Revista SO 09

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a medida





AVISO ETIQUETA NEGRA


STAFF

Directora Mimi Kohen Coordinación general Mercedes Quintana Asistente de coordinación Lucía Barro Coordinación editorial Paula Giménez Edición Soledad Barruti Dirección de arte Laura Butta de Tres Simple Corrección Eduardo Reynoso Traducción Patricia Berta Retoque fotográfico Sebastián Cúneo Imprenta Area Cuatro SRL

SUMARIO

Colaboradores de redacción Constanza Coll, Silvina Vitale, Marcelo Dansey, Alejandro Cortina, Fabián Dorado, Carlos Insúa, Nicolás Paglione, Florencia Petersen y Rodolfo Reich

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14 j Los Elegidos: cuatro profesionales

52 j Maravillas limitadas: tesoros

exitosos revelan sus ideales y prácticas cotidianas para construir un mundo mejor.

invaluables en una selección de relojes únicos de edición limitada.

22 j Viajes: de la mano de expertos, para correr maratones alrededor del mundo, y conocer pueblos y circuitos gastronómicos que escapan a las rutas del turismo tradicional.

64 j Autos clásicos: una introducción al

30 j Eduardo Fagliano: historia y oficio de quien continúa con la tradición de confeccionar a mano las mejores botas de polo de tradición europea. 38 j Parfum couture: perfumes hechos a la carta. Un lujo al que solo acceden unos pocos.

44 j Una fiesta a medida: IWC celebró con el Cirque du Soleil la llegada de su nueva colección Aquatimer en su ya clásica y esperadísima fiesta anual.

46 j Arte: un encuentro con Pablo

mundo de los automóviles de antaño.

68 j Las máquinas y el cuerpo: acerca de cómo ser un individuo único en la globalización hi tech. 72 j Habanos: un acercamiento al universo de las ediciones limitadas de los habanos de alta regalía que alzan el interés de los conocedores expertos.

76 j Officine Panerai: la Catedral de Florencia ha vuelto a dar la hora.

80 j Tecnología: encabezando una revolución a medida, las impresoras 3D. 84 j Moda: una simbiosis entre relojes, joyas y la elegancia de los diseños de Graciela Zito, en sus propias palabras.

Siquier, el artista porteño que con sus murales transforma los espacios públicos en rincones únicos.

104 j Mundo whisky: el sueño del blend

50 j Fiebre mundialista: Hublot celebra la llegada del Mundial con el Big Bang Único Cronógrafo Birretrógrado.

110 j Objeto de deseo: Montblanc Patron of the Art Henry E. Steinway.

propio, una mezcla a medida de cada gusto y paladar.

Fotografías Gustavo Di Mario Ilustraciones Carlus Rodríguez Estilismo Mariana Schurink Modelo Mili Margaria para Lo Management Make Up Sebastián Estrada Hairstyling Leandro Moreno para Estudio Jazmín Calcarami Asistente de fotografía Ignacio Morresi Asistente de estilismo Yael Varela S/O es una publicación de Simonetta Orsini, editada por Muchnik.co. Libertad 1213, Piso 2°. Tel: + 54 11 5199 3030. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido aun mencionando la fuente. Los editores no son responsables por las opiniones vertidas por los colaboradores, los entrevistados, ni los mensajes publicitarios. Registro de Propiedad Intelectual en trámite.


Editorial

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uando me contaron del tema elegido para esta nueva edición de S/O, pensé enseguida en que, si hay algo que nos caracteriza en Simonetta Orsini, es todo aquello hecho o ideado a medida.

Esta publicación que tienen en sus manos es la edición número 11 de esta revista nacida allá por marzo de 2009. Pasaron seis años del primer ejemplar que hablaba justamente del “Comienzo” y hoy nos toca hablar de lo hecho a medida, a mano, artesanal, pensado para alguien en particular. Hoy el mundo se ha convertido en un lugar despersonalizado, donde la identidad es muy difícil de encontrar. Productos masivos que hacen parecer similares a un argentino y a un neozelandés es lo que manda. En muchos casos, tener cosas en común es sin dudas positivo, ya que permite superar barreras económicas, culturales y étnicas, y así el mundo se convierte día a día en un lugar más justo para todos. Sin embargo, todos queremos sentirnos únicos y especiales, y desde nuestros locales, eso es lo que intentamos transmitirles a nuestros clientes cuando recibimos un reloj y conocemos quién sabrá disfrutarlo. O cuando creamos una pieza de joyería ideal para esa mujer única.

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El crecimiento de Simonetta Orsini nos genera un gran desafío: no podemos permitirnos perder aquello que nos caracteriza desde hace 20 años, cuando en mayo de 1994 abrimos nuestra primera boutique. El contacto humano y directo con nuestros clientes debe continuar siendo aquello que nos hace inigualables. Comienza una nueva etapa que continúa teniendo como prioridad pensar a medida de cada uno de nuestros clientes. Y ahora los invito a descubrir las páginas de esta nueva S/O. Martín De Leeuw Presidente de Simonetta Orsini


LOS ELEGIDOS

Pablo Larguía, fundador y CEO de Red Innova

LOS ELEGIDOS Tecnología, chocolates, tragos…quienes están detrás de esos universos que nos hacen sentir únicos cuentan un poco más sobre el mundo de la personalización, o el placer hecho a medida.

1. Imaginar algo, crearlo y hacerlo realidad. 2. Crea una simbiosis y afinidad entre usuario y producto. 3. Un traje.

Preguntas 14

1. “A medida” es…

4. Inspirar nuevas ideas. 5. "Noche de bodas", de Joaquín Sabina. 6. Un amor a medida de cada uno.

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7. La ocurrencia.

2. La personalización de un producto o servicio

aporta valor porque…

3. Un objeto “a medida” imprescindible.

8. Personalizar tu vida es el signo del nuevo lujo. Con talento y conocimientos, todos somos autosustentables, haciendo un trabajo a la medida de nuestra personalidad. 9. ¿Cuál es tu propuesta de valor al mundo?

4. Un trabajo del que esté particularmente

FOTO: Víctor Wolf y Ale Peral

orgulloso.

5. Una canción, libro o película que haya percibido como hecho a su medida. 6. Una utopía en el mundo de la customización. 7. Un dato de su personalidad que lo convierta en un

ser singular.

8. ¿La personalización es el signo del nuevo lujo? 9. Una máxima para reflexionar. FOTO: Alfred Eisenstaedt


LOS ELEGIDOS

Federica Marinucci, creadora y dueña de Vasalissa Chocolatier

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1. Pensar en alguien transformándolo en único. 2. El cliente siente que se pensó en él y elegimos ese producto especial que lo identifica y distingue. 3. Una tableta de chocolate amargo con naranjitas. 4. Nuestra colección de zapatos y carteras de chocolate. 5. El libro Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés. 6. Un chocolate de excelente calidad que pueda llevar en mi cartera y no se derrita. 7. Me encanta transformar todo en chocolate. 8. Sí. 9. Quien se transforma, transforma el mundo. (Dalai Lama)


LOS ELEGIDOS

Inés de los Santos, bartender, conductora de TV y autora de las cartas de los bares más prestigiosos de la ciudad

1. Personalizar un producto o servicio a la medida de un usuario. 2. El valor diferencial de un producto personalizado radica en su unicidad. Por ejemplo, un trago diseñado a medida es sin dudas un trago especial. 3. Un buen traje a medida. 4. La formación de mi equipo de trabajo es mi mejor trabajo. 5. No logro identificarme por completo con ningún libro, canción o película. 6. Mi sueño es que no existan los productos en serie.

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7. Creo que tengo una habilidad muy singular: puedo curar el hipo hasta por teléfono. 8. La personalización es la condición del nuevo lujo. 9. Se necesita poco para hacer las cosas bien, pero menos aún para hacerlas mal. (Paul Bocuse) FOTO: Eduardo Torres

Foto: Campaña AW014 Dubié


LOS ELEGIDOS

Maximiliano Hernández, Country Manager para Cono Sur de Logitech

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1. La sensación de que ese producto o servicio está diseñado exactamente para vos; es aportar exclusividad. 2. Lo hace único, y desde la percepción trabaja sobre nuestro ego, hace sentir al usuario importante. 3. Cualquiera que me haga sentir único y distinto. 4. Relanzar Logitech en la Argentina hace tres años y haber pasado de estar entre las diez mejores marcas de la industria a ser la número dos en solo doce meses. 5. “Let it be” de los Beatles, más que una canción es una lección de vida. Es atemporal, un clásico que jamás va a envejecer. 6. Apple. Nos hace sentir distintos y especiales; pero a la vez es la compañía que vende más unidades de un mismo producto en el mundo, es decir, son al mismo tiempo sinónimo de estandarización plena. 7. Soy muy exigente conmigo mismo y creo fervientemente que siempre debemos buscar la excelencia. 8. Más que la personalización, me parece que el nuevo lujo es el diseño y la innovación enfocados en la satisfacción de nuestros deseos y expectativas.

FOTO: ilounge.com

9. En un mundo donde el conformismo está a la orden del día, la única forma de obtener buenos resultados a largo plazo es mediante la búsqueda constante de la excelencia.


Sherpas de ley Como sucede con los guías por el Himalaya (los sherpas), en esta nota, te proponemos viajar de la mano de expertos para correr maratones alrededor del mundo, cambiar de look, y conocer pueblos y circuitos gastronómicos que escapan a las rutas del turismo tradicional. TXT: Constanza Coll

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orrer los cinco mil escalones de la Muralla China o atravesar Praga en la maratón más escenográfica de Europa Central; animarse a comer chapulines colorados en el mercado público de México D.F. o arepas rellenas de carne mechada en chiringuitos de Caracas; escuchar música

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barroca en las tierras bajas de Bolivia; cambiar radicalmente de imagen a partir de un viaje a Nueva York o Londres, y empezar a decir lo que uno quiere decir con lo que se pone. Tirarse a tomar sol en las playas del Caribe y disfrutar del tan publicitado dolce far niente ya no resulta un motivador suficiente para irse de vacaciones y

poner entre paréntesis el trabajo, las rutinas del día a día, el gimnasio, los amigos, la familia. La vida que llevamos nos gusta, y si queremos cortar dos o tres veces al año, es para colmarla de experiencias y oportunidades que no ocurren del lado cotidiano. Para ello, y de la mano de expertos en las más diversas materias, en esta nota proponemos una serie de viajes para hacer, correr, comer, aprender y aprovechar como nunca siete, quince o veinte días fuera de casa. Una experiencia religiosa Hay quienes eligen la sorpresa: sacar un pasaje, armar la mochila y dejarse llevar por lo que vaya surgiendo, improvisar un itinerario y descubrir in situ, sin condicionamientos previos. El párrafo que sigue no es para este tipo de viajeros, sino para quienes buscan entender en profundidad de qué va la vida en culturas muy alejadas de las nuestras. Indochina, Vietnam y Camboya, Bolivia, Polonia y Rusia pueden conocerse de

las dos maneras, pero definitivamente obligan a los viajeros más comprometidos con la cultura a leer de historia y biografías, mirar películas y documentales que permitan un más profundo entendimiento de esos destinos y su gente. Viviana Castro, gerente de la agencia argentina Viditerra 1915, especializada en viajes religiosos y culturales, dice que el foco de sus propuestas no es descansar o relajarse frente a un paisaje de postal, sino, muy por el contrario, tener todo resuelto y premeditado para aprovechar al máximo el recorrido: “Antes de volar, proponemos una serie de cuatro o cinco encuentros con historiadores, teólogos y conocedores en general de la región a la que vamos, encuentros en los que se charla sobre arte, historia, gastronomía, religión y costumbres. Después, uno de estos especialistas acompaña al grupo que viaja; por ejemplo, en el último viaje al sudeste asiático fue Martín Lococo, que es licenciado en Estudios Orientales”.

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La vida que llevamos nos gusta, y si queremos cortar dos o tres veces al año, es para colmarla de experiencias y oportunidades que no ocurren del lado cotidiano.

cuando fuimos hasta la entrada al Tíbet, a un pueblo alejado que se llama Xiahe, y resultó ser la perlita del viaje. Y cada dos años organizamos un viaje al Festival de Música Barroca y Renacentista en las misiones de Chiquitos, Bolivia. Es una experiencia increíble, y muy alejada de las rutas turísticas habituales”.

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Viviana insiste en que este tipo de viajes no tienen nada que ver con los paquetes all inclusive, sino que implican el compromiso y la participación activa del viajero. Además, asegura que sus itinerarios, diseñados con la ayuda y el conocimiento de los respectivos expertos, se salen de los circuitos tradicionales del turismo: “Claro que si viajamos a Roma no dejamos de ir a clásicos como el Coliseo o la

Fontana de Trevi, pero siempre buscamos lugares nuevos, de difícil acceso. En el último viaje a Vietnam, por dar un ejemplo, sugerimos ir hacia el norte del país hasta Sapa, un pueblo muy chiquito, quedado en el tiempo, y si bien advertimos al grupo que el tema alojamiento no era fácil y que debíamos ir en un tren local sin ningún tipo de comodidad, todos quisieron incluirlo, sin excepciones. Lo mismo pasó en China,

Re-correr el mundo Religión y cultura a veces se mezclan, a veces no. Mucha gente hace el Camino de Santiago de Compostela y camina durante semanas enteras no por pedidos especiales o por cumplir promesas, sino como un desafío personal, una manera de hacerse el tiempo y el espacio para entrar en contacto con uno mismo. Eso exactamente es lo que dicen buscar muchos maratonistas. Sí, el running está de moda,


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pero convengamos que es una de las modas buenas. El estadounidense Dean Karnazes, conocido internacionalmente como el Hombre Ultramaratón por haber corrido 50 maratones en 50 días en 50 estados de EE.UU., entre otras locuras, es una de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista Time. Y acá estamos el resto de los mortales, humanos corrientes, con las zapatillas puestas para correr detrás de sus famosas máximas como “Correr es la más pura expresión de libertad”, y otra más complaciente como “Correr impacta positivamente en cualquier persona, no importa su condición ni cuánto corra”. Coty Soulas, corredora y directora de la agencia de viajes Destinos a Medida, cree firmemente que “re-correr el mundo es una manera muy diferente de conocer una ciudad, porque uno se apropia de sus calles, de su

gente, es una experiencia inolvidable”. En esta agencia hay un departamento completo dedicado a la organización de viajes para participar de maratones por todo el mundo, desde fechas tradicionales como la de París, Berlín o Barcelona, hasta la más provocadora y súper exigente que se corre desde 1999 sobre la Muralla China, con 5.164 escalones, ni uno más, ni uno menos. La agencia diseña viajes en función del calendario mundial de maratones, que suelen incluir inscripción a la carrera, kit del corredor, inspection tours del recorrido de la maratón, equipo médico, comidas especiales, días de entrenamiento y exposiciones de running, entre otros. Para quienes quieren probar la experiencia por primera vez, Coty Soulas recomienda ganar confianza con una maratón relativamente cerca de la Argentina: “Una excelente alternativa para empezar es la de Río de Janeiro, que es accesible, a pocas horas de vuelo, y reúne varias condiciones tentadoras: una ciudad maravillosa, lindas playas, calorcito y buena onda. Además, después se puede extender el viaje para ir a conocer Buzios, Angra dos Reis o Parati”. Compras personalizadas Otro de los grandes motivadores para emprender un viaje es, no nos mintamos, hacer shopping. Quienes hayan estado en ciudades como Nueva York, Miami, Roma o Madrid saben perfectamente que hay que ir con lo puesto y llenar las valijas –seguramente habrá que comprar alguna más allá– con todo eso que no conseguimos a la vuelta de la esquina. Sin embargo, en este punto es importante destacar

Es recomendable conseguir un food sherpa, o guía gourmet, para el próximo destino.

que no cualquier cosa, por el solo hecho de tener etiqueta extranjera, tiene estilo o es de buena calidad. Para no perderse en los mega shoppings que tanto abundan en los Estados Unidos, ni entrar y salir de los locales sin obtener buenos resultados (esto puede ser: ninguna bolsa o demasiadas), existen los personal shoppers. Florencia Bibas es licenciada en Publicidad y ex modelo publicitaria, trabajó como asistente de compras en el mítico Harrods de Londres


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y actualmente es asesora de imagen para clientes argentinos. Entre los servicios que ofrece destaca Travel to Shop, que invita a viajar con ella a ciudades como Nueva York, Miami o Londres, para renovar placares y encontrar el estilo que va con cada uno. Desde su estudio en Palermo, nos cuenta que hay ciertos momentos en la vida en los que se necesitan cambios radicales, por dentro y por fuera: “Cuando te ascienden en el trabajo, cuando te separás y ampliás tu vida social, es necesario adaptar tu vestimenta para que esté acorde a lo que querés comunicar. Muchas personas necesitan una orientación personalizada, alguien que pueda darle un twist cualitativo a sus prendas y accesorios”. Antes de viajar con grupos, que no superan las cinco personas, Florencia le consulta a cada uno qué diseñadores le gustan, qué precisan comprar y en qué talles, de qué presupuesto disponen y a qué personalidades tienen de modelo o referencia. A partir de esta información, ella organiza circuitos tanto en las grandes avenidas comerciales como en pequeños ateliers de diseñadores independientes: “Siempre viajo a los lugares que conozco, donde sé de las ferias, los talleres y los circuitos de marcas tanto tradicionales

como emergentes. Lo cierto es que viajamos para buscar esos productos que no llegan acá, buenas lanas, buenos cueros, materiales nobles. En la Argentina hay mucho talento y creatividad, pero lo bueno es mucho más exclusivo que afuera”. La clave, explica Florencia, es que el cliente confíe en su criterio, como quien contrata a un personal trainer o a un decorador, que esté dispuesto a probarse, escuchar y elegir. Comer con expertos Sherpas es el nombre en tibetano con que se conoce a la “gente del este”, pobladores de las montañas de Nepal que guían a los montañistas en las excursiones al Himalaya. Recientemente, The New York Times utilizó el término “food sherpas” para hablar de los gurús del turismo gastronómico. Porque podés animarte a probar cualquier cosa y terminar en el hospital, o no arriesgarte y pasar por alto el chiringuito más popular y delicioso de toda la ciudad, es recomendable conseguir uno de estos guías gourmet para el próximo destino. Osvaldo Gross, uno de los chefs más mediáticos del país y el mejor pastelero, se anima a este desafío al menos una vez al año, para acompañar

MÁS INFORMACIÓN Conocé más destinos culturales y religiosos: www.viditerra1915.com Chequeá el calendario mundial de maratones: www.destinosamedida.com.ar Cambiá tu look en el próximo viaje: www.florenciabibas.com.ar Conseguí un guía gastronómico en tu próximo destino: www.foodsherpas.com

a sus alumnos del IAG (Instituto Argentino de Gastronomía) en un tour bon vivant por París. Fanático de Europa y de los viajes en general, Osvaldo incluye en sus recorridos visitas al Mercado de Belleville, cenas en restaurantes distinguidos con estrellas Michelin y clases de cocina en prestigiosas escuelas francesas. Otro personaje que supo hacerse la fama de buen guía en la capital francesa es Horacio de Dios: “Es difícil equivocarse en París, solo es cuestión de salir a la calle y perderse, como dicen. Así y todo, tuve la suerte de viajar con grupos de unas diez personas desde el 2000 y durante siete años, siempre con la idea de salirnos del circuito tradicional”, explica el periodista, de 83 años, columnista del diario La Nación y fundador de la primera editorial argentina de guías de viaje, De Dios Editores. “Eso sí –aclara entre risas– para comer bien hay que tener un buen estómago y un buen bolsillo.” Con todo el respeto que merece, muchos food sherpas no estarían de acuerdo con esta última frase del referente De Dios. Por algunas monedas, está comprobado que se puede comer abundante, rico, local y hasta creativo en mercados públicos, carritos en la calle o en los novedosos y movedizos food trucks (camiones de comida). En cualquier ciudad, y mucho más en capitales gastronómicas como Lima, México D.F. o Los Ángeles, por mencionar las más afamadas de América, se pueden contratar tours guiados por restaurantes, puestos de comida al paso, mercados orgánicos, fábricas de productos artesanales y platillos particulares que es preciso llevar a la boca para poder decir, de vuelta en casa, “yo probé”.


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TXT: MERCEDES QUINTANA Fotos: GERMÁN FAGLIANO Y CORTESíA JAEGER-LECOULTRE

BOTAS DE FAMILIA

En 1890, un matrimonio de zapateros italianos emigró en busca de un nuevo destino. Apenas dos años después abrieron su pequeño negocio sobre la angosta calle Tambo Nuevo en Hurlingham, provincia de Buenos Aires. Y 122 años más tarde, Casa Fagliano sigue en manos de la familia, que continúa con la tradición de confeccionar a mano las mejores botas de polo de tradición europea. S/O se acercó al taller a conversar con Eduardo Fagliano sobre su historia y oficio.


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na hora en auto es lo que separa la Ciudad de Buenos Aires de Hurlingham. Apenas se baja de la autopista Camino del Buen Ayre cambia el paisaje, se olvida la rutina y el ritmo se reduce considerablemente. Vamos en busca de las palabras de Eduardo Fagliano, 55 años, voz de la mítica Casa Fagliano, la centenaria marca de botas de polo realizadas íntegramente a mano por él y su familia. Al igual que la calle angosta de Villa Mercedes, San Luis, que hizo célebre la canción, la calle Tambo Nuevo donde se ubica Casa Fagliano tiene una sola vereda: al frente pasa el ferrocarril San Martín que recorre el noroeste del conurbano bonaerense, desde Retiro hasta Pilar. Como la numeración es confusa, pregunto a una vecina: “¿Conoce Casa Fagliano?” y sin dudar contesta: “Es allí, a 50 metros, la que tiene la bota en la puerta”. El local posee una típica fachada comercial de principios de siglo XX con una puerta central y una ventana a cada lado.

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Toco la puerta y antes de que me abran ya entro en clima: desde afuera se siente el profundo olor a cuero curtido.

límite con Francia. Ya siendo zapateros, recalaron un tiempo en La Boca y desde allí se asentaron en Hurlingham para siempre.

Eduardo es sereno y muy amable, como esos hombres de campo que fueron sus bisabuelos y abuelos, aunque hoy Hurlingham haya crecido y ya poco quede de aquel pueblo que fue décadas atrás.

En la casa que construyó Pedro y donde comenzó su zapatería vive la prima de Eduardo, directora de escuela. Al lado se ubica el taller donde se erige Casa Fagliano desde 1929, año en el que nació Rodolfo, papá de Eduardo y Héctor, quien aún trabaja todos los días junto a sus hijos y nietos.

“La calle Tambo Nuevo alguna vez fue una calle principal de servicios, aquí se ubicaban los más importantes comercios del barrio: la carnicería, la panadería, nuestra zapatería –explica Eduardo– pero el progreso hizo que todo se fuera corriendo y hoy por acá ya no pasan clientes. Esto se convirtió en un taller pero antes había circulación y se vendía a la calle. Además de botas y zapatos de cuero, se vendían alpargatas y zapatos Gomicuer, que usaban los chicos para ir a la escuela.” La historia de esta Casa comienza con los bisabuelos de Eduardo, Pedro y Giacomina Fagliano, que llegaron de Cúneo, en el Piamonte italiano, en el

“Cuando se inauguró este taller despegó el negocio. Antes se hacían muchas botas para campo, para quinta, y se reparaban zapatos de los vecinos del barrio inglés, que eran gerentes del ferrocarril. Por los ingleses, que vestían botas y zapatos hechos en Europa, mi familia pensó que lo mejor era trabajar con esa calidad.”

“Tenemos registro de medida de pies de clientes desde 1928. Pero hace 20 años decidimos especializarnos, ya que no podíamos atender todos los rubros. Para trabajar como lo hacemos nosotros, a mano, hay que fabricar mocasines o botas o zapatos. No se puede abarcar todo.”

Hace 20 años, cuando sentían que el trabajo los estaba excediendo, Eduardo, su hermano Héctor y su padre Rodolfo decidieron que lo mejor era especializarse. “Mi familia empezó a fabricar botas de polo cuando se comenzó a practicar ese deporte 33


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acá, en el Hurlingham Club, más o menos en 1920. Tenemos registro de medida de pies de clientes desde 1928. Pero hace 20 años decidimos especializarnos, ya que no podíamos atender todos los rubros. Para trabajar como lo hacemos nosotros, a mano, hay que fabricar mocasines o botas o zapatos. No se puede abarcar todo.” Hoy fabrican entre 60 y 70 pares de botas de polo por año totalmente artesanales, en cuero vacuno o equino curtido especialmente, utilizando tradiciones europeas. “Tomamos las medidas, compramos los cueros, hacemos el molde, cortamos, ensamblamos todas las piezas y luego cosemos con hilo, con estas máquinas que tienen casi 100 años.” Cuando habla de “nosotros”, Eduardo se refiere a todos los Fagliano que trabajan allí: su padre, su hermano, y también su hijo Germán, su sobrino Lucas y él. Cada uno heredero del oficio de crear estas piezas únicas que tardan de ocho a diez meses desde que se encargan hasta que se entregan. Educado y simple, Eduardo cuenta que Casa Fagliano tiene clientes célebres,

algunos de los cuales incluso fueron hasta el taller de Hurlingham, como el príncipe Harry, quien los visitó y eligió los cueros para sus botas. También el rey Juan Carlos de España, a pedido de quien hicieron mocasines y botas de equitación para su hija, la infanta Cristina. Sin olvidar al actor Tommy Lee Jones y, por supuesto, al mejor polista del mundo, Adolfo Cambiaso hijo. La entrevista termina. Rubén, el único empleado que tienen desde hace 18 años, sigue martillando suelas. Salimos del taller, pasamos por el espacio donde cortan los cueros y cumplen con las tareas administrativas para atravesar la recepción, que mantiene los antiguos muebles de atención al público, como la estructura de barrales de las cajas de cobro, desde hace 85 años. Eduardo me despide en la puerta y recién ahí me cuenta de su amor por la música y el canto. Llovizna y nos prometemos continuar la charla; ahora yo debo regresar al ritmo de la ciudad y él tiene que ir a almorzar a su casa, la más lejana de todos los de la familia, a apenas 15 cuadras.


Entre artesanos: Casa Fagliano y Jaeger-LeCoultre El polo: eso fue lo que unió a los Fagliano con la manufactura Jaeger-LeCoultre. Se conocieron y pensaron qué podían hacer juntos, y a Eduardo y a Héctor se les ocurrió hacer un brazalete con el mismo cuero cordobán que usan para las botas de Adolfo Cambiaso (h), el mejor jugador de polo de la historia y por aquel entonces embajador de Jaeger-LeCoultre. Así fue como para la celebración de los 80 años de la colección Reverso, en 2011, Fagliano creó los primeros 100 brazaletes.

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Pero su vínculo no terminó allí: en 2012 volvió a realizar 100 correas y, en 2013, con la ayuda de su esposa Nancy, duplicó esa cantidad. A principios de 2013, de visita por Europa, Fagliano se escapó a Le Sentier para conocer la Manufactura. “Allí, mientras cenábamos una fondue inolvidable, hablamos de hacer algo en el Abierto de Palermo; así surgió estar en el stand de la marca, donde mostramos nuestro trabajo.”

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2.

Fue Jaeger-LeCoultre quien llevó por primera vez a Casa Fagliano al Campo Argentino de Polo de Palermo, cuando se convirtió en su sponsor oficial. “El hecho de haber estado ahí nos resultó muchísimo, por encontrarme con muchos clientes que no vienen hasta acá. Jaeger-LeCoultre llevó a Casa Fagliano a Palermo después de 120 años; nunca habíamos ido. Incluso casi nunca vamos a los partidos porque estamos acá trabajando en el taller. Salvo la final del Abierto de Hurlingham, que nos queda a 100 metros, no solemos ver partidos en la Argentina.” Durante los días del Abierto, varias celebridades pasaron por el stand: Adolfo Cambiaso llevó a su hijo, a quien por primera vez le tomaron las medidas para guardar para siempre en el taller de Hurlingham. Pero no fueron solo deportistas: el actor Will Smith también pasó y encargó un par de zapatos exclusivos. El año 2014 comenzó afianzando este vínculo: Jaeger-LeCoultre lanzó un nuevo Grande Reverso Ultra Thin 1931 de oro rosa y esfera color chocolate, que se presenta con dos correas, una clásica pulsera en cuero de cocodrilo marrón que luce una hebilla ardillón de oro rosa y una segunda propuesta confeccionada artesanalmente por Casa Fagliano y hecha del cuero más exclusivo, cordobán, conocido por su resistencia excepcional. Entregada con cada reloj, la pulsera fabricada en los talleres de Hurlingham se distingue por su elegante flexibilidad, textura y un modo de confección a mano que la convierte en una pieza única.

3. 1. Eduardo Fagliano junto a Will Smith, Franck Juhel y Antonio Álvarez Campillo.

2. Manos a la obra. Eduardo Fagliano midió a Will Smith para crearle un diseño a medida.

3. Eduardo Fagliano con Poroto Cambiaso, un futuro gran campeón como su padre.


EL PROPIO AROMA 38

TXT: Silvina Vitale @silvinavitale

El parfum couture, o perfume hecho a la carta, es una creación exclusiva que ofrecen reconocidas casas parisinas para clientes selectos. Junto con un perfumista, el cliente co-crea una fragancia personal, íntima, totalmente a su gusto, que se llevará al final del proceso junto con la fórmula original. Un lujo al que solo acceden unos pocos.

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a creación de fragancias a imagen y semejanza no es algo nuevo. Según cuenta Bernardo Conti, perfumista de la casa Firmenich desde hace 28 años, y uno de los que más saben del tema en el país, la perfumería ha sido personalizada desde siempre: las cortes egipcias, griegas y romanas tenían perfumistas que componían productos de higiene, tocador y perfumes para los acaudalados, con creaciones únicas. Existen numerosos datos de la historia que hablan de esta necesidad de lo exclusivo con que nació la perfumería. Por ejemplo, la reina de Hungría se hizo famosa por el Agua de la Reina de Hungría, de un perfumista anónimo en el año 1300. Esa misma fórmula fue readaptada por otro anónimo y se transformó en el perfume de la reina Isabel I de Inglaterra, “aparentemente tan sexy que le permitió conquistar al rey de España, por ese entonces 40 años más joven que ella”, dice.

Otra que no se resistía a tener una fragancia propia era Catalina de Médici. Cuando se casó con Enrique II, llevó a la corte a su perfumista, el famoso Pedro “el Florentino”, quien además de hacer perfumes exclusivos para ella, elaboraba venenos para eliminar a los miembros de la corte que molestaban a la reina. Recién en 1792 se lanzó el primer perfume no customizado, la Eau de Cologne, que también era carísimo y de uso muy limitado. Fueron fanáticos de él Napoleón y el general Manuel Belgrano. En 1853, Pierre François Pascal Guerlain, fundador de la casa parisina, creó Eau de Cologne Impériale para la emperatriz Eugenia de Montijo –esposa de Napoleón III–. De esta creación nació el neroli, aceite esencial obtenido de la flor del naranjo amargo, que en ese momento era solo usado por la emperatriz. Y en nuestro país, Manuelita Rosas, hija del gobernador de Buenos Aires, se hacía preparar, junto con

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sus chales, un perfume de puro patchouli en Inglaterra. Fue en el siglo XX, de la mano de Paul Poiret y François Coty, cuando la perfumería empieza a producir en serie pero aún en forma muy exclusiva por su alto costo. En aquella época, la única corte que mantenía a un perfumista era la rusa (se llamaba Ernest Beaux, y fue quien en 1921, ya vuelto a Francia luego de la revolución, creó Chanel N°5). Después apareció L’interdit, creado especialmente por Hubert de Givenchy para la hermosa Audrey Hepburn. Terminado el siglo XX, el atentado a las Torres Gemelas tuvo un gran impacto en la sociedad, y quienes se consideraban protegidos y poderosos se encontraron

vulnerables, y modificaron sus hábitos de consumo. Si la vida no es segura, quiero vivirla con lo mejor que haya, parecieron decirse muchos. Así surgieron las colecciones ultra premium de las grandes marcas de perfumes, junto con una enorme profusión de productos de lujo, chocolates, vinos, comidas. “La evolución de esto es hoy la creación de un perfume único para quien pueda pagarlo”, explica Conti. OBJETOS DE DESEO Para Guerlain, la creación de perfumes exclusivos es parte de su ADN. “Guerlain siempre ha encontrado un tiempo para responder a demandas específicas de sus clientes”, asegura Sylvaine Delacourte,

La perfumería ha sido personalizada desde siempre: las cortes egipcias, griegas y romanas tenían perfumistas que componían productos de higiene, tocador y perfumes para los acaudalados, con creaciones únicas.


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La esencia del parfum couture fue abordada tan magníficamente por Creed, que se dice que Grace Kelly cayó desmayada al oler Fleurissimo, el perfume que el príncipe Rainiero había encargado a la firma para su boda.

responsable de las fragancias a medida de La Maison Guerlain. El proceso lleva varios pasos desde el encuentro con el cliente hasta que la fragancia está lista. “Y esto representa la mitad del trabajo, porque una vez que está lista, la casa tiene que proteger, estabilizar y hacer test toxicológicos sobre la fragancia como si fuera un lanzamiento internacional.” Puede pasar hasta un año antes que la Maison entregue el perfume en una exquisita botella de cristal baccarat –por un precio que parte de los 40.000 euros–. “El primer rendez vous es clave”, dice Delacourte. Se realiza una cita que tiene lugar en una habitación privada en la mítica Maison Guerlain, en Champs Élysées 68. Se siguen tres pasos: el primero, visual, en el que se determina el estado de ánimo que mejor representa la personalidad del cliente; después se le hacen preguntas sobre su estilo de vida. “No se preocupen, no hacemos preguntas íntimas”, bromea Delacourte. Por último, se determinan acordes y notas para que el cliente pueda oler y confirmar cuáles son de su agrado. Posteriormente, Delacourte confecciona un informe –un retrato breve y preciso de la persona– y se contacta a Thierry Wasser, perfumista de la firma, para crear la fragancia de acuerdo al ADN olfativo del cliente. Cartier también encuentra un espacio para satisfacer a sus clientes más exigentes. La historia de la marca está ligada desde sus orígenes a la realeza y a la creación de joyas únicas y exclusivas. Louis-François Cartier hizo famoso su trabajo cuando comenzó a tener clientes como los zares rusos, empresarios y la nobleza europea. La marca pionera en los relojes pulsera y creaciones hoy clásicas como el Cartier Santos (1904) o Cartier Tank (1917) inició su relación con la perfumería a principios del siglo XX, cuando elaboraba por encargo fragancias de lujo; en 1938 nació su división Parfums. Hoy en su Maison en la Rue de la Paix, en pleno corazón de París, continúa con estas magníficas creaciones a medida; propone un retrato olfativo, una combinación única de notas y acordes, que conjuga la tradición de la casa y el deseo más íntimo de la persona. En el salón de los perfumes, Mathilde Laurent, perfumista de la firma (ver recuadro), es la encargada de transformar un deseo en una fragancia hecha a medida. La esencia del parfum couture fue abordada tan magníficamente por Creed, que

se dice que Grace Kelly cayó desmayada al oler Fleurissimo, el perfume que el príncipe Rainiero había encargado a la firma para su boda. Fundada en 1760 por Henry Creed, fue rápidamente una de las preferidas de la corte inglesa. Victoria, reina de Inglaterra y emperatriz de la India, nombró a Creed proveedor de la casa real, y más tarde fue requerido por las cortes de Europa. La familia Creed elaboró más de 200 fórmulas de fabricación artesanal y exclusiva a lo largo de su historia. Otra casa parisina reconocida por un exquisito despliegue en los parfum couture es Jean Patou, la firma del original diseñador que hizo del sportwear una moda y lanzó en 1929 Joy, fragancia de una exquisitez incomparable que concentra, en 30 ml, 10.600 flores de jazmín y 28 docenas de rosas. Esta casa cuenta con laboratorio propio y está entre los consumidores de materias primas naturales más importantes del mundo. Calidad, tradición y originalidad se unen de manera perfecta en sus creaciones.


L’Artisan Parfumeur es otra hacedora de estas fragancias soñadas. La casa primero trabaja con las familias olfativas y tipos de perfume que son de gusto del cliente para después encarar el proceso junto con el “nariz”, que durará entre tres y seis meses hasta que se logra la fragancia a tono con las expectativas de la persona. Muchas grandes firmas de perfumería, si bien no hacen perfumes a medida, tienen ediciones exclusivas y confidenciales. Es el caso de Chanel con Les Exclusifs que inició Ernest Beaux –la nariz de Mademoiselle Chanel y el creador de Chanel N°5– y se continuó con Jacques Polge –creador de

los perfumes Chanel desde 1978–. La colección se compone de 14 fragancias que se caracterizan por sus materias primas de extraordinaria calidad. La última de la colección es 1932, creada por Polge en 2012: un homenaje a la primera colección de joyas –hecha solo con diamantes– que diseñó y presentó Mademoiselle Chanel en aquel año. Todas propuestas que responden a una necesidad de ayer y de hoy por lo único, lo excepcional, lo distintivo, y que encuentra uno de sus exponentes más altos en estas pequeñas botellas de lujo que satisfacen los deseos más íntimos.

perfumería son los aspectos humanos y artísticos. Una vez creado el líquido, se vuelve humano; y por ese aspecto humano trabajo y vivo.

que a su vez se deriva de un proceso de inspiración. Luego me concentro en mantener una coherencia entre la idea que yo tenía al principio y lo que podemos ver en los resultados. En general, se tarda entre seis meses y un año. Algunas notas son más fáciles que otras, que se resisten más. Cuando trabajo en un perfume con un acuerdo inicial real, me siento en un viaje intelectual. Me lleva de 100 a 150 intentos lograr una armonía.

CARTIER A LA CARTA 42

Mathilde Laurent, perfumista de Cartier, es la encargada de desarrollar el concepto de perfume a medida de la firma. Con una visión creativa, apuesta a la fórmulas cortas y sencillas, de pocos ingredientes, que destacan los matices y siguen la tradición de excelencia de la casa. Estudió perfumería en el Institut Supérieur du Parfum des Cosmétiques et des Arômes de Versalles y después de diez años de experiencia se unió a la marca en 2005. Es la creadora de todos los grandes perfumes de Cartier: Roadster, Cartier de Lune, Déclaration d'un Soir y Baiser Volé. Con Les Heures de Parfum, una colección de 13 fragancias, recibió el reconocimiento en los premios 2010 de la Fragrance Foundation of France. La Treizième Heure ganó dos prestigiosos premios: el Premio de los Creadores Perfumistas y el Premio de los Especialistas. ¿Cómo definiría su trabajo en Cartier? Para mí, es una disciplina artística muy parecida a la fotografía. Los olores son como imágenes. Los olores y las imágenes se comunican entre sí, y cuando creo un perfume siempre tengo en mente las fotos que representan mi trabajo en progreso. Miro fotos en revistas y en Internet, y selecciono las que tienen un vínculo con la fragancia que estoy intentado crear. Busco ideas en estas imágenes para liberar mis pensamientos. Lo que me interesa en la

¿Por qué cree que la tendencia de los perfumes de “alta costura” está creciendo? Porque hay algo mágico y profundamente personal en la búsqueda de sí mismo en un perfume. Sensaciones únicas que se vinculan a una historia, a un recuerdo o a un secreto. ¿Cómo es el proceso que empieza con el deseo de un cliente hasta la creación de una fragancia? ¿Cómo define los ingredientes? Me encuentro con mis clientes en reuniones de dos a tres horas para entender lo que llamo su “biografía olfativa”. Siempre empiezo haciéndoles preguntas como, por ejemplo, qué han olido en su vida, tanto en el pasado como en el presente. Desde esta base, trabajo sobre un tema y propongo dos o tres variantes más, que luego retomo teniendo en cuenta el feedback del cliente. Se dice que existen 3.000 ingredientes en la paleta de un perfumista. Estos consisten en moléculas sintetizadas y “absolutos” extraídos de plantas, flores, frutas y raíces. Cada perfumista trabaja con entre 500 y 1000 ingredientes, que son los que entiende y utiliza mejor. Lo importante es tener una idea hermosa y fuerte desde el principio,

¿De dónde nace la inspiración? Todo sucede en mi cabeza, que está llena de resonancias y conexiones: el arte, la historia del arte del perfume, la sociedad, el período. Esto es lo que utilizo para crear algo más, y aventurarme en un raro y privilegiado marco que me ofrece la Maison Cartier. ¿Qué sucede cuando el cliente huele el perfume hecho a su medida? Cuando un cliente huele su perfume se genera un momento de eternidad. Tengo la piel de gallina y escalofríos cuando sostengo la tira de olor, es exasperante, y al mismo tiempo, puede ser una fuente de gran placer. Es un momento de comunicación entre dos almas, una comunicación sin palabras. Es muy interesante y profundo. Se podría decir que es magia.


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UNA FIESTA A MEDIDA IWC celebró con el Cirque du Soleil la llegada de su nueva colección Aquatimer en su ya clásica y esperadísima fiesta anual. Un motivo de regocijo para los amantes de la alta relojería y el buen vivir.

on motivo del lanzamiento de la nueva colección Aquatimer, IWC Schaffhausen realizó su esperada fiesta anual, durante el Salón International de la Haute Horlogerie (SIHH) en Ginebra, con la presencia de más de ochocientos invitados, entre los que se encontraban Kevin Spacey, Marc Forster, Ewan McGregor, Luís Figo, Karolina Kurkova y Adriana Lima. El festejo inspirado en las profundidades del mar fue el entorno donde el Cirque du Soleil presentó un espectáculo creado totalmente a medida para IWC bajo la temática “el secreto del tiempo”. Entre emocionantes acrobacias y diferentes cuadros de danza, la estrella de Hollywood Ewan McGregor narró una historia escenificada por los artistas del Cirque du Soleil, sobre un tiempo robado que finalmente fue recuperado frente a las Islas Galápagos. “Es posible que el tiempo sea un regalo, pero es un regalo impagable, un tesoro y, como ocurre con todos los tesoros, no se trata tanto de saber cuán grande es, sino cómo lo administramos”, fueron las palabras que dieron inicio a la apertura de un show emocionante que culminó con la actuación musical de Roger Hodgson, antiguo cantante de Supertramp. IWC Schaffhausen mantiene desde hace muchos años una relación especial con las Islas Galápagos; por esta razón, dentro de la colección Aquatimer 2014, la marca creó tres nuevas ediciones: el Aquatimer Cronógrafo Edición “Islas Galápagos”, el Aquatimer Cronógrafo Edición “Expedición Charles Darwin” y el Aquatimer Cronógrafo Edición “50 años de ciencia por Galápagos”. De lo recaudado por la venta de estas tres piezas, IWC aporta una parte a la Fundación Charles Darwin, la base científica que trabaja cuidando el archipiélago. “Nuestra identidad como empresa exitosa también implica que debamos asumir nuestra responsabilidad social. Hemos decidido, por lo tanto, aportar nuestra contribución a la preservación de la biodiversidad única en las Islas Galápagos. En este sentido, apoyamos activamente el trabajo de investigación de la Charles Darwin Foundation”, aseguró Georges Kern, CEO de IWC en el cierre de esta mágica velada, en donde todas las emociones y los sentidos estuvieron a flor de piel.

“Es posible que el tiempo sea un regalo, pero es un regalo impagable, un tesoro y, como ocurre con todos los tesoros, no se trata tanto de saber cuán grande es, sino cómo lo administramos.”

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Pinta tu aldea TXT: Marcelo S. Dansey

Pablo Siquier es uno de los artistas más importantes de la escena porteña. Después de 30 años de trabajar sobre bastidores comenzó a hacer murales, transformando espacios públicos invisibles en rincones únicos y particulares donde es inevitable detenerse. Hay obras suyas en las calles y los parques de Buenos Aires. Sus tramas geométricas son comentarios de la ciudad en la que vive, trabaja y se inspira.

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Un monumento es la mejor prueba de que nos hemos olvidado de alguien”, escribió el dramaturgo Harold Pinter. Y algo de razón habrá que darle. ¿Acaso podríamos decir de memoria quiénes fueron esos hombres y mujeres –a decir verdad, muy pocas mujeres– que hoy vemos convertidos en estatuas de bronce? Hay que reconocer que los bustos y las figuras ecuestres, que por mucho tiempo fueron el único recurso de los urbanistas a la hora de embellecer el espacio público, hoy pasan desapercibidos para la mayoría de los mortales. Es que ese Olimpo criollo que vive en un tiempo perfecto y eterno es para nosotros, mal que nos pese, frío y lejano. Algo de esto comenzó a cambiar después de los años 60 con la revolución cultural que, entre otras cosas, se propuso sacar el arte de las galerías y los museos para llevarlo a la calle. Ya no hablamos de estatuas de inspiración griega sino del arte de nuestros días, como el que se ve en cualquier capital europea y que en Buenos Aires comenzó a aparecer tímidamente de un tiempo a esta parte. El corolario de ese proceso que llevó más de medio siglo es la

obra de sitio específico, un nuevo género dentro de las artes visuales. Son piezas hechas en función de su entorno inmediato, que dialogan con su contexto social, político y económico, que por asociación o disrupción reflejan la idiosincrasia del lugar en el que fueron emplazadas. Podríamos decir que si los antiguos monumentos se imponían al transeúnte como el conquistador español que plantaba su monolito en tierras americanas, la estrategia de las obras de sitio específico es seducir a los nativos hablando su propio idioma. Pablo Siquier es sin dudas uno de los protagonistas de esta incipiente tendencia en Buenos Aires. Una estructura de hierro similar a una gran jaula de 3 x 4 x 13 metros fue emplazada en el parque Thays en noviembre del año pasado. La obra, ubicada junto a un busto de Fernando Botero y una venus facetada de Marta Minujín, puede leerse como un dibujo tridimensional, como los entramados geométricos que el artista viene haciendo desde mediados de los años 80 y que a lo largo de este tiempo le dieron notoriedad más allá del circuito porteño. Notoriedad que se acentuó partir


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de 2004, cuando saltó del bastidor a las paredes de la Bienal de San Pablo. Fueron dos murales efímeros realizados con carbonilla: un pequeño paso para el artista, un gran salto para su carrera. La obra lo catapultó más allá de lo imaginado. Al año siguiente, lo invitaron a repetir la hazaña en el museo español Reina Sofía, que fue su plataforma de despegue para los mercados internacionales. Sin embargo, desde lo emocional, quizás sean más significativos los murales que a partir de esta experiencia comenzó a hacer en Buenos Aires. El primero, en uno de los muros exteriores del edificio Los Molinos, del Faena Arts Center. El ojo clínico de Alan Faena supo ver el potencial de esta manifestación pública que inmediatamente avivó el espíritu de Puerto Madero, cuya identidad se estaba construyendo. Al año siguiente llegó un encargo aún más popular: el mural de la estación Carlos Pellegrini de la línea B del subte metropolitano, y a este le siguieron otros en el Centro Cultural San Martín, en La Rural y en casas particulares de coleccionistas privados.

Mezcla de mapa, circuito eléctrico y pentagrama enmarañado, los murales de Siquier consiguen hacer visible el rumor musical que suena en los buenos aires. “Sus pinturas se constituyen a partir de una visión personal, fundada en la observación y en la vivencia de la ciudad, aliada a una sensibilidad neobarroca, para revelar la inestabilidad de los signos, la ambigüedad del sentido y la difusión semántica que hacen funcionar la cultura urbana y las prácticas artísticas”, dice el curador español Ivo Mesquita, con ese estilo enrevesado, propio de los académicos del arte y que bien podría ser otra de las metáforas que evocan los murales. Pero Mesquita no se equivoca. Al margen de las referencias al arte concreto y a toda la tradición geométrica que comenzó en Europa a principios del siglo XX y floreció durante la Segunda Guerra en América latina, las imágenes de Siquier cuentan la ciudad en la que vive. Hablan de los ornamentos de la arquitectura art déco y del trazado urbano de la Argentina Potencia, del firulete del tango y el fileteado del colectivo, de los laberintos de Borges y de

Podríamos decir que si los antiguos monumentos se imponían al transeúnte como el conquistador español que plantaba su monolito en tierras americanas, la estrategia de las obras de sitio específico es seducir a los nativos hablando su propio idioma.

“La vida en la ciudad –opina Siquier– ya es lo suficientemente difícil como para, además, imponerle a la gente contenidos dramáticos.” 49

la maquinaria soñada por el Desarrollismo. En tiempos de globalización, cuando las redes sociales imponen la dinámica de la desterritorialización, estas obras vienen a señalar su lugar en el mundo. “Soy un comentarista de la ciudad”, dice el artista que se jacta de haber “viajado mucho en colectivo”, como un flâneur tercermundista que recolecta y deconstruye los signos encontrados en su rutina para luego reconstituirlos en estas partituras emocionales que son sus cuadros y sus murales. Sin embargo, aunque él mismo reconoce que en sus pinturas “hay elementos concretos reconocibles y procedimientos que provienen de la ciudad y de la construcción de las ciudades”, su mensaje no llega a ser del todo claro. Tampoco quiere serlo. Prefiere perderse en la deriva. Su “escritura” no remite a tal o cual anécdota, a tal o cual situación, lugar o personaje; al contrario, si de buenas a primeras dispone la posibilidad de un relato, cuando uno intenta descifrarlo inevitablemente termina extraviado en sus propias elucubraciones. Sus tramas no son del todo abstractas y al mismo tiempo no llegan a ser del todo precisas. Como si vinieran a denunciar la ambivalencia de esas mismas

formas que lo inspiran, la ambigüedad del gran sueño modernista. “Creo que el arte puede ser todo lo revulsivo y crítico que sea capaz de ser, pero al tratarse de arte público la responsabilidad del artista es otra”, nos dice. “Mi objetivo es siempre el mismo: lograr que mi trabajo sea atractivo. Aunque se trate de una obra dura y seca, quiero que al mismo tiempo sea amable y acompañe al público que circula por el lugar, que no eligió la obra, a quien de alguna manera se la impusieron, y que ya tiene suficientes problemas para decodificar la catarata de signos que recibe a diario. La vida en la ciudad –opina Siquier– ya es lo suficientemente difícil como para, además, imponerle a la gente contenidos dramáticos.” Es un reto, entonces, y parece haberlo logrado. La gente pasa junto al mural e inevitablemente mira de reojo. Son formas abiertas y fluidas que animan sus pasos. Es posible que alguno se detenga y siga el recorrido que se eleva más de diez metros sobre las cabezas. Será un paseo mental por el mural que, al igual que la ciudad, es una confluencia de energías en mutación constante.


Fiebre

mundialista

Hublot, el cronometrador oficial de la Copa del Mundo de la FIFA, Brasil 2014™, celebra la llegada del Mundial con el Big Bang Único Cronógrafo Birretrógrado. El reloj oficial de esta edición de la Copa del Mundo es también un hito para la Manufactura, que por primera vez presenta un modelo con visualización birretrógrada que incluye, además, un cronógrafo central.

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a idea de partida de los ingenieros y relojeros de Hublot fue desarrollar un movimiento específico para el mundo del fútbol. Así nació el calibre de manufactura Único: un movimiento birretrógrado con cronógrafo central de 385 componentes (4 Hz de frecuencia, 28.800 alternancias por hora) cuya patente está en proceso de registro. Cuando se activa este complejo cronógrafo, el segundero y la aguja de los minutos de ese mecanismo se desplazan de izquierda a derecha en un arco de 45 minutos (lo que dura un tiempo en un partido de fútbol); una zona de tiempo adicional de 15 minutos permite llegar hasta los 60. Dos pulsadores a cada lado de la corona realizan el start, stop y reset. El que está situado a las 2 permite, además, indicar uno de los cuatro

periodos de tiempo propuestos: primera parte, media parte, segunda parte y final del partido, indicados en una ventana a las 12. Para poder ver la hora con normalidad se agregó un contador a las 6 que marca horas y minutos, mientras que los segundos se indican mediante un pequeño contador a las 9 que gira de forma permanente. En la esfera predominan el amarillo y el verde, los colores nacionales de Brasil, como referencia al país que alberga la competencia. Big Bang Único Cronógrafo Birretrógrado se encuentra disponible en dos versiones: la primera con caja de oro rosa de 45 mm con bisel de fibra de carbono, en edición limitada a solo 100 piezas, y la segunda con caja de cerámica negra de 45 mm y bisel de fibra de carbono, limitada, en este caso, a 200 ejemplares numerados.

Hublot reveló en Buenos Aires los detalles íntimos de su nueva colección Un pequeño grupo de clientes de Simonetta Orsini disfrutó de una cena especial en el restaurante Tarquino en homenaje a la colección 2014 de la Manufactura en compañía de Benoit Vulliet, director de ventas para América latina y el Caribe. En un ambiente íntimo y relajado, Vulliet reveló los detalles de la nueva colección. “2014 es el año en que Hublot puso su mirada en el deporte”, señaló, y destacó especialmente la llegada del Big Bang Único Cronógrafo Birretrógrado, el reloj dedicado al Mundial de Fútbol, y la anexión de la colección Ferrari, creada para los amantes de la Fórmula Uno. Además, la colección incluye nuevas incorporaciones a la familia Classic Fusion, en donde se destaca un modelo con ocho días de reserva de marcha disponible en oro rosa o titanio y una serie con esferas esqueletizadas que incluye un tourbillon con repetición de minutos. Para conocer más de la nueva colección puede visitar www.hublot.com


VACHERON CONSTANTIN Atelier Cabinotiers Philosophia

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Maravillas limitadas Pocas cosas resultan más irresistibles para los coleccionistas y amantes de los relojes que las ediciones limitadas. Piezas numeradas, algunas únicas o creadas a medida, pensadas y trabajadas en cada una de las Manufacturas como un tesoro invaluable. TXT: Lucía Barro

Diferentes, exclusivos, especiales, estos relojes son la expresión perfecta del saber hacer de la alta relojería. En esta nota, algunas de las más extraordinarias últimas creaciones que generan la locura absoluta de todo gran conocedor.

n el corazón de la Manufactura ginebrina funciona desde 2006 un servicio de personalización al mando de los maestros relojeros y artesanos más importantes de Vacheron Constantin. En este rincón mágico para pedidos especiales llamado Atelier Cabinotiers no existen catálogos ni colecciones, sólo un oído atento. El diseño de una pieza a medida comienza con una historia: la historia íntima del cliente que se acerca en busca de un reloj simbólico. Y no hay límites para el encargo. Todos los pedidos, desde el más sencillo al más complejo, son analizados minuciosamente por un comité ético que resuelve las demandas del cliente en busca de crear una pieza armoniosa en concordancia con las tradiciones y valores de Vacheron Constantin. Solo los pedidos que han sido aprobados por este comité serán fabricados por el Atelier. Tal fue el caso del reloj Philosophia, bautizado de este modo por su propietario. Un reloj que surge de un postulado filosófico en torno al tiempo: el ser humano no necesita conocer permanentemente la hora exacta, con el minuto preciso. Albergado en una caja de la colección Patrimony, este reloj cuenta con una sola aguja central, la de las horas. Si quien lo lleva quiere tener una idea más precisa del tiempo, basta con que accione el pulsador de tensión de la repetición de minutos. Philosophia presenta en su esfera una abertura situada a las 6 que permite contemplar un tourbillon que realiza una vuelta completa en 60 segundos. Además posee una fase lunar con precisión personalizada. Único e irrepetible, este reloj nacido en el Atelier Cabinotiers se convirtió en un modelo personalizado que no conoció límites.

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A. LANGE & SÖHNE

AUDEMARS PIGUET

1815 TOURBILLON con parada del segundero y ZERO-RESET

Tradición, Cronógrafo Tourbillon con Repetición de Minutos

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iseñado para alcanzar la más alta precisión, la Manufactura de Saxonia presentó en el SIHH 2014, esta maravilla con caja de platino en edición limitada de 100 ejemplares para todo el mundo. Una oportunidad para selectos amantes de las complicaciones de A. Lange & Söhne. Esta pieza tiene un doble valor, ya que es la primera vez que un reloj de A. Lange & Söhne combina la parada del segundero con el dispositivo de ajuste de las agujas Zero-Reset. Estos mecanismos son los responsables de que el 1815 Tourbillon se pueda parar con la precisión de un segundo y que así su ajuste resulte todavía más sencillo. Su discreto diseño permite una óptima facilidad de lectura. El tourbillon, que se puede contemplar a través de la esfera, es el único indicio visible de la complejidad de este reloj. Sobre el eje del tourbillon se desplaza al mismo tiempo la aguja del pequeño segundero, de acero pavonado, con el fin de ofrecer el mejor contraste posible con la esfera de color claro. Sobre la esfera, las agujas que marcan la hora y los minutos en números arábigos, detalle que remite a los históricos relojes de bolsillo de la Manufactura, y que completa el valor simbólico de este tourbillon.

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a Manufactura de Le Brassus posee desde 2008 una familia de relojes celosamente resguardada: la colección Tradición. Piezas que se destacan por su forma, inspirada en un reloj de bolsillo de 1923, y por sus complicaciones combinadas, un arte que Audemars Piguet maneja a la perfección. Este miembro de la familia Tradición posee un mecanismo excepcional de triple complicación resguardado en una caja de oro rosa de 47mm con bisel y pulsadores de oro blanco. La precisión de este cronógrafo y el claro sonido de la repetición de minutos están exaltados por un tourbillon situado a la altura de las 6, que corrige los efectos de la gravedad terrestre que pudieran entorpecer su marcha precisa. Un objeto único del que se fabricaron solamente 10 ejemplares para todo el mundo.

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CHANEL

F.P. JOURNE

MADEMOISELLE PRIVÉ ESFERA CAMELIA BORDADA

Centigraphe “Formula Jean Todt”

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na colección inspirada en Gabrielle Chanel, y a la vez un homenaje a su mirada elegante y vanguardista. La línea Mademoiselle Privé se presenta como la expresión más pura del savoir-faire de la relojería y alta joyería de Chanel, y este año escribe un nuevo capítulo con la llegada del reloj Mademoiselle Privé Esfera Camelia Bordada, una maravilla de tan solo 18 ejemplares numerados para todo el mundo. Ganadora del Gran Premio de Relojería de Ginebra (GPHG) en la categoría Mejor Reloj Artesanal 2014, esta excelentísima pieza posee una caja de oro blanco de 37,5 mm con 562 brillantes engastados. En la esfera se impone una camelia bordada por la Maison Lesage, la mítica casa de broderie parisina, que mediante hilos de seda de colores dio vida a la flor, utilizando la técnica denominada pintura con aguja. Este reloj, con función de horas y minutos, es hermético hasta 30 metros y se entrega con correa negra de satén y cierre de oro blanco con 80 brillantes engastados.

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rançois-Paul Journe sorprende año tras año al diseñar mecanismos de exquisita precisión. Dentro de su ya reconocida colección se destaca el Centigraphe “Formula Ferrari. Jean Todt”, un reloj disponible únicamente a pedido, realizado en honor al mítico director de Ferrari. Se trata de un cronógrafo exclusivo con caja y brazalete de platino y esfera roja capaz de medir una centésima de segundo. Esta maravilla de la mecánica combina el universo de la alta relojería con el mundo del automovilismo, como ningún otro reloj. El movimiento mecánico de cuerda manual de este Centigraphe indica el tiempo transcurrido, desde una centésima de segundo hasta 10 minutos, en tres subesferas de color negro ubicadas a las 10, a las 2 y a las 6 horas. Además se inicia, se detiene y vuelve a cero mediante una báscula ubicada a la altura de las 2, sobre el borde de la caja, en vez de los habituales pulsadores de los cronógrafos tradicionales, un diseño ergonómico perfectamente adaptado al reloj, patentado por F.P. Journe.

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IWC

MONTBLANC

Portugués Siderale Scafusia

Timewalker Cronógrafo 100

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l Portugués Siderale Scafusia es el reloj mecánico más exclusivo y complejo creado por IWC Schaffhausen en toda su historia. Tras 10 años de investigación, la Manufactura logró combinar el tiempo solar y el tiempo sideral en un mismo reloj incorporando el mapa astral más sofisticado que podemos encontrar en la relojería suiza. Diseñado con una caja de la familia Portugués, sobre su esfera resalta un tourbillon ubicado a las 9 que permite ver el complejo mecanismo que late en su interior. En el reverso de la pieza, las indicaciones del calendario perpetuo y las horas de amanecer y atardecer rodean un mapa astral que cambia de color según avanza el día. El Portugués Siderale Scafusia es un reloj disponible a pedido, que se realiza desde cero para cada comprador. Su mecanismo debe adecuarse al lugar de residencia de su propietario, lo que permite que cada cliente diseñe su reloj eligiendo el número de estrellas que quiere ver en su mapa astral. Así el cielo propio puede tener entre 500 y 1.000 estrellas, constelaciones particulares y el color de la Super LumiNova con el que se realiza el firmamento. La personalización también se extiende al material de la caja y al color de la esfera y el brazalete. Esta maravilla de la técnica relojera incluye un estuche especialmente concebido para cada unidad, y cuenta con un mecanismo automático de carga a través de la corona del reloj.

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ontblanc lanzó recientemente el Timewalker Cronógrafo 100, un cronógrafo que permite medir intervalos de tiempo de hasta casi una centésima de segundo, gracias al calibre de manufactura MB M66.25. Se trata de un movimiento admirable alojado en una caja elaborada con materiales de alta tecnología utilizados en los autos de carreras. En este reloj, la función de cronógrafo se alimenta por su propio barrilete, que almacena suficiente energía para medir intervalos mayores a 45 minutos de duración. El tren de arranque para las horas emplea su propia energía a partir de un segundo barrilete que garantiza una reserva de marcha de 100 horas. Este cronógrafo está equipado además con dos mecanismos de retorno a cero: uno para las centésimas de segundo y otro para los minutos y segundos transcurridos. Sobre la esfera transparente de cristal de zafiro, las horas se muestran en una escala en color gris antracita enmarcada en plateado, los segundos se ubicaron en una subesfera a las 9 y el contador del cronógrafo de 15 minutos a las 6. Por último, la aguja secundaria, de color rojo, completa una rotación por segundo para indicar el tiempo con precisión próxima a la centésima de segundo. Este eficiente cronógrafo con caja de titanio es una edición limitada de 100 piezas para todo el mundo.

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OFFICINE PANERAI

ROGER DUBUIS

Radiomir 8 días GMT Oro Rosso 45 mm

Hommage Tourbillon Volante, Tributo a Roger Dubuis

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a estética clásica del Radiomir se celebra en esta edición especial de 500 piezas con caja de oro rojo de 45 mm que resguarda al movimiento P.2002 manufacturado íntegramente por Panerai, con puentes delicadamente reducidos a esqueleto y barriletes visibles a través del amplio cristal zafiro del fondo del reloj. El oro rojo de esta pieza es el 5NPt, una aleación especial con un porcentaje inusualmente elevado de cobre (24 %) que confiere gran profundidad al tono y una proporción de platino del 0,4 % que contribuye a evitar la oxidación. El color intenso del oro se combina de manera exquisita con la esfera color marrón en donde se señalan las horas con números arábigos e índices horarios luminiscentes. A la altura de las 3 se observa la fecha, mientras que los segundos se indican en una subesfera a las 9. Un detalle interesante de esta pieza es que su movimiento permite una reserva de marcha de ocho días, duración prolongada adoptada en 1940 por Panerai para evitar la necesidad de manipular la corona con demasiada frecuencia.

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n homenaje al fundador de la Manufactura, Roger Dubuis, este año se presentó el Hommage Tourbillon Volante: una edición limitada de 208 piezas, el número de estudiantes de relojería donde actualmente enseña el maestro. Dentro de una caja de oro rosa trabaja el calibre RD540 con doble combinación de funciones: un tourbillon volante, la variación más sofisticada de esta complicación relojera, y la indicación de fecha grande. La fabricación de este movimiento, con sus 293 componentes acabados a mano, requirió un total de 750 horas de trabajo, de las cuales 220 se dedicaron a cumplir con los estrictos requisitos del Poinçon de Genève. En la esfera del reloj se señalan las horas con agujas alargadas y números romanos. La indicación de reserva de marcha a las 4 y la doble ventana con fecha grande a las 12 permiten una lectura óptima de todas las indicaciones. Esta pieza es un ejemplo materializado del conocimiento y sabiduría de Roger Dubuis, dotes que continúa compartiendo con la nueva generación de relojeros de la Manufactura que lleva su nombre.

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RICHARD MILLE

ZENITH

RM 011 Automatic Flyback Cronograph “White Demon”

Academy Christophe Colomb Hurricane Revolución

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na edición limitada de 30 piezas disponible únicamente para el continente americano, que fue creada con metales preciosos y materiales de alta tecnología. En su caja de oro rosa y cerámica blanca ATZ resalta el diseño audaz de la esfera transparente que deja entrever un movimiento esqueletizado de carga automática con una reserva de marcha de 55 horas. El RM 011 Automatic Flyback Cronograph “White Demon” posee función de horas, minutos y segundos, indicación del mes a las 4, fecha a las 12 y cronógrafo flyback con contadores de 60 minutos. Es sumergible hasta 50 metros y se entrega con correa de goma con cierre de titanio.

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omo parte de su colección Academy, Zenith creó tres nuevos relojes que rinden homenaje a figuras emblemáticas de la Revolución en América del Sur: Simón Bolívar, Ernesto “Che” Guevara y Emiliano Zapata. Una edición única que se entrega en una caja especial que, al retirar los relojes, puede transformarse en un humidor con capacidad para 200 habanos. La pieza dedicada al “Che” Guevara posee caja de oro rosa de 45 mm y una esfera que da protagonismo al movimiento con aberturas que dejan ver el barrilete con la transmisión de caracol a las 10.30 y 1.30, el módulo de control giroscópico de la gravedad y el órgano regulador de alta frecuencia a las 6. Las tres subesferas auxiliares presentan las horas y los minutos a las 12, un segundero a las 9 y la reserva de marcha a las 3, todas decoradas con un delicado guilloché y trabajo de esmaltado. En el fondo del reloj se pueden contemplar un retrato del Che y su ejército de revolucionarios. Una verdadera obra de arte, labrada a mano y decorada con micropintura por los mejores artistas de la Manufactura.

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Autos clásicos,

emergentes culturales TXT: Alejandro Cortina Ricci

No se restauran para ser tan solo una pieza de colección que algún amante del automovilismo pueda atesorar en un garaje o un museo. Cada uno de estos autos es un símbolo de cómo fue el mundo hasta ayer nomás: un mundo distinto, quizás mejor, donde todo era más artesanal.

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ada como ver por la calle rodar un automóvil de antaño, mejor aún si conserva su aspecto original, si parece como recién salido de un concesionario. Para que esto ocurra, es imprescindible que en el proceso de restauración intervenga el ojo de un experto que, al igual que se hace con las obras de arte, conozca a la perfección la historia de cada uno, su origen, los procesos de manufactura que atravesó y el contexto en que fue creado, aunque haya sido 50 años atrás. Introducirse en la trastienda de esta fascinante actividad que viene desarrollando un gran crecimiento durante la última década –especialmente en Europa y Estados Unidos– también requiere de la compañía de un experto, como Cristián Bertschi. Entusiasta diseñador industrial nacido en Buenos Aires hace 39 años y apasionado por los autos clásicos, Bertschi cuenta que se dedica desde hace 15 años “a rescatar la historia de los autos, todo lo que va por fuera del producto en sí (quiénes fueron sus dueños,

si compitió en alguna carrera o participó de algún concurso), documentándolo a través de archivos fotográficos, artículos referidos a ese auto, papeles y hasta el seguimiento del número de chasis de cada unidad. La intención es agregarle un valor cultural al trabajo final, además de conservar el estado original de cada vehículo. Hay que entender que muchos de estos autos marcaron una época y, en definitiva, son emergentes de la cultura y el estilo de vida de ese entonces”. Cristián trabajó durante algunos años en la industria (como diseñador industrial) e incluso presenció importantes proyectos de diseño, como el del Alfa Romeo MiTo creado por su colega y amigo Juan Manuel Díaz. Sin embargo, Bertschi encontró su rumbo en otra faceta del mundo automotor, no la de dibujar bocetos de futuros modelos, sino la de la restauración y preservación de autos que ya existen. Comenzó a estudiar puntualmente la historia de los automóviles que vinieron a la Argentina durante el periodo de entreguerras y la

“Al restaurar, la intención es agregarle un valor cultural al trabajo final, además de conservar el estado original de cada vehículo. Hay que entender que muchos de estos autos marcaron una época y, en definitiva, son emergentes de la cultura y el estilo de vida de ese entonces.”


Cristián Bertschi en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2014, auspiciada por A. Lange & Söhne, con la última Maserati A6G-2000 Zagato producida.

Foto: Rémi Dargegen

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Está claro que los autos representan algo más que una pieza metálica de cuatro ruedas que permite transportarnos con mayor rapidez. Los hay de todo tipo y para todos los gustos. En muchos casos parecen estar hechos a nuestra medida. inmediata posguerra (a mediados del siglo XX). Fue en ese tiempo en el que llegaron modelos de renombre: la crisis europea impulsó a que varios pilotos trajeran sus autos obsoletos para competir en diversas carreras, ya que nuestro país gozaba de un buen pasar y apreciaba las competiciones de los “cuatro ruedas”. Los dueños de esos automóviles no tenían más alternativa que desprenderse de sus vehículos para regresar al Viejo Continente con divisas, y así se fueron quedando unas cuantas Maserati, Ferrari y Alfa Romeo, entre otros. Su amplio conocimiento acerca de las entrañas de esos modelos y su condición de diseñador industrial posicionaron a Bertschi como un referente del arte de la restauración: viaja permanentemente a Europa y Estados Unidos para coordinar los proyectos y colecciones que le encargan.

“Si bien he pasado horas y horas de mi vida lijando y metiendo mano en los autos, hoy intervengo intelectualmente en los procesos de restauración, a veces desde muy cerca para cuidar los detalles. Es muy importante tener la cultura necesaria para definir con criterio qué tipo de materiales se van a utilizar, de qué manera resolver técnicamente la soldadura de un chasis en particular, por ejemplo, y entender cuándo no hace falta tocar nada. En fin, un trabajo meticuloso que implica mucho tiempo y dedicación, fundamentalmente para no cometer errores groseros y conservar el estado genuino del auto, tanto en su forma como en los materiales y en el concepto que le dio origen”, explica. Como suele decirse, pertenecer tiene sus privilegios, y este oficio le ha dado la posibilidad de tomar contacto directo con el volante de varios de los ejemplares que pasaron por sus manos, además de concurrir a los eventos más exclusivos del mundo clásico: días atrás se dio el gusto de presentar en Italia una Maserati cuya restauración fue supervisada por él, que participó del “Concorso d’Eleganza Villa d’Este” (a orillas del lago di Como) y en varias oportunidades intervino en la emblemática Mille Miglia y en el Tour de France Automobile. Historias documentadas En el caso de Cristián Bertschi, la pasión por los autos no se resume únicamente en el diseño y la restauración. Sus conocimientos fueron impulsándolo a editar varios libros sobre los automóviles que supieron marcar una época en nuestro país. “Hace ya muchos

años que me dedico a investigar sobre los modelos que más me gustan, auto por auto, con sus particulares historias. En principio, relacionados con la Argentina; luego el abanico se fue abriendo a todo el mundo. Tal es así que con el caudal de información que reuní, un día me propuse armar una base de datos que los identificara por su número de chasis, luego por carreras o concursos donde participaron, y quiénes fueron sus dueños (en algunos casos, personalidades de renombre). Las apasionantes historias que anidan en estos vehículos me motivaron a plasmarlas en varios libros”, cuenta. Desde 2005, el diseñador tiene una pequeña editorial junto a Estanislao Iacona (www. whitefly.cc), con quien ya lleva publicada una decena de títulos referidos a la historia de las marcas en la Argentina, como Ferrari, Alfa Romeo, Porsche y Bugatti, además de la historia de la Fórmula 1. Otra de sus actividades también vinculada estrechamente con el mundo de los autos es el portal de Internet www.retrovisiones. com, donde diariamente comparten notas acerca de diseño, concursos y carreras de autos antiguos, además de noticias de la actualidad de la industria automovilística. Está claro que los autos representan algo más que una pieza metálica de cuatro ruedas que permite transportarnos con mayor rapidez. Los hay de todo tipo y para todos los gustos. En muchos casos parecen estar hechos a nuestra medida. Y en este fascinante recorrido por la historia de los autos clásicos y sus diseños, podemos asegurar que sobre gustos hay mucho escrito, y otro tanto por descubrir y seguir escribiendo.


Las máquinas y el cuerpo TXT: Carlos Insúa

”A mayor conectividad y circulación de la información, más fuerte es la necesidad de singularidad”, escribe Carlos Insúa para anticipar un texto que aborda una reflexión con urgencia de época: cómo ser un individuo único en la globalización hi tech.

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n teléfono, una tablet y una computadora inventan un mundo completo y cerrado donde habita una parte central del sujeto contemporáneo. Allí se traman mundos diversos: el trabajo, los afectos, las noticias, la familia, las idas y vueltas de nuestros hijos al colegio, los pagos, la confirmación de los encuentros. Una catarata de mails, whatsapps, fotos y mensajes de Facebook, tweets… (la lista sigue) nos provocan una sensación de compañía e interacción que obtura la introspección y la soledad. Sin embargo y paradójicamente, el continente virtual multiplica esos estados, mientras en apariencia consigue abolirlos mediante alegrías y angustias que llegan montadas en los veloces caballos de la web.

Nada de esto es malo ni bueno, sucede, está más allá de las categorías de valor. Algunos resisten, intentan mantenerse fuera del nuevo planeta on line, pero, sospecho, igual son afectados, pues ya no hay vida que no tenga, al menos, un fragmento virtual. Ahora bien, puede inquirirse el lector por qué esta observación en S/O, una revista impregnada por el ADN de la relojería suiza, que visita los territorios del lujo, la moda, el arte, los viajes… países que resisten la idea de un tiempo atacado por la información y la practicidad. Un medio que propone un ser capaz entender que el lujo es disponer de horas, días, meses, para perderlos en el placer y el gasto.


La esencia poética de los relojes resiste, como el amor romántico que, inesperado, suprime la velocidad del mundo y nos devuelve a las cavilaciones –por cierto un poco ridículas pero adorables– del Werther de Goethe.

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El motivo nace de la paradoja: a mayor conectividad y circulación de la información, más fuerte la necesidad de singularidad, de ser un uno único, alguien que tiene algo que lo diferencia en la marea de actualidad que lo arrastra.

me mostró una edición limitadísima de un nuevo exo-tourbillon que había traído a la Argentina. Era un reloj producido en la mágica manufactura de Villeret, ese templo de la tradición relojera suiza que la casa de Hamburgo adquirió hace algunos años.

Nadie necesita un reloj sobre su pulso, sin embargo, la hora está indicada en cada uno de los artefactos que nos completan y sin los cuales ya no podemos andar. Los números de led no solo nos dicen la hora: agregan fechas, calendarios perpetuos, horas mundiales; nos advierten si hará o no frío, cuándo saldrá el sol, las edades de la luna. Podemos setearlos para que esa información sea presentada de la manera que más nos gusta.

He visto innumerables relojes fabulosos en los últimos 20 años, pero este, con su tourbillon que parece a punto de salir del cuadrante, me hipnotizó, me sacó del presente y me hizo viajar por dentro de su movimiento. Aquel viaje disruptivo de la emoción que olvida todo y se entrega para observar el exceso de un micromecanismo creado para desafiar límites y no para ofrecer funciones, es la experiencia que viví también con el gyro-tourbillon de Jaeger LeCoultre, con la reedición del Royal Oak de Audemars Piguet… y con otros pocos.

Pero la esencia poética de los relojes resiste, como el amor romántico que, inesperado, suprime la velocidad del mundo y nos devuelve a las cavilaciones –por cierto un poco ridículas pero adorables– del Werther de Goethe. Hace algunas semanas, durante un desayuno en los jardines del palacio Duhau –todavía no hacía tanto frío, el sol era perfecto–, Franck Juhel, de Montblanc,

y piñones, declara una filiación de la invención humana que imita la dinámica del cuerpo, en oposición a la lógica del ordenador que copia la electricidad que conecta nuestras neuronas. Una teoría que bien podría encontrarse reflejada en uno de los últimos estrenos del cine: si bien el amor de Theodore Twombly (Joaquin Phoenix) por Samantha, el adorable programa que interpreta Scarlett Johansson en Her, es sincero y bello, ese amor es sinapsis neuronal, no tiene cuerpo. En el extremo opuesto, un mecanismo, un reloj, no es cuerpo, pero si se trata de un movimiento automático depende del nuestro: si dejamos de movernos –no importa cuán prodigiosa sea su reserva de marcha–, tarde o temprano se detendrá. Al igual que uno de carga manual si no le damos cuerda.

Así, algo sucede con este universo de extremos objetos mecánicos que reinventan la precisión empleando técnicas que vienen del Renacimiento, y resistiendo la eficacia de los circuitos del chip y el ritmo del bit. Ese misterio aquí no se resolverá. Apenas quedará la conjetura del objeto mecánico que, con infinitas ruedas

Algo sucede con este universo de extremos objetos mecánicos que reinventan la precisión empleando técnicas que vienen del Renacimiento, y resistiendo la eficacia de los circuitos del chip y el ritmo del bit.


LO BUENO, SI POCO… TXT Y FOTOS: Fabián Dorado

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Pocas cosas hacen tan deseable un objeto como su escasez. En un mundo vasto y diverso, algunas de las marcas más selectas de habanos, como Cohiba, tienen en su mismo origen aquello de lo “hecho a mano y a medida”.

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i existe un producto que lleva desde su origen la idea de limitado y artesanal, ese es el habano. Sus primeros armadores y consumidores fueron los indígenas americanos, y con la conquista española el hábito llegó al Viejo Continente. El tabaco cubano fue considerado un producto exclusivo, asociado al placer y al tiempo mucho antes de que el marketing lo resaltara desde sus escuelas de negocios. Incluso lo que actualmente se conoce como “ediciones limitadas” halla su punto de partida en los anaqueles de la historia de Cuba y su tabaco, gracias a una materia prima especialmente elegida y un torcedor talentoso que dio comienzo a la ya mítica marca Cohiba. Al ser un producto que depende no de máquinas industriales sino de tierras fértiles y manos dedicadas, sus ediciones limitadas muchas veces comienzan gracias a una buena cosecha, de esas que, como en el vino, convierten al producto en mejor que el del año anterior. La historia de Cohiba cuenta que fue uno de los miembros de la seguridad personal de Fidel Castro quien le dio a probar al líder revolucionario un puro que producía Eduardo Rivero, torcedor que trabajaba en la tabaquería La Corona, productora de la marca Por Larrañaga. A Fidel le gustó tanto que no solo comenzó a fumar esos puros sino que se convirtieron en exclusivos regalos de Estado. Durante 14 años, personalidades del mundo recibían como obsequio los Cohiba. Fueron ellos quienes, a través del boca en boca, convirtieron a estos habanos en un mito de exquisita calidad. Así, cuando en 1982 se lanzó a la venta en todo el mundo, el “habano de Fidel” ya era el más codiciado. Para entonces, todo el tabaco cubano era sinónimo de excelencia. Era un producto de excepción que virtualmente se vendía solo, aunque nunca estaba de más ampliar la oferta para seguir aumentando las ventas. El siguiente paso fue crear versiones selectas o con aditivos de las marcas más famosas. Sería el nacimiento de las ediciones limitadas. Se podría decir que el punto de partida fueron las postrimerías del siglo pasado y el esperanzador arranque del segundo milenio. Justamente a eso hacían alusión las jarras con habanos que tres marcas ofrecieron a la vez: bellos frascos de porcelana provistos de un sistema de

humidificación que los convertía en una suerte de acotados humidores rellenos de piezas de excepción. En esa serie se contaban los dobles figurados de Cuaba, una edición especial de Montecristo y, por supuesto, la estrella principal del paquete: las pirámides de Cohiba. En vísperas del año 2000, estas piezas comenzaron a venderse a un precio considerable: eran el habano más caro del mercado en aquel entonces. Las marcas superlativas como Cohiba suelen despertar la creatividad de los mitificadores y la ambición de los aficionados. Y sin duda un formato tan interesante como el de las pirámides iba a hacer que, cuando la marca presentara alguna versión, los coleccionistas lucharan a brazo partido por ellas. Con un poco menos de impacto, también hubo otras casas que abrevaron en este señorial, como Hoyo de

Al ser un producto que depende no de máquinas industriales sino de tierras fértiles y manos dedicadas, sus ediciones limitadas muchas veces comienzan gracias a una buena cosecha, de esas que, como en el vino, convierten al producto en mejor que el del año anterior.

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El origen de lo que hoy se conoce como “ediciones limitadas” se encuentra en la misma historia de Cuba y su tabaco, gracias a una materia prima especialmente elegida y un torcedor talentoso que dio comienzo a la ya mítica marca Cohiba.

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Monterrey o Partagás, que antes de sumar el reconocido Serie P Nº 2 a su vitolario creó una soberbia pirámide en una edición limitada 2001. Por regla general, las ediciones limitadas suelen ser una inigualable manera de testear las aguas para la introducción de nuevos modelos o la rentrée de clásicos que se habían discontinuado. En ese apartado se destacan los magníficos Magnum 46 y 48 de H. Upmann. Incluso la línea más excelsa de Cohiba, los Behike, también vieron la luz como ediciones limitadas en 2006. El punto fue celebrar los 40 años de la creación de la primera marca posterior a la Revolución, que además habría de entronizarse como el mejor tabaco del mundo, título que acabarían aceptando aun sus más acérrimos competidores. Decíamos que, aprovechando la mentada cuarta década, la marca decidió crear (contra los estándares de 25 o 50) una edición especialísima en cajas de 40 habanos, uno por cada año cumplido. Se eligieron las plantaciones más destacadas y cada cual brindó lo mejor de sus cosechas para proveer las piezas que habrían de completar aquella partida de apenas un centenar de humidores. También le encargaron la concreción de estos verdaderos gigantes a Norma, por ese entonces reputada como la mejor torcedora de El Laguito. Todo tenía un porqué; desde el largo de lancero de las piezas (como la primera vitola de Cohiba) al cepo de un Siglo VI correspondiente a la última. Para que no quedaran dudas del carácter de esta edición especialísima, se la vendía en un exclusivo humidor hecho a pedido en Francia. Una presentación que, con todo, habría de costar la suma de 15.000 euros. Por supuesto que no se exhibían en ninguna parte. Había que encargarlos, pagarlos por anticipado y sentarse a esperar que sus responsables grabaran el nombre del poderoso afortunado en su correspondiente chapita de oro puro. En continua búsqueda de nuevos sabores, en el último Festival del Habano en febrero pasado, se presentó una nueva edición limitada, esta vez de H. Hupmann, el Hupmann Nº 2 Reserva Cosecha 2010, una producción única de 5 mil estuches de 20 unidades para todo el mundo.


La Catedral de Florencia

vuelve a dar la hora Officine Panerai, la manufactura ítalo-suiza de alta relojería, se asoció con la Opera di Santa María del Fiore para restaurar el mecanismo del reloj de la Catedral de Florencia.

El reloj es único en el mundo no solo por su posición notable y por la pintura del dial, sino porque mantiene la hora itálica, una forma de medir el tiempo en la antigüedad, conocida como el “Julian Time”.

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onocido como “el reloj de Paolo Uccello”, en honor al gran artista del Renacimiento y creador de la decoración del dial en 1433, el reloj de la Catedral de Florencia es uno de los pocos en el mundo con el sistema de hora itálica. Se trata de una pieza invaluable de la relojería mundial, cuya restauración surge en un acuerdo entre la Opera di Santa María del Fiore y los Talleres Panerai, que tienen su histórica boutique a pocos metros de la Catedral. De este modo, la Iglesia confió la restauración a dos de los mejores expertos en este campo, los profesores Andrea Palmieri y Ugo Pancani, del Centro Studi per il Restauro di Orologi de la I.S.I.S. Leonardo da Vinci, en Florencia. El reloj es único en el mundo no solo por su posición notable y por la pintura del dial, sino porque mantiene la hora itálica, una forma de medir el tiempo en la antigüedad, conocida como el “Julian Time”. A diferencia de los diales modernos, la hora itálica –también llamada “Ave María” o “Italian

Time”– tiene un único movimiento de agujas que recorre el dial, y la hora 24 no marca la medianoche pero sí la primera hora de la puesta del sol, a partir de la cual se inicia el conteo. Para su buen funcionamiento, el reloj debe ser ajustado a lo largo del año, de este modo, la última hora del día coincide con la hora de la puesta del sol. El artista florentino Paolo Uccello pintó las 24 horas del dial, de casi siete metros de diámetro, en números romanos en orden ascendente, pero en sentido contrario de las agujas del reloj. En las esquinas pintó las cabezas de cuatro misteriosos hombres que parecen estar mirando hacia abajo a través del centro. Algunos dicen que son profetas, mientras que otros piensan que los retratados son los cuatro evangelistas. El mecanismo original de la pieza fue construido en 1443 por el relojero florentino Ángelo di Niccolo pero no se dispone de ninguna información sobre cómo operaba: probablemente fue equipado con un sistema de pesos y contrapesos, algunos

de los cuales han sido encontrados en la Catedral. Décadas más tarde, el reloj necesitó de varias reparaciones, tarea que fue encomendada a la familia de relojeros

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El mecanismo original de la pieza fue construido en 1443 por el relojero florentino Ángelo di Niccolo.

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y científicos Della Volpaia: por primera vez, en 1497, a Lorenzo –el creador del famoso reloj Planetario– y luego a su hijo Camilo, que lo reconstruyó casi por completo entre 1546 y 1547. A través de los años, fue reparado varias veces hasta 1688, cuando la Opera di Santa María del Fiore, inspirada en la investigación llevada a cabo por Galileo y Huygens, decidió sustituir el antiguo mecanismo por uno nuevo equipado con un péndulo. Esto duró hasta 1761, cuando el relojero florentino Giuseppe Borgiacchi reemplazó nuevamente el mecanismo del reloj por uno nuevo que funciona hasta el día de hoy. Fue entonces, cuando el sistema francés había prevalecido por sobre el italiano, que se cambió el dial de 24 horas a 12. Hace 40 años, el reloj fue restaurado para volverlo a su apariencia y características originales. Durante más de veinte años, el ajuste semanal de la hora del reloj de la Catedral de Florencia ha sido responsabilidad de dos custodios de la Opera di Santa del Fiore, Lucio Bigi y Mario Mureddu, quienes han escrito el único libro sobre el tema. Antes que ellos, esta tarea era llevada a cabo por otros miembros de la Opera. En Florencia, la hora “Ave María” está marcada por el sonido de campanas que suenan seis veces durante el día: tres veces por la mañana

(a las 7, 11.30 y 12) y tres por la tarde, que varían durante el año (una hora antes de la puesta del sol, al atardecer y una hora después de la puesta del sol). Como Bigi y Mureddu escribieron en su libro: “El sonido de las campanas a las 24 horas era para advertir a las personas que trabajaban en los campos que debían regresar a su hogar, antes de que se cerraran las puertas de la ciudad. Y las campanadas de las 11.30, ‘La Hora de la Misericordia’, indicaba a la Fratelli della Compagnia que era tiempo de hacer sus rondas caritativas para los necesitados de la ciudad”. En 1933, Giovanni Poggi descubrió dos documentos importantes que, además de confirmar que Paolo Uccello había pintado el dial, también dieron la fecha en la que se realizó el trabajo, 1433, y cómo el reloj lucía antes de las modificaciones: fondo azul y la aguja como una estrella dorada que tenía un puntero con una bola en su extremo. Las obras de restauración llevadas a cabo en 1973 revelaron el azul de fondo y las horas originales pintadas por Uccello. Características técnicas El reloj posee un marco cuadrado de hierro forjado que consta de cuatro montantes unidos por travesaños con articulaciones fijas con cuñas de metal. La rueda principal

consiste en un cilindro de madera, alrededor del que se enrolla un cable de acero con un peso. La reserva de marcha es de siete días y utiliza un sistema de poleas montado por encima del movimiento, fijado con clavos a una viga de madera de unos seis metros. Las ruedas del tren de engranaje están hechas de hierro. La aguja de las horas está equipada con un contrapeso. La historia de Panerai Más de 150 años después de la apertura de la primera Bottega di Orologeria, los talleres Panerai continúan honrando a la ciudad de su nacimiento, apoyando su patrimonio histórico y artístico, y renovando su boutique en la Piazza San Giovanni, la más importante de sus 60 tiendas en todo el mundo. En 1860, Giovanni Panerai inauguró la Bottega Panerai, la primera tienda de relojes en la ciudad, en el Ponte alle Grazie. Inicialmente, la Bottega vendió los mejores relojes suizos para luego también transformarse en una escuela y taller de relojería. De este modo, pasó a convertirse en un centro de innovación en el campo de los instrumentos de precisión antes de crear y desarrollar dos íconos de la historia de la relojería: el Radiomir y Luminor, que se crearon en 1930 y 1940, por encargo de la Marina Real Italiana.


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revolución a medida 80

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TXT: Nicolás Paglione

Vestidos, joyas, instrumentos musicales, piezas de ingeniería, prótesis médicas, maquetas, juguetes o comida: casi todo parece poder imprimirse en tres dimensiones, y no hay rubro que no se sienta atraído por las infinitas posibilidades que ofrece esta prominente tecnología.

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ara quien nunca haya visto cómo funciona una impresora 3D, este tipo de tecnología puede parecerle futurismo o, incluso, ciencia ficción. Sin embargo, la posibilidad de imprimir objetos existe desde mediados de los 80. Y fue tan solo a principios de 2010 cuando estos dispositivos se convirtieron en artículos masivamente comercializables. Actualmente el boom es tan espectacular que se refleja en números: entre equipos, materiales consumibles, software y servicios asociados, se calcula que en 2013, en torno a esta tecnología se generaron cerca de 2.000 millones de dólares a nivel global. Mientras que las estimaciones más conservadoras –como las de Wohlers Report– prevén para el próximo año unos 4.000 millones, y 8.000 millones en 2019. Existen dos grandes tipos de impresoras 3D: las de escritorio y las industriales. Las primeras cuestan entre 200 y 4.000 dólares, e imprimen principalmente en plástico. Son más sencillas de usar, más limpias, y orientadas al público en general, es decir: para uso casero. Mientras que las de tipo industrial pueden


No pasarán demasiados años hasta que los clientes puedan acercarse a Nike con sus pies escaneados en un pendrive, elegir el modelo de zapatilla que les gusta y recibir días después en sus casas un calzado creado específicamente para ellos.

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valer entre 25.000 y un millón de dólares. Se trata de impresoras que logran trabajar en casi cualquier tipo de material: acero, titanio, cerámica, azúcar, material textil, entre tantos otros. Obviamente, se trata de equipos pensados para uso comercial. Desde grandes corporaciones hasta la más pequeña startup, miles de compañías utilizan impresoras 3D para crear nuevos productos, mejorar los existentes o simplificar las estructuras de negocio. A medida que esta tecnología logra mayor aceptación entre las empresas, el efecto se propaga a la vida cotidiana, logrando complicidad de los usuarios finales. Por ejemplo, Boeing fue una de las primeras en adoptar la impresión en tres dimensiones y ya construyó más de 20.000 piezas para 10 aviones, tanto a nivel comercial como militar. Otro caso emblemático es el de Hershey’s, el fabricante de golosinas, que se unió a 3D Systems para desarrollar una impresora que pueda crear figuras en chocolate. Y

ni hablar de Ford, automotriz que sigue esta línea desde hace ya varios años, y que recientemente ha impreso 500.000 partes, con un prototipo de cubierta de motor para el próximo Ford Mustang. Según la empresa, si hubieran tenido que seguir los métodos tradicionales de fabricación les habría demandado cuatro meses de trabajo y medio millón de dólares en costos; mientras que utilizando la impresión 3D el prototipo pudo realizarse en cuatro días, gastando tan solo 3.000 dólares. Diseño personalizado Se trata de una tecnología que ha evolucionado muy rápidamente en los últimos años, y de manera lucrativa, gracias a la disminución de los costos y el descubrimiento de novedosos materiales. Y aunque, de momento, está dando sus primeros pasos, en el mediano plazo las tendencias indican que las inversiones en investigación y desarrollo darán sus frutos

y surgirán nuevas técnicas que mejorarán radicalmente los procesos, permitiendo crecimientos exponenciales. Así, la tendencia indica que la fabricación de objetos está alcanzando un nuevo paradigma que, como algunos especialistas afirman, producirá una nueva revolución industrial. Debido a que la impresión 3D es una tecnología más bien complementaria, esta revolución se basará en la personalización. Tomemos el caso de Nike, quien la utiliza para producir las suelas de las zapatillas de los atletas de élite. Esta marca se encarga de escanear el pie de los deportistas y estudiar cómo trabaja el calzado al correr, para finalmente fabricar una suela que se adapta perfectamente. Siguiendo este modelo, no pasarán demasiados años hasta que los clientes puedan acercarse a una tienda con sus pies escaneados en un pendrive, elegir el modelo de zapatilla que les gusta y recibir días después en sus casas un calzado creado específicamente para ellos. En poco tiempo, el consumidor podrá elegir productos estándar, hechos por miles en una fábrica, o –por un precio un poco más elevado– objetos totalmente personalizados. Al nivel médico, las aplicaciones en este sentido son ilimitadas: fabricación de prótesis, férulas, dispositivos de mejora auditiva o de mecánica dental, todo hecho perfectamente a medida. Cómo funciona Sin embargo, existe una gran incógnita para el consumidor final: ¿cómo funciona una impresora 3D? A decir verdad, se trata de un proceso bastante sencillo. Se escanea o se modela un diseño en tres dimensiones, mediante programas informáticos como SketchUp, entre otros. Luego, de manera similar a como funciona una impresora tradicional, el archivo es enviado al equipo que creará el objeto. Los hay de todas formas y colores, que trabajan en diferentes métodos de impresión. Los más populares son los de deposición fundida, en donde se derriten ínfimos filamentos de plástico que crean el objeto desde abajo hacia arriba. En Argentina contamos con una serie de proyectos que utilizan este método, mejor conocido como FDM. Trimaker, compañía argentina que se dedica a la fabricación de equipos así como al desarrollo de materiales

La tendencia indica que la fabricación de objetos está alcanzando un nuevo paradigma que, como algunos especialistas afirman, producirá una nueva revolución industrial.

y la programación, acaba de lanzar la “T-Element”. Se trata de una impresora que se suma a la familia de máquinas creadas en el país, como las que poseen RepRap o KikaiLabs, de costo bajo y que permite utilizar cualquier tipo de software abierto. Respecto de los materiales, el más utilizado es el “ABS”: una bobina de plástico que, dependiendo del color y calidad, cuesta alrededor de 30 dólares por kilo. Imprimir, por ejemplo, una pieza de no más de cinco centímetros de altura –como puede ser un anillo o una pulsera– tiene un costo menor al 5% de este material. Virtualmente, mediante la impresión 3D se pueden todo tipo de objetos. Desde figuras de acción, pasando por piezas de automóviles o de uso aeroespacial, hasta prótesis dentales y óseas, o incluso comida. Ya que se trata de una fabricación aditiva, es decir mediante la sucesiva superposición de capas de material y no extrayendo el producto de un molde, la impresión 3D permite elaborar piezas con un gran ahorro de costos, debido a que solo se utiliza el material necesario para crear dicho objeto. Por otro lado, esta tecnología permite desarrollar diseños que serían imposibles de crear por otros medios, una capacidad elemental para industrias tales como la moda o las artes plásticas. No obstante, las impresoras 3D no solo sirven para el uso industrial, el diseño, la medicina o la ciencia, sino que se espera que en los próximos años se generalice su uso en la fabricación de objetos cotidianos para los hogares, como tazas y platos, lámparas, utensilios, tornillos o repuestos para electrodomésticos.

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Elegancia

Zito

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Colección Notre Dame de colgantes, anillos y aros en oro rosa con piedras semipreciosas. Reloj Montblanc, Homenaje a Nicolas Rieussec. Mono entallado de crêpe de seda con spandex, con capa incorporada.

Fotografía: Gustavo Dimario Asistente de fotografía: Ignacio Morresi Estilismo: Mariana Schurink Asistente de estilismo: Yael Varela Make up: Sebastián Estrada Hair: Leandro Moreno para estudio Jazmín Calcarami

Todas las joyas son de Simonetta Orsini.

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Colección de collar, aros y anillo de oro rosa y piedras semipreciosas. Reloj Vacheron Constantin, Overseas Cronógrafo. Vestido de satén de seda natural verde petróleo cortado al bies con detalles en encaje, cárdigan de cashmere y cinturón de cuero.

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Collar de perlas cultivadas con cierre de oro blanco. Collar de perlas cultivadas con cierre de oro blanco y brillantes. Aros de oro blanco y perlas cultivadas. Reloj Zenith, Heritage Ultra Thin 40 mm. Vestido largo entallado con detalle de galón de organza bordado en canutillos.


Aros de oro rosa con cuarzo blanco y brillantes con pulsera haciendo juego. Reloj Cartier, Tank Americaine.

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Aros de oro rosa con cuarzo blanco y brillantes. Reloj Cartier, Tank Americaine Vestido de cr锚pe de seda natural con z贸calo plisado.


Aros de oro rosa y amatista. Anillo de oro rosa y amatista. Anillo de oro rosa y topacio. Anillo de oro rosa con diseño de sello. Pulseras de oro rosa con diseño de cadenas. Reloj Panerai, Radiomir 3 Days 47mm. Chemise tipo pijama de satén de seda natural y sacón cruzado de terciopelo.

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Cadenas de eslabones grandes en oro blanco y oro rosa. Anillos de oro rosa y cuarzo blanco. Reloj F. P. Journe, Chronometre Souverain. Camisa oriental de seda natural, chupín de crêpe con spandex y cinta lateral a contratono.


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Aros y anillo de oro amarillo y piedras semipreciosas. Cadena de oro amarillo. Reloj IWC, Ingeniuer Automatic. SuĂŠter de alpaca en punto inglĂŠs.

Aros de oro blanco y brillantes en forma de flor. Anillo de oro blanco y topacio. Anillo de oro blanco y amatista. Anillo de oro rosa y cuarzo. Reloj Chanel, J12. Vestido escote en V con cinto de organza bordado.


Aros colgantes de oro rosa y piedras semipreciosas en conjunto con anillo de oro rosa en forma de flor con piedras semipreciosas. Reloj Audemars Piguet, Royal Oak 39 mm. Blusa en crĂŞpe de seda con cuello de organza a contratono y falda larga al bies.

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Gargantilla de oro blanco, brillantes y รณnix. Aros de oro blanco y brillantes y anillo de oro blanco, รณnix y brillantes. Reloj A. Lange & Sรถhne, Grand Lange 1. Blusa de gasa con detalles de organza y bordado de canutillos, falda tubo y cinturรณn de cuero.

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Anillos de oro amarillo y cuarzo. Reloj Baume & Mercier, Hampton. Vestido de lana entallado con escote bordado en canutillos y cinturรณn de cuero.


Cadena de oro amarillo y piedras semipreciosas. Anillo de oro amarillo y piedra 谩gata. Reloj Jaeger-LeCoultre, Grande Reverso Lady.

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Colecci贸n Notre Dame de colgantes, anillos y aros en oro rosa con piedras semipreciosas. Reloj Montblanc, Homenaje a Nicolas Rieussec.

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Minimalismo de culto TXT: Florencia Petersen

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La diseñadora Graciela Zito es, sin dudas, sinónimo de elegancia. Un don con el que se nace, dice ella sin jactancia pero con la seguridad que la caracteriza. Un modo de ser particular, simple y sofisticado, que se imprime en cada colección que crea desde hace 30 años observando, viajando, y traduciendo en telas hermosas y cortes exactos su forma de ser.

recisa, simple y categórica pero sin estridencias como debe ser la elegancia, así es Graciela Zito. Una mujer que observa y dirige. Que habla sin rodeos. Que impone un modo de ser auténtico y claro que se traduce en cada una de las colecciones de la firma que creó hace poco menos de tres décadas. Zito lanzó su etiqueta a mediados de los 80, una década antes de que floreciera en la Argentina el diseño de autor y cuando las marcas masivas parecían imponer tendencias uniformadas. Ya entonces, se destacó por ofrecer algo diferente: tejidos cuidadosamente seleccionados –preferentemente fibras naturales–, moldería impecable y confección igualmente estricta en prendas que son cómodas y elegantes al mismo tiempo. Cada temporada cuelga piezas de confección perfecta y tonos neutros en un local de galería Promenade y en su showroom de la Avenida Alvear: un acogedor departamento en el elegante edificio Versalles, donde también se consiguen piezas vintage. Estas propuestas fueron galardonadas por la Cámara Argentina de la Moda, que en diversas ocasiones –la última fue en 2013– le entregó la Tijera de Plata a la mejor colección Prêt à porter. Pero eso no es todo: como señal de que el estilo de la pasarela es reflejo de su propia personalidad, esa misma institución la nombró en 2010 “La mujer más elegante”.

Con una modestia sin jactancia asegura no ser la indicada para contestar por qué la eligieron aunque, a la hora de hablar de elegancia, afirma: “Es una cualidad con la que se nace, no algo que se hace”. ¿Por qué empezaste a diseñar? Siempre me interesó la moda, desde muy chica le prestaba atención al vestuario. Pero no encontraba ropa que me gustara, y por eso empecé a confeccionar mis propios modelos. Lanzaste tu firma cuando el diseño todavía no estaba de moda, ¿qué te motivó? Empecé sola, siendo autodidacta, impulsada por mi pasión por la ropa, y a partir de ahí el camino fue fluyendo. Tengo el mismo entusiasmo que entonces, aunque considero que hubo un gran crecimiento. Al principio, vendía mis creaciones en una suite del Alvear Palace Hotel. Allí hice también mi primer desfile (N. de la R.: allí abrió, en 2005, su primer local a la calle). Fue en un salón completamente despojado pero salió muy lindo. Había muchísimas modelos y fue muy divertido organizarlo. Si pudieras elegir cualquier lugar del mundo para un desfile, ¿cuál sería? Sin dudas, el Grand Palais de París, donde Karl Lagerfeld presenta cada año las colecciones de Chanel.

¿Qué es lo que más te apasiona de esta profesión? El cambio continuo en las tendencias. Tengo que estar siempre en lo nuevo y eso me mantiene activa, me encanta buscar cosas novedosas para diseñar y estar atenta a todo lo que sale. Además, pienso que hay mucha gente talentosa. ¡Me encanta que el diseño esté de moda! ¿Qué les aconsejarías a los más jóvenes? En realidad me siento un poco soberbia dando consejos, no es algo que me guste mucho; pero sí puedo sugerir que es muy importante saber hacer una prenda de principio a fin para entender a fondo el diseño, lo que se quiere lograr en un producto. ¿Como definirías el estilo de tu firma? Hago clásicos atemporales, con un estilo despojado y minimalista. “Menos es más” es el lema de Zito. Siempre me importó la calidad, eso se mantiene vigente con el paso del tiempo. También las líneas simples son un rasgo perenne de mis colecciones, que van mutando de algún modo por los cambios de tendencias. Un ejemplo de esos cambios son las piedras, algo que no había en mi ropa y recién empecé a incluir en las últimas temporadas. ¿Considerás que Zito es una marca de lujo? Pienso que sí por la calidad de la mano de

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Desde el comienzo Zito se destacó por ofrecer algo diferente: tejidos cuidadosamente seleccionados –preferentemente fibras naturales–, moldería impecable y confección igualmente estricta en prendas que son cómodas y elegantes al mismo tiempo. obra y de los géneros, pero más aún por el concepto que transmito: mejor poco pero bueno. Por otro lado, esta es una firma exclusiva: tenemos colecciones pequeñas, algunas incluso son prendas únicas y muchas veces diseñamos a medida. ¿Qué características definen a quien usa tu ropa? Mis clientas son mujeres con estilo propio y gran personalidad.

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¿A qué diseñadores admirás? Me gusta mucho Dries Van Noten. También Maison Martin Margiela, Prada y Stella McCartney, entre otros. Aparte de ellos, ¿hay artistas cuyas obras te resulten inspiradoras? Me gusta toda la época de la Bauhaus. Todo lo que remite a ese estilo de diseño tiende a estar presente cuando delineo las colecciones. ¿En que se inspiran tus propuestas? No suelo tomar algo específico, sino que voy observando las tendencias y presto atención a todo aquello que me llama la atención y me gusta. A partir de ahí van surgiendo ideas que se traducen a diseños. ¿Hay algo que jamás incluirías? Los colores fuertes nunca están presentes en mis colecciones ya que no reflejan el espíritu de la marca. ¿Qué es lo que no puede faltar? Uso tejidos de buena calidad –siempre me gustaron los hilados naturales– y presto especial cuidado a la confección. ¿Dónde se realiza la producción? Hago todo acá, en la Argentina. A veces es difícil conseguir los insumos para armar una buena propuesta con estándares

exigentes, pero con esfuerzo y tenacidad lo logramos, y podemos mantener un alto nivel temporada tras temporada. En concreto, ¿qué busca alguien cuando llega a tu local? Creo que lo más distintivo es la ropa de seda y la sastrería, presentes en todas las colecciones. ¿Cómo definirías el vestuario de la mujer argentina? Siempre sentí que le gustaba uniformarse, pero creo que en los últimos años, en parte gracias al boom del diseño en nuestro país y la fluidez en la comunicación, ha adquirido un estilo mucho más personal y singular. ¿Qué debe cuidar una mujer a la hora de vestirse? Una clave es evitar la ropa muy ajustada y destacar lo mejor que cada una tenga. En lugar de resaltar todo al mismo tiempo, conviene conocerse, saber cuál es el punto fuerte de cada una y jugar con eso. ¿Qué tenés en cuenta con respecto al vestuario? Siempre priorizo la comodidad. Las prendas clave en tu guardarropa… Un vestido negro, un par de jeans, una camisa de seda blanca, un blazer, unos

abotinados negros, un par de stilettos y un buen chal de cashmere. Además carteras. ¡Soy fanática de las carteras! ¿Cómo era tu look adolescente? Uh. ¡Era tremenda! Me encantaba estar con lo último, usaba hot pants, minifaldas, botas tipo bucaneras, tapados larguísimos y todo lo que se te ocurra. ¡Me animaba a todo! Aunque la firma ocupa un lugar protagónico en su agenda, no es lo más importante en la vida de Graciela Zito, quien recuerda con cariño los días que pasaba en el Teatro Colón acompañando a su padre, que era cantante. “Me dio muchos recursos e inspiración”, declara la diseñadora y agrega: “Me abrió las puertas de la sensibilidad y la creación”. Está casada –“felizmente casada”, aclara–, es madre de tres varones y tiene “tres nietos maravillosos, dos nenas y un varón”. Sus días empiezan muy temprano y preferentemente con una rutina de gimnasia. “Me ocupo de las cosas de la casa, incluyendo las compras para cada miembro de la familia, y a la tarde voy a la oficina. Me encanta terminar el día en familia”, dice y explica que cuando recibe a alguien en su casa, ella se ocupa de los detalles: “¡Hasta las flores! No dejo nada librado al azar. Me gusta ser ama de casa y me encanta recibir y agasajar a mis invitados”. Prestar atención al otro y dar un toque personal son actitudes que repite a la hora de hacer regalos, cuando se preocupa de encontrar “eso que al otro le puede encantar”. Los diseños simples no son más que una expresión de la personalidad de alguien que valora los pequeños momentos. “La mejor propuesta que pueden hacerme es invitarme a un viaje con toda la familia o a pasar el fin de semana en el campo rodeada de mis seres queridos”, remata Graciela.

“Tengo que estar siempre en lo nuevo y eso me mantiene activa, me encanta buscar cosas novedosas para diseñar y estar atenta a todo lo que sale. Además, pienso que hay mucha gente talentosa. ¡Me encanta que el diseño esté de moda!”


El sueño cumplido: Existen miles de whiskies diversos que despliegan un mundo propio de orígenes y estilos únicos. Pero si alguien pensaba que no se podía pedir más, estaba equivocado. Hoy el sueño del blend perfecto concluye en el blend propio. Una mezcla a medida de cada gusto y paladar. 104

el whisky propio

TXT: Rodolfo Reich

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scocés o irlandés. Bourbon o Tennessee. De Canadá o Japón. Centeno, cebada, maíz. Single malts, vatted malts, blended whiskies. Algunos son jóvenes, otros añejos. Madurados en barricas de jerez o de bourbon. Sin filtrado y cask strength. Las opciones son múltiples y así, en la góndola global, conviven miles de whiskies diversos. Pero ahora se puede dar un paso más en la búsqueda de la exclusividad: elaborar el blend propio. Personalizar el whisky para que sea único e irrepetible, a medida y decisión de cada uno, de sus gustos y sus pasiones. Un whisky que, a diferencia del resto de los whiskies del mundo, no se ofrecerá estandarizado, sino que llevará en su etiqueta el nombre y apellido de su hacedor. El ABC del blended whisky La mayor parte de los whiskies que se venden en el mundo son en realidad mezclas de varios whiskies distintos. Grandes marcas, incluyendo nombres como Johnnie Walker, Chivas Regal, Famous Grouse y Ballantine's, están elaboradas a base de decenas de otros whiskies de malta y de grano que provienen de sus respectivas destilerías. Ahí surge la figura clave y mítica del master blender. Nombres como Collin Scott (master blender de Chivas Regal) o Jim Beveridge (de Johnnie Walker), a lo largo de las décadas, tienen la responsabilidad de unir estos whiskies en un blend. La analogía es simple y explícita: como un gran cocinero, ellos utilizan diversos ingredientes (whiskies) que sumarán su sabor, textura y aroma en el resultado final, verificando la conocida máxima según la cual el todo es más que la suma de las partes. Así,

aparecen en el mercado las marcas más reconocidas, con productos deliciosos, complejos, que año tras año respetan un mismo perfil aromático. Pero en un mundo globalizado, el mercado del lujo siempre va más allá, y busca la exclusividad, aquello que lo diferencie. Hoy, en el universo del whisky, esto se traduce en convertirse cada uno en su propio maestro mezclador. El nombre en la etiqueta John Lamond es uno de los fundadores de Whisky Blender y advierte: “El secreto de una buena mezcla es unir los distintos componentes de manera tal que ninguno domine. Tenga eso en mente cuando haga su propia mezcla”. En su sitio web www. whiskyblender.com, Lamond ofrece siete whiskies a modo de ingredientes, cada uno con sus notas de cata detalladas, desde un Smoke on the water bien ahumado y yodado, típico de las desérticas islas de Escocia, al Cocoa nuts con aromas a frutos secos, jengibre en polvo y cacao. Cada whisky expresa su precio en 10 mililitros (entre 0,50 y 1 libra), y uno decide cuánto quiere sumar a su mezcla de 750 ml. Tras elegir todos los componentes, se embotella (el sitio también propone armar la etiqueta) y se envía al comprador. Según un algoritmo de esta web, con estos siete ingredientes se pueden elaborar más de 218 millones de blends distintos. El gran problema de Whisky Blender es que la mezcla se hace a ciegas: uno no conoce los whiskies ni puede probarlos por separado, tan solo leer sus descripciones e intentar adivinar cómo sumarán a un producto final. Distinta es la opción que ofrece Master of Malt (www.masterofmalt.com), donde se

Como un gran cocinero, los master blender utilizan diversos ingredientes (whiskies) que sumarán su sabor, textura y aroma en el resultado final, verificando la conocida máxima según la cual el todo es más que la suma de las partes.

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“La magia que ocurre dentro de una barrica siempre intrigó a los bebedores de whiskey. Pero es casi imposible ser testigo del proceso de transformación”, aseguran. Por eso, Woodinville ofrece el set Age Your Own: kit para añejar el blend propio.

ofrece un blending kit hogareño. Este kit (su precio es de 49,95 libras) se compone de 10 pequeños frascos de 30 ml con distintos whiskies (nueve de malta, uno de grano), provenientes de diversas regiones de Escocia. También incluye algunos elementos para facilitar el trabajo (pipetas, embudos, copa de degustación). Así, uno puede probar los diferentes blends en vivo y en directo, hasta lograr el whisky deseado. Recién entonces se accede nuevamente al sitio para pedir el blend de acuerdo a la experimentación. Pero una mezcla puede ser aun más sencilla, sin recurrir a ningún sitio especializado. Matt es holandés y escribe el blog Vatted.net. Desde allí, anima a todo amante del whisky a elaborar su blend malt (es decir, una mezcla a base de maltas, sin whisky de grano) con las botellas que tenga en su hogar. Podrá ser una base de un Glenlivet, el golpe ahumado de un Laphroig, la fruta dulce del Cardhu, la ligereza de un Glenfiddich. Los requisitos son básicos: tener al menos dos single malts, un copa de cata para ir probando los resultados, una pipeta para medir cantidades pequeñas de líquido, un botellón donde armar la mezcla y un bloc para anotar los experimentos, tanto los fallidos como los satisfactorios. Estilo americano Los whiskeys norteamericanos tienen su propia personalidad: con base de maíz (o centeno, en los tan de moda rye), se maduran por periodos usualmente más

cortos, en barricas nuevas y tostadas, que les confieren sus típicos aromas a vainilla, caramelo y toffee. Por eso, la personalización en Estados Unidos tiene hoy que ver con este proceso de añejamiento. Son varias las empresas que ofrecen diversos kits para que cada uno arme su bebida a gusto. Wasmund's por ejemplo cuenta con un barrel kit, que incluye dos barricas de roble blanco americano tostado sin uso, junto con dos botellas de whiskey blanco de 62% de alcohol. El whiskey blanco es el mismo destilado con el que se elaboran los whiskeys, pero sin haber pasado por un proceso de maduración en barricas, por lo que su color es completamente traslúcido. Con este kit, cada comprador decide cuánto tiempo madurará su spirit en la barrica, probando el resultado mes a mes, y comprobando su evolución. Al ser las barricas tan pequeñas, el proceso de maduración es mucho más rápido, aseguran desde la marca, y en apenas tres meses se puede tener un whiskey similar a un bourbon comercial. Las mismas barricas luego pueden usarse por segunda o tercera vez, con aportes más sutiles y complejos. Muy similar es la propuesta de Woodinville: “La magia que ocurre dentro de una barrica siempre intrigó a los bebedores de whiskey. Pero es casi imposible para el consumidor habitual ser testigo del proceso de transformación de un destilado de color claro y traslúcido al cobrizo dorado, junto a los sabores, aromas y complejidad que suma en su viaje hasta convertirse en whiskey”, aseguran. Por eso, Woodinville ofrece el set Age Your Own (US$ 150) con dos botellas de White Dog spirit de 55% de alcohol, una barrica de dos litros, las herramientas para llenarlas y dos copas de cristal de degustación. En este caso, aseguran, alcanza entre tres y seis meses para lograr un delicioso whiskey añejo. Tener un whisky propio es el sueño cumplido de todo amante de esta bebida. Va más allá de la botella en sí misma. Se trata de una bebida única, pensada para un gusto particular. Una botella con nombre y apellido, ideal para beber pero también para compartir. Un lujo posible. Y delicioso.


Una espera de lujo 108

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os aeropuertos ya no son considerados meros proveedores de infraestructura. Se han transformado en grandes entidades comerciales y culturales que año tras año superan las expectativas de los clientes ofreciendo un servicio de atención personalizada, múltiples beneficios y experiencias innovadoras, aun en los momentos de espera. Aeropuertos Vip Club conoce la mejor manera de comenzar un viaje: brinda a sus miembros la posibilidad de embarcar en menos tiempo, sin demoras, en el ambiente más exclusivo y a cargo de personal especializado. Ofrecen estacionamiento en lugares preferenciales, asistencia en check in y arribos, Duty Free Shop privado, televisión satelital, snack bar y WiFi. Asimismo, Aeropuertos Argentina 2000 cuenta con el espacio The Centurion Lounge, el salón VIP de American Express, que se ha transformado en una primera parada definida por el lujo y el confort. Especialmente diseñado para brindar comodidad a medida, The Centurion convierte el tiempo de espera en tiempo de placer a través de un servicio de excelencia que fusiona entretenimiento, gastronomía, relax y negocios: salones de juego con sectores de TV multimedia, videojuegos y materiales de lectura, salas business con acceso a WiFi y computadoras iMac, y una completa propuesta gourmet. Productividad, creatividad y conexión en un espacio de lujo.


La pluma y el piano A

l igual que cada año, desde que comenzó con su apoyo a las artes a través del premio Montblanc de la Culture Arts Patronage, la manufactura de Hamburgo creó en 2014 una nueva y exclusiva edición limitada. Esta vez, y en tributo al gran maestro productor de pianos, lanzó la Montblanc Patron of the Art Henry E. Steinway, inspirada en el hombre que revolucionó el mundo de la música y que dedicó su vida al impulso de las artes.

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Creada con técnicas de manufactura tradicional y buscando la perfección, la Edición Montblanc Patron of the Art Henry E. Steinway 4810 presenta una distinguida combinación de colores negro y oro como en el clásico piano de cola de Steinway, con el cuerpo en laca negra profunda y accesorios en plaqué oro. El capuchón de la pluma fuente está decorado con el concepto original de un icónico instrumento musical: el arpa o piano de cuerdas. No son visibles, pero dentro del piano, estas cuerdas juegan un papel principal para producir con este instrumento un sonido sin comparación, como el papel que jugó Steinway al moldear la historia de la música moderna.



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