Reseña de escena del crimen

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por Francisco Magallanes y Valentino Tettamanti anexo presentaciones #01 - Marcela Cabutti #02 - JuliĂĄn Axat #03 - Severine Hubard

escena sĂ­ntoma curadores del crimen en MAM


escena d


el crimen



¿quién habla en la ciudad? ¿Cómo se construyen los significados de una ciudad? ¿qué queda cuando el arte se va? ¿Qué es lo específico del site-specific?



por Francisco Magallanes escritor y editor

RES EÑA

Crimen y manifiesto La tarde lluviosa de Noviembre los hace entrar apurados. En el Museo de Arte y Memoria, el clima se transforma en un lugar cálido y silencioso. Es una casona antigua de dos plantas. Lo que alguna vez fue un garaje de portón corredizo hoy funciona como auditorio. Una muestra fotográfica sobre la memoria resignifica1 los muros pintados de caqui. Afuera vuelve a llover con fuerza y las gotas repiquetean sobre las baldosas del patio. Chempes y Dani Lorenzo, los organizadores de “Escena del crimen”, dialogan en la previa con lxs conversadorxs y la moderadora. Todos coinciden en lo mismo: Odian viajar a capital. Enseguida reavivan su amor por la ciudad de los tilos, los jacarandás y las plazas cada seis cuadras. Cuando la hora señalada perece, todos toman lugar en sus posiciones. El público en las sillas disponibles; Magdalena Pérez Balbi, quien oficia de moderadora, cercana al proyector; Valentino Tetamanti, encargado de registrar con sus dibujos, en un pupitre; las artistas invitadas Marcela Cabutti y Séverine Hubard cercanas a la pantalla. Todo está preparado, como si se tratara de un juicio de film americano. Solo falta que llegue Julián Axat, poeta, editor y defensor penal juvenil. Impuntual por alguna razón o no, no interesa, la Escena del crimen no hubiera resultado tan atractiva sin su manifiesto.


Se quita el piloto manchado por las gotas y toma asiento en la fila de en frente. El salón está repleto de artistas de la escena local y estudiantes universitarios de Bellas Artes. Axat abre su portafolio y extrae un par de hojas impresas. Las acomoda sobre su falda para no volver a releerlas. La Escena del crimen da inicio con la exposición vía proyector de Marcela Cabutti. En la primera imagen se ve una habitación cerrada, repleta de agua y un barco de papel flotando. La inundación vuelve a la cabeza. Ella se inundó en Villa Elisa hace un par de años y la comunidad platense optó por no escuchar. Bastante más triste sentir la indiferencia de una sociedad que no quiere problemas ajenos. A partir de esa obra, Cabutti recorrió Italia lanzando barcos de papel que guardaban deseos. ¿Si el arte tuviera la posibilidad de hacer posibles los deseos?, pregunta Cabutti. ¿Los deseos siempre son parte de un cambio? Nadie del auditorio se anima a ensayar una respuesta todavía. Mariano Ferreyra. Aparece en escena cuando Cabutti cuenta que lo ases inaron el día que desarrollaba su muestra en el bosque. Puede resultar descolgado ahora, pero estos mártires irán apareciendo a lo largo de toda la tarde. El cierre de esta exposición es un collage de deseos recopilados. Julián Axat se queda con dos de estos deseos, que cree, resumen la es encia de su manifiesto. “Llegar a jugar al fútbol como Messi y zafar como Maradona” y “tocar la nieve y ver cómo se siente.” Entonces lee de corrido y entre citas de Deleuze, Foucault, Marx y otros, le pregunta al auditorio: ¿dónde están los artistas? Los interpela, los provoca, los quiere ver en la calle, en el espacio público, con los pies en el barro. ¿Guardados en facul tades como guetos? No. En museos e instituciones. No. Los quiere a la vanguardia de un proceso de cambios. Los incita, les pregunta por la cara en un espacio de artistas ¿Qué dicen los artistas de los crímenes del sis tema? El crimen los cometen los artistas cuando le entregan el arma al sis tema. Dice el manifiesto Axat ante la mirada estupefacta del auditorio.


Séverine Hubard se desprende del debate instalado, no quiere ser marxista y anarquista todo el tiempo, ella habla a través de su obra. Está lejos de ser antisistémica, pero coincide con Axát en salir de los museos y las galerías de arte. No las rechaza, en su mundo reina el arte y hará lo imposible por llevar a cabo su obra. Por lo general le gusta intervenir el espacio público a través de lo efímero o de las incrustaciones que modifican el cotidiano. La imagen en la pantalla muestra una imitación a escala del Coliseo Romano hecho en madera 2 ciu en Valparaíso. Genera sentidos en el cotidiano de la gente que habita dades y pueblos. Aplauso cerrado. Silencio. Es momento de hacer preguntas y el auditorio se mira latente como si nadie se animara a volver a hablar. El manifiesto Axat permanece en el am biente, se siente, se vibra, a pesar de esos 40 segundos donde manda la vergüenza. El primero que se anima a romper tiene barba y una remera con una estrella roja en el pecho. Disiente con el manifiesto y defiende el honor de los artistas. La mayoría de los que participan en el conversatorio siguen la misma vertiente. Sandra Ayala Gamboa. El mural sobre la fachada del edificio pegado a ARBA donde la asesinaron. Julio López. La instalación sobre el edificio de Humanidades. Luciano Arruga. Los murales durante los acampes apoyando a su familia. Miguel Bru. En las vigilias de la comisaría 9na. Los muertos de la inundación. Volver a habitar y La marca del agua. Enuncian a la defensiva del artista. Son argumentos reales y valiosos. En la ciudad de La Plata se respira arte en las calles, en los bares, en las universidades, en los barrios. El manifiesto Axat no intentaba atacar a los artistas contemporáneos. Si sa cudirlos. Interpelar el rol del artista dentro de una sociedad criminal. ¿Cómo combate al sistema que lo oprime? ¿Por qué el artista debe tomar una postura, sentirse una fuerza de cambio, un paso a la revolución? Fue una de las preguntas, de los que no coincidían con el manifiesto, que se reiteró en el auditorio. ¿Es posible ser ajeno?

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anexo pr e se n t a c i o n e s


M ar c ela C ab u t t i

Mirá cuantos barcos aún navegan! - 2008

Mirá cuantos barcos aún navegan! - 2009


Universidad de La Plata Festejos del Bicentenario 2010


Corrientes

Escuela Anexa 2010

ItatĂ­

Lago del Bosque de La Plata

Monte Caseros


Comodoro Rivadavia


EL CRIMEN DE LOS ARTISTAS NOTAS PARA LA PLATA “POS INUNDACIÓN”

J uli án A xa t

1. A nuestra época no le falta un proyecto político, sino que espera formas susceptibles de encarnarlo, de posibilitar su materialización. Si la forma produce o modela el sentido, lo orienta, lo repercute en la vida cotidiana; entonces la forma del arte “cambia la vida” o la deja tal como está. La cultura revolucionaria en el arte creo varias maneras de cambiar lo social: la asamblea, el sit – in, la manifestación, los cortejos, las huelgas y sus declinaciones visuales (pancartas, panfletos, organización de espacio, etc.). Las grandes muestras revolucionarias exploran el dominio del éxtasis y el trastocamiento de los sentidos. De las gestas del Mayo Francés, al situacionismo, pasando -más acá- por Tucumán Arde, hasta las recientes protestas contra la globalización; el crimen es relación fetichista que el ser humano consigo mismo, el tecnocapitalismo, el control de la subjetividad humana. El fin de las vanguardias, donde el arte era la vida misma, ha sido el triunfo del hombre unidimensional del que hablaba H. Marcuse. O del ser biopolítico al que refiere el último M. Foucault.

2. El deseo de las vanguardias han sido asimiladas por el capitalismo para poder re-convertirse a sí mismo, en las crisis de capitalismo tardío, que también es una crisis espiritual, una crisis de creencia, valores, de ideologías, de visibilidad de la resistencia y su fagocitación en arte de salón o de marcas. El Mayo francés, hoy puede formar parte de la cultura de Nike “just do it”. El fracaso global de la modernidad se descubre a través de las relaciones humanas devenidas producto y goce, de la pobreza de las alternativas políticas para los cambios a escala, de la desvalorización del tiempo libre, en relación al trabajo opresivo y alienante. De los artistas en su gueto y las formas multiculturales inocuas. En la posmodernidad, variación de resistencias


invisibles, mientras se diluye la posibilidad o el retorno de un sujeto fuerte.

3. La escena del crimen en La Plata, se aprecia en la circulación de la subjetividad ciudadana controlada, observada, adormecida, pasiva frente a otros crímenes en escena. Hay muchos artistas contemplativos, aislados o incomprendidos, aquellos parecen funcionales al crimen ante sus narices. Hay los artistas muertos mientras se mantiene cierto estado de cosas. La auto-segregación de los artistas en sus guetos, o la búsqueda de reconocimiento. Hay los artistas sin ideología más que la de su goce. Hay los artistas devenidos colocadores de salón. Hay los artistas que cotizan y no resisten. Artistas que saturan, pero no golpean con un cross. Allí donde la mirada del incauto no se posa, allí donde naturaliza la mirada de doña rosa, hay artista para los artistas (arte por el arte), hay artista para los entendidos. Mientras el poder se ríe de los artistas que gozan, mientras el poder los olvida y les distribuye mecenazgo a cuentagotas. El crimen es este estado de las cosas.

4. Pero también el crimen de los artistas de salón en una ciudad capital es no repensar el vínculo con con el espacio público. Es hacer arte de museo en la calle y en el dispendio que no atrapa la mirada incauta. Por ejemplo, arte de museo de la memoria en las calles que no provocan ni modifican los recorridos cotidianos. La paradoja del presente: la opacidad del arte político de la memoria, cuando las políticas de la memoria ha pasado a política pública. Está bien exponer en la ex ESMA, pero si las intervenciones dentro de la Ex ESMA no refieren e inciden sobre los mecanismos que alguna vez condujeron a la ESMA, siempre queda la laten-

cia de una repetición. De las intervenciones acerca de la desaparición de Jorge Julio López, ¿Cuáles fueron potentes y cuales quedaron en el olvido?

5. ¿Qué dicen los artistas de La Plata acerca de los pibes que se mueren en las barriadas a manos de la policía en supuestos enfrentamientos? No hemos escuchado que digan nada. ¿Qué dicen los artistas de la situación del Poder Judicial? No suelen decir nada. ¿Qué dicen los artistas de La Plata, de las inundaciones que causaron cien muertos? Algunos dicen, pero invisibles, dicen poco y nada. ¿Qué dicen del ciudadano medio platense que pide mano dura y plazas bonitas? ¿Son funcionales al orden los artistas de La Plata? Los artistas de La Plata viven en un gueto llamado Facultad de Bellas Artes y algunos pequeños reductos donde exponen -validamente- su goce. ¿Cómo cambiar esta situación? ¿Los artistas de La Plata forman parte del crimen del que no hablan?

6. El crimen en el arte, me recuerda a Enrico Ferri y a su viejo trabajo “Los delincuentes en el Arte”. Obra que trataba de adecuar los tipos criminales del positivismo a las obras de grandes artistas Van Gogh, Dostoievski, Rimbaud. Los y las artistas practican el asesinato de la realidad como una bella arte; el crimen a los valores dominantes que alienan a la ciudad en la que viven como zombies. El crimen perfecto, como la intervención sobre esta malla de i-realidad.

7. El crimen y el arte me llevan a dos grandes asesinos que practican el crimen como una bella arte en la ciudad. Franz Kafka y a Guy Debord. A Kafka por un cuento alegorías: Un


artista del hambre. A Debord porque es el situacionismo la vanguardia que mejor entendió las intervenciones urbanas, ante los crímenes políticos del capitalismo. Tanto Kafka como Debord, son hoy un anacronismo de la modernidad vencida, aunque no su potencia. Kafka se anticipa a M. Duchamp, escribe en un artista del hambre. El artista se encierra a sí mismo en una jaula en medio de la plaza céntrica de una ciudad. Al principio a todos los pueblerinos son atraídos por la escena, les llama la atención la presencia del artista-ayunador dentro de la jaula. Con el correr del tiempo se acostumbran, les parece un elemento más del paisaje. Sin que nadie lo mire ya, llega el momento en el que el hombre se convierte en una suerte de despojo, o animal hambriento que muere de inanición. El cuento culmina con las siguientes palabras de un policía: “-¡Limpien aquí!… y enterraron al ayunador junto con la paja. Mas en la jaula pusieron una pantera joven… y la alegría de vivir brotaba con tan fuerte ardor de sus fauces, que no les era fácil a los espectadores poder hacerle frente. Pero se sobreponían a su temor, se apretaban contra la jaula y en modo alguno querían apartarse de allí” (Franz Kafka. Relatos completos I. Buenos Aires, Losada, 1980). Guy Debord, piensa la deriva y las intervenciones urbanas de mayo del 68, la deriva es una forma de de desviar la distribución de los espacios de Paris que alguna vez caminara en su deriva los flaneurs: Baudelaire y W. Benjamin. Frente a la expansión social de la ciudad en los años 50, los situacionistas ofrecen una guide psicogeográfica que desvía el mapa hacia otros flujos caminantes y deseantes, añadiéndole unidades ambientes propicias a la creación de situaciones colectivas. Debord sueña la forma de descolocar la percepción en el espacio y el tiempo, de manera que los

seres vivientes de una ciudad lleven a cabo una autoreflexión de su forma de vida, como trastocamiento de sus formas perceptivas. ¿Hay artistas cercanos que sigan la senda de Kafka y Debord? Si sabemos, por ejemplo, que los artistas locales temen ir presos ante una provocación. ¿Cómo provocar sin hacer un gesto frívolo o mensaje solo a los entendidos?

8. El site specific como el crimen mismo contra la representación del crimen cotidiano que multiplica otros crímenes seriados a través de la violencia institucional. Los artistas a la política, y no al mercado de los 90. ¿Los artistas pauperizados en la resistencia de los 90 o con prepotencia de trabajo en el 2003? ¿Dónde el INCA de los plásticos y los poetas?

9. La obra del arte carga potencia de un pasado de vanguardia, en la medida en que no se trata de una imagen pasivamente representada, o sea, un producto-fetiche que representa un crimen en particular en un medio urbano sin tensión con el que pasa. El incauto pasa a ser cauto cuando es afectado por la obra que le habla. La obra materializa territorios existenciales en los que la imagen (en espejo) asume el papel vector de subjetivación, de shifter apto para desterritorializar nuestra percepción antes de “conectarla” a un mero deleite. Desajustar sentidos, abrir puertas de la percepción, modificar formas de vida rutinizadas ante la negación de los crímenes latentes. (Como en F. Nietzsche: “es bello un problema que nos incita a superarnos”). Las obras


del site, como mecanismo performático popular. Ya no son únicamente pinturas, esculturas, instalaciones, palabras que correspondan a categorías de mercancías o productos de dominio; sino superficies, volúmenes, dispositivos que provocan y alteran por afectos modos de existencia de miles de ciudadanos que se chocan con ellas en su habitar comunal, pensados para una ciudad cada vez más de derechas, reflexivos para una ciudad cada vez más excluyente y alienada.

10. ¿Por qué ser anti-modernos en una ciudad periférica del cono sur? Cierta función poética del arte, muertas las vanguardias, puede seguir siendo el crimen político sobre el que ejecuta la vida misma; es decir, el modelo económico, social y político para pocos sobre el que se cimenta la realidad. Volvamos a ser modernos. No hay arte útil en el sentido de instrumento de un movimiento, pero si un fin en sí: “cambiar la vida”. La modernidad se construyó a fines del siglo XIX sobre la idea de “vida como arte”, según la formula de Oscar Wilde “la modernidad es el momento en que no es el arte el que imita a la vida, sino la vida la que imita al arte”. Marx va en el mismo sentido de Wilde cuando piensa la praxis (acción necesaria de transformación de la materia) y poiesis (acto de transformarse a sí mismo). La poética como la producción de una nueva subjetividad comunitaria en una praxis. Una nueva relación con el mundo que rompa con la relación mecanizada y controlada por el Gran Hermano del Arte. Ante una ciudad cada vez más polarizada y opulenta, el goce necesita del “otro”, diferente. El crimen lo cometen los artistas cuando le entregan el alma al diablo.


S ev erin e H u b a r d SALIR DE LOS LUGARES DEDICADOS AL ARTE

TRABAJAR CON EL PUBLICO

Le labyrinthe d’Auberive, 2004 Par dessus la tête, gravelines 1999

Labyrinthe, Zoo galerie, Nantes (FR), 2001 Pavillon, Esplanade Strasbourg (FR), 2004


EL EFIMERO

DESPLAZAR LO EXISTENTE

Installation sonore, Nantes, 2001 Carrick a rede rope bridges, Cork, 2002

INCRUSTRARSE

El colideo de Valparaiso, “Of bridges & borders”, Chili, 2013 Echo Eco Echo, Evening echo, Cork, 2002


LA ESCALA

COMPARTIR UN VOCABULARIO COMUN

Rigole (la maison des surveillants en chantier), Benouville (FR), 2013

Émergence, Pau (FR), 2009

Vue du ciel, Quimper, 2009

Hyacinthe descendue de l’arbre, Piacé radieux, 2013


CAMBIAR DE PUNCTO DE VISTA

Se vende, Patio porteno de esculpturas, Barracas, 2011 Ponit de vue, Strasbourg (FR)

Ndodo ya baba, Kinshasa (RDC), 2007

USAR LO QUE HAY

Foyers, Roubaix (FR), 2008

El colmo del perro, Buenos Aires, 2012

ComodĂ­n, Buenos Aires



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