LA SIERRA CONVULSA
MORALZARZAL DURANTE LA IIª REPÚBLICA, LA GUERRA CIVIL Y EL PRIMER FRANQUISMO
Roberto Fernández Suárez U.N.E.D.
Departamento de Antropología
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Moralzarzal ante el cambio Moralzarzal era, a principios de siglo XX, una población de la sierra de Guadarrama que empezaba a configurar una nueva estructura socioeconómica, alejándose de la tradicional 1. Al igual que las demás poblaciones serranas, Moralzarzal mantuvo desde los tiempos medievales un cierto equilibrio en su composición social y económica. Predominaba una mayoría de población dedicada a la agricultura y ganadería compuesta por pequeños propietarios, dueños de terrenos de menos de una hectárea. Esta gran mayoría de vecinos vivía de forma modesta, ya que sus propiedades no daban para vivir holgadamente. Para ello, debían buscar otros recursos complementarios, repartiendo su propio trabajo con la ayuda de sus familiares. Alternaban sus labores con otras actividades económicas como el transporte de materias primas con carros a Madrid (antes de la llegada de la locomoción moderna), trabajos esporádicos en cantería, explotación de huertos etc.., pero sobre todo con la posibilidad de trabajar otras tierras de otros propietarios, más pudientes, bajo la forma de arrendamientos y, en menor medida, como obrero agrícola. Arrendatario o mediero, éstas eran formas contractuales básicas que se construyeron sobre un modelo de confianza mutua entre arrendador y arrendatario. Confianza que, a su vez, generó consolidación de lazos y redes que iban más allá del contrato. Los propietarios más importantes contaban con otros propietarios menos pudientes como arrendadores de sus fincas, entrelazaban sus contactos generando mayores cuotas de confianza. De esta forma, se crearon sutiles redes de personas entrelazadas por intereses comunes. Dichas redes contribuyeron a fortalecer, al igual que las redes familiares y las simbólicas (pertenencia a determinadas cofradías por ejemplo), un equilibrio socioeconómico que daba la impresión de cierta cohesión interna de la población. Pero el cambio, en dicho contexto, sólo podía proceder desde fuera. El impacto de la creación de la estación de ferrocarril en Collado-Villalba, a finales del siglo XIX, con su correspondiente tráfico acelerado de materias primas como la piedra procedente del cercano “Berrocal”,2 provocó una transformación de la estructura social y económica de Moralzarzal. La necesidad de mayores cantidades de piedra extraídas de las canteras 1
. En 1930, Moralzarzal tenía 822 vecinos censados
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. Ver más detalles, Martín Cuesta, M.A. (coord..) (2007): En la memoria de Collado-Villalba. 2
provocó un mayor número de trabajadores canteros. De esta forma, obreros campesinos abandonaron su forma tradicional de laborar para transformarse en obreros con jornadas amplias de trabajo y destajos. De una cierta manera, el determinado equilibrio social que correspondía a las etapas históricas anteriores quedaba tocado. A medida que las necesidades de piedra para Madrid eran cada vez más importantes, se abrieron más canteras y, por lo tanto, provocaron mayor aportación de obreros canteros, muchos locales pero también de otras provincias españolas. Aumentó la población de obreros canteros, contratados como jornaleros por empresas dedicadas al sector. De esta manera, la composición social de Moralzarzal quedaba, poco a poco, transformada. Y una buena muestra de este cambio que se apreció como degradación, fue el informe del cura párroco, Leonardo Novel, que realizó en 1888, diciendo que: “El mayor mal en este pueblo y el que procuro combatir con más insistencia es el indiferentismo en materias religiosas, causado sin duda por la proximidad a Madrid a cuya capital hacen estos vecinos frecuentes viajes relacionándose solamente con la hez de la sociedad”. Los ritmos y los trabajos tradicionales quedaban alterados ya que: “asisten los feligreses a misa en los días festivos, concurren en general a todas las funciones del culto y muy especialmente en los días de Semana Santa pero profanan el domingo, entregándose al trabajo por la mañana y pasando la tarde en la taberna.” 3 Pero el ferrocarril también posibilitó la llegada de personas y más concretamente de los llamados “veraneantes”, es decir habitantes pudientes de la capital, comerciantes, miembros de profesiones liberales, políticos profesionales, militares sobre todo. Empezaron a poblar las periferias de los pueblos con viviendas para disfrutar sus vacaciones. Moralzarzal fue testigo de ello con la construcción de dichas casas, sobre todo a partir del primer tercio del siglo XX. Construir viviendas de segunda residencia supuso, igualmente, una alteración en la composición social local puesto que aumentó el número de personas que empezaron a dedicarse exclusivamente a dicho sector (la construcción) y sus obligados derivados como el suministro de materiales y las empleadas del hogar por ejemplo.
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. Archivo Diocesano de Madrid (ADM). Archivo parroquial de Moralzarzal. 3
El componente político de Moralzarzal antes de la llegada de la República. Bajo la monarquía de Alfonso XIII, los ayuntamientos rurales de la provincia de Madrid padecieron cierto inmovilismo político, propiciado por determinadas leyes electorales que podían provocar sensación de cierta relajación política. Por ejemplo, las mujeres no tenían derecho a votar y los hombres solamente a partir de cierta edad. Por lo tanto, la posibilidad de cambios políticos estaba limitada y restringida a determinadas personas que solían repetir en los diferentes cargos municipales, en las repetidas elecciones, lo que se ha llegado a llamar “una élite política local” o más comúnmente los caciques. Muchos de ellos formaban parte así mismo de la élite económica local, eran los mayores o más importantes propietarios de fincas urbanas y rústicas de la localidad o, en su defecto, los principales arrendadores de grandes fincas cuyos propietarios se hallaban en Madrid (Por ejemplo, el Marqués de Torrelaguna en Moralzarzal). En este sentido, podemos apreciar que, en 1925, unos de los máximos contribuyentes de Moralzarzal fueron los hermanos Basilio y Salvador Sanz González, Manuel Sastre López o Juan Ruiz Camporredondo, unos vecinos que tendrán una gran implicación en la vida política local en los años venideros. De hecho, durante la dictadura de Primo de Rivera, los ayuntamientos monárquicos quedaron suspendidos y se formaron unos nuevos constituidos exclusivamente por los vecinos mayores contribuyentes de la localidad. Prueba de ello, se expone a continuación la constitución del ayuntamiento entre 1924 y 1927, bajo el régimen de dicha dictadura.
Alcalde: Juan Martín Lázaro Concejales: Mariano González González Primitivo Balandín López Nicolás Gómez López Fermín Segovia Balandín Luis Hernando González Francisco González Segovia Maximino Balandín López Secretario: Maximino Sánchez Oñoro Cuadro 1: Constitución del ayuntamiento entre 1924 y 1927
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En el verano de 1927, llegó la primer y única crisis política provocada por el cese de cuatro concejales incluido el alcalde Juan Martín Lázaro. No se conocen sus motivos, si fueron impuestos desde el gobernador civil de la provincia o motivados por conflictos internos, pero lo cierto es que el cesante Juan Martín Lázaro será, en los años posteriores, un político díscolo cuyo origen pudo estar en este cese. Con él cesaron Fermín Segovia Balandín y los hermanos Primitivo y Maximino Balandín López. A continuación, se expone el segundo ayuntamiento bajo el régimen de la dictadura, con los nuevos concejales, incluido el alcalde:
Alcalde: Alfredo Somacarrera Gómez Concejales: Nicolás Gómez López Ignacio Mazarias Berrocal Pablo Torres García Felipe García Frutos Luis Hernando González Francisco González Segovia Mariano González González Cuadro 2: Constitución del ayuntamiento entre 1927 y 1930
Durante este periodo de la dictadura de Primo de Rivera, aparte del cese de cuatro concejales, dos problemas afectaron la vida política local. Uno de ellos fue la inhabilitación del tesorero Celestino Sepúlveda, lo que provocó su suspensión del cargo y de sueldo. Un problema que estuvo relacionado con gastos no debidamente justificados, lo que le obligó, unos años más tarde, devolver el referido importe. En 1930, una vez destituido el dictador Primo de Rivera, el general Berenguer, de la mano del monarca, asumió un periodo transitorio, imponiendo una nueva comisión gestora en los ayuntamientos hasta la celebración de elecciones previstas para el 12 de abril de 1931. En el caso de Moralzarzal, el cambio producido en el ayuntamiento fue mínimo por que la presidencia de dicha comisión recayó en Basilio Sanz González, perteneciente al grupo de vecinos máximos contribuyentes, así como su hermano Salvador Sanz, elegido teniente alcalde. En dicha corporación, volvemos a ver a concejales ya conocidos como Alfredo Somacarrera Gómez, el alcalde anterior o bien a Juan Ruiz Camporredondo, otro vecino máximo contribuyente. La provisionalidad de dichos cargos fue una 5
evidencia ya que la ocupación de los cargos de esta comisión gestora no fue un atractivo para los elegidos por el gobernador civil. Fue el caso del concejal Manuel Mansilla Santos, que se quejó a dicho gobernador por la ausencia de interés del alcalde por su problema: “fue confirmado en su cargo para seguir desempeñándolo como concejal y no pudiendo ejercerlo por mis múltiples ocupaciones y encontrarme bastante delicado de salud, con fecha del 16 de agosto presenté mi dimisión con carácter irrevocable, no habiéndose dignado contestar el alcalde”. 4
La llegada de la República: nueva etapa, nuevos horizontes
Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se formularon como una vuelta a las elecciones anteriores a la dictadura de Primo de Rivera, con la esperanza de cierta regeneración política después del letargo dictatorial. Para estas elecciones se presentaron una serie de vecinos, algunos de ellos ya con experiencia municipal en tiempos de la dictadura y de la monarquía. Pero también se atrevieron otros vecinos más, aunque no fueron elegidos, como fueron Adolfo González Blasco y Andrés Segovia Maillas, personas que tendrán más tarde protagonismo como miembros de UGT y CNT respectivamente. Los ocho primeros candidatos más votados conformarían el nuevo ayuntamiento refrendaba por la ley electoral de 1877. En la sesión de formación de la corporación, que se celebró el 23 de abril, es decir después de la instauración del régimen republicano, los ocho miembros elegidos tuvieron que elegir, mediante voto secreto, la composición del futuro ayuntamiento. De los ocho votantes, siete votaron conjuntamente mientras que uno se votó a sí mismo, lo que reflejaba, sin duda, una opinión política que se convertirá rápidamente en oposición. En efecto, el concejal electo díscolo fue Juan Martín Lázaro, el que había sido alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera. Todos los demás se pusieron en su contra. No era para menos. Juan Martín Lázaro, a pesar de su pasado en connivencia con la dictadura, se había pasado al otro bando, al bando republicano y había creado, un tiempo atrás, una agrupación republicana local. Con él a la cabeza, y amparándose bajo el manto del 4
Archivo municipal de Moralzarzal. Caja 69. 6
nuevo espíritu republicano emergente, denunció los resultados de las elecciones del 12 de abril por supuesto amaño. El nuevo gobernador republicano recogió el guante y suspendió dicha corporación hasta la celebración de unas nuevas que se celebraron el 31 de mayo del mismo año.
Antonio Morales López Manuel López Sastre Raimundo González Bermejo Emilio González Segovia Basilio Sanz González Marceliano Moral Arranz Quintin Alcón Carralón Juan Martín Lázaro
Alcalde primer teniente de alcalde Segundo teniente concejal concejal concejal concejal concejal
Cuadro 3: Corporación salida de las elecciones del 12 de abril de 1931
El ambiente, sin duda, se había enrarecido. Solo se celebró una sesión después de la del 23 de abril y fue el 2 de mayo. En ella, Juan Martín Lázaro puso sus cartas sobre la mesa, votando en contra del acta anterior y negando cualquier credibilidad a esta corporación. Ésta, en dicha sesión, solo pudo acordar el cambio de la calle Real por la avenida de la República y poco más. El 31 de mayo de 1931 se volvieron a repetir las elecciones municipales. La reciente agrupación republicana local, capitaneada por Juan Martín Lázaro, se jugó su prestigio con la esperanza de dar un vuelco electoral y colocarse en buena posición para copar puestos municipales. El resultado electoral no fue del todo satisfactorio para las aspiraciones republicanas. Bien es cierto que Juan Martín Lázaro había sido el más votado pero entre los ocho concejales que conformaban la composición municipal, la mayoría de votos se concentró en los miembros de la élite política local conservadora que tuvieron que adaptarse muy rápidamente al cambio surgido el 14 de abril. Los antiguos monárquicos conservadores se presentaban como “independientes” a la espera que surgiera un partido político acorde a su ideal dentro del nuevo marco republicano.
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Juan Martín Lázaro
93 votos
Republicano
Antonio Morales López
92 votos
Independiente
Teodoro Balandín Madrid
88 votos
Republicano
Emilio Segovia González
83 votos
Independiente
Esteban González Maroto
82 votos
Republicano
Raimundo González Bermejo
81 votos
Independiente
Manuel López Sastre
80 votos
Independiente
Marceliano Moral Arranz
69 votos
Independiente
Adolfo González Blasco
69 votos
Republicano
Cuadro 4: resultados de las elecciones repetidas 31 de mayo 1931
De los ocho concejales, cinco eran “independientes” mientras que los tres restantes se denominaban miembros de la coalición republicano-socialista, pacto que comandaba la política nacional en esos momentos, es decir Juan Martín Lázaro, Teodoro Balandín Madrid y Esteban González Maroto. La constitución del ayuntamiento resultó conflictiva. A pesar de ser el más votado, Juan Martín Lázaro tendrá que conformarse con ser concejal ya que sus apoyos eran minoritarios. Después de una elección secreta, el alcalde sería Antonio Morales López y el 1º teniente de alcalde Manuel López Sastre. Tuvieron que solucionar de inmediato un problema surgido de las elecciones. Para decidir quien sería el octavo concejal puesto que dos candidatos de ideología opuesta estaban empatados, se tuvo que llegar a votación secreta donde se votó a Marceliano Moral por tener más edad que su contrincante, Adolfo González Blasco, bajo las protestas enérgicas de Juan Martín Lázaro que pensaba que este desempate debía solucionarse por sorteo. Continuaron los problemas. En la sesión del 9 de junio de 1931, el concejal republicano Esteban González Maroto estuvo obligado a dimitir por iniciativa de la mayoría conservadora porque su esposa era la hija del extesorero Celestino Sepúlveda que se hallaba en juicio con el ayuntamiento. Con un concejal menos, los republicanos locales se encontraron muy disminuidos, a la espera del deseo de Juan Martín Lázaro que opinaba que las decisiones de este ayuntamiento debían quedarse suspendidas hasta la conformación de las Cortes surgidas de las elecciones 8
nacionales de junio de 1931 que dieron, finalmente, una holgada mayoría a la coalición republicano-socialista. Y así se hizo el 13 de octubre de 1931 cuando el nuevo gobernador civil de la provincia, Emilio Palomo, declaró capacitado a Esteban González Morato para ser concejal, revocando el acuerdo municipal recurrido por Juan Martín Lázaro. Los republicanos volvían a ser tres concejales. La mayoría conservadora gobernaba el ayuntamiento y tuvo que enfrentarse con una nueva realidad, surgida con la crisis económica y el consiguiente paro obrero existente. El cada vez más importante sector obrero de la cantería en Moralzarzal, con muchos obreros en paro, era un problema para el ayuntamiento. Amparados por la UGT cuya sección se creó con el advenimiento de la República, los canteros y demás obreros locales habían conseguido tener voz propia. De hecho, mediante la vía de los concejales republicanos, podían interponer sus quejas al consistorio. Una de las medidas más extendidas por los municipios fue la aportación de un impuesto suplementario, llamado la décima, donde los mayores contribuyentes locales podían contribuir con esta aportación suplementaria de dinero para entregar al ayuntamiento para paliar los efectos del paro. Era una fórmula que no solucionaba el problema del paro pero sí atenuaba sus consecuencias en la medida que los parados encontrarían trabajo durante un determinado tiempo. En la sesión del 26 de diciembre de 1931, se trató este tema pero la mayoría conservadora no lo vio viable ya que en su opinión: “se acuerda no acudir al recargo de la décima estimando siendo corto el número de obreros en paro”5. La presión obrera no se había atendido. En la sesión del 8 de julio de 1932, se elige nuevo alcalde porque dimite Antonio Morales debido a sus ocupaciones personales. Es elegido Raimundo González Bermejo del grupo conservador y con el voto en contra de los tres concejales republicanos. Cambia el alcalde pero siguen las mismas presiones. En efecto, el 24 de septiembre de 1932, la UGT local solicitó, bajo el amparo de la Ley de Reforma Agraria, al ayuntamiento la cesión de la finca municipal la “Dehesa vieja” y el “Robledillo” para que dicho sindicato y sus afiliados en paro se dedicasen al laboreo y corta de leña para paliar los efectos del paro local. Y en la sesión siguiente del 22 de octubre, la mayoría conservadora volvió a responder negativamente: “ visto escrito de la Unión General de
5
. A.M.M. Caja 33. 9
Trabajadores y habida cuenta del corto número de vecinos que suscriben dicho escrito(...) se acuerda desestimar (...) dicho escrito”6. Bajo esta constante presión del sindicato UGT, el ayuntamiento accedió a la creación, el 22 de mayo de 1933, de una comisión inspectora de colocación obrera, una operación política que intentó calmar el ambiente obrero local, sumergido en un paro importante 7. Ante la nula efectividad de esta decisión, el 8 de febrero de 1934, el ayuntamiento tuvo que atender la solicitud de una carta de treinta obreros en paro que les pedía trabajo. Pero, en realidad, el ayuntamiento se comprometió a realizar un censo obrero de la localidad tal y cómo pretendían las leyes del gobierno republicano-socialista como medida para paliar el paro obrero. De esta lista confeccionada en mayo de 1933, se puede observar la composición de las clases laborales de la localidad, compuesta mayoritariamente por los 100 obreros canteros, los 37 obreros eventuales sin especialidad, los 20 obreros labradores, los 8 herreros, los 5 albañiles y dependientes… En esta lista podemos observar a numerosos obreros que se afiliaron a la UGT local a partir de 1931 y que, poco a poco, consiguieron tener su importancia en la vida política local. En la sesión del 3 de octubre de 1934, solicitó su dimisión el alcalde Raimundo González Bermejo por problemas laborales ya que se tiene que ausentar de la localidad y no puede atender a sus funciones. Este contratiempo coincidió con la huelga general revolucionaria promovida principalmente por la UGT para el día 6 de octubre. No se tienen noticias de cómo se desarrolló ese día en Moralzarzal pero su sucesor en el cargo, Manuel Sastre López, declaraba ante un tribunal popular, en 1938, que “trabajó poniendo a contribución su influencia para evitar que en el pueblo se llevasen a cabo detenciones de elementos simpatizantes con aquel movimiento”. Declaración que pretendía demostrar que hubo altercados y tensión el día 6 de octubre de 1934 en Moralzarzal.
6
Idem
7
. Constituida por Calixto Estévez Domínguez como su presidente (era alguacil del ayuntamiento y comprometido, en 1939, con la causa franquista), el vocal obrero, Aniceto Gasco Gutiérrez y el vocal de la patronal, Juan Ruiz Camporredondo (futuro concejal franquista). 10
Parte del censo obrero realizado por al ayuntamiento en 1933. Lista de canteros. A.M.M.
11
Hasta la sesión del 12 de diciembre de 1934, el ayuntamiento no eligió a su nueva corporación quedando como alcalde Manuel Sastre López y como primer teniente Marceliano Moral, siempre en manos de la mayoría conservadora aunque con fisuras puesto que el concejal conservador Emilio Segovia González emitió un voto de protesta “por desavenencias con el ayuntamiento”. En ese ambiente político, polarizado entre concejales conservadores y republicanos, con tensiones diversas y dimisiones de alcaldes, surgió la última dimisión, la del concejal conservador Antonio Morales López (que había sido alcalde en 1931) el 26 de enero de 1936, debido a su cambio de residencia a Collado-Villalba.
Gobierno del Frente Popular, comisión gestora en el ayuntamiento.
Las elecciones a Cortes de febrero de 1936 dieron el triunfo a la coalición de partidos reunidos en torno al programa llamado Frente Popular. En Moralzarzal, los resultados fueron muy apretados. El bloque de derechas ganó a los partidos del Frente Popular por una diferencia de 84 votos (en realidad 14 votantes ya que cada uno tenía que votar 6 veces), lo que demostraba una situación muy equilibrada entre las dos opciones. A pesar de ello, no fue un impedimento para que el nuevo gobernador civil de la provincia acordara la dimisión de todos aquellos ayuntamientos que estaban en manos de concejales conservadores, y más en concreto el de Moralzarzal. Y al día siguiente de esta decisión, o sea el 3 de marzo de 1936, se creaba una comisión gestora que iba a dirigir el ayuntamiento hasta la celebración de nuevas elecciones municipales, aspecto que no se llevó a cabo a causa del golpe militar del 18 de julio posterior. Por primera vez en la historia política de Moralzarzal, el ayuntamiento estaba en manos de miembros de organizaciones sindicales, es decir de UGT. Todos ellos eran afiliados a dicho sindicato desde 1931 y la mayoría eran canteros, el contingente obrero más numeroso y combativo de la localidad.
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APELLIDOS
REPRESENTACIÓN
CARGO
EZEQUIEL BALANDÍN GONZÁLEZ
UGT
ALCALDE PRESIDENTE
VICTORIANO BALANDÍN MAYORAL
UGT
TENIENTE ALCALDE
DIONISIO GONZÁLEZ BARROSO
UGT
VOCAL CONCEJAL
MARIO PRADOS SANZ
UGT
IDEM
PABLO DOMINGUEZ CRESPO
UGT
IDEM
JULIAN SEGOVIA GONZALEZ
UGT
IDEM
FRANCISCO SÁNCHEZ HERNÁN
UGT
IDEM
CESAREO SEGOVIA BORDÓN
UGT
IDEM
Composición de la comisión gestora creada el de marzo de 1936
Este cambio radical forzó la desaparición política de los miembros de la antigua corporación municipal, incluidos los tres concejales republicanos. El gobierno del Frente Popular, radicalizado en sus postulados teóricos, no confiaba en aquellos municipios como el de Moralzarzal donde los concejales republicanos no estuvieron expresamente favorables a la causa obrera. Fue un cambio radical y desde luego el germen del nuevo posicionamiento político en el nuevo fichero local. En este sentido, debemos entender que, a partir de marzo de 1936, todo el poder municipal estaba en manos de la UGT local. Por ello se explica, tal vez, el poco interés de esta comisión gestora por la dinámica municipal ya que pocas veces se juntaron para debatir asuntos locales y cuando así se hacía, era para gestionar asuntos puramente administrativos controlados por el secretario municipal, José González Marruenda. Prefirieron reunirse como directiva del sindicato, más activa que el propio ayuntamiento.
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Acta firmada por los miembros de la comisión gestora en junio de 1936. A.M.M
El golpe militar del 18 de julio provocó, a nivel local, una transformación de grandes consecuencias sobre la población. Durante los primeros días, todo quedó suspendido hasta que no se confirmara el desenlace del asalto al cuartel de la Montaña en Madrid. Hasta ese momento, no se podía saber de qué lado Madrid y su provincia se hallaría. Todas las fuerzas de la Guardia Civil de la provincia tuvieron la orden de concentrarse en la capital, a partir del 17 de julio. Por lo tanto, las pequeñas poblaciones serranas se hallaron sin control del orden estatal. Este vacío de control fue rápidamente ocupado por las organizaciones sindicales que tomaron el mando para la vigilancia de la población. En el caso de Moralzarzal, lo primero que hizo la UGT fue ordenar el control del tráfico por sus calles más importantes, realizando guardias de control mediante el sistema de milicias organizadas y armadas con armamento que pudieron obtener de los depósitos de los cuarteles de la Guardia Civil y requisando escopetas, fusiles así como armas de mano procedentes de su incautación de los vecinos del pueblo. La toma de estas decisiones fue asumida por la UGT local, encabezada en gran medida por los miembros de la comisión gestora municipal. En esos momentos, el poder estaba en sus manos. 14
Verano de 1936: tiempos convulsos
Si el control local estaba en manos de la UGT, hubo otros aspectos que no podía controlar. Uno de ellos y, tal vez el más importante, fue las relaciones de inferioridad y subordinación con otras fuerzas milicianas y militares, procedentes del exterior. En efecto, el comité del Frente Popular de Villalba era muy influyente en el de Moralzarzal y sus decisiones podían tener sus consecuencias en la localidad. Otro aspecto destacado era la presencia de milicias que pasaban continuamente con camiones para ir al frente, en las cumbres de la sierra. Collado-Mediano se convirtió, debido a ciertas necesidades estratégicas militares del campo republicano, en un nudo central con la presencia estable de un destacamento de la comandancia militar desde donde se organizó, en otros aspectos, el control a la población civil de la zona, incluido Moralzarzal. Dicha comandancia se convirtió en el centro neurálgico de la zona en cuestiones de seguridad ciudadana, interrogatorios a sospechosos de derechistas según denuncias recibidas y a la ejecución de los que consideraban claramente contrarios a la causa republicana. A partir del 18 de julio, se fraguó un nuevo contexto político y social en el que se asentará la retaguardia republicana. Los comités revolucionarios de cada pueblo pretendieron controlar la situación local pero lo cierto es que el vacío de poder central en las que las instituciones estatales brillaron por su total ausencia (colapso del orden público, juzgados, correos etc...), dejaron un espacio de comunicación que se reformuló mediante nuevas coordenadas. En primer lugar, hallamos los comités del Frente Popular de cada pueblo, autónomos pero sujetos a poderosas interferencias externas procedentes de comités revolucionarios más potentes y fuerzas milicianas de camino al frente. En segundo lugar, aquellas poblaciones cuyos comités revolucionarios no habían actuado firmemente en favor de la República ni demostrado celo por encarcelar vecinos derechistas, como tampoco incautar propiedades y bienes de personas afines al golpe militar, como tampoco habían destruido ni iglesia, convento o ermitas, dichos pueblos eran señalados como tibios ante la guerra y la revolución y podían sufrir las consecuencias de las milicias radicalizadas así como de otros comités revolucionarios más exigentes de localidades cercanas. En Moralzarzal, durante los primeros días del golpe militar, la comisión gestora municipal intentó controlar la situación. No hubo un 15
desbordamiento ni una toma de control centrada en nuevos agentes políticos ni sindicales ya que la composición de la comisión gestora respondía al reto de controlar a la población. Una de las primeras decisiones tomadas por esta gestora fue la de conseguir armas. Para ello se realizaron registros por todas las casas de las personas consideradas de derechas para llevarse posibles armas escondidas y tan necesarias en esos momentos. Con dichas armas, los primeros obreros lanzaron a las calles para controlar cualquier tipo de movimiento sospechoso. Por ejemplo, Julián Martín Crespo declaraba que: “se encontraba trabajando en Moralzarzal el 18 de julio y en los primeros días fue movilizado por orden del ayuntamiento para hacer guardias en controles...” 8. La comisión gestora aún con poderes estaba en manos de afiliados a la UGT. De hecho, así lo afirmó Mariano González López: “la UGT fue la única organización obrera existente en la localidad al estallar la guerra” 9. Realizar controles, priorizando el orden público. La UGT local se lo tomó como una prioridad: “la conveniencia de formar un grupo que patrulle por las calles del pueblo de noche por haberse dado el caso de que el comité se ha visto obligado porque las circunstancias lo requerían en salir en persecución de un coche sospechoso quedando el pueblo abandonado por lo que se hace necesario que salgan compañeros voluntarios para hacer guardias de noche, por lo que se acepta que se forme dos turnos de 8 hombres cada uno de noche y de día, otros turnos de tres horas cada uno en los compañeros mayores de 59 años y los de noche compañeros hasta 59 años, de 5 horas cada turno. Se acepta dicha propuesta con entusiasmo”10. Se necesitaban más armas que las incautadas. Las consiguieron con la ayuda de los vecinos villalbinos, Cesáreo Segovia Bordón comentaba que: “de las demás armas que había en el ayuntamiento las llevó un tal Alejandro Alonso del comité de Villalba” 11. Los vecinos que defendieron a la República se acercaron al ayuntamiento y se pusieron a las órdenes de los miembros de dicha comisión compuesta por obreros de UGT. Otro aspecto urgente era el control de las propiedades 8
. Archivo Histórico de Defensa. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julián Martín Crespo sumario 44179, caja 1078/11. 9 . A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Mariano González López sumario 13481 legajo 4640 . A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 592631 legajo 1147/1 10
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. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Cesáreo Segovia Bordón sumario 13 487 legajo 2409 16
cuyos dueños fueron claramente partidarios del golpe militar. Por ejemplo, el mismo 19 de julio, las propiedades de los marqueses de Torrelaguna quedaron abandonadas por sus dueños. Estas importantes fincas se convirtieron en un tesoro que había que controlar. Así lo hizo Andrés Segovia Maillas con el administrador de dichas propiedades, el cura párroco de la parroquia de Moralzarzal, Remigio Muñoz Coello, el mismo 19 de julio con otros miembros de la comisión gestora que se autodenominó comité: “donde apuntaron lo que se llevaban los del comité de Colmenar Viejo como colchones, mantas, almohadas etc... de la casa del guarda de la finca del Chaparral”12. Se generalizó la práctica de demostración de que determinadas fincas y locales comerciales habían sufrido un cambio, colocando banderas. Santiago González Balandín fue uno de sus responsables: “se realizaban incautaciones de fincas rústicas efectuadas por el comité con representación de UGT con empleo de signos externos”13. El comité local no estaba solo en su tarea de control. Otras fuerzas poderosas externas a la localidad impusieron su huella en el pueblo. Una de ellas fue la presencia de la comandancia militar de las milicias acantonadas en Collado-Mediano, cerca del frente y con plenos poderes para controlar el orden público de la comarca. No solamente se incautaban propiedades. Según las palabras de Valeriano Domínguez Corregidor, “que los registros se hacían porque venía personal de fuera y decían que había que recoger el dinero a todo el que poseyera más de 1.000 pesetas”14. Las denuncias recibidas contra personas consideradas de derechas conllevaron arrestos. Los primeros fueron el cura párroco antes citado Remigio Muñoz Coello y el cura de Los Molinos Alejandro de Castro García. Acudía a Moralzarzal con asiduidad desde Los Molinos y en una de sus salidas, con su hermana, fueron arrestados por las milicias del pueblo. Así lo declara Julio Arribas García: “que en los primeros días, el cura de los Molinos y su hermana pasaron por Moralzarzal y fueron arrestados
. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 592631 legajo 1147/1
12
. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Santiago González Balandín sumario 27997 legajo 2623/24. En dicho sumario solo fue denunciado por las autoridades franquistas locales ya que Santiago González Balandín se hallaba en Francia. 13
. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Valeriano Domínguez Corregidor sumario 13489 caja 1774. 14
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por una denuncia de Los Molinos por milicianos de Moralzarzal. Metieron al cura al calabozo municipal”15.
Sello de UGT de Moralzarzal. A.M.M.
El comité local se dedicó a arrestar a terminadas personas consideradas de derechas, muchas de ellas veraneantes de Madrid (comerciantes, militares retirados, profesionales diversos…) en los chalets que existían a las afueras de la localidad. Julián Prados Sanz comentaba: “se detuvieron a dos muchachas de la localidad, una de ellas hija de Marceliano Moral, llevándolas a un hotel habilitado para el caso por el comité”16. También quedaron arrestados, entre otros, por milicianos locales el militar retirado Ángel González Marruenda (hermano del secretario municipal), Remigio Muñoz Coello el cura párroco y Horacio Hernández Calvo el médico. Estaban buscados por la comandancia militar de Collado-Mediano por ser personas consideradas de derechas y debían ser interrogados por ello. Fueron entregados por milicianos de Moralzarzal en dicha comandancia y, más tarde, el 18 de agosto, fueron asesinados, hallando los cuerpos de los dos primeros citados en Collado-Mediano y el tercero en Becerril de la Sierra17. En los días siguientes al 18 de julio, como una llama prendida a toda velocidad, se extendió la destrucción de las iglesias. Consideradas como lugares pertenecientes al “antiguo orden”, las milicias que pasaban por los pueblos influían en las locales en acometer un ejemplo del “nuevo orden revolucionario”. La limpieza política era una de sus bases pero la siguiente . A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 592631 legajo 1147/1 15
. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julián Prados Sanz sumario13473 legajo 3799 16
17
. Datos
proporcionados por la Causa General. Archivo Histórico Nacional. AHN. 18
era la destrucción de los vestigios religiosos y convertir sus edificios en otras funciones más apropiadas para la causa revolucionaria del “nuevo orden”. Era preciso borrar del nuevo espacio que se estaba gestando toda huella del pasado religioso. La iglesia parroquial de Moralzarzal sufrió el ataque de los milicianos a finales de julio. Según Joaquín González López: “fue él quien se acercó al domicilio del cura para pedirles las llaves de la iglesia”. En efecto, la iglesia había dejado de utilizarse y el cura párroco no se atrevió a celebrar misa en el templo. Y cómo dice el mismo Joaquín: “unos días más tarde, fue cuando sucedió la destrucción de las imágenes por elementos del pueblo. Que desde luego él no era nadie por haber podido defender la iglesia” 18. Todo parece indicar que las maderas de los retablos y las propias imágenes de culto y otros más elementos como ropas etc… fueron arrojadas fuera del templo y, allí fuera, se quemaron con la clara intención de vaciar de contenidos religiosos su interior. Julio Arribas García indicaba que: “la iglesia fue saqueada por milicianos del pueblo mezclados con otros forasteros” 19. Mariano Azañedo Herranz fue más concreto al decir que: “el incendio de la iglesia fue a primeros de agosto de 1936, que en septiembre de 1936 las imágenes que aún estaban en la iglesia destrozadas se llevaron al Socorro Rojo Internacional y entre noviembre y diciembre de 1936 se hizo lumbre con las astillas de las imágenes” 20. Vaciada la iglesia, se la podía utilizar con nuevos usos, más urgentes y útiles para el comité. En efecto, según Pablo Domínguez Crespo, “a primeros de agosto, la iglesia se había convertido en cárcel porque ya había sido saqueada”21 . Así lo confirmaba Facundo Alonso Martín: “la iglesia hacía de cárcel cuando se arrestaron los militares retirados que residían en el pueblo”22.
. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Joaquín González López sumario 22530 legajo 3992 18
. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 592631 legajo 1147/1 19
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Mariano Azañedo Herranz sumario 58610 legajo 6658
20
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Pablo Domínguez Crespo sumario 56267 legajo 3483
21
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Facundo Alonso Martín sumario 39645 legajo 5419
22
19
Moralzarzal estaba viviendo bajo mucha tensión los días calurosos de julio y agosto del verano de 1936. Se notaba en la misma vida cotidiana. Por ejemplo, “había dibujos de la hoz y el martillo en las fachadas del ayuntamiento, en la casa del cura, en casas de personas de derechas. La iglesia tenía gravada la hoz y el martillo en su pared”23. La comisión gestora, controlada por la UGT desde marzo, procuró controlar todos los aspectos de la vida local, desde el abastecimiento hasta la educación de su población infantil, decretando al maestro Julio Arribas empezar las clases el 10 de agosto24. Pero esta situación duró poco tiempo. La UGT no pudo mantener su hegemonía y control. Desde dentro, esta sindical se rompió y bastantes afiliados la abandonaron. No sabemos sus motivos pero todo parece indicar que las decisiones tomadas hasta el momento no eran del todo compartidas, sobre todo a raíz de la muerte de los tres vecinos en la que las milicias locales participaron en sus arrestos aunque no en sus asesinatos. Muchos vecinos pusieron su empeño en crear otro polo de atracción sindical y política, de tal manera que contrarrestaría el poder casi absoluto que poseía la UGT desde el 18 de julio. El 28 de agosto, 40 días después del golpe militar, se fundó la CNT, la otra sindical obrera que apoyaba el bando republicano. Y lo hizo con cierto golpe de autoridad. Dicho día de su fundación, la CNT de Moralzarzal quedaba avalada con 64 afiliados, una suma nada despreciable en su carta de visita. Rápidamente exigieron su cuota de poder. Unos pocos días más tarde, se creaba el nuevo comité llamado del Frente Popular, desplazando la vieja comisión gestora que había procurado dominar la situación local desde marzo de 1936 pero más especialmente después del 18 de julio. La nueva sindical anarcosindicalista quiso con su presencia reubicar los polos del poder local con la intención de evitar el monopolio ugetista existente hasta esos momentos.
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 592631 legajo 1147/1
23
24
Idem
20
Nombres Mónico Romero Roldán Paz Martín Navas Andrés Segovia Maillas Mariano Sancho Villaroy Manuel Mansilla Antuñano Santiago González Balandín
cargos presidente vicepresidente Tesorero vocal Secretario Vicesecretario
Primera junta directiva de la CNT de Moralzarzal. Procedente del AGGCE. Sección Madrid
Entre ambas sindicales negociaron la composición del nuevo comité del Frente Popular a partir de septiembre de 1936 y duró hasta junio de 1937.
Sello de la CNT de Moralzarzal. A.M.M.
La proporcionalidad entre ambas sindicales en dicho comité es significativa. Los dos sindicatos se repartieron por igual los cargos del comité con la presidencia ugetista como valor añadido (voto de calidad) a la sindical socialista. El poder local estaba de ese momento repartido entre ambas sindicales casi a partes iguales. A partir de ese momento, el destino local estaba controlado en igualdad de condición en las que las decisiones podían refrendarse en el comité. Controles, orden público, incautaciones, relaciones con los militares y organización de colectividades ya eran cosa de dos.
21
Nombres Ezequiel Balandín González Santiago González Balandín Adolfo González Blasco Valeriano Domínguez Corregidor Cesáreo Segovia Gordón Mariano González López Pablo Domínguez Crespo Joaquín González López Antonio de Frutos González
Cargos y representación Presidente-alcalde UGT Consejero CNT Consejero CNT Consejero CNT Consejero CNT Consejero UGT Consejero UGT Consejero UGT Consejero UGT
Miembros del comité del Frente Popular de septiembre 1936 a junio de 1937. A.M.M.
Sin embargo, la retaguardia republicana de la sierra seguía convulsa. La presión exterior por “limpiar la retaguardia de indeseables fascistas” afectaba sobre manera la vida local. El alcalde franquista Tomás Sepúlveda reconocía, en 1939, que Mónico Romero Roldán de CNT: “hizo huir de Moralzarzal a las bandas de asesinos que frecuentemente aparecían y cometían asesinatos. Organizó unas guardias que actuaban de noche en patrullas para protección eficaz, como así se logró de todo el vecindario”25. La manera más eficaz de intentar controlar el orden público en el pueblo fue la creación de un comité llamado de investigación. Por sus miembros pasarían todas las gestiones externas e internas relativas a control y arrestos de sospechosos derechistas. Según nuestros datos, se constituyó de la siguiente manera:
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Mónico Romero Roldán sumario 56342 legajo 2752
25
22
Nombres Manuel Mansilla Antuñano Facundo Alonso Martín Valeriano Domínguez Corregidor Francisco Sánchez Hernán Nicanor Segovia González
representación CNT CNT CNT UGT UGT
El control cenetista de este comité fue especialmente llamativo. Por sus manos dependía la seguridad de muchas vidas. Por ello el empeño de la CNT de controlar este aspecto delicado de la retaguardia. La violencia pasada había asustado a muchos vecinos derechistas y la creación de la CNT vino a colmar uno de sus deseos más palpables, estar y sentirse protegidos por una organización republicana y evitar, de esta forma, la arbitrariedad de la “justicia” de las demás organizaciones republicanas destacadas en el pueblo. Algunos de sus miembros más destacados asumieron esta faceta. Manuel López Antuñano, jefe de Falange de Moralzarzal en 1940, apuntó en esa dirección cuando decía que “Mónico Romero de la CNT defendió y protegió a personas de derechas perseguidas e incluidas en listas negras y las incluyó a algunas a la CNT sindicándolas”26. Otra persona destacada de la CNT, Manuel Mansilla Antuñano, fue defendido, al terminar la guerra, por las autoridades falangistas del pueblo como Vicente López Antuñano y otros más al considerarle un apoyo de gran valor: “que varias de las dichas personas de derechas llegaron a depositar tal confianza en él que le pedían no saliera del pueblo y menos que pernoctara fuera de él, pues cuando esto ocurría la intranquilidad era agobiadora”. Ayudaba y protegía en todo lo que podía: “todo ello lo efectuaba sin la menor presión y sí con el natural temor al estar tildado por los elementos rojos como personas que actuaba favoreciendo con desprecio de su vida a las personas de orden de esta villa” 27. Pero el llamado comité de investigación no siempre fue efectivo. Cuando se mandó 26
. A.H.D. Sumario
consejo de guerra contra Mónico Romero Roldán sumario 56342
legajo 2752 A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Manuel Mansilla Antuñano sumario 55171 legajo 4664
27
23
arrestar a los militares retirados, vecinos de Moralzarzal, a finales de septiembre de 1936, Gerardo Grafiada, Luis Barrio, Rafael Gómez Redondo y el civil Francisco Morales a partir de una denuncia procedente de Madrid, dicho comité tuvo que ejecutar dicha orden sin que Manuel Mansilla pudiera hacer nada por ellos. Tuvieron que conducirles a Madrid, a la checa de Fomento, entregándoles a la policía y volver al pueblo sin poder realizar ninguna gestión a su favor. Un tiempo más tarde, fueron asesinados los dos primeros citados y liberados los dos últimos. El contexto político local se vio nuevamente alterado por la irrupción de una nueva fuerza, bajo la forma de un partido esta vez, el partido Comunista y su vertiente juvenil, las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Irrumpió con fuerza, arrastrando a miembros destacados de la UGT local. No tuvieron tiempo material para formar parte del comité del Frente Popular creado en septiembre de 1936 pero, poco a poco, consiguieron cuotas importantes de poder.
Sello de la agrupación comunista local. A.M.M
Las divergencias y las formas de gestionar la vida en la retaguardia republicana entre los principales actores políticos afloraron en la vida local. Cada parte procuró controlar la situación pero era demasiada fragmentada y sujeta a fuertes injerencias externas. El bloque monolítico de UGT nacido en 1931 y particularmente fuerte a partir de la comisión gestora de marzo de 1936 se fue diluyendo en el contexto de la guerra civil, en la retaguardia republicana. A su manera y en función de intereses divergentes, nacieron de su seno la CNT y, más tarde, el PC y sus Juventudes. Un informe posterior de Falange de Moralzarzal parece reflejar el ambiente existente de la retaguardia republicana, la desconfianza entre los miembros del Frente 24
Popular y su enconamiento: “el motivo principal de constituir el grupo de investigación de la que fue jefe Manuel Mansilla Antuñano fue evitar que éste se constituyese a base del PC cuyo partido y algunos de sus miembros especialmente eran los denunciadores”28. La represión política en la retaguardia republicana fue el elemento fundamental para entender los posicionamientos entre unos y otros. Los comunistas fueron, en Moralzarzal, especialmente partícipes y colaboradores con las autoridades militares respecto a denuncias de personas consideradas de derechas y algunos miembros de la CNT local intentaron ser un freno a esta política. Más allá de planteamientos ideológicos entre unos y otros, el debate sobre posicionamientos estaba, más bien, en hallar estrategias de supervivencia en tiempos de guerra. Enrolarse en las milicias de guardia para evitar “que los fusileros que recorrían los pueblos en busca de detenidos para fusilaros” 29, afiliarse a la CNT local para tener una protección oficial, controlar el comité de investigación para evitar desmanes, etc... fueron algunas de dichas estrategias para salvar la vida de uno mismo y de los demás. La inseguridad reinante no garantizaba la tranquilidad a pesar de dichas estrategias. El contexto local de Moralzarzal estaba muy determinado por los comités de Villalba, de las comandancias militares en Collado-Mediano y las tropas que descansaban en la localidad. Así lo decía Adolfo González Blasco respecto a la influencia de los agentes externos: “ante la propuesta formulada por las Juventudes Libertarias y la CNT del pueblo para la evacuación de personas de derechas, la policía militar dijo que “el ayuntamiento no era nadie” 30. Decisiones tomadas desde otros focos influyeron en la vida local como el anterior ejemplo sobre evacuaciones forzosas. En este contexto de extrema fluidez, sin posibilidad real de saber cuál era la jerarquización de las órdenes, la atomización de los grupos implicados, un contingente de milicianos de Moralzarzal fue requerido para controlar la situación de Manzanares el Real. No sabemos quién dio esa orden pero lo 28
Idem
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 592631 legajo 1147/1
29
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Adolfo González Blasco sumario 22544 legajo 5564 30
25
cierto es que la presencia de treinta milicianos armados en el pueblo de Manzanares el Real tuvo que tener su impacto en esa pequeña población. Este grupo estaba encabezado por su jefe, el cantero Valentín Olmos Díaz, al mando de dicho grupo donde también estaban Juan Soriano Morales y Mario Prados Sanz entre otros. Los días que estuvieron en dichos pueblo coincidieron con los asesinatos y desmanes allí ocurridos. Esta coincidencia fue un elemento destacado por los hermanos denunciantes franquistas de Manzanares el Real, Julián y Esteban Mesa Arroyo. Así comentaban la presencia de los milicianos de Moralzarzal en Manzanares el Real: “que el vecino de Moralzarzal, Valentín Olmos Díaz, en los primeros días de septiembre de 1936 llegó a este pueblo como jefe de milicias procedente de Moralzarzal. Que inmediatamente a su llegada saquearon y destruyeron la iglesia e imágenes en ella existentes. Que en la mañana del 6 de septiembre de 1936 intervino en los registros domiciliarios de las personas que en aquella triste noche habían de ser asesinadas”. Así contestaba el denunciado Valentín Olmos: “Mi oficio era cantero trabajando en unas canteras de Moralzarzal cuando me sorprendió el 18 de julio y en los primeros días me vi obligado juntamente con otros obreros por las organizaciones políticas del pueblo a enrolarme como miliciano y prestar los servicios en Manzanares en la comandancia militar allí establecida. Nuestro servicio consistía en la vigilancia de la presa de aguas y custodia del edificio de dicha comandancia”. Su versión difería mucho de la de sus acusadores: “De los asesinatos es conocido en Manzanares que se cometieron por unos individuos de otras localidades que allí aparecieron en unos coches y de estas ni tan siquiera tuvo conocimiento el propio comandante militar de la plaza. Respecto a la destrucción de la iglesia, cuando llegamos las milicias de Moralzarzal a dicho pueblo, las de Manzanares utilizaban la iglesia como alojamiento y por lo tanto ya se habían producido en ésta los daños habidos”31.
El 21 de septiembre de 1936, sin que el PC y JSU locales no tuvieran representación oficial, se creó el comité agrícola del Frente Popular, ajustándose a una ley aprobada por el gobierno republicano. Dicho comité A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Valentín Olmos Díaz sumario 5958 legajo 3487
31
26
debía estar compuesto por las fuerzas republicanas de la localidad y en ese momento se conformó con las sindicales UGT y CNT, las únicas existentes en esos momentos. No sabemos qué competencias tuvo dicho comité pero lo cierto es que unos meses más tarde, cómo veremos, Moralzarzal tenía dos colectividades agrarias: una de UGT y otra de CNT, los dos sindicatos representados en dicho comité agrícola.
Nombres Ignacio Mazarias Berrocal Pablo Domínguez Crespo Felix Sevillano Morán Valeriano Domínguez Corregidor
Representación UGT UGT CNT CNT
Comité agrícola del Frente Popular. Fuente: A.M.M. Comité agrícola del Frente Popular.
El comité del Frente Popular se mantuvo hasta junio de 1937. Una orden ministerial de primero del año 1937 obligaba a que todos los pueblos de la retaguardia republicana cambiaran su consejo municipal cada año.
1937-1939: retaguardia en guerra El panorama político de Moralzarzal durante esos dos años estuvo dominado por la presencia de tres tendencias. La primera en torno a los “históricos de la UGT”, sindicalistas de tendencia socialista, mayoritaria pero muy seguida de cerca por la sindical CNT, anarcosindicalista, muchos de ellos procedentes de la anterior. Finalmente, la tercera, los comunistas y sus juventudes con mayor implantación entre la juventud local. El anterior consejo tardó mucho en disolverse puesto que la orden gubernamental de cambio de consejo debía realizarse a partir de enero. Hasta el 3 de junio de 1937 no hubo tal cambio debido “a discusiones internas” respecto a la proporcionalidad de dichas fuerzas en el consejo municipal. Finalmente, 27
después de tres intentos, respetaron la proporcionalidad entre los ocho consejeros: tres para UGT y CNT, uno para el PC y otro para las JSU.
Nombres Mariano González López Pablo Domínguez Crespo Rufina González Barroso Julián Martin Crespo Juliana López López Elías Balandín Cuena Santiago González Balandín Adolfo González Blasco
Cargo y representación Presidente-alcalde UGT 1º teniente UGT 2º teniente PC Consejero UGT Consejero JSU Consejero CNT Consejero CNT Consejero CNT
Consejo municipal de julio de 1937 a junio de 1938. Fuente: A.M.M
Pero realmente hasta agosto del mismo año no pudo funcionar plenamente este consejo debido a la actitud de los tres consejeros de CNT que no se presentaron a las convocatorias del consejo, provocando la protesta del alcalde Mariano González López ante el gobernador civil de la provincia. Tuvo que mediar la comarcal de la CNT de Colmenar Viejo para que los tres consejeros se incorporaran a este consejo municipal. Uno de los problemas más acuciantes era el abastecimiento a la población. Ésta había incrementado el número de su población con la llegada de evacuados de la zona de combate. Su ubicación se centraba, sobre todo, en edificios incautados, normalmente chalets. De ahí, la importancia de las incautaciones de fincas realizadas por los dos sindicatos ya que su producción permitía la manutención de la población local y extralocal (como los militares por ejemplo). Se aprovechaban todos los recursos naturales desde ganado, leña, pastos, etc… así como la miel. Por ejemplo, la UGT se incautó para la industria apícola 32 de determinadas fincas como “La Navata”, “el Redondillo” o “el Rodiguelo” una cantidad importante de miel para las necesidades de guerra de los soldados. Las incautaciones, realizadas por los sindicatos, de fincas y tiendas de la localidad fueron los primeros recursos empleados por los sindicatos 32
. A.M.M. Acta del 16 de septiembre de 1936. Caja 175. 28
amparándose en las primeras leyes reguladas al efecto por la República. Así lo confirma el informe realizado por la CNT de Moralzarzal el 9 de junio de 1937 para el pleno regional de campesinos de dicho sindicato. Aclara que: “todas las incautaciones en su mayoría de su término municipal lo fueron por UGT y CNT siendo trabajadas por los trabajadores a excepción de algunos pequeños propietarios que lo trabajan ellos mismos, teniendo actas levantadas de incautación por UGT y CNT. Todavía estamos intentando crear nuestra colectividad”33. Mientras tanto los protagonistas de la retaguardia republicana en Moralzarzal seguían organizando la vida local siempre pendiente de los impactos del frente. Las quintas se iban relevando para engrosar el ejército, dejando cada vez al descubierto la presencia de mujeres y jóvenes en el ámbito político local. En Moralzarzal, las mujeres y los jóvenes se afiliaron, en su mayoría, a las JSU comunistas. Llegaron a tener un protagonismo cada más más elevado a medida que pasaban los meses de la guerra civil.
Rufina González Barroso y Juliana López López, ambas comunistas, ocupaban cargos municipales y con otras jóvenes del pueblo como Petra González López o Agapita Soriano Morales tenían a su cargo la organización Socorro Rojo Internacional (SRI), de tendencia comunista, dedicada a labores específicas de retaguardia. En Moralzarzal, una de las más importantes fue organizar el taller de confección donde trabajaban confeccionando prendas para los soldados del ejército republicano reutilizando para ello lo que quedaba de los despojos de la destrucción de la iglesia parroquial como así afirmaba Petra González López: “Que las ropas de la iglesia para la confección de prendas no fue pedida por ella sino que se la llevaron al efecto al local del SRI34.
33
. CDMH. PS. Madrid. Legajo 2281
A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Petra González López sumario 22534 legajo 3982 34
29
Revista comunista “Ahora”. Junio 1937. Mariano Azañedo Herranz de Moralzarzal en la parte superior, miembro de las JSU del pueblo. Hemeroteca Municipal de Madrid.
30
Revista comunista Ahora. Junio 1937. HMM. Aparecen en la foto Emilia de Frutos Hernando y Rufina González Barroso entre otras.
Tales mujeres jóvenes organizaron las sedes del SRI y del PC de manera organizada. Por ejemplo, Agapita Soriano Morales: “requisó libros para fundar la biblioteca del Socorro Rojo, además de ser el enlace con el radio comunista de Villalba” 35. Respecto a Juliana López López: “por ser A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Agapita Soriano Morales sumario 60452 legajo 5520.
35
31
depositaria de los fondos municipales en 1937, en su poder obraban las llaves de varios hoteles particulares incautados y las llaves de las escuelas”36. Su organización y ellas, en particular, fueron las que la instancia de las tropas bajo el mando de los comunistas “El Campesino” y Líster en Moralzarzal fuera del agrado de todos. El relativo protagonismo comunista en la retaguardia republicana en Moralzarzal se centró en la figura emergente de las mujeres y de la juventud. A partir de la primavera de 1937, el partido Comunista de España amplificó su influencia en todos los resortes del poder republicano. Su presencia era cada vez más patente. En la retaguardia republicana de la provincia de Madrid, la opción política comunista se hizo muy visible con la creación de radios comunistas y de secciones locales del Socorro Rojo Internacional. Disciplinados, se convirtieron en un referente importante dentro de los contextos políticos locales. Su atracción, cada vez más pujante, en un sector de la población republicana que no había tenido protagonismo en el convulso verano de 1936, debido a su escaso o nulo peso político en las pequeñas localidades, posibilitó la presencia comunista en muchos pueblos de la retaguardia republicana. Los más atraídos por el ideal comunista fueron los jóvenes. Encuadrados dentro de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), vieron en esta opción política un lugar que les diferenciaba de las estructuras sindicales de la UGT y CNT que se habían, para bien o para mal, involucrado en la dinámica de los primeros momentos conflictivos de la guerra civil. La relativa tranquilidad en la retaguardia, a partir de 1937, coincidiendo con la recuperación de los resortes del poder por parte del gobierno republicano posibilitó la expansión del partido Comunista. Otro sector de la población que se destacó en la retaguardia republicana fue el de las mujeres. En pequeñas poblaciones como Moralzarzal, los hombres maduros se fueron al frente dejando en activo a los de más edad que coparon los puestos dirigentes así como a los más jóvenes, muchos de ellos afiliados a las JSU. Pero también destacaron las mujeres que abandonaron sus tareas tradicionales para ocupar cargos y responsabilidades. En Moralzarzal, las estructuras comunistas fueron las más aprovechadas por ellas. En primer lugar estaba el radio comunista. Su importante afiliación fue determinante para que ocuparan cargos A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Juliana López López sumario 22516 legajo 3382. 36
32
municipales, uno por el partido Comunista y otro por las JSU, ambas ocupadas desde los inicios por Rufina González Barroso y Juliana López. Pero muchas otras estuvieron activas en tareas de retaguardia como confección de prendas para soldados desde el SRI donde destacaron muchas mujeres como Agapita Soriano Morales, Petra González López, Emilia de Frutos Hernando, Teodora Balandín Mayoral y su hija Pilar Estévez o Enriqueta López Jiménez entre otras. Ocuparon un nuevo espacio en el contexto de la retaguardia, impensable unos meses antes. El SRI les proporcionó un nuevo lugar donde desarrollaron aspectos que nunca se les había permitido adquirir, por ejemplo, la opción a la cultura y la educación como bien pregona el documento adjunto. Finalmente, hablaremos del caso de una mujer que tuvo cierto protagonismo en la política local al finalizar la contienda civil y los principios de la nueva etapa franquista. No se afilió a las JSU ni al partido Comunista sino a las Juventudes Libertarias (J.L.), próximo a la CNT. Sus primeras referencias documentales no aparecen hasta finales del periodo bélico. Debido a las propias características apuntadas más arriba de la CNT de Moralzarzal, las J.L. pudieron ser otro recurso político para permitir la entrada de jóvenes de la localidad para protegerse de cualquier tipo de denuncias procedente de otros partidos políticos legales a la República. Pero la retaguardia republicana fue, al final de la guerra civil, un tiempo donde las personas derechistas que habían permanecido en el lugar empezaron a perder el miedo por sus vidas. Salieron, poco a poco, a la luz pública sin grandes temores, atreviéndose incluso a ocupar cargos dentro de las organizaciones leales a la República. Los controles ya no eran tan rígidos como en tiempos anteriores y la permeabilidad estaba al orden del día, más acentuada en unas organizaciones que en otras. Ángeles Sanz Solís fue esa joven que representaba a las J.L. en el consejo municipal. Su presencia pública como republicana ocultó, sin embargo, otra identidad más profunda. Ella misma sufrió los controles en los primeros momentos del conflicto: “Que el día en que se inició el movimiento fue parada en la calle por Julián Prados Sanz a quien intentó cachearla llegando a empezar esta operación si bien ante sus protestas terminó cachearla una mujer. Que otro día el procesado en unión de otros varios la detuvo en la carretera y poniéndola una pistola al pecho la obligó a levantar el puño amenazándola al propio tiempo”37. A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julián Prados Sanz sumario 13473 legajo 3799
37
.
37
33
Una vez terminada la guerra, la instalación del poder franquista se apoyó en la represión de vecinos destacados del periodo anterior. Vecinos camuflados se posicionaron abiertamente con el nuevo poder y, en algunos casos, saltando la sorpresa como en el caso de Ángeles Sanz Solís. Había pasado, en febrero de 1939, de miembro de las Juventudes Libertarias al 12 de abril del mismo año en miembro femenino de FET de las JONS, realizando tareas de depuración.
Pero va vida política seguía su curso en 1938. Debido a cinco vacantes provocadas por el reemplazo de soldados, el 9 de junio de 1938 se nombra nuevo consejo municipal con las mismas representaciones políticas y sindicales que el anterior. Los jóvenes debían cumplir sus obligaciones militares dejando sus cargos a disposición de hombres de cierta edad y mujeres.
Nombres
Cargo y representación
Juan Alcón Carralón
Presidente-alcalde UGT
Adolfo González Blasco
1º teniente CNT
Rufina González Barroso
2º teniente PC
Macario Segovia
Consejero CNT
Juliana López López
Consejera JSU
Antonio Sánchez Hernán
Consejero UGT
Rufino Estevez Berrocal
Consejero CNT
Rufino Cuena Badorrey
Consejero UGT
Miembros del consejo municipal desde junio de 1938 a enero 1939. A.M.M.
En 1938 se formalizaron las colectividades de la UGT y de la CNT. No se fundieron en una sola sino que prefirieron seguir caminos diferentes. Cada una gestionaba los bienes de las propiedades apropiadas mediante la aportación de trabajadores afiliados generalmente a una de las sindicales. Poseían cada una un consejo de administración con un administrador a la cabeza quien llevaba las riendas administrativas de la colectividad. Sus trabajadores laboraban sus tierras a cambio de un salario sin que hubiese 34
muchas diferencias salariales entre unos y otros. Normalmente, se trabajaban tierras cuyos dueños habían abandonado la propiedad (caso del Marqués de Torrelaguna) pero también se aceptaba, incluso alentaba desde la CNT, aquellos propietarios que entregaban sus tierras para la colectividad, trabajándolas como uno más. Por ejemplo, Anastasio Morales Balandín fue un miembro de la colectividad de la UGT y era el encargado de cuidar el ganado de la misma. Al cuidado de la misma estaba la finca del “Redondillo”, pero poco cortó la colectividad de la UGT para leña porque: “ya estaba cortada por las milicias del ejército rojo”38. El presidente administrador de dicha colectividad era Joaquin González López mientras que Darío González Sanz fue el secretario de dicho consejo administrativo. Mientras tanto, el presidente de la colectividad de la CNT era Cesáreo Segovia Bordón y Andrés Segovia Maillas fue un responsable del corte de leña de la finca del “Chaparral” para dicha colectividad así como abastecer de leña a Madrid. Éste último comentaba que: “estuvo cortando madera 15 días en febrero de 1938 y siendo secretario otros 15 días que les pagaba la colectividad a razón de 10 pesetas diarias a jornal, que trabajaban unos 24 vecinos, que la saca se hizo a cargo de la colectividad con carros de la misma y el transporte a Madrid con camiones, la Regional dio camiones también”39.
Pero no todos los obreros del campo y sobre todo los pequeños propietarios agrarios, mayoritarios los que poseían tierras de menos de una hectárea, no se vieron involucrados en la experiencia colectivista. No les interesó su filosofía ni el empeño que pudo tener algún sindicato en forzarles a ser miembro de la misma. Tampoco estaban realmente interesados por la ideología sindical subyacente ni acordes con sus dirigentes. Prefirieron asociarse con la intención de protegerse con los medios que les permitía la legalidad republicana. Por ello, el 1 de enero de 1938 fundaron una cooperativa de pequeños propietarios llamada cooperativa agrícola como la agrupación de pequeños agricultores. Su presidente fue Esteban González (¿Maroto, el concejal republicano de la ya vieja y primera etapa republicana?) y su secretario Alejandro Navas (¿de Lucas, un posterior defensor del régimen franquista?). A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Anastasio Morales Balandín sumario 502 legajo 3321. 38
39
. A.H.D. Sumario
consejo de guerra contra Andrés Segovia Maillas sumario 54512
legajo 5523. 35
El 20 de enero de 1938 se creó la Junta Calificadora de Expropiación de fincas rústicas, un órgano creado por el gobierno republicano para controlar la gestión de las propiedades expropiadas de Moralzarzal. Miguel Domínguez González, como miembro de esta cooperativa recién creada, solicitó oficialmente un lugar al igual que los representantes de la UGT y la CNT. Su petición creó cierta controversia interna con protestas de otros miembros del ayuntamiento. Hasta que el 19 de febrero de 1938, después de sujetarse a la ley promulgada, se prohibió la presencia de las cooperativas en esta Junta donde sólo podían aparecer aquellos organismos que estaban gestionando bienes expropiados. Finalmente los cargos de dicha junta recayeron sobre Bonifacio Prados Taillet y Eusebio Segovia Madrid por UGT y Victoriano Balandín Mayoral y Manuel Mansilla Antuñano por CNT. El 21 de febrero de 1939, se formó nuevo consejo municipal ya que algunos de sus miembros se iban al frente a la llamada de su reemplazo.
Nombres
Cargo y representación
Rufina González Barroso
Presidente alcaldesa PC
Rufino Estévez Berrocal
1º teniente CNT
Antonio Sánchez Hernán
2º teniente UGT
Macario Segovia
Consejero CNT
Ángeles Sanz Solis
Consejera CNT
Juliana López López
Consejera JSU
Rufino Cuena Badorrey
Consejero UGT
Darío González Sanz
Consejero UGT
Miembros del consejo municipal desde el 21 de febrero de 1939 hasta el 17 de marzo de 1939. A.M.M.
Por primera vez, quedaba elegida una mujer como presidente-alcaldesa, no solamente de Moralzarzal sino de muchas localidades serranas de los alrededores. Pero eran ya tiempos de descomposición de la retaguardia republicana. La sensación en el bando republicano es que la guerra no iba a durar mucho tiempo más. No iba a durar mucho tiempo este consejo con Rufina González Barroso a la cabeza. Coincidiendo con la peculiar batalla 36
final entre los posicionamientos comunistas a favor del gobierno Negrín y los defensores del golpe de Casado para acabar con la contienda y firmar la paz, la alcaldesa comunista de Moralzarzal se vio envuelta, ella y los suyos, en una historia realmente, sin poder comprobar su veracidad, de creación de una lista negra de vecinos locales, aprovechando las tensiones entre comunistas y “casadistas”. Por ejemplo, respecto al comunista local Julián Prados Sanz, se decía de él que: “se habla que participó en una lista negra durante la sublevación comunista” 40. Al igual que Julián Prados, otros militantes comunistas locales fueron denunciados, poco más tarde, en esta operación de “limpieza política” que se pensaba realizar aprovechando los disturbios provocados por este conflicto armado interno. Y tal vez fue el motivo del poco tiempo que duró Rufina González Barroso como alcaldesa. Aunque ella reconoció positivamente su labor: “cree que su actuación como alcaldesa fue muy acertada por lo que está satisfecha”41. Pero no todos pensaban de la misma manera. Por ejemplo, su teniente alcalde, Rufino Estévez Berrocal de la CNT. Su opinión era la siguiente: “fue alcalde los últimos días del dominio rojo y eso porque se echó al anterior alcalde que era mujer y comunista”42. En efecto, el 17 de marzo de 1939 dimitían conjuntamente la alcaldesa Rufina González Barroso y su compañera de viaje Juliana López López, ocupando la alcaldía de forma provisional el cenetista Rufino Estévez Berrocal hasta finalizar el mes de marzo y la guerra civil.
40
. A.H.D. Sumario
consejo de guerra contra Julián Prados Sanz sumario 13473 legajo
3799 41
. A.H.D. Sumario
consejo de guerra contra Rufina González Barroso sumario 22511
legajo 5383 A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Rufino Estévez Berrocal sumario 22548 legajo 5564
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Primer franquismo en Moralzarzal. Se constituyó rápidamente por parte del nuevo gobernador civil franquista una comisión gestora capitaneada por Tomás Sepúlveda Antuñano el día 8 de abril y como concejales Marceliano Moral Arranz, Vicente López Antuñano, Pablo del Valle Martín y Julio Morato Lázaro. Pero el 15 de abril se creó otra comisión gestora por parte del ejército nacional de ocupación. El bando franquista iniciaba su andadura política dando pasos en falso. La que se creó el 15 de abril estaba compuesta por los siguientes miembros:
Nombres
cargos
Basilio Sanz González
Presidente-alcalde
Teodoro Balandín Madrid
concejal
Marceliano Moral Arranz
idem
Pedro Domínguez Corregidor
idem
Raimundo González Bermejo
idem
Comisión gestora franquista creada el 15 de abril de 1939. A.M.M.
La composición de estas dos comisiones gestoras es reveladora de quienes fueron los que tomaron el poder local franquista. Por un lado, se observa la presencia de personas que sufrieron personalmente la represión republicana. Padecieron cárcel y penalidades como Vicente López Antuñano y Pablo del Valle Martín. En la gran mayoría de los casos de los pueblos de la antigua retaguardia republicana, fue reconquistado el poder municipal con personas que sufrieron esta represión. Eran personas, pues, deseosas de venganza (alentado por el propio poder central) y castigar a quienes se habían cebado contra ellos, unos años antes. Pero, por otro lado, observamos que existe una gran presencia de políticos franquistas que habían ocupado cargos durante el periodo republicano. Esta aparente contradicción debe entenderse en función de los contextos cambiantes que existieron en los años anteriores. Fueron de ese grupo de políticos republicanos que no tuvieron un particular protagonismo en determinados momentos radicalizados del periodo anterior. Fueron 38
personas que se acomodaron al periodo republicano, apostando casi secretamente por su conservadurismo pero sin participar en comités del Frente Popular, sin resaltar su figura en momentos convulsos. Basilio Sanz González, Marceliano Moral Arranz y Raimundo González Bermejo estuvieron presentes como concejales durante el periodo republicano configurando el grupo conservador ante la oposición que se consideraba “radical-socialista” encabezada por Juan Martín Lázaro (que a su vez había sido alcalde durante el periodo de la Dictadura de Primo de Rivera) y donde se hallaba también Teodoro Balandín Madrid, enfrentados políticamente en dos bloques que, curiosamente, se unieron con el posterior franquista como reacción a la radicalización surgida a raíz del golpe militar del 18 de julio. Fueron ellos los que firmaron los informes que avalaban al tribunal militar, instalado en Colmenar Viejo, para ejercer su peculiar justicia para condenar a todos los vecinos de Moralzarzal que tuvieron participación en favor del régimen republicano. Se creó con suma rapidez la FET de las JONS de Moralzarzal con antiguas víctimas de la represión republicana para construir el nuevo estado franquista. Se formó de inmediato un consejo para conocer todos los detalles ocurridos durante el llamado periodo rojo. Así encabezaba el sumario del consejo de guerra de un denunciado republicano: “A 12 de abril de 1939, constituido en tribunal con la presencia del comandante militar de la plaza con el objetivo de abrir información sobre los hechos ocurridos en esta localidad durante la dominación roja, asisten en concepto de acusadores el alcalde de este ayuntamiento Basilio Sanz González, los gestores Marceliano Arranz y Juan Ruiz Camporredondo y representación femenina de FET de las JONS Ángeles Sanz Solís, Isabel Balandín López y María Morato Lázaro y por la representación masculina Benito López Antuñano y Ramón Sanz González”. Encarcelados en Colmenar Viejo a la espera de su juicio sumarísimo, después de pasar por el interrogatorio y denuncia en Moralzarzal, los republicanos esperaban, hacinados, el día de su celebración. A continuación, se relacionan los republicanos fusilados a consecuencia de su condena a muerte por el tribunal militar de Colmenar Viejo.
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Nombre del fusilado
Fecha de fusilamiento 19/6/1939 13/7/1939 idem 29/7/1939 22/10/1939 7/7/1942 20/11/1939 17/11/1939 19/5/1939
Valeriano Domínguez Corregidor Victoriano Balandín Mayoral Manuel González López Nicanor Segovia González Dionisio González Barroso Ezequiel Balandín González Mario Prados Sanz Mariano González López Ricardo Sepúlveda Antuñano*
Lugar de fusilamiento Colmenar Viejo idem idem idem idem Madrid Idem Idem Idem
Republicanos de Moralzarzal fusilados en Colmenar Viejo y Madrid. *Natural de Moralzarzal, es fusilado por su actuación en Cercedilla
Otros muchos fueron condenados a penas de prisión, años encarcelados y trabajando en campos de trabajo redimiendo su pena en Colmenar Viejo, Chozas de la sierra, Miraflores construyendo la vía del tren Madrid-Burgos. Algunos fallecieron estando en la cárcel como Darío González Sanz en 1940. Otros pudieron salir del país para ir a Francia como Santiago González Balandín. Alguno no pudo librarse de la muerte en el campo de exterminio de Mathausen como Melchor Antuñano Montalvo, fallecido el 19 de diciembre de 1941.
La zona gris En unos pocos años, (entre 1931 y 1939) muchos españoles tuvieron que vivir situaciones muy diferentes y altamente complejas. El posicionamiento ideológico marcadamente pronunciado por algunos de los momentos destacados de dicho periodo era una prueba de fuego que marcaba para siempre a las personas decididas por algunos de ellos en particular. Moralzarzal ha tenido la oportunidad de observar todo lo contrario: algunas personas que abrazaron públicamente un determinado periodo marcado por una ideología y posteriormente apostar por otro proyecto político completamente opuesto. Lo cierto es que la llegada de la República ha permitido refrescar el ambiente político de las localidades del país. Hasta ese momento, dicho 40
ambiente se movía casi por inercia, manipulado por un pequeño segmento de la población sin que el resto mayoritario se sintiera implicado. ¡Cómo no iba ser de este modo! Las mujeres no votaban, tampoco los jóvenes hasta los 25 años. La política local estaba en manos de una élite de vecinos que tuvo la habilidad de perpetuarse en muchos ayuntamientos. De Moralzarzal destacaremos el caso del que fue alcalde durante el periodo de la dictadura de Primo de Rivera, Juan Martín Lázaro. Los condicionantes impuestos por la dictadura para poseer un cargo político eran muy claros: se requería una absoluta obediencia a sus principios jerarquizados, ajenos al debate democrático. Suponemos que dicho Juan Martín Lázaro fuera un político de esa talla, compartiendo esa “regeneración por arriba” que propuso Primo de Rivera, ajeno a extremismos y a procesos abiertos y democráticos. Sin embargo, su experiencia fallida y la llegada de la República en contraposición a esa dictadura, originando grandes esperanzas para el cambio político no fue un contratiempo para Juan Martín Lázaro que abrazó el modelo republicano, una vez que dejó ser alcalde a partir de 1928. Él fue el introductor del movimiento republicano en Moralzarzal y, desde los resultados electorales de 1931, fue un opositor a aquellos vecinos conservadores que no abrazaron el régimen republicano. Les denunció, se repitieron las elecciones y las volvió a perder. El republicanismo no pudo vencer en Moralzarzal. Tal vez debido a que su principal figura no fue un ejemplo de claridad ideológica, un inmaculado referente para el cambio político de la localidad. Destacaremos otros ejemplos de políticos locales que destacaron por su facilidad en cambiar (aparentemente) de ideología según los contextos cambiantes. Con el inicio del golpe militar de Franco, muchos vecinos conservadores que comulgaron con él no pudieron expresar abiertamente sus ideales ya que peligrarían sus vidas. Los concejales conservadores pero republicanos en definitiva quedaron completamente apartados respecto al control del poder local a partir del 18 de julio. Los verdaderos y decisivos defensores del régimen republicano fueron los sindicalistas de la UGT local que no habían tenido la posibilidad de llegar a ocupar ningún cargo municipal desde 1931. Los concejales conservadores y su oposición en el ayuntamiento no fueron los defensores de la República en Moralzarzal. Quedaron totalmente ocultos de las actas municipales y de la vida pública. Es como si, a partir del 18 de julio, lo que se había vivido políticamente con anterioridad no hubiera tenido relevancia para la retaguardia republicana en guerra. 41
Creaciรณn de la comisiรณn gestora municipal franquista el 14 de abril de 1939. A.M.M. 42
Seguiremos el caso del maestro Julio Arribas García para analizar cómo se comportaron determinadas personas que no se comprometieron explícitamente con el régimen republicano sin ser tampoco enemigos declarados suyo. Sus declaraciones se realizaron durante el consejo de guerra que sufrió debido a la denuncia de muchos concejales franquistas que le consideraban un “elemento rojo implicado en todos los desmanes ocurridos en el pueblo durante la dominación roja”43. Esta denuncia colectiva fue contrarrestada por una defensa a su persona, a su honestidad, a su apolitismo en contra de los “caciques” del pueblo. Se presentaban, pues, dos posiciones contradictorias ante los mismos hechos. Vamos a seguir en detalle algunos de ellos. Una vez llegada la victoria franquista, el poder municipal quedó en manos, cómo hemos vista anteriormente, de personas que habían sido concejales republicanos. Eran, sin duda, personas conservadoras que no siguieron los credos republicanos de la retaguardia. A partir de abril de 1939, el poder local era suyo y actuaron en consecuencia. Sin embargo, vieron en el maestro una persona molesta que sabía de sus vidas durante el periodo anterior. Por ello le denunciaron sin más, implicándole en todos los desmanes de los rojos. Para defenderse, Julio Arribas García contó su vida en Moralzarzal. Llegó al pueblo el 22 de febrero de 1936 para trabajar de maestro de niños: “A mi llegada el ayuntamiento estaba formado por elementos de derechas y fui nombrado secretario del mismo cuyas personas inauguraron mis amistades. Al sustituir el ayuntamiento y el consejo local por personas de izquierdas fue destituido del cargo que tenía. Me he caracterizado por ser completamente apolítico, sin tener tertulias solo dedicado a mi trabajo, sin asistir a cafés (...) Me sustraje de someterme a voluntades caciquiles y estas sin duda han dado origen a malas voluntades”. Él y su joven esposa sufrieron desprecios y arbitrariedades por parte de los “caciques del pueblo”. Una vez iniciado el golpe militar, “todos sabían de quien era hijo y que mi padre estaba en zona nacional y por ello tuve la carta del comité diciendo que se me fusilase por traidor, que mi padre y hermanos luchaban contra ellos. No les merecía ninguna confianza”. Según dicho maestro, no todos los antiguos caciques podían presumir de lo mismo. Consideraba que quienes le denunciaron tenían muchas cosas que ocultar y que él las conocía. Atacó a Marceliano Moral Arranz, al secretario José González A.H.D. Sumario consejo de guerra contra Julio Arribas García sumario 59263 legajo 1147/1 43 43
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Marruenda y a los hermanos López Antuñano. “Supe que el que se titulaba de derechas Marceliano Moral en unión del secretario José González y otros, descolgaron las campanas de la iglesia y en un camión las llevaron a Madrid a una fábrica de material de guerra”. Según el maestro, a pesar de ser, secretamente, conservadores y de derechas, ayudaron a las autoridades republicanas para desmontar las campanas de la iglesia, participando de un hecho que, más tarde, los mismos denunciaron a otros a las autoridades franquistas. Pero el maestro siguió con sus ataques. “¿cómo el secretario siendo hermano del capitán asesinado y teniéndole detenido a disposición del comité del que él era un miembro de confianza, como consintió entregar a su hermano a los verdugos, siendo una autoridad? Él al día siguiente volvió a su puesto como si no hubiera ocurrido nada como lo mismo han tratado de ocultar los asesinatos del cura de Los Molinos, de otro capitán y de un comandante. Prueba evidente de que como yo sé todo esto, su empeño de hacerme desaparecer, por qué no ignoro tampoco que eran fieles cooperadores de Lister y el Campesino cuyas brigadas descansaban allí con preferencia y organizaban fiestas en las cuales tanto estos como los jóvenes que hoy integran Falange de dicho pueblo, denunciaban ante los referidos jefes rojos a los individuos del pueblo que burlaban su presentación a las filas rojas”. El maestro sabía mucho de sus vidas pasadas. Un testigo en favor de la versión de la cúpula franquista, Pablo del Valle Martín, se retractó de su primera versión: “Que tardó más de una hora en firmarlo diciendo al secretario que el declarante apenas conocía al procesado, que no era sabedor de la veracidad de los cargos que le hacían, que él solo tenía noticias de rumor y que el secretario le hizo firmar con las siguientes declaraciones “tú no conoces a Franco pero sabes que es el jefe del Estado” contestando “si lo sé”, replicando el secretario “pues esto es lo mismo” y entonces cometió la torpeza de firmar dicho informe”. ¿Quién tenía finalmente razón? ¿Fue el maestro un rojo asesino implicado en todos los desmanes ocurridos en el pueblo como así denunciaba la cúpula franquista y por lo tanto se merecía su castigo ejemplar? O al contrario, dichas personas pretendieron eliminarlo para que no hablara ya que sabía mucho de su pasado colaborador con la causa republicana, aspecto que no se podía reconocer ya que encarnaban el nuevo poder franquista. En definitiva, un asunto turbio propio de las retaguardias en guerra.
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Trayectorias, vidas cruzadas. Haremos a continuación una selección de personas de Moralzarzal que destacaron durante ese periodo tan corto de tiempo pero tan intenso que aún hoy en día sigue en la controversia. Sus referencias proceden de documentos diversos que se consultaron para este trabajo. Puede que exista algún error, lo que el autor lamentaría pero sus fuentes fueron exclusivamente documentales. Debemos apuntar así mismo que no están todos los republicanos y republicanas de esta localidad debido a que sus sumarios respectivos de los consejos de guerra no están disponibles por mal estado como los de los hermanos Ezequiel y Ciriaco Balandín González.
Militantes de UGT de Moralzarzal:
Ezequiel Balandín González: Nació en 1905. Cantero. Hijo de Daniel y Eugenia, hermano de Daniel y Ciriaco. Fue elegido alcalde de la comisión gestora municipal en marzo de 1936 después de la victoria electoral del Frente Popular. Llevó las riendas del poder local como presidente del comité del Frente Popular hasta julio de 1937. Fusilado en el cementerio del Este (Almudena) el 7 de julio de 1942.
Dionisio González Barroso: Nació en 1909. Cantero. Casado. Miembro consejero de la comisión gestora municipal de marzo de 1936. Fue teniente del Ejército Republicano. Fusilado el 22 de octubre de 1939 en Colmenar Viejo.
Pablo Domínguez Crespo: Nació en 1907. Cantero. Casado. Consejero del comité del Frente Popular creado en septiembre de 1936 hasta julio de 1937. Después es primer teniente alcalde de la comisión gestora hasta junio de 1938, teniéndose que 45
irse al frente. Fue miembro del comité agrícola del Frente Popular. Fue administrador de fincas incautadas por la UGT y de su colectividad. Condenado a 12 años de cárcel por el tribunal militar de Colmenar Viejo el 20 de julio de 1940. En 1941 se halla en la cárcel de Palencia.
Julián Domínguez González, alias reverte: Nació en 1917. Mecánico y chófer. A partir del 18 de julio, fue la persona de confianza del comité del Frente Popular como conductor de vehículo oficial. El 3 de junio de 1939 el tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a muerte. El 5 de octubre del mismo año, el auditor de guerra bajo la orden del jefe del Estado, F. Franco, le conmuta la pena a 30 años de cárcel. El 19 de febrero de 1944, se le conmuta la pena a 20 años de reclusión menor. El 23 de noviembre de 1944, se halla en el penal de trabajadores de Chozas, recibiendo la noticia y es liberado, fijando su residencia en Moralzarzal.
Joaquín González López: Nació en 1899. Cantero. Casado con Josefa García Martín. Fue consejero del comité del Frente Popular desde septiembre de 1936 hasta julio de 1937. Fue el presidente de la colectividad de la UGT. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 30 años de cárcel el 3 de junio de 1939. El 1 de junio de 1943 se le conmuta a 12 años de prisión mayor.
Mariano González López: Nació en 1904. Cantero. Fue consejero del comité del Frente Popular desde septiembre de 1936 hasta julio de 1937. Fue presidente-alcalde de la comisión gestora municipal desde julio de 1937 hasta junio de 1938. Fue presidente de la UGT durante un tiempo. . El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 30 años de cárcel el 14 de mayo de 1939 pero el auditor de guerra, a 29 de mayo, obliga la repetición de su consejo de guerra debido a las insuficientes denuncias presentadas en contra suya. El 2 de agosto, el mismo tribunal militar le condena a muerte. Fusilado en Madrid el 19 de noviembre de 1939 en el cementerio del Este. 46
Manuel González López: Nació en 1903. Cantero. Realizó guardias armadas durante el verano de 1936 en las milicias locales a las órdenes del comité del Frente Popular. Cabo del Ejército Republicano y comisario político de su compañía. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a muerte el 3 de junio de 1939. Fusilado en Colmenar Viejo el 13 de julio de 1939.
Felix González Prados: Nació en 1910. Cantero. Fue sargento de milicias durante el verano de 1936 a las órdenes del Comité del Frente Popular. Ascendido a teniente en el Ejército Republicano. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a a 6 años y 1 día de prisión mayor. El 29 de septiembre de 1940 está en la cárcel de Colmenar Viejo. Darío González Sanz: Nació en 1877. Fue secretario de la colectividad de la UGT. Realizó guardas armadas a las órdenes del Comité durante el verano de 1936. Fue consejero del consejo municipal desde el 21 de febrero de 1939 hasta la caída del gobierno republicano. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a 12 años y 1 día de reclusión menor. Estando en la cárcel de Yeserías de Madrid, cae enfermo y fallece en el hospital provincial de Madrid el 13 de julio de 1940.
Julián Martín Crespo: Nació en 1905. Cantero. Según una descripción militar: Estatura: 1,55 m. pelo castaño, cejas al pelo, ojos castaños, naríz aguileña, boca regular. Hizo guardias de control durante el verano de 1936, mayormente en la fuente de la Salud bajo las órdenes del alcalde Ezequiel Balandín González. En 1937 fue secretario de UGT. Fue consejero municipal de julio de 1937 a junio de 1938. Después fue destinado en el batallón 42 de fortificaciones en el frente de Centro, permaneciendo hasta octubre de 1938 en que fue nuevamente destinado a la 61 brigada durante 4 meses siendo finalmente destinado a la 47
brigada en la que permaneció hasta el final de la guerra. En mayo de 1941 se le libera de la cárcel de Colmenar Viejo, se le deja en libertad condicional y fija su residencia en Pola de Gordon (León). El fiscal revisa el caso y pide se examine su caso. El auditor de guerra, el 23 de julio de 1942, acepta la pena solicitada por el fiscal de 12 años de prisión mayor.
Luis Martínez Jiménez: Nació en 1911. Sastre. Se fue voluntario al frente en los primeros días del conflicto. Llegó a ser comisario político de su compañía. El tribunal militar de Colmenar Viejo, el 30 de junio de 1939, le condena a 30 años de cárcel. Pero el auditor de guerra pide la anulación de su condena y la revisión del caso. Es nuevamente juzgado por el mismo tribunal el 9 de noviembre de 1939 y le sentencia a 20 años de reclusión menor. Estando en la cárcel de Peñalver de Madrid, se le conmuta a 12 años y se le pone en libertad en prisión atenuada el 31 de enero de 1942. El 4 de octubre de 1943 se le conmuta a 6 años de prisión mayor. En 1946, ya liberado, se ve involucrado con un grupo de maquis en un intento de golpe de mano en el ayuntamiento de Manzanares el Real para restablecer un gobierno republicano. Valentín Olmos Díaz: Nació en 1900. Natural de Cañete (Cuenca). Cantero en Moralzarzal. Fue nombrado por el comité del Frente Popular responsable de milicias del pueblo. En septiembre de 1936, al mando de una milicia de 30 hombres le mandaron a Manzanares el Real para servicios de control de la presa, coincidiendo en el tiempo con los asesinatos ocurridos en dicho pueblo. El tribunal militar de Madrid, a 15 de abril de 1942, le condena a muerte. Pero el auditor de guerra a 3 de julio de 1942 conmuta la pena a 30 años de cárcel. El 8 de marzo de 1944 se le conmuta a 20 años de reclusión menor. El 11 de septiembre de 1952 queda indultado. Mario Prados Sanz: Nació en 1906. Cantero. También conocido como Pedro. Fue miembro de la comisión gestora de marzo de 1936. Hizo guardias armadas en el verano de 1936 a las órdenes del comité revolucionario. Fue miembro de las milicias del pueblo que estuvo en Manzanares el Real en septiembre de 48
1936. Arrestado en Alberique (Valencia) al finalizar la guerra. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a muerte el 3 de junio de 1939 y fusilado en Madrid el 20 de noviembre de 1939.
Julián Prados Sanz: Nació en 1912. Cantero. Hizo guardias armadas en el verano de 1936 a las órdenes del comité. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 14 de mayo de 1939, le condena a 20 años de reclusión temporal. El 7 de octubre de 1940 se halla en el penal de Ocaña. Se halla en situación de prisión atenuada en la cárcel de Peñalver en Madrid a 15 de marzo de 1942. El 16 de febrero de 1943, se le conmuta la pena a 6 años de prisin mayor. Más tarde fijará su residencia en Moralzarzal. Francisco Sánchez Hernán: Nació en 1897. Cantero. Fue miembro de la comisión gestora de marzo de 1936. Integró el grupo llamado de investigación dedicado al control del orden público. En 1938 es presidente de UGT. Fue miembro del consejo municipal desde junio de 1938 hasta la finalización de la guerra. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 28 de julio de 1939, le condena a muerte. El auditor de guerra le conmuta la pena impuesta por la inferior en grado a 30 años de cárcel, el 25 de octubre de 1939 en Burgos. Estando preso en la cárcel de Dueso (Santoña), falleció con 43 años de edad, de colitis avitaminósica, el día 20 de junio de 1941. Juan Segovia González: Nació en 1905. Cantero. Es posible que sea el llamado Julián Segovia González, que aparece como miembro de la comisión gestora de marzo de 1936 en las actas municipales. Se fue voluntario al frente, pasando posteriormente a los batallones de retaguardia. El consejo de guerra le absuelve.
Nicanor Segovia González: Nació en 1908. Cantero. Perteneció al llamado comité de investigación, responsable del control del orden público. El tribunal militar le condenó a muerte y fusilado el 22 de julio de 1939 en Madrid. 49
Militantes de CNT de Moralzarzal:
Facundo Alonso Martín: Nacido en 1909. Jornalero. Fue miembro del comité llamado de investigación, destacando en el control del orden público. El consejo de guerra militar de Madrid, a 21 de febrero de 1942, le condena a muerte. Pero el auditor de guerra le conmuta la pena a 30 años de cárcel el 21 de mayo de 1942. Y el 24 de julio de 1944 se le conmuta la pena a 20 años de cárcel recibiendo dicha noticia estando en el penal de Toledo.
Victoriano Balandín Mayoral: Nacido en 1907. Cantero. Fue vicepresidente de la comisión gestora creada en marzo de 1936. Fue presidente de la colectividad de la CNT en 1938. También fue presidente de la CNT. Así mismo fue representante de la CNT en la junta calificadora de fincas rústicas expropiadas. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a muerte el 3 de junio de 1939. Fusilado el 13 de julio de 1939 en Colmenar Viejo.
Valeriano Domínguez Corregidor: Nació en 1904. Labrador. Fue miembro del comité del Frente Popular desde septiembre de 1936 hasta junio de 1937. Fue igualmente representante de CNT en el comité agrícola del Frente Popular. Finalmente fue miembro del comité llamado de investigación encargado del control del orden público. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a muerte el 14 de mayo de 1939. Fusilado en Colmenar Viejo el 19 de junio de 1939.
Rufino Estévez Berrocal: Nació en 1882. Jornalero. Fue representante de la CNT en el comité agrícola del Frente Popular en 1938. Fue miembro del consejo municipal desde junio de 1938 hasta finalizar la guerra. Unos días antes (el 17 de marzo) del desenlace bélico, fue presidente-alcalde accidental. Fue por lo tanto el último representante republicano de la localidad. El 3 de junio de 1939, el tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 12 años de cárcel.
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El 31 de enero de 1944 se le conmuta la pena a 6 años y 1 día de prisión. Estuvo prisionero en el campo de trabajadores de Belchite.
Santiago González Balandín: No tenemos datos suyos puesto que los informes falangistas de 1939 declaran que Santiago González Balandín se halla en Francia. Fue miembro de la primera ejecutiva de la CNT del pueblo. Fue consejero del comité del Frente Popular desde septiembre de 1936 hasta junio de 1937. Y también consejero del consejo municipal desde junio de 1937 hasta mayo de 1938 donde ha de irse al frente.
Adolfo González Blasco: Nació en 1898. Ganadero. Se presentó en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 pero no salió con los suficientes votos. Tampoco sabemos con qué partido se presentaba. En las elecciones municipales repetidas de mayo de 1931, quedó empatado para el octavo concejal con Marceliano Moral, saliendo elegido el último por ser de mayor edad. Miembro del comité del Frente Popular desde septiembre de 1936 hasta junio de 1937. Consejero del consejo municipal desde julio de 1937 hasta junio de 1938 y primer teniente de alcalde a partir de junio de 1938 hasta que tuvo que irse al frente por reemplazo de su quinta. El 3 de junio, el tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 6 años de cárcel. Al finalizar su condena, se fue a residir a Canencia.
Manuel Mansilla Antuñano: Tenía 35 años en 1939. Chófer de profesión. Miembro de la junta directiva de la CNT cuando se creó en agosto de 1936. Miembro de la CNT en el comité llamado de investigación dedicado al control del orden público. Representante de su sindicato en la junta calificadora de expropiación de fincas rústicas. A pesar de las peticiones favorables de vecinos de derechas de la localidad que le consideraban “una persona de orden”, el tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a muerte el 29 de noviembre de 1939. Pero el 19 de septiembre de 1940, el auditor de guerra le conmuta la pena a la de inferior grado, a 30 años de cárcel. Sale de la cárcel en libertad condicional en junio de 1946. 51
Mónico Romero Roldán: Nació en 1897 en Aldea del Rey (Ciudad Real). Cantero. Fue el primer presidente de la CNT cuando se fundó. Según palabras de Salvador Sanz González, Mónico Romero Roldán era “uno de los más revolucionario del pueblo, que era enemigo de toda violencia como lo demuestra el hecho de que al mismo declarante y otros detenidos más de derechas les salvó la vida armando al pueblo contra los fusileros que iban a buscarlos para quitársela diciendo que primero le mataban a él que llevarse hombre alguno”. Arrestado al finalizar la guerra en Valencia, el tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 20 años de cárcel. Pero el auditor de guerra le conmuta a 12 años.
Mariano Sancho Villagroy: Dependiente. Hasta unos pocos meses antes del movimiento era dependiente de una tienda de comestibles de Collado Villalba. Luego se pasó a Moralzarzal para trabajar en una tienda. Fue miembro de la ejecutiva de la CNT cuando se creó en agosto de 1936. Se incorporó al Ejército republicano en noviembre de 1938 alcanzando la graduación de teniente. Al finalizar la guerra, se halla prisionero en el campo de Castuera (Extremadura). El auditor de guerra informa directamente de su absolución de cualquier delito penal.
Cesáreo Segovia Bordón: Nació en 1889. Cantero. Veterano militante de UGT, afiliado en Madrid desde 1919. Miembro de la comisión gestora creada en marzo de 1936. Consejero del comité del Frente Popular desde septiembre de 1936 hasta junio de 1937. Fue presidente de la colectividad de la CNT en los últimos meses de la guerra. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 30 años de cárcel, el 14 de mayo de 1939. El 28 de junio de 1943 se le conmuta a 12 años y 1 día de reclusión menor. Estuvo preso en el campo de Brunete hasta marzo de 1944 donde recibe la notificación de su libertad condicionada, fijando su residencia en Moralzarzal.
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Andrés Segovia Maillas: Nació en 1895. Cantero. Fue miembro de la primera ejecutiva de la CNT cuando se creó en agosto de 1936. Miembro de la colectividad de la CNT. Fue durante un tiempo presidente de la CNT. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condena a 12 años de cárcel el 22 de noviembre de 1939. El 28 de marzo de 1941 está en el campamento de trabajo de Brunete. El 29 de julio de 1943 se le conmuta a 4 años de cárcel.
Daniel Balandín González Nació como indica su ficha el 22 de noviembre de 1913. Tenía 22 años cuando se realizó la fotografía que sigue. Este documento gráfico corresponde a su participación en un altercado en un establecimiento de ultramarinos de la calle Corredera Baja de Madrid. Ocurrió en junio de 1936. Según la policía, Daniel Balandín y un numeroso grupo de personas “movidos por un cinismo de venganza hacia la clase patronal y con el fin de producir alarma y dificultades al gobierno por estimar que de este modo provocarían una solución más favorable a los movimientos huelguísticos y de carácter social planteados”, rompieron la luna de dicho establecimiento, se apoderaron de las existencias del mismo, arrojándolas a la calle para que la vecindad se las llevaran. Daniel Balandín González ya no vivía en Moralzarzal en esos momentos sino en el barrio de Tetuán de las Victorias en la calle Salud nº 7. Era soltero y trabajaba como albañil. Estaba afiliado a la CNT de Madrid. La policía consideró que fue uno de los líderes que encabezaron esta pequeña revuelta. Según la misma iba armado con una pistola sistema Velodog calibre 8 cargada con cinco balas y sin licencia para su tenencia. Durante el tumulto, a llegar la policía fue apresado por dos cabos de la guardia de seguridad después de que le dispararan. Antes había emprendido la huida pero se cayó al suelo siendo detenido en ese momento. El 8 de julio de 1936 el juez le condenó a un año de prisión menor por delito de armas y a dos meses de arresto por sedición, teniendo en cuenta que carecía de antecedentes penales 44. Después de este episodio no tenemos más noticias de él ya que no se involucró en la vida
44
Ver AHN. FC, ATM, criminal, 34, expediente 14. 53
política y social del pueblo. Tampoco aparece en los archivos militares. ¿Qué fue de él?
Fuente: AHN, FC ADT, criminal, 34, exp. 4.
Militantes del Partido Comunista y Juventudes Socialistas Unificadas: Mariano Azañedo Herranz: Nació en 1921. Natural de Gutiérrez Muñoz (Ávila). Panadero. Afiliado también a la UGT, pertenece a una generación más joven que la anterior, destacando su labor a partir de 1937 en adelante. En 1938, se alistó como voluntario en el cuerpo de carabineros. Fue secretario de las JSU. El tribunal militar le absuelve.
Valeriano Anguita Rodríguez: Nacido en 1901 en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real). Cantero. Estuvo afiliado a la vez en UGT y al PC desde 1931. Casado con Pascuala Baranda Beltrán, se fueron juntos al frente, más concretamente a partir del 5 de agosto de 1936. El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a 30 años de cárcel el 14 de mayo de 1939. El 2 de diciembre de 1942, se le conmuta su pena a 12 años y 1 día de reclusión menor.
Teodora Balandín Mayoral: 54
Nació en 1888. Sus labores. Casada con Rufino Estévez Berrocal. Se afilió al PC a partir de 1937. Destacada por ser una propagandista de los ideales del Frente Popular. El 3 de junio de 1939 el tribunal militar de Colmenar Viejo la sentenció a 6 años de cárcel. Estando en la cárcel de Saturrarán (Motrico, País Vasco), se la deniega la libertad condicional, 5 de julio de 1942. Procedía de la cárcel de Oblatas de Santander, recluida desde el 18 de noviembre de 1940.
Pascuala Baranda Beltrán: Nació en 1905 en Miralrío (Guadalajara). Sus labores. Afiliada al PC. Según confiesa: “haber salido voluntariamente al frente como cocinera de los jefes a Cercedilla el 22 de agosto de 1936. Que llevaba correaje y mono. Que desde Cercedilla se marchó al Escorial y después a Torrelodones y luego a Guadalajara”. El tribunal militar de Colmenar Viejo la condena a muerte el 3 de junio de 1939. El asesor auditor de guerra le conmuta a la pena inferior el 5 de octubre de 1939 es decir a 30 años de cárcel. El 11 de diciembre de 1943 se le conmuta su pena a 20 años y 1 día de reclusión mayor. En 1944 se halla en la cárcel de Saturrarán. El 18 de febrero de 1947, el auditor de guerra la indulta, residiendo en Guadalajara, calle Manuel Medrano.
Florencio Calderón Rubio: Nació en 1894 en Arenillas de Pisuergas (Burgos). Capataz caminero. Fue secretario del PC de Moralzarzal. Según sus declaraciones, conocía personalmente al líder comunista El Campesino. El 3 de junio de 1939, el tribunal militar le condena a 6 años de cárcel. El 11 de febrero de 1942 el auditor de guerra declara el sobreseimiento de la causa y es liberado de la cárcel de Yeserias el 27 de febrero de 1942.
Emilia de Frutos Hernando: Nació en 1919. Sus labores. Fue también secretaria del PC local y participó en nombre de su partido en varios mítines. Desempañaba el cargo de auxiliar administrativo dentro del PC en Collado-Villalba en la Comarcal regional para despachar la correspondencia del partido. Fue la madrina del 114 batallón del Ejército Republicano del Centro. El tribunal militar de Colmenar Viejo la condena a 30 años de cárcel. El 1 de junio de 1943 se le 55
conmuta la pena a 8 años de prisión mayor. Se halla en la cárcel de Amorrebieta (Vizcaya).
Rufina González Barroso: Nació en 1903. Sus labores. Afiliada al PC y a las JSU. Fue 2ª teniente de alcalde desde el 3 de julio de 1937 hasta el 21 de febrero de 1939 cuando se convierte en alcaldesa de la localidad. Pero fue por poco tiempo ya que casi un mes después dimitiría de su cargo. También trabajó como todas las afiliadas a las JSU en el taller de confección de ropas para las tropas republicanas, taller que se realizó bajo la iniciativa de los comunistas locales del Socorro Rojo Internacional. Aunque fue por poco tiempo, su figura como alcaldesa la convierte en uno de los pocos ejemplos de mujeres con dicho cargo durante este periodo de la retaguardia republicana en guerra en la sierra de Guadarrama. El 3 de junio de 1939 le condena a 30 años de reclusión mayor. El 12 de junio de 1939, el auditor de guerra confirma la pena. El 18 de enero de 1943 se le conmuta la pena a 12 años y 1 día de reclusión menor. El 7 de agosto de 1943 reside en Moralzarzal disfrutando los beneficios de prisión atenuada.
Petra González López: Nació en 1904. Cocinera en casa del comandante retirado Alejandro Berenguer Fuster. Fue la responsable del taller del Socorro Rojo Internacional de confección de prendas. Durante un tiempo fue secretaria del Partido Comunista local. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 3 de junio de 1939, la condena a 12 años y 1 día de reclusión menor. El 31 de enero de 1944, se le conmuta la pena a 4 años de prisión menor. Fija su residencia en Moralzarzal.
Juliana López López: Nació en 1892. Sus labores. Como representante de las JSU, fue consejera desde junio de 1937 hasta su dimisión, al igual que la alcaldesa Rufina González Barroso, el 17 de marzo de 1939. Como concejal era la responsable de la depositaria, al control de los bienes inmuebles incautados así como de los municipales. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 3 de 56
junio de 1939, la condena a 12 años y un día de reclusión menor. Ingresa en la cárcel de Saturrarán el 26 de diciembre de 1941, procedente de la cárcel de Santander. El 15 de enero de 1944 se la conmuta a 6 años y un día de prisión mayor. Sale en libertad el 22 de abril de 1945.
Maximino Segovia Mazarias: Nació en 1921. Jornalero. Fue secretario de las JSU en 1938. También realizó tareas de enlace con la comarca de Villalba para el Socorro Rojo Internacional. Según sus declaraciones, no llegó a incorporarse a filas. Una vez acabada la guerra, se afilió a las FET de las JONS. En su consejo de guerra, le apoyaron vecinos falangistas y de derechas de la localidad. El auditor de guerra acuerda el sobreseimiento de su caso por considerarle suficientemente sancionado con la prisión preventiva sufrida.
Teodoro Reguera Balandin: Nació en 1922. Jornalero trillador. Joven militante de las JSU, no ostentó ningún cargo en esta organización. Fue otro joven que, al finalizar la guerra, se afilió a FET de las JONS. En su consejo de guerra, le apoyaron vecinos falangistas y de derechas de la localidad. El auditor de guerra acuerda el sobreseimiento de su caso por considerarle suficientemente sancionado con la prisión preventiva sufrida.
Agapita Soriano Morales: Nació en 1913. Sus labores. Colaboró en el taller de confección de prendas organizado por el Socorro Rojo Internacional. Se sospecha de ella que en varios domicilios requisó libros para fundar la biblioteca del Socorro Rojo Internacional y de Pioneros aunque ella lo niegue. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 6 de julio de 1940, la condena a 6 años de prisión menor.
Juan Soriano Morales: Nació en 1920. Jornalero. Afiliado a la vez a UGT y PC. Formó parte de la milicia de esta localidad que fue, en septiembre de 1936, a realizar controles en Manzanares el Real y coincidiendo con su presencia 57
ocurrieron los asesinatos de vecinos de dicha localidad. Según sus propias palabras, “cumplió una orden de llevar unos maderos que quedaban en la iglesia al centro comunista cuando ya estaba destruido todo”. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 14 de mayo de 1939, le condena a 30 años de reclusión mayor. El 3 de octubre de1940 está en la cárcel de Ocaña. El 7 de junio de 1943 se le conmuta la pena a 12 años de prisión mayor. El 26 de diciembre de 1943 está en la cárcel de Ocaña. El 19 de enero de 1944, el comandante de la guardia civil de Becerril confirma que Juan Soriano Morales vive en Moralzarzal.
Republicanos y posteriormente franquistas:
Teodoro Balandín Madrid: Nació en 1895. Labrador. No se presentó como concejal en las elecciones del 12 de abril de 1931 pero sí en las elecciones repetidas de mayo de 1931. Salió elegido como concejal y su posicionamiento ideológico del momento le llevó a la oposición con Juan Martín Lázaro como republicano de la tendencia republicano-socialista que dominaba la situación política en las Cortes. Mantuvo con el grupo conservador y dominante del ayuntamiento sus discrepancias a lo largo de 5 años hasta la substitución por parte del Gobernador Civil de Madrid del Frente Popular de dicho ayuntamiento por una comisión gestora integrada exclusivamente por miembros de la UGT local. A partir de ese momento, no volvió a tener protagonismo hasta la llegada de los franquistas al poder municipal donde ocupó el cargo de concejal en la primera comisión gestora.
Raimundo González Bermejo: En 1925 era uno de los mayores contribuyentes de la localidad. En las elecciones municipales de abril de 1931 salió elegido y ocupó el cargo de 2º teniente alcalde. Se posicionó en favor del grupo de concejales conservadores del ayuntamiento hasta que en julio de 1931 se convirtió en alcalde debido a la dimisión del anterior. El 3 de octubre de 1934 dimitió de su cargo debido a sus ocupaciones profesionales pero sigue como simple 58
concejal. No volverá a reaparecer en la vida política local hasta la creación de la primera comisión gestora franquista donde será elegido concejal.
Esteban González Maroto: Elegido concejal en las repetidas elecciones de mayo de 1931, se convertirá en el tercer miembro del grupo opositor a la mayoría conservadora del ayuntamiento, siguiendo en las votaciones a su cabeza, Juan Martín Lázaro. Las luchas internas entre ambos bandos se concretaron en su elección puesto que al mes siguiente tuvo que dimitir por presiones del grupo mayoritario debido a una supuesta incompatibilidad por estar casado con la hija de un funcionario municipal enjuiciado. Hasta octubre del mismo año, no pudo volver a su condición de concejal gracias a la mediación del Gobernador Civil de la provincia. A partir de la creación de la comisión gestora de marzo de 1936, Esteban González Maroto ya no era un hombre público de la localidad. Volvió a reaparecer siendo elegido como concejal de la comisión gestora franquista.
Marceliano Moral Arranz: Nació en 1890 en Pinilla de los Barruecos (Soria). Empresario constructor de carros. Salió electo como concejal en las elecciones repetidas de mayo de 1931, posicionándose con el grupo mayoritario conservador del ayuntamiento. En diciembre de 1934, se convierte en primer teniente de alcalde. Durante la guerra no tuvo ninguna relevancia en el nuevo contexto político de la retaguardia aunque su actitud personal fue considerada, según se ha analizado anteriormente, condescendiente con dicha situación. Al finalizar la guerra, se posicionó muy rápidamente con el nuevo orden franquista, colaborando en denuncias en los consejos de guerra contra los republicanos. Fue concejal de la primera comisión gestora franquista del pueblo.
Basilio Sanz González:
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Nació en 1891. Ganadero. En 1925 estaba presente en la lista de los mayores contribuyentes de la localidad. Fue alcalde en 1930 durante un año, políticamente de transición, hasta las elecciones de abril de 1931 donde salió elegido. En las elecciones repetidas de mayo de 1931, se presentó pero no obtuvo los votos suficientes para ser concejal. No participó, por lo tanto, activamente en ese periodo. Al finalizar la guerra, fue elegido alcalde de la primera comisión gestora franquista. Participó activamente como alcalde en informes y denuncias a vecinos republicanos en sus consejos de guerra.
Archivos consultados: Archivo Municipal de Moralzarzal (A.M.M.) Archivo Histórico de Defensa (A.H.D.) Archivo Histórico Nacional (A.H.N.) - Fondos Contemporáneos. CG Causa General. - Fondos contemporáneos, Audiencia Territorial de Madrid, Criminal. Archivo Diocesano de Madrid. Archivo Parroquial de Moralzarzal. Hemeroteca Municipal de Madrid (H.M.M.) CDMH. Centro documental de la Memoria Histórica. − Político Social. Madrid
Bibliografía consultada: Incluída la cita de la página 2, ver bibliografía en nuestra obra “la sierra convulsa” (2015) Ediciones Círculo Rojo.
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