HOYO DE MANZANARES durante la Segunda República, la guerra civil y el primer franquismo

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HOYO DE MANZANARES durante la Segunda República, la guerra civil y el primer franquismo

ROBERTO FERNÁNDEZ SUÁREZ

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INDICE

Introducción …………………………………………….

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El caso de Hoyo de Manzanares ………………………...

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La situación política en Hoyo de Manzanares durante el periodo monárquico del rey Alfonso XIII hasta 1923

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Bajo la monarquía con dictadura

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La llegada de la Segunda República a Hoyo de Manzanares………………….

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La gestión municipal durante el periodo republicano …………………………

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Hoyo de Manzanares: retaguardia republicana en guerra …………………….

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La retaguardia fuerza las identidades simuladas ……………………………..

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Miedo a lo que venga de fuera: las milicias …………………………………..

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Del comité del Frente Popular a los consejos municipal: el Estado republicano en guerra se instala.

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Creación del sindicato CNT ………………………………………………….

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Policías militares al acecho ………………………………………………….

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La presencia del ejército republicano en la localidad ……………………….

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Los consejos municipales

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El abastecimiento a la población: prioridad de los consejos municipales. …..

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Los primeros años de la postguerra en Hoyo de Manzanares ……………….

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Revanchas personales, denuncias y represión ……………………………….

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La toma del poder municipal en los primeros tiempos franquistas ………….

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Los protagonistas.

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Bibliografía ………………………………………………………………...

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Anexos

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Introducción

El periodo histórico de la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares que se va a analizar en este trabajo corresponde, a grandes rasgos, al surgimiento de un cambio estructural y sus consecuencias que afectó al modo de vivir de sus habitantes. Al igual que otras poblaciones de la sierra de Madrid, la localidad de Hoyo de Manzanares se vio transformada por los efectos directos pero también colaterales de la modernidad representada por la capital de la nación y su cercanía a ella. En efecto, esta modernidad entendida como la puesta en marcha de nuevas formas de desarrollo económico iba a minar, poco a poco, las estructuras económicas, sociales y culturales de los habitantes de una zona serrana de la sierra de Guadarrama. Uno de los efectos transformadores de la modernidad estuvo relacionado con la creación de una red de ferrocarriles con una situación privilegiada de Madrid como centro de un nudo ferroviario que se fue desarrollando a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. Primero se creó la línea férrea de Madrid hacia el norte del país con paradas en Torrelodones y Collado Villalba, entre otras, al norte de esta provincia. La estación de Villalba se convirtió rápidamente en un centro de transporte de materiales de primera necesidad para el desarrollo económico del país del momento: la piedra y la madera 1. Este centro ferroviario fue por lo tanto un nudo para el aprovechamiento de las materias primas existentes en la sierra de Guadarrama como la piedra y la madera. Estas necesidades de materia prima por parte de la capital implicó un desarrollo de infraestructuras cercanas al nudo ferroviario de Villalba como fue el caso de las naves de depósito de madera para su transformación y desplazamiento a Madrid y otros destinos bajo la empresa “los Belgas” que explotaban la madera del valle del Lozoya. En el mismo sentido, se creó el tren de la piedra que unía las canteras de Villalba, Alpedrete, Moralzarzal y Becerril con la estación de Villalba, provocando en dichas poblaciones un cambio importante en la estructura económica de dichas poblaciones citadas con un aumento paulatino de canteros, muchos de ellos abandonando sus labores del campo para convertirse en canteros exclusivos a tiempo completo y otros convertidos en trabajadores mixtos, compaginando las tareas del campo con la cantería en función en las necesidades de cada momento. Como podemos observar los cambios que sufrieron determinadas localidades unidas al entramado ferroviario como medio de transformación se hicieron más importantes a medida que pasaban los años y aumentaban las necesidades de la cuidad de Madrid. Los primeros años del siglo XX fueron testigo del aumento de estas necesidades de materia

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. Ver M.A. Martín (2007).

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prima como la piedra para adoquines con la construcción de la línea férrea entre Madrid y Colmenar Viejo en 1911 2. Pero el desarrollo del tren tuvo otra consecuencia para las localidades de la sierra de Guadarrama. Madrid era una cuidad en aumento continuado de población. Los barrios burgueses creados a consecuencia del ensanche de la capital durante la segunda mitad del siglo XIX, para dar una imagen nueva, moderna e higienista de Madrid se fueron desarrollando al norte de su casco urbano. Primero fueron los barrios de Chamberí hasta el nudo de Cuatros Caminos y más tarde el barrio de Salamanca más al noreste. Grandes espacios entre viviendas de varias plantas separadas de bulevares espaciosos con arboledas destacaban de las viviendas tradicionales del centro urbano. La carestía de la vivienda como consecuencia de esta modernización forzó la expulsión de la población obrera hacia el extrarradio de la cuidad, más allá de dichos barrios burgueses. Más allá de Cuatro Caminos siguiendo la carretera de Madrid hacia Fuencarral y fuera de los límites del barrio de Salamanca hacia el este, se fueron creando barrios obreros y marginales, los de Tetuán y Prosperidad por ejemplo, creando un aro insalubre de pobreza más allá de los barrios burgueses 3. Por ello, las necesidades de las clases burguesas de Madrid como comerciantes, funcionarios del Estado, militares de alta graduación, médicos y abogados, copiando a las élites de las grandes ciudades europeas, derivaron hacia la búsqueda de calidad de vida que Madrid no se lo podía ofrecer pero sí la sierra de Guadarrama: su tranquilidad y su aire limpio. Aprovechando las infraestructuras ferroviarias y el uso motorizado del automóvil que se fue implantando en los años 20 y 30 del siglo XX, determinadas localidades serranas vieron transformadas su estructura urbana con la construcción, generalmente en su extrarradio, de viviendas modernas con jardín y unifamiliares, siguiendo el modelo urbano de la segunda residencia de las capitales europeas del momento. Poblaciones por donde paraba el ferrocarril como Torrelodones, Villalba Estación, Cercedilla entre otras destacaron por la presencia de los llamados “hoteles” desde los primeros años del siglo XX. Dichas construcciones provocaron cambios significativos para los vecinos de dichas poblaciones. Algunos se especializados en mano de obra y otros pocos en pequeños empresarios de la construcción y en función de las necesidades, podían trabajar en tiempo completo a construir los hoteles y en caso contrario, compaginar esta tarea con otras más tradicionales como la de ocuparse del ganado familiar y de cosechar en periodos estivales. Otros vecinos trabajaron como empleada de hogar, otros como vigilantes y algunos más como cuidadores y reparadores (poceros, electricistas, mamposteros etc..). En fin, la estructura social construida de forma tradicional sobre una economía agrícola y ganadera se estaba transformando por estas necesidades de la modernidad procedente de la burguesía madrileña.

2 3

. Ver Colmenarejo García, F. y Fernández Suárez, R. (2007). . Ver Cruz Salanova de la. L. y Hernández Quero, C. (2019) y Pallol Trigueros, R. (2015).

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El caso de Hoyo de Manzanares

Esta localidad no fue de las primeras transformadas por la llegada de la modernidad a esta parte de la sierra de Guadarrama. Debido a su ubicación en la sierra del mismo nombre, quedo algo apartada de los dos ejes ferroviarios, los que conectaban Madrid con el norte del país y el de Madrid a Colmenar Viejo. Poblaciones como Colmenar Viejo y Torrelodones fueron alcanzadas con mayor rapidez por esta modernidad. No es hasta finales de la década de los años 10 del siglo XX cuando Hoyo de Manzanares empieza a conectarse con los elementos significativos de la modernidad representada por Madrid. A principios de siglo XX, esta localidad no había cambiado prácticamente en nada importante en su estructura económica y social desde el siglo XVIII. La encuesta realizada por el Marqués de Ensenada en 1752 puede servir de base para demostrar el escaso cambio social y económico hasta llegar al siglo XX. En dicho año, Hoyo de Manzanares era una población exclusivamente dedicada a la agricultura y la ganadería con condicionantes peculiares relacionados con Madrid. Tenía una población aproximada de 450 habitantes con un caserío compuesto de 80 viviendas y 40 pajares. En cuanto a sus empleos y dedicaciones, la mayoría de la población masculina adulta se dedicaba a la agricultura y la ganadería. 40 personas se dedicaban a ser labrador y ganadero a la vez, actividad mixta en la medida en que las propiedades eran en su inmensa mayoría de pequeñas dimensiones, lo que obligaba a trabajar en ambas actividades de forma modesta, sin grandes extensiones de tierra ni rebaños de ganado de importancia. Ahora bien, debido a estas condiciones y con la presencia cercana de la capital, todas estas 40 personas eran al mismo tiempo conductores de materia prima de la zona hacia la capital, sobre todo piedra, ocupación que se llamaba “trajinante”. Así dice el documento histórico: “No hay arrieros, solo los que se dicen labradores. Tienen sus carretas que emplean en conducir piedras o leña a la Corte en que se emplean 8 meses en cuyo tiempo harán cada mes 5 viajes y cada uno deja 34 reales” 4. No había arrieros en Hoyo de Manzanares, es decir que nadie se dedicaba exclusivamente en trabajar en el transporte de mercancías pero sí estaban los labradores, dueños de carretas, que empleaban un total de 8 meses al año en trabajar en tareas de transporte. Era por lo tanto una actividad nada desdeñable y provechosa para una mayoría de vecinos de la localidad que se habían (re)convertido en transportistas, trajinantes, de piedra y leña para los madrileños. No es de extrañar, de paso sea, que en la leyenda de aparición de la Virgen del Hoyo, imagen venerada en la localidad, quien es testigo de su presencia sobre la copa de un árbol es un “trajinante” como así viene grabado en la imaginería religiosa de esos momentos. La mayoría de los 40 labradores poseían dos carretas propias, un pequeño capital que podemos comparar con la actualidad (con cierta licencia) en poseer dos camiones. “Y son unas 70 carretas que lo demás del año lo emplean en la recolección de frutos como el trigo, centeno, que mucho que huelgan (no trabajan) por nubes, lluvias y tiempo riguroso que no permite salir las carretas”. En el documento histórico llamado 4

. Ver Archivo Histórico Nacional. (AHN). Las respuestas al interrogatorio del Marques de Ensenada.

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“Confirmaciones al Catastro” fechado en 1761, o sea seis años después, los labradores locales afirmaban que “ya no pasan por El Pardo, obligados a dar la vuelta. Por lo que tienen seis meses de trabajo y en cada mes tres viajes. El trabajo del campo, hierbas y recolección de la labor llevan 3 meses y los que tienen criados o hijos en el trajino, se advierte que mucha parte de estos tres meses lo gastan los amos o sus criados en guardar los prados de la caza de El Pardo y todo lo destrozan”. Por esas fechas se estaban construyendo la tapia de El Pardo, lo que obligó a los trajinantes desviarse ya que no podían pasar por dicha localidad, el camino más directo hacia Madrid. En esos seis años, redujeron su tiempo anual para trajinar, aumentando a seis los meses dedicados a la labranza. Los labradores más pudientes tenían criados que hacían las tareas del trajinante mientras que los que no lo eran tanto, ocupaban en ese transporte a sus hijos, lo que convertía el oficio en una tradición familiar. Las demás personas ocupadas de Hoyo de Manzanares a mediados del siglo XVIII eran los jornaleros. En total eran quince los que se dedicaban a trabajar para los labradores y vivían de su jornal en tareas del campo y de la ganadería. No poseían tierras suficientes para dedicarlas a la labranza ni carretas propias para trajinar. En una escala intermedia entre el labrador y el jornalero, estaban los que se dedicaban al trajinar pero no eran labradores. Eran dueños de una carreta para realizar los portes necesarios a lo largo del año cuando había trabajo. No poseían tierras para la labranza. En total eran ocho los dedicados a ello. También debemos incluir en esta categoría intermedia a los siete canteros que existían en la localidad dedicados casi en exclusiva a la extracción de la piedra como Juan García Montalvo que solamente poseía una res de cerda para su propio consumo sin poseer bienes y manteniéndose solamente de su jornal. Finalmente hallamos un solo ganadero de ganado cabrío como fue Francisco Moreno que poseía 150 cabezas de cabras, tres yeguas y un potro en propiedad y cuatro pastores dedicados a su propio y escaso ganado (escasas 50 cabezas) siendo insuficiente para mantener a una familia lo que les obligaba a trabajar de pastor para otros ganaderos labradores más pudientes. Sin olvidar aquellas personas dedicadas al minoritario sector artesanal y educativo, un carpintero, un herrero, un sastre y un maestro de niños y niñas para las necesidades de toda la población. Con el paso de los años, los cambios que se produjeron en las actividades económicas de los vecinos fueron muy leves de tal manera que al llegar a los primeros años del siglo XX las diferencias no eran muy sustanciales. Basta recordar el informe realizado por el cura párroco en 1895 sobre la situación de su feligresía, una visión local muy parecida a lo que sucedió en siglos pasados. Recuerda que “la cuarta parte de la población desde hace años se hayan ausentes toda la mayor parte del año por ser sus medios de vivir la carretería y transportes de leña, carbones, piedras para las grandes poblaciones acudiendo a misa solo en festividades solemnes” 5.

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. En Archivo Diocesano de Madrid (ADM), Informe del cura Francisco Pila el 28 de octubre de 1895, sig: 2989

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Por ejemplo, en el censo de 1930 de la localidad había 557 vecinos, solamente unos 150 más casi doscientos años más tarde. Los trajinantes exclusivos y los mixtos con la labor de labrador se fueron extinguiendo debido a las nuevas modalidades de transporte (el ferrocarril primero y el transporte mecánico más tarde) pero por lo general la economía local seguía en manos de la labranza y la explotación del ganado cabrío y lanar, mejor adaptado a los montes de la localidad. La estructura de las propiedades tampoco había variado con un predominio casi absoluto de pequeños propietarios de fincas no superiores a una hectárea. Un predominio del minifundismo que obligaba a determinadas alianzas entre iguales así como la consolidación de tratos y acuerdos entre propietarios de diferentes niveles sociales. La institución municipal local, en todo ello, tuvo igualmente su protagonismo para perpetuar el minifundismo. Como veremos más adelante, el ayuntamiento durante esa primera mitad del siglo XX, al igual que en épocas pretéritas, subastaba cada año los pastos de las fincas de propiedad municipal para uso de los ganaderos locales, así como donar unas cargas de leña del monte público a cada vecino por igual para sus propias necesidades al igual que para el panadero local, una ayuda importante para mantener el bienestar general ya que el pequeño tamaño de las propiedades no podía permitir la existencia de grandes cabañas de animales y por lo tanto el recurso a estos pastos adicionales era fuente de gran ayuda. La modernidad penetraba poco a poco pero de forma irreversible en la localidad. Bajo el reclamo de la vida sana (aguas puras, aire limpio, tranquilidad) fueron llegando los pudientes madrileños para instalarse durante el verano en la localidad. De forma más tardía en relación con las localidades más próximas, el detonante de la transformación de la localidad en todos los sentidos fue la llegada de los veraneantes. Sobre todo a partir de 1920 en adelante, empezaron a construirse hoteles para determinados madrileños a las afueras del casco tradicional de la localidad forzando en ello un cambio en las estructuras económicas tradicionales. El paradigma local de este cambio fue el caso de una persona de la que hablaremos bastante, un vecino (entre otros más) que supo reciclarse transformándose en un pequeño empresario de la construcción para atender a esta nueva necesidad que procedía de Madrid, estamos hablando del constructor y político local Félix Martínez Crespo.

La situación política en Hoyo de Manzanares durante el periodo monárquico del rey Alfonso XIII hasta 1923.

Los cambios políticos a nivel local fueron de igual factura que las cambios económicos locales apuntados anteriormente a lo largo del tiempo, es decir casi nulos. En el país, después de los avatares políticos iniciados con la expulsión de la reina Isabel II en 1868 y la restauración de la monarquía borbónica después del fracaso de la primera República en 1874, se instaló una forma de gobernanza arbitrada por la alternancia entre conservados y liberales para estabilizar la política del país a cambio de estrangular cualquier tipo de renovación democrática. La Ley Electoral de 1877 plasmó esta necesidad de crear espacios políticos poco o mejor dicho nada propensos a la democratización de la política. El potencial electoral se centraba únicamente en varones mayores de 25 años y con una determinada solvencia económica. Quedaban excluidos

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del sistema a todas las mujeres, a los varones menores de 25 años y a los más pobres. O sea a una gran mayoría silenciosa que daba la espalda a los acontecimientos políticos de la localidad. La parte más activa de la población, una élite determinada de varones, quedaba encuadrada en las redes del llamado caciquismo. El último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX estuvieron profundamente marcados por la era del caciquismo. Cada pueblo, cada cuidad y región del país estaba en manos de unos pocos caciques, líderes locales que amplificaban su poder debido a la necesidad de los diputados provinciales de afianzar su propio poder con sus apoyos en las votaciones pertinentes. Dichos apoyos descansaban en reciprocidades mutuas a la hora de las elecciones locales ya que el diputado provincial muy en consonancia con el gobernador civil provincial tenía capacidad para designar determinados candidatos afines, teniendo en cuenta que en la ley electoral de 1907 permitía el llamado “encasillado” en su artículo 29. Era una fórmula legal que permitía la no realización de elecciones municipales siempre y cuando se presentaba el mismo número de candidatos que de concejales a elegir. Era, por supuesto, una operación fabricada desde los despachos de los caciques, de esa élite política local, para evitar las sorpresas de las urnas y con el mantenimiento de las mismas personas en el poder. Provocaba reiteración de candidatos sin pasar por las urnas, aumentaba la endogamia política local y asentaba el poderío de los caciques. En el caso concreto de Hoyo de Manzanares, el escaso interés por las riendas municipales determinó la reducción de los posibles vecinos interesados en unos pocos que irán repitiendo los cargos a lo largo de las sucesivas renovaciones municipales. En consonancia con el articulado de la ley electoral en vigor, solo podían ser presentados vecinos para concejales en las elecciones quienes habían ocupado dicho cargo en años anteriores. De esta forma, se reducía mucho el abanico de posibilidades para poder presentarse. Y como consecuencia del artículo 29 de dicha ley, los candidatos podían presentarse de mutuo acuerdo entre ellos hasta un total de seis, el número de concejales que le correspondía a este ayuntamiento por el número de habitantes. A veces se llegaba a esta situación si las partes se ponían de acuerdo y a veces no y algunos candidatos se presentaban a las elecciones, dos o tres según los casos, celebrándose pues elecciones parciales. Unos quedaban “encasillados” y otros se convertían en concejales electos. La corporación municipal estaba reducida a seis concejales incluyendo al alcalde en función del número de habitantes de la localidad, aspecto que no se cumplía en muchas ocasiones, con la presencia de cuatro o cinco concejales sin que se sepa el motivo del absentismo. Las sesiones municipales se sucedían cada mes o dos meses con una reiteración de los temas a tratar como la renovación de las subastas de los pastos municipales a los vecinos, censo de quintos, arreglo de alguna fuente etc…siendo el plato fuerte la conjunción entre el pleno municipal y la junta municipal de asociados para elaborar y dar el visto bueno al presupuesto anual. La existencia de dicha junta de asociados se remonta a la ley de ayuntamientos de 1856 donde se señalaba que todos los años los ayuntamientos debían aprobar sus presupuestos con la presencia de una comisión llamada junta municipal de asociados conjuntamente con los miembros del ayuntamiento 6. Es de suponer que esta comisión 6

Ver el caso parecido analizado en mi trabajo sobre Becerril de la Sierra en www.sierracultura. com

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compuesta por determinados vecinos pretendía democratizar el control de las cuentas municipales más allá de los concejales. Por ello, de las funciones más habituales entre la corporación fue el proceso de elección anual de dichos vecinos, su presencia en el ayuntamiento y su papel activo en el control de los presupuestos. Dichos vecinos eran elegidos cada año para fiscalizar y controlar las cuentas municipales. Según la ley municipal, se elegían entre tres secciones que dividía el pueblo, en total seis para coincidir con el número total de concejales. Entre 1904 y 1923, un periodo de casi veinte años correspondiente al reinado del monarca Alfonso XIII se fueron sucediendo una serie de vecinos de la localidad ocupando los cargos del ayuntamiento y los elegidos de la junta de asociados. Durante este periodo, se podrá observar cómo determinados vecinos repitieron en los cargos en las diferentes composiciones municipales que se sucedieron sin pasar por las urnas. Fueron los casos más habituales aunque también existieron casos de repetición de cargos como concejal y miembro de la junta de asociados que pasaron de un lugar a otro. Todo ello daba una sensación de que el ayuntamiento estaba en manos de unos pocos, en manos de una élite política local que se reafirmaba en cada renovación municipal. Todo ello ante la mirada de los demás vecinos poco implicados en esta dinámica. Destacan entre dichos notables, las figuras de Victoriano Blasco Martín, prácticamente presente en todas las corporaciones como alcalde y concejal, Francisco Bernardos Pardo como concejal repetidor y Dámaso García Blasco en el mismo caso entre los más habituales durante esos años. Sin contar que también en años anteriores a 1904 también ocuparon cargos municipales, (algunos fueron los firmantes de las quejas al obispado en 1898 cómo hemos visto anteriormente).

Cuadro nº 1: repetición de cargos municipales entre 1904 y 1923 Nombres apellidos Victoriano Blasco Martín Marcelino García Martín Francisco Bernardos Pardo Nemesio Martínez Crespo Félix Blasco Martín Cayetano Pérez Marcelino Moreno

1909 1912 1914 1916 1918 1920 1922/23

1904

1906

alcalde

Concejal Alc.

Alc.

Alc.

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Alc.

Alc.

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concejal -

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Con.

concejal Con.

Con. Con. Con. Con. -

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concejal -

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Con. Con. -

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concejal Concejal -

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concejal -

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Alcalde

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Hernández Dámaso García Blasco Juan Santos Bartolomé Florencio García Blasco Saturnino Blasco Julián García Domínguez Agustín Blasco Blasco Lorenzo Blasco Martín Cesareo Martín Blasco Juan Moreno García Francisco Contreras Rey Dionisio García Blasco Francisco Bernabé Blasco Anastasio Blasco Martín Esteban Blasco Vega Eulogio Blasco Gómez Cayetano Ruiz García Marcelino García Martín

Concejal -

Con. Con. Con. -

Concejal Con. -

Con. Con.

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Con. Con. -

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Con. -

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Con. Alcl. -

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Con. -

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Con. Con. -

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Con. Con. -

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Con. Con. -

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Con. Con. Con. Con. -

Alc.

Alc.

Con.

Con. Con. Con. Con.

Alc. Con.

Fuente: AMHM. Elaboración propia.

La elección de los miembros de la Junta municipal de asociados de la localidad también debía regirse por las normas de la ley de 1856. Eran elecciones anuales y no se permitía la repetición de nombramientos. Sin embargo, no fue del todo así. Hasta 1924 en que fue eliminada dicha junta por el gobierno de la nación, hubo en el pueblo una serie de

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vecinos que repitieron en este cargo e incluso se pasaron a ejercer de concejal, en un trasvase de personas que consolidaba una pequeña élite política local.

Cuadro nº 2: vecinos que fueron miembros de la Junta de Asociados y también concejales y alcalde entre 1904 y 1923/24.

Nombres y apellidos José Valverde Sánchez Bonifacio Estévez Muñoz León García Blasco Francisco Contreras Rey Dionisio García Blasco Bonifacio Blasco Gómez

Junta de Asociados

Concejal

Alcalde

en 1909 y 1911 En 1904, 1909 y 1911 En 1909 y 1912 En 1904 y 1909 Entre 1916 y 1918 En 1904 y 1916

Entre 1920 y 1922

En 1911

Entre 1906 y 1909

Julián García En 1911 Domínguez Nemesio Martínez En 1912 Crespo Anastasio Blasco En 1916 Martín

Entre 1912 y 1916

En 1898

Entre 1904 y 1906, entre 1909 y 1916 y entre 1918 y 1922

Entre 1916 y 1920 Entre 1922 y 1923

Entre 1918 y 1922

Fuente: AMHM. Elaboración propia

La complejidad del caciquismo local hunde sus raíces en esta anomalía democrática que acabamos de observar, la reiteración de las mismas personas en cargos municipales propiciada por el propio Estado. Se alimentó de ello, extendiéndose a otras personas significativas de la localidad, las que poseían por su cargo y nivel de estudios un lugar para ocupar la categoría de notable entre los locales: hablamos del secretario municipal, muy vinculado al ayuntamiento, el cura párroco, el maestro y el médico, faltando, en esta exquisita lista, el responsable del cuartel de la guardia civil por no haber ninguno en la localidad. Entre ellos cabían las sintonías y acuerdos con lo que la situación local se vería afectada por ello armoniosamente. Pero, al revés, dichas relaciones pudieron provocar todo lo contario. La enemistad entre dichos notables como fuente de conflictos y la ruptura de la armonía entre las partes implicadas eran escenarios posibles. La situación general se resentiría por ello y aflorarían los bandos enfrentados. A finales del siglo XIX, la localidad vivió un episodio de confrontaciones debido a la pérdida de armonía entre dichos notables. Empezó por las relaciones entre el cura Francisco Pila y el maestro Eustaquio Guinea que se volvieron nocivas. Cuando venían

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las misiones al pueblo, el maestro ayudaba a dichos misioneros en tareas de explicación del Evangelio en la escuela lo que provocó la protesta del cura que consideraba que esta función era sólo tarea suya, a pesar de que los misioneros estaban encantados con la ayuda del maestro. Celos profesionales (la iglesia se llenaba durante las misiones mientras que en el resto del tiempo estaba bastante vaciada de feligreses) por un lado pero también entre ambos, el cura y el maestro, que provocaron su ruptura lo que obligó al posicionamiento de los demás. Se conocían perfectamente ya que llevaban ambos más de veinte años en sus respectivos cargos en la localidad. Tal estaban las cosas entre ellos que el cura le quitó su silla reservada en la iglesia para que no fuera a misa y éste se quejó a las autoridades municipales. De inmediato se posicionaron los demás. El secretario se unió al cura mientras que determinados concejales y vecinos apoyaron al maestro. Corría el año 1897 y el malestar aumentó de grado 7. El maestro se fue a las escuelas de las Rozas y su puesto fue ocupado por Niceto Niharra. Pero no se calmaron las aguas por ello. Existía entre los dos notables del pueblo una alianza de importancia, la que unía al cura y el secretario del ayuntamiento, dependiendo de si los concejales y alcalde de turno estuvieran de su parte o no. Entre los primeros tramaron una operación financiera sobre una traída de aguas que tuvo un fuerte recargo adicional sobre el coste inicial que tuvo que pagar los vecinos, un dinero que fue a parar a “bolsillos particulares” 8. Hubo malestar con esta operación tambaleando el pacto entre el párroco y el secretario, considerado “el gran cacique de aquí y puede decirse única autoridad de este pueblo y no sólo amigo del cura Francisco Pila sino que entre los dos eran los dispensadores de todo cuanto les convenía”. Al año siguiente, en 1898, la convocatoria de unas elecciones municipales en las que se cambiaba parcialmente de cargos impulsó al nuevo alcalde, José García Blasco, a comprometerse a investigar el caso citado, obligando al secretario municipal a suspender su trabajo con el ayuntamiento mientras duraba la investigación. Para ello, el nuevo alcalde nombró al maestro Niceto Niharra como secretario habilitado para averiguar dónde estaba el dinero. Con esta decisión, las relaciones entre el alcalde y sus seguidores con el dúo secretario/cura se enfriaron al máximo. Se defendieron de este ataque y por la vía legal (el experto era el secretario, no lo olvidemos), consiguieron apartar al alcalde del caso y de sus funciones con la ayuda de algún que otro concejal que era la mismo tiempo el médico del pueblo. Las espaldas estaban en alto y el ambiente tenso. En mayo de 1899, el maestro Niharra fue atacado por una persona que convivía con el párroco oyendo misa en la iglesia, acto que colocó al párroco como inductor de esta agresión. Así pensaba mucha gente en el pueblo, “el cura en lugar de ser el lazo de unión entre las familias es la manzana de la discordia y el que más contribuye a envenenar las relaciones de todos siendo realmente el que hace de jefe, insultando a todos cuando decía a quien le escuchaba: “no parece sino que todos estáis comprados, se conoce que anda mucho dinero”. Una carta de vecinos explicando lo sucedido solicitaba al obispo de la provincia que se apartara al cura de esta parroquia. Mientras, el párroco Francisco Pila se defendía 7 8

. Todo lo relativo a este aspecto ver ADM, Archivo parroquial de Hoyo de Manzanares, sig: 2989. . Ídem, todo lo entrecomillado que sigue procede de la misma fuente del punto anterior.

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escribiendo al obispado: “el problema está en que tenía muy buenas relaciones con el secretario anterior Pedro Paredes a quien quitaron o tuvo que presentar su dimisión y quitando a éste quisieron quitarme a mí, efectos del caciquismo de los pueblos”. Ambas partes se tildaban de “caciques”, palabra que afloraba a cada vez que surgían casos de corrupción. El obispado desplazó al cura Francisco Pila y vino otro nuevo, Román Plaza Bajo en 1900 mientras que se mantenía en el cargo de secretario a la vez que maestro Niceto Niharra. La tensión acumulada se había desvanecido con la desaparición del dúo Francisco Pila/Pedro Paredes entre los notables de la localidad. Sin embargo, el cambio de cura no era por definición una vuelta segura a la armonía. El nuevo párroco tampoco fue del agrado de muchos vecinos incluidos los notables del pueblo. De nuevo se mandaron cartas de protestas al obispado criticando al cura: “El alcalde, concejales y fiscal municipal y vecinos de Hoyo de Manzanares quieren expresar a VE un disgusto por conocer las miserias del cura ecónomo. Lo hace para resultar un personaje para hacerse jefe de un partido como parece lo consigue compuesto de personas que necesitan las desagravien y guardan resentimientos por haber sido declaradas responsables del pago de cantidades al municipio que tenían sustraídas y enciende las pasiones prometiendo a todo el mundo conseguir no sabemos cuántas cosas, se populariza yendo a jugar a las tabernas, haciendo de su casa un salón de baile y jolgorio, gastando su vino para convidar lo que debía emplear en pagar sus deudas” 9. Los firmantes de este escrito nos son conocidos. Eran concejales y notables de la localidad (ver cuadro nº 1) y repetidores de las firmas de protesta en contra del anterior cura: Dámaso García Blasco, Agustín Blasco Blasco, Esteban Blasco, Cayetano Ruiz García, Victoriano Blasco Gómez, el secretario: Niceto Niharra, León García Blasco, Martin Crespo, Vito García, Vito Blasco, Florencio García Blasco, Francisco Crespo etc…El cura, asimismo, se defendió ante el obispado mandando una carta el 23 de enero de 1902 recurriendo sin nombrarlo al “caciquismo”: “que en el pueblo de Hoyo se hayan las familias muy divididas hace ya tiempo y que uno de los principales en esa división según es público es Niceto Niharra secretario del ayuntamiento y maestro de escuela, por lo que con poca benevolencia a que el cura manifieste hacia la parte contraria, le tendrán ya por jefe del otro dicho bando” 10. El obispo volvió a reubicar al cura conflictivo y nombró a uno nuevo en 1903, Teodoro Sancho Gil. El obispado recibió otra carta el 1 de marzo de dicho año, del alcalde, concejales, juez municipal y vecinos mayores contribuyentes de Hoyo de Manzanares con tono agradecido: “Relevando al cura Plaza como hizo SE vimos alumbrar el sol de justicia. Nos vemos sorprendidos del sacerdote Teodoro Sancho Gil que a pesar de no llevar más de 8 meses al frente de esta, se ha observado su buena conducta, no se ocupaba más que de su iglesia” 11. No era para menos ya que la situación general del pueblo no era buena según el criterio de este grupo de firmantes: “hace años existen en este pueblo luchas intestinas que olvidando los vínculos religiosos y naturales han llegado momentos de ver las familias unas contra otras, que movidas por las peores pasiones apelaron a medios que la religión condena y los hombres honrados rechazan 9

. Ídem. . Ídem 11 . Ídem 10

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indignados siendo los principales motores e instigadores lo que por su misión divina, venían obligados a procurar la paz y unión de las familias” 12, firmando la misma Niceto Niharra, Victoriano Blasco Gómez, Dámaso García Blasco, Nemesio Martínez Crespo, Juan Alonso, Saturio Blasco, Francisco Contreras Rey y Andrés Martínez entre otros. Volvieron los buenos tiempos de tranquilidad en la localidad. En los años 20, llegaban al pueblo un nuevo cura párroco, Wenceslao Moreno Maher y asimismo un nuevo secretario municipal, Cesáreo Herrero Garabaya, ambos personas claves para entender lo que pasará en clave “caciquil” entre 1936 y 1940 en el pueblo tal y cómo comentaremos más adelante.

Bajo la monarquía con dictadura

La monarquía de Alfonso XIII cambió de rumbo en septiembre de 1923 con el golpe de Estado consentido por el monarca bajo la mano absoluta del general Primo de Rivera que se convertía en el caudillo del país, necesitado de mando autoritario con supuestos objetivos regeneracionistas, al menos así lo declaraba el primer patriota, el propio general. Su idea de regeneración se basaba en la existencia de un solo partido oficial admitido, la Unión Patriótica, la creación y el fortalecimiento del orden con el somatén, patrullas vecinales armadas y la censura de partidos regionalistas así como de sindicatos revolucionarios como la CNT. Esta gobernanza de mano de hierro a nivel nacional tuvo sus consecuencias a nivel local. La intención del nuevo gobernador era buscar en el tejido político local a personas de orden con bajo perfil político monárquico. Se buscaba la regeneración ante todo con vecinos conservadores que simpatizaran con el nuevo ideal impuesto por Primo de Rivera. En la sesión del ayuntamiento de Hoyo de Manzanares del 4 de octubre de 1923, el pleno municipal con la presencia de todos sus cargos fue convocado por el comandante del puesto de la Guardia Civil de Torrelodones quien bajo las órdenes del nuevo gobernador civil de la provincia les anunciaba a los presentes la disolución del ayuntamiento y el nombramiento del nuevo. Lo cierto es que los vecinos elegidos para llevar las riendas municipales destacaron por ser personas que no habían participado en la vida política local en los años monárquicos como se puede comprobar en el cuadro siguiente.

Cuadro nº 3 Composición del ayuntamiento de la dictadura de Primo de Rivera (4 de octubre de 1923)

12

. Ídem

14


Nombre y apellidos Juan García Blasco Mónico Moreno Blasco Ramón Estévez Rubio Alejandro García Blasco Gregorio Crespo Lorenzo

cargos Alcalde Concejal Concejal Concejal Concejal

Fuente: AMHM. Elaboración propia

No estarían las cosas claras entre esta nueva corporación nacida de las manos civiles y militares de la flamante dictadura de Primo de Rivera ya que menos de tres meses después de su formación y sin prácticamente tomar ninguna decisión en el pleno municipal, el alcalde Juan García Blasco dimitía y aprovechando la circunstancia, todos los demás fueron depuestos de sus cargos. Algo no funcionaba y había que cambiar a las personas.

Cuadro nº 4 Nueva corporación municipal bajo la dictadura de Primo de Rivera (20 diciembre 1923)

Nombres y apellidos Francisco Molero Bermejo Domingo Martínez Crespo Victoriano Blasco Gómez Saturnino Morcillo Díaz Damián Martín García Dionisio García Blasco

Cargos Alcalde Concejal Concejal Concejal Concejal Concejal

Fuente: AMHM. Elaboración propia.

En la sesión del pleno municipal del 20 de diciembre del mismo año, se realizó el cambio bajo el control del gobernador civil de la provincia. Las características propias de esta nueva corporación se han centrado en la presencia del nuevo alcalde en manos de un militar, Francisco Molero Bermejo. Fue uno de los primeros veraneantes madrileños que se instalaron en Hoyo de Manzanares en busca de mejoramiento de su precario estado de salud. Fue también el primer alcalde militar y el primero en no ser hijo del pueblo. Ésta última característica también debe aplicarse al concejal Saturnino Morcillo Díaz, que era maestro de niños y hermano del entonces vicario y futuro obispo de Madrid. Pero realmente la sorpresa fue la presencia de los demás concejales. Volvían a aparecer determinados cargos del periodo monárquico como Victoriano Blasco Gómez, figura preponderante del periodo anterior así como de Dionisio García Blasco que fue concejal y miembro de la junta municipal de asociados. Recuperar a políticos señeros del periodo monárquico anterior no era el planteamiento regenerador prometido por el dictador Primo de Rivera pero la renovación completa del ayuntamiento solo tres meses después de su nombramiento oficial demostró que esta supuesta crisis (no sabemos más detalles

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al respecto) no se construyó sobre uno de los pilares prometidos de la dictadura, la regeneración política del periodo monárquico anterior. Es más. En abril de 1925, dimitían los concejales Saturnino Morcillo Díaz y Damián Martín García sustituidos por Mariano Valverde García y Julián García Domínguez siendo éste último otro vecino conocido en lides políticas del periodo monárquico anterior. Esta nueva corporación tuvo que afrontar la llegada cada vez más masiva de veraneantes con intención de construir un hotel de su propiedad en la localidad y gestionar aspectos vitales que tenían que ver con la modernización de sus infraestructuras. Para ello era imprescindible que el pueblo tuviera alumbrado eléctrico, que las calles si no todas al menos las principales estuvieran alumbradas para hacer seguro y atractivo la localidad a los forasteros. En este sentido, en la sesión del 26 de abril de 1924, el ayuntamiento nombró a Saturnino Morcillo Díaz representante del mismo para la gestión de la traída del fluido eléctrico al pueblo y alumbrado público con Hidráulica Santillana. Una operación que durará unos cuantos meses pero que dejará a la localidad a la altura de otras poblaciones cercanas por modernizarse. Este gobierno municipal de la dictadura de Primo de Rivera también se encargará de seguir la estela de los anteriores gobiernos municipales respecto a la gestión de peticiones de compra de parcelas de terrenos para los futuros residentes de hoteles. Una de las primeras zonas del término que se planteó para ubicar dichas parcelas para viviendas fue Peña Retama “por ser terrenos de poca rentabilidad ni utilidad práctica” 13. La mentalidad de los gobernantes locales iba en consonancia con el cambio necesario que debía operarse en la localidad para adecuarse a la modernidad que se estaba imponiendo en el pueblo. Los edificios relacionados con usos tradicionales como el llamado corral del concejo donde se guardaban los cerdos ya había perdido algo de su utilidad y sobre todo se había convertido en algo negativo, “los malos olores”, así como la Casa Albergue, lugar donde residían desde tiempo inmemorial los mendigos de paso, también se había convertido en anticuado y, por lo tanto, el ayuntamiento aprobó sus enajenaciones para venderse en subasta pública 14. La salud física del alcalde Francisco Molero Bermejo no daba para más y solicitó su dimisión lo que nuevamente reconfiguró la composición del ayuntamiento, aspecto a destacar puesto que en un año se había cambiado tres veces el ayuntamiento, síntoma de cierta inestabilidad institucional.

Cuadro nº 5: nueva composición del ayuntamiento (diciembre de 1925)

Nombre y apellidos Domingo Martínez Crespo Mariano Valverde García Victoriano Blasco Gómez 13 14

cargos Alcalde Concejal Concejal

Ver AMHM. Acta sesión 8 de diciembre de 1924. AMHM. ídem

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Dionisio García Blasco Julián García Domínguez

Concejal Concejal

Fuente: AMHM. Elaboración propia

El nuevo alcalde se estrenaba con una proclama monárquica y patriótica ya que a propuesta del ayuntamiento de Madrid para todos los ayuntamientos de la provincia, se acordó nombrar al rey Alfonso XIII y a la reina Victoria Eugenia alcalde y alcaldesa honoraria de Hoyo de Manzanares 15. Aquí no terminaban las alabanzas al régimen de la dictadura de Primo. En octubre del mismo mes, el alcalde se lanzó en el pleno municipal en favor del régimen de la siguiente forma: “Que nuestra querida España atraviesa por agudísimos síntomas de lastimosa descomposición. Todos son quebrantos, zozobras e inquietudes. No existía autoridad y por consiguiente orden ni paz ni bienestar que produce. ¿La causa? España entera la conoce. La concepción de los gobernantes. Felizmente para nuestra querida patria, ésta encerraba en su seno un espíritu observador, de voluntad férrea que iluminado sin duda por el Cielo, acechaba el momento de destruir y extirpar el estado de cosas que emponzoñaba a España. Este espíritu es el hoy bienenemérito de la Patria, el gran hombre, el gran Español admirador y venerado de todos el Excelentísimo señor Don Miguel Primo de Rivera y Orbañeja, Marqués de Estella, que con el golpe del 13 de septiembre de 1923 hizo resurgir a España del estado morboso en que yacía. A partir de esta fecha gloriosa, el esforzado hombre con mano diligentísima, tanto como lo permitieron las circunstancias, ha sido primero el restablecimiento del orden social, segundo reformando con mano fuerte y bienhechora todos los organismos que constituyen la administración y gobernación del Estado y tercero, extinguiendo el fervoroso cáncer de Marruecos que parecía incurable y amenazaba aniquilar a España. Ahí están las gloriosas operaciones y victorias logradas por nuestro valeroso ejército, del desembarco en Alhucemas y de la toma de El Abirdir dirigidas personalmente por el esforzado, ilustre e insigne Caudillo. Desde la más alta e importante cuidad hasta el más débil y modesto pueblo en que en todos late anhelante el sentimiento de amor patrio, estamos obligados a demostrar nuestro eterno y profundo agradecimiento a varón tan insigne. (..) Que por tan relevantes servicios préstamos a la patria tenía la alta honra de proponer a la corporación que nombrara hijo adoptivo predilecto de esta villa a Don Miguel Primo de Rivera y por unanimidad acordaron se nombre hijo predilecto de Hoyo de Manzanares al general Primo de Rivera” 16. La localidad de Hoyo de Manzanares quedaba simbólicamente amparada por los monarcas como alcaldes honorarios y al dictador Primo de Rivera como hijo predilecto. Pero el ayuntamiento seguía a lo suyo, en adaptar el pueblo a las necesidades modernas de los veraneantes madrileños. La escasez de viviendas en verano era un hecho. Solo faltaba el modo de corregir esta carencia. La solución estuvo en la creación de una comisión de la policía municipal para convertir los terrenos “en parcelas edificables que evitan que se conviertan en depósitos de inmundicias” mediante un peritaje que tasaba 15 16

. AMHM. Acta sesión 11 de enero de 1925 .AMHM. Acta sesión de 20 de octubre de 1925.

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el precio de la venta de la parcela (normalmente 400/500 metros cuadrados) y que había de ser abonada por el demandante al ayuntamiento, unas 300 pesetas por un terreno de 400 metros cuadrados 17. Las numerosas peticiones por comprar una parcela para edificar aumentaban el presupuesto municipal de manera importante y el peso de sus ingresos le otorgaba un lugar destacado en sus ingresos. Los podemos comparar con los ingresos tradicionales del ayuntamiento, los de las subastas por los pastos de sus fincas municipales como la finca los Atillos que se arrendaban al año por 1.500 pesetas, la Cerca Cabildo por 1.100 pesetas, la cerca de las Viñas por 1.000 pesetas y el Monte Egido por 1.500 pesetas 18. La suma de todos estos ingresos podía suponer el equivalente a la petición de entre 10 y 13 parcelas para edificar, una cantidad que normalmente se superaba a lo largo de un año. El ayuntamiento conseguía mediante estos ingresos aumentar las arcas municipales, una fuente nada desdeñable que contribuía al aumento de su presupuesto. Y quien dice mayor presupuesto piensa en incidir en mayores gastos relacionados con solucionar las necesidades de los veraneantes. Después de iniciar los trabajos para traer el alumbrado público en las calles de la localidad, convertir terrenos insalubres en parcelas edificables, otro gran reto asomaba en los despachos del alcalde: la llegada del agua corriente a los hoteles. Aquí tuvo un papel preponderante el médico titular el pueblo, Joaquín Ruiz Heras, ya que tenía la intención de instalar un sanatorio privado en la localidad pero para ello necesitaba la modernización de las acometidas de agua para su negocio. En periodos estivales, cuando más veraneantes acudían a la localidad, el abasto de agua se había convertido en un problema. En su sesión de 6 de marzo de 1927 el alcalde Domingo Martínez Crespo apuntaba lo siguiente: “Se estudia la manera de abastecer de agua potable a la localidad y se carece de ella en periodo de verano y un prejuicio para la salud pública, y si no ha llegado a graves problemas es debido a las condiciones sanatoriales que se le están reconociendo a nuestro municipio dada la afluencia de veraneantes que tiende a pasar el verano en colonias. Por lo que es preciso construir un lavadero público” 19. Este lavadero público estaba pensado como centro del reparto del agua canalizada por la población con su red de canalizaciones y la creación de alcantarillado de arroyos que aparecían por las calles en periodos de lluvias. Se pensó pedir un préstamo al ministerio de Fomento que se encargaría del 50 % total del gasto mientras que el restante lo asumiría el ayuntamiento en un gasto aproximado de 130.000 pesetas, cantidad aliviada gracias a las gestiones del médico citado anteriormente que consiguió una subvención de 10.000 pesetas de la Dirección General de la Sanidad 20. Además el inicio de estas obras supondría un desahogo para paliar la crisis del paro obrero, siendo por primera vez que aparecía en los documentos una referencia a este

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AMHM. Acta sesión de 2 de noviembre de 1926. AMHM. Acta sesión de 19 de marzo de 1929. 19 . Ver AMHM de dicha sesión. 20 . Ver AMHM, acta sesión del 6 de marzo de 1927. 18

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problema de raíz económica pero con fuertes connotaciones sociales 21. Dos años más tarde, en julio de 1929, quedarían inauguradas las instalaciones de aguas 22. Después del abastecimiento del agua, de la salubridad del lugar y de las instalaciones del alumbrado eléctrico, faltaba otra reforma para adaptar los parajes de la localidad a las necesidades de los veraneantes: el aparcamiento para vehículos privados. El acercamiento a esta población se realizaba principalmente mediante vehículo y la gran afluencia de veraneantes y usuarios del sanatorio obligó a pensar en adaptar determinadas zonas para aparcamiento. Así lo afirmaba el alcalde: “El perímetro de esta localidad se encuentra necesitado de espacios de terreno donde el turismo hoy tan incrementado pueda descansar con sus coches sin impedir el tránsito en la carretera y teniendo en cuenta las visitas que ha de tener el sanatorio que se halla en construcción se necesita una explanada” 23. Dicho sanatorio que se estaba construyendo en 1929 había tenido el permiso municipal en 1927 cuando se pidió licencia por parte de Agapito Herrero Garabaya (hermano del secretario municipal) para la apertura de un sanatorio antituberculoso sito en los Arroyuelos con el nombre de sanatorio antituberculoso los Picachos 24. En definitiva, las necesidades propias de la capital fueron un elemento determinante para el devenir de esta localidad. La piedra local, tan necesitada para la construcción palaciega de la capital durante los siglos XVII y XVIII, volvió a interesar a determinadas empresas extractoras, sobre todo el pórfido para adoquinar las calles de muchas cuidades españolas. Al igual que las vecinas Colmenar Viejo y Chozas 25, las canteras de pórfido fueron subastadas por el ayuntamiento a determinadas personas y empresas. Según su tamaño, el interesado podía ser un individuo que se comprometía a pagar al ayuntamiento el pago por su explotación como fue el caso de la explotación de las canteras de la colada de las Viñas llevadas por Casimiro González García vecino de Colmenar Viejo 26 o al vecino Marcelino García Martin en el que el ayuntamiento le otorgó la concesión de explotación de un filón de pórfido a razón de 3 pesetas por metro cúbico de piedra en el monte Cerca de Viñas y de las canteras de Carboneros 27. La caída del dictador Primo de Rivera obligó al monarca Alfonso XIII a prometer la vuelta al sistema de elecciones para elegir a los mandatarios locales y nacionales, todo ello pensado para 1931, empezando con las elecciones municipales otorgando al general Berenguer el mando para llevar a cabo esta transición política. En la sesión municipal de 25 de febrero de 1930, el gobernador civil de la provincia obligaba al cambio de los concejales y alcalde del ayuntamiento con la elección de una nueva corporación entre los siguientes cuatro vecinos como máximos contribuyentes: Matías Gómez García, Francisco Molero Bermejo, Damián Martin García y Florencio García Blasco y cuatro ex concejales que obtuvieron los mayores votos desde las elecciones municipales de 1916: Dámaso García Blasco (en 1916), Eulogio Blasco 21

. Idem. Ver AMHM, acta sesión de 10 de julio de 1929. 23 . Ver AMHM, acta sesión de 28 de abril de 1929. 24 . Ver AMHM, acta sesión de 15 de octubre de 1927. 25 Ver Los primeros proletarios y Chozas de la sierra 26 Ver AMHM, acta sesión de 20 de agosto de 1927 27 Ver AMHM, acta sesión de 11 de mayo de 1928 22

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Gómez (en 1920), Dionisio García Blasco (en 1920) y Cayetano Ruiz García (en 1922) 28. En votación secreta, fue elegida la nueva corporación de forma provisional hasta las elecciones de abril de 1931.

Cuadro nº 6: composición del ayuntamiento provisional de 1930

Nombre y apellidos Cayetano Ruiz García Dámaso García Blasco Dionisio García Blasco Florencio García Blasco Eulogio Blasco Gómez

Cargos Alcalde Concejal Concejal Concejal Concejal

Antiguos cargos Alcalde 1922/23 Concejal 1916-1920 Concejal 1918-1922 Concejal 1909-1912 Concejal 1920-1923

Fuente: AMHM. Elaboración propia.

Todos los elegidos mediante voto secreto entre todos los candidatos habían sido miembros del ayuntamiento pero todos ellos de época monárquica. No había ningún representante del periodo de la dictadura de Primo de Rivera a modo de demostración que este ayuntamiento realmente no tenía nada que ver con el periodo anterior. Por otro lado, de los cinco elegidos, cuatro habían sido concejales electos y no “encasillados”, otra muestra de demostrar que este periodo nuevo que suponía el año 1930 iba a ser diferente, sin relación con los vicios del periodo anterior. Como muestra palpable de distanciamiento del periodo anterior, este ayuntamiento como todos los demás del país estuvo obligado de revisar las cuentas municipales de los años 1925 a 1929 y darles el visto bueno en pleno. Las sesiones municipales del 30 de octubre y siguientes se dedicaron exclusivamente a estudiar dichos presupuesto, año por año, y aprobarles 29. Este ayuntamiento no tuvo mucho tiempo para desarrollar sus capacidades de gestión por su carácter provisional. Sin embargo es de destacar que siguió la línea de las anteriores corporaciones: adaptarse a la modernidad mediante la propuesta de nuevas infraestructuras. Como así lo comenta el alcalde en la comisión permanente en compañía de los dos tenientes alcaldes: “Siendo un sentir general en el pueblo la necesidad de un teléfono y debiendo procederse al tendido de tubería para el abastecimiento de agua a domicilio y aprovechándose de ello, se solicita al alcalde que en el siguiente pleno se proceda a dar inicio esta petición” 30. Después del agua, de la 28

. Ver AMHM, acta sesión 25 de febrero de 1930 . Ver AMHM, acta sesión del 30 de octubre de 1930 30 . Ver AMHM, acta sesión comisión permanente de 3 de abril de 1930. 29

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salubridad del lugar, del alumbrado público, llegaba el teléfono. Aún no el individual sino una oficina pública de teléfono para uso de todos los vecinos. El médico titular, Joaquín Ruiz Heras, una vez conseguido su sanatorio con su abastecimiento de agua particularizado y un espacio propio para aparcamiento de vehículos, dejó vacante dicha plaza para irse a Carabanchel. Su sustituto, el médico Luis Leguina Juárez, no fue del agrado de los vecinos y protestaron por sus servicios y sus ausencias. En consecuencia, vista la queja de los vecinos por carta, el ayuntamiento le apartó del oficio y nombró a otro médico que ya conocía el pueblo por trabajar con su hermano en el sanatorio y que tendrá un papel relevante en la historia de esta localidad a partir de 1936 en adelante: José María Ruiz Heras. La última sesión del pleno municipal antes de las esperadas elecciones municipales del 12 de abril de 1931 trató un aspecto importante. Debido al aumento de la población, los vecinos iban a contar con un concejal más, siete en total y así se quedaba en claro en las actas para que se tuviera constancia a la hora de proclamar candidatos para ser elegidos 31.

La llegada de la Segunda República a Hoyo de Manzanares.

Se presentaron más candidatos que las siete plazas a cubrir, una muestra de la expectativa creada por la existencia de esta convocatoria electoral. Fueron en total trece los vecinos que se presentaron siendo convocado el pueblo a votar el 12 de abril de 1931. Se suponía que iban a ser unas elecciones más, tal vez diferentes por las promesas del monarca en olvidar la dictadura de Primo de Rivera. La forma de votar era nominal, es decir que cada vecino con derecho a voto podía emitir un solo voto a cada uno de los candidatos que eran de su interés. Curiosamente se presentaron unos candidatos, en su mayoría, que nunca se habían presentado a unas elecciones. Eran sabia nueva tal vez debido al esperanzador año de 1930 por alcanzar estas prometidas elecciones municipales.

Cuadro nº 7: resultados de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931

Nombre y apellidos Domingo Martínez Crespo

Nº votos 58

Agapito García Martín Mónico Moreno Blasco

57 56

Ignacio Martínez Contreras

55

31

Historial Alcalde entre 1925 y 1929. Periodo dictadura Primo de Rivera Concejal unos meses en 1923. Dictadura Primo de Rivera -

. AMHM, ver acta sesión del pleno de 15 de marzo de 1931.

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Félix Blasco García Damián Blasco Martín Ramón Estévez Rubio

52 45 43

Victoriano Gómez Blasco Gervasio García Blasco Serafín Baelo Navarro Francisco Molero Bermejo

43 43 37 1

Francisco Vecino Huerga Facundo Baelo Trigales

1 1

Concejal unos meses en 1923. Dictadura Primo de Rivera Alcalde unos meses durante la dictadura de Primo de Rivera -

Fuente: BOPM del 3 de junio de 1931. Elaboración Propia

Debido a dichos resultados, el séptimo candidato debía ser elegido a sorteo entre los elegidos en la primera sesión del pleno municipal puesto que había tres empates para una sola plaza. Pero es de destacar que de los demás elegidos la mayoría era personas que nunca se habían presentado. Por otro lado, de los candidatos más votados destacaron figuras señaladas del periodo de la dictadura de Primo de Rivera. Estos dos aspectos, tal vez contrapuestos, demostraron el sentir general de los vecinos que votaron ese día. La primera sesión, el 18 de abril de 1931, del pleno municipal después de las elecciones fue testigo de un cambio radical en la nación. El monarca Alfonso XIII que había sentido el resultado de las elecciones municipales como un plebiscito a su figura, renunció a la Corona y se fue a Italia. El 14 de abril, ante esta situación, las Cortes bajo el empuje de los republicanos declararon la República de forma provisional hasta su ratificación en las urnas para junio del mismo año. Por lo tanto, se había cambiado de forma de gobernar en solo dos días, sin ningún tipo de altercados ni violencia, algo inusitado hasta ahora en este país. Se presentaron el 18 de abril los candidatos electos para formalizar la composición del ayuntamiento pero no se pudo realizar debido a la ausencia sin justificar del candidato electo Mónico Moreno Blasco. Se acordó posponer hasta el pleno del 2 de mayo para nombrar el nuevo ayuntamiento 32. Al siguiente pleno, el del 2 de mayo, se volvieron a juntar los candidatos electos pero tampoco se presentó Mónico Moreno Blasco lo que forzó la situación y la decisión de los presentes en realizar la elección de cargos. Entre los candidatos, lo primero que se realizó fue el sorteo de los candidatos empatados a votos siendo elegido de esta forma Gervasio García Blasco y con los restantes cinco candidatos eligieron al alcalde y a los dos tenientes de alcalde.

Cuadro nº 8: composición del ayuntamiento surgido de las elecciones del 12 de abril de 1931. 32

. Ver AMHM, acta sesión el 18 de abril de 1931.

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Nombre y apellidos Félix Blasco García Ignacio Martínez Contreras Agapito García Martín Damián Blasco Martín Domingo Martínez Crespo Gervasio García Blasco

Cargo Alcalde 1º teniente alcalde 2º teniente alcalde Concejal Concejal Concejal

Fuente: AMHM. Elaboración propia

En las votaciones secretas no hubo unanimidad. Todos los candidatos fueron elegidos por cinco votos y dos en blanco, una muestra de pequeña discrepancia interna dentro de este grupo de concejales. No tuvieron mucho tiempo para legislar ya que hubo de convocar un pleno extraordinario el 23 de mayo porque el día anterior el ayuntamiento había recibido un telegrama del nuevo gobernador republicano de la provincia, Eduardo Ortega y Gasset, para nombrar una comisión gestora que dejaba sin efecto la anterior corporación y celebrar nuevas elecciones municipales previstas para el 31 de mayo. La composición de dicha comisión gestora ya la presentaba el propio Gobernador en su escrito y lo único que había que hacer era convocar el pleno para la elección del nuevo alcalde con nueva composición 33. Todo parece que fue un golpe de mano del Gobernador. Con toda seguridad, no le pareció muy correcto que el pleno eligiera nuevo ayuntamiento con un candidato ausente y forzó un cambio con esta imposición de comisión gestora.

Cuadro nº 9: Composición de la comisión gestora provisional impuesta por el Gobernador Civil el 23 de mayo de 1931.

Nombre y apellidos Damián Blasco Martín Leoncio García Domínguez Serafín Baelo Navarro Isidro Pérez Pedregal Félix Martínez Crespo Agapito García Martín Félix Blasco García

Cargo Presidente gestora Gestor Gestor Gestor Gestor Gestor Gestor

Fuente: AMHM. Elaboración propia.

No sabemos el origen de esta lista que presentó el Gobernador Civil pero podemos destacar que efectivamente son siete los miembros en concordancia con el censo de la 33

. Ver AMHM, acta sesión del pleno de 23 de mayo de 1931.

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localidad. Por otro lado, todos fueron elegidos por unanimidad. Así mismo, de los siete, cuatro fueron candidatos electos de las recientes elecciones del 12 de abril mientras que los tres restantes eran nuevos en todos los sentidos: Leoncio García Domínguez, Isidro Pérez Pedregal pero sobre todo Félix Martínez Crespo, persona que tendrá gran influencia en el futuro inmediato. Quedaban desbancados, tal vez como un castigo por la gestión anterior por considerarles responsables, Domingo Martínez Crespo, Gervasio García Blasco e Ignacio Martínez Contreras. La repetición de las elecciones municipales se realizó el 31 de mayo de 1931. Esta vez se presentaron catorce candidatos para siete plazas para elegir. De la comisión gestora, se presentaron todos sus miembros menos dos: Isidro Pérez Pedregal y Serafín Baelo Navarro. Pero también repetían los candidatos que habían empatado pero sobre todo el escurridizo y ausente Mónico Moreno Blasco. Sin faltar ausentes de las elecciones del 12 de abril: Cayetano Ruiz García y Juan Moreno García, cargos monárquicos en los años 1916-18 y 1922-23.

Cuadro nº 10: Resultados de las elecciones municipales repetidas del 31 de mayo de 1931

Nombre y apellidos Félix Martínez Crespo Mónico Moreno Blasco Félix Blasco García Agapito García Martín Ignacio Martínez Contreras Victoriano Gómez Blasco Gervasio García Blasco Damián Blasco Martín Ramón Estévez Rubio Leoncio García Domínguez Florencio García Matías Gómez Cayetano Ruiz Garcia Juan Moreno García

Nº de votos 55 55 53 52 52 48 46 43 43 42 1 1 1 1

Fuente: BOPM 3 de junio de 1931. Elaboración propia.

En la sesión del 6 de junio de 1931, se procedió a la elección de los siete candidatos con más votos para elegir alcalde y demás cargos. Es de resaltar que Damián Blasco Martín y Leoncio García Domínguez, alcalde y gestor de la efímera comisión gestora quedaron por debajo del umbral de votos del séptimo concejal y, por lo tanto, los grandes perdedores de dichas elecciones. Esta alteración, como resultado de la composición de

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estas segundas elecciones, no le sentó nada bien a Damián Blasco Martín ya que por ello denunció en el juzgado de Colmenar Viejo al ganador Félix Martínez Crespo 34. Todos los candidatos fueron elegidos por cinco votos y dos en blanco para la composición interna del ayuntamiento. No hubo unanimidad tampoco esta vez. Los dos votos en blanco correspondían a los dos candidatos con sensibilidades republicanas, Gervasio García Blasco y Victoriano Gómez Blasco que ya se postulaban como oposición a una mayoría conservadora de origen monárquico.

Cuadro nº 11: composición del ayuntamiento republicano del 6 de junio de 1931.

Nombre y apellidos Félix Martínez Crespo Félix Blasco García Mónico Moreno Blasco Agapito García Martín Victoriano Gómez Blasco Gervasio García Blasco Ignacio Martínez Contreras

Cargos Alcalde 1º teniente 2º teniente Concejal Concejal Concejal Concejal

Fuente: AMHM. Elaboración propia.

De hecho, por esas fechas no existían partidos políticos ni sindicatos en la localidad. Por lo tanto, la adopción ideológica hacia determinados partidos o sindicatos se fue realizando en esta localidad, poco a poco. La llegada de la República había abierto las puertas para la visibilidad de nuevas identidades políticas que no habían existido en periodos anteriores. No fue de forma inmediata sino más tarde, unos pocos años después, cuando se fundaron en el pueblo oficialmente un partido político y un sindicato en sintonía con los nuevos tiempos republicanos. Como veremos más adelante, no fueron mayoritarios. La gran mayoría, silenciosa, seguía siendo conservadora, muy arraigada a la tradición monárquica representada por determinadas personas, los notables de pueblo y no en partidos afines ni asociaciones católicas que no existieron en la localidad durante este periodo. Los concejales mayoritarios, con o sin tradición en la gestión municipal, eran conservadores y de tradición monárquica. La implantación de la República en la localidad no supuso un cambio radical en los ideales de sus vecinos, sobre todo aquellos con ocupaciones municipales. En otras localidades, esta élite política de origen monárquica procuró adaptarse a las nuevas circunstancias del régimen republicano. Para ello tuvieron varias opciones. Una fue denominarse republicanos independientes como así se hizo en la vecina Torrelodones. En otros casos, se afiliaron al partido de Azaña, Acción Republicana, para pasar desapercibidos. Pero la mayoría de los casos de 34

. Para más detalles ver Archivo Histórico Nacional (AHN)

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pequeñas poblaciones como Hoyo de Manzanares fue declararse independientes a secas hasta que, unos pocos años más tarde, se fueron afianzando los partidos de derechas y con ello afiliarse a alguno de ellos en particular. Lo que no fue el caso de la mayoría de nuestros concejales conservadores, el alcalde Félix Martínez Crespo a la cabeza. Mantuvieron su perfil bajo y poco comprometido de independientes.

La gestión municipal durante el periodo republicano

La andadura de Félix Martínez Crespo como alcalde a partir de junio de 1931 no había empezado con buen pié. La repetición de elecciones no había creado un buen ambiente entre determinados concejales electos. El más perjudicado, Damián Blasco Martín, se quedó sin concejalía después de haber sido el favorito del grupo de concejales de la comisión gestora mientras que las denuncias interpuestas con Félix Contreras Crespo dejaron sus huellas. Un año después, el mismo Damián Blasco solicitó al ayuntamiento el permiso para construir una casa colindante a las Eras. La respuesta del ayuntamiento fue “que debía presentar una nueva instancia con más detalles de la obra” 35. Seis días más tarde, comentaba el alcalde en el pleno “como Damián Blasco siguió con la obra haciendo caso omiso a nuestra notificación se le insta a parar las obras infringiendo el artículo 580 del Código Civil y que proceda en 15 días en tapiar todo lo que ha abierto” 36. ¿Negligencia por parte de Fausto Blasco o venganza simulada por parte del ayuntamiento (o sea el alcalde)? Lo cierto es que Félix Martínez Crespo se volvió a encontrar con una denuncia, esta vez procedente de los dos concejales de tendencia republicana, Gervasio García Blasco y Victoriano Gómez Blasco. Ambos habían denunciado al alcalde y al concejal Mónico Moreno Blasco de prácticas fraudulentas aprovechándose de sus condiciones de alcalde y concejal. En efecto, Mónico Moreno subastó, en 1929 para dos años, los pastos de las Eras y Félix Martínez fue su fiador. Para los denunciantes, habían actuado aprovechándose de sus cargos actuales para seguir utilizando dichos pastos. Después de las explicaciones del alcalde y su posterior compromiso de renunciar a seguir siendo su fiador, el resto del pleno aceptó las disculpas y consideró que no había incompatibilidad 37. Esta decisión no fue del agrado de los dos concejales denunciantes y desde entonces no volvieron a aparecer en los plenos municipales salvo en algunas excepciones para ejercer su voto en contra del alcalde y de su grupo mayoritario hasta la primavera de 1936, o sea prácticamente durante todo el periodo republicano. Mientras tanto, gobernando con sus afines, el alcalde sí que aprendió de este conflicto. Como empresario constructor, a cada vez que se trataba en el pleno de acuerdos relativos a la construcción de viviendas en las que estaba implicado, no participaba de las votaciones saliéndose del pleno, por si acaso… Este gobierno municipal siguió las mismas pautas que los anteriores respecto al fomento de las construcciones. A lo largo de sus cinco años gobernando, fueron habituales las 35

. Ver AMHM, acta sesión 22 de abril de 1932. . Ver AMHM, acta sesión 28 de abril de 1932. 37 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 2 de septiembre de 1932 36

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sesiones del pleno municipal donde se aprobaban parcelas para edificar. Pero esta vez no se empleaba tanto el argumento de la modernidad y del progreso sino la posibilidad de dar trabajo a los obreros en paro de la localidad como en marzo de 1933 donde se aprobó la creación de 40 parcelas para construir hoteles: “se aprueba cesión de parcelas para edificar para beneficio del pueblo y de la clase trabajadora” 38. La crisis del paro obrero fue un elemento a tener en cuenta en las decisiones de este ayuntamiento. El fomento de la construcción fue uno de los objetivos del alcalde para intentar paliar dicho paro. Los propios obreros por mediación del sindicato UGT (sin precisar si era local o comarcal, aunque me inclino en pensar que fue la comarcal ya que todo parece indicar que la local se fundó en 1936 como veremos más adelante) entregaron un escrito al alcalde en enero de 1934 donde “solicitan la pronta construcción de un depósito de aguas y que se concedan las licencias para edificar a quienes lo tienen solicitado para poder trabajar” 39. Fomentar la construcción para dar trabajo a los obreros por parte de un alcalde que era a su vez constructor era motivo, como poco, de sospecha, sobre todo si la estrategia más generalizada utilizada por los ayuntamientos fue el empleo de la décima siguiendo las instrucciones del gobierno y de los sindicatos pero, en Hoyo de Manzanares, el propio alcalde fue reticente en dicho empleo. Esta décima consistía en gravar a los vecinos más pudientes un impuesto suplementario que iba a parar al fomento de obras públicas, controladas por el ayuntamiento y los sindicatos para paliar el paro. En diciembre de 1931, el ayuntamiento recibe un escrito de Fomento preguntando si han decretado la décima en la localidad. La contestación del alcalde fue aclaratoria: “No se realiza sobre las contribuciones industriales por ya estar grabadas por el ayuntamiento con un 32 por ciento” 40. Esta negación por emplear la décima podía llevar al alcalde y su grupo a enfrentamientos con la administración republicana y con los sindicatos. Fue una apuesta arriesgada por parte del alcalde. Cambiando de parecer (forzada o voluntariamente), el pleno se abrió a una solución: “Se solicita crear una comisión gestora compuesta por el alcalde, los concejales Mónico Moreno y Ignacio Martínez con dos contribuyentes y dos obreros: Ruperto Blasco Moreno y Nemesio Moreno Martínez para estudiar la décima para paliar el paro obrero” 41. Las reuniones llegarían a buen puerto porque en noviembre de 1932, la comisión de la décima ya funcionaba: “Esta comisión gestora para la aplicación de la décima del paro obrero mandó arreglar la calle de la Paloma, y una vez acabado se pondrán a arreglar aquellas calles que más lo necesitan” 42. Esta comisión funcionó hasta el 18 de julio de 1936, con la intención de dar trabajo a los parados con obras públicas. El ayuntamiento y en su defecto el alcalde recibía cantidades de dinero procedente de este impuesto y desde el ayuntamiento se repartía las tareas y los sueldos para los obreros. Pero este procedimiento no le gustaba al alcalde y sus afines. Intentó por todos los medios que no se computara este impuesto, 38

. Ver AMHM, acta sesión del pleno de 3 de marzo de 1933. . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 19 de enero de 1934. 40 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 11 de diciembre de 1931. 41 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 8 de abril de 1932. 42 , Ver AMHM, acta sesión del pleno de 15 de noviembre de 1932. 39

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incluso desde el ayuntamiento: “Solicitan al director general de propiedades y contribuciones territoriales sea suprimida la décima por considerar suficiente la tributación sobre la riqueza” 43. El alcalde no pudo con ello y tuvo que aceptar esta aplicación de la décima. Las presiones gubernamentales y de los sindicatos pudieron influir en ello como en el hecho de que el alcalde aceptara: “la creación del registro local de colocación obrera según la ley de 27 de noviembre de 1931 y convocar a patronos y obreros a fin de constituir la comisión inspectora de dicho registro” 44. En el fondo, lo que más apremiaba era evitar una larga lista de parados locales. Este registro local de colocación obrera fue un intento para organizar el fomento de empleo para los obreros nativos. La obra pública (arreglo de calles, canalizaciones, reformas edificios públicos) y la construcción de hoteles fueron modos elegidos para paliar el paro obrero local. También la extracción de la piedra lo fue. En busca permanente de pórfido, las empresas solicitaban explotar las canteras existentes buscando la autorización municipal para ello como “la empresa Ginés Navarro que solicita la explotación de canteras de pórfido de la colada de las Viñas y el ayuntamiento acuerda que por aminorar la crisis del trabajo serán preferidos los obreros capacitados de la localidad para la explotación de canteras de pórfido” 45. Otra empresa importante, como Puricelli que también operaba en la extracción del pórfido en Colmenar Viejo, solicitó al ayuntamiento la explotación de la cantera de las Viñas 46 o a la empresa la Bilbaína de firmes especiales la explotación de filones de pórfido en los llamados cuarteles de Trofa y Berzosa 47. Finalmente, para acabar este apartado sobre la corporación municipal durante el periodo republicano, el ayuntamiento consiguió que “la Dirección General de Educación construirá dos escuelas unitarias por valor de 51.000 pesetas de las que la Dirección pagará 40.000 pesetas y el resto el ayuntamiento” 48, después de haber intentado conseguir ayudas vecinales por otros medios como la de Nemesio Martínez Crespo, hermano del alcalde, que donaba una casa de su propiedad para construir la deseada escuela infantil 49. En diciembre de 1933, se celebraron elecciones a Cortes después de un periodo legislativo de dos años bajo la batuta republicano-socialista. Los resultados electorales en Hoyo de Manzanares fueron un espejo de las opiniones e ideas de sus vecinos y dieron como resultado los siguientes datos. Era la primera vez en las que se podía valorar el voto general de la localidad en unas elecciones generales:

Cuadro nº 12: resultados de las elecciones a Cortes de diciembre de 1933 43

. Ver AMHM, acta sesión del pleno de 9 de marzo de 1934. . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 13 de septiembre de 1935. 45 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 24 de noviembre de 1931. 46 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 27 de junio de 1933. 47 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 13 de julio de 1934. 48 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de29 de diciembre de 1932. 49 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 14 de agosto de 1931. 44

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Censo electores: 303 Candidaturas de izquierda: Nº de votos: 30 Nº de votos en blanco: 4

Votantes: 245 Candidaturas de derecha: Nº de votos: 211

Fuente: BOPM 6 de diciembre de 1933

Una gran mayoría de vecinos, esta vez incluyendo el voto femenino y bajando a la edad de 21 años para emitir el voto, con una gran participación en los comicios, Hoyo de Manzanares votó conservador, de derechas. Este dato es revelador respecto a cuestiones relativas al impacto real del movimiento obrero local y en la existencia de partidos de izquierdas como catalizador del voto de izquierdas. El único partido político existente en este periodo republicano fue Unión Republicana, que se creó en 1934 a nivel nacional. Por lo tanto, ni antes ni coincidiendo con los inicios de la segunda República no se gestó una agrupación política de vecinos que apostaban por los ideales republicanos. Solamente, a partir de 1934 en adelante, se fundó este partido de tendencia moderada, sin alardes revolucionarios ni aventuras extremistas. Por otro lado, a nivel sindical, la población obrera de la localidad, poca numerosa y sin demasiada fuerza para la lucha reivindicativa, se formó en torno a UGT, formalmente existente en 1934 por la presentación de un escrito pero sin aclarar si era local o comarcal, agrupando a obreros de la construcción, de la piedra y de los dos sanatorios existentes fundamentalmente. La escasa fuerza sindical se reveló durante la huelga general de octubre de 1934 donde, aparentemente, no se realizaron actos de protestas en la localidad. En cuanto a esta aplastante mayoría conservadora, no se sustentaba en partidos políticos de derechas puesto que no estaban plenamente organizados ya que no he visto en ningún documento alusión a un partido o un movimiento conservador organizado como tal. Ni siquiera existió un sindicato católico ni grupos religiosos organizados que hubieran catalizado a los vecinos conservadores. A diferencia de los veraneantes que mostraron su identidad derechista militante durante la posterior guerra civil, la población local era conservadora en el sentido más amplio de la palabra, atada a sus costumbres, a sus necesidades muy determinadas, reacia y contraria a cualquier introducción de ideas extrañas que no entendían. El trasfondo minifundista que se analizó en las primeras páginas para caracterizar a la estructura socioeconómica tradicional de esta localidad influyó en evitar desajustes económicos entre vecinos de forma clamorosa. Las diferencias sociales no fueron especialmente decisivas para romper un cierto equilibrio en la vida social local, equilibrio que fortalecía otros vínculos como la identidad local y las costumbres tradicionales de ayudas. Hoyo de Manzanares no era un caldo de cultivo para experiencias extremas. En esta línea de explicación se hallaba Marcelo Usera, conocedor de esta localidad por haber vivido muchos años antes de la guerra como ilustre veraneante y gracias a sus testimonios escritos sabemos más de lo que realmente pasó en Hoyo de Manzanares durante sus años de retaguardia republicana como comprobaremos más adelante. Comentaba que: “la gente natural del pueblo es en general gente con nula o escasa cultura sin ideales sociales ni políticos obedeciendo a

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ciegas las sugestiones de contadas personas de mayor ilustración por sus profesiones o cargos” 50. Las siguientes elecciones a Cortes, las de febrero de 1936, dieron el triunfo al Frente Popular, unión de los partidos de izquierdas pero no fue el caso de Hoyo de Manzanares como podemos comprobar a continuación.

Cuadro nº 13: Resultados elecciones a Cortes de febrero de 1936

Censo electores: 324 Frente Popular Nº de votos: 47 Votos en blanco: 1

Votantes: 253 CEDA Nº de votos: 205

Fuente: BOPM de 19 de febrero de 1936

Comparando los resultados electorales de 1933 y 1936, no hubo diferencias destacadas. Siguió manteniéndose la gran mayoría hacia la coalición de partidos conservadores y de derechas. No hubo cambios radicales ni siquiera alteraciones significativas en estos tres años para que hubiera existido un vuelco electoral, los vecinos seguían siendo conservadores en su gran mayoría. Mientras tanto, el nuevo gobernador civil de la provincia del Frente Popular iba decretando la orden de dimisión de aquellos ayuntamientos madrileños en manos de la derecha que habían sido sustituidos mediante la misma orden del gobernador de derechas por haber colaborado con la huelga general de octubre de 1934. Lo mismo con aquellos ayuntamientos que habían repetido elecciones debido a denuncias por irregularidades en las de abril de 1931 como fue el caso posiblemente de Hoyo de Manzanares. En definitiva, se nombraron a partir de febrero de 1936 en adelante numerosas comisiones gestoras municipales en manos del Frente Popular como acto de reparación con la idea puesta en volver a convocar elecciones municipales pensadas, en principios, para octubre de 1936. Esta orden de dimisión del gobernador civil llegó a Hoyo de Manzanares a finales de mayo. Se convocó una sesión del pleno para realizar el cambio pero todo ello con mucha tensión. El alcalde no se creía la procedencia ni el contenido del telegrama del gobernador, “el alcalde dice que no puede dar posesión a la comisión gestora por no reconocer la autenticidad del documento” 51. Esta decisión creó un revuelo entre los concejales asistentes, los digamos antiguos que acataron la orden pero dejaban claro que no reconocían la firma del gobernador mientras que los miembros designados para 50

. Ver AGHD. Sumario contra José María Ruiz-Heras y otros, sumario -, Legajo 3152/19

51

. Ver AMHM, acta sesión del pleno de 31 de mayo de 1936

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formar esta comisión gestora acataban dicha orden. Finalmente, la opinión del secretario Cesáreo Herrero Garabaya prevaleció: “se abstenía de dar posesión solicitada por no incurrir en la duplicidad de autoridad y nombrados” 52. Sabemos por palabras del mismo alcalde Félix Martínez Crespo cuando fue arrestado en 1937 por una denuncia ya en el contexto de la guerra civil, dijo ante el juez: “que cuando fue destituido se negó a dar posesión a la gestora nueva, que vino a Madrid a comprobar si era cierta su destitución y al comprobarlo regresó al pueblo dispuesto a entregar el ayuntamiento” 53. Por lo tanto, se volvió a convocar otro día dicho pleno, el 2 de junio, con la presencia del delegado del Gobernador donde esta vez sí que se destituyó el anterior gobierno municipal y se nombró a los nuevos miembros de la comisión gestora.

Cuadro nº 14: Composición de la comisión gestora nombrada por el gobernador civil del Frente Popular.

Nombre y apellidos Epifanio Blasco Gómez Victoriano Gómez Blasco José Bernardos Blasco Gervasio García Blasco Clemente García Moreno

Cargos Presidente Gestor Gestor Gestor Gestor

Fuente: AMHM. Elaboración propia.

Reaparecían los dos concejales del periodo anterior que habían dejado de participar plenamente en el ayuntamiento como ya señalamos anteriormente. Estuvieron acompañados por otros concejales, formando parte del núcleo fuerte de la agrupación republicana local, Unión Republicana. Este partido se había convertido en el representante del republicanismo en la localidad, agrupando en su seno a todos los vecinos atraídos por los ideales republicanos pero en pero en un contexto claramente minoritario. Solo otra agrupación podía colaborar con ellos, el sindicato UGT que tampoco era mayoritario en la localidad. Y entre ambos grupos se habían convertido en gestores de los destinos de la vida municipal de la localidad. No tuvieron mucho tiempo, en realidad, para demostrar su valía. Fueron seis los plenos del ayuntamiento que se celebraron hasta el 18 de julio. En la primera sesión, la del 7 de junio, reconocen que los argumentos utilizados para acometer el agua para la colonia del Picazo por parte de la anterior corporación no son convincentes, por lo que paralizaron dicha obra. Sin embargo siguieron continuando aprobando parcelas para construir: “se publica la puesta en venta de parcelas para construir y con la condición de emplear a

52

. Ver AMHM, Ídem . Ver Archivo Histórico Nacional (AHN), Fondos Contemporáneos (FC), Causa General (CG), 283, exp:19. 53

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obreros especializados de la localidad y no de otros lugares” 54. Seguía siendo una prioridad de este ayuntamiento la utilización de la décima para sufragar obras públicas para dar trabajo a los obreros en paro de la localidad. En otra sesión del pleno, “se aprueba por unanimidad que se arreglen las calles de la localidad y que puedan trabajar los obreros todos los días que sean necesarios siendo Mariano Valverde el encargado de los trabajos y se le pagará con dinero procedente de la décima” 55. En otro pleno deciden: “se constituye la nueva comisión para la décima del paro obrero: el presidente es el presidente de la comisión gestora, vocales concejales Victoriano Gómez Blasco y Clemente García Moreno, vocales propietarios Francisco Bernabé Blasco y Julián García Domínguez, y vocales obreros Paulino Estévez Rubio y Julián García Moreno” 56. La última sesión del pleno antes del golpe militar trató de una nueva obra que se iba a realizar con fondos de la décima, presentándose tres constructores locales “Aprobación de las obras del tendido de la plaza pública con presentación de interesados: Damián Blasco Martín, Félix Martínez Crespo y Ramón Estévez Rubio” 57.

Hoyo de Manzanares: retaguardia republicana en guerra.

A mediados de julio de 1936, esta localidad estaba como todos los años anteriores densamente poblada con la presencia de los veraneantes madrileños que disfrutaban de los ambientes serranos del pueblo para paliar el calor sofocante de la capital. A raíz del golpe militar, muchos hoteles se quedaron vacíos ya que sus dueños no aparecieron pero otros que veraneaban sí se quedaron a la expectativa de los acontecimientos a partir del 18 de julio en adelante. A partir de esta fecha todo se aceleró. Hasta la caída del cuartel de la Montaña, último reducto de los militares y civiles insurgentes, todo estaba en suspenso. Una vez Madrid controlada por los republicanos, había que proteger las cumbres de la sierra de Guadarrama para evitar la entrada de las tropas sublevadas. El tráfico en Madrid y las poblaciones serranas se intensificó sobremanera. Esta localidad, algo apartada de la carretera que unía la capital con la sierra, se vio de todos modos alterada. Se vieron movimientos de vehículos saliendo y entrando lo que fue uno de los motivos principales para controlar el orden interno en la localidad ya que el cuartel de Torrelodones se había quedado sin guardias civiles. Muchos madrileños volvieron a sus hoteles de Hoyo de Manzanares ya que la capital no era segura para aquellos que simpatizaban con las ideas derechistas. Por lo tanto este trasiego de militares y civiles tenía que estar controlado así como de posibles alteraciones violentas entre vecinos además del paso de milicias camino del frente visto por los locales como una presencia amenazadora. Los representantes locales de una República en estado de choque y sus vecinos defensores de sus ideales tuvieron que 54

. Ver AMHM, acta sesión del pleno de 7 de junio de 1936 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 14 de junio de 1936 56 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 28 de junio de 1936. 57 . Ver AMHM, acta sesión del pleno de 13 de julio de 1936. 55

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organizarse de forma rápida y contundente. En los primerísimos días, crearon un comité llamado del Frente Popular donde, como veremos más adelante, no había ningún miembro de la comisión gestora elegida un mes antes. Se desvincularon de la misma en la medida en que el nuevo lugar de control de la situación sería desde dicho comité. Es evidente que dicho comité no se fiaba del todo de los componentes de la comisión gestora controlada por militantes locales de UR. De hecho, dicha comisión gestora municipal dejó de funcionar y su primera reunión después del 18 de julio fue dos meses después, el 13 de septiembre. Había perdido legitimidad ante este nuevo órgano de control y decisión surgido de la situación de excepcionalidad en que se encontraba la localidad. Este nuevo comité que algunos vecinos de derechas llamaban “revolucionario” tomó dentro de sus primeras decisiones la de conseguir armas. ¿De dónde conseguirlas? Para evitar posibles alteraciones entre vecinos, el comité ordenó la requisa de las armas de todos los vecinos, de forma voluntaria, entregando entre otros una escopeta y cartuchos el párroco local Wenceslao Moreno Maher 58. Aunque en otros casos, las milicias tuvieron que realizar registros domiciliarios para hallar armas escondidas y no entregadas voluntariamente. Con dichas armas iban patrullando las calles como fue el caso de Leoncio García Blasco que “por pertenecer a la UGT fue nombrado por el comité que se estableció en dicho pueblo para hacer guardias armadas y dejó de practicar dichos servicios una vez que los dirigentes de dicho organismo nombraron a un grupo de milicianos pagados para el mantenimiento del servicio del pueblo” 59.

Cuadro nº 15: Componentes del primer comité del Frente Popular

Nombre y apellidos Paulino Estévez Rubio Remigio Valverde Sánchez Braulio López Enrique Sánchez

Cargos Presidente Secretario Vocal Vocal

afiliación UGT UGT ¿UGT? ¿UGT?

Fuente: Archivo General Histórico Defensa.

El presidente y el secretario estaban afiliados a UGT (se desconoce el historial de los dos vocales), cuyos miembros se pusieron al frente de esta comité, desplazando a UR de las tomas de decisiones. Ahora eran los que controlaban la situación en el pueblo o al menos lo intentaban. No se conoce el nivel de afiliación de los vecinos en la UGT aunque eso sí sabemos que se creó antes del 18 de julio, probablemente en la primavera de 1936 60. Sin embargo 58

. Archivo Histórico Nacional (AHN), Fondos Contemporáneos (FC), Causa General (CG), 96, exp: 50. . Ver Archivo General e Histórico de Defensa (AGHD), sumario consejo de guerra contra Leoncio García Blasco, sumario Sumario - Caja: 2293/7. 59

60

. Según las palabras de Remegio Valverde Sánchez y Paulino Estévez Rubio en sus respectivos sumarios.

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todos los afiliados a la UGT local no fueron especialmente defensores activos de la República en guerra. En el contexto de la retaguardia en guerra como vamos a analizar, también hubo afiliados a UGT que lo fueron por necesidad (sin carnet no había posibilidades de trabajar) o simplemente por intereses personales 61. Este primer comité del Frente Popular decidió, pues, armar a sus afiliados para controlar las calles e imponer el orden. Todos los que aceptaron realizar guardias con armas, todos ellos de UGT, cobraron un sueldo diario por dichos servicios especiales. Conseguir las necesarias fuentes de financiación, sin embargo, para su mantenimiento fue un problema. En numerosas casos que hemos estudiado 62, la fuente de ingresos para el mantenimiento de dichas milicias locales procedía de los propios vecinos, sobre todo los más adinerados, suma entregada de forma voluntario pero también incautándose de sus bienes cuando algunos vecinos se hallaban desaparecidos de la localidad. Sin embargo, en el caso de Hoyo de Manzanares, no se llevaron a efecto estas acciones. Tal vez no se atrevieron a pedir dinero a los veraneantes acaudalados pero lo cierto es que recurrieron a otras formalidades. En los primeros días pasado 18 de julio, dicho comité organizó una colecta tipo donativo para el mantenimiento de las milicias locales en la que participaron activamente el párroco local Wenceslao Moreno Maher con 25 pesetas y el médico local José María Ruiz-Heras 63. Pero lo cierto es que hubo otra fórmula. Así lo explicó el presidente de la comisión gestora Epifanio Gómez Blasco en su primera reunión una vez iniciada la contienda civil: “Autorizar el pago a los que lo verifiquen a razón de 5 pesetas diarias para el sostenimiento de las milicias encargados de mantener el orden con cargo a la décima para el paro obrero” 64. El sobrante del paro obrero, procedente de la décima, fue el caudal del cual se pagaron a los vecinos reconvertidos en milicianos, una fórmula original cuya liquidez procedía de las cuentas del Estado del periodo anterior a la guerra. Estas milicias locales que controlaban el orden de la localidad “estaban organizadas y formadas por 18 milicianos con armamento de 5 fusiles, 4 carabinas, 2 rifles, 7 escopetas. Atendiendo tareas de vigilancia de la carretera de Colmenar Viejo a Torrelodones, vigilancia de luces, líneas telefónicas y conducción de electricidad, vigilancia de la sierra y escolta del comité de investigación y camioneta de transporte de suministro de leche y huevos al Ministerio de la Guerra y guardias permanentes del Canchal y Berzosa (distantes de 4 y 15 kms de la localidad). Designado responsable Eustasio Sanz Santos y de mando a Jacinto Estévez Velasco. Hoyo de Manzanares, a 23 de octubre de 1936 Comité Vice-presidente, Braulio López y Secretario alcaldía: Remigio Valverde Sánchez” 65.

61

Ver Fernández Suárez R. (coord..): “La sierra convulsa” (4º edición). 2105.. Página: 434. Lista de vecinos de esta localidad que estuvieron afiliados a UGT pero cambiaron de sindicato y de ideología a los pocos tiempos. 62 . Idem y ver también Fernández Suárez, R. “Convulsiones en las puertas de Madrid”. 2019. 63 . Archivo Histórico Nacional (AHN), Fondos Contemporáneos (FC), Causa General (CG), 96, exp: 50. 64 . Ver AMHM, ver acta comisión gestora del 13 de septiembre de 1936. 65 . Ver Centro Documental Memoria Histórica. (CDMH), PS Madrid, 2333, nº199

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La retaguardia fuerza las identidades simuladas

Esta milicia era un grupo poderoso y por lo tanto temido. Ante esta situación, algunos vecinos temerosos y todos los veraneantes ya instalados forzosamente en sus hoteles pusieron en marcha mecanismos de autodefensa. Se lo podían permitir porque eran numerosos e influyentes dentro de este contexto local. Una de sus estrategias surgidas de reuniones clandestinas en algún hotel de la periferia fue la de pagar una contramilicia armada. El propio José María Ruiz-Heras confesaba en 1939 que “al estallar la revolución tratamos las personas adictas al Movimiento mantener una unión que nos sirviera de defensa y de ayuda a la causa y a este objeto, se subvencionó una guardia secreta encargada de vigilar a las milicias rojas y tenernos al tanto de los desmanes que pudieran ocurrir. Marcelo Usera contribuyó durante cuatro meses juntamente con nosotros al mantenimiento de dicha guardia” 66. La protección de vidas y bienes estaba bastante asegurada con la creación de esta milicia armada en defensa de los derechistas. Vigilantes y alertas a cualquier intromisión de las milicias “rojas”, estaba formada por jóvenes veraneantes que se habían quedado en la localidad atrapados por el golpe militar (como el joven veraneante Luis Moreno Feliú entre otros). Otra estrategia de este grupo de personas fue la de infiltrarse para influir en las decisiones de los organismos republicanos locales. Decisión muy complicada pero, en el caso de Hoyo de Manzanares, muy factible debido a la porosidad de los órganos republicanos locales, minoritarios y medianamente fervorosos en favor de la causa republicana. El propio secretario municipal, Cesáreo Herrero Garabaya, pieza clave del poder local desde los años 20, denunciado en febrero de 1937 por derechista, influyó en las tomas de posesión del comité del Frente Popular. Aún no se sabía quién iba a ser el responsable de las milicias locales cuando el secretario animó al joven Jacinto Estévez Velasco, afiliado a UGT, para que se presentara como su responsable, como así fue, con el argumento de evitar de incorporarse al ejército republicano “ya que dentro de tres días entrarían los fascistas en Madrid” 67. Al mando de las milicias, Jacinto Estévez Velasco fue un responsable destacado en las que los canales de información estaban abiertos entre unos y otros, evidenciando la porosidad de las milicias controladas por el comité del Frente Popular. Al irse Paulino Estévez Rubio, en octubre de 1936 al frente, dejaba vacante su cargo de presidente del comité del Frente Popular de esta localidad. Se eligieron nuevos cargos con la entrada de tres nuevos miembros. Este comité seguía siendo de mayoría de UGT con la inclusión de su presidente, Manuel Martín Santos, que era al mismo tiempo presidente de la UGT local. Lo que destacamos es la inclusión de dos personas afiliadas 66

. Ver AGHD, sumario contra F. Vindel Ochoa, sumario: 64369 caja: 2110

67

. Ver AHN, FC, CG, 96, exp.50. y AGHD, sumario contra Jacinto Estévez Velasco, Sumario 35964, legajo 3353.

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a la CNT cuando aún no estaba creado el sindicato local. Ambos procedían de Madrid y ambos eran pintores de la construcción. El que parece estaba realmente afiliado a dicho sindicato era Emilio Gómez Gómez, mientras que Francisco Vindel era amigo suyo. Éste último era el cuñado de Marcelo Usera y vino a Hoyo de Manzanares a vivir en su hotel para proteger a su familia. Según sus propias palabras, llegó a esta localidad a finales de agosto de 1936 y lo que se encontró no le gustó nada ya que “se limitó a impedir que los vecinos del pueblo, ignorantes en su mayoría, queriendo ser más rojos que las milicias que venían de Madrid, no impedían los atropellos y más bien los alentaban seguramente para congraciarse con los rojos y salvar sus vidas e intereses” 68. Tampoco le gustaba lo que hacían los miembros del comité del Frente Popular: “Una vez en Hoyo de Manzanares pudo comprobar que los vecinos que componían el comité llamado Frente Popular sea por miedo, por ignorancia o por ideal no solamente no defendían a las personas de derechas e impedían atropellos de las milicias forasteras, sino que en algunos casos las alentaban. Viendo que de este modo peligraba la vida de su padre, de sus hermanas y de las personas de orden, procuró relacionarse con los elementos del pueblo, fingiéndose izquierdista haciendo una labor de disimulo encaminada como lo consiguió a impedir los crímenes y atropellos” 69. Con la afiliación sindical procedente de la amistad con Emilio Gómez, y animado por su cuñado, entraron en el segundo comité del Frente Popular de la localidad.

Cuadro nº 16: Composición del segundo Comité del Frente Popular, octubre de 1936

Nombre y apellidos Manuel Martín Santos Remigio Valverde Sánchez Jacinto Estévez Velasco Francisco Vindel Ochoa Emilio Gómez Gómez

Cargo Presidente Secretario Vocal Vocal Vocal

Afiliación UGT UGT UGT CNT CNT

Fuente: AGHD.

Lo que reconoce Francisco Vindel Ochoa fue “su labor de disimulo”, haciéndose pasar por izquierdista para infiltrarse en los organismos republicanos locales para proteger a los derechistas y sus bienes. La retaguardia republicana en Hoyo de Manzanares y de otros muchos lugares tuvo estas contradicciones, casos de personas que se hicieron pasar por quienes no eran realmente. Esta falsificación de la identidad, operación de alto riesgo como veremos, podía tener un objetivo loable, la de salvar vidas y bienes, posición tomada en este caso por Francisco Vindel Ochoa pero dicha persona se encontró con otras muchas personas en la localidad que se hicieron pasar por quienes realmente no eran pero con un objetivo no tan loable sino más egoísta motivado por el miedo, al menos según las opiniones de Francisco Vindel y su cuñado Marcelo Usera, actitudes simuladas que podían conducir, en esta dinámica perversa, a fuertes atropellos. 68 69

. Ver AGHD, sumario contra F. Vindel Ochoa, sumario: 64369 caja: 2110 Ídem

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El primero de ellos se realizó en esta localidad de forma especialmente opaca. Según Usera, a finales de agosto de 1936, se acercó a esta localidad una persona conocido como “el marido de la Goya”, para visitar familiares en el pueblo. Era una persona de ideología “roja” y estando en la plaza frente al ayuntamiento “profirió amenazas contra las personas de derechas del pueblo”. El impacto sobre determinadas personas tuvo que ser de gran calibre ya que una noche más tarde, fue hallado muerto en la plaza frente al ayuntamiento por culpa de unos anónimos disparos 70. Nunca se supo quién había disparado contra él aunque las autoridades republicanas locales sí realizaron una investigación y un miliciano local fue llevado a la cárcel pero lo más sorprendente es que nunca las autoridades franquistas locales dejaron constancia de esta muerte en sus informes.

Miedo a lo que venga de fuera: las milicias

Los veraneantes que se quedaron en sus hoteles así como los que aprovecharon el caos de los primeros días de la guerra para esconderse en esta villa y a partir de septiembre, la presencia de los evacuados por las proximidades a zonas de enfrentamiento como Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Las Rozas y Aravaca, todo ello hizo que esta localidad superara los 2.700 habitantes llegando a quintuplicar su censo original 71. La gran mayoría de los evacuados tuvieron que buscarse los medios para su mantenimiento trabajando en cualquier oportunidad propuesta como la evacuada Petra Barrio Morón de Pozuelo de Alarcón, por ejemplo, que estuvo trabajando durante su estancia en el hospital de sangre (el antiguo sanatorio del Canchal) como limpiadora 72. La situación del pueblo no se parecía en nada a lo que era escasamente dos meses antes. Para los republicanos, esta localidad se había convertido en un problema. Sabían que gran parte de su población eran derechistas, con camuflados y escondidos entre las paredes de los hoteles. La lista era inmensa: Marcelo Usera y su familia, Saturnino Morcillo Díaz el maestro, Molero el propietario, Juan Manuel Sanz, joyero de Madrid, Juan del Álamo, propietario y Fernando su hijo, Manuel Rabassa teniente de artillería, Ricardo Pérez fabricante de curtidos de Pozuelo, Raimundo Gómez Díaz dentista de Madrid, Manuel Gutiérrez ingeniero, Anastasio Labrandero, pajero de Majadahonda, Enrile militar retirado, Juan Jiménez Jiménez médico de Madrid, Garrido capitán de aviación, Cabrera periodista de El Debate, Sainz de Robles funcionario del ayuntamiento de Madrid, Garvin fabricante de Madrid, Julián Celaya Gutiérrez, Eugenio Calderón comerciante, Ángel y Antonio García Mendiola, Félix Marcos Arteaga, Isaías Requejo Ferrero maestro de Majadahonda, Manuel y Francisco Pérez

70

. Ídem . Ver AHN, FC, CG, 96, exp.50. 72 . Ver AHN, ES 28079. Asociación La Poza,1 ,nº 7. Entrevista a Petra Barrio Morón. 71

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Fernández concejal del ayuntamiento de Madrid, José Lorenzo Cortés médico, la familia Ruiz-Jiménez, Benito Crespo industrial, Manuel Rubio Costa y un largo etc… Una larga lista que preocupaba a la Dirección General de Seguridad por lo que mandaba, en función de denuncias procedentes de Madrid, a agentes de la policía para investigar sobre el paradero de algunas personas que se suponían vivían en esta localidad. El primer contacto que realizaban en los despachos del comité del Frente Popular donde preguntaban por los denunciados. Por ello fue una labor importante por parte de esta población derechista de infiltrarse entre los miembros de dicho comité y desde dicho lugar intentar frenar la escalada de arrestos. Por ello Francisco Vindel Ochoa que había dado un paso adelante decía “que estaba cansado de las pamemas y comedias que tenía que hacer para fingirse rojo y salvar a muchos paletos que acudían a él, porque los demás del pueblo no hacían más que temblar cuando llegaban los milicianos y policías y se hacían un taco cuando les preguntaban algo” 73. Las milicias que pasaban para ir o volver del frente a Madrid entraron también a esta localidad en los primeros días de la sublevación militar. Las únicas referencias que tenemos del paso de las milicias por Hoyo de Manzanares siempre expresadas por los locales como un vendaval que destruye, algo como una revolución ambulante y mecanizada que aniquilaba cualquier vestigio de poder por su paso como el contenido religioso de las iglesias y el documental de los archivos del juzgado y del ayuntamiento, siempre de paso para ir al siguiente pueblo y volver a realizar lo mismo. En los primeros días, pasado el 18 de julio, unas milicias entraron en la localidad y fue la responsable de quemar el interior de la iglesia. Varios testigos presenciales lo apuntaron en sus declaraciones sumariales. Uno de ellos, el joven veraneante Julián Celaya Gutiérrez, vio cómo entraron dichas milicias y destruyeron todo lo que pudieron en su interior. Se quemaron los bancos y los altares incluyendo imágenes religiosas. Otras fueron salvadas como comenta Francisco Moreno Blasco: “que desde mucho antes de estallar el movimiento, las alhajas de la Virgen se guardaban por el dicente y su familia y al producirse el movimiento se apresuró a esconderlas en unos pajares unas veces y otras en un horno” 74. En esta tarea de recuperación de los despojos del vendaval iconoclasta estuvieron activos los miembros del comité del Frente Popular: “que al ser saqueada la iglesia, Remigio Valverde y otros del comité guardaron la corona, joyas y objetos de valor de culto para evitar fueran destruidas. Que con motivo del saqueo de la casa parroquial, aparecieron unas listas con nombres de personas que sostenían el culto así como libros de contabilidad que para justificación de esto se llevaba y que Remigio Valverde se apoderó de ellos para destruirles posteriormente” 75. Las llaves de la iglesia y de la casa parroquial habían sido entregadas por el cura Wenceslao Moreno Maher al presidente de la comisión gestora municipal el 22 de julio, Epifanio Blasco Gómez, por considerarle la autoridad municipal del momento. Pero dichas llaves tuvieron que pasar a los miembros del primer comité del Frente Popular como el lugar de mando del momento y de allí a manos de las milicias forasteras que 73

. Ver AGHD, sumario contra F. Vindel Ochoa, sumario: 64369 caja: 2110 . Ver AHN, FC, CG, 96, exp.50. 75 . Ver AGHD, sumario contra Remigio Valverde Sánchez, sumario: 55306, Legajo 6061 74

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necesitaban entrar en la iglesia. Por lo tanto, determinados vecinos colaboraron con dichas milicias en su acción destructora. Así lo vieron los testigos presenciales que comentaron, unos años más tarde, que “vecinos ayudaron a saquear la iglesia” 76. Se sabía quiénes fueron pero no se pronunciaron sus nombres en los documentos. Es posible que algunos tuvieron cargos en el comité del Frente Popular y las milicias ya que el propio cura estando reunido en la sede del comité dijo allí “estaba mi banco de la iglesia pues ya estaban en el local del comité mi mesa de despacho y más bancos de la iglesia” 77. Pero también estuvieron presentes vecinos de derechas pero camuflados de izquierdistas, y como recordaba Francisco Vindel Ochoa: “no solamente no impedían atropellos de las milicias forasteras, sino que en algunos casos las alentaban” 78. Quisieron congraciarse con dichas milicias y parecer lo que realmente no eran. Marcelo Usera denunció al cura Wenceslao Moreno Maher por ser uno de estos vecinos que se había transformado con la llegada de las milicias, “al estallar la revolución marxista, ordenó a Julio Martín Álvarez alias gala, la colocación de la bandera roja en la torre de la iglesia y se ofreció por escrito a colaborar con el comité del Frente Popular” 79. Otra vez el ocultamiento de las identidades en la retaguardia republicana volvía a aparecer para ocultar miedos reales.

Del comité del Frente Popular a los consejos municipales: el Estado republicano en guerra se instala. Creación del sindicato CNT Los veraneantes y demás vecinos derechistas se habían infiltrado entre los órganos republicanos locales de decisión, sabedores de sus posibilidades y fuerza. Influyeron en su forma de actuar, utilizando todas sus mañas para amortiguar los posibles contratiempos que les pudiera perjudicar. Pero pasando el otoño de 1936 fueron más ambiciosos. Decidieron ampararse bajo las siglas de un sindicato que apenas había tenido empuje en la región salvo en determinados barrios obreros de la capital y alguna población cercana como Colmenar Viejo y Collado-Villalba. Bajo la batuta de los hermanos médicos José María y Joaquín Ruiz-Heras, consiguieron convencer a sus conocidos de más confianza en charlas ocultas en algún hotel de la localidad para crear una sección local de la CNT, el sindicato anarcosindicalista que no pondría pegas en estas afiliaciones al no tener ningún antecedente político de marcado carácter derechista entre sus filas. De esta manera, en diciembre de 1936 se fundó la CNT de Hoyo de Manzanares siendo testigo Marcelo Usera cuando decía: “En diciembre de 36 se organizó en Hoyo la CNT por elementos derechistas de la localidad y forasteros evacuados con objeto de 76 77

. Ídem . Ver AGHD, sumario contra Epifanio Gómez Blasco, sumario 25974, legajo: 3096

78

. Ver AGHD, sumario contra F. Vindel Ochoa, sumario: 64369 caja: 2110

79

. Ver AGHD, sumario contra Ángel Colmenarejo Alonso y otros, sumario Sin número, Legajo 3152/19

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defenderse de los extremistas” 80. Digamos que el núcleo principal de este sindicato eran los hermanos José María y Joaquín Ruiz-Heras, un hijo suyo y Francisco Vindel Ochoa. Rápidamente se les unieron otras más como el amigo de Vindel, Emilio Gómez Gómez, el joven Julián Celaya Gutiérrez que afirmó: “se fundó la CNT con el fin de estar en mejores condiciones de defensa los elementos de derechas del pueblo y forasteros evacuados y camuflarse en lo posible” 81, Frutos Pérez Ajenjo que fue su primer secretario, Francisco Benito Asensio, Laureano Tejedor Alonso, Ricardo del Pozo Blasco y otros vecinos más como Ángel Colmenarejo Alonso, José María de Miguel Nogueira, Manuel Estévez Rubio y Julio Martín Álvarez que se pasaron de UGT al nuevo sindicato 82. Del núcleo fundador había dos personas que no tenían las mismas ideas respecto a la acción que debía llevar este sindicato. Uno de ellos, Francisco Vindel Ochoa, pensaba utilizar solamente el sindicato como protector de sus afiliados y de todos los derechistas que pudieran ayudar desde los cargos que tuvieran en los órganos representativos. Era una actitud templada y de carácter defensivo. El otro miembro importante, el médico José María Ruiz-Heras, era partidario de una CNT que se ganara los galones frente a los demás partidos y sindicato y para ello había que actuar aparentando lo que realmente no era uno, un revolucionario. Así pensaba el supuesto cenetista Francisco Vindel Ochoa: “Algunos elementos de la CNT creada bajo la inspiración de José María Ruiz-Heras comenzaron a realizar actuaciones demasiado rojas y a desvirtuar el verdadero carácter de la organización”, otro vecino con carné de CNT diría que “entré en la CNT que se había organizado en el pueblo teniendo que hacer frente a una labor de izquierdismo exagerado del médico José María Ruiz-Heras” 83. No era para menos, dicho médico se reunía con los jefes militares presentes en la localidad, hizo amistad con los responsables de una columna de las Brigadas Internacionales estacionada en este pueblo durante un tiempo, había requisado un hotel para instalar una sección del Socorro Rojo Internacional (SRI) controlada por él, vestido de miliciano con armas, “los domingos hacía vender el periódico rojo “ayuda” y él mismo con su traje de mono y el pañuelo faista (rojo y negro) al cuello acompañaba a las muchachas en estas ventas” 84. Este comportamiento peculiar de José María Ruiz-Heras tenía que pasarle, tarde o temprano, factura. Tenía enemigos tanto dentro del sindicato como entre otros políticos y sindicalistas locales. Debido a rivalidades entre los dos sindicatos, el médico sufrió unas denuncias. “En abril de 1937 es detenido pero es ayudado por algunos consejeros municipales para salir en libertad al poco tiempo y por ello se va en mayo 37 a la zona nacional por miedo a ser asesinado por los comunistas de UGT que odian a los anarquistas de CNT y del cambio, por lo tanto, que hizo él de un bando al otro, cuando dejó la UGT para irse a la CNT, este cambio fue mal visto por algunos ugetistas” 85.

80

.Ver AGHD, sumario contra F. Vindel Ochoa, sumario: 64369 caja: 2110 . Ídem 82 . Ver AGHD, sumario contra Ángel Colmenarejo Alonso y otros, sumario S/N, Legajo 3152/19 81

83

. Ver AGHD, sumario contra F. Vindel Ochoa, sumario: 64369 caja: 2110 . Ídem, testimonios realizados por Marcelo Usera. 85 . Ídem 84

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Al fugarse al otro lado de la sierra, José María Ruiz-Heras dejaba el camino libre a una CNT moderada, acorde con sus dirigentes camuflados. Volvió al pueblo una vez acabada la guerra para seguir adelante con su labor de médico y llevar el sanatorio del Canchal. Pero otras razones le llevaron a volver al pueblo lo más rápido posible como veremos más adelante. El 9 de junio de 1937, en un informe interno de la Federación Comarcal de Colmenar Viejo de la CNT donde estaba integrada la sesión de Hoyo de Manzanares, se informaba de su situación dejando en acta lo siguiente: “el sindicato tiene una totalidad de afiliados de unos 65 afiliados en su totalidad ganaderos y campesinos. No existe colectividad pero si buena armonía con la UGT. Se han tenido varias reuniones conjuntamente si era posible llegar a la colectivización de ambas organizaciones pero por falta de ánimo y convicción no se ha podido llegar a un acuerdo. Existiendo abastecimientos por el Frente Popular, mejor dicho por el Consejo Municipal, estando éste constituido con arreglo al decreto (del gobierno)” 86. Este informe presentado por el delegado de Hoyo de Manzanares (no se sabe quién era) no fue del todo exacto en la medida en que sabemos que había muchos afiliados a este sindicato que no eran ni ganaderos ni campesinos. Su cúpula estaba en manos de dos pintores-decoradores (Vindel y Gómez) y un médico (Ruiz-Heras) y muchos veraneantes atrapados en la localidad. Parece que este informe tenía la intención de ocultar esta realidad. Pero lo cierto es que entre ambos sindicatos se pudo llevar a un acuerdo a finales del año 1937 y ya en 1938, en actas municipales, sabemos que existía una colectividad mixta entre UGT y CNT, que solicitaba una finca para convertirla en huerta así como poseedora de un camión (¡auténtica fortuna!) para hacer portes a Madrid de leña 87. Son muy escasas las fuentes documentales existentes que hagan referencia a esta colectividad mixta de labradores de esta localidad. En comparación con otras poblaciones de la provincia de Madrid, se creó relativamente tarde ya que la gran mayoría de ellas se fundaron al calor del proceso revolucionario que se instaló en la retaguardia republicana en el verano de 1936. El contexto social y político de Hoyo de Manzanares no estaba en condiciones para experiencias revolucionarias. Entre una UGT local minoritaria y una CNT creada exprofeso por elementos derechistas, dicha experiencia colectivista estaba construida sobre una base poco sólida. A pesar de saber quiénes eran cada uno, llegaron a un acuerdo para fundar dicha colectividad. Los bienes colectivizados no tuvieron que ser muy abundantes ya que en ningún momento se hace referencia a incautaciones de tierras, ni a su gestión colectiva. Lo más probable es que los socios de dicha colectividad, donde estaban asociados campesinos de UGT y CNT, hubieran puesto sus propias propiedades al servicio de la colectividad para trabajarlas cada uno en sus propias parcelas de tal manera que su producto (en grano, hortalizas, leche etc..) se vendiera al departamento de abastecimiento controlado por el comité del

86

. Ver CDMH, PS Madrid, legajo 2281. . Ver AMHM, actas sesiones de 7 de noviembre de 1938 , 26 de junio de 1938 y 17 de noviembre de 1938. 87

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Frente Popular 88. Sabemos por Marcelo Usera que uno de estos socios fue el vecino Manuel Estévez Rubio de CNT, “aunque él no araba”, siendo uno de los socios radicales de la misma, diciendo “de que había que incautarse de las yuntas y del ganado” 89, aunque el ex colectivista consideraba que se unió a esta experiencia “para ganarse del pan” sin más, alejado de experiencias revolucionarias. La colectividad mixta respetó a la propiedad privada, no fue beligerante con ella ni entorpeció su actividad. Sin incautaciones y con fuerte presencia de actividades campesinas privadas, la situación de esta colectividad tuvo que ser más bien precaria con poca incidencia en la vida económica del pueblo.

Policías al acecho La presencia de policías así como de tropas de militares se hizo más común una vez iniciado el año 1937. El 22 de febrero de dicho año, algún vecino alertó a la policía de la existencia de unas luces intermitentes que salían de la parte de arriba del monte Picacho como si fueran señales de luces para comunicarse con las tropas franquistas. El Comandante en Jefe del Estado Mayor del ejército republicano, instalado en El Escorial, mandó realizar investigaciones con policías para “limpiar en todos los pueblos próximos al frente de elementos sospechosos” 90. En efecto, los policías que vinieron al pueblo a investigar sobre el origen de estas misteriosas luces se dieron cuenta rápidamente de que todo era provocado por cortocircuitos debido a la caída de una torreta. Pero las investigaciones llevadas a cabo dejaron aflorar que había mucha gente emboscada y camuflada, reconociendo que la mayoría de sus vecinos eran derechistas. Como ellos mismos afirmaron: “nos ha sorprendido mucho la situación dentro del pueblo políticamente hablando a pesar de la importancia militar en que se encuentra este pueblo. Se halla gobernado por gente forastera, considerados desafectos al régimen republicano que se reúnen clandestinamente en los hoteles situados en la falda del Monte Picacho” 91. Después de unos cuantos interrogatorios, la policía mandó arrestar a una serie de vecinos muy sospechosos con el régimen republicano: fueron el cura Wenceslao Moreno Maher, Cesáreo Herrero Garabaya el secretario municipal, Ángel García Mendiola industrial, Antonio García Mendiola, empleado del Banco de España, Joaquín Ruiz-Heras médico, Manuel Rubio Costa, camarero, Calixto Gómez Blasco dueño de una taberna y Fernando del Álamo de las Rivas, abogado. Todos ellos fueron acusados de prácticas antigubernamentales con un carácter marcadamente franquista y antirrepublicano, aunque no estuvieran relacionados sus casos entre sí. El más espectacular fue el caso del cura párroco que ya había sufrido un anterior arresto e ingreso en la cárcel el 11 de noviembre de 1936. Denunciado por sus opiniones en favor de Franco, estuvo escondido en casa del vecino Serafín Baelo. Pero 88

. Ver ejemplos parecidos como la colectividad campesina de Chozas de la Sierra, ver mi trabajo: “Chozas de la sierra durante la segunda República, la guerra civil y el primer franquismo” en www.sierracultura.com 89 . Ver AGHD, sumario contra Ángel Colmenarejo Alonso y otros. 90 . Ver AHN, FC, CG, 96, exp:50 91 . Ídem.

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la presencia de policías preguntando a las autoridades y vecinos por su paradero forzó a los miembros del segundo comité del Frente Popular a tramar una estrategia para salvarle ya que ninguno quería padecer ningún atropello violento en el pueblo. Sabedores de su escondite, Francisco Vindel, Emilio Gómez y Manuel Martín Santos se lo llevaron preso a la cárcel de Fomento donde el cura tenía una sobrina miliciana que le podía ayudar. De esta manera, le arrestaron oficiosamente pero en la realidad pensaron que le salvaban la vida. Y así fue. A los pocos días le liberaron y se fue a vivir a casa de su hermana en Madrid e 18 de noviembre. Sin embargo, las nuevas pesquisas de la policía en febrero de 1937 las llevaron otra vez a él. Fue nuevamente arrestado, interrogado en función de las denuncias de vecinos que le acusaron de derechista pero con la existencia de avales de los miembros del comité del Frente Popular. Durante el juicio en Madrid fue avalado por los vecinos de la CNT Ángel Colmenarejo Alonso, Joaquín Ruiz-Heras, José María de Miguel Nogueira y Laureano Tejedor Alonso y finalmente liberado. El párroco se quedaría en Madrid hasta el final de la guerra volviendo en los primeros días de la post-guerra a Hoyo de Manzanares con fines revanchistas como veremos más adelante. De todos los arrestados fueron condenados en firme por el juzgado popular nº 1 de Madrid el secretario Cesáreo Herrero Garabaya con una condena de dos años en un campo de trabajo en Alicante, a Ángel García Mendiola a un año de cárcel y a Calixto Gómez Blasco a un año de cárcel también. Los cargos contra Cesáreo Herrero Garabaya le acusaban de ser abiertamente derechista, que desde su cargo manipuló conscientemente a determinados vecinos como el caso comentado anteriormente de Jacinto Estévez Velasco. Para los informes de la policía las personas más peligrosas eran él y el cura párroco. Según los mismos, había constancia de que en tiempos atrás presionaba a los vecinos del pueblo para que votaran a las derechas. Convidó en las últimas elecciones de febrero de 1936 a cigarros y alimentos a todos los que habían votado a las derechas. Asimismo, había pertenecido en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera al somatén. La policía tenía constancia de que se reunía clandestinamente con los derechistas del pueblo como el maestro Saturnino Morcillo, Marcelo Usera, los hermanos García Mendiola, el aviador Ricardo Garrido en la taberna de Calixto Gómez y en diferentes hoteles de las afueras 92. Los cargos contra Ángel García Mendiola iban por el mismo camino. Era un asiduo de las reuniones clandestinas de derechistas del pueblo, amenazó públicamente a los vecinos de izquierda y otras acciones de este tipo como comentarios en favor de Franco. Mientras que los cargos contra Calixto Gómez Blasco, el dueño de una taberna del pueblo con billar y salón de baile eran que a pesar de la prohibición de tener alumbrado el establecimiento por las noches, seguía manteniendo el local con luz. Que forzó a determinados vecinos a votar a las derechas así como hacer propaganda en favor de Franco. Como todos los detenidos, fueron avalados por el comité del Frente Popular y en el caso de Calixto Gómez Blasco fue avalado en particular por el partido Unión Republicana, firmado por Leoncio García Domínguez su presidente donde certifica que está afiliado a dicho partido desde enero de 1937 93. 92 93

. Todos estos detalles en AHN, FC, CG, 96, exp:50 . Ídem

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Otros vecinos fueron detenidos por la acción de la policía que investigó en el pueblo al mismo tiempo que se instalaba el ejército republicano. Uno de ellos fue Félix Martínez Crespo que había sido alcalde entre 1931 y 1936 en época republicana. En su contra estaban unas denuncias que le culpaba de hacer trabajar a sus obreros los domingos así como de que bajo su responsabilidad como alcalde desaparecieron 1.000 pesetas procedentes de la décima. En su aval firmaron los mismos afiliados a la CNT que los que avalaron a los detenidos anteriores. En el juicio negó el extremo de hacer trabajar a los obreros los domingos mientras que estaba dispuesto a devolver dicha cantidad de dinero. No fue suficiente ya que fue condenado el 15 de marzo de 1937 a dos años de internamiento en un campo de trabajo así como de una multa de 25.000 pesetas. En 1938 recurrió la sentencia y el tribunal popular le concedió una amnistía saliendo del campo de internamiento en febrero de 1938 para irse a vivir a Quintanar de la Orden (Cuenca) 94. También fue arrestado el vecino Baldomero Coronel Naranjo el 17 de enero de 1938 una vez que la policía investigara sobre sus actuaciones pasadas en las que en las elecciones de febrero de 1936 practicó propaganda en favor de los candidatos de derechas y era afiliado a Acción Popular y por lo tanto un desafecto al régimen. En su defensa expuso que como cualquier vecino leal al régimen republicano entregó un donativo para las milicias locales en los primeros días de la guerra. El presidente del Consejo Municipal, Manuel Martín Santos, le avaló. Fue absuelto y puesto en libertad en junio del mismo año 95. Otro arrestado por las mismas fechas fue Francisco Pérez Fernández, refugiado en Hoyo de Manzanares, procedente de Madrid. La policía le acusó después de sus pesquisas por el pueblo de ser él y su hermano Manuel afiliados a Falange Española. Como su hermano estaba desaparecido, el acusado se defendió alegando que le habían confundido con su hermano. Este detenido también fue defendido con un aval presentado por el presidente del Consejo Municipal Manuel Martín Santos. Fue absuelto y puesto en libertad en mayo del mismo año 96.

Cuadro nº 17: Vecinos de Hoyo de Manzanares que fueron juzgados por el tribunal popular nº 1 de Madrid en febrero de 1937 y de 1938.

94 95

Nombre y apellidos Wenceslao Moreno Maher Cesáreo Herrero Garabaya

Cargos en contra Desafecto al régimen Ídem

Ángel García Mendiola Antonio García Mendiola Joaquín Ruiz-Heras

“ “ “

. Ver AHN, FC, CG, 283, exp: 19. . Ver AHN, FC, CG,31, exp:14

96

. Ver AHN, FC, AG, 239, exp: 19

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Fallo del tribunal Absuelto Dos años internamiento campo de trabajo Un año de cárcel Absuelto Absuelto


Manuel Rubio Costa Calixto Gómez Blasco Fernando del Álamo Félix Martínez Crespo

“ “ “ “

Baldomero Coronel Naranjo Francisco Pérez Fernández

“ “

Absuelto Un año de cárcel Absuelto Dos años internamiento y multa Absuelto Absuelto

Fuente: AHN, FC, CG. Elaboración propia.

La presencia del ejército republicano en la localidad Coincidiendo con la presencia de la policía, a partir de enero de 1937, se instalaron las tropas militares del ejército republicano de Centro cuya comandancia se hallaba en El Escorial. Al estar en zona de guerra, la localidad estaba sometida a los intereses militares por encima de todo, una prioridad debido a la guerra. En los primeros meses después del golpe militar, en muchos de los hoteles que se habían quedado vacíos, se acomodaron los vecinos de las poblaciones cercanas y evacuadas por cercanía del frente. Pero la llegada de las tropas aumentó aún más la presión humana sobre la localidad que no estaba preparada para asentar a tantas personas, civiles y militares. Los altos mandos se ubicaron en los hoteles que quedaban aún sin habitar. Pero las necesidades militares de logística, armamento, depósitos etc... iban en aumento. Por ello, en el invierno de 1938 se evacuaron a muchos dueños de hoteles que habían vivido en sus residencias desde el inicio de la guerra como fue el caso de Marcelo Usera y su familia. Esta situación embarazosa pudo provocar cierto recelo del concejo municipal debido a las posiciones exclusivas y preponderantes de los militares. Como muestra de ello, en una sesión del consejo municipal en 1938, se comunicó a la comandancia militar su preocupación por los bienes de los hoteles incautados por los militares, “se comunica que se interese a la Comandancia Militar comunique a este consejo el destino que se haya dado de los muebles y enseres de los domicilios de los evacuados y si se hacen responsables de lo que existiera en dichos domicilios al evacuarse a sus dueños” 97. La policía y los militares extremaron los controles por encontrarse esta localidad cerca de los frentes. Había miedo a cualquier tipo de relación con el enemigo exterior desde la propia retaguardia, pasar información sensible sobre movimientos de tropas u ocultar armamento. Y los que más sufrían el acoso policial y militar eran los civiles, al menos una parte importante sospechosa debido a sus ideas. Sin embargo, la llegada de los militares con la acción coordinada de la policía animó a que una parte de los civiles de ideas izquierdistas viera en ellos y a su presencia la evidencia de la legitimidad republicana. Los militantes locales (no todos) de UR y UGT habían actuado en función de una relación de fuerzas entre vecinos de diferentes ideologías para nada a su favor. De ideales templados, no fueron especialmente críticos con la presencia de veraneantes derechistas camuflados en los órganos de decisión. Eran sabedores de esta situación pero la aceptaron por el peso de su evidencia. Pero no todos los vecinos pensaban de 97

. Ver AMHM, acta sesión del consejo municipal de 21 de febrero de 1938.

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igual manera. Algunos fueron muy críticos con ellos y, al calor de la presencia policial y militar en esta localidad, vieron en ella la posibilidad de reivindicar sus propios postulados ideológicos. La gran mayoría de estos vecinos procedían de la UGT local pero se desmarcaron de sus dirigentes ocupados en el comité del Frente Popular para crear el partido Comunista local como una alternativa a UR, a la UGT y a la CNT. Nunca llegaron a tener representación en los consejos municipales que se formaron en la localidad a partir de 1937 a pesar de tener legitimidad para ello. Prefirieron actuar de otra manera, colaborando estrechamente con la policía y los militares. A su vez, éstos últimos les era más gratificante gestionar con ellos que con los miembros legales del consejo municipal, sospechosos de colaboracionistas con los derechistas camuflados. De esta manera, se realizó una especie de desplazamiento de las fuerzas políticas republicanas locales. Por un lado, estuvieron los comités del Frente Popular y más tarde los consejos municipales como los representantes oficiales del Estado republicano. Fueron órganos rápidamente cooptados por la mayoría derechista existente en la localidad mediante intrusismo sin que los verdaderos cargos auténticamente republicanos de izquierdas pudieran cambiar esta situación ciertamente compleja. Sabedores de esta situación los ugetistas locales de tendencia comunista ni siquiera intentaron penetrar como organización política en estos órganos de gestión. No les resultó operativo ni siquiera atractivo. Su presencia, realmente, estaba en connivencia con los mandos militares presentes en la localidad. Se habían convertido en el otro polo de referencia, no tanto dedicado a cuestiones cotidianas como el abastecimiento que estaba en manos de los miembros del consejo municipal sino en algo potencialmente más incisivo entre los locales. Fue un polo de poder minoritario pero temido. Este reducto comunista se había convertido, o por lo menos lo intentaron, en los depuradores del orden social y político. Se habían convertido en personas poderosas y temidas, amparadas por el aparato militar que desconfiaba plenamente de los demás órganos republicanos. Los lazos entre ellos se hicieron más fuertes. Las cocineras de los cargos militares, personas de confianza por su cercanía, eran de este grupo de afines. También les invitaban a comer a sus propias casas y se reunían entre todos para hablar de sus cosas. Pero sobre todo fueron utilizados como fuente de información y sobre todo de vigilancia sobre cualquier tipo de alteración del orden. Más en concreto, a principios de mayo de 1937, los militares les solicitó su cooperación para que oyeran y vieran cualquier noticia sobre unas supuestas armas ocultas en el pueblo. El policía militar Félix España García, prestando sus servicios como agente en la brigada de servicios especiales, fue enviado a Hoyo de Manzanares con Eloy Miguel Marcos para tratar de descubrir unas armas que según se decía tenían ocultas en dicho pueblo. Se pusieron en contacto con el jefe de la 69 brigada “Durán”, también llamados “los leones rojos”. Y éste, Rafael del Castillo Morales, solicitó información a sus contactos, sobre todo a David Prieto Bravo, el barbero del sanatorio del Canchal y Antonia Arias Quiroga alias la gallega los cuales iban con frecuencia a la comandancia a entrevistarse con el jefe de la brigada. Pusieron en marcha sus contactos y al poco tiempo el teniente Rafael del Castillo tuvo varios nombres de vecinos sospechosos. Se realizaron varias detenciones, entre ellas los dos obreros que se llamaban Cipriano García y Feliciano Blasco Serrano que “fueron entrevistados y a la vista que no sacaban nada de ellos salió el teniente Castillo con un piquete de soldados con

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intención de hacer un simulacro de fusilamiento, que luego se oyó una descarga, preguntó qué había pasado y le dijo su compañero Eloy Miguel que al conminarlos para que dijeran donde estaban ocultas las armas, uno de ellos tiró el cigarro que fumaba y cogiendo una flor se la puso en la boca al propio tiempo que decía: “así te contesto yo” y levantando la mano haciendo el saludo fascista gritó “Arriba España”, disparándoles a continuación. Fueron enterrados en el Picacho” 98. Hubo una investigación militar interna y los dos policías militares fueron condenados a 10 meses de cárcel. No se sabe si se encontraron las armas que buscaban pero el asesinato de estas dos personas demostraron quienes eran los dueños de la situación en la localidad. Fue una muestra de fuerza para intimidar a la población en general y, de paso, a los derechistas camuflados. Manuel Martín Santos y Remigio Valverde Sánchez del consejo municipal solicitaron información a las autoridades militares pero no se les respondió 99. Francisco Vindel como derechista camuflado en la CNT se escondió durante un tiempo por miedo a que fuera asesinado por los “leones rojos”, todos ellos de ideología comunista 100. Este golpe de fuerza forzó, tal vez, un cambio en la dinámica instaurada desde el inicio de la guerra civil dejando a sus protagonistas en alerta y preocupados: José María Ruiz-Heras huyó a través de la sierra a la zona nacional, su hermano Joaquín estaba en la cárcel a la espera de juicio, el cura Wenceslao Moreno estaba viviendo en Madrid apartado de la vida local, Cesáreo Herrero Garabaya el secretario estaba en la cárcel esperando su condena y Francisco Vindel Ochoa escondido durante un tiempo a la espera que se calmara la situación.

Los consejos municipales Los dos comités del Frente Popular que habían nacido al calor de los primeros días efervescentes después del golpe militar abandonaron poco a poco su protagonismo hasta que el gobierno republicano forzó el cambio de todos ellos en favor de la constitución de un consejo municipal donde debían estar representadas proporcionalmente todas las fuerzas políticas y sindicales republicanas existentes en la localidad con una duración de un año.

Cuadro nº 18: Composición del primer consejo municipal (2 de marzo de 1937) Nombre y apellidos Manuel Martín Santos Jacinto Estévez Velasco* Remigio Valverde Sánchez** Victoriano Gómez Blasco Gervasio García Blasco

Cargo Presidente Consejero Consejero Consejero Consejero

Representación UGT UGT UGT UR UR

98

. Ver AGHD, sumario contra Millán Pérez Monforte, Sumario 35958, caja 2491/7.

99

. Ver AGHD, sumarios contra Manuel Martín Santos y Remigio Valverde Sánchez. . Ver AGHD, sumario contra Francisco Vindel Ochoa.

100

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Francisco Vindel Ochoa Emilio Gómez Gómez

Consejero Consejero

CNT CNT

Fuente: AMHM. Elaboración propia *En abril de 1937, se va Jacinto Estévez Velasco al frente y es sustituido por Esteban Estévez de UGT ** Es sustituido unos meses por Ignacio Contreras Bravo de UGT.

La verdad es que el cambio del comité del Frente Popular por este consejo municipal fue mínimo: solamente se incluyeron los dos representantes de UR mientras que los afiliados al PC local quedaron excluidos tal vez por no estar registrados como partido oficialmente aunque sus militantes eran conocidos por los demás vecinos por ser en su mayoría afiliados también a la UGT. La entrada de la CNT por primera vez como sindicato en un organismo oficial se realizó mediante el siguiente protocolo: “el alcalde presidente propone se acuerde expresar la gratitud de este consejo a los compañeros F. Vindel y E. Gómez por haber colaborado con este consejo en cuantos problemas que han afectado a esta localidad, especialmente en asuntos sociales y abastos. A fin de no interrumpir esta labor tan conocida por ellos, se les invita a seguir actuando en este concejo, continuación que viene a ser del comité extinguido y con disposición de la ley, toda vez que habiendo aumentado la población con numerosos evacuados, se hace preciso compartir este trabajo con la colaboración de estos compañeros y la responsabilidad de la gestión con la representación de la CNT a la que pertenecen, integrándose en este comité si no hay motivos legales que a ello se opongan” 101.

Cuadro nº 19: Composición del segundo consejo municipal (7 de junio de 1938 hasta finalización de la guerra, marzo de 1939)

Nombres y apellidos Gervasio García Blasco* Clemente García Moreno Victoriano Tejedor Vegas Manuel Crespo García Ricardo del Pozo Blasco

Cargos Presidente Consejero Consejero Consejero Consejero

Representación UR UGT UGT UGT CNT

Fuente: AMHM. Elaboración propia. *Dimite en enero de 1939 para irse al frente y es sustituido por Leoncio García Domínguez de UR.

En este segundo y último consejo municipal que permanecerá hasta el final de la guerra, la UGT continuó con su mayoría como la principal organización en esta localidad mientras que UR y CNT se quedaban cada uno con un solo representante. Ambos habían perdido fuerza mientras que los militantes del partido Comunista tampoco llegaron a entrar en este órgano de decisión. Lo que parece una evidencia es que seguían 101

. Ver AMHM, acta sesión de dos de marzo de 1937.

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teniendo absoluta confianza con los mandos militares participando de sus reuniones sociales. Se quedaron al margen del consejo municipal pero el peso de las opiniones de David Prieto Bravo el peluquero del sanatario del Canchal reconvertido en hospital de sangre, Antonia Arias Quiroga “la gallega” y Millán Pérez Monforte entre otros era a tener en cuenta.

El abastecimiento a la población: prioridad de los consejos municipales. Debido al aumento espectacular de la población (cerca de 3.000 personas) entre nativos y evacuados sin contar a las tropas militares, abastecer a toda ella fue una absoluta prioridad. En un primer momento, en los primeros meses de la guerra, fue un plácido refugio para los veraneantes derechistas que se habían quedado en el pueblo. Aprovechando la normativa del gobierno que eximía de ir al frente si uno estaba comprometido con una acción de ayuda en la retaguardia, determinados vecinos se apuntaron para trabajar en abastos como el joyero de Madrid Juan Manuel Sanz y el abogado Fernando del Álamo, uno del grupo de los arrestados de febrero de 1937. El control del abastecimiento a la población por parte del Consejo municipal consistía en centralizar toda la producción local (tanto privada como procedente de la colectividad UGT/CNT) de hortalizas, carne, leche, huevos, granos que se producía en el pueblo además de otros productos necesarios conseguidos por la misma comisión de Abastos, en otros mercados, en unos determinados locales donde la población podía abastecerse mediante la entrega de unas cartillas de abastos familiares según el número de personas por cada una de ellas. Era la vía más importante para abastecerse aunque había alguna otra más pero más peligrosa y fuera la ley. Consistía en pagar con tu propio dinero a algún proveedor local en función de un precio que no estaba estipulado por el propio consejo municipal, generalmente más alto debido a su escasez. En el local de los abastos, se fijaban en carteles los precios de los productos para el público mientras que en las cartillas de abastos se apuntaban los productos solicitados. De esta manera, se procuraba evitar abusos de todo tipo. Con la llegada del primer consejo municipal, se cambió la estructura interna de la comisión de abastos que llevaba funcionando desde el inicio de la guerra con la pretensión de controlar desde el mismo consejo municipal las actividades realizadas por esta comisión. Por ello fue destituido su responsable Juan Manuel Sanz y sustituido por el consejero de CNT Emilio Gómez Gómez mientras que seguía de secretario contable Fernando del Álamo, Valentín Bernardos de responsable del almacén, Francisco Benito de cajero, los dos dependientes, Braulio Crespo y Mariano Herrero 102, mientras tanto el consejero municipal Remigio Valverde Sánchez era el encargado de comprar víveres a otros lugares. El consejo municipal quiso controlar la producción de los panaderos del pueblo, centralizar su venta y fijar su precio. Para ello, “los panaderos debían entregar todo el pan fabricado en el día en el despacho de abastos y que se venda el kilo a 70 céntimos” 103. Lo mismo pasaba con la leche y la producción de quesos: “el negociado 102 103

. Ver AMHM, acta sesión del 4 de abril de 1937 . Ver AMHM, acta sesión de 2 de diciembre de 1937

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de abastos ha de controlar la fabricación de quesos y se venda al público por cartilla permitiendo esta fabricación una vez vendida la leche” 104. Era imprescindible evitar ventas privadas como por ejemplo de los productores de quesos: “que a los fabricantes de quesos no puedan vender a particulares sus productos estando obligados a entregar los quesos a abastos y expendidos por cartilla. Han de producir 10 kilos al día” 105. Llegado el verano, muchos vecinos trabajaban sus propios huertos para autoconsumo pero “todo propietario de mayor superficie de terreno sembrado de huerta está obligado a entregar en abastos el producto de ella y los huertos pequeños se destinen para consumo familiar sin que puedan vender a extraños cantidad alguna ni percibir de Abastecimientos parte alguna que le correspondiera” 106. Pero aquellos que superaban estas necesidades en la producción tenían que saber “que todos los productores de hortalizas y verduras la obligación que tienen de presentar en el consejo municipal todas las verduras y hortalizas que obtengan de sus huertas para su distribución por el negociado en Abastos entre los residentes del municipio” 107. La redistribución estaba a la orden del día, no se querían situaciones de concentración de género en manos privadas, lo justo y necesario era distribuir, “que los productores de patatas entreguen para abastecimiento municipal la cantidad de 1.500 granos por kilo para la siembra y se distribuya por cartillas entre el vecindario” 108. El control de la distribución, venta y consumo de los productos básicos para alimentar a la población era una tarea complicada, siempre vigilante ante abusos que procuraban vadear los edictos del consejo municipal. Por ejemplo, había abusos en la composición de las cartillas lo que hacía preciso, por parte del consejo municipal: “controlar las cartillas de abasto ya que los portadores de cartillas aumentan el número de personas para conseguir mayores cantidades de género alimenticio y que se castigue a los infractores” 109. Algunas decisiones del consejo municipal llegaron hasta la tajante prohibición: “prohibido entregar leche a persona que no tenga cartilla de abastecimiento de este consejo” 110. La situación se hacía cada vez más insoportable, el abastecimiento debía racionarse, “se establece un nuevo racionamiento: doscientos gramos de pan por persona y día debido a la escasez de harina” 111. Y ya al final de la guerra, se hacía necesario la gestión de la escasez: “No se hagan quesos debido a la escasez de leche” 112. Con una sobrepoblación residiendo en un hábitat urbano totalmente inadecuado y nada preparado, el consejo municipal intentó solucionar esta anomalía procurando racionalizar el uso de las viviendas pero tuvo que negociar con los imperativos militares que priorizaron sus necesidades sobre los de la población civil. Solicitó formalmente al mando militar que, “debido a la proximidad del verano y del excesivo calor pudiera llegar una epidemia de fatales consecuencias para la población debido al hacinamiento 104

. Ver AMHM, acta sesión de 20 de enero de 1938 . Ver AMHM, acta sesión de 21 de febrero de 1938. 106 . Ver AMHM, acta sesión de 28 de agosto de 1938. 107 . Ver AMHM, acta sesión del 14 de agosto de 1938. 108 . Ver AMHM, acta sesión de 26 de julio de 1938. 109 . Ver AMHM, acta sesión de 27 de junio de 1937. 110 . Ver AMHM, acta sesión de 28 de agosto de 1938. 111 . Ver AMHM, acta sesión de 22 de septiembre de 1938. 112 . Ver AMHM, acta sesión de 15 de enero de 1939. 105

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de los evacuados, se informa al Teniente-Coronel de la columna de operaciones llamada de Galán, situada en Las Rozas, que no existe perjuicio al ramo de la guerra que el almacén de ropas instalado en un hotel del barrio de Picacho se trasladase a otro hotel más aislado de la población de tal manera que los hoteles situados cerca al almacén pudieran habilitarse para vivienda de evacuados y evitar con ello las epidemias debido al hacinamiento” 113. Era una propuesta coherente y sensata con un claro objetivo humanitario y sanitario, reubicar a evacuados hacinados en hoteles y viviendas alejadas del casco urbano, más teniendo en cuenta los posibles focos infecciosos provocados por el hacinamiento. “Se solicita al Estado Mayor poder llevar evacuados hacinados en viviendas a los hoteles de la zona del Picacho que están completamente vacíos salvo el hotel dedicado a almacén de ropas, proponiendo otro lugar para dicho almacén” 114. El hacinamiento de la población provocado por la escasa infraestructura para tantos evacuados fue también un problema de salud que el consejo municipal tuvo que solucionar. Para ello, “se propone organizar la junta de sanidad municipal para mejorar el saneamiento de la población en las actuales circunstancias con el empleo de vacunas para evitar epidemias” 115. Sin olvidar que estos efectos provocados por la situación de retaguardia en guerra obligaron al consejo municipal a proteger a la población de los bombardeos provocados por la aviación franquista que habían arrasado a localidades como la vecina Colmenar Viejo y otras más de esta parte de la sierra de Guadarrama., “ante la situación crítica existente, se aprueba construir refugios contra ataques aéreos” 116. Los primeros meses de 1939 no fueron especialmente señalados. No ocurrió nada de destacado. Los consejos municipales ya no se reunían con tanta celeridad y solo destacamos el cambio de alcalde por irse al frente Gervasio García Blasco siendo sustituido por Leoncio García Domínguez. Él como alcalde fue quien entregó la vara de su cargo a las nuevas autoridades el 29 de marzo de 1939 cuando cayó el frente de Madrid y empezó una nueva etapa.

Los primeros años de la postguerra en Hoyo de Manzanares

En presencia de las autoridades militares franquistas autodenominado “ejército de ocupación”, lo primero que se hizo fue cambiar la composición del ayuntamiento cuando llegaron las tropas a esta localidad. Mientras tanto, los vecinos republicanos de la localidad estaban a la espera de los acontecimientos aunque no todos estaban residiendo en Hoyo de Manzanares. No nos consta ninguno que se haya ido al extranjero como muchos otros republicanos más del país. La mayoría se quedó en el 113

. Ver AMHM, acta sesión de 2 de mayo de 1937. . Ver AMHM, acta sesión de 9 de agosto de 1937. 115 . Ver AMHM, acta sesión de 25 de abril de 1937. 116 . Ver AMHM, acta sesión de 12 de mayo de 1938. 114

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pueblo. Otros quedaron apresados en la zona donde estaba su destacamento militar republicano hasta que fueran reconocidos, interrogados por las fuerzas militares y llevados a campos de concentración. Otros, muy pocos, se fueron a Madrid a vivir para quedar en el anonimato de la cuidad.

Revanchas personales, denuncias y represión También volvieron los vecinos derechistas que había sufrido de una manera u otra las condenas de la justicia republicana y algunos más que se habían fugado al bando franquista durante la guerra como Cesáreo Herrero Garabaya el secretario, Félix Martínez Crespo el antiguo alcalde, José María Ruiz-Heras el médico y sobre todo Wenceslao Moreno Maher el cura párroco. Las denuncias se presentaron ante el tribunal militar que se hallaba en Colmenar Viejo. Muchas de ellas eran de Wenceslao Moreno pero también se dedicaron a ello el secretario y el médico, máxime cuando éste último era también el jefe de Falange del pueblo. Los denunciados fueron los miembros relevantes de los diferentes comités así como los afiliados al partido Comunista pero también el cura Wenceslao Moreno amplió su abanico denunciando a Francisco Vindel Ochoa y su cuñado Marcelo Usera considerados derechistas. El primero por ser un extremista de la CNT y al segundo por aprovecharse del poder que supuestamente poseía para protegerle. Los ataques y argumentos utilizados en las denuncias contra Vindel y Usera, fueron contestados por ellos mismos y recogidos en otros sumarios, introduciéndonos en aspectos totalmente personales entre los protagonistas que afectaron su conducta durante el periodo anterior con la pretensión de explicar las actuaciones de determinados vecinos durante los primeros meses del franquismo. Lo cierto es que con la victoria franquista salieron a la luz con estas denuncias muchos defectos que tienen que ver con la misma condición humana, el miedo, el odio, el rencor y la maldad en situaciones extremas. Estas iniciativas fracturaron el pueblo en dos. El cura arrastró con él, mediante estas denuncias, a un grupo de vecinos que le apoyaron en estas iniciativas mientras que otro grupo se opuso a él. Una situación provocada que tensó las relaciones sociales hasta extremos indeseados ya que los ataques y replicas en los juicios sumarísimos salpicaron las conductas de muchos vecinos tanto locales como veraneantes. Así lo demuestra la declaración del vecino Natalio Blasco García: “oyó al Wenceslao Moreno en 1940 decir en la tienda donde trabajaba que estaba asustado por las consecuencias de sus denuncias entre el vecindario de Hoyo y que se le ocurrió como única forma de acallar las protestas de acusar a Francisco Vindel de todos los crímenes” 117. Todo fue demasiado complicado, tanto para el juez militar como para el auditor de guerra, cuando tuvo que sentenciar a Francisco Vindel respecto a las denuncias de Wenceslao Moreno ya que estaban implicadas personas públicas del momento y todos en favor de la causa franquista. Al final predominó la opinión del auditor: “desestima la 117

. AGHD, sumario contra Francisco Vindel Ochoa

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proposición del consejo de guerra de proceder contra los testigos mencionados por apreciarse a través del sumario la existencia de un estado pasional colectivo en el pueblo entre el procesado, familiares, denunciantes y cuantos testigos han comparecido en autos, originada dicha pasión por resentimientos de tipo particular y propios del ambiente local ajenos en casi su totalidad a la política, estado pasional que se agravaría sin duda en el nuevo procedimiento contra los repetidos testigos que sin probabilidad alguna de éxito serviría únicamente para convertir los organismos de la justicia en instrumento y medio de mantener y avivar dicha nociva situación con perjuicio evidente de aquella” 118. “El estado pasional colectivo” no fue buen consejero y sobre todo evitó la mano de la justicia para resolver dudosas conductas pasadas por parte de vecinos que tenían en esos momentos una vida pública destacada en la localidad. Lo que sí funcionó, desde luego, en la justicia franquista fueron los juicios sumarísimos militares contra los republicanos que fueron denunciados en consejos de guerra. Los mayores protagonistas del periodo republicano desde la creación de la comisión gestora de mayo de 1936 hasta el final de la guerra sufrieron consejo de guerra militar, incluidos los denunciados y supuestos partícipes de la muerte de los dos vecinos en 1937, el teniente Rafael del Castillo Morales y los policías militares Eloy de Miguel Marcos y Félix España García. Las denuncias no se generalizaron para todos los republicanos de la localidad. El caso más visible es el de los dos concejales de UR, Gervasio García Blasco y Victoriano Gómez Blasco. Ambos tuvieron una trayectoria política pareja, tuvieron los mismos cargos y responsabilidades, incluso Gervasio García Blasco fue alcalde en 1938. Sin embargo, no tuvieron el mismo trato ante la justicia franquista, mientras Victoriano Gómez Blasco sufrió un consejo de guerra, Gervasio García Blasco no pasó por este trance (al menos no consta en los archivos). Todo dependía, en definitiva, de la existencia de denuncias hacia determinadas personas. Todos los denunciados quedaron arrestados, en su mayoría en la cárcel de Colmenar Viejo a la espera de su juicio sumarísimo, lo que podía tardar entre tres y cuatros meses. En función de los casos y de la magnitud de las acusaciones, las penas impuestas por el tribunal militar de Colmenar Viejo y también de Madrid podían ir de un año de cárcel hasta treinta años de prisión. Algunos fueron condenados a muerte pero el auditor de guerra consideró una rebaja de la pena a un castigo inferior, el de treinta años. Otros denunciados fueron absueltos por el mismo tribunal y puesto en libertad después de haber pasado por prisión preventiva. El único caso de todos los que he podido examinar que acabó en fusilamiento fue el del republicano Ignacio Contreras Vega. Tenía 33 años cuando le fusilaron en Madrid en el cementerio de la Almudena. Afiliado a UGT y estaba casado. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a muerte el 27 de julio de 1939. El jefe de Estado se dio por enterado de esta sentencia el 12 de octubre de 1939 y fue fusilado en Madrid el 11 de noviembre de 1939. De todas formas, en la parte final de este texto, se relacionarán, entre otras personas, los republicanos que sufrieron consejos sumarísimos.

118

. Ídem

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La toma del poder municipal en los primeros tiempos franquistas En la primera sesión, una vez presentes las tropas franquistas en la localidad, el 29 de marzo de 1939, se nombraron por parte de la autoridad militar, las siguientes personas:

Cuadro nº 20. Composición de la primera comisión gestora franquista (29 de marzo de 1939) Nombre y apellidos Luis Moreno Feliú Tomás Torija Rubio Damián Martín Blasco Jacinto García García Francisco Moreno Blasco

cargo Presidente Teniente Alcalde Consejero Consejero Consejero y depositario

Fuente: AMHM.

Su primera medida fue la siguiente: “Quedan disueltas de inmediato las organizaciones, colectividades y cooperativas existentes en esta localidad y en veinte y cuatro horas éstas hagan entrega en este ayuntamiento de cuantos libros, metálico, bienes muebles e inmuebles posean y se queden en depósito para su entrega a sus legítimos dueños. Una vez entregadas por la colectividad UGT/CNT las cuatro vacas que tiene se sacrifique una por su estado defectuoso para abastecimiento de la población y otra se permute con otra defectuosa cuyo dueño es Damián Blasco Martín” 119. Estos primeros días de postguerra estuvieron alterados y a nivel municipal se complicaba por dar tiempo a la organización del Estado franquista construirse por la base. Una de sus pilares fue la creación de la Falange local ya que esta organización no existía. Durante esos días, se produjeron movimientos de vecinos para ingresar a Falange ya que el nuevo régimen se fiaba de la opinión de sus dirigentes para dar el visto bueno a los nuevos nombramientos municipales. La Falange local fue creada de la mano del médico recién llegado al pueblo José María Ruiz-Heras, con una directiva compuesta por Ángel Colmenarejo Alonso, José Miguel Nogueira y Julio Martín Álvarez entre otros 120. Creada con mucha rapidez, la Falange local se convirtió en el nuevo eje del poder local. Este pilar del nuevo orden debía coordinarse con el nuevo gobernador civil y de los militares presentes en la localidad para la elección de las personas adecuadas para los nuevos destinos que se anunciaban a golpe de propaganda del bando ganador de la guerra. Por ello, a los pocos días, se nombró una nueva comisión gestora, tal vez más ajustada a los intereses de Falange. Los militares estuvieron otra vez presentes. Martín Tovar Sánchez, Oficial 3º Honorífico del Cuerpo 119 120

. Ver AMHM, acta sesión de 29 de marzo de 1939. . Ver AGHD, sumario consejo de guerra contra Ángel Colmenarejo Alonso y otros.

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Jurídico militar en nombre del general jefe de la división de Somosierra-Guadarrama, nombró a esta nueva comisión gestora provisional.

Cuadro nº 21. Composición de la segunda comisión gestora franquista (2 de abril de 1939)

Nombre y apellidos Damián Martín Blasco Francisco Moreno Blasco Pablo Crespo Moreno Félix Blasco García

cargo Presidente Consejero Consejero Consejero

Fuente: AMHM.

Repetían Damián Martín Blasco y Francisco Moreno Blasco de la anterior comisión gestora creada solamente hacía cuatros días. Los acuerdos tomados por esta nueva comisión gestora estuvieron relacionados con las mismas preocupaciones que los anteriores consejos municipales republicanos: los evacuados y el abastecimiento. En la sesión del día 20 de abril, se dio “cuenta de cómo Intendencia Militar viene efectuando el suministro de víveres que se puede considerar por triplicado por la abundancia de evacuados que aún existe en la localidad y se acuerda que las familias evacuadas deben abandonar este lugar reintegrándose a sus localidades respectivas” 121. Era preciso que los evacuados volvieran cuanto antes a sus hogares ya que para este ayuntamiento era una carga demasiado pesada la presencia de tantos habitantes. Una vez que intendencia militar ya no procedía a la entrega de víveres para los evacuados y demás habitantes, era preciso hallar una solución a este problema: “Que se vea el medio de que por medio de los industriales se verifique el abastecimiento de la población dándole por esta corporación todos los medios que estén a su alcance a fin de que no se careza de víveres y los precios sean controlados por el ayuntamiento” 122. Había que borrar cualquier tipo de relación con el pasado inmediato, tanto las materiales como las obligaciones adquiridas por el propio ayuntamiento republicano con los diferentes organismos de la diputación de Madrid. En las siguientes sesiones municipales, se aprobó: “que si aún existiesen carteles de mal gusto de las autoridades rojas que se quiten de inmediato. Y que se opere en la limpieza de la iglesia y por mamposteros de la localidad que aún carecen de trabajo se tapie la puerta que por entrada de coches se abrió durante la época marxista” 123. En efecto, la iglesia, una vez 121

. Ver AMHM, acta sesión del 20 de abril de 1939. . Ídem, acta sesión de 27 de abril de 1939 123 . Ídem, ver acta del 4 de mayo de 1939. 122

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haber sufrido los efectos iconoclastas de los primeros momentos de la guerra, se había convertido en almacén de trigo, entrando en su interior los vehículos para los portes. En agosto de 1939, cinco meses después de finalizar la guerra, se volvían a recomponer las comisiones gestoras por tercera vez.

Cuadro nº 21: Composición de la tercera comisión gestora (11 de agosto de 1939) Nombre y apellidos Fausto Martín Blasco Marcelino García Martín Agustín Cobaleda Rodríguez José María de Miguel Nogueira Manuel Estévez Rubio

Cargos Presidente Primer teniente Consejero Consejero Consejero

Fuente: AMHM

Esta vez la comisión gestora empezaba a tener cuerpo propio. Aparte Fausto Martín Blasco, entraron sobre todo José María de Miguel Nogueira y Manuel Estévez Rubio, dos personas ligadas a Ángel Colmenarejo Alonso y José María Ruiz-Heras que habían pasado por las mismas fases políticas anteriores durante la retaguardia republicana en guerra: UGT, CNT y finalmente Falange en tan poco tiempo, entre 1936 y 1939. En cuanto a la depuración de empleados municipales, la sesión del 16 de agosto de 1939 fue explícita. “No da lugar a depuración de funcionarios ya que el secretario fue arrestado, encarcelado durante 25 meses desde el 21 de febrero de 1937 hasta el 20 de marzo de 1939. En cuanto al médico José María Heras fue evadido en marzo de 1937 a la zona nacional. Durante su permanencia en ésta fue perseguido y llevado a la checa de Fomento. En la zona nacional fue militarizado hasta su incorporación a este pueblo. El alguacil también huyó a la zona nacional. En cuanto a funcionarios subalternos como el farmacéutico y el veterinario deben ser depurados por el ayuntamiento matriz es decir Torrelodones para el primero y Colmenar Viejo para el segundo. En cuanto al administrador Pancorbo sí se tiene conocimiento de su adhesión al Movimiento” 124. Y unos meses más tarde, se hablaba de la depuración del antiguo secretario Cesáreo Herrero Garabaya. “El concejal Agustín Cobaleda, instructor del expediente de depuración del secretario Cesáreo Herrero Garabaya, presenta al ayuntamiento sus conclusiones y éste declara que el secretario ha tenido una conducta antes y después del movimiento inspirada en todo momento a la causa nacional y por lo tanto acuerdan admitir a dicho secretario en su cargo de secretario” 125. Las antiguas amistades creadas durante el ocultamiento de identidades durante la guerra civil en Hoyo de Manzanares se mantuvieron y fueron recompensadas como la del joyero de Madrid que se ocultó en esta localidad y consiguió ser el responsable municipal de abastos del gobierno republicano, “Juan Manuel Sanz entrega al ayuntamiento un donativo de 10.000 pesetas, lo que agradece este ayuntamiento debido 124 125

. Ídem, ver acta de 16 de agosto de 1939. . Ídem, ver acta de 28 de diciembre de 1939.

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a las actuales circunstancias en que dejaron los rojos las arcas municipales exhausta de moneda” 126. El médico José María Ruiz-Heras, jefe de Falange local, solicitó la ampliación de su sanatorio que él mismo había reconvertido en hospital de sangre durante la guerra, convenciendo a las autoridades militares republicanas. La comisión gestora, no solamente le concedió esta petición sino que le donó terreno público: “El ayuntamiento acuerda ceder un terreno sobrante de la vía pública de 667 metros cuadrados al sitio de los Arroyuelos para anexionarla a la finca del nuevo sanatorio de José María Ruiz Heras que es ampliación del mismo” 127. Dicho médico se convertirá en el nuevo alcalde presidente de la comisión gestora franquista. Como jefe de Falange, alcalde, médico y dueño de un sanatorio en la localidad, se había convertido en el máximo representante del nuevo poder franquista, una persona que había tenido, sin embargo, tantas identidades políticas en los años anteriores.

Cuadro nº 22. Composición de la cuarta comisión gestora franquista (19 de agosto de 1940) Nombre y apellidos José María Ruiz Heras Agustín Cobaleda Rodríguez Marcelino García Martín Manuel Estévez Rubio José María Miguel Nogueras

Cargos Presidente Teniente Alcalde Consejero Consejero Consejero

Fuente: AMHM

Esta vez la elección de esta comisión gestora salió directamente de los despachos del gobernador civil de la provincia, los militares ya no tenían atribuciones de este tipo. La situación se estabilizaba y los gobiernos municipales ya no cambiaban con tanta rapidez. Todos los que se constituyeron a lo largo de la década de los años 40 tuvo siempre a su cabeza al mismo alcalde presidente de la comisión gestora: a José María Ruiz Heras.

126 127

. ídem, ver acta de la sesión de 14 de septiembre de 1939. . Ídem, ver acta sesión de 1 de agosto de 1940.

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Cuadro nº 23: Composición del siguiente ayuntamiento (28 de marzo de 1942) Nombre y apellidos José María Ruiz Heras Fausto Martín Blasco Francisco Benito Asensio* Vicente Colmenarejo Alonso Félix Martínez Crespo

Cargos Alcalde presidente Consejero Consejero Consejero Consejero

Fuente: AMHM *Nemesio Moreno Martínez le sustituye en abril de 1944.

Volvían los veteranos que ya habían sido alcaldes como Fausto Martín Blasco, pero sobre todo Félix Martínez Crespo alcalde del periodo republicano, encarcelado durante la guerra. En agosto de 1942 se aprobó el presupuesto para terminar el matadero municipal. Le dieron la obra a un constructor local conocido por haber sido el presidente de las milicias republicanas durante la guerra, Jacinto Estévez Velasco que sufrió consejo de guerra y condena de cárcel por ello a pesar de haber sido convencido por el secretario Cesáreo Herrero Garabaya colocándole en puestos de mando siendo una persona controlada por los vecinos derechistas de la localidad. La oferta había sido presentada por el alcalde Ruiz Heras y rubricada por el secretario Herrero Garabaya, dos de las personas más influyentes en la sombra en 1936. “Se aprueba el presupuesto presentado por Jacinto Estévez Velasco para la terminación del matadero siendo utilizada la madera de la cubierta del ayuntamiento viejo” 128. Era como una sensación de volver a épocas anteriores al verano de 1936, volvieron casi todos sus protagonistas (El cura Wenceslao Moreno no volvió a oficiar) y del periodo de la guerra civil procuraron que se olvidara para siempre. Era la mejor opción para conseguir la paz prometida por Franco.

128

. Ver AMHM, ver acta sesión de 12 de agosto de 1942.

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Los protagonistas. A continuación haré una reseña de cada uno de las personas que destacaron durante ese periodo resaltando así mismo a los republicanos de la localidad que sufrieron consejo de guerra sumarísimo.

Wenceslao Moreno Maher. Cura párroco de Hoyo de Manzanares desde el 25 de noviembre de 1925. Considerado como una de las personas más influyentes de la localidad debido a su personalidad y carácter. A raíz del golpe militar del 18 de julio de 1936, procuró demostrar de forma fingida su adhesión al comité del Frente popular de la localidad, haciéndolo de forma muy expresiva y contundente. Hizo vida normal hasta que tuvo que esconderse en casa de un vecino porque milicianos de Madrid le estaban buscando. Miembros de dicho comité le arrestaron y le llevaron a Madrid para salvarle en noviembre de 1936. Fue nuevamente arrestado en febrero de 1937 en Madrid pero finalmente liberado. Al acabar la guerra, volvió al pueblo para vengarse de muchos vecinos republicanos que él consideraba causantes de sus arrestos, denunciándoles a la justicia militar franquista. Su flagrante enemistad con Marcelo Usera provocó la división de los vecinos entre sus defensores y sus detractores. Fue finalmente desplazado a otra parroquia para evitar más problemas.

José María Ruiz-Heras Nació en 1893 y tenía 46 años en 1939. Médico del sanatorio del “Canchal” con su hermano Joaquín desde los primeros años de los años veinte. Persona clave en la historia de esta localidad de los años centrales del siglo XX. De ideología derechista, procuró adaptarse al periodo republicano fingiendo ser primero afiliado de UGT, luego fundador de CNT al empezar la guerra y finalmente huir a la zona franquista en mayo de 1937 para evitar ser asesinado. Una vez de vuelta al pueblo después de la guerra, se convirtió en jefe de Falange y en 1940 y, durante muchos años más, fue alcalde franquista del pueblo y dueño del sanatorio. Permaneció al grupo que defendía al cura Wenceslao Moreno en contra de Marcelo Usera.

Cesáreo Herrero Garabaya. Secretario del ayuntamiento desde 1923. Al igual que los anteriores, fue una pieza clave del poder local. Persona de ideología derechista que fue arrestado en la redada de la policía republicana en febrero de 1937. Fue condenado por el tribunal popular nº 1 de Madrid a un campo de trabajo en la zona del Levante durante dos años. La policía militar republicana le consideró la persona más perniciosa de la localidad para el régimen. Al volver al pueblo una vez acabada la guerra, se reincorporó a su trabajo de secretario considerado adicto al régimen franquista. Fue otra persona importante del grupo que estaba en favor del cura Wenceslao Moreno en contra de Marcelo Usera.

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Félix Martínez Crespo Nació en 1890 y tenía 49 años en 1939. Era constructor. Fue elegido alcalde después de varias elecciones fallidas en junio de 1931 como flamante alcalde del periodo republicano como independiente hasta su inevitable caída al ser depuesto de su cargo por el gobernador del Frente Popular en junio de 1936, un mes antes del inicio de la guerra. Su gestión como alcalde tuvo momento de tensión en las que no asistieron los dos concejales de Unión Republicana a las sesiones municipales como forma de protesta durante varios años. En febrero de 1937 fue arrestado y juzgado por el tribunal popular de Madrid nº 1, condenándole a dos años de internamiento en un campo de trabajo y pagar una fuerte multa. Al volver al pueblo después de la guerra, continuó con su trabajo de constructor y fue concejal franquista en los años cuarenta con José María Ruiz-Heras de alcalde. Fue otra persona que se alineó con el cura Wenceslao Moreno en contra de Marcelo Usera.

Marcelo Usera Sánchez Nació en 1874 y tenía 65 años en 1939. Era teniente coronel retirado cuando empezó a vivir en un hotel de Hoyo con su segunda esposa Ana Vindel en los años 20. Era Abogado, gerente de la cooperativa “Aguas de Aravaca”, promotor de venta de parcelas de terrenos y construcciones en los barrios de la Legión, Doña Paulina, parador del Sol, Atajillo, Zofío y Usera creados por él mismo, construcciones de casas y hotelitos para obreros y administraciones de fincas. Denunció en 1929 al cura Wenceslao Moreno por intentar abusar de su cuñada, persona con problemas mentales, de ahí el odio que se profesaban. De ideología derechista, intentó con su familia huir a la zona franquista pero fueron arrestados en san Lorenzo de El Escorial. Una vez liberados por la mediación de Emilio Gómez, amigo de su cuñado Francisco Vindel, se fueron a vivir al hotel de su propiedad en Hoyo de Manzanares. Testigo de excepción de los sucesos ocurridos en el pueblo una vez empezada la guerra, fue evacuado de la localidad en 1938. Una vez acabada la guerra tuvo que defenderse y a su cuñado de las denuncias perpetradas por el cura. En la postguerra, inició una urbanización “la colonia Vindel” que no se culminó debido a su fallecimiento.

Francisco Vindel Ochoa Nació en 1900 y era pintor decorativo. Cuñado de Marcelo Usera y amigo de Emilio Gómez de la CNT por ser igualmente pintor como él, llegó a Hoyo de Manzanares en agosto de 1936 para vivir con su familia. Supuestamente de derechas, se incorporó en el comité del Frente Popular, en septiembre de 1936 y en febrero de 1937 en el primer consejo municipal hasta 1938 para irse a Madrid. Cambió su identidad política, haciéndose pasar por militante de CNT para poder, desde los diferentes comités republicanos, defender y salvar las vidas y bienes de vecinos derechistas, incluido al cura Wenceslao Moreno y otros muchos. Fue, sin embargo, denunciado por el párroco por considerarle extremista de la CNT, arrestarle y llevarle a la cárcel y proteger a

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Marcelo Usera y su familia desde su cargo en el comité republicano. Fue defendido por su cuñado Marcelo Usera en los juicios sumarísimos y finalmente condenado a seis años de cárcel.

Alarcón Crespo, Antolín De 48 años en 1939, natural de Collado Villalba, carpintero, afiliado a la UGT desde antes de la guerra civil. Denunciado por el cura Wenceslao Moreno por ser uno de los destructores de la iglesia y debido a su oficio reutilizó las maderas de la iglesia para construir féretros. Niega todas estas acusaciones. El tribunal militar de Colmenar Viejo, el 27 de julio de 1939, le condena a 12 años de cárcel por auxilio a la rebelión militar. En 1941, se le conmuta a 6 años de cárcel estando en la cárcel de Añover del Tajo y extingue su pena en 1945 estando en la cárcel de Oviedo.

Benítez Camarero, Isabel De 54 años en 1939, sus labores, natural de Adraza de Aza (Burgos) y vecina de Hoyo de Manzanares, ingresó en el partido comunista en julio de 1938. Se le acusa por parte de Falange de vivir “amancebada” con David Prieto Bravo, considerado uno de los jefes revolucionarios de la localidad siendo dicha Isabel “la inspiradora de la conducta de su amante y responsable moral de todas las atrocidades ejecutadas por él ya que le tenía totalmente dominado y denunciante verbal de numerosas personas.”. El tribunal militar de Colmenar Viejo a 6 de julio de 1940 la sentencia a 4 años de prisión. En 1941, Isabel Benítez se le conmuta la pena a 1 año y 6 meses, y sale de la cárcel en libertad.

Blasco Blasco, Felisa De 51 años en 1939, esposa de Julián García Domínguez y padres de Leoncio García Blasco, republicano de la localidad, natural de esta localidad. Es denunciada por sus buenas relaciones que mantuvo con el mando militar republicano y en particular con la policía militar que investigaba los casos de vecinos derechistas contrarios a la causa republicana. Felisa Blasco, muy cercana a los comunistas de la localidad, fue sospechosa de colaborar con ellos denunciando dichos casos. Felisa Blasco niega todas las acusaciones. El tribunal militar de Colmenar Viejo a 6 de julio de 1940 la sentencia a 4 años de prisión.

Blasco Gómez, Epifanio Tiene 55 años en 1939. Es estanquero, natural de Hoyo de Manzanares, afiliado a Unión Republicana. Denunciado por haber sido el presidente de la comisión gestora del 2 de junio de 1936, nombrada por el gobernador civil de la provincia. El cura le denunció porque le entregó las llaves de la iglesia como alcalde y encontrarse con el templo destruido a su vuelta al pueblo. Epifanio se defendió de estos ataques diciendo: “siendo el alcalde no se tocó la iglesia y que él ya había entregado las llaves y dejado el cargo

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cuando la iglesia fue utilizada para almacén de harinas y piensos” 129. El médico Joaquín Ruiz-Heras y el evacuado de Madrid Luis Antúnez Hurtado de Mendoza le avalan por carta. El tribunal militar de Colmenar Viejo, el 27 de julio de 1939, le condena como autor de delito de auxilio a la rebelión militar a la pena de 12 años de cárcel. Se le conmutó la pena a 6 años el 20 de febrero de 1941. Inicia los beneficios de libertad condicional el 28 de marzo de 1942 saliendo de la cárcel de Alcalá y fijar su residencia en Hoyo de Manzanares.

Contreras Vega, Mariano Tiene 36 años en 1939, casado, jornalero, natural del pueblo, hijo de Francisco y Nicolasa. Afiliado a UR y UGT. Es el único vecino republicano fusilado. Fue acusado de arrestar a un vecino de Madrid escondido en el pueblo y llevado a Madrid. Resultó que tiempo después fue asesinado en la capital. Reconociendo los denunciantes que la orden de arresto vino de Madrid consideran, sin embargo, que tanto el acusado como el comité del Frente Popular así como Epifanio Blasco Gómez presidente de la comisión gestora se inhibieron y no defendieron lo suficiente al arrestado. Se le acusa igualmente de haber realizado registros domiciliarios para recoger armas. El acusado niega todo y si colaboró en dicho arresto fue por cumplir órdenes superiores. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a muerte el 27 de julio de 1939. El jefe de Estado se da por enterado de esta sentencia el 12 de octubre de 1939. Fusilado en Madrid el 11 de noviembre de 1939.

Estévez Rubio, Paulino Natural de esta localidad, afiliado a UGT, fue elegido presidente del comité del Frente Popular en agosto de 1936 hasta octubre del mismo año en que se incorpora en el cuerpo de carabineros. Fue detenido al final de la guerra, procesado y condenado a la pena de 30 años por el tribunal militar de Colmenar Viejo. Revisada posteriormente su causa se le conmutó a 20 años. En 1941 se halla en la cárcel de Valdenoceda (Burgos).

Estévez Velasco, Jacinto Tiene 25 años en 1939. Natural de Las Rozas, afiliado a UGT antes de la guerra. El secretario Cesáreo Herrero Garabaya influyó en la madre de Jacinto para que le convenciera a que no fuera a enrolarse a las tropas republicanas ya que consideraba que las tropas franquistas entrarían en Madrid en poco tiempo, Y a propuesta de UGT, en agosto de 1936, se convirtió en el presidente de las milicias locales que se ocuparon del control del orden local. De esta manera evitó su incorporación al ejército republicano. Fue uno de los que arrestaron al cura Wenceslao Moreno cuando estaba oculto en casa de Serafín Baelo en noviembre de 1936. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 6 años de presión y es mandado al campo de trabajo de Brunete. 129

. Ver AGHD, sumario contra Epifanio Blasco Gómez, sumario: 25974, legajo: 3096

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García Blasco, Alejandro, alias chaparro Tiene 50 años en 1939, jornalero, natural de esta localidad, afiliado a UR, marido de Juana Valverde García. Es denunciado por el cura Wenceslao Moreno por haber sido testigo de cargo en contra suya en el proceso judicial que sufrió en febrero de 1937. El tribunal militar de Colmenar Viejo celebrado el 27 de julio de 1939, le condena a seis años de prisión. El mismo tribunal militar le conmuta en septiembre de 1939 la pena impuesta a dos años de prisión. Pero en 1940 sale de prisión en libertad condicional, designando su nuevo domicilio en Colmenar Viejo.

García Blasco, Leoncio, alias el mono Tiene 23 años en 1939, hijo de Julián García Domínguez y Felisa Blasco Blasco, natural de Hoyo de Manzanares, soltero, ganadero, afiliado a UGT. Hizo guardias armadas en los primeros momentos del inicio de la guerra bajo las órdenes del comité. “A los 4 meses de iniciarse la guerra se presentó voluntario, ingresando en sanidad militar hasta que fue llamada su quinta ingresando en la 40 brigada mixta permaneciendo todo el tiempo en el frente de Madrid. Al terminarse la guerra no se presentó por temor a ser denunciado toda vez que sabía que tenía enemigos que le podían denunciar. Al finalizar la guerra se fue a vivir a Madrid” 130. Es denunciado por haber sido denunciante en contra del grupo de vecinos derechistas arrestados en febrero de 1937. En 1945, sale de Madrid y “se presentó al pueblo por miedo al ser detenido por las autoridades del pueblo a consecuencia de haber tenido que declarar durante la celebración del juicio contra personas de dicho pueblo” 131. El auditor de guerra decreto el sobreseimiento provisional del caso.

García Domínguez, Julián alias el mono Tiene 54 años en 1939, ganadero, natural de esta localidad, hijo de Isidro y Ángela, esposo de Felisa Blasco Blasco y padre de Leoncio García Blasco, afiliado a UR. Había sido concejal entre 1912 y 1916 así como miembro de la junta de asociados en 1911. Es denunciado por formar parte de este grupo de vecinos de orientación comunista, unido a la cúpula militar y su policía, por lo tanto entregado a informar y denunciar a vecinos derechistas de la localidad. Unos vecinos le avalaron entregando al juez militar esta “Carta de vecinos de Hoyo de Manzanares que por la presente que sus convecinos Julián García Domínguez y Felisa Blasco a partir del 18 de julio de 1936 han observado buena conducta comportándose como ciudadanos ajenos a extremismos y no les consideran, en tanto no se demuestre lo contrario, responsables de ningún extremo que pueda constituir delito, a 27 de mayo de 1939”. Firmado por Victoriano Blasco, María García, Mónico Moreno, Eduardo Colmenarejo y Juan García 132. El tribunal 130

. Ver AGHD, sumario contra Leoncio García Blasco, sumario-, Caja: 2293/7

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. Ídem . Ver AGHD, sumario contra Julián García Domínguez, sumario 35764, legajo 4447

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militar de Colmenar Viejo le sentencia el 26 de julio de 1939, a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor. El 10 de febrero de 1941, desde la prisión de Pastrana (Guadalajara), se ordena la libertad por prisión atenuada del penado Julián García por haber sido propuesto para pena inferior a 6 años y fue puesto en libertad. El 11 de marzo de 1941, mediante certificado de resolución definitiva, se le comunica la resolución definitiva de imponerle 4 años de prisión menor. El 21 de agosto de 1941sale en libertad preventiva fijando su residencia en Robledo de Chavela.

García Valverde, Victoria Tiene 18 años en 1939, sus labores, natural de Hoyo de Manzanares, hija de Alejandro García y Juana Valverde, ingresó en el PC en julio de 1938. Es denunciada por ser la hija de Juana Valverde y como la madre se dedicaba a denunciar a los vecinos derechistas de la localidad. En su defensa, niega estas acusaciones diciendo que era una adolescente que nunca salía de su casa. Estuvo con su madre encarcelada en la prisión de mujeres de Colmenar Viejo hasta la celebración de su juicio. El tribunal militar de Colmenar Viejo la condena el 6 de julio de 1940 a un año de cárcel.

Martín Santos, Manuel Tiene 34 años en 1939, casado, ganadero, hijo de Mamerto y Feliciana, natural de Hoyo de Manzanares, reside calle de las Eras, afiliado a UR y UGT antes de la guerra, presidente de dicho sindicato entre octubre de 1936 y febrero de 1937. Descripción física: mide 1 metro 60, grueso, pelo negro, barba poblada, color moreno, cara redonda, ojos castaños claros. En septiembre de 1936 ocupó el cargo de presidente del comité del Frente Popular. Ocupó el cargo de alcalde de Hoyo desde febrero de 1937 hasta junio de 1938 por haber sido movilizado su quinta, marchó a incorporarse a la 105 brigada mixta en Galapagar y en agosto pasó al frente del levante hasta enero de 1939 que se fue al frente de Extremadura (Valsequillo) donde le cogió el final de la guerra, presentándose en Hinojosa del Duque donde fue detenido pasando al campo de concentración de Valsequillo, luego al campo de concentración de la Granjuela en Córdoba, en septiembre en Sevilla, en octubre en Heliópolis. Comenta su versión del arresto del cura Wenceslao Moreno: “Que la única detención que ordenó fue la del cura Wenceslao Moreno en octubre de 1936 en que fue conducido a Madrid por el declarante y Francisco Vindel Ochoa entregándolo en la comisaría de Fomento y más tarde se celebró el juicio contra dicho sacerdote. Fue todo el comité a declarar a Madrid en el juicio contra dicho sacerdote y al poco tiempo fue liberado. El motivo de su detención fue que estaba escondido en una casa del pueblo de un familiar de un miembro del comité, teniendo conocimiento él mismo desde hacía tiempo, la cual había sufrido varios registros por policías de Madrid y otros puntos y por el temor que fuese descubierto tomó el acuerdo el comité de llevarle a Madrid para evitar su muerte segura” 133. Muchos vecinos le avalaron con cartas como la siguiente: “que a instancia

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. Ver AGHD, sumario contra Manuel Martín Santos, Sumarios : 56 749 y 62 457, Legajo: 3501

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de varias personas de derechas que estaban refugiados en el dicho pueblo le instaron a que aceptase el cargo de presidente de la alcaldía por tener a una persona que pudiera defenderlos”. Firmada por Juan Manuel Sanz, Fernando del Álamo, Marcelo Usera, vecinos evacuados de Pozuelo de Alarcón, Damián Blasco Martín, Fausto Martín Blasco, Benito Crespo García, Mauricio García Mendiola, Waldemar Muhlhoff Felderhoff, Tomás Torija Rubio, Gregorio Romera Andrés dueño de una finca donde estuvo escondido el cura Wenceslao Moreno, Sebastián Bermejo Fraile, Laureano Lago Ferreiro y Luis Moreno Feliú. El tribunal militar de Madrid a 12 de noviembre de 1941 le condena a 6 años de prisión menor.

Pérez Monforte, Millán Tiene 53 en 1939, natural de Valladolid, vecino de Hoyo, casado, mecánico, afiliado al partido comunista. Es considerado integrante del grupo de vecinos de ideología comunista que tenía plena confianza de los mandos militares republicanos establecidos en Hoyo de Manzanares a partir de 1937. Por ello es denunciado por los miembros de la Falange local como denunciador de vecinos derechistas de la localidad a la policía militar. Bajo órdenes superiores se llevó de la finca “el Pendolero” una máquina de escribir para uso del centro local del Socorro Rojo Internacional, lo que denunció Falange como un robo. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 17 de julio de 1939, le sentencia a 30 años de reclusión mayor. Pero el auditor de guerra solicita la revisión del caso. El tribunal militar de Colmenar Viejo vuelve a revisar su caso con nuevos testigos y denuncias. El 12 de noviembre de 1939, dicho tribunal le condena a 30 años de prisión confirmando la sentencia anterior. El 23 de octubre de 1940 se le conmuta la pena a 12 años en aplicación de las normas contenidas en la O.C. de 25 de enero de 1940 (D.O nº 21). En 1941 se halla en la cárcel de Ocaña.

Prieto Bravo, David Tiene 48 años en 1939, natural de Cañamero (Cáceres), barbero en el sanatorio de El Canchal, pareja de Isabel Benítez Camarero, fue uno de los fundadores de la UGT local antes de la guerra y se afilió al partido comunista durante la guerra. Tal vez la persona más importante del grupo de vecinos de la localidad de ideología comunista con buenas relaciones con los mandos militares y la policía militar. Por ello se le acusó de confidente y denunciador de personas de derechas de la localidad en concreto contra el médico José María Ruiz-Heras y de los dos vecinos asesinados por la policía militar. El tribunal militar de Madrid le condena el 16 de febrero de 1942 a la pena de muerte conmutada por 30 años como autor de delito de rebelión definido en el artículo 237 del código de justicia militar y sancionado en los 238,240 y 241 del propio cuerpo legal. El 8 de agosto de 1944 se fuga con otros tres presos del campo de trabajo forzado de Valdemanco pero es atrapado por la policía después de una rocambolesca búsqueda por la sierra de Guadarrama. Fue indultado después de solicitarlo por escrito y sale de la cárcel de Burgos el 18 de abril de 1949.

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Sanz Santos, Eustasio Tiene 25 años en 1939, jornalero, natural de esta localidad, afiliado a UGT antes de la guerra. Denunciado por haber formado parte de las milicias armadas creadas por el comité del Frente Popular de la localidad en los primeros días después del 18 de julio. Sin embargo reconoce que lo hizo en una de las que se formaron en el pueblo para evitar su incorporación al ejército republicano. Participó en el arresto del cura Wenceslao Moreno cuando estaba escondido en casa de Serafín Baelo en octubre de 1936. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 6 años de prisión y es mandado a la cárcel de Colmenar Viejo.

Valverde García, Juana alias la chaparra Tiene 43 años en 1939, sus labores, natural de esta localidad, esposa de Alejandro García Blasco, afiliada al partido comunista en 1938. Otra persona integrante del grupo de vecinos de ideología comunista que colaboró con la cúpula militar instalada en Hoyo de Manzanares y la policía militar. Por lo tanto se la acusa de denunciar a los vecinos derechistas que fueron arrestados en febrero de 1937 (ver anexo nº1). Juana Valverde lo niega todo y con razón en este caso ya en el expediente de denuncia no aparece en ningún lugar como acusadora. El tribunal militar de Colmenar Viejo el 6 de julio de 1940, la condena a 4 años de cárcel.

Valverde Sánchez, Remigio Tiene 36 años en 1939, jornalero cabrero, soltero, hijo de Patricio y de Guadalupe, afiliado a UR y UGT antes de la guerra siendo su secretario, mide 1,69 m. delgado, pelo negro, ojos castaños claros, cara larga, piel amarillenta. Fue miembro de los dos comités de Frente Popular entre agosto de 1936 y febrero de 1937 en representación de UGT, consejero municipal entre marzo de 1937 y sindico hasta el 1 de junio 1938 que por haber sido movilizada su quinta se marchó a la 30 brigada mixta en Torrelaguna, marchando con la misma a primeros de julio al ejercito de Levante hasta diciembre que pasó al ejercito de Extremadura con la brigada 132 donde le cogió el final de la guerra, presentándose al ejército franquista en Santa Eugenia (Córdoba) donde fue detenido y llevado al campo de detenidos de la Granjuela y a los pocos días al de Valdesequillo y pasará nuevamente a la de la Granjuela, en septiembre, donde pasó a la de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), el 26 de octubre a Heliópolis y el 28 de mismo mes a Rota. Niega las acusaciones de sus denunciantes y ofrece su versión: “Que la única detención en que actuó fue la del cura en octubre de 1936 en que fue conducido a Madrid por Manuel Martin Santos y Francisco Vindel Ochoa, el 1º presidente y el 2º vocal del comité, entregándole a la cárcel de Fomento y cree que dieron buenos informes del cura en dicha cárcel y más tarde cuando se celebró el juicio fue todo el comité a Madrid y al poco tiempo le liberaron. Que la detención del cura se debe a que acordado en el comité era debido a que dicho señor se hallaba escondido en una casa del pueblo (la de su cuñado), teniendo conocimiento el comité desde hacía mucho tiempo de la casa donde se ocultaba la cual había sufrido varios registros de la policía de Madrid y otros puntos y ante el temor de que en uno de estas averiguaran descubrirle y fuera

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asesinado, juntamente con la familia que le acogía, se tomó la decisión anterior” 134. Está detenido en el campo de concentración de Rota hasta su traslado a Madrid para ser juzgado. Los dos grupos de vecinos enfrentados por seguir, uno, al cura Wenceslao Moreno y el otro a Marcelo Usera se presentaron en su juicio denunciando al acusado como el propio cura, José María Ruiz-Heras, los miembros de Falange local y avalando al acusado Marcelo Usera, su cuñado Joaquín Baelo y el joyero Juan Manuel Sanz. El 3 de enero de 1942, el tribunal militar de Madrid le condena a 12 años de cárcel mayor. En julio del mismo año, sale de cárcel en libertad condicional fijando su residencia en Hoyo de Manzanares.

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. Ver AGHD, sumario contra Remigio Valverde Sánchez, sumario: 55306, Legajo 6061

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Fuentes documentales Archivo Municipal de Hoyo de Manzanares (AMHM). Archivo Histรณrico Nacional (AHN) Archivo General e Histรณrico de Defensa (AGHD) Archivo Diocesano de Madrid (ADM) Archivo Parroquial de Hoyo de Manzanares (APHM)

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Anexo1: Aval presentado por el consejo municipal de Hoyo de Manzanares en favor del grupo de vecinos que consideran adictos al régimen republicano y detenidos por la policía militar en febrero de 1937 por considerarles derechistas. (Fernando del Álamo será juez en Bilbao en los años cuarenta, Los hermanos García Mendiola de Falange y uno de ellos concejal del ayuntamiento de Madrid, Cesáreo Herrero Garabaya el secretario municipal rehabilitado por las autoridades franquistas, y que realmente lo fueron como defensores del posterior régimen franquista, etc…). Este aval fue un importante golpe de fuerza de dicho consejo ante la presencia incómoda de la policía militar que estuvo apoyada por un grupo de vecinos comunistas influyentes entre los militares. Este aval implicó a una gran mayoría de la población si nos fijamos en el número de firmas estampadas en dicho documento. Aparecen por lo general más firmas de mujeres que de hombres. Y entre los varones, nombres de personas públicas que han aparecido en este trabajo.

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Anexo 2: dos fotografías de la iglesia de Hoyo de Manzanares (año 1939). ADM.

Interior de la iglesia sin altares. Fotografía realizada una vez acabada la guerra.

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Exterior de la iglesia. FotografĂ­a realizada una vez acabada la guerra.

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Anexo 3: Carta aval del sindicato CNT en favor de JoaquĂ­n Ruiz-Heras que se encuentra encarcelado.

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Anexo 4: Carta aval en favor de Calixto Gómez Blasco firmada por el presidente de Unión Republicana, Leoncio García. AHN. FC,CG ,96, exp: 50.

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Anexo 5: carta de los trabajadores del Hospital militar (antiguo sanatorio El Canchal) remitida al consejo municipal. Constan como firmantes JosĂŠ MarĂ­a Ruiz-Heras por parte del Hospital y Remigio Valverde y Francisco Vindel por parte del Consejo Municipal. AHN, FC,CG, 96, exp: 50

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