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CONSULTA JURÍDICA

Desde el (re)inicio de la actividad tras la pandemia comenzó una lucha ante los tribunales que, como era de esperar, ha terminado en el Tribunal Supremo, lo sorprendente es que este ha dictaminado que las empresas de hostelería y restauración que tuvieron que cerrar por el estado de alarma a causa del covid pueden beneficiarse de una reducción en la cuota del Impuesto sobre Actividades Económicas, más conocido como IAE. Concretamente, dice la Sentencia que “esta tasa que exigen los ayuntamientos se verá reducida proporcionalmente al tiempo en que sufrieron la paralización total del negocio”.

La Sentencia aclara y deja clara la posibilidad de pedir la devolución a todas aquellas empresas que, como consecuencia del Real Decreto 436/2020 por el que se declaró el estado de alarma, vieron cerrados sus establecimientos y completamente paralizada su actividad económica, aplicando lo establecido en el apartado 4 de la regla 14 del Real Decreto Legislativo 1175/1990, lo que, como he apuntado, conlleva una rebaja de la parte proporcional de la cuota, según el tiempo que se hubiera paralizado la actividad.

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También es importante resaltar que dicha sentencia habla de una devolución de ingresos indebidos y no sobre la posibilidad de recurrir las liquidaciones correspondientes, lo que es importante a la hora del cómputo de plazos, puesto que se podrá presentar reclamación siempre que no hayan pasado cuatro años desde la prohibición de la realización de la actividad económica.

Y, por último, pero no menos importante, la sentencia establece que no es preciso probar la paralización de la actividad económica o el cierre de la empresa, pues dicha situación deviene impuesta directamente de la ley, que la impuso como consecuencia de las medidas sanitarias que se tomaron para intentar paliar los efectos del covid.

Patricia Millastre Valencia. Abogado. Responsable Dpto. Consumo Ilex Abogados, S.L.P. Asesoría Jurídica Horeca.

Tres ambientes distintos, pero con una filosofía compartida, enclavados en el entorno natural del Parque del Agua, con las inmejorables vistas y la tranquilidad que ofrece esta icónica ubicación en Zaragoza. Son algunos de los principales rasgos de Espacio Emboca, un establecimiento que ya vive su tercer año de recorrido y que apuesta por ofrecer un lugar idóneo para celebrar cualquier tipo de evento, ya sea de tipo corporativo o más íntimo, desde cócteles a encuentros más formales. Todo ello, conjugado con la cocina basada en la materia prima de calidad, el producto de temporada y preparaciones con toques de vanguardia.

“En un mismo espacio tenemos muchas opciones”, resume el encargado de Emboca, David Plato. En el exterior, y entre olivos centenarios, se encuentra una zona perfecta para disfrutar, por ejemplo, de unas cervezas tras jugar al golf en el campo que se halla a escasos metros.

También, para degustar unas deliciosas ostras gillardeau con champán o, por qué no, para elegir cualquier producto de la carta si la ocasión invita a ello.

Una vez dentro del local, su amplio espacio acristalado alberga el comedor interior, un entorno que, además, se puede acomodar a las exigencias de cada evento, por lo que resulta ideal tanto para comer o cenar como para albergar encuentros de interior con la mayor comodidad. Y de nuevo al aire libre se encuentra el comedor exterior, donde no solo se puede disfrutar de la gastronomía de Espacio Emboca, sino también ser testigo de “los mejores atardeceres de Zaragoza, son espectaculares”, apostilla el encargado.

El negocio comenzó su andadura hace tres años, justo cuando irrumpió la pandemia de covid. Afortunadamente, las condiciones del espacio permitieron cumplir con las restricciones impuestas a la hostelería de manera satisfactoria. Y, ahora, ya afronta su tercer año de andadura consolidado, sobre todo, en lo que respecta a los eventos corporativos.

Para estas citas, pero también para otras como reuniones familiares, Emboca ofrece “producto de cercanía con toques vanguardistas”, señala su jefe de cocina, Gabriel Morlas, quien matiza que esta oferta siempre se amolda a las necesidades del cliente en cada caso. Un trabajo que desarrollan las cinco personas del equipo de cocina, “siempre” en comunicación con el personal de sala.

Espacio Emboca

Paseo la Noria 3, Zaragoza. Tf: 638 018 116 www.espacioemboca.es

En el municipio altoaragonés de Tramacastilla de Tena se encuentra Lavedán, un establecimiento en el que su jefe de cocina, Sergio Sainz, y su jefa de Sala, Carla Frigolé, descubren a los comensales la gastronomía de montaña en un entorno inmejorable para la ocasión, el pirenaico valle de Tena, a 1.200 metros de altitud.

Ubicado en una antigua cuadra, posteriormente reconvertida en mesón, Lavedán apuesta por recuperar las recetas y los productos de siempre de la zona, aquello que han podido comer sus habitantes a lo largo del tiempo, más allá de las habituales piezas de carne a la brasa que se asocian a los entornos montañosos. “De Biescas para abajo se piensan que aquí solo se comen migas y entrecot y aquí nunca se ha comido eso”, señala Sainz, quien define su propuesta como una cocina propia del entorno, pero pasado por el filtro de la modernidad.

Productos de proximidad y de temporada marcan la carta del restaurante, con referencias como, por ejemplo, el esturión. Se trata de un pescado que puede encontrar con facilidad en la zona, como la trucha, y que se presta al fuego, pues “que agradece la brasa porque es muy graso”. Una iniciativa, la del esturión, de éxito y que no deja indiferente: “A la gente la verdad que le sorprende y es bonito ver que se puede comer un buen pescado en la montaña”.

También, las albóndigas de latón de La Fueva, una preparación que utiliza la carne de este cerdo de montaña pirenaico, recuperado recientemente y ecológico, con un toque de cocina francesa, la salsa café París, acompañada de vegetales y hongos de temporada.

El chef explica que su cocina encuentra inspiración en las técnicas de cocción nórdicas debido a la altitud y los productos disponibles. Él, natural de Sallent de Gállego, conoce bien lo que ofrece el entorno y su recorrido le llevó a formarse a San Sebastián. Allí, en el País Vasco, pudo conocer propuestas hosteleras que se podían extrapolar al Pirineo aragonés. Ahora, Lavedán ofrece esa simbiosis de cocina y espacio en las montañas del valle de Tena.

Lavedán

Calle Navero, 19. Tramacastilla de Tena

Tf: 679 576 154 www.restaurantelavedan.com

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