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por Carola Bianco Sebasti谩n Benitez Larghi
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de Josefina L贸pez Muro textos de Gabriel Morini en El Solar Calle 10 e/48 y 49 octubre 2013
La muestra se llama “Lluvia de... “, sin embargo - está claro-, esos sapos no llovían, parecían estar cayendo pero no llegarían abajo, están pegados a una altura en la que no podrían ser vistos por los más chiquitos
por Sebastián Benitez Larghi Miembro del Programa Niñez, DDHH y Politicas publicas FCJyS-UNLP, sociólogo, docente e investigador CONICET
y Carola Bianco Investigadora y Coordinadora del Programa Niñez, DDHH y Políticas Públicas,FCJyS-UNLP, abogada y docente.
RES EÑA
Nos propusieron mirar una vidriera, sobre la temática en la que trabajamos: la niñez. Mientras caminábamos hacia allí, nos acechaban las preguntas de siempre, esas que nos sobrevuelan cuando de miradas críticas se trata: ¿cuánto y de qué modo nuestra propia niñez condiciona nuestra mirada? ¿cuánto de lo que hemos tenido que hacer con esa historia, la condiciona también?, ¿a quién de todxs lxs que somxs cada unx de nosotrxs interpelará la muestra?, ¿a Sebastián adulto o al niñito que es? Lo mismo para Carolita, seguro que será ella la interpelada, pero la que escriba junto a Sebas tendrá que ser la adulta...o viceversa? En definitiva -nos tranquilizábamos mutuamente- eso es lo que nos han pedido, que hagamos “una lectura” desde nosotrxs, y nosotrxs somos la síntesis única de todo eso (y quien sabe de qué otras cosas más). En el vidrio estaban pegados cientos de calcos de Sapos Pepes, de todos los tamaños y posiciones. La muestra se llama “Lluvia de... “, sin embargo - está claro-, esos sapos no llovían, parecían estar cayendo pero no llegarían abajo, están pegados a una altura en la que no podrían ser vistos por los más chiquitos.
Los adultos sí, podemos verlos, y asociarlos a una infancia, no todas las infancias ni todxs los niñxs los conocen. En un tiempo de elecciones, Josefina López Muro y Gabriel Morini proponen la pregunta ¿quién elige a quién? Y si de elecciones se trata, hay experiencia en tragarse sapos. En la ciudad de la lluvia, una lluvia de Sapos Pepes se nos viene a la cabeza. “Están cayendo sapos de punta”, decían nuestras abuelas cuando la tormenta ya era un hecho. “¿A qué jugamos, abue?”, era la pregunta cantada. ¿Qué elegimos para nuestrxs niñxs? ¿Con qué juegan el juego de la vida? ¿y nosotrxs? ¿Sobre qué opciones elegimos? A la mano de cada cual, hay alguna, a la mano de algunxs pibes no habrá las mismas. Lluvia tóxica, enfermedades industriales. La sociedad del espectáculo clausura sentidos: los sapos se llaman Pepe, cantan de manera graciosa, son verdes muy verdes y con ojos grandes. De chico siempre nos amenazaban con que los sapos nos iban a hacer pis en los ojos y nos quedaríamos ciegos. Mejor no jugar con ellos, decían. Pero el Sapo Pepe es educado, obedece y hace caso: “Pepe vení, Pepe saltá…” Sapos industriales que no dejan lugar a retos ni a desafíos. Ojos grandes, sonrisa perfecta. Felicidad garantizada. Al menos una imagen de la felicidad, la masiva, la “más natural” digamos, la misma que garantizan los personajes de DIsney que casualmente se encontraban dibujados en el libro que divisábamos desde la vereda. La masividad, de estas propuestas podría hacernos pensar en la democratizacion en el acceso a la cultura para lxs pibxs, como aquellos que se nombran en las interesantes preguntas de Morini, que la autora eligio para acompañar la lluvia de sapos: Topa o Violetta?, hadas u ogros?, adultos o niñxs?, pelotas o muñecas?. Seguimos pensando ahora a partir de las preguntas, y, es claro, el mercado ofrece alternativas, hasta el hartazgo, osea ...las impone?! Eso sería lo mismo que democratizarlas? Por el contrario, a nosotrxs nos preocupan las lógicas que parecen regir las elecciones. Será/s una cosa o la otra, un hada o un ogro, jugarás con una muñeca porque sos niña, de lo contrario, te tocan las pelotas (ups!) La aparente igualdad de acceso al consumo cultural que ofrece la diversidad de medios con la tecnología, si bien masifica de manera exponencial diversas ofertas, impone estereotipos, que claramente clasifican, legitiman un estilo de vida, un conjunto de valores, una pertentencia. Bourdieu, habla de la construcción social del gusto, y de la distinción, que tiene la particularidad de naturalizar lo que
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en verdad nos es impuesto, pero que creemos elegir, y que al hacerlo, nos distinguimos tambien, nos encasillamos. Si “elegimos” a Pepe, tal vez nos sentimos bien de clase media,... progre?... Puede ser... Lo que no queremos dejar de lado es que -en definitiva- esos obejtos culturales, se imponen a lxs niñxs, tanto como a lxs adultxs que lxs tienen a su cargo, sobre todo si coinciden con aquellos estereotipos que nos permiten (tanto como nos impiden) relacionarnos sólo con algunxs otrxs, varones, mujeres, niñas, niños, adultxs, ancianxs, padres, consumidores, usuarios, delincuentes, menores, imputables, y sus implicancias mutuas. (…) Y si...lxs niñxs juegan a la pelota, a la muñeca, a la mamá y al papá. Claro que reciben lo que otros eligen. Pero sobre eso también echan mano y hacen su propio juego. Pepe es Pepelota, Sapo es príncipe, Pepe es San Martín y sus mil batallas. La ñata contra el vidrio en un azul de frio. Calor verde Sapo en esta vidriera de El Solar. Las preguntas interpelan, las calcomanías nos hablan de niñxs prefabricados, premoldeados. Son el síntoma de esta época. Pero la curación está en lxs niñxs reales y sus juegos ¿irreales? La cuestión humana es cosa de todxs. La dominación cultural es como las brujas, no existen pero que las hay, las hay. En este cuento, lxs pibxs pululan, juegan, subvierten, se ríen y también, por qué no, se tragan unos cuantos sapos. Estampate tu nariz contra el vidrio hasta atravesarlo. Pasá y jugá. No tengas miedo y déjate llevar porque sino… “Te vas a marear”.
Carola Bianco Sebastiรกn Benitez Larghi y