Título: Lady Nada / Acrílico y óleo sobre tela 100 x 100 cm.
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Primera KY
La KY, más allá de la ciudad img: Abraham Pérez
Siempre hay varias formas de ver las cosas, y en la KY vemos que la bicicleta puede levantar diferentes pasiones, por eso le echamos una mirada al Downhill, un deporte que hace uso de la bici de la manera más extrema: para bajar a toda velocidad los cerros más altos y sinuosos del país. Así que vamos de la parte casi recreativa, estética y ecológica del tema, de la mano de Franky Álvarez, apasionado del Nevado de Colima y algunos otros parajes del estado en donde se practica este deporte, hasta la parte más violenta -por así decirlo- del asunto: a propósito que habrá una competencia en la ciudad, Ricardo Preciado, mejor conocido en ese ambiente como “El Rockero”, el Campeón Nacional de Downhil, nos platicó sus motivos para aventurarse en dos ruedas hacia el precipicio. Por cierto, la competencia está inspirada en su mote, por lo que el Rock Circuit pondrá casi en caída libre a algunos de los mejores profesionales de este vertiginoso deporte-espectáculo. Y como ya se sabe que a la KY Magazine le viene muy bien todo lo que tenga que ver con las buenas imágenes, además de los portafolios de fotografía y moda, así como el espacio para el cómic y la ilustración, en esta oportunidad hay un plus con Marina Costanzo, una fotógrafa con sangre italiana, pero muy mexicana ella, quien nos regala una reflexión en torno a cómo entiende el proceso de creación
y apropiación de las imágenes. Le gusta viajar, no sólo físicamente, sino en sus creaciones, y pues que nos invita. Y KY ya le tomó la palabra. Metidos en asuntos de la creación, la KY se llenó de agua, muy a la veneciana, pues contamos con una colaboración especial de Cinthya Uribe, quien se dio una vuelta por la Bienalle de Venecia. Así que en este número te encontrarás algo de lo más contemporáneo, lo que sea que eso signifique, pues el caso es que en el recorrido de nuestra colaboradora hubo de todo y nos lo comparte. Así es como arribamos al mes once del año, al número 10 de la KY (por cierto, felicitaciones a nuestro amigo y consejero editorial, Mariño González, quien también cumple, al ritmo que le marca la KY, sus diez colaboraciones, ¡grandes todas ellas!). Como siempre, los invitamos a recorrer la KY como mejor les venga: ya en bici, en patineta, a pie o en carro y les agradecemos a todos aquellos que nos han escrito a nuestros mails, sugiriéndonos temas, proponiéndonos colaboraciones y pidiéndonos revistas. ¡Para todos hay respuesta! La KY, ya saben, es suya.
Colaboradores
www.kymagazine.com.mx 1.Regina González Alarcón
4.Cariño Tavera
8. José Soto
Nació en Guadalajara, Jalisco el 28 de noviembre de 1989. A temprana edad mostró interés en el dibujo y el arte, sobre todo al leer los libros para niños de la editorial A la orilla del viento, los cuales son ilustrados por artistas mexicanos y extranjeros. En 2006 participó en la exposición de Retrato en la galería del Paseo Chapultepec. En 2008 fue ganadora del segundo lugar a escala estatal del concurso Foto por la vida, organizado por el Consejo Estatal para la Prevención del SIDA en Jalisco (COESIDA). Actualmente estudia el cuarto semestre de la carrera de Diseño Integral en el ITESO.
Gustos extrematizados mas no obsesos: chocolate, días nubosos, negro, calzado lindo, creatividad, labial rojo, diseño, cerveza oscura, momentos de liberación de ideas, inventar palabras... entre otros...
Es autor de Dios Ameba, hablador en Composta Amateur (www.composta. net) y colaborador de Sensacional D. La tira de periodista en la revista Magis del ITESO y de fan de Bolaño y PJ Harvey. Le vale madre el mundo. Escribe para la revista KY desde hace un par de números (sólo que se nos había olvidado consignarlo aquí. Ya está, Memo: deuda saldada). Su ñoñez destila: prensa, redes sociales, Internet, blogs, brecha digital y cosas de esas. Correo, para que le escriba, reclame, invite lo que quiera: soto.galindo@ gmail.com
2.Franky Álvarez Maxemin Vivió en Londres, Vancouver y Wisconsin. ¿Quién es? Quién habría de ser si no quien es... un apasionado de los deportes extremos, un niño y adulto a la vez. Descubrió en la bicicleta su mejor aliada, en ella va y viene. Viene y de nuevo se va; montado en ella se siente libre y acompañado a la vez. Se emociona cada vez que descubre un nuevo lugar. Dice tener una especial atracción por el peligro y por la naturaleza. La naturaleza ganó, pues sigue influyéndolo; el peligro quedó instalado en otra parte. Ciudadano del campo, enemigo de la ciudad, a los 30 años se siente orgulloso de haber retomado sus estudios en la carrera de Administración. Se dedica al ramo de la construcción, actualmente está al frente de su empresa: Comercial Tlaquepaque. frankyalvarez@hotmail. com
3.Pablo Villalpando y Selene Rojas Son la clásica historia de amor entre maestro y alumna, pero sin la inevitable orden de restricción al final. Comparten el gusto por el color negro, las melodías orquestadas y el chisme farandulero. Desde el año pasado colaboran juntos como estilistas y diseñadores de imagen, siendo los únicos dos miembros de una compañía sin nombre. Además de esto, cada uno trabaja en su proyecto individual de moda, NUMEROCUATRO y HUMA respectivamente. Hace ya tres semanas que son vecinos.
5.Luis Casillas Nacido en Guadalajara, desde pequeño gusta por las artes visuales. Fue hasta la universidad que conoció la lomografía y quedó impresionado con la fotografía, los colores de dicha técnica, la espontaneidad y la casualidad. Amante de ver fotografía de moda y aspirante a hacerla, consciente del amplio camino que llevara, pero el interés, el deseo y el amor a ella es su arma.
6.Isis Eglé Cuando Isis Eglé (México DF, 1979) toma una de sus plumillas para comenzar con alguna de sus ilustraciones, siempre, la imagen ya fue dibujada en su cabeza. Entonces comienza un trabajo metódico, detallista donde la línea y el humor son los principales protagonistas. Durante su trayectoria entera se ha enfocado en poner imagen a los albures y las frases populares que brincan por todos lados en cualquier rincón de este país dicharachero, en el que el doble sentido es una forma de comunicación precisa.
7.FabricioJiménez Mexicano Su nombre significa el hijo del artesano, nació en Zapopan en 2005. Actualmente vive en el D.F., cursa segundo de kínder. Experiencia laboral: bolitas y garabatos. Le gusta pintarse la cara como aborigen mientras dibuja, rayar las paredes de sus abuelos, bailar como Michael Jackson y no canta mal las rancheras. Sus programas favoritos Ben 10, Avatar, Zoboomafoo y Los cuentos de la calle broca. Su platillo favorito las enfrijoladas y el agua de horchata. Permanece atento al ránking musical de Policarpo Avendaño en 31 minutos. Lugar favorito: el Parque Hundido. Escucha a los Patita de Perro, ¡Qué Payasos!, el Yucatán a Go Go y a los Bandula. Amante de los cuentos antes de dormir. Además es hijo de Claus y de Knito.
9.Kitzia Salgado Comenzó en los asuntos de la fotografía con apenas quince años de edad. Cinco años tarde, después de muchos, muchísimos disparos, y horas de edición. Decidió dar el siguiente paso y dedicarse de tiempo completo a ser fotógrafa. Es una apasionada de lo que hace y no sólo eso, sino que trabaja duro para lograr lo que quiere. Y le gustaría mucho encontrar un equipo creativo con el cual pueda concretar algunos de sus proyectos. Ahora mismo tiene en puerta (si no es que ya se fue) un viaje a Europa, desde donde promete traernos material muy KYjero. ¡Buen viaje, Kitzia!
10. Marina Costanzo Diseñadora con nueve intensos años de experiencia en diferentes áreas de la comunicación visual, es consultora en Señalética y Gestión de la Comunicación Visual para instituciones de servicios. Diseña e implementa la ambientación gráfica de un espacio de trabajo o habitacional, desarrollando arquitectura de información, dirección de arte y dirección creativa. Realizó diversos estudios y posgrados en Italia. Luego de haberse ido a navegar por los siete mares, regresó con bien a la ciudad y actualmente es directora y fundadora de Polux® (www. poluxmedia.com). Ha sido catedrática en el Tec de Monterrey y desarrollado proyectos de imagen corporativa para empresas como Marinela y Bimbo. Marina ha creado más de 200 diseños para la industria textil que se encuentran en el mercado nacional.
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www.kymagazine.com.mx Director Editorial David Izazaga Márquez dizazaga@kymagazine.com.mx
Portada: Carlos Aroche Colaboradores: José Israel Carranza, Leslie Martín, Ricardo Cerqueda, Alfonso Cadena, Nacho Cadena, Federico Barón, Jonathan Lomelí, Cristian Mejía Ramírez, Ana Cinthya Uribe, Hugo Hernández, Paco Castro, Miriam Ramos, Ricardo Luévanos, Ilsem Yaremy González de Alba, Erandini Aparicio, Sergio Saucedo, Sergio Rodea, Mariño González, Adrián de Galo, Quetzal Cárdenas, Diana Martín, Jonás Acosta, Magaly Ruiz, Victor Sprint Nova, Azzem, René Córdova, Mario Ruiz, Martín Mora, Ulises Rodríguez, Gabriel Anguiano, Alfredo Rodríguez, Karen Puente, Damián Trejo, Eva Cabrera, Carlos Alberto Salgado Chablé, Ulises Arreola, Elizabeth Martínez, Jerónimo Escudero, Marcos Gallegos, Carlos López de Alba, Dolores Díaz, Verónica Nieva, Manuel Ramos, Eric Barajas, César Chávez, Gloria Pérez, Alejandro Meza, Alejandro Fournier, Ricardo Ruiz, Carlos Aroche, Shantal Contreras, Franky Álvarez Maxemin, Kitzia Salgado, Bruno de Loera, Isis Eglé, Knito, Fabricio Jiménez, José Soto, Regina González Alarcón, Pablo Villalpando, Selene Rojas, Cariño Tavera, Lis Casillas, Gaby Becerra, Marina Costanzo. KY magazine, revista mensual de distribución gratuita. Año 1, número 10, noviembre de 2009. Editor responsable: David Izazaga (dizazaga@kymagazine.com.mx). KY magazine es una publicación independiente. Impresa en Prometeo Editores S.A. de C.V.: calle Libertad No. 1457, colonia Americana, C.P. 44160, Guadalajara, Jalisco, México. Tel. 38-26-27-26. Tiraje: 10 mil ejemplares. Número de certificado de reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: en trámite. Número de certificado de Licitud de Título: en trámite. Número de certificado de Licitud de Contenido: en trámite. El contenido de los artículos es reponsabilidad de quienes los escriben, no necesariamente reflejan el punto de vista de la publicación. Los derechos de reproducción de los textos e imágenes, así como el nombre aquí publicados, están reservados por KY magazine. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, imágenes y fotografías, por cualquier medio físico o electrónico sin previa autorización por escrito del editor. Todos los derechos reservados. “Te conocí para ser mi novi@, no mi amig@”
Director Creativo Alvar Ramos Martínez alvar@kymagazine.com.mx Editor Juan Levid Lázaro levid@kymagazine.com.mx Redacción Iván Vázquez ivan@kymagazine.com.mx Corrección Gloria J. Martínez G. Fotografía Natalia Fregoso natalia@kymagazine.com.mx Abraham Pérez abraham@kymagazine.com.mx Director Comercial Carolina Lerma Martínez direccion.comercial@kymagazine.com.mx Consejo Editorial Martín Mora, José Luis Coronado, Javier Audirac, Jorge González Arce, Mariño González, Sergio Rodea, Mak Gutiérrez, Gloria Pérez.
Placeres
El frijol elevado a su máximo nivel txt: David Izazaga img: Natalia Fregoso
El lugar parece no existir: está en medio de la colonia Moderna (sobre la calle España, justo antes de su cruce con Venezuela), entre un vivero y un taller mecánico. En principio es una tortillería. Pero es más que eso: entrando, a mano derecha, está una persona que le cobrará si es que quiere tortillas; si no, hay que aproximarse al mostrador y observar lo que se vende: en el extremo derecho hay unas semas deliciosas, muy ligeras, nada masudas; también hay cacahuates y más atrás totopos crujientes, ideales para hacer chilaquiles. También hay sopes (es decir: no sopes hechos, sino para hacer) y en unos vasitos, tres diferentes tipos de salas. Las tres están suculentas. Por si fuera poco, a mano izquierda hay una máquina para hacer café y también venden café para llevar y preparar en casa. Pero lo verdaderamente exquisito-deliciososuperbuenísimo son los frijoles refritos. La gran olla está allá atrás, arrinconada, casi queriendo pasar inadvertida. De hecho, como parecen vender todo menos frijoles, si no va uno sabiendo de antemano, lo más probable es que ni los vea. Gran error. La fama de estos frijoles ha crecido más allá de los alrededores, hay quien llega desde lejos para llevarse un
kilo, calientitos ya, para devorarlos cuanto antes. Usted los pide y se los pondrán en una bolsa de plástico y si los quiere no para comer inmediatamente, se los pueden dar refrigerados. Todos los días, cerca del medio día, hay una larga fila para llevar tortillas y muchos de quienes las llevan son empleados de las decenas de oficinas que existen por toda la colonia. Pues bien, uno de los manjares más socorridos por estas personas son precisamente los frijoles: se llevan un kilo, las torillas recién hechas (que, además, son más pequeñas que las que venden en todo lados, con lo cual uno se puede comer varios tacos sin el remordimiento de que va a engordar: “al cabo una de estas equivale a media de las normales”) y un vasito de salsa verde o roja. Y ya. ¡A chuparse los dedos! Los frijoles refritos de este lugar son sin duda mil veces mejores que los Isadora, La Chata o La Sierra y, por si fuera poco, son preparados caseramente. Y más aún: son más baratos. ¿Hay comida más democrática que los frijoles? ¿Hay mejor placer que disfrutarlos en compañía? ¿Hay algunos mejores que estos? Quien así lo crea, que aviente el primer frijol. O coma estos para siempre.
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Contenidos Las cosas que le cambiaron la cara a la ciudad Cuando la bici está hambrienta y la ciudad no alcanza Mi afición por el Nevado de Colima “Cuando me va muy bien es porque me acerco al límite” El lado extremo de la bici Entre Iconos y Símbolos Disco Roboto: Las aventuras sicalípticas de Miel y Giuseppe Bergman La belleza de las chicas maravilla Después del Living Room Excipiente: Alturas Dios Ameba: Prefiero morir a vivir sin internet Design Fest 09 Venecia, la Biennale y Salma Hayek Recomendaciones Poderoso caballero… y más si se viste bien Portafolio Moda Post Cómics
img: Ricardo Luévanos
Las cosas que le cambiaron la cara a la ciudad
Amarillos, grandototes e inconclusos txt: David Izazaga img: Abraham Pérez
El furor por la llegada del nuevo milenio no podía dejar de sentirse en nuestra ciudad. Fue por ello que, cuando vieron que se acababa el siglo, era necesario pensar en una obra monumental, que diera fe a las generaciones venideras de que a los tapatíos “del siglo pasado” les importaba mucho recibir un nuevo siglo con un monumento enorme, quizá no grandioso, pero sí grandote. Hubo a quien se le ocurrió (sí, ocurrencias es lo que más se nos da, cómo no) hacer un gran monumento con el más jalisciense de nuestros emblemas: el charro. Técnicamente no era posible, pues era indispensable que tuviera sombrero y no había estructura que lo soportara (tomando en cuenta que se quería construir, ya dijimos, algo grandote grandote). Alguien más habló de un par de bailarines de ballet folclórico, ataviados con sus pomposos vestuarios. Y dice la leyenda que hubo hasta quien propuso que el monumento fuera una gran jericalla. A Dios gracias, ninguna de esas promesas pasó a mayores. La sensatez se impuso y las ideas se emulsionaron con la marca de la casa: ¿para que buscarle tanto?, vámonos con lo seguro. Si el emblema de la ciudad ha sido, por muchos años, unos arcos, pues hay que hacer otros arcos, pero más modernos y “más bien bonitos”.
Así fue como nació el proyecto para levantar Los Arcos del Tercer Milenio, que es como se llaman en realidad, aunque todo mundo los conoce, así nada más, como Arcos del Milenio. El proyecto fue encomendado a uno de los artistas contemporáneos más destacados de nuestro país: Sebastián (quien, por cierto, no se llama Sebastián, sino Enrique Carbajal González). Y en julio de 1999 fue aprobado el proyecto, que se levantaría en el cruce de las avenidas Mariano Otero y Lázaro Cárdenas. Se suponía que tenían que ser seis los arcos amarillos (cada uno más grande que el anterior), pero por problemas de presupuesto no se logró terminar nunca la obra como estaba proyectada. A la ciudad le sorprendió el nuevo milenio sin sus arcos concluidos: el tercero se terminó en 2001 y no fue sino hasta 2005 que se acabó el cuarto. Del quinto y el sexto nadie tiene idea cuándo se instalarán. Y hay quien ya sugiere que es más fácil quitar uno (para que queden tres: uno representando a cada milenio) que pensar en poner otros dos. Es curioso cómo el símbolo que la ciudad escogió para recibir al nuevo milenio terminó convirtiéndose en un proyecto sin terminar. Pero nunca hay que perder la esperanza: aún le quedan muchos años a este tercer milenio.
Cuando la bici está hambrienta y la ciudad no alcanza Pues en la ciudad mucha gente anda en bici. Pero también fuera de ella y no por otra cosa que por su puro gusto. El peligro de los vacunos les es insuficiente, por eso se van a jalarle los bigotes al león y se ponen extremos en las pendientes más pronunciadas de los cerros del estado y entidades vecinas. Este numerito se llama Downhill y, sí señoras y señores, es deporte. Pura gente sana puede entrarle a semejante reto. Bueno, hay un grupo de desenfadados bicicleteros que acuden al Nevado de Colima y hacen las delicias con recorridos entre hermosos paisajes naturales. Nos cuentan
cómo les va en sus expediciones. De esta ciudad es oriundo el mero mero de este deporte, se llama Ricardo Preciado y es una joyita. Acá un perfil de su pasión: bajar a la más alta velocidad y en el menor tiempo el cerro que se le ponga en frente. Y para cerrar, la competencia de Downhill en la ciudad, una de altos vuelos porque trae a lo mejor de lo mejor en la materia y escogió Bugambilias para desarrollarla. Así pues, a andar en bici fuera de la ciudad y a disfrutar de las suertes que nos regalan un grupo de locos por la adrenalina. ¡Dios guarde!
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Mi afición por el Nevado de Colima txt & imgs: Franky Álvarez
Todo empezó con rumores después de haber recorrido la Primavera, el parque Centinela y Bugambilias. Ya nos habíamos aburrido de lo mismo cada fin de semana, necesitábamos un poco de emociones más fuertes y adrenalina un poco más extrema. Un ciclista en la Primavera nos informó a mi amigo Rocco y a mí que en el Nevado de Colima existían unas pistas para bicicleta de Down Hill, que pocos las conocían y así decidimos emprender una exploración al Nevado. La primera vez que fuimos fue toda una experiencia de miedo porque no sabíamos exactamente a lo que nos enfrentaríamos, y sin experiencia alguna, cometeríamos algunos errores que nos saldrían muy caros: el primero fue subir hasta la punta del Nevado con camioneta, y dejarla allí pensando en que alguien más tarde, cuando termináramos el recorrido, nos daría un aventón hasta la punta, lo cual nunca sucedió y tuvimos que subir ese mismo día caminando y con un acenso de ocho horas. Cuando llegamos a la punta por primera vez nos entrevistamos con los guardabosques que se encuentran a la entrada del parque, ellos nos platicaron de un sendero de 17 kilómetros de puro descenso, hasta el pueblo de fresnillo,
el camino está muy cerca del Refugio de la Joya y en verdad es un poco complicado, ya que esta pista cuenta con una inclinación bastante pronunciada, de verdad que si no traes buenos frenos existe una muy alta posibilidad de que te vayas de boca, para terminar enredado en plantas y troncos que de seguro no te gustarán nada. El camino es hermoso, ya que se encuentra conformado por distintos tipos de vegetación, pinos de más de 40 metros, entre flores y aves que endulzan tus oídos hacen de esto una verdadera experiencia con la bicicleta en conjunto con la naturaleza; también la vista del paisaje es muy bonita ya que a una altura de 4, 340 metros sobre el nivel del mar se alcanzan a ver unos amaneceres y atardeceres excepcionales, algunas veces hemos estado sobre las nubes y contemplando la belleza del paisaje durante horas. Existen algunos tramos muy difíciles, con toboganes de hojarasca y hierba, donde puedes tomar muy buena velocidad, pero de pronto encontrarte con grandes barrancos, que si no estás preparado puedes ir a visitar las entrañas del Nevado y eso, créeme, que no es nada agradable. Nosotros siempre decimos que el Nevado siempre tiene
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una sorpresa nueva en cada recorrido, algunas veces nos a tocado parchar las llantas de las bicicletas más de cinco veces, o se nos descomponen a medio trayecto, y hay que repararlas; por las condiciones tan extremas y la fuerza a la que se somete la suspensión y llantas, siempre hay fallas por lo que hay que estar bien preparado. La última parte del recorrido son siete kilómetros de recta donde hay que ponerse muy trucha, ya que se alcanzan velocidades de hasta 60 kilómetros por hora, hay muy poco tiempo para reaccionar en caso de encontrar una curva muy cerrada, o tal vez una piedra en el camino que seguro te dará ánimos para entrarle al Circo Solei. El recorrido dura aproximadamente una hora quince minutos, es mi récord, aunque si tomas las cosas tranquilas para disfrutar del paisaje, puedes llevarte unas tres horas aproximadamente. Este no es el mayor reto del ciclista que yo conozca en Jalisco, existe un cerro que se llama el Cerro Viejo y éste sí me ha sacado lumbre del cuerpo; y el acenso toma aproximadamente unas once horas cargando bicicleta y con mochila de 20 kilos. Son 20 kilómetros hasta la punta y la vista de este lugar es excepcional también, por un lado está
la ciudad de Guadalajara, y por el otro la Laguna de Chapala, las playas de Sayula y hasta el Nevado de Colima. Si algún día están listos los lectores para montar este cerro, se trata del que divide la Laguna de Cajititlán y Chapala, es el segundo cerro más alto de todo Jalisco; mide 2, 960 metros sobre el nivel del mar, y a diferencia del Nevado, este cerro hay que subirlo a pie, además de que la falta de oxígeno dificulta mucho más las cosas. Lo bueno es que el camino está lo suficientemente amplio y en buenas condiciones como para bajar a una velocidad promedio de 35 kilómetros. Así pues, ¡adelante!, a divertirte a lo grande entre árboles frondosos y pájaros que no dejarán de deleitar tus oídos. Recomendaciones para el nevado Usar guantes, casco, rodilleras, estar preparados para cualquier cambio de clima y prevenido para cualquier contingencia con la bicicleta. Si no tienes camioneta te recomiendo que salgas a las seis de la mañana de Guadalajara, para estar en las faldas del Nevado a las ocho de la mañana y tener mayores posibilidades de tomar un raid, notifica a los guardabosques de tu expedición y vete preparado para cualquier contingencia.
txt: Juan Levid Lázaro imgs: Archivo Ricardo “Rockero” Preciado
“Cuando me va muy bien es porque me acerco al límite” Ricardo Preciado Negrete, “El Rockero” ha sido Campeón Nacional de Downhill en tres oportunidades; es un fanático del riesgo y no le asusta caer porque sabe que levantarse significa que será mejor la próxima vez Su mente se pone en blanco y las sensaciones no caben cuando baja una de las empinadas rutas que le tocan en su descenso durante las competencias de Downhill. Si no fuese así, es muy seguro que caiga y se rompa. Aunque no han sido muchas veces, esas fatales fracciones de segundo le han costado sufrir diez operaciones. Ricardo Preciado Negrete (Guadalajara, 1981) puede ir a más de 50 kilómetros por hora en su vehículo de dos ruedas, ya habrá saltado grandes rocas, o librado varios pozos y gruesas ramas en el accidentado camino de las pendientes, pero él seguirá sin pensar, sin sentir. Para entonces ya se habrá hecho parte de la ruta, se habrá convertido en una fracción del terreno; habrá esperado hasta estar abajo para voltear y agradecerle
a ese cerro que le haya permitido convertirse en Campeón Nacional de Downhill en México. “Antes, cuando me caía y me quebraba para mí sólo era un hueso más; allí estaba el error. Cuando te rompes es una clara señal de que algo tienes que aprender al respecto. Por eso sé que he crecido mucho, porque conozco mi cuerpo y mi fuerza interna, si me quiebro sé que la próxima vez seré mejor que antes porque aprendo sobre lo que me pasó. El reto siempre es contra el tiempo. Te caes diez veces, pero esas diez veces que caíste estabas buscando el límite, entonces esas diez veces te hacen mejor. Cuando me va muy bien es porque me acerco a ese límite, cuando menos temí”, asegura
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Ricardo Preciado, quien es el actual Campeón Nacional de Downhill y lo ha sido también en 2006 y en 2007. Al tratarse de la variante más extrema del ciclismo de montaña, para el “Rockero”, como apodan a Ricardo en este ámbito, el secreto para salir airoso en tal deporte está más en la mente que en el cuerpo. Aunque es importante prepararse físicamente para resistir la exigencia al organismo y, como en cualquier otro deporte profesional, hay que respetar una disciplina y régimen alimenticio, pero para este campeón nacional la meditación es la piedra angular en los cursos que ofrece a los amantes del Downhill: “uno nunca está preparado para romperse un hueso, para lo que se debe estar preparado es para recuperarse”, sentencia el “Rockero”. Ante tales características, está claro que para esta variante del ciclismo de montaña hace falta un equipo especial, es decir, la bicicleta común y corriente conocida en este ámbito no es suficiente. De este modo, los vehículos son especiales, cuentan con mayor fuerza y resistencia en sus partes, como rines, llantas o cuadro, pero ante todo la gran diferencia es la suspensión, ya que cuentan con amortiguadores de hasta seis u ocho pulgadas de soporte. Características necesarias si se baja un camino tan fracturado a tal velocidad. Los
ingredientes necesarios para hacer el deporte también un espectáculo. Por eso, estas bicicletas oscilan entre mil 600 y diez mil dólares: “aunque la verdad lo que importa es el mono que la conduce; puedes tener la más económica y obtener los mejores resultados”, dice Rodrigo para alentar a aquellos que como él se entregan a lo que la adrenalina les dicta cuando se montan sobre esos vehículos de dos ruedas. Ya bajó el Cañón del Sumidero, en Chiapas o la ruta denominada La Hermana Mayor en Cuernavaca y así de norte a sur o este a oeste de la geografía de México. Es el mexicano con mejores tiempos a escala internacional y representará al país en la competencia panamericana en marzo de 2010 en Guatemala. Lo más importante es que disfruta como el primer momento, recorre las rutas mínimo 20 veces antes de la competencia. Graba cada metro, cada obstáculo y los registra en su mente. Cuando baja a 80 kilómetros por hora entra en trance. No hay nada más, no piensa, no siente. Abajo, al pie del cerro ocurre otra cosa, él y su bicicleta están intactos. Cuando no hay huesos rotos el objetivo está cumplido y, seguramente, allí en ese lugar este deportista que no recorrió el mismo terreno, porque nunca se recorre el mismo, es otro, uno mejor al que estaba arriba. Allí abajo lo comprobó.
El lado extremo de la bici RockCircuit
22 de noviembre en la sección panorámica de Bugambilias. Abierto desde las 9 a.m. Competencia 11:30 de la mañana. Deporte o espectáculo. Es algo mejor, ya que se trata de una mezcla de los dos. El Downhill llega a la ciudad para mostrarse de la mejor manera y con sus mejores exponentes. Se trata de una experiencia extrema con la bicicleta en los terrenos más complicados de recorrer, incluso si se va a pie. Las pendientes más inclinadas recibirán a los más intrépidos exponentes de esta disciplina para hacer el deleite de aquellos que gustan de vivir la adrenalina en su máxima expresión. “El Rock Circuit tiene una modalidad, pues cuenta con un circuito que no se ha corrido tal como existe ahora. Hemos arreglado la pista y le hemos puesto algunos aspectos de dificultad muy diferentes. Como una innovación estamos ajustándonos con el estándar internacional; sucede que en las pistas de México se hagan dos bajadas, pero en las carreras internacionales es sólo en una oportunidad, tu tiempo es el que haces al primer intento. Así será este circuito”, explicó Benjamín Preciado, organizador de esta competencia. Al margen de la competición que se desarrollará, los asistentes podrán disfrutar del lugar. De este modo si se acude con bicicleta se podrá hacer un recorrido por la zona, el único sitio restringido será la bajada donde se llevará a cabo la contienda, así también los asistentes podrán
txt: Staff imgs: Archivo Ricardo “Rockero” Preciado
disfrutar del terreno a maneta de pic nic o si se gusta un rato de solaz y trote, todo queda ni mandado a hacer. Cabe recordar las recomendaciones de siempre: ropa cómoda, tenis, bloqueador, beber agua y, sí, disfrutar mucho de la naturaleza. Las puertas se abrirán desde las nueve de la mañana el día de las acciones, y alrededor de las once y media darán comienzo las bajadas de los competidores. Éstas tienen, a veces, ángulos muy cerrados, por lo que habrá una transmisión en el lugar, sobre todo de los espacios que menor visibilidad para el público tienen. Así que se podrá apreciar de lo mejor cada una de las destrezas de los participantes. Los contendientes podrán hacer uso de las pistas el día anterior, a manera de inspección previa al desarrollo de la competencia que está construida, por regla, sólo de bajadas accidentadas, nada de subidas y apenas con terrenos de impulso de no más de 500 metros. El Rock Circuit se da gracias a un juego de palabras por la presencia del Rockero y la piedra caliza abundante en esta zona de Bugambilias. Además algunos saltos tendrán nombre de rockeros: de Hendrix a Ozzy. Está listo y espera a todo el público que sabe que a la bicicleta se le puede sacar buen rock, más allá del simple paseo.
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Entre Iconos y Símbolos Es una ruta visual en la que una serie de coincidencias, complicadas y cautivadoras, forman una colección de instantes que son representaciones de un mundo privado. Son imágenes que se crean mediante un camino en el que signos los gráficos son rescatados de una corriente continua de percepciones: se unen, intersectan, sobreponen, interrumpen, desperdigan y procrean nuevos signos con la lectura que le pueda dar cada observador. La técnica de la manipulación digital de una imagen, junto a una pausa romántica en la que se utilizan también pluma y papel rayado, como materiales sencillos que aún en nuestros días no han podido suplirse por su eficacia; la inmediatez de la mano que toma un lápiz y traza una idea, la materializa; es una danza rica en la que se saborea el contraste de lo nuevo y lo clásico. Como dijo Miguel de Unamuno: “las manos son grandes fraguadoras de inteligencia”. Con esta danza de representaciones se creó, por ejemplo, una pieza emblemática de la exposición que acabó por llamarse “In Situ”, de gran formato, en la que los protagonistas son imágenes de aviones y un trozo de texto escrito a mano y manipulado. Sucede que en el fragmento del escrito que comienza con la frase “citas, citas que citan citas” se lee en la representación gráfica de la palabra hablada
txt & imgs: Marina Costanzo Pesce
una transformación y deconstrucción de un significado que representa un concepto mental. El estar en un aeropuerto puede tener la misma lectura del fenómeno que ocurre en el texto. Es un tránsito, una escala, un lugar necesario para llegar a otro, un sistema en donde cada unidad relacionada con la otra se sostiene para lograr un objetivo; es como un castillo de naipes en el que cada carta sostiene a la otra y por mínima que sea, cualquier alteración afecta a todo el sistema y es entonces (volviendo a la analogía del aeropuerto) cuando las cosas fallan, los vuelos se retrasan por una mujer que, al estar enamorada, pierde la noción del tiempo, documenta equipaje muy pesado, con muchas horas de anticipación y acaba por irse de shopping al duty free para calmar la ansiedad del amor que se queda a la distancia. Los desayunos se sirven a cualquier hora, los fumadores se sienten como cucarachas, la gente que viajó latitudes en horas se encuentra con gente que en muchos días o meses o años no se ha movido de su colonia, es también un lugar donde el amor se hace patente, se regalan abrazos con más facilidad, es un lugar de desconocidos y de coincidencias complicadas. Por antonomasia el aeropuerto es un sistema complejo; como en todos los sistemas complejos surgen grietas y es a través de estas grietas que se puede entrever algo de luz.
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Un poco como el planteamiento que hace un filósofo Douglas Hofstadter, la idea que presenta es la siguiente: “cuando un sistema nervioso puede incluirse a sí mismo en la representación que genera del mundo, entonces se vuelve consciente”. Es así, en esos arcos de tiempo mientras estoy de viaje cuando esas grietas se hacen evidentes, cuando me vuelvo parte de mi representación del mundo entre lo cercano que se aleja y lo desconocido que se asoma por una ventana; como cuando se comienza a mover el avión, parece que todo se moviera alrededor, se siente un mareo, una náusea, para después aferrar con emoción la certeza de que el avión se mueve, de que no nos quedamos congelados como cretinos en el tiempo, viendo pasar la vida con todas las ganas de llegar a cualquier sitio que no sea ese que no significa nada y no está en ningún lugar.
El acto de observar nunca es un acto pasivo. Sólo podemos ver lo que sabemos y es a través del observar que conocemos mejor aquello que estamos mirando. Estas imágenes son ricas de signos, de expresión, de experiencias. Creo que las imágenes y la escritura son puentes que nos ligan con gente diferente a través del tiempo, la historia y la geografía en más de un sentido. Simplemente por el hecho de observar estamos creando.
Marcel Proust tiene razón cuando dice que “todo es signo y cada signo es mensaje”. Los signos están en todas partes, en los monitores de llegadas y salidas de los vuelos, en el color de una luz encendida en la pista de aterrizaje, en la letra rotulada de una terminal, cada uno con su código. Así que puedes o no saber japonés, pero lo que está escrito en japonés significa algo, se puede conocer o ignorar, pero no puede evitarse. Es lo maravilloso de los signos. Cada signo es una cosa que nos remite a otra y aquello a lo que se refiera un signo puede existir o no. Prescinde de nosotros.
Del 30 de octubre al 30 de noviembre
Entre Iconos y Símbolos. Exposición colectiva Imágenes en técnica digital de mediano y gran formato Marina Costanzo Pesce
Inauguración: viernes 30 de octubre a partir de las 17:00 horas Galería Di Paola, Ajijic, Jalisco Calle Colón 11. Colonia Centro
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Disco Roboto
Las aventuras sicalípticas de Miel y Giuseppe Bergman Autor de innumerables obras de cachondismo feroz e inspirador de noches tormentosas para más de un solitario lector de historietas, Milo Manara ha sabido llevar al mundo del cómic la cultura del erotismo y procurar los rubores de sus seguidores a fuerza de labios sensuales y carnosos, curvas pronunciadas y una línea que se adentra en la épica sicalíptica con la misma facilidad que recorre el bullicio surrealista de una historia de aventuras. De El perfume del invisible a El clic y de Gulliveriana a H.P. y Giuseppe Bergman, el dibujante y escritor italiano es el máximo exponente de un noveno arte que, abocado a la carne y los dulcísimos néctares del cuerpo femenino, lleva ya sus buenas cuatro décadas vertiendo, para solaz de millones de calenturientos en todo el orbe, desbordados ánimos vaporosos sobre la hoja en blanco. Uno de los personajes más socorridos en los cómics de Milo Manara es Miel, una hermosa rubia que, sin tapujos, está dispuesta a complacer —y complacerse— a la menor
provocación. Protagonista de Cámara indiscreta, El clic 2 y El perfume del invisible, entre otros títulos, esta delicada —y deliciosa— ninfa no se limita únicamente a los placeres masculinos y, de vez en vez, se entrega, bella tríbade, al reconocimiento sensual de sus congéneres. Como la Barbarella del dibujante francés Jean-Claude Forest o la Jodelle del ilustrador belga Guy Peellaert, Miel constituye para Manara el súmmum de la mujer contemporánea. Y su lápiz la describe, eternamente, con la justicia de aquellos que han logrado imaginar una obra maestra. Pero si Miel es la chica ideal del dibujante nacido en 1945, su álter ego de tinta y papel no es otro que Giuseppe Bergman, el intrépido aprendiz de aventurero que, bajo la tutela del honorable H.P., un buen día decide abandonar las ataduras morales, económicas y sociales para recorrer, a sus anchas, el planeta Tierra y los perturbados universos de la psique y la libido humanas. H.P. no es otro que Hugo Pratt, historietista italiano, autor de Corto Maltés, considerado por
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Manara como su mentor y su guía. En los periplos africanos, orientales y hasta urbanos del joven Bergman coinciden la magia y el absurdo, el realismo y la caricatura, siempre al servicio de relatos de erotismo y placeres desbocados que enfurecen, constantemente, a un ficticio y endiosado Sigmund Freud. Contar una buena historia, se sabe, es un arte. Y las de Milo Manara, entre muchas otras virtudes, podrían erizar los vellos menos sensibles de un cadáver. Además del estilo que ha logrado imprimir en sus imágenes —siempre en blanco y negro, siempre sencillas y hechizantes—, el italiano ofrece, en cada entrega, verdaderas obras literarias. Sin embargo, a pesar de escribir y dibujar sus propios materiales, de tanto en tanto ha tenido la visión para trabajar con relatos de otros autores, como el propio Hugo Pratt (Verano indio, El gaucho), el chileno Alejandro Jodorowsky (Los Borgia) o el cineasta italiano Federico Fellini (Viaje a Tulum, El viaje de G. Mastorna, llamado Fernet). Colaboraciones que han redituado en historietas de carácter excepcional.
Las obras de Manara no se han quedado sólo en el papel. En 1997, el director francés Francis Nielsen animó, para el cine, El perfume del invisible. Nueve años después, Gastón Gorali y Alberto Stagnaro produjeron la serie City hunters, basada en los diseños del artista italiano, que contó, entre otras plumas, con la del escritor argentino Marcelo Birmajer. Sin embargo, lo mejor del autor de El clic, La metamorfosis de Lucius y Piranesi, el planeta prisión está en las historietas. Y es que, amo del lápiz y la plumilla, Milo Manara ha logrado lo que pocos en la historia de los cómics y del arte en general: hacer coincidir, por medio de sus páginas, los ánimos espirituosos de la alta crítica y del cachondo de a pie. Y bendito sea por eso.
txt: Mariño González img: Carlos Aroche
marigno@gmail.com composta.net/discoroboto
La belleza de las chicas maravilla txt: Dolores Díaz img: César Chávez
Apenas si llegué. Era un lugar muy conocido para los que viven en ese barrio, uno de esos de Guadalajara donde sedan los poetas, donde los vecinos se saludan por su nombre, donde las personas responden para indicarte un lugar: “dé la vuelta donde está la cenaduría, se sigue derecho y en las tortas ahogadas del Beto, camina una cuadra, y luego, lueguito donde está el árbol de jacaranda, camina ya nomás como dos puertas y ahí se va a topar con el local, lo va a reconocer por sus pinturas”. Esas fueron las señas para llegar, tenían fama de ser muy buenas. Cuando llegué por primera vez la sorpresa fue el lugar pequeño y lleno de mujeres adultas, ver las paredes llenas de óleos originales de grande y mediano formato, con una etiqueta que indicaba el precio de venta, pero lo que más que me cautivó fue darme cuenta de todo lo que se vivía en
ese lugar lleno de paisajes y color. Una mujer adulta que pasaba los 60 años, con un gorro en la cabeza esperando que el tinte hiciera efecto en sus canas; otra que tendría unos 54, con los pies metidos en una tina con jabón, y las manos en otra similar; una señora más, de unos 45, leyendo una revista de chismes. Una de las dos chicas de mandil sostenía otro espejo para que la señora pudiera opinar, le preguntó casi gritando: “Doña Mari, cómo lo siente” Ésta le respondió, “Ora sí, con el perdón de mi difunto, así sí agarro novio”. Con una sonrisa picarona y sus ojos llenos de ilusión, la chica le respondió “¿le quito el bigote?” Inmediatamente contestó. “pues sí, ya me hace falta”, la señora tenía un tremendo mostacho estilo Hermelinda Linda, grueso y con canas, era claro que nunca se lo había depilado. Al contemplar tal escena y ver salir a
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doña Mari pavoneando y con alegría en su rostro, de sentirse más joven, me volví adicta a ese lugar, no podía dar crédito de la labor tan importante que hacían estas chicas maravilla a las mujeres del barrio, daban vida y juventud. La segunda ocasión tuve que esperar más de una hora para que tocara mi turno, pero entre consejos de belleza y los chismes del barrio aquello cada vez se volvía más disfrutable, pues dicen que todos somos morbosos, y la escena llamó mi atención. A un joven muy apuesto le teñían su cabello a rubio cenizo, y en la otra silla, un señor mayor de bigote grueso, le cortaban el cabello; éste de vez en vez miraba al joven a través de los espejos, no me pude resistir y aunque trataba de disimular, clavando mi mirada en la revista vieja y desgastada donde el título era “Fabiruchis recibe tremenda golpiza”, el más joven platicaba con una de las chicas maravilla: “flaca, no me vayas a dejar lunarcillos, no quiero ir feo a la boda”; éste no paraba de platicarle de lo estupendo que son los bares gays de Guadalajara. Y yo no podía dejar de poner atención a su plática y de reír de lo que él decía –dime flaca ¿cuándo has conocido a un gay arrepentido?” Yo no podía disimular que los escuchaba, y cuando decía algo que llamaba mi atención sobre una posición sexual, yo trataba de cubrir mi cara con la revista, lo veía a través del espejo de un costado y él reía, por supuesto, que sabía que todas las demás escuchábamos su plática y le encantaba, hacía una sonrisa picarona para hacer renegar a Doña Cuca que lo miraba y se sonrojaba. Cuando tocó mi turno, no dudé en preguntar lo que había querido desde la primera vez, “¿por qué tienes tantos cuadros a la venta?” La chica maravilla me respondió; “es que estudié artes plásticas, soy pintora, y formo parte de un colectivo de artistas, pero la pintura no me da para comer, además tengo más de quince años cortando el cabello y lo disfruto mucho, alguna vez quise ser médico, pero nunca pude entrar a estudiar esa carrera, después descubrí que
me gustaba pintar”. Sin darme cuenta, entré en ese juego de preguntas que no te conducen a nada, pero que dicen mucho. Las chicas maravilla además de ser buenísimas para cortar el cabello, depilar a todo el barrio, planchar, rizar o moldear el cabello, se aseguran de cada una de las mujeres y hombres que entran, salgan del lugar con una apariencia mucho más joven de como habían llegado, es común escuchar frases de honestidad como: “este color no le queda y ya le hace falta depilarse la ceja” o “por qué no había venido, ya lo traes maltratado” y cobrar diez pesos por el servicio de depilado, o 40 pesos por el corte de dama, y treinta pesos por el manicure, hacen que todo el vecindario quiera verse mas joven y bella. Ahora, cuando veo en el espejo que estoy adquiriendo el look con bigote de Frida Kahlo, acudo con las chicas maravilla, pues la sesión de belleza incluye clases de moral, sexualidad, cocina, dietas, chismes de la farándula, noticias del barrio; donde esperar tu turno será garantía de disfrutar una plática y escenas de transformación física, y emocional, ya que además de arreglar a sus clientas, sin proponérselo se convierten en antropólogas, pues conocen mucho más de la vida personal de los que acuden y hacen lo mejor que saben. Además de compartir la ilusión de los días importantes y de celebración de cada uno de sus clientas; como el día que bautizaron al nieto de Doña Mary, que salió toda copetona, sin bigote y feliz porque vería a su hijo que vive en Estados Unidos, o para el aniversario de bodas de los suegros de la Bety que salió con el cabello colorado y planchado, que ya le andaba por que los zapatos le apretaban y no iba a poder bailar mucho, a pesar de que dijeron que iba haber banda, o para la noche especial de la güera que quiso luces en el cabello y depilación completa, o para la graduación de la Lola, que optó por el corte de siempre, pero que se despertó tarde y ya se le hacía que no llegaba a su acto.
Después del Living Room Son las 8:40 de la noche. Por fin, luego de una larga mañana, pude terminar mi mudanza a mi nuevo cuarto. Después de pagarle a Bibiana Islam lo que me pareció un cargo excesivo o al menos no libre de saña, me liberé del peso que suponía para mí su diario vivir a mi lado. En un sentido más puro y analítico, puedo asegurar que 250 euros es un precio de ganga a cambio de barrer para el olvido la memoria y la existencia de un ser humano. Un alivio particular -el que se gana cuando te liberas de una carga pesada- es lo que me invadió esta tarde al decir adiós para siempre a ese par. Quizá ahora viven a menos de un kilómetro de mi actual alcoba; quizá caminemos por las misma calles, quizá y sin lugar a dudas algún día coincidamos en algún supermercado o alguna esquina. Quizá... pero sólo será para sabernos extraños, separados por una incalculable lejanía. No guardo ningún rencor, sólo atesoro el alivio del olvido. En mi nueva alcoba puedo escribir en silencio. Puedo dejar transcurrir en silencio mi pensamiento sin temor a que alguien entre por la puerta. La privacidad, un don que
txt: Jonathan Lomelí img: Alvar Ramos
sacrifiqué sólo en aras de probar algo nuevo, es un derecho y una necesidad humana que -lo sé desde ahora- no tiene precio. En silencio y en soledad se pueden engendrar tus peores demonios y tus mejores ángeles. En todo caso es un derecho del solitario. Una forma, si bien a veces dolorosa, de reconfortar y llenar tu espíritu de nuevas ganas de salir al mundo. Los cuidados inusuales que he tenido con la nueva alcoba han sido debido a mis alumnos de clases particulares. Pintar, poner un incienso, limpiar. Todas actividades que sin duda no me ocuparían si no tuviera alumnos, pero que ahora se convierten en prioridad. Mi nuevo cuarto está bajo el piso corriente. Mi ventana da a una pared en cuya parte superior hay una rendija en lo que sería la banqueta. Veo y escucho los pasos de las personas al caminar. Existen dos entradas, una por un callejón y otra por una puerta principal en una calle también principal. En total hay tres pisos, pero las habitaciones, el resto del espacio y los pasillos no tienen un orden o coherencia. Sólo me es permitida la entrada a lo que sería el sótano o
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piso bajo tierra, pero es necesario pasar por el resto de los pasillos para llegar a mi alcoba. Tengo una pequeña sala, una cocina y el baño. Justo al lado hay otro cuarto en donde vive un eslovaco con quien comparto la cocina y el baño. Un tipo amigable que creo que no dará más problemas. Ya dije que no me importan las condiciones de la alcoba, sólo en la medida en que mis alumnos puedan sentirse incómodos. Según mi representación y juicio, las condiciones del cuarto son ideales para enseñar pero existen algunos detalles en contra. La iluminación no es suficiente en el cuarto y mucho menos en la cocina. La sensación de encierro le puede llegar a alguien muy sensible a los espacios reducidos. Cuando dejo el cuarto solo por una mañana, el olor a humedad o musgo se impregna en la atmósfera. Esto se soluciona con un incienso o un desodorante, además de que espero arreglar y limpiar ese patio inútil al cual da mi ventana y que estoy seguro es el causante de este último problema. Por otro lado, tengo suficiente espacio para guardar mi
ropa, mis libros, para escribir y para dormir. Este fin de semana, me dedicaré a limpiar y pintar. Esto es en lo concerniente a la casa. En lo concerniente a mí, creo que entro en un periodo de inercia. Es decir, me siento arropado por una suave tela de acciones y decisiones que me mantienen a flote, pero también guiado por una inercia en donde el esfuerzo es mínimo para obtener una recompensa básica y suficiente para vivir. No hablo de felicidad o infelicidad, de éxito o júbilo, de decepción o ánimos combativos. Simplemente es un estado de ánimo impersonal, en donde mi “yo” tiene un rol fijo, aprendido y funcional. Pero el ingrediente extra es mi conciencia de que en cualquier momento puedo reventar todo y dar al traste con esta vida. Ese es el vértigo escondido que sostiene la arquitectura de este sueño ahora palpable. Los días pasan. Un mes, dos meses, tres meses, cuatro... Tengo una sensación oscura pero siempre presente. La casi intuición de que toda mi vida he estado preparándome para algo, para algo... pero aún no sé para qué.
Excipiente
Alturas
txt: José Israel Carranza img: Abraham Pérez
Para Verónica, que me aseguró que en las suites Moralva vive Silvia Pinal Por la luz violácea de la hora se diría que sobran los lentes oscuros (montura de carey, enormes como dos manotazos); por la rapidez de los pasos, por la pañoleta que le sujeta el cabello y lleva atada bajo la barbilla y, sobre todo, por lo que parece su determinación de inclinar la cabeza siguiendo una línea fosforescente pero invisible trazada en la banqueta, los lentes oscuros son obviamente indispensables. ¿Salió del Oxxo? Puede ser, pero, de admitir las proposiciones insulsas que pulsan en lo evidente, habría, también, que confiar en que el elefante de la otra cuadra embestirá de un momento a otro los coches que pasan delante de él; también habría que creer, sin más, que lo escrito dice lo que dice, que tienen razón siempre los sentidos, que la ocurrencia de todo habría
de ajustarse —y bastaría— a cuanto ordenan leyes formuladas o por formular. Esta mujer, no la perdamos de vista, pasa ahora bajo una lámpara que denuncia fugaz pero indudablemente lo que alcanza a vérsele del rostro: las hebras doradas de una barba y un bigote que desaparecen cuando alza el cuello de su abrigo y sale de la luz. El bolso blanco no era eso: es un cordero. Pero en la avenida, mientras sube ya la escalinata del edificio, se encamina al vestíbulo, deja ir una mano rumbo a la pañoleta, que va a desatar (y el cordero sí era un bolso, del que saca ahora unas llaves), mientras desaparece, en fin, en la avenida queda sólo lo indemostrable de su breve carrera.
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Si llega a volverse incuestionable la necesidad de procurarse, alguna vez, el apartamiento radical y la renuncia a la presencia de los otros (instalándose en lo alto de una columna, por ejemplo), una de las razones cardinales e inobjetables tendría que ser la decisión de liberarse del paso del tiempo. No, esta mujer no venía del Oxxo: había bajado —pero eso nos lo perdimos— de un automóvil negro, enorme y brillante como sus lentes oscuros; no esperó a que el chofer llegara frente al edificio, y menos tuvo paciencia para que le abriera la puerta. Como otras noches, había dado
esos pocos pasos apresurados en pos de esa altura —a cambio de la columna una suite en uno de los últimos pisos—, y la prisa y la pañoleta y los lentes oscuros más bien velaban sus muchos años, que iban deshaciéndose conforme llegaba hasta allá. Así que ahora sale al balcón, y convendría volar y elevarse y espiar más de cerca: es una escena en blanco y negro: es jovencísima, rubia, sostiene una copa y posa las manos en el barandal: las manos manchadas y huesudas de una anciana que está a punto de dejar de serlo.
Dios Ameba
txt: José Soto img: Paco Castro
Prefiero morir a vivir sin internet La declaración exacta dice: “Prefiero 10 años de cárcel antes de que se me prohíban internet y el celular”, como reportó la agencia noticiosa DYN, y es creación de una de las tres adolescentes condenadas a vivir un año sin conexión a la red ni teléfono móvil por protagonizar una escandalosa pelea en la vía pública, en la ciudad de Posadas, Argentina. Los hechos ocurrieron antes de que se iniciaran los ensayos de la Estudiantina, un tradicional desfile en la capital de Misiones. Dos de las chicas se hicieron de palabras y se liaron a golpes en la avenida Costanera. La tercera se
inmiscuyó en la rebatinga y al final todas, que tienen entre 16 y 17 años, fueron exhibidas en YouTube, en el video que un testigo grabó con su teléfono. La pelea es como cualquier otra entre adolescentes y que tanto escandalizan a padres de familia, académicos y medios de comunicación: desgreñones, puñetazos, patadas, empujones y mentadas de madre. Nada que YouTube no haya mostrado en otra ocasión. Lo que me parece curioso es la sentencia, dictada a mediados de octubre por la jueza Correccional y de Menores Marcela Leiva. El mejor castigo
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para las chicas, consideró la juzgadora, es cortarles el acceso a las tecnologías de comunicación. Nada de trabajo social ni días en la correccional ni golpes con una caña mojada: mejor enviarlas al ostracismo social. “Tengo cientos de amigos. ¿Cómo me comunico con ellos?”, se lamentó la adolescente citada por DYN sobre la sentencia. Si sentencias parecidas se produjeran en México, seguro bajarían las ganancias de los proveedores de servicios de comunicación, con tantas escenas de peleas en secundarias y preparatorias poblando YouTube y otros canales de videos. Los usuarios nos hemos divertido con casi cualquier género de madrazos. El más reciente es el de las peleas en lodo en centros universitarios, como el que notificó la prensa sucedido en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, de la Universidad de Guadalajara. También hemos incursionado en el erotismo y el softcore, con clásicos como el de las encueradas de la prepa 12 o la chica Telcel, pero ésos pertenecen a otro género que conviene tratar en otra ocasión. (Para ver todos los casos mencionados, vayan a mi blog y den clic en los enlaces).
Aunque la medida de la jueza Leiva, quien actuó a solicitud de los padres de una de las menores, es discrecional y poco constructiva para una cultura de no violencia entre los adolescentes, como castigo seguramente es muy duro en una generación nativa en las tecnologías de comunicación. No sé a qué edad tuvieron ustedes su primer teléfono móvil, pero lo común se va haciendo que los niños lo tengan a los nueve años. Internet, incluso a costa de los impuestos retrógradas del Congreso de México, es un servicio indispensable no sólo para la comunicación interpersonal, sino para la consulta de información, el entretenimiento o la realización de trámites oficiales. (Apostilla innecesaria: con el impuesto de 3 por ciento a las telecomunicaciones en México, hasta pagar impuestos será causa de gravamen... Qué grandes nuestros legisladores). Por eso es grandiosa la declaración de esta señorita, porque supone que la vida se vive mejor en línea. www.composta.net
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Design Fest 09 La exposición más importante de diseño a nivel nacional, en nuestra ciudad. www.design-fest.com
Ganadores del Segundo Concurso de moda Piedra, papel y tijera, “El Diseño es Verde”. 1er lugar: Rogelio Rodríguez Pelayo. 2do lugar: Brenda Vanessa Martínez, Daniela Rodríguez Guardado y Karla Haydee Mendoza. 3er lugar: Lourdes Gabriela Núñez Solís.
La base del concurso fue diseñar un vestido en el que exclusivamente se usaran materiales como papeles, cartones, cartulinas y similares, de cualquier tipo, color y gramaje.
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Venecia, la Biennale y Salma Hayek txt e imgs: Ana Cinthya Uribe
En el sentido más estricto, Venecia es uno de esos lugares a los que aparentemente no necesitarías ir. Incontables fotografías de turistas y películas americanas –y algunas europeas también– parecen mostrar lo que es necesario ver: hordas de gente que desembarca en vaporettos con inmensas cámaras fotográficas, guapísimos gondolieri navegando románticamente por unos canales que, extrañamente, no parecen sucios ni llenos de gente, la Plaza de San Marcos con sus ochenta mil palomas y ya, entrados en minuciosidades, el Rialto, donde se venden todas las máscaras del Carnaval y las joyas de cristal hechas Murano. Pero justamente el saber que hay todas esas cosas es lo que lleva a tantos turistas cada año a tomarse la foto, a
pagar los cafés de hasta catorce euros y a caer amablemente en tantas trampas. Tampoco se puede juzgar a la ciudad: los venecianos son los que se robaron los restos de San Marcos para poder construirle la Basílica y tener su parte en el turismo religioso que ya se gestaba en esos días. No quiero decir, no digo, que sean unos ladrones. Son comerciantes natos. Y toman provecho de tener una ciudad única que siempre amenaza con hundirse. Ya se sabe: hasta las tarjetas de crédito la usan como reclamo para aquello de “viva el ahora”. Además de los escenarios clásicos de postal, Venecia tiene también su rutilante Muestra de Cine y claro, las Biennales de Arquitectura y de Arte Contemporáneo que desde hace
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más de medio siglo son uno de esos faros de lo más de lo más... a veces. En términos de arte (con minúscula o con mayúscula), Venecia parece destinada a ser una enorme sala de exposiciones. Ya están para ello su Academia y el montón de iglesias a las que se puede entrar sin pagar para ver incontables Tizianos y otras chulerías de arte religioso. Además de la Biennale, hay un montón de galerías y colecciones de millonarios de todos lados que aprendieron que para ser venecianos de adopción (que cuenta como el más antiguo de todos), sólo basta con hacer una buena inversión. Para muestra Peggy Guggenheim y FrançoisHenri Pinaud, amantísimo esposo de una de las estrellitas
rutilantes de nuestro raquítico panorama del “espectáculo”: Salma Hayek. Resulta que los franceses no terminaron de perdonarle del todo a don François-Henri que en lugar de poner su colección de Arte Contemporánea en alguna capital de la cultura francesa, se la llevara a Venecia. Pero es que don François-Henri quería ser veneciano –y lo logró comprando y restaurando primero el Palazzo Grassi y después la Punta della Dogana, recién inaugurada. Con la ayuda de Tadao Ando –un japonés que sólo trabaja con concreto– convirtió los dos edificios clásicos en salas de exposición de última
generación. Lo más impactante ahora en la Punta della Dogana son una serie de maquetas sobre el Infierno según Jake y Dinos Chapman y un caballo de Maurizio Cattelan –lo que cuelga del muro no es la taxidermia de la cabeza, sino todo el cuerpo restante, generando la ilusión de que el animal está cruzando el muro y que saldrá del otro lado. Pero la verdad es que en medio de todo, yo comencé a pensar en otras cosas más bien de logística. No me imagino, por ejemplo, dónde habrán guardado las obras cuando prepararon los edificios para las festividades de la boda de Pinaud con Salma Hayek. ¿O es que los invitados andaban por ahí copita en mano con tanta obra de valor tremebundo? Y que yo pensara y me interesara por esas “nimiedades” –y que no dejara de recordar en voz alta que la Hayek se había hecho famosa en una telenovela en donde era “mala, Teresa,
muy mala” – hizo a mis compañeros de viaje a la Biennal pensar que me estaba volviendo definitivamente loca. Quizá era sólo una manera de defenderme del exceso de estímulos visuales: la Biennale se monta en dos grandes sedes “oficiales” y un montón de edificios cedidos por la ciudad para los países que quieran exponer. Entre estos edificios se encuentran incluso iglesias que son cedidas y vaciadas por unos meses para el ejercicio: algo en mi educación de escuela de monjas no terminaba de entender la entrada de nuevas cosas a los espacios “sagrados”. Pero no siempre me era desagradable. Kurdistan, por ejemplo, expedía certificados de “Ciudadano Extranjero” en una Iglesia muy cerca de la Estación de Santa Lucía. Y en un viejo y decadente palacio otra Teresa mexicana –Teresa Margolles– tenía a un grupo de gente trapeando, cada día a las cuatro de la tarde, una
serie de habitaciones con una mezcla de agua y sangre de personas asesinadas en crímenes relacionados con el narco. Yo salí de ahí con ganas de llorar –no por la calidad de las piezas y los performances, que eran buenos y efectivos– sino por la sensación perenne de desgracia y decadencia del lugar, de la narración, de la imagen que quedaba. No en un Pabellón, sino en la curaduría general dirigida por Daniel Birnbaum, otro mexicano, Héctor Zamora, casi abría la Muestra con un video modificado digitalmente en el que se veía a un montón de Zepellines volar por encima de Venecia – para sorpresa del espectador de la Bienal pero no de los turistas que aparecían en las imágenes, concentrados detrás de sus cámaras en grabar o fotografiar su paso por ahí. Lo mejor de la curaduría de Birbaum – bajo el título “Creando
Mundos”- era que parece ser uno de esos que no cree que el arte tenga que ser terriblemente serio y solemne. En uno de los jardines, por ejemplo, la estadounidense Miranda July puso un montón de “pedestales” en los que la gente se podía sentar a tomarse la fotografía. Todos buenísimos, pero mejor que ninguno aquel que anunciaba: “No nos conocemos, nos estamos abrazando sólo para la foto. Cuando la tomen caminaré lejos, rápido. Ya casi termina”. Nadie se quiso subir conmigo –que era de mal gusto decían. Yo, la verdad, a veces me da la sensación de que tengo poco calibrado el sentido del “buen gusto”. Supongo que es una herencia nacional. Y no, tampoco me tomé la foto en el Rialto.
Gustavo Cerati Sábado 21 de noviembre. 21:00 horas Auditorio Telmex
FIL 2009 Del 28 de noviembre al 6 de diciembre Expo Guadalajara
Si se recuerda la versión al rock and roll de “La Bamba” viene a la mente Ritchie Valens, y cómo no, Los Lobos, una agrupación ya legendaria que es sin duda una de las máximas exponentes de lo que fue y ha sido la mixtura de las culturas mexicana y estadunidense en California, más específicamente en Los Ángeles, la ciudad invitada de honor de la Feria Internacional del Libro. Ritchie Valens murió y se convirtió en mito; Los Lobos aún siguen y construyen su leyenda a fuerza de una larga trayectoria.
La Fuerza Natural trae una vez más a Gustavo Cerati a la ciudad. El más reciente trabajo de estudio del rockero argentino es el pretexto ideal para que en el escenario se lleve a acabo una ritual que conmemora algunas de las viejas glorias de este músico y su extinta banda, así como algunos de los éxitos logrados como solista, que en muchas ocasiones es suficiente para llenar un set robusto y complaciente. Este icono del rock en América Latina está de regreso y hay que ver cómo anda con su Fuerza Natural.
Uno sabe que cuando llega noviembre se debe preparar para asistir a la Feria Internacional del Libro. Sea por gusto de verdad o sólo por no dejar hay que estar allí. Uno se encuentra de todo, no sólo libros, sino rocksatrs, escritores también, gente de diferentes partes del mundo, mucha fiesta, sí, libros también, muchos, muchas editoriales, muchos programas culturales. Bueno, un sinfín de actividades no sólo en la zona de la FIL, sino en diferentes recintos de la Universidad de Guadalajara y otros tantos, de mayor glamour, de esos a los que hay que ir de traje pues, si no se ve uno mal. Pues sí, uno sabe que llega la FIL y hay que ir a engordar la cifra de asistentes, seguramente mayor que la del año pasado. Otra vez un exitazo.
Air Supply Martes 24 de noviembre. 21:00 horas Teatro Diana
Orquesta de Cámara Blas Galindo Miércoles 25 de noviembre. 20:30 horas Paraninfo Enrique Díaz de León
Este par de músicos ha puesto melosos a más de un matrimonio bien armado a estas alturas de la vida. Comenzaron hace casi 35 años su trayectoria, así que los enamorados de por allá de la época de los setenta estará complacida con esta visita. Pero la música de este dúo australiano también ha alcanzado a los hijos de aquellas parejas, es de esos casos de los que trasciende generaciones, por lo que muchos jóvenes conocen creaciones como Sweet Dreams o I Can Wait Forever, algunas de las más conocidas, que corearán padres e hijos y muy seguramente muy melosos ellos.
Guillermo Salvador ha retomado su labor en los escenarios para la música culta, y este mes hace su tercera entrega de música de cámara. En esta oportunidad incluirá en su repertorio creaciones de Elgar y Mozart, para que las cuerdas se hagan sonar para complacer el oído de los asistente que disfrutarán de de un trabajo muy bien montado por parte de esta orquesta que consolida su trabajo y que y en esta tercera presentación de la temporada tendrá las cosas muy bien aceitadas.
Faith No More Sábado 14 de noviembre. 20:30 horas Auditorio Telmex Como avanzada de la comitiva angelina, y que no necesariamente tiene que ver con la FIL, pero que igual son muestra importante de su cultura contemporánea, Faith No More pisará esta ciudad. Lo fanáticos del metal alternativo, se deleitarán con la mezcla de sonidos como el hip hop, el funk o el rock experimental que se unen a las marcadas influencias de heavy metal en estos músicos gringos. Después de un lapso de ausencia, la banda estadunidense regresa a los escenarios y tiene una escala en México.
Escenas de una mentirosa y su perro Sábados 20:00 hrs y domingos 18:00 hrs. Hasta el 22 de noviembre Estudio Diana Dicen los que saben, que la relación más complicada que existe es la de la madre con la hija. En esta pieza escénica ese es uno de los motivos, ya que la puesta muestra cómo una niña de once años, Antonia, teje su percepción de la realidad, una en la que se ve dejada de la mano de su familia, así como de los diferentes ámbitos en los que se desarrolla: desde su casa y la calle, hasta la escuela. La adaptación de este texto corrió a cargo de Daniel Constantini. En el escenario estará la niña problema y desde ella conoceremos su mundo, seguramente muy diferente de que los adultos construyen el suyo y el de ella también.
XV Festival Gourmet Del 12 al 22 de noviembre. Varias sedes Puerto Vallarta-Riviera Nayarit Ya se sabe, y si no sabía se lo informamos, que dos de los sitios donde mejor se come en el país es en Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit. Durante diez días, los restauranteros de la zona hacen una barra suculenta en la tierra limítrofe de Nayarit a Jalisco. La Leche, el restaurante preferido de la KY tendrá una serie de actividades al respecto. Hay que visitar Vallarta y sus alrededores en estos días. Más información en www. festivalgourmet.com.
Underconstruction Estreno jueves 5 de noviembre 20:30 hrs. Temporada miércoles, jueves y viernes del 6 al 20 de noviembre. 20:30 hrs Teatro Experimental de Jalisco En un tiempo en el que nada es estable, llegar a ser es más complicado. ¿Sobre qué construimos lo que construimos? Esas son las preguntas que rondaron la cabeza de la artista Olga Gutiérrez, quien dirige éste, uno de sus trabajos más elaborados a detalle durante varios meses. A partir de las bases que ofrece el teatro danza o el teatro del cuerpo, el elenco de esta puesta en escena reflexionará con el cuerpo y sus movimientos a propósito de todas esas interrogantes.
RECOMENDACIONES
Los Lobos Sábado 5 de diciembre Foro Expo
Poderoso caballero… y más si se viste bien txt: Staff KY imgs: Leslie Martín
¿Qué tienen en común Abraham Lincoln, John F. Kennedy y Barak Ombama, además de la presidencia de Estados Unidos? ¡Va! Pues seguramente muchas más, pero qué tal ésta: todos ellos han sido vestidos por Brooks and Brothers, una marca que se ha distinguido por diseñar algunos de los más elegantes trajes y ropa casual preferentemente para caballero, pero también para damas y niños, con los que se hace gala del buen gusto en cualquier lugar. Ya se sabe de la importancia de verse bien y la marca de la oveja tiene lo necesario para que eso suceda. Así que esta casa con casi 200 años de existencia –nació en 1818- da muestra de la excelencia en el vestir, una característica forjada con el paso del tiempo y que ahora se
comprueba con el estilo y la elegancia que conforman sus creaciones. Todas ellas van de lo formal a lo casual, en las que siempre se distinguen los detalles que las convierten en prendas únicas. Y para tener un mejor acercamiento, las creaciones de Brooks and Brothers llegaron a la ciudad para ofrecerle a los caballeros de esta metrópoli una muy buena opción para abastecer su ajuar, y de qué forma, ya que prácticamente todo el catálogo estará presente. Así que aquel blazer o chamarra que sólo era posible conseguir en Nueva York ahora también estará en México y no será necesario ir hasta Estados Unidos y aprovechar los momentos apresurados para el Shopping.
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Así pues, los asesores de imagen en esta tienda recomendarán las mejores formas para cada cual, y es muy probable que haya una orientación de cómo vestir tal o cual prenda para sacarle mejor provecho cuando se porta. Las mejores combinaciones, las telas más apropiadas, los cortes que van mejor. Los tips para los caballeros están
por doquier, hasta algunos manuales para caballeros están en las vitrinas, allí se revelarán distintos secretos para el hombre elegante que se lleva dentro. La visita a este sitio deja en evidencia la calidad de cada una de las prendas que se exponen. Puede tocarse, olerse,
mirarse con detenimiento y encontrar la excelencia en cada una de las costuras, los detalles que distinguen cada una de las piezas: pantalones, sacos, camisas, etcétera. Comprar en Brooks and Brothers resulta, además, un tanto pedagógico para aquellos interesados en conservar la etiqueta y el buen gusto, ya que los especialistas harán las recomendaciones pertinentes. Los presidentes de Estados Unidos serán recordados por sus atinos y desatinos, por sus buenas y malas obras. Ya se
sabe que luego tienen repercusión en todo el mundo. Pero nadie dirá que los habrá visto mal vestidos, mucho menos en las ceremonias importantes. Allí ha estado presente Brooks and Brothers, han conservado la buena imagen de estos personajes, quienes han derrochado elegancia hasta en los momentos más complicados. Brooks and Brothers está en la ciudad y no es necesario meterse en tantas complicaciones para vestirse bien. Se puede vestir como un presidente de la Unión Americana y, no necesariamente, tener tan agitadas cosas en común, simplemente vestir bien.
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Portafolio:
Kitzia Salgado
http://kitziasalgado.carbonmade.com/ http://www.modelmayhem.com/1137076
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Fotografía: Luis Casillas Ropa: Purpurina Estilismo: Cariño Tavera Modelos: Sianya Cadena y Estefanía Flores
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Falda de piel blanca vintage y torera vintage intervenida, Milagro Clínico
Pág. anterior: vestido, guantes y gorro, Milagro Clínico. Plataformas vintage, Julia Myfair.
Peinado y maquillaje: Milagro Clínico Accesorios: VICTIMO Asitente de coordinación: Julia Myfair Modelo: Melissa Varela Fotografía: Rafael Reynaga Locación: Urbnst - 3316019018
Minivestido de ceda puntos rojos, Milagro ClĂnico
Vestido straple verde metĂĄlico tres cuartos Milagro ClĂnico
S T UA R T W E I T Z M A N S A LVAT O R E F E R R A G A M O DONALD J. PLINER PURA LÓPEZ GIUSEPPE ZANOT TI J U S T C AVA L L I ARCHE VA L E N T I N O BRUNO MAGLI B A L LY
GUADALAJARA: LA GRAN PLAZA, GALERÍAS, PABELLÓN, ANDARES / D.F.: SANTA FE, PERISUR. / CANCÚN: LA ISLA SHOPPING VILLAGE. BOUTIQUES STUART WEITZMAN D.F.: ANTARA POLANCO. / GUADALAJARA: ANDARES.
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