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Electromovilidad, un enchufe que ya no se afloja

En el escenario de la industria automotriz mundial, México ha destacado por su eficacia en toda su cadena productiva. El hecho, orilla a que nuestra nación se inserte desde ya, a la tendencia obligada de la electromovilidad

Los Supersónicos son para muchos el primer referente en electromovilidad. Esta serie de dibujos animados creados en la década de los años 60, maravillaron e ilusionaron a la infancia y adolescencia de la época con su planteamiento futurista. Mostraban una civilización altamente tecnificada que hacia el 2062, ya se desplaza veloz en “aeroautos” que, de cierto, no dependen de algún combustible fósil.

Hoy, a 39 años de que lleguemos a ese momento, muchas cosas están pasando en el campo de la electromovilidad; concepto este al que desde hace tiempo, la sociedad moderna aspira adoptar frente a los daños que al medio ambiente han dejado los motores de combustión interna usados en los automóviles desde que son automóviles.

En términos sencillos, la electromovilidad alude a los vehículos eléctricos. Pero el concepto es un poco más amplio. También abarca distintas tipologías, es decir, los vehículos con batería eléctrica, los cien por ciento eléctricos, híbridos enchufables o con celdas de combustible; de dos y tres ruedas, automóviles, transporte comercial, autobuses, camiones, entre otros. Hasta ahora, los expertos coinciden en que la electromovilidad se puede clasificar en dos tipos básicos: los vehículos que usan baterías de ion-litio y los que tienen celdas de combustible. Además de que ya se desarrollan baterías de grafeno.

Adiós a los motores de gasolina Independientemente de las definiciones, y de cara al futuro inmediato, hoy, se trata de vislumbrar qué pasará con un mercado tan importante como el de los automóviles, al que ya se la ha puesto fecha de caducidad, al menos en cuando a lo que respecta su oferta de productos. Y es que, como se sabe, a partir de 2035, en Europa, los fabricantes ya no podrán vender vehículos de combustión, incluso híbridos, hecho que más temprano que tarde se replicará en todo el mundo. Aunque aun muchos se preguntan si todos los países están preparados para esta transición.

En su reporte de ventas del pasado febrero, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dio a conocer el comportamiento de la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos, esto, con base en la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La AMIA expone que durante noviembre de 2022, la venta de vehículos híbridos y eléctricos fue de 5,772 unidades, 52.9% mayor que lo registrado en el mismo mes de 2021.

Las ventas de noviembre de 2022 estuvieron compuestas por 908 eléctricos, 415 híbridos conectables y 4,449 híbridos. La venta acumulada en enero-noviembre de 2022 fue de 45,249 vehículos con este tipo de tecnologías, representando el 4.7% de las ventas totales de vehículos ligeros en el país durante el mismo periodo.

El año pasado, la Secretaría de Energía comunicó que nuestro país podría llegar a tener un parque vehicular de hasta 5.7 millones de vehículos eléctricos hacia el año 2035. Esto, siempre y cuando se implementen políticas públicas que impulsen la adopción de esa tecnología que abonaría a la contención del cambio climático.

En el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 20212035, la dependencia plantea tres posibles escenarios para la electromovilidad hacia el año 2035. En el de mayores alcances, México podría sumar esos casi seis millones de vehículos eléctricos en circulación.

Escenario 1. Es el de menor impacto de electromovilidad. Contempla la incorporación de 2.7 millones de vehículos eléctricos.

Escenario 2. Integración de alrededor de 4.02 millones de vehículos eléctricos, lo que significaría el 29.5 por ciento de los vehículos automotores que se estima se comercializarán en 2035.

Escenario 3. Sería el de mayor impulso de electromovilidad, el cual asciende a 5.7 millones de vehículos eléctricos.

Luces encendidas

De acuerdo con información oficial, el transporte contribuye con casi un cuatro (23 por ciento) de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) relacionados con la energía, y crece más rápido que cualquier otro sector de uso final de energía. Si no se emprenden las debidas acciones, se prevé que las emisiones de GEI del transporte aumenten casi un 20 por ciento para el año 2030 y cerca de un 50 por ciento para el año 2050. Contar con vehículos con cero emisiones, bajo este panorama, se vuelve crucial para el cuidado del medio ambiente.

Según el INEGI, el parque vehicular nacional ascendió a 50 millones 347 mil 569 unidades en el 2020. La información disponible indica que el uno por ciento de estos vehículos serían híbridos o eléctricos, es decir, alrededor de medio millón (503 mil 475).

Pero no solo se trata de que la gente se incline o convenza por la adquisición de vehículos eléctricos. También se requiere de una infraestructura que pueda “alimentar” esa nueva forma de movilidad.

El expresidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) Guillermo García Alcocer, dijo en un reciente seminario web, organizado por la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES), que para los próximos 20 años, si se quiere que el modelo sea viable, México deberá instalar unas ¡2,000 electrolineras por año! Y así responder a la demanda que supondrá el volumen de vehículos eléctricos. Expuso que éstas podrían ser instaladas en las gasolineras que ya cuenten con paneles solares.Los operarios, entonces, deberán actualizarse y atender a la normativa o reglamentación que se establezca.

García Alcocer mencionó, además, que el abaratamiento de baterías de litio será clave para el incremento de las ventas de vehículos eléctricos en México. Que en su opinión crecerán de manera importante hacia 2030, poco más de 195,000 unidades circulando en el país.

Una ruta ya marcada

A finales del año pasado, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de la Ciudad de México aprobó una iniciativa para que en el 2040 todos los vehículos que circulen en la CDMX sean eléctricos, además de prohibir la venta y circulación de vehículos de gasolina en 2050.

La propuesta, presentada por el diputado Jesús Sesma Suárez, pretende adicionar un artículo octavo transitorio a la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable para la Ciudad de México y tiene como objetivo reducir las emisiones de Carbono y Gases de Efecto Invernadero que contribuyen al cambio climático.

Por lo pronto y para sumar al esfuerzo, el mes pasado, banco Santander en México y la automotriz BYD anunciaron una alianza estratégica para financiar vehículos de 0 emisiones y lograr una circulación de hasta 8 mil autos verdes en 2024.

Esta asociación, de acuerdo con el comunicado que en su momento se difundió, “sienta las bases para su expansión en el mercado mexicano de vehículos de pasajeros, promoviendo aún más la movilidad sostenible en la región. Santander será la financiera de BYD en todo el territorio nacional”.

Con esta alianza, en favor de los autos eléctricos, los clientes tendrán ofertas desde el 10% de adelanto y un financiamiento de hasta 72 meses, así como planes con 0% de comisión por apertura.

“Nuestra cooperación estratégica con Santander tiene como objetivo proporcionar a los consumidores locales servicios y soluciones de financiación de automóviles de primera clase, y reducir los riesgos financieros de los concesionarios y clientes, promoviendo la transformación hacia la movilidad verde”, expone Zhou Zou, director ejecutivo de BYD México.

Más que buena voluntad

Es un hecho que las novedades continuarán hasta que el terreno que hoy se siembra, sea más fértil para todos y todas las empresas de todos los sectores porque todos, necesitan de autos. Y justo al cierre de esta edición, se informó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo una reunión privada con el magnate Elon Musk para acordar la instalación de una planta de la marca Tesla en Nuevo León.

Ha trascendido que para que opere esta fábrica, deberán cumplirse compromisos relacionados con la escasez de agua en la región, su uso y reciclaje dentro de los procesos de la fábrica, entre ellos para la pintura de los autos que serán, sí eléctricos.

Pero más allá del futuro inmediato en cuanto a movilidad ecológica se refiere, hay analistas que revisan temas fundamentales y de los que muchos están pasando por alto. Pese a los esfuerzos de financiamiento que organizaciones como Santander ya planean, la verdad es que en el mediano plazo, el grueso de la población no podrá cambiar sus vehículos actuales por eléctricos.

Se necesita de incentivos gubernamentales para impulsar la adopción de los vehículos eléctricos, también se deben considerar los costos de infraestructura eléctrica para instalar cargadores; evaluar el costo de la energía eléctrica para carga de baterías y desde luego, el costo de la batería en sí.

Otro punto igual de importante, es cómo se transformará la industria en su interior. En Europa, donde ya es mandatorio que de acuerdo al Parlamento de la UE para 2035 solo deberán circular automóviles eléctricos, Ford por ejemplo, que ya ha anunciado sus planes de solo fabricar autos eléctricos hacia ese 2035, planea prescindir de 4,000 puestos de trabajo en ese continente, en especial en Alemania.

Es un hecho que los distintos proveedores de la industria habrán de tener cambios significativos en la cadena de producción y proveeduría que en un sentido, como el anterior, perjudicará a algunos, y en otros, si se trata de, por ejemplo, nearshoring, los beneficiará. Las piezas aún se están acomodando.

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