AÑOS DE LUCHA POR UNA ESCUELA PÚBLICA La historia de San Martin Agirre Herri Eskola
Es necesario retroceder 44 años en el tiempo para llegar al origen de la escuela pública en Bergara. En el año 1970 la escuela pública estaba constituída por el Colegio Nacional y el Patronato Municipal. Dependían, administrativamente, del Estado y del Ayuntamiento, respectivamente. La escuela que hoy conocemos, nada se parece a la de sus inicios. La de los años 70 estaba segregada por sexos: los chicos estudiaban en diferentes aulas repartidas por el casco urbano y las chicas se agrupaban en el Colegio de la Enseñanza. Los problemas a los que se enfrentaba la escuela pública eran la masificación en las aulas, unos recursos didácticos y servicios complementarios limitados, y las precarias condiciones laborales del profesorado. La escolarización del alumnado menor de 14 se perseguía como principal reto, pero no el único. En esa dirección, el Grupo de Promoción Cultural Bergaresa abrió el comedor y puso en marcha el transporte escolar. Además, con el objetivo de aunar fuerzas, se creó la Asociación de Padres y Madres en el año 1972. Junto con impulsar la euskaldunización, trabajaron duro para realizar múltiples mejoras.
Un año después, en el curso académico de 1973-74, se inauguró un nuevo edificio de EGB en el que se aunaron dos escuelas públicas: en la planta baja el Colegio Martínez de Irala aglutinó a todas las estudiantes de EGB, mientras que en la segunda planta se incorporaron todos los alumnos de 6º, 7º y 8º de EGB, incluyendo a algunos chicos de 1º a 5º. A pesar de los grandes esfuerzos hechos por el profesorado, la segregación por sexos seguía estando vigente. Como fruto de años llenos de acciones para reivindicar una educación unificada, en 1980 se creó la Escuela San Martín de Agirre, que reunió a todo el profesorado y alumnado de la educación pública de Bergara. La escuela pública tenía por delante un camino lleno de retos, tales como la euskaldunización. En sus inicios, la mayoría del alumnado y profesorado no sabía euskara. Aún así, cabe destacar el respaldo que ofrecieron al Plan Municipal de Enseñanza Bilingüe. En el curso 1977-78 se inició la enseñanza bilingüe en educación infantil. Fue precisamente una de las maestras la que impulsó la euskaldunización a ese nivel: María Pilar Lonarbide publicó Ikusi-Makusi, un método del aprendizaje del euskara dirigido al alumnado de 4 y 5 años. Los años de esfuerzo tuvieron su recompensa: en el curso 1982-83 Martínez de Irala y San Martin Agirre se unieron administrativamente. Tras la fusión, con el objetivo de dar uso a los edificios que quedaron desocupados, se cedió Martínez de Irala a la Ikastola Aranzadi, con la condición de recuperarla cuando fuera necesario. Poco a poco la enseñanza del euskara, que en principio consistía en unas horas semanales, dio paso a una educación íntegramente en euskara. Todo ello se hizo a iniciativa propia del profesorado. Algunos/as de ellos/as fueron liberados con el respaldo de la Asociación de Padres y Madres para evitar sobrecargas. Cabe mencionar que todo ello se hizo sin el conocimiento de la Delegación de Educación.
Fue en esos años cuando se inició una dura pero a la vez necesaria lucha. En la década de los 80 la matriculación de la escuela se situaba entre el 8 y el 10% de los nacidos en Bergara. Pero con el paso del tiempo, esa cifra fue aumentando hasta que en el curso académico de 1998-99 se dio un salto cualitativo y la matriculación subió al 38%. El trabajo realizado por todos los agentes que participan en la escuela ha permitido mantenernos en torno a esa cifra hasta hoy en día. A pesar de que esa subida fue un reconomiento a años de lucha y trabajo, también trajo consigo ciertos obtáculos, entre los que destaca la falta de espacio. El edificio de Boni Laskurain quedó pequeño y no había sitio suficiente para tantos alumnos/as, por lo que el equipo que componía la dirección de la escuela dio comienzo a las reivindicaciones para recuperar Martínez de Irala. Fueron tiempos difíciles. Apenas podíamos ofrecer una condiciones dignas a nuestro alumnado. Pero creíamos en nuestro proyecto y no nos rendimos hasta que recuperamos el edificio y pusimos fin a la problemática del espacio. Con la premisa de ofrecer un servicio de calidad a nuestro alumnado, en agosto de 2012 comenzó el proceso de acondicionamiento de Martínez de Irala, cuyas obras terminaron a la par que el curso 2013-14. Actualmente todo el alumnado de infantil está escolarizado en el renovado edificio. El trabajo realizado durante las tres últimas décadas ha perseguido un único objetivo: ofrecer una educación euskaldun, digna y de calidad a todo el alumnado de la escuela pública. El espacio que posibilita que llevemos a cabo nuestro proyecto educativo lo hemos construído entre todos los miembros que componemos la comunidad escolar. Hemos conseguido hacer realidad un proyecto que empezó como un sueño. Por fin podemos disfrutar y compartir con todas/os vosotras/os la inauguración del edificio de educación infantil para así agradeceros, vuestra dedicación e implicación.