RES EĂ‘A por Chempes Saurio
Quedarme en casa
#10
Fabiana Di Luca
en el showroom de TORMENTA
Quedar me
e en casa
de Fabiana Di Luca con texto de Andrea Iriart Muestra en Showroom de Tormenta 18 nยบ1590 entre 64 y 65, La Plata 28 de septiembre 2013
Ese suele ser el precio del pasaje: transformar lo colectivo de las relaciones en muestras individuales; o lo especĂfico del lugar en un fondo blanco para el artista.
“No quiero que mis obras sean sólo una cosa conceptual o teórica -asegura-. Quiero que sean algo que ocurre en varios tiempos, que se puedan mirar y degustar de diversas formas. Me interesa eso: saborear, como se saborea cada momento de la vida, incluso los más difíciles” Ernesto Neto http://www.lanacion.com.ar/1406825-ernesto-neto-energia-pura
por Chempes Saurio
Licenciado en crayón UNLP
RES EÑA Llegue al Showroom de Tormenta con un torbellino de relaciones, mi hija, mi prima, su hijo y la lluvia. Showroom que es la casa de Pau Giorgi amiga de la autora de la muestra Fabiana Di Luca. Un texto nos introduce a la muestra, escrito por Andrea Iriart compañera de Fabiana (y de Pau) en el espacio cultural La Grieta. Dentro de la casa, en la habitación contigua a la cocina, se albergaba la muestra: cuadros pintados y blondas de papel dibujadas con acuarelas, motivos relacionados a la cocina. En una mesita, un cuaderno incompleto con dibujos de plantas y nombres de personas. El empapelado de las paredes se fundía con alguno de los motivos pintados como si estuviera allí para la muestra. Sobre una mesa, al centro de la habitación, una montaña de harina, huevos y una pastalinda (que estaba entre los motivos pintados). En otra pared una estantería con condimentos. Fabi no tardó mucho en ponerse a cocinar: iba y venía de la cocina a la habitación, los niños alrededor acercaban los ingredientes y rompían huevos, los adultos participaban charlando y sacando fotos, yo también. Escribe Fabi de la muestra: “Quedarme en casa no necesariamente como deseo, sino como posibilidad de otro tiempo y sobre todo como modo de
reencontrarme con mis cosas. Volverlas a mirar, re-conocerlas para encontrar un nuevo modo de estar y seguir. Estos trabajos comenzaron a fines de 2009 y no tienen fecha de culminación” Lo primero que me vino a la cabeza es que la muestra no apuntaba a irse a otra casa. No elegía el cubo blanco tipo museo. La propuesta era todo lo contrario al extrañamiento: desde la contigüidad de la cocina y el empapelado al nudo de relaciones entre Pau, Andrea, y Fabi. Al ingresar a la muestra quedé literalmente implicado, nada de ir a una muestra como un cirujano. Lo antes que pude recogí mis cosas y salí rumbo a otra actividad cultural justo antes de que estuvieran listos los fideos, sino hubiera cenado allí. Previamente, en el camino de mi casa a la muestra, fui acarreando mi caracterización de Fabiana Di Luca como una de las personas claves en la gestión autónoma de la cultural de esta ciudad, alguien que encamina su acción individual como colectiva y sabe hablar desde varios nosotros. Lo primero que me pregunté fue ¿cómo se llega desde ese plural al singular, a una muestra individual?, ¿cuanto cuesta el pasaje?, ¿para qué se llega? Abordé la muestra cargado de interrogantes que se remontan a doce años, al dar el primer paso dentro del cuarto empapelado siento esas preguntas como anacrónicas, las descarto y me entrego al momento. Quedarme en casa me costó. Literal como suelo ser no veía el momento de extrañamiento, de exposición, no veía el recorte del objeto muestra, el texto estaba hecho en casa (por Andrea) con técnicas de la casa (en serigrafía), veía una terrible continuidad entre obras, espacio y relaciones que ponía en juego los afectos de quienes se desplazarán por el showroom. Para alguien que estuviera de paseo, la repisa con condimentos podría ser una repisa y los fideos cocinados podrían ser fideos cocinados, pero no una muestra. Una muestra individual como primer punto construye al individuo como artista y para eso necesita separarlo del resto de los mortales, generar un ámbito de extrañamiento y valorización como bien excepcional. Recortarlo de sus
“Pero ¿cómo medir o comparar esas relaciones? Nunca se examina o se cuestiona la cualidad de las relaciones de la ‘estética relacional” Claire Bishop, Antagonismo y estética relacional, 2005
relaciones y presentar sus acciones/obras como algo que puede realizar en cualquier lugar porque no necesita de nadie en especial. Esta es una de las trampas de lo supuestamente irrepetible del site specific, no se construye al lugar como irrepetible, aislable y único, al que se construye así es al artista que lo interviene. Parecido se puede pensar en las obras de relaciones: se apunta a exponer o señalar relaciones, mucho más que a construir o destruirlas. Ese parece ser el precio del pasaje de transformar lo colectivo de las relaciones en muestras individuales o lo específico del lugar en un fondo blanco para el artista. No viví la muestra de Fabi como una muestra individual, en este sentido, porque no pagó el pasaje, no expuso un compendio de relaciones -de reencuentro o amor, da igual- sino que las continuó construyendo al eliminar las claves de distanciamiento propias del aparato expositivo. Quedarse en casa me dejó la sensación de una construcción colectiva desde lo íntimo, una reorganización propia de nuestro tiempo. Quedarse en casa puede ser abrir la casa a otras cosas, reencontrarla, no exponerla como objeto a la circulación sino exponer a los otros a entrar a un lugar que, como el cuaderno, está en proceso. ¿Por qué esa necesidad? ¿porqué estas formas del hacer en estos tiempos? no se.
Chempes Saurio y
“Una imagen jamás va sola. Todas pertenecen a un régimen de visibilidad que regula el estatuto de los cuerpos representados y el tipo de atención que merecen” Jacques Rancière, El espectador emancipado, 2008
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