistencia, la popular y solidaria, por ejemplo, llegue a ser parte de todo este engranaje productivo nacional. Que deje de sobrevivir y que produzca por lo menos para abastecer la demanda de un grupo de ecuatorianos, y ojalá produzca excedentes para poder exportar. ¿Y por qué el objetivo es exportar? Porque de ahí obtenemos nosotros los recursos que necesitamos. Necesitamos los dólares para mantener el sistema dolarizado. Entonces debemos propender a exportar la mayor cantidad de productos, para tener estas divisas, que son las que sostienen nuestra economía dolarizada. Ahí está encadenada una serie de objetivos. Cada uno va a tener una prioridad en un momento histórico determinado, de evolución de esa estrategia, porque no se vaya a pensar que cuando se termine este gobierno habremos cambiado la matriz productiva; simplemente este es un proceso que estamos impulsando, para que se inicie, para dejar sentadas las bases de manera que nadie lo pueda dejar de hacer en el futuro, porque es una responsabilidad, y debe continuar. Hay que sentar unas bases muy sólidas nada más. Después de los tres años, no se puede pretender que esté listo un cambio, sino que hemos sentado unas bases muy firmes, para que este proce-
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so pueda continuar en el largo plazo, porque tomará unos 30, 40 años. Ahora, lógicamente, hay que tratarlo de hacer en el menor tiempo posible, tomando las mejores prácticas de otros países, para ganar tiempo. En los procesos sociales no se pueden saltar etapas, hay que cumplirlas todas; solo que estamos en la posibilidad de que esas etapas cada vez duren menos, siendo más eficientes en quemarlas. Ese es el tema de visión general, en cuanto al cambio de la matriz productiva. 2- ¿Cuál es la importancia de los distintos actores en el Cambio de la Matriz Productiva, y específicamente describa, en opinión de la Secretaría Técnica que usted representa, qué rol puede jugar la cooperación internacional para este cambio? ¿En qué áreas debe impulsar la cooperación internacional sus programas y proyectos? Para tomar su pregunta, hay que despertar la conciencia con la universidad. Ellos tienen que ser conscientes de que hay una oportunidad en la transformación, en el cambio cultural, una visión, una nueva forma de educar, no pensar que siempre vamos a tener estos recursos naturales. Cuando tomamos conciencia de eso, nos motivamos para buscar otras alternativas, que hoy no tenemos. Entonces la innovación va a aparecer, va a florecer, tiene que florecer, porque solo cuando uno entra en crisis, y pone en riesgo su vida, se vuelve creativo, se vuelve innovador. Entonces debemos ponernos en esa situación para generar esa condición, y tomar conciencia de la premura con la que necesitamos cambiar esa forma de ver el sistema productivo nacional. Ahí hay retos. Ahora, otro de los temas que vuelve compleja nuestra acción es que si bien el Estado va a crear condiciones, va a dar lineamientos de política, el cambio se produce con hechos reales, concretos, y esos se da en territorio. Cualquier actividad se materializa en territorio. Yo le puedo diseñar una estrategia productiva acá, pero si no la aterrizo, queda en papel. Entonces el otro problema es cómo vamos a implementar ya en territorio, y ahí encontramos otro actor importante: los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Son ellos finalmente quienes permiten la materialización, o no, del proceso de transformación, porque ellos tienen la competencia. Los Gobiernos Autóno-
mos provinciales tienen la competencia del fomento productivo territorial. Ahí entra el Gobierno Central a interactuar con estos Gobiernos Autónomos Descentralizados, y a desarrollar en ellos la conciencia, para que se embarquen en ese reto, que vean que es común, aquí no hay disputas, es empujar todos en la misma dirección, porque si no lo hacemos, simplemente esto no funciona. Y ese es uno de los procesos en que estamos inmersos, que es lo que se denomina la gobernanza y la gobernabilidad del proceso: crear la institucionalidad, la capacidad y los modelos de gestión adecuados para poder materializar todas estas iniciativas de la estrategia. Para mí es ahí donde necesitamos la cooperación internacional, justo para la implementación. Claro que necesitamos soportes en determinados aspectos donde no tenemos la suficiente experiencia; en diseño de incentivos por ejemplo. Puede ser que necesitemos puntualmente que vengan a enseñarnos cómo construir una política de incentivos para el sector industrial. Porque, como es un proceso inédito, no hay una experiencia previa; hay algunos que tendrán un conocimiento adecuado, pero pueden tener dificultad para llevarlo a la práctica. Para eso necesitamos esa asistencia, que nos apoyen con una experiencia internacional válida que nos permita ganar tiempo, y vengan a transferirnos ese conocimiento. Por ejemplo, en logística y conectividad, tenemos problemas, y para optimizar eso, hay experiencia internacional que nos pueden compartir. Pero el mayor apoyo lo necesitamos en territorio. Cómo llegamos a territorio a implementar las actividades de las cadenas productivas, cómo optimizamos, cómo alineamos los objetivos que tiene cada Gobierno Autónomo Descentralizado, con el gran objetivo nacional, cómo diseñamos modelos de gestión eficientes. Hoy por la mañana estuvo aquí la Unión Europea, para ver cómo esta cooperación puede apoyar para el cambio de la matriz productiva. Quieren saber cuál es el camino que está siguiendo la estrategia, para ellos, estar detrás, apoyándola. E ir identificando las áreas en donde necesitamos el apoyo. Demuestra la voluntad que tiene la Unión Europea. Muchos como ellos están apoyando el proce-
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so, ya que ven la seriedad de los planteamientos. Están expectantes sobre cómo avanzamos, y están atentos, para replicar nuestra experiencia, ojalá, en otros países. Hay una coyuntura especial, donde están confiando en el país, donde se constata que sí queremos hacer las cosas con seriedad, y entonces vale la pena apostar al Ecuador. Ellos van a sentirse muy bien de saber que cooperaron para lograr la transformación de un país. Realmente esta, será la única manera, y la única medida, de verificar que la cooperación internacional sí ha sido útil. Porque hoy se hace mucho esfuerzo con cooperación internacional, pero si no hay algo sistémico, sino obedece a una programación nacional, esos esfuerzos son vanos, se desvanecen, se diluyen, y no vemos los resultados, no vemos grandes impactos. Lo que necesitamos es impactar grandemente, porque eso crea confianza. Por eso, en la estrategia debemos escoger proyectos de corto plazo, que den resultados positivos para ir generando confianza en la gente, para que se vaya arriesgando cada vez más a enfrentar mayores retos, porque si empezamos con proyectos complejos y fallamos, simplemente eso desanima
a la gente, frustra. Tenemos que tener esa habilidad para descubrir aquellos proyectos que se puedan plasmar en realidad, que tengan éxito en corto tiempo, para que eso vaya generando confianza. Porque los ecuatorianos lo que necesitamos es confianza, es parte de la cultura. Tenemos que sentirnos autosuficientes, y con todas las capacidades como cualquier otro ciudadano del mundo, como para afrontar estas actividades con toda la seriedad. Tenemos que ir descubriendo dónde tenemos falencias para complementarlas con la experiencia internacional, y eso vamos haciéndolo en el camino, porque tenemos que actuar inmediatamente, probar, hacer. Si está bien, continuamos; si está mal, hay que rectificar cuanto antes, sin miedo a fallar, lo peor sería decir que hay una receta. Hay iniciativas que se ponen en marcha, y hay que estar evaluando inmediatamente para ver el impacto que tuvieron, si fue el impacto que nosotros esperábamos y, si no, tomar los correctivos, tener esa valentía para aceptar que nos vamos también a equivocar. Lo peor sería no equivocarse, sería grave no equivocarse, porque algo estaría mal.
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Innovaci贸n, desarrollo y cooperaci贸n Por: Pablo de la Torre Neira, Ec. MA, PhD ( c ), Subsecretario de Industrias B谩sicas, Ministerio de Industrias y Productividad
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l Gobierno Nacional está decidido a aportar el contingente necesario con el propósito de coadyuvar para que el sector productivo pueda dar un salto significativo y transformar su producción de bienes y servicios, para incluir un mayor valor agregado e internacionalizarse.
El ecosistema de innovación
Estamos en el momento apropiado: parecería que las condiciones se están alineando a favor de una visión más centrada en la innovación, el conocimiento, el desarrollo tecnológico, el crecimiento económico y la equidad.
Las crisis económicas y financieras recurrentes han sido muy positivas desde el punto de vista de desarrollo, porque han sido eficaces para demostrar que se requieren nuevas formas de hacer las cosas, es decir, innovar.
Intentaré exponer dos cosas: las condiciones favorables y el desafío al que nos enfrentamos. Empezaré por referirme a la prospectiva para el año 2050 y luego me focalizaré en las condiciones para terminar con el cómo podríamos hacerlo, el desafío.
Para la OECD, «la innovación, que implica introducir nuevos productos, procesos o métodos considerablemente mejorados, se necesitará cada vez más para impulsar el crecimiento y el empleo, y mejorar los niveles de vida. Esto es válido también para las economías emergentes que miran a la innovación como una forma de aumentar la competitividad, diversificar su economía y encaminarse a actividades de valor agregado más alto»1. Tomando esta definición, la innovación logra, en un proceso continuo y sistemático, consolidar los cimientos para nuevas sociedades, industrias, empresas, actividades, empleos; pero con la incorporación de nuevos elementos de investigación, nanotecnología, biodiversidad, y la demanda más sofisticada de los consumidores. La innovación se ha convertido en un proceso multidisciplinario, interactivo, con incorporación de ventajas colaborativas por medio de redes de investigadores, aplicadores, empresarios y consumidores, dispuestos siempre a obtener resultados que mejoren la calidad de vida de la sociedad en general.
A manera de resumen, las condiciones son: la economía mundial; las economías basadas en recursos; el cambio en el comercio internacional; los patrones no competitivos; el nuevo indicador de competitividad; la inversión en investigación y desarrollo (I+D); y las demandas del consumidor más sofisticadas. Las condiciones antes señaladas, entre otras, nos indican que la brecha del desarrollo se ha ampliado especialmente en América Latina y que el desafío en el año 2050 será mucho mayor: se requerirá una mejor efectividad en las acciones, muchos más recursos, y por tanto es imprescindible que iniciemos el proceso de cambio ahora. Varios profesionales e investigadores concuerdan al señalar que el desarrollo económico se sustenta en la capacidad de un país para transformar la estructura productiva sobre la base de la complementariedad entre la producción y el desarrollo tecnológico. Corea y Chile son un ejemplo de que sí hay manera de hacerlo. En un mundo globalizado, y Ecuador es parte de él, como se ha mostrado en el caso de Corea la internacionalización es un hecho irrefutable; y por ello debemos concentrarnos en crear, estable-
cer y acordar los incentivos más apropiados para que, de forma corresponsable, localicemos inversiones en innovación tecnológica y talento humano.
Para poner en movimiento un ecosistema de innovación, es probable que sea apropiado definir unas fases de desarrollo que, generando retroalimentación, promuevan las ideas y emprendimientos a empresas innovadoras, que logren un crecimiento multiplicador que potencialice al ecosistema mediante el conocimiento generado por las universidades, y así aprovechar eficientemente la inversión pública en infraestructura física y tecnológica. 1 OECD, The OECD Innovation Strategy: Getting ahead start on tomorrow, s/f.
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Según estudios previos , la innovación en un territorio es el resultado de un proceso interactivo de flujos, relaciones e interacciones entre una serie de actores e instituciones. Este proceso permite extender y profundizar las relaciones entre ciencia y tecnología, y entre tecnología y sistema productivo.
Elementos básicos necesarios
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Sistema productivo: la estructura económica y empresarial, la configuración del tejido empresarial, su grado de especialización y de segmentación, la existencia o no de clusters, entre otros. Todos los aspectos que influyen en la competitividad de un territorio. Sistema formativo: las políticas educativa y de investigación son elementos primordiales y críticos para el potencial y la capacidad innovadora de un territorio, por cuanto son los principales generadores de capital humano capacitado y de conocimiento.
rrollo de la innovación. Sin embargo, la innovación no puede basarse únicamente en la investigación básica sino sobre todo en su comercialización. Ya que sin comercialización y consecuente aplicación de I+D+i no se puede dar el desarrollo económico.3 El potencial de innovación de un ecosistema viene dado por varios componentes, entre los cuales podemos mencionar:
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el gasto público en investigación; la creación y gestión del conocimiento; la vinculación entre lo público y lo privado; la amplia difusión de los resultados de los proyectos de investigación; investigadores incentivados a transferir el conocimiento; transferencia efectiva; red de innovación efectiva.
Ecuador, país en crecimiento Algunas cifras actuales que nos permiten establecer a Ecuador como un país en crecimiento son:
El nivel y la capacidad de interrelación entre el sector productivo y el sector formativo.
1. políticamente estable;
La cooperación efectiva es fundamental para aprender en menor tiempo de las buenas prácticas.
2. gran avance en IDH: nos ubicamos en el puesto 84 en la categoría de país con desarrollo humano alto;
La innovación depende de la academia, la industria y el territorio (Estado y comunidad), y de las relaciones o redes que se establezcan entre ellos. El eco-sistema de innovación involucra la necesidad de gestionar el territorio de forma conjunta entre estos diferentes agentes, para poder aprovechar el potencial que representa la presencia de la academia en cooperación con las potencialidades aportadas por los sectores productivos y económicos, y por la sociedad en un mismo entorno.
3. entre 2007 y 2012 la tasa de crecimiento del PIB fue del 4,3%, superior a la tasa promedio de Latinoamérica (3,5%); 4. somos el cuarto destino turístico a nivel mundial (2013); 5. la extrema pobreza generada por el ingreso se redujo del 16,9% en 2006 al 11,2% en 2013; 6. la tasa de empleo (4,12%) es la más baja de Latinoamérica (7,5%);
En síntesis, el gran motor de la innovación es el conocimiento, su acumulación y difusión. Las universidades y en general los centros de conocimiento son entornos fundamentales para la actividad económica, ya que significan un gran potencial para el desa-
7. inversión pública en carreteras superó los USD 7500 millones;
2 El Consorcio, zona franca de Barcelona; CLC, Consultores en Logística; ILI, Logística Internacional, Estudio de factibilidad de la Zona franca y del Parque Tecnológico en el nuevo aeropuerto de Quito, octubre 2006.
3
8. en 2011 la deuda pública del Gobierno fue del 19% respecto del PIB;
Ibíd.
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9. desde 2010, el Gobierno introdujo una nueva legislación (COPCI) que establece seguridades jurídicas y financieras, y beneficios ciertos en materia tributaria y arancelaria para la inversión productiva;
Buscar mediante la cooperación alianzas eficientes que complementen en cada escenario y en cada momento la disponibilidad actual.
10. en 2013 nos ubicamos en el puesto 71 en GCI y 83 en el GII.
Entonces, como estamos en la ola de la innovación en Ecuador, debemos ser más creativos: en lugar de buscar crear a nuestro propio y perfecto estilo para el mejor ecosistema de innovación y ponerlo en práctica a la brevedad posible, sería mejor buscar las mejores prácticas de ecosistemas de innovación y, mediante cooperación efectiva (por su especialidad y experticia), diseñar y ajustar un modelo comunitario, un modelo asociativo que favorezca el desarrollo en el menor tiempo y consolide los esfuerzos realizados hasta hoy en Ecuador, compartiendo riesgos, beneficios, derechos y responsabilidades. Según el premio Nobel de Economía Robert Solow y sus colegas en MIT, las «relaciones cooperativas no bien desarrolladas entre individuos y entre organizaciones son consideradas en sus estudios industriales como obstáculos a la innovación tecnológica y el mejoramiento del desempeño industrial»4. Por ello, es menester decir que la cooperación nacional o internacional crea condiciones favorables para la innovación y el mejoramiento continuo. Para acercarnos a la hipótesis de que la cooperación es una herramienta indispensable para la innovación, iniciemos diciendo que innovación es la búsqueda y el descubrimiento, el desarrollo, el mejoramiento, la adopción y comercialización de nuevos procesos, productos y nuevas estructuras, organizaciones y procedimientos. Es decir, implica inquietudes, in4
Journal of Economic Perspectives, v. 4, No. 3, Summer 1990.
seguridad, riesgo, aprobación, experimentación y pruebas. Por otro lado, hoy en día la teoría de la ventaja competitiva está dando paso a la ventaja colaborativa, es decir, ya no existen individualidades sino más bien cooperaciones para el bien común más amplio. Si se quiere avanzar en el desarrollo, hay que sumar y no restar, hay que multiplicar y no dividir; por tanto, las organizaciones y sus miembros (redes), al cooperar o colaborar, crean condiciones amplias para la mejora continua, pues las nuevas (transformación) y más sofisticadas necesidades (diversificación) de los consumidores, de las personas que deben ser entendidas (marketing), deben ser atendidas por los productores (industria) de forma segura (productiva), rápida (logística), a buen precio (competitiva) y segura. En suma, no es suficiente producir más de lo mismo, sino diversificar y transformar la producción incorporando cada vez más conocimiento y más valor a los bienes y servicios que se ofertan en todos los mercados, mediante buenos y seguros mecanismos de cooperación. Esta es la raíz del cambio estructural, del cambio de la matriz productiva que hemos emprendido para beneficios de todos los agentes económicos que intervienen en la cadena de valor productiva. Sin embargo, la innovación productiva no se construye de forma inmediata. Al inicio, las empresas, los empresarios y emprendedores no disponen de las capacidades para responder en forma innovadora a la demanda, y por ello habrá que recurrir eficiente y oportunamente a la cooperación para contar con la tecnología, los insumos, los procesos, los equipamientos, las buenas prácticas; es decir, buscar mediante la cooperación alianzas eficientes que complementen en cada escenario y en cada momento la disponibilidad actual. Por tanto, el desafío que enfrentan las mentes creativas y las empresas productoras es cada vez más serio, porque tratarán de obtener el mejor valor como resultado de la investigación y el desarrollo en nueva tecnología para innovar. Pero los resultados pueden tomar mucho tiempo, y por ello la cooperación internacional es crucial si las organizaciones no están adecuadamente integradas y colaboran entre sí.
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FAO: agricultura familiar y
cambio de la matriz productiva Por: Pedro Pablo Peña, Representante de la FAO en Ecuador
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a Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Ecuador, firmó el 28 de noviembre de 2013 con la economista Gabriela Rosero, Secretaria Técnica de Cooperación Internacio-
Fotografía: Cecilia Puebla
nal, el Marco Nacional de Programación 2013-2017. Dicho documento está alineado con: 1) las políticas nacionales definidas en el Plan Nacional del Buen Vivir (PNBV) 2013-2017; 2) los objetivos estratégicos definidos por la FAO; y 3) el mandato de la Con-
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ferencia Regional. El Marco plantea nuevos retos orientados al desarrollo del país, uno de los cuales es el cambio de la matriz productiva. El Marco fue construido de manera conjunta entre la FAO y la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI), órgano rector de la cooperación en el país, que sirvió de ente coordinador con los ministerios de línea y los ministerios coordinadores. Durante el proceso de consulta, se identificó cuatro grandes áreas estratégicas, una las cuales es la agricultura familiar y el incremento de la productividad, orientadas al fortalecimiento de políticas, institucionalidades públicas y asociaciones de productores de la agricultura y pesca familiar. Esta área plantea el desarrollo de capacidades técnicas y operativas mediante la generación de modelos de gestión de producción agropecuaria, de innovación tecnológica y de planes de fortalecimiento institucional y comunitario, que vinculen la pequeña y mediana agricultura con el cambio de la matriz productiva. En su sesión del 22 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF 2014) y encargó a la FAO la responsabilidad de su implementación. La meta de la FAO en este AIAF 2014 es contribuir a reposicionar a la agricultura familiar en el centro de las políticas agrícolas, ambientales y sociales en las agendas nacionales; identificando los retos y los desafíos a los que se enfrentan los pequeños campesinos y campesinas, buscando con ello definir formas más eficaces y diferenciadas de apoyo a la agricultura familiar. Entre la agricultura familiar y el cambio de la matriz productiva existe un vínculo que conecta al proceso de cambio de la estructura productiva ecuatoriana con el fortalecimiento de la agricultura familiar; parecería que el uno depende del otro y que ambos se complementan mutuamente. Para facilitar la comprensión de estos dos conceptos, proponemos la definición de la FAO de agricultura familiar y la definición de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) sobre el cambio de la matriz productiva. Según FAO (2014), «la Agricultura Familiar (incluyendo todas las actividades agrícolas basadas en la familia) es una forma de organizar la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, acuicultura y pastoreo, que
es administrada y operada por una familia y, sobre todo, que depende preponderantemente del trabajo familiar, tanto de mujeres como hombres. La familia y la granja están vinculados, co-evolucionan y combinan funciones económicas, ambientales, sociales y culturales (Agricultura Familiar en América Latina y el Caribe: Recomendaciones de Política)». Según SENPLADES (2012), «la forma cómo se organiza la sociedad para producir determinados bienes y servicios no se limita únicamente a los procesos estrictamente técnicos o económicos, sino que también tiene que ver con todo el conjunto de interacciones entre los distintos actores sociales que utilizan los recursos que tienen a su disposición para llevar adelante las actividades productivas. A ese conjunto, que incluye los productos, los procesos productivos y las relaciones sociales resultantes de esos procesos, denominamos matriz productiva (Transformación de la Matriz Productiva: Revolución productiva a través del conocimiento y el talento humano)».
El Marco fue construido de manera conjunta entre la FAO y la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI), órgano rector de la cooperación en el país
Más aún, en su discurso de toma de posesión, el Vicepresidente de la República, Ing. Jorge Glass, planteaba: «Cambiar la Matriz Productiva significa generar empleos de calidad, erradicar definitivamente la pobreza y alcanzar el Buen Vivir para todos los ecuatorianos y ecuatorianas. El cambio de la matriz productiva es para los trabajadores, para los agricultores, para los jóvenes, los estudiantes, para las universidades, para los empresarios, para los inversionistas, y para los actores de la economía popular y solidaria». Como forma de responder al compromiso asumido por la representación de FAO en Ecuador en su área estratégica No. 1 «Agricultura Familiar e Incremento de la Productividad», y contribuir al cambio de la matriz productiva, la FAO está ejecutando —bajo el liderazgo del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP)—, entre otros, dos proyectos:
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La meta de la FAO en este AIAF 2014 es contribuir a reposicionar a la agricultura familiar en el centro de las políticas agrícolas, ambientales y sociales en las agendas nacionales
Fotografía: Cecilia Puebla
1.
«Fortalecimiento de los Procesos de Inclusión de la Agricultura Familiar en las Compras Públicas de Alimentos», coordinado con el Instituto de Provisión de Alimentos (PROALIMENTOS) y que cuenta con la participación activa del Ministerio de Salud Pública y del Ministerio de Inclusión Económica y Social; se financia con fondos del Programa de Cooperación Técnica de la FAO.
2. «Producción y fomento de uso de semilla de calidad de granos y tubérculos básicos por pequeños agricultores en la zona Alto Andina del
Ecuador», coordinado con el MAGAP y financiado por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo Internacional (AECID). Ambos proyectos aportan directamente al fortalecimiento de la agricultura familiar y al cambio de la matriz productiva en el Ecuador, al vincular la pequeña y la mediana agriculturas con los mercados de insumos y de productos. El objetivo del proyecto «Fortalecimiento de los Procesos de Inclusión de la Agricultura Familiar en
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La propuesta de trabajo establecida en el marco de este proyecto se enfoca en generar oportunidades de ingresos para las familias campesinas productoras de alimentos, y busca con ello mejorar sus condiciones de vida y las de sus comunidades.
Resultados del proyecto: 1. Potencialización del Sistema Integrado de Información y Gestión de Provisión de Alimentos (SIGPA), en su «Módulo de Logística», al generar nuevas funcionalidades que le permitan al Instituto de Provisión de Alimentos contar con información para la toma de decisiones oportunas. Esto ampliará su capacidad para: 1) tener un registro de pequeños productores y productoras como proveedores de alimentos; 2) desarrollar catálogos de contrato para alimentos y servicios; y 3) disponer de un registro de los mecanismos de compras, adjudicación de compras y de contratos de servicios. 2. Generación de información de la oferta de pequeños productores y productoras organizados en asociaciones como potenciales proveedores para el mercado estatal. 3. Desarrollo de un modelo de gestión para el servicio de preparación de alimentos, dirigido a la atención de Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV). 4. Apoyo a la propuesta orientada a la inclusión de banano en el desayuno escolar como una estrategia para mejorar el nivel nutricional y la diversificación de la dieta escolar.
las Compras Públicas de Alimentos» es contribuir a los procesos de vinculación de la agricultura familiar con las compras públicas que realiza el Estado. En este sentido, la FAO apoya al Instituto de Provisión de Alimentos (PROALIMENTOS) en su trabajo de vincular la inclusión económica y social de los micro, pequeños y medianos productores, y otros actores de la economía popular y solidaria, en el mercado público, como una estrategia orientada a responder a los nuevos planteamientos para el cambio de la matriz productiva.
5. Apoyo al proceso de definición y caracterización de la agricultura familiar, proceso que permitirá establecer políticas públicas diferenciadas a favor de los pequeños productores y productoras nacionales.
Lecciones aprendidas: 1. La inclusión de pequeños productores y productoras como proveedores de alimentos del Estado es un gran reto, que requiere una intervención articulada de varias instituciones debido a la multiplicidad de factores que inciden en su desarrollo (no solo vinculados a factores producti-
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vos): el acceso al agua y a la tierra, el acercamiento de los servicios al campo, la asistencia técnica, y el respeto y la valoración de conocimientos y saberes ancestrales. 2. La situación nutricional en una parte de la población en edad escolar presenta problemas relacionados con obesidad, lo cual requiere de un análisis profundo de causas y la búsqueda de soluciones, tanto desde los aspectos normativos como técnicos. Por su parte, el proyecto «Producción y fomento de uso de semilla de calidad de granos y tubérculos básicos por pequeños agricultores en la zona Alto Andina del Ecuador» tiene como objetivo desarrollar un programa de semillas sostenible que mejore y facilite la disponibilidad, el acceso y el uso de semillas de calidad por parte de los productores de la agricultura familiar campesina de la zona alto andina del Ecuador (Sierra), para promover el cambio de la matriz productiva. El proyecto parte de la premisa de que un sistema de producción agrícola se inicia con las semillas, de modo que este insumo es el punto de partida para cualquier transformación tecnológica en el sector agropecuario. En la FAO consideramos que los agricultores y agricultoras deben contar con semillas de calidad para disminuir el riesgo asociado al proceso de producción de un cultivo. La semilla debe responder a la necesidad del agricultor que la está sembrando, y a fin de responder a esta demanda se requieren sistemas eficaces para producción, acondicionamiento, almacenamiento y distribución de semillas. Estos sistemas deben ser capaces de proveer, especialmente a los pequeños agricultores y agricultoras, semillas de calidad a precios aceptables y, a la vez, facilitar a las empresas de semillas y a las entidades gubernamentales sus actividades normales y específicas, dentro del marco regulatorio y legal del país. Además del MAGAP y del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), la FAO cuenta con la colaboración de otros socios estratégicos para la implementación del proyecto: el Centro Internacional de la Papa (CIP); los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) de las provincias de Bolívar y Chimborazo; y universidades como la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH) y la Universidad Estatal de Bolívar (UEB), en Chimborazo y Bolívar, respectivamente.
Resultados del proyecto: 1. Se ha contribuido a mejorar la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) en zonas de intervención del proyecto, mediante el aumento del ingreso familiar de los integrantes de los grupos semilleristas, debido a la producción y venta de semilla. Los beneficios económicos son evidentes en las organizaciones de productores. En el caso de la papa, la semilla tradicional es vendida a un precio entre USD 12 y USD 15 cada 45 kg, en tanto que la semilla certificada fue vendida a un precio de USD 25 por cada saco de 45 kg. En el caso del fréjol, las organizaciones semilleristas lograron vender a USD 130 los 45 kg; en tanto en el mercado tradicional de semillas, el precio no supera los USD 60 por cada saco de 45 kg. 2. Los rendimientos comerciales de los cultivos se han incrementado significativamente; por ejemplo, en el caso de la papa, el promedio del rendimiento del cultivo en las zonas de intervención es de 10 toneladas/hectáreas, en tanto que con la implementación de la tecnología difundida por el proyecto se ha logrado superar las 20 toneladas/hectáreas, lo que ha duplicado la productividad. Para los grupos usuarios de semilla, el promedio del incremento de los rendimientos en los cultivos ha sido el siguiente: 129% en papa, 37% en maíz suave, y 51% en fréjol arbustivo. Esto significa que la producción y uso de semilla de alta calidad es una actividad rentable, si se maneja bajo los protocolos de calidad establecidos, con lo cual se puede tener un impacto significativo en el cambio de la matriz productiva. 3. El proyecto también ha contribuido a mejorar el sistema de producción de semillas del Ecuador mediante el fortalecimiento de 21 organizaciones locales campesinas productoras de semillas, quienes con el proyecto alcanzaron una cobertura de demanda del 12% de la cantidad de semilla requerida para atender la demanda de las zonas de intervención. 4. Se mejoraron los sistemas locales de almacenamiento estratégico de las comunidades productoras de semillas mediante la dotación de silos (graneros) familiares, y de mejoras en las bodegas de almacenamiento.
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FotografĂa: lagenda
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Lecciones aprendidas: 1.
Se evidenciaron cambios de comportamiento en las familias participantes en el proyecto. Entre ellos se encuentra un manejo económicamente eficiente y sostenible de las pequeñas empresas de producción de semillas, asociado a la generación de capacidades empresariales y administrativas.
2. Un factor clave para lograr sostenibilidad es la institucionalización, es decir, la apropiación de los diferentes componentes por parte de las instituciones públicas responsables.
3. Un modelo de instauración de pequeñas empresas de producción de semillas, sustentado en la organización de agricultores familiares, es factible y sostenible. 4. El proyecto confirma la factibilidad técnica y económica de producir semillas de calidad para la agricultura familiar de diferentes especies, por parte de asociaciones de pequeños productores, para ser utilizadas en sus principales cultivos y alimentos. 5. El fortalecimiento de las organizaciones semilleristas, tanto en el aspecto jurídico como en el aspecto técnico mediante la capacitación, facilitó
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el mejoramiento de los sistemas de producción y uso de semillas de calidad; esto es esencial para la seguridad alimentaria y constituye además la base del desarrollo de la agricultura familiar para que continúe su contribución eficaz a la economía nacional.
7. El modelo implementado permite la producción de semillas con una calidad que satisface las normas y especificaciones vigentes en el país, y se convierte así en una oferta de especial valor para la agricultura familiar y en un factor catalizador del cambio de la matriz productiva.
6. La transferencia de conocimientos y la difusión de información son indispensables para que las personas respondan con éxito a las oportunidades y a los desafíos de los cambios sociales, económicos y tecnológicos; sobre todo los que ayudan a mejorar la productividad agrícola, la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales, como lo demuestra la experiencia del proyecto.
En conclusión, con la implementación de estos dos proyectos en el país, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto a sus contrapartes y socios estratégicos nacionales, hace una gran contribución al fortalecimiento de la agricultura familiar y al cambio de matriz productiva, ejes fundamentales del desarrollo agropecuario y requisitos para alcanzar el desarrollo integral nacional.
Fotografía: lagenda Fotografía: lagenda
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Experiencias locales con la cooperación internacional:
Programa PDRN
Guillermo Herrera Villareal Prefecto Provincial y Mery Montesdeoca B. Lider Provincial PDRN
L
os procesos de descentralización en los últimos años han significado una mayor responsabilidad para los gobiernos locales, lo cual significa necesariamente mayores inversiones encaminadas a cumplir con las competencias otorgadas por el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD). Por tanto, y considerando que las asignaciones presupuestarias desde el Estado a las provincias no son suficientes, la Cooperación Internacional (CI) aparece como una opción importante de complementariedad en el financiamiento de los territorios. En lo que a la provincia del Carchi corresponde, en los últimos años este apoyo desde la CI ha sido fundamental; según datos provistos por la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) en
el informe de cooperación internacional 20102011, el aporte a la provincia está en el orden de los USD 14 millones, bajo la ejecución de 79 proyectos, orientados básicamente al desarrollo socio-productivo. En relación con la cooperación proveniente de Bélgica, en la provincia se observa una larga trayectoria, que ha permitido fortalecer procesos de desarrollo local. El Programa de Desarrollo Rural del Norte (PDRN), financiado por la Agencia Belga para el Desarrollo (CTB) con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pobladores de la zona norte del Ecuador, intervino en la zona con tres componentes: 1) fortalecimiento institucional; 2) apoyo a las iniciativas económicas, y 3) fortalecimiento de las finanzas rurales.
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Desde su inicio, en el año 2009, su complejo modelo de gestión centralista no permitió mayores avances, y se hizo necesaria una actualización urgente tanto de documentos técnicos-financieros como del modelo de gestión, que permita a los actores provinciales un mayor apoyo a los esfuerzos locales para fortalecer la organización social y productiva. El primer reto asumido por las provincias dio inicio a una etapa de socialización y construcción participativa de proyectos orientados en cada territorio; para Carchi, se trató de gran oportunidad de aprendizaje local, que permitió la aprobación de 24 proyectos, enmarcados en: cadena de frutales, con una inversión de USD 835.074,61 y atención a 486 usuarios; cadena de la papa, con una inversión de USD 163.000 y 200 usuarios atendidos; cadena de fréjol, con una inversión de USD 178.100 y 300 usuarios atendidos; cadena del café, con una inversión de USD 550.427,40 y 277 usuarios atendidos; cadena de la leche, con una inversión de USD 343.783 y 171 usuarios atendidos; cadena de cárnicos, con una inversión de USD 603.225,50 y 802 usuarios atendidos; cadena de turismo comunitario, con una inversión de USD 441.708,86 y 227 usuarios atendidos, y otros proyectos complementarios para sectores vulnerables en temas de seguridad alimentaria y tecnificación de sistemas de riego, anclados a las cadenas de frutales y fréjol, con una inversión de USD 459.696,81 y 615 usuarios atendidos.
Uno de los resultados de este comité fue la priorización de las cadenas productivas existentes en la provincia, tras un estudio de oferta y demanda que realizó un análisis integral de cada cadena.
Un punto importante tiene que ver con la articulación generada desde el PDRN hacia los tres niveles de gobierno, y de estos con entidades gubernamentales asentadas en el territorio. De tal modo, se logra mejorar los niveles de comunicación y coordinación de actividades dentro de las áreas atendidas por el programa, al crear un espacio provincial de concertación, institucionalizado mediante ordenanza y denominado Comité de Concertación Productivo Provincial, cuya función se ha centrado en el trabajo mancomunado de
las instituciones. Uno de los resultados de este comité fue la priorización de las cadenas productivas existentes en la provincia, tras un estudio de oferta y demanda que realizó un análisis integral de cada cadena. De igual manera, el Programa ha contribuido en la formación de talento humano, al fortalecer la base y la capacidad local al servicio de la provincia, y al elevar la eficiencia y eficacia institucional. Todo este proceso ha fortalecido institucionalmente a los diferentes niveles de GAD en la provincia, de manera especial a los GAD parroquiales, que, pese a sus limitaciones estructurales y presupuestarias, han logrado ejecutar proyectos como entidades ejecutoras, cumpliendo así con los requisitos técnicos y financieros, y asumiendo sus competencias en temas de fomento productivo. Algo significativo ha sido el fortalecimiento de las organizaciones de productores agropecuarios y emprendimientos, dirigido a optimizar los procesos de legalización y asociatividad, a fin de mejorar la comercialización de sus productos. Esto se complementa con los procesos de capacitación dirigidos a estructuras financieras locales y emprendimientos, como estrategia de sostenibilidad de los proyectos. Para el GAD provincial la CI se ha convertido en una herramienta para mejorar la gestión en los territorios, que a mediano y largo plazos evidenciará un impacto social y económico en las poblaciones más vulnerables de nuestro territorio. Partimos del criterio de que los procesos de desarrollo son de responsabilidad de las instituciones gubernamentales y locales, y en ese marco el aporte de la cooperación debe enfocarse en impulsar los objetivos establecidos, respetando las prioridades locales y alineándose a las iniciativas del país.
Biósfera Macizo del Cajas: creación
de valores para el desarrollo productivo sostenible Por: Comité Promotor
L
territorial de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD); de esta forma se lograba también un reconocimiento mundial a la inmensa riqueza natural, productiva y cultural de esta región.
Considerando que la Constitución del Ecuador, el Plan Nacional del Buen Vivir y las Agendas de las Zonas de Planificación 5, 6, 7 y 8 plantean una visión de desarrollo sostenible perfectamente compatible con el concepto de biósfera propuesto por el programa MAB de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), varias autoridades e instituciones locales, regionales y nacionales conformaron un Comité Promotor, e iniciaron en 2010 un proceso para proponer la declaratoria del Área de Biósfera Macizo del Cajas como una estrategia de gestión territorial, para alcanzar el desarrollo sostenible y facilitar la implementación coordinada de los planes de desarrollo y ordenamiento
Para aprovechar al máximo las oportunidades que presenta un reconocimiento mundial de esta magnitud, se requiere contar con un modelo de gestión técnico regional que integre varias Zonales de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), múltiples GAD y actores privados del sector productivo-empresarial; se constituye así en un piloto nacional para una nueva forma de integración de acciones coordinadas dentro del marco de las políticas nacionales de desarrollo y las competencias de los diferentes niveles del Estado sobre la base de sus planes de desarrollo y ordenamiento territorial (PDyOT), en vinculación con el sector privado y la sociedad civil.
a Biósfera del Macizo del Cajas es una unidad biogeográfica de integración funcional y productiva de un territorio que conecta en su interior, y hacia su alrededor, procesos productivos, sociales y ecológicos de importancia estratégica para el país.
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Una reserva de biósfera es una plataforma de coordinación regional que impulsa procesos de desarrollo sostenible para lograr el Buen Vivir
Desde el punto de vista de la UNESCO, para dar la declaratoria de biosfera a un territorio, este debe ser un espacio que integre tres aspectos fundamentales: 1.
El ser humano: las actividades productivas y sociales del ser humano para satisfacer sus necesidades.
2. La conservación: la naturaleza y la preservación de sus procesos para asegurar la supervivencia de las especies como su necesidad fundamental. 3. El desarrollo: el concepto vinculador de los elementos anteriores que se expresa en acciones para conjugar y satisfacer ambas necesidades. De forma complementaria, y desde el punto de vista del Estado ecuatoriano en sus diferentes niveles, la declaratoria de la Biósfera Macizo del Cajas permitirá catalizar un espacio de coordinación multisectorial donde, más allá de los límites político-administrativos, se implemente una gestión coordinada en líneas estratégicas de impacto regional, dentro de las políticas nacionales de desarrollo y ejecutadas por las competencias de cada actor en su respectivo territorio; de este modo se busca promover procesos de desarrollo sostenible e integrar el manejo de los ecosistemas y sus servicios ambientales como proveedores de bienestar para la población, de insumos para la productividad y democratización del acceso a la riqueza.
Una reserva de biósfera es una plataforma de coordinación regional que impulsa procesos de desarrollo sostenible para lograr el Buen Vivir, al conectar las políticas nacionales de desarrollo con las políticas territoriales locales por medio de una acción coordinada. Esta declaratoria es un reconocimiento mundial a las múltiples buenas prácticas que ya se realizan en el territorio en temas como manejo del agua, responsabilidad social empresarial, producción industrial y agrícola más limpia, gestión mancomunada, investigación, protección de ecosistemas, entre otras. Las reservas de biósfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, reconocidas por la UNESCO, donde se incentiva el desarrollo sustentable mediante el uso adecuado de los recursos naturales en beneficio del ser humano, respetando la naturaleza y los derechos de las generaciones futuras.
Desde el año 2011 las instituciones del Comité Promotor (SENPLADES, MAE, Ministerio Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Municipio de Cuenca, ETAPA EP, Cooperación Alemana GIZ y Naturaleza y Cultura Internacional) suscribieron un convenio para proponer a la UNESCO la declaratoria del Área de Biósfera Macizo del Cajas. Este Comité mantuvo 52 sesiones, visitas de campo y recorridos de socialización, y obtuvo finalmente las cartas de apoyo de 58 actores: 7 miembros del Comité Promotor; 5 ministerios; 7 subsecretarías o direcciones regionales de ministerios; 8 Gobiernos Autónomos Descentralizados (individualmente); 24 Gobiernos Autónomos Descentralizados (mediante el Consorcio de la cuenca del Río Jubones), 5 instituciones-gremios del sector productivo; y 2 instituciones universitarias. El Expediente de Nominación fue remitido oficialmente en octubre de 2012 por el Estado ecuatoriano a la UNESCO y su programa Man & Biosphere, luego de más de dos años de preparación.
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El 28 de mayo de 2013, en París se dio la sesión del Comité Internacional de las Reservas de Biósfera en la sede central de UNESCO, donde oficializaron la declaratoria de la Área de Biósfera del Macizo del Cajas. El Ecuador ha iniciado en los últimos años un proceso inédito para llegar a tomar decisiones y manejar el territorio por medio del ordenamiento territorial, tratando de armonizar las competencias y políticas del Estado central con aquellas de los diferentes niveles de Gobiernos Autónomos Descentralizados. Sin embargo, dentro de este proceso se ve la necesidad de crear espacios que permitan trabajar en la armonización de dichas competencias y políticas, mediante la coordinación de acciones con visión funcional y regional, más allá de la visión clásica de límites político-administrativos, los cuales cortan las dinámicas sociales, ambientales y productivas reales entre diferentes niveles de GAD y en conexión con los objetivos y las políticas previstas dentro del Plan Nacional de Desarrollo. En este contexto, un Comité de Gestión de Biósfera se visualiza como el mecanismo por medio del cual se puede lograr dicha coordinación, ya que no implica una nueva institución que reemplace competencias o ejerza autoridad sobre los actores del territorio, sino más bien es la suma de estos, dentro de una plataforma de cooperación mutua, para:
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coordinación interinstitucional para iniciativas con impacto de escala regional; apoyo para la gestión de recursos técnicos y financieros de manera conjunta; apoyo técnico para facilitar la implementación de acciones con visión regional; coordinación de acciones desde las competencias institucionales de cada actor.
Entre los diversos temas que implican el manejo de un territorio sobre la base del ordenamiento territorial para la planificación y gestión de su desarrollo, así como con base en los criterios de desarrollo sostenible de una Reserva de Biósfera declarada por UNESCO —en la cual se busca simultáneamente satisfacer las necesidades presentes y futuras de
la población a partir de la gestión sostenible de los recursos naturales—, el principal recurso estratégico con el que se cuenta en la Biósfera del Macizo del Cajas es el agua; estratégico no solo para este territorio sino para la gestión productiva de todo el Ecuador pues, como se mencionó, aquí están las fuentes de agua que generan más del 50% de la energía hidroeléctrica del país. Por este motivo, el principal desafío para el modelo de gestión que se implemente en el territorio de la Biósfera del Macizo del Cajas es poner en marcha un mecanismo que permita evidenciar e incorporar el valor que tienen los servicios ambientales de este territorio, y específicamente el servicio ambiental agua, dentro de todo el proceso de la cadena productiva de la Biosfera, para temas tales como: generación hidroeléctrica, materia prima para la industria, agricultura (banano, cacao), ganadería, recreación, agua potable, entre otros; pues hasta el momento, aunque existe una opinión generalizada en la colectividad sobre la importancia del uso sostenible de los recursos hídricos y los ecosistemas que los generan y regulan, todas las acciones para su manejo han sido llevadas más sobre la base de la buena voluntad y el altruismo hacia la «madre naturaleza», y no sobre la base técnica de valoración e incorporación del costo del recurso agua, como se haría (ya que de hecho lo es) con cualquier otro elemento que constituya materia prima de cualquier proceso productivo.
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Realidad e impactos de la Economía Popular y Solidaria en el Ecuador Por: José Tonello, Director del Fondo Ecuatoriano Populorium Progressio La Constitución Política del Ecuador de 2008, gracias a la apertura de los honorables constituyentes para escuchar los aportes y las solicitudes de la población, por primera vez en el país y probablemente a escala internacional, ha reconocido la importancia de la economía popular y solidaria, y en particular del sistema financiero popular y solidario en el contexto de la economía nacional.
Finanzas Populares y Solidarias (CONAFIPS). El trabajo de estas entidades, junto a una larga trayectoria de servicio y varias ONG, impulsa el fortalecimiento de un tejido económico y social que constituye el principal instrumento de liberación y superación para algunos millones de ecuatorianos y ecuatorianas que todavía viven en la pobreza, a veces víctimas de la explotación.
En mayo de 2011, la Asamblea Legislativa expidió la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria (LOEPS), que meses después tuvo su Reglamento.
Las personas emprendedoras, unidas en organizaciones de varios tipos, son los verdaderos actores de la economía popular y solidaria.
Para implementar lo establecido en la Constitución y en la LOEPS, el Gobierno Nacional ha constituido y financiado instituciones de servicio y regulación como la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), el Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS), adscrito al MIES, y la Corporación Nacional de
Fotografía: Cecilia Puebla
Actores antiguos y nuevos La palabra actor viene de hacer. El actor es quien hace, actúa, realiza, desarrolla, crea y produce.
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Fotografía: Cecilia Puebla
Fotografía: Edu León
Hay actores sociales y económicos muy visibles, y actores que pasan desapercibidos. Los actores más visibles tienen relación con la política y la economía, y reciben la atención de los medios de comunicación. No está dicho que quienes no hacen visible su calidad y capacidad de actores sean simples espectadores. Pueden ser actores no reconocidos o pueden ser actores relegados y marginados, porque su protagonismo entraña peligros para quienes dominan la escena. A manera de ejemplos, y para estimular un ejercicio de reflexión, hay algunas preguntas y contraposiciones sobre actores conocidos y desconocidos. ¿Los mercados del Ecuador se llenan con los productos de las grandes haciendas o con la sudada producción de los minifundistas? ¿Quién pone en el mercado lechuga, arroz, maíz, papas, zanahoria y granos secos? ¿Están cultivados mejor los minifundios o los latifundios? ¿Cuáles producen más por unidad de producción? ¿Las cuentas de ahorro de la economía nacional son alimentadas más por el sacrificio y la previsión de las finanzas populares y de los migrantes; o por los rendimientos de los grandes imperios económicos? ¿Gustan más y convienen más por su precio los quesos, los embutidos, los turrones, los hongos, las truchas, las harinas y granos secos, las mermeladas, la
miel de abeja y otras delicias producidas por las organizaciones campesinas (por ejemplo, en Salinas de Guaranda); o los productos bien empacaditos que se encuentran en los grandes supermercados? ¿Expresan más sabiduría, equidad y sentido de país los pronunciamientos de las organizaciones populares, o los de las cámaras? ¿Han plantado más árboles las organizaciones campesinas apoyadas por el FEPP y otras ONG, o las empresas madereras? ¿Causa más violencia y sufrimiento la micro-criminalidad cotidiana que nace del desempleo y la desesperanza, o la macro-criminalidad ligada al narcotráfico, al lavado de activos, al contrabando y a otros negocios ilícitos? ¿Crean más puestos de trabajo y fuentes de ingresos la microempresa y la economía sumergida, o las grandes empresas? ¿Cuál es la fuente de inspiración de muchas expresiones artísticas de la vida nacional, en la música, danza, teatro, cine y artes plásticas? ¿En espectáculos como Jacchigua hay más de lo campesino, indígena y popular; o de lo urbano, culto y burgués? Estas preguntas nos inducen a ubicar a nuevos actores en la escena de la vida nacional, sean o no conocidos y reconocidos. Pero no es haciendo contraposiciones que crecemos, sino sumando fuerzas y voluntades
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honestas. Por lo tanto, los actores antiguos y los nuevos construyen la sociedad y la economía. A lo largo de la historia mundial hay cambios de actores sociales. Normalmente los nuevos actores han logrado crearse espacios, mediante la fuerza para conquistar el poder o utilizando el ingenio, la capacidad creativa y expresiva; o creando mercados paralelos de bienes, servicios e ideas; o simplemente aprovechando la debilidad y la decadencia de los actores anteriores. En el caso del Ecuador colonial y republicano, pocos actores convencionales, vinculados al poder político y económico, han impedido o se han apropiado de la capacidad de expresión, creación, producción y presencia de la mayoría de ecuatorianos y ecuatorianas que, en forma silenciosa y sin contar con muchos apoyos, hacen el país verdadero. A comienzos de los años setenta del siglo pasado, las grandes haciendas de la provincia de Bolívar, por un día entero de trabajo, pagaban a los peones 5 sucres, o sea 20 centavos de dólar.
Las personas, organizadas o individualmente, son la principal fuerza y recurso de la economía popular y solidaria.
Hay que desarrollar, especialmente en los medios de comunicación, una nueva capacidad de lectura e interpretación para la renovación de los referentes con que tradicionalmente se observa y se juzga la realidad nacional. Por otro lado, el aumento de la autoestima en los nuevos actores hará posible que estos se comuniquen más fluidamente con el resto de la sociedad, valorizando y haciendo valorizar su originalidad, sus aportes y su fuerza transformadora. Pero ¿quiénes son los nuevos actores?
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en lo que respecta a edades, los jóvenes son inquietos y están deseosos de encontrar espacios y formas para aportar a la transformación social; en lo relativo a la actividad económica, las micro, pequeñas y medianas empresas en los próximos años crearán más empleo que las grandes empresas; en lo que concierne a las regiones, algunas áreas tradicionalmente marginadas asumen iniciativas novedosas en el campo de la producción y de la generación de empleo.
Con los recursos y la gente que tiene, será fácil que el Ecuador llegue a ser un país justo, próspero y alegre. Si los pobres, las mujeres y los jóvenes —o sea, los más opcionados a ser nuevos actores sociales— logran ser innovadores, diversificando con calidad sus posibilidades de empleo y sus fuentes de ingreso, si organizan sus propios mercados y especialmente el mercado financiero, entonces la economía popular y solidaria llegará a ser la economía más importante del país. Las oportunidades existen: hay que aprovecharlas.
La organización popular Las personas, organizadas o individualmente, son la principal fuerza y recurso de la economía popular y solidaria. En los años setenta, la organización popular de base era más combativa y luchadora que ahora: el tema del acceso a la tierra estaba muy presente. Se trataba con comunas, cooperativas, asociaciones y también grupos sin personería jurídica. Entonces se hizo un trabajo enorme para la formación de dirigentes, hombres y mujeres.
en el ámbito de pueblos, están fortaleciendo su protagonismo los pueblos indígenas y afrodescendientes;
Las OSG (organizaciones de segundo grado) eran raras y se constituían especialmente como federaciones de organizaciones indígenas. Los sindicatos tenían más capacidad de convocatoria que los actuales. Las organizaciones eran fuertes, porque había un buen equilibrio en el tratamiento de temas políticos, sociales y económicos.
en cuanto a género, las mujeres llevan más motivaciones e ideas para cambiar nuestra sociedad;
Con el pasar de los años no se logró mantener este equilibrio: los movimientos nacionales se dedicaron mayoritariamente, y casi exclusivamente, a temas
Podemos encontrarlos en algunos sectores de nuestra sociedad:
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Fotografía: Edu León
políticos, mientras que las organizaciones de base, motivadas por los procesos implementados por FODERUMA y PRODEPINE, se centraron más en temas económico-productivos, mediante la implementación de proyectos, que no llegaron a ser procesos. La facilidad para acceder a recursos hizo nacer muchas organizaciones (de base y de segundo grado), que no tenían buenas raíces y que se debilitaron hasta morir, cuando ya no hubo financiamiento externo. La asimilación por parte del Estado (Constitución de 2008 y Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria de 2011) y de la sociedad nacional del concepto de Economía Popular y Solidaria (EPS) es un gran avance en términos de justicia y lectura histórica de la realidad del país, porque reconoce el peso y el valor de la economía de los sectores antes olvidados, junto con reconocer la obligación del Estado de apoyar a estos sectores. Sin embargo, se admiten como sujetos de la economía popular y solidaria no solo a las organizaciones populares, sino también a las personas y familias aisladas. Esto a la larga puede atentar contra el sentido, la representación y la fortaleza
de las organizaciones populares. Este pasar desde el trabajo con organizaciones populares al trabajo con familias y personas, sin tomar en cuenta a las organizaciones territoriales, caracteriza también las decisiones recientes de varias ONG. Son muy evidentes los cambios desde una visión comunitaria hacia una visión que privilegia la solución individual de los problemas:
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los procesos de capacitación se dirigen a cada persona (especialmente joven), antes que a todos los miembros de las comunidades; el crédito (salvo los casos de la CONAFIPS y de CODESARROLLO, que siguen privilegiando a la organización) es un servicio que cada persona negocia por su cuenta con la entidad financiera de su confianza; es cada vez más difícil mantener la propiedad y el uso comunitario de los medios de producción como la tierra, incluso entre las comunidades indígenas;
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las mingas pierden fuerza, porque una parte cada vez mayor de la población económicamente activa hoy trabaja en relación de dependencia, con horarios rígidos; varios talleres artesanales y pequeñas industrias agroalimentarias comunitarias se han privatizado, llegando a ser propiedad del dirigente o del socio más «vivo» o más rico.
Esta realidad, aparentemente negativa, es la expresión de un momento de crisis que nos llevará a cosas nuevas, algunas de las cuales ya se están visualizando.
Las finanzas populares Las finanzas populares son el motor aglutinador de nuevas formas de organización. Las cooperativas de ahorro y crédito, las cajas rurales y de cualquier otra denominación, los bancos comunales, las sociedades populares de inversión, etc., son entidades, llamadas EFL (Estructuras Financieras Locales), que en los últimos años han crecido en número, en volumen de negocios y en capacidad operativa. Sabemos que no todas las EFL existentes son buenas, sostenibles y transparentes. Le toca por lo tanto a la autoridad constituida, en este caso la SEPS, trabajar para controlarlas, purificarlas y fortalecerlas. Pero no basta el control para conseguir que las finanzas populares sean el motor de la economía popular y solidaria: hacen falta asistencia técnica, capacitación de los socios, formación profesional de los dirigentes y empleados, unificación de los sistemas informáticos, relaciones de intercambio entre EFL por medio de sus redes. La terminología finanzas populares, o sea del pueblo, y de estructuras financieras locales, o sea de cada lugar, expresa la visión política de que haya una EFL —de cualquier tipo— no solo en las cabeceras cantonales y parroquiales, sino también en las comunidades. Estas EFL pueden ser pequeñas, lo importante es que sean sanas, inteligentes y comprometidas. Un imperativo urgente para el Ecuador es invertir los flujos de la economía, de la riqueza, del dinero y por ende de la población, que van incesantemente hacia las grandes ciudades, especialmente Quito y Guaya-
quil. Esto se consigue si el dinero queda en el lugar donde se ha generado y no emigra hacia las ciudades, sin retorno a su origen. Para que esto sea posible debe haber una EFL, o por lo menos una ventanilla de una EFL, en cada comunidad. La tendencia de varias cooperativas de ahorro y crédito (COAC) que, nacidas en áreas rurales, llevan su sede principal a las ciudades, no es una buena señal para la economía popular y solidaria. Estas COAC podrán llegar a ser más grandes, pero serán menos incisivas frente al deber de promover el desarrollo del territorio donde han nacido. El Ecuador será grande cuando todos sus rincones, hasta los más lejanos de los centros del poder, sean grandes, productivos, democráticos, forjadores de nuevas iniciativas y propuestas, y bien servidos por el Estado. La fortaleza de las EFL se consolida cuando estas se confederan en redes o uniones a escala provincial, regional y nacional. Las dificultades que enfrentan algunas redes y uniones no son buenas razones para pensar que se puede prescindir de los esfuerzos unitarios.
Las empresas comunitarias Las empresas comunitarias que funcionan mejor son las que se constituyen para intervenir en el sector secundario y terciario de la economía. La población campesina, indígena, montubia y afrodescendiente tradicionalmente ha trabajado en el sector primario de la economía, o sea en la producción agrícola y pecuaria, sea en el ámbito comunitario o en el familiar. La tendencia que observamos es que, cuando estas tareas se realizan a escala familiar, hay una productividad mayor que a escala comunitaria. Una vez que las familias tienen los productos de la actividad agropecuaria, la organización interviene con la industrialización o transformación o agregación de valor a los productos, que vienen procesados en pequeñas y medianas empresas locales. Hasta ahora, las iniciativas que mejor funcionan son las queserías rurales comunitarias, que son 130 a lo largo y ancho del Ecuador. Se puede decir que por cada 300 litros de leche entregados a una
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planta procesadora, se crea un puesto de trabajo para queseros/as, administradores/as, comercializadores/as, transportistas, dirigentes, promotores veterinarios, etc. Por lo tanto, una quesería que recibe 3000 litros de leche diarios genera por lo menos diez nuevos puestos de trabajo, para diez personas que ya no piensan en emigrar a la ciudad o al exterior. La primera quesería rural comunitaria se estableció en Salinas de Guaranda, en 1978. Se comenzó a trabajar con 180 litros de leche por día, que era toda la producción local. Hoy, en la zona se ordeñan cada día 6000 litros de leche, que son procesados en la nueva planta quesera construida por la cooperativa Producoop. En Pambabuela, recinto cercano a Salinas, la quesería local, que había comenzado a funcionar hace 30 años con 70 litros de leche por día, hoy procesa 1200 litros de leche diarios. Las queserías comunitarias, junto a las cooperativas de ahorro y crédito como fuente financiera, han permitido el aumento y la estabilización de la producción de leche, el pago puntual de un buen precio por cada litro de leche, la profesionalización de jóvenes queseros, administradores, comercializadores, transportistas y dirigentes; y su empleo en la propia comunidad, la introducción entre la población de mejores hábitos de higiene, puntualidad, control de la calidad, honradez en el manejo de bienes comunes, el aumento de la productividad por animal (se ha pasado de 5 a 10-15 litros de leche por vaca por día). Para que los jóvenes puedan quedarse en las comunidades rurales, incluso cuando tienen título académico, hay que establecer en ellas empresas preferentemente comunitarias o familiares, que procesen toda la producción agropecuaria, agregándole valor. Lo explicado anteriormente por las queserías que agregan valor a la leche, transformándola en quesos, mantequilla, yogur, crema, etc., puede aplicarse a las carnes (con las cuales se hacen embutidos y cortes selectos), frutas (mermeladas, jaleas, cocadas, etc.), granos (harinas y balanceados), café, cacao, madera, cueros, fibras vegetales, hierbas medicinales y aromáticas, etc. Son muy numerosas las posibilidades y oportunidades existentes en cada territorio del Ecuador.
El sector terciario Un buen número de comunidades ha incursionado con éxito en el sector terciario de la economía, prestando servicios de turismo, comercialización, ecología, energías, alternativas, manejo de desechos sólidos y líquidos, y formas varias de asistencia a la población. Estas actividades no tradicionales requieren de creatividad, honradez, respeto a la naturaleza y la cultura de cada lugar, y mucha formación profesional para prestar los servicios con conocimientos adecuados y alta calidad.
Nuevas formas organizativas Los consorcios pueden dar a la producción local de bienes y servicios (normalmente de cantidad limitada y de calidad no estandarizada) aquel volumen y aquella presentación que los haga apetecibles y ganadores en el mercado local, nacional e internacional. Funcionan bien por su eficiencia y eficacia varios consorcios queseros, que han logrado unificar la marca de los productos de diferentes queserías y posicionarlos en el mercado. Estos consorcios cuidan mucho la calidad de los productos y la capacitación del personal que los elabora y comercializa. Ha demostrado tener un gran potencial el consorcio de los productores de fréjol de las provincias de Imbabura y Carchi, que actualmente enfrenta una crisis porque el Estado no sigue comprando su producción para la alimentación de los alumnos de las escuelas públicas. Una forma nueva de consorcio o de entidad de segundo nivel es la constituida por los CNC (Centros de Negocios Campesinos), que se constituyen en los pueblos rurales, sea para comprar los productos de los campesinos y comercializarlos en grandes cantidades consiguiendo precios mejores, sea para ofertar a los mismos campesinos los bienes (semillas, herramientas, insumos, materiales, pie de crías, etc.) y servicios (mecanización, fecundación artificial, etc.) que requieren.
A manera de conclusión
• En la economía popular y solidaria la iniciativa privada tiene cabida, pero debería articularse
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con las iniciativas de las organizaciones y comunidades para no perder el sentido de lo local y para no correr el riesgo de transformarse en especuladora, acaparadora y explotadora. La economía popular y solidaria debe enfocarse en la producción de bienes y servicios, y en la generación de nuevos puestos de trabajo antes que en la promoción del consumo; porque vence a la pobreza quien produce más de lo que consume.
• El hábito del ahorro debe ser cultivado no solo
por su impacto económico, sino principalmente por su valor educativo, porque nace del autocontrol, de la disciplina, del espíritu de sacrificio y de la capacidad de programar y priorizar.
• Las mujeres son grandes motores de la eco-
nomía popular y solidaria, por su espíritu de iniciativa, disciplina, honradez, constancia y resistencia.
• La calidad, que se opone a la mediocridad, hará
ganadora y sostenible a la economía popular y solidaria. La calidad de los bienes y servicios es un espejo de la calidad humana de las personas que los producen.
• Las ONG en años pasados han sido promotoras
de múltiples iniciativas de la economía popular y solidaria. Hoy, cuando el Estado es mucho más activo en este campo, es recomendable que las capacidades del sector público y del sector privado se coordinen para aumentar los impactos y acelerar los tiempos de las transformaciones socio-económicas que la población pobre del Ecuador requiere.
• En las comunidades, el empleo para producir bienes y servicios genera más riqueza que el empleo destinado a administrar los mismos bienes y servicios.
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Los/las jóvenes del Ecuador, incluso quienes tienen título de tercer y cuarto nivel, deben ser capaces de tomar iniciativas para generar nuevos puestos de trabajo para sí y para los demás, y no limitarse a esperar un trabajo de entidades públicas o privadas, o que alguien los busque para contratarlos.
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La apertura de nuevos mercados podrá ser aprovechada por las micro, pequeñas y medianas empresas de la EPS si la oferta de bienes y servicios va acompañada de alta calidad, cumplimiento fiel a los compromisos y precios justos.
Fotografía: Edu León
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Edgar Alejandro Huezo Saavedra,
El Salvador
Jefe del Departamento de Cooperación Bilateral Sur-Sur. Ministerio de Relaciones Exteriores
1. ¿Cómo cree que la cooperación Sur-Sur puede promover el desarrollo del talento humano y la investigación científica para contribuir a la cerrar la brecha de productividad e innovación de los países de la región? Nuestra región vive actualmente una de las coyunturas más favorables en cuanto a las dinámicas inherentes a la cooperación para el desarrollo, y principalmen-
te en lo concerniente a la cooperación Sur-Sur (CSS). Por tal razón, a partir de la experiencia de El Salvador hemos constatado que los activos que esta modalidad promueve como aporte a la construcción de sociedades más justas, equitativas, sostenibles e innovadoras se refiere a la generación de capacidades nacionales e institucionales (activo técnico), a la consolidación de políticas públicas y reformas institucionales para el desarrollo (activo operativo e institucional), y especial-
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El Salvador vive actualmente una de las coyunturas más favorables en cuanto a las dinámicas inherentes a la cooperación para el desarrollo, y principalmente en lo concerniente a la cooperación Sur-Sur
blos generen, mediante intercambios solidarios, las condiciones soberanas para la construcción de capacidades humanas e institucionales; así como talentos científicos y técnicos que conlleven a la consolidación de sociedades autosuficientes y con agendas de desarrollo propias en los diversos sectores de la vida nacional-regional. Con esa visión y autodeterminación, es imprescindible que toda estrategia de desarrollo y, por ende, de intercambios de nuestros pueblos por medio de la cooperación Sur-Sur, aporte al fortalecimiento de todas aquellas interacciones sociales que se dan en una sociedad que busca transformar sus procesos productivos, como parte de una política pública que privilegia la generación de capacidades y la utilización de los conocimientos de su población en pro de un objetivo claro, común y tendente a la construcción de mejores condiciones para el Buen Vivir. 2. ¿Considera que la CSS puede configurarse como una estrategia para cerrar las referidas brechas y fortalecer la integración regional? ¿Qué mecanismos y herramientas concretas pueden identificarse en este sentido?
mente al fortalecimiento de procesos de integración regional entre nuestros pueblos (activo político).
Para que la cooperación Sur-Sur, dentro de un marco global de la cooperación para el desarrollo, se consolide como una política pública conducente a la reducción de brechas productivas en nuestros países, es imprescindible que esta se alinee y aporte de manera estructural a las prioridades nacionales y sectoriales de desarrollo establecidas por el país y su población; en el caso del Ecuador, a su Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, y en El Salvador al Plan Quinquenal de Desarrollo 2010-2014.
A partir de estos activos se instala la CSS de la cual participan nuestros países, donde se ha demostrado, en estos últimos años, que al fortalecer y profundizar principios rectores como reciprocidad, horizontalidad, equidad y respeto mutuo, se abren los procesos necesarios para que nuestros pue-
En virtud de ello, de forma concreta y con lineamientos claros y realistas, la CSS se puede constituir como una herramienta del desarrollo imprescindible para la reducción de brechas sociales y económicas de una sociedad, así como para la construcción de posicionamientos efectivos y compartidos a escala regional en
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cuanto a esquemas o problemas comunes del desarrollo que aquejan a nuestros pueblos y gobiernos, conllevando la instalación de espacios de diálogo político y técnico que abonan a la integración de nuestros países. Algunos mecanismos y herramientas que pueden abonar a este cometido pueden ir desde la promoción e institucionalización de la CSS como herramienta para el desarrollo productivo, a la construcción de posicionamientos comunes a escala regional; así como a la presencia activa en espacios internacionales de diálogo con actores del desarrollo productivo que aportan a la cooperación Sur-Sur, a la generación y fortalecimiento de metodologías e instrumentos para la gestión de la CSS como aporte a los esfuerzos de desarrollo nacional/regional, entre otros que, de manera sectorial (sectores del desarrollo productivo a escala social y económica), conduzcan a que nuestros pueblos proyecten la generación de mínimos comunes y agendas compartidas.
Relaciones Exteriores— han venido estableciendo mecanismos nacionales de coordinación que facilitan el desarrollo del ciclo de gestión, ejecución y seguimiento de la cooperación internacional para el desarrollo; así como se ha venido avanzado a escala nacional en la alineación de esta cooperación a las prioridades de desarrollo y planes del Gobierno Central, especialmente los dirigidos a la población más vulnerable y excluida del país. Nuestro país ha venido trabajando en la conformación de un Sistema Nacional Integrado de la Cooperación para el Desarrollo, el cual arroja interesantes experiencias alrededor de la labor y función que nuestro Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo ha trazado y cumplido en torno a la coordinación nacional de la cooperación y los aportes realizados a la región desde nuestra propia visión de la CSS: http://www.rree.gob.sv/index.php/component/flippingbook/ book/27-establecimiento-de-un-sistema-nacional-inte-
3. ¿Qué rol pueden desempeñar las agencias e instituciones responsables de cooperación de la región para ser mecanismos para contribuir a identificar y alcanzar los desafíos regionales, como las brechas estructurales en materia de productividad, innovación, educación? Resulta importante y determinante el rol que las instancias rectoras de la cooperación a escala regional pueden jugar en identificación, asesoramiento y acompañamiento técnico de todas aquellas iniciativas o esfuerzos nacionales/regionales dirigidos a la atención de los procesos de desarrollo social y económico que busquen, mediante la CSS, fortalecer elementos en materia productiva, de innovación y educación, o generación de talento humano. Generalmente estas instancias, como entidades rectoras de la cooperación, tienen la labor central de coordinar, integrar y, dependiendo del caso, incrementar los flujos de cooperación internacional para el desarrollo que busquen privilegiar el fortalecimiento de las capacidades institucionales, bajo enfoques de transparencia, rendición de cuentas y uso eficaz y eficiente de recursos. Por otro lado, estas instancias rectoras de la cooperación —en el caso de El Salvador, el Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo del Ministerio de
grado-de-cooperacion-para-el-desarrollo-la-experiencia-de-el-salvador/4-viceministerio-de-cooperacion-para-el-desarrollo.
4. ¿Qué opinión tiene sobre la estrategia que el Ecuador ha comenzado para el cambio de su matriz productiva, a efectos de pasar de ser un país agroexportador y dependiente de recursos naturales no renovables, a un país basado en el desarrollo del conocimiento y el talento humano nacional? El Ecuador, en su proceso de transformación de la matriz productiva mediante la generación del conocimiento y el talento humano de su población, ha incorporado dentro de la propia gestión de la cooperación internacional para el desarrollo un elemento de soberanía, al buscar que estas dinámicas acompasen todos los esfuerzos del Estado ecuatoriano en promover la generación de capacidades nacionales para la construcción de elementos de autosuficiencia en sectores como la tecnología, ciencia, educación, entre otros. La Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) ha adquirido un importante compromiso estructural en el Ecuador, al conducir los procesos políticos y técnicos de gestión de la cooperación internacional para el desarrollo hacia esa agenda priorizada sobre la transformación de la matriz productiva; al promover que todas las iniciativas presentes en
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el terreno vayan direccionadas hacia estos esfuerzos, privilegiando la transferencia de conocimientos, la formación y construcción de talento humano, la promoción de especialización hacia personas que se inician en el ámbito empresarial, la promoción de emprendimientos ciudadanos y cadenas productivas, entre otros, vinculados a la gestión del conocimiento para el desarrollo y Buen Vivir. El Salvador aplaude los avances del Ecuador al posicionar a la cooperación internacional para el desarrollo como un pilar complementario a los esfuerzos nacionales por construir y profundizar en elementos soberanos del desarrollo económico y social, mediante la preparación de su población como actores/agentes de cambio con miras a la consolidación de un proyecto que busca instalar un entorno mucho más favorable, a escala regional e internacional, en términos productivos y de intercambios en similares condiciones y ventajas. 5. ¿Qué capacidades públicas considera que podría su país ofrecer al Ecuador para poder apoyar el desafío que nos encontramos para cambiar la matriz productiva del país? El Salvador considera a la CSS como una apuesta de país y como un mecanismo privilegiado para fortalecer las relaciones de desarrollo y cooperación con sus socios para el desarrollo de la región. Por tal razón, y para responder a principios rectores como solidaridad, equidad y reciprocidad, ha trabajado en el último quinquenio en la preparación de las condiciones institucionales y operativas necesarias que permitan al país pasar de ser un actor netamente receptor de la cooperación para el desarrollo, a configurarse como un actor con rol dual dentro del actual sistema de gobernanza de la cooperación internacional para el desarrollo. Es así como nuestro país podría aportar a las naciones de la región, y en particular al Ecuador, su experticia técnica presente en 27 políticas públicas exitosas que abordan sectores del desarrollo como: a) protección social; b) educación, ciencia y tecnología; c) medioambiente y cambio climático; d) justicia, seguridad y prevención de la violencia; e) gobernabilidad democrática; f) derechos humanos, equidad y género; g) agricultura, agroforestal, ganadería y pesca; h) comercio y turismo; i) generación y suministro de energía; y j) servicios bancarios y financieros.
Dichas experiencias pueden ser consultadas en el siguiente link del Catálogo de Cooperación Sur-Sur de El Salvador: http://www.rree.gob.sv/index.php/component/flippingbook/ book/5-catalogo-de-cooperacion-sur-sur/4-viceministerio-de-cooperacion-para-el-desarrollo.
6. ¿Cuáles serían los mecanismos de financiamiento? ¿Qué visión y opinión tiene su país respecto de la triangulación? Los mecanismos de financiamiento idealmente para El Salvador deben basarse sobre el principio rector de los intercambios Sur-Sur en lo relativo a los «costos compartidos» o financiamientos equilibrados entre las partes, puesto que de esa manera privilegiamos los esfuerzos comunes conducentes a la construcción de relacionamientos mucho más horizontales, recíprocos y equitativos. El Salvador considera a la cooperación triangular un complemento estratégico de sus dinámicas de cooperación horizontal con otros países de la región y extrarregionales. A su vez, la cooperación triangular puede facilitar esquemas de trabajo conjunto que se traducen en la generación de mayores valores agregados en las intervenciones al desarrollo (elementos políticos y técnicos), aumentando por ende el impacto de los resultados y construyendo mayores oportunidades de coordinación y articulación entre socios para el desarrollo. Por otro lado, para El Salvador la cooperación triangular se posiciona como un excelente articulador entre las dinámicas Norte-Sur, Sur-Sur, regional y multilateral; en donde, a su vez, se debe posicionar los esfuerzos que garanticen una participación equilibrada entre las partes, así como un liderazgo visible y efectivo del país receptor de estas iniciativas. El Salvador considera que la cooperación triangular no debe nunca «desnaturalizar» los relacionamientos construidos y solidificados bilateralmente (a partir de la CSS), así como esta no debe servir ni responder a objetivos «ligados o condicionados» por parte de países tradicionales hacia países del Sur, al aparentar conductas o funcionamientos como el llamado «caballo de troya» o cooperación delegada.
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A su vez, los países tradicionales deben procurar que estas iniciativas vayan alineadas con el marco de las políticas y programas prioritarios de desarrollo de los demás países participantes de una asociación triangular; y esta no debe ser la forma en que dichos países se descarguen de sus obligaciones en cuanto a los recursos de ayuda oficial al desarrollo (AOD). 7. En la región, existen plataformas como la iberoamericana, operativizada por medio del Programa iberoamericano de fortalecimiento de la CSS; ¿cómo podrían estos espacios coordinar una agenda de CSS para identificar los sectores priorizados por los países de la región y lograr mayor impacto? El Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), del cual participan el Ecuador y El Salvador, posee líneas y mecanismos claros de trabajo, programación operativa y financiera adecuada, lo cual la hace una plataforma idónea y priorizada por parte de la mayoría de países de la región en torno al abordaje de aspectos políticos y técnicos de la CSS. Es así como los países que participan de dicha plataforma han aportado de manera sistemática a los trabajos conducentes al fortalecimiento de pilares que podrían considerarse una hoja de ruta o agenda mínima de trabajo regional de los elementos que deben regir la cooperación Sur-Sur. Dentro de estos esfuerzos, se pueden destacar los niveles de apropiación que los países han alcanzado a raíz de su participación activa en esta plataforma, considerando lo que podrían ser tres grandes activos en la consolidación de una agenda de trabajo que retome las prioridades homogéneas y su eventual impacto a escala regional en cuanto a la CSS: a) Fortalecimiento continuo de las capacidades institucionales de los organismos responsables de la cooperación (unidades técnicas de los países de la región), lo cual contribuye a la gestión de una mejor y mayor cooperación Sur-Sur. b) Mejora en la calidad e impacto de la CSS mediante la promoción e institucionalización de la gestión del conocimiento.
c) Posicionamiento y visibilidad efectiva de la CSS de la región en el marco global de la cooperación para el desarrollo. 8. ¿Cuáles considera que son las ideas fuerza que vinculan a América Latina con el Sur Global para poder construir una alternativa a la estructura económica global intrínsecamente inequitativa? ¿Cuál puede ser el valor agregado de la voz latinoamericana y caribeña para la construcción de una agenda del Sur Global que promueva los cambios necesarios? Definitivamente la CSS ha brindado un aporte especial y contundente al actual sistema de gobernanza global de la cooperación internacional para el desarrollo, lo cual debe trascender a otros ámbitos del desarrollo mediante la configuración de un nuevo orden económico internacional. En ese marco, es de importancia el avanzar hacia la consecución del intercambio de conocimientos entre nuestros países, lo que posibilite la generación de consensos acerca de los aspectos en los cuales la CSS puede jugar un rol determinante en la construcción de una nueva estructura económica global, estableciendo principios y políticas acordes a las realidades de cada uno de los países de la región. Para conseguir lo anterior, es imprescindible que esa visión y caracterización de la cooperación Sur-Sur latinoamericana y caribeña pregone por la conformación de panoramas positivos y efectivos en áreas no solamente económicas, sino que desde una perspectiva global, hacia la consolidación de procesos políticos, y por ende sociales, que insten a cambios estructurales mediante la promoción de capacidades locales y nacionales de nuestros pueblos. Dicha agenda del Sur Global debe abarcar, además de los cambios sustanciales necesarios en los ámbitos económico y social, la permanencia y adecuación de principios que rigen los intercambios entre los países del Sur, como la horizontalidad, la solidaridad, el interés y sobre todo el «beneficio» mutuo. Es decir, la prioridad debe ser el intercambio de conocimientos sobre lo financiero, la reciprocidad y el respeto mutuo entre nuestros pueblos, el procurar la eficiencia en el uso de los recursos así como favorecer la promoción de relaciones de integración y alianzas entre países de similares niveles y condiciones de desarrollo.
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Igor de Carvalho Sobral - Brasil Primer Secretario. Jefe de los Sectores de Cooperación y Política Interna. Embajada del Brasil En Brasil, la institución responsable por la coordinación de la cooperación internacional es la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), creada en 1987. Las acciones de la ABC tienen en cuenta el carácter voluntario de participación y la no imposición de compromisos formales y vinculantes. Brasil cree que las diferencias entre los principios y prácticas adoptadas en las modalidades Sur-Sur y Norte-Sur de cooperación implican interpretaciones no necesariamente semejantes en relación con los conceptos de transparencia y responsabilidad, así como con respecto a la evaluación de la eficiencia y al impacto de la cooperación internacional. Las particularidades de la cooperación Sur-Sur demandan métodos y formas propias de medición de resultados e impactos. Al mismo tiempo, tenemos claro que la cooperación técnica Sur-Sur no puede sustituir la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de los países de-
sarrollados, y que es, en realidad, una modalidad distinta de las tradicionales. Metodologías de monitoreo, evaluación de resultados y de cuantificación de cooperación técnica Sur-Sur deben ser concebidas, validadas y utilizadas por los propios países en desarrollo. Aunque la cooperación técnica Sur-Sur bilateral sea prioritaria para la política externa del Brasil, creemos que la cooperación trilateral constituye una importante suma de esfuerzos que agrega valor específico y complementario a las iniciativas implementadas por los canales bilaterales. Para nosotros, la cooperación técnica trilateral con gobiernos extranjeros y organismos internacionales se debe alinear a los principios de la modalidad Sur-Sur. Es decir, Brasil cree que la cooperación trilateral no debe ser concebida como una variación de la modalidad
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Las acciones de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) tienen en cuenta el carácter voluntario de participación y la no imposición de compromisos formales y vinculantes. Norte-Sur, pero sí como un instrumento de cooperación horizontal. En los últimos años, hemos sido testigos de los esfuerzos del Ecuador para lograr el cambio de su matriz productiva, entre otras acciones por medio de la promoción del desarrollo del talento humano y de la investigación científica. En ese sentido, creemos que uno de los instrumentos que pueden contribuir para ese proceso es la cooperación Sur-Sur, sobre todo en el ámbito regional. Brasil y Ecuador presentan un extenso portafolio de iniciativas exitosas en términos de cooperación técnica Sur-Sur, en áreas como agricultura, salud, medioambiente, trabajo, empleo y desarrollo social. La cooperación entre ambos países también está ayudando en el proceso de cambio de la matriz productiva en el Ecuador, por ejemplo, en materia de Televisión Digital Terrestre (TDT), con la adopción por parte del Ecuador del sistema brasileño-japonés. Además de la cooperación técnica, también la cooperación educacional puede ser utilizada como un puente para el cambio de matriz productiva ecuatoriana. Con la oferta del Gobierno de Brasil de becas de pregrado y posgrado para universidades públicas brasileñas, así como en la Universidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA), también estamos ayudando a desarrollar el talento humano. Los becarios ecuatorianos regresarán dotados de nuevos conocimientos que se podrán aplicar en actividades laborales y de investigación científica, sobre todo en áreas de las Ciencias Exactas.
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Inocencio García, República Dominicana Viceministro de Cooperación Internacional. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo
¿Cómo cree que la cooperación Sur-Sur (CSS) puede promover el desarrollo del talento humano y la investigación científica, para contribuir a cerrar la brecha de productividad e innovación de los países de la región? La CSS promueve el desarrollo del talento humano mediante el intercambio de experiencias y capaci-
dades que se verifica entre los países de la región en el marco de los acuerdos suscritos que vinculan la oferta y demanda de cooperación a las necesidades prioritarias del país socio-receptor. Tras producirse la transferencia de capacidades, se genera una contribución directa a la reducción de las brechas que se verifican en términos de la capacidad productiva del sector de que se trate. Por su parte, la
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promoción de la investigación científica como motor de productividad e innovación, por medio de la CSS, trasciende la articulación que se produce desde el ámbito público; involucrando, además, la participación activa del sector privado, académico y, específicamente, de las unidades responsables de las actividades de investigación y desarrollo (I+D) al interior de las empresas. ¿Considera que la cooperación Sur-Sur puede configurarse como una estrategia para cerrar las referidas brechas y fortalecer la integración regional? ¿Qué mecanismos y herramientas concretas pueden identificarse en este sentido? La naturaleza de la CSS permite la configuración de estrategias para cerrar brechas de productividad e innovación. Dado el interés de beneficio mutuo que caracteriza esta modalidad de cooperación, se podrían establecer planes y/o programas orientados a potenciar las capacidades productivas y las oportunidades para la innovación en los países participantes, de acuerdo con las áreas consideradas como prioritarias para el desarrollo desde el ámbito nacional. Desde la perspectiva de la integración regional, la CSS debe continuar el desarrollo de acciones orientadas a superar los retos y dificultades de los países más vulnerables de la región y aumentar las capacidades (humanas, tecnológicas, institucionales, etc.) para el desarrollo. ¿Qué rol pueden desempeñar las agencias e instituciones responsables de cooperación de la región para ser mecanismos para contribuir a identificar y alcanzar los desafíos regionales, como las brechas estructurales en materia de productividad, innovación, educación? Las agencias e instituciones responsables de cooperación en la región podrían contribuir a identificar y superar las brechas estructurales que caracterizan a los países por medio de: i) el establecimiento de estrategias comunes que respeten las disposiciones propias de cada país; ii) la potenciación de las sinergias existentes; iii) un mayor avance en el proceso de coordinación e implementación de políticas para el desarrollo; y iv) la promoción de una respuesta coordinada frente a los shocks desfavorables que se producen a escala mundial.
¿Qué opinión tiene sobre la estrategia que el Ecuador ha comenzado para el cambio de su matriz productiva, a efectos de pasar de un país agroexportador y dependiente de recursos naturales no renovables, a un país basado en el desarrollo del conocimiento y el talento humano nacional? Positivo, siempre y cuando haya coherencia en las acciones y estén solventadas por una política de Estado que proteja la base productiva nacional. Si el Ecuador desea pasar del modelo económico existente a uno basado en el desarrollo del conocimiento y el talento humano nacional, habría que preguntarse: ¿sobre qué base productiva se hará? ¿Cuáles serían los sectores productivos que sustentarán ese nuevo modelo? ¿Cómo está configurado el tejido industrial del Ecuador? Una base económica sólida es condición indispensable para financiar el desarrollo del conocimiento y el talento humano nacional. ¿Cómo estaría estructurada la nueva matriz productiva? ¿Sobre la base de insumos nacionales o importados? ¿Y cuáles serían los nuevos ejes productivos que sustenten el modelo? ¿Qué capacidades públicas considera que podría su país ofrecer al Ecuador para poder apoyar el desafío en que nos encontramos para cambiar la matriz productiva del país? La República Dominicana es un país en vías de desarrollo, que se encuentra (al igual que el Ecuador) en la búsqueda de caminos para cambiar sus matrices productivas y energéticas. Con nuestros limitados recursos, nuestro país pudiese compartir con Ecuador —en el marco de la cooperación SurSur— experiencias con el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF), con el Instituto Tecnológico de las Américas, ITLA (véase: www.itla.com.do) para capacitar técnicos medios en tecnologías de la información, y con el Instituto de Innovación en Tecnología e Industria-IIBI, en materia de investigación para lograr mayor producción y productividad en determinados renglones, a fin de promover de manera conjunta el desarrollo del conocimiento y el talento humano de nuestros dos países. Se pueden desarrollar redes académicas en línea con países de la región que estén en capacidad de aportar sus propias experiencias. La innovación será
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una manera de CSS. Es necesario propiciar seminarios en diversas áreas del conocimiento y definir las líneas en que el país es competitivo. En el caso de la matriz energética, ¿cuál sería ese valor añadido que se puede alcanzar, contando con el mercado interregional, basándose en la investigación y en el registro de patente?. Lo que debe lograrse en la sociedad del conocimiento debe iniciarse a partir de la educación primaria, y lograr desarrollar centros de excelencia para especialización para aquellos estudiantes que se destacan desde pequeños. «Ecuador ama la vida» es el eslogan del país, y para ser coherente con esto, es necesario fomentar el desarrollo sustentable del país. Formar científicos en turismo sustentable. Crear valor añadido en todo aquello que se haga, qué capacidades deben transferirse; hay que revisar lo que se hace y ver lo que no debe hacerse, aquello que atenta a la vida de las especies y los diferentes ecosistemas. Proteger la base productiva nacional sin depredar los recursos naturales renovables y no renovables. Aumentar valor añadido a las producciones nacionales, a fin de que ese valor añadido aumente la productividad. Investigar para la productividad y contar con el comercio regional. El potencial de todos esos países del Sur es inmenso, y el desarrollo del comercio entre ellos debe ser una meta. Todos nuestros países viven de espalda a sus vecinos y miran a EEUU, Europa y los países asiáticos. Ya es hora de revertir esa tendencia. ¿Cuáles serían los mecanismos de financiamiento? ¿Qué visión y opinión tiene su país respecto de la triangulación? Estimamos que ante una empresa tan grande como la que Ecuador quiere acometer al cambiar su matriz productiva, no deben contar solo con financiamiento externo, pues ante la tendencia a la baja de los flujos de la AOD por ser países de renta media, deben contar con una fuente interna de recursos suficientemente sólida que pudiera complementarse con ayuda externa. Es necesario explorar las alternativas que ofrece la región en esta materia. Se conoce que ALBA tiene dos grandes programas de financiamiento, así deben existir otros tantos.
Hoy día, luego de los mandatos de Busan, la tendencia es involucrar al sector privado como uno de los actores del desarrollo de gran relevancia para lograr captar recursos. Por su parte, la sociedad civil ofrece un enorme potencial en términos del desarrollo de capacidades en las diferentes áreas en que interactúan, y mediante las organizaciones sin fines de lucro muchos son los recursos que captan de fuentes externas de financiamiento para el desarrollo de sus proyectos. Hay que hacer alianzas público-privadas en una nueva línea de actuación a ser explotada. Acabamos de escuchar la presentación del Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2013-2014 y observamos que Ecuador fue el mayor receptor de AOD en 2012; no se puede contar que siempre será así. Se conoce que el tema del financiamiento es el talón de Aquiles en nuestros días, a menos que pudiera revertirse la tendencia y los países del Norte hicieran honor a su compromiso de Monterrey (2002), de aportar el 0,7% de su PIB a los países en desarrollo, cosa que es improbable en la actual coyuntura económica de la mayoría de las economías desarrolladas.
La República Dominicana es un país en vías de desarrollo, que se encuentra (al igual que el Ecuador) en la búsqueda de caminos para cambiar sus matrices productivas y energéticas
República Dominicana considera que la cooperación triangular —entendida como una posibilidad de financiamiento al país por parte de un país desarrollado para transferir capacidades y conocimientos hacia un tercero— es una modalidad que permite buscar una salida a las enormes limitantes de recursos frescos provenientes de donantes externos tradicionales; y, a su vez, potencia las capacidades de países que pueden transferir conocimientos y parte de su experiencia (buenas prácticas) en diferentes áreas a otros países de igual y/o menor desarrollo relativo.
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Indiscutiblemente, junto con la cooperación SurSur, son los mecanismos más prometedores que existen para buscar soporte financiero y técnico, para lograr la transferencia de capacidades a través de buenas prácticas, del conocimiento mediante el intercambio de centros de investigación y de tecnologías que permitan una continua evolución y un desarrollo de sectores menos evolucionados.
a. Combate a la pobreza mediante:
En la región, existen plataformas como la iberoamericana, operativizada por medio del Programa Iberoamericano de Fortalecimiento de la CSS; ¿cómo podrían estos espacios coordinar una agenda de CSS para identificar los sectores priorizados por los países de la región y lograr mayor impacto?
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Definitivamente, el aprovechamiento de espacios como el Programa Iberoamericano de Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur facilitan la necesaria coordinación de agendas de cooperación entre los países de la región. Mediante el levantamiento de información que realiza el Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica, se podría realizar un diagnóstico de las necesidades de cooperación y las capacidades de que disponen los países participantes. Lo anterior permitiría realizar una caracterización de las brechas, los sectores o áreas de intervención a que corresponden, posibilitando un mayor acercamiento y coordinación de la oferta y demanda de cooperación para la promoción del desarrollo regional. Si bien en la actualidad se realiza un esfuerzo por identificar el perfil regional de necesidades y capacidades en materia de CSS, este se realiza para el conjunto de iniciativas/intervenciones que han sido aprobadas y/o ejecutadas durante el período bajo análisis. El informe aún no provee información sobre ofertas y demandas de colaboración para períodos posteriores (a futuro), y esto podría ser una interesante apuesta. ¿Cuáles considera que son las ideas fuerza que vinculan a América Latina con el Sur global para poder construir una alternativa a la estructura económica Global intrínsecamente inequitativa? ¿Cuál puede ser el valor agregado de la voz latinoamericana y caribeña para la construcción de una agenda del Sur Global que promueva los cambios necesarios?
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ampliación de la base productiva, mediante la incorporación de innovaciones tecnológicas y científicas, evitando la denominada «reprimarización» de las economías de la región; distribución equitativa de los medios de producción y de la distribución del ingreso; inclusión social; buscar alternativas que sustituyan los programas sociales como las tarjetas de solidaridad, el bono gas, entre otros; crear empleo, acceso a los servicios sociales básicos de forma gratuita: salubridad, salud, educación; desarrollo sostenible/sustentable; lograr que las prioridades de la región estén incluidas de manera diferenciada en la agenda post-2015.
b. Producción de conocimiento o «teoría de la conciencia» que no tenga las pretensiones de universalidad occidentales. La labor clave desde los programas de gobierno de los Estados del Sur «es la promoción de la investigación para la producción de conocimiento que sea capaz de pensar localmente y proyectarse globalmente». La posibilidad de articular esta producción de conocimiento con las otras naciones también del Sur hará posible plantear de manera estructurada «contrafuerzas a las tendencias hegemónicas del Norte Global. Es una contrapropuesta a la Globalización que permee cultural y socialmente la manera de mirarse hacia adentro y relacionarse hacia afuera»1. Las propuestas surgidas desde el Sur Global son ese valor agregado de la voz latinoamericana y caribeña para la construcción de una agenda Sur Global que promueva los cambios necesarios.
1 Jarrín, Cristina, y Johana Idobro, «La cooperación SUR-SUR como alternativa para la Construcción del SUR Global», en Revista Coopera s/n, pp. 26-28.
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Entrevista SUR-SUR
Martín Rivero, Uruguay
Director Ejecutivo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional. Secretario Ejecutivo del Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur.
1. ¿Qué rol pueden desempeñar las agencias e instituciones responsables de cooperación de la región para identificar y alcanzar los desafíos regionales, en materia de productividad, innovación y educación? Yo creo que en lo relativo a las políticas de innovación y políticas de la mejora de la productividad sí se pueden alcanzar resultados muy concretos mediante mecanismos de CSS. Se trabaja mucho en la región en estos temas: sin duda Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México son actores muy relevantes en este sentido, y todo indica que Ecuador empieza a serlo con la fuerte apuesta de ese país en estas áreas. Para el desarrollo de instrumentos específicos y organismos que se dediquen a estas temáticas, creo que la CSS puede ser muy efectiva. Sin embargo, debemos reconocer que para abordar transformaciones estructurales la CSS tiene algunas limitaciones, que tienen que ver tanto con capacidades técnicas y de recursos, como también con algunos elementos referidos a los intereses comerciales y económicos de algunos países. Si bien en nuestra región hay un importante grado de integración y complementariedad productiva, también hay intereses económicos y comerciales contrapuestos, que frenan ese crecimiento de la cooperación. En resumen, por la escala de las transformaciones que se deben abordar, y por potenciales conflictos de intereses entre los países, el impacto potencial que puede tener la CSS en este ámbito, aunque yo quisiera que fuera relevante, diría que en realidad es acotado. 2. ¿Qué capacidades públicas se necesitan en cada país para fortalecer a la CSS? Una de las áreas fundamentales en donde ha trabajado el Programa Iberoamericano de Fortalecimiento de la CSS es precisamente la de fortalecer las agencias y entidades responsables de cooperación en nuestros países, para que desarrollen
más y mejor cooperación. En ese sentido, así como destacábamos las fortalezas del informe de la CSS, también el programa PIFCSS es un instrumento extremadamente útil y potente para mejorar esas
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capacidades. Esto tiene que ver con los conocimientos técnicos y los instrumentos de gestión de esa cooperación internacional; recordemos que el Programa realiza capacitaciones específicas en diversos temas, pasantías, cursos cortos a medida y formaciones más estructuradas y prolongadas por medio de diplomas durante todo un año en temas de CSS, lo que también ha dado lugar a la creación de publicaciones; es decir, es un programa generado y financiado por los países miembros que
permite potenciar sus capacidades para hacer CSS, entre sí y extra-región. Asimismo, permite registrar todo lo que sucede en la región en términos de CSS, por medio del informe, y también tiene una línea específica para difundir esto fuera de la región con publicaciones en inglés y presentaciones en ámbitos internacionales. Los países lo evalúan como un instrumento muy potente, y en las diversas instancias de evaluación hacen una apuesta muy fuerte por él.
Yo creo que las políticas de innovación y políticas de la mejora de la productividad sí pueden alcanzar resultados muy concretos mediante mecanismos de CSS. Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México son actores muy relevantes en este sentido, y todo indica que Ecuador empieza a serlo con la fuerte apuesta de ese país en estas áreas. Fotografía: Secretaría de Comunicación de Presidencia
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3. ¿Nos puedes dar tu opinión de cuál puede ser el valor agregado de la voz latinoamericana y caribeña para la construcción de una agenda Sur Global que promueva los cambios necesarios? Creo que desde América Latina tenemos capacidades muy significativas para influir en la agenda global de cooperación al desarrollo. No sería tan optimista en nuestra capacidad de incidencia en el orden económico internacional, en la estructura de poder político global, aunque tengamos algunas potencias relevantes en nuestra región. Ya quisiéramos los responsables de cooperación poder tener una incidencia mayor en la agenda nacional y en la agenda global de los grandes intereses económicos y articulaciones de poder global. Esas definiciones estratégicas, desafortunadamente, siguen estando en los ámbitos de políticas económicas, de seguridad, industriales, agropecuarias, de migración, etc. Todo eso determina nuestras capacidades reales de desarrollo sustentable, y esos espacios están ocupados por otras autoridades de los países, no por los responsables de cooperación para el desarrollo. Tenemos que conocer las limitaciones de nuestro propio rol, aunque a veces no nos guste; ese es el mundo de la política real, debemos conocerlo y asumirlo para actuar lo más efectivamente posible sobre él. Dicho esto, sí creo —y hemos tratado de demostrarlo en la práctica— que la cooperación internacional que sucede en nuestra región tiene mucho que aportarle a la cooperación al desarrollo que sucede en otras regiones del mundo. La cooperación en esta región, caracterizada por darse entre países de renta media y renta media alta, muchos casos en condición dual (es decir que reciben cooperación y empiezan a darla), es una cooperación mucho más moderna, innovadora, con diferentes instrumentos, un tipo de cooperación bastante original a escala global; y por lo tanto los aprendizajes, las buenas prácticas y los instrumentos que se han desarrollado son extremadamente relevantes e innovadores. La nueva Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, menciona que esta será la referencia de la nueva cooperación del siglo XXI a escala global. En mi carácter de Secretario Ejecutivo del PIFCSS, he tenido la oportunidad de ir a otras regiones (Áfri-
ca, Cercano Oriente, Asia) a mostrar los aportes y los desarrollos de nuestra región, y ahí nos hemos dado cuenta de que son bastante excepcionales a escala mundial. Como sucede muchas veces, no nos damos cuenta del valor que tenemos en América Latina hasta que tenemos la perspectiva desde otras regiones. Recién ahí cobramos conciencia de que cosas para nosotros normales, que hemos desarrollado naturalmente como mecanismos de cooperación entre nuestros países, son completamente excepcionales fuera de la región. Por tanto, el aporte de los aprendizajes, las conceptualizaciones, las discusiones conjuntas sobre principios, valores, conceptos, definiciones e indicadores que hemos desarrollado en esta región son muy útiles para la discusión global sobre cooperación al desarrollo. En ese marco, hemos estado muy activos en toda la discusión «Post-2015», en todo lo que han sido las discusiones preparatorias del ECOSOC (Addis Abeba, Berlín y Montreaux) y en la propia reunión bienal central realizada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, en julio pasado. Entonces, en la agenda global de la cooperación al desarrollo sí creo que tenemos un lugar para influir de manera importante desde la experiencia latinoamericana. Nuestra agenda de cooperación al desarrollo es innovadora en sus prácticas, es rica en sus contenidos, intensa en sus actividades, y la hemos podido manejar de manera conjunta y razonablemente articulada. Entonces, cuando vamos a dar un mensaje conjunto en los ámbitos internacionales, somos diecinueve o veinte países haciendo referencia a los mismos procesos y aprendizajes con base en la experiencia común. Estamos hablando de un conjunto de países que han sido capaces de articular su cooperación Sur-Sur como un eje generador de aprendizajes relevantes. Algunos de ellos son países muy grandes (como Brasil o México), algunos son medianos (como Colombia o Argentina) y algunos muy pequeños (como Costa Rica, El Salvador o Uruguay); pero esa riqueza hace que tengamos un aporte en esa agenda global que he escuchado con interés. En definitiva, creo que podemos incidir en mejorar esa agenda global en cooperación al desarrollo, y esperemos que esa agenda logre potenciarse cada vez más.
Noticias de la SETECI
www.cooperacioninternacional.gob.ec/comunicamos/ Revista Cooperamos
lineamientos y principios propuestos para la cooperación internacional, tanto intra-región, como extra-región, y estos son: la solidaridad, el consenso, la horizontalidad, la no condicionalidad y el respeto a la soberanía. Es de anotar que el país asumirá la Presidencia Pro Témpore de la CELAC desde enero 2015.
La SETECI en Espacios Regionales Gabriela Rosero participó en la reunión extraordinaria de coordinadores nacionales y de responsables de Cooperación de Iberoamérica Gabriela Rosero, Secretaria Técnica de Cooperación Internacional del Ecuador, participó en la Reunión Extraordinaria de Coordinadores Nacionales y de Responsables de Cooperación de Iberoamérica, cita a la que asisten las principales autoridades de cada uno de los países miembros de la Secretaría General Iberoamericana SEGIB, y que se llevó a cabo, en la Ciudad de México DF.
IV Foro de Alto Nivel del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas El “IV Foro de Alto Nivel del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas” en la ciudad de Nueva York, se discutieron las formas y tendencias de la cooperación internacional y los lineamientos para construir la agenda post-2015.
Los Gobiernos Autónomos Descentralizados registran la Cooperación Internacional en el Sistema de Información diseñado por la SETECI 33 países de la región ponen los cimientos para la Cooperación Internacional desde la CELAC En II Reunión del Grupo de Trabajo de Cooperación Internacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en San José, Costa Rica, la Secretaria Técnica, Gabriela Rosero mencionó los logros de la reunión, donde se aprobó el Marco Conceptual de la Cooperación Internacional para el Desarrollo, que plasma la visión latinoamericana y caribeña sobre la Cooperación Sur-Sur, así como los
La SETECI, comprometida con su labor de formulación, negociación, acceso, implementación, monitoreo y evaluación de programas y proyectos que cuenten con financiamiento externo no reembolsable, y su competencia para articular en los distintos niveles de gobierno la cooperación internacional, ha diseñado esta herramienta que permite, de forma accesible e inmediata, actualizar la información sobre este tipo de cooperación en el país. El manual está disponible en la página web de la institución: www.cooperacioninternacional.gob.ec/biblioteca/
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Noticias de la SETECI
www.cooperacioninternacional.gob.ec/comunicamos/
Nuevos tiempos-nuevos acuerdos Nuevo Marco de Cooperación entre el Gobierno de Ecuador y el Reino de España, Intercambio Ético para el Buen Vivir
La SETECI promoviendo la Cooperación Sur-Sur
• La Secretaria Técnica de Cooperación Interna-
cional Gabriela Rosero, en conjunto con varios actores y grupos de trabajo de cooperación internacional realizaron varias reuniones para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur, entre estos esta la presentación de los resultados de la VI Comisión Mixta Técnica entre Ecuador y México al Presidente de la República Econ. Rafael Correa.
• De igual forma en Uruguay se realizó El Proyecto
Uno de los mayores desafíos para todos los actores de la cooperación internacional, es canalizar las acciones y recursos hacia las estrategias y prioridades definidas por el Estado ecuatoriano. En este sentido, en el marco de las relaciones bilaterales entre el Gobierno de Ecuador y el Reino de España, se reafirma el compromiso de trabajo conjunto por más de 26 años, al suscribir un nuevo Acuerdo de Cooperación entre los dos países. Este nuevo Acuerdo Marco es significativo, tanto para la Cooperación Española como para el Ecuador, ya que supone retos tanto en el área productiva como en la científico-técnica e implica un importante esfuerzo en la transferencia de conocimientos, tecnología e innovación, a través de cooperación técnica e intercambio de experiencias.
de Intercambio de Experiencias para la Mejora de la Gestión de la Cooperación Internacional Ecuador– Uruguay. Se trataron a detalle temas como el Programa Uruguayo de Cooperación Sur-Sur, como la estrategia, prioridades, construcción de capacidades, creación, principios de la organización, razones para el programa de Cooperación Sur-Sur, mecanismos, herramientas de gestión, seguimiento, registro y sistematización.
• Como parte del fortalecimiento de las relaciones bilaterales en la ciudad de Quito, se llevó a cabo la segunda Reunión de la Comisión de Cooperación, entre la República de Ecuador y la República de Chile. El Programa Conjunto de Cooperación 2014-2017, se enmarca en los siguientes lineamientos que lo orientarán: Gobernabilidad, Desarrollo Social, Talento Humano y Cambio de la Matriz Productiva.
• En el Marco del Convenio Básico de Cooperación
Técnica Científica entre el Gobierno del Ecuador y el Gobierno de El Salvador, La Secretaria Técnica Gabriela Rosero y el Viceministro de Relaciones Exteriores, Integración y Promoción Económica de la República de El Salvador, Carlos Castaneda, firmaron el Acta de la “II Reunión de Comisión Mixta de Cooperación Técnica Ecuador – El Salvador”.
Firma del Marco de Cooperación de las Naciones Unidas en Ecuador 2015-2018 Se llevó a cabo la firma del Marco de Cooperación entre el Sistema de Naciones Unidas y el Gobierno ecuatoriano, en palabras de la Secretaria Técnica, Gabriela Rosero, el documento UNDAF, es el resultado de un trabajo interinstitucional y participativo, en el cual, se han plasmado los objetivos y prioridades nacionales y territoriales del Ecuador, que aporten a la consolidación del Buen Vivir.