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Educación y formación para la Industria del Gas y Petróleo

El “Workshop Nacional de México” es un taller especializado en identificar oportunidades del sector energético para elevar los estándares educativos, de mano de obra y capital humano, para crear asociación entre industria energética y educativa.

Este taller forma parte del evento VTEC Américas, en la formación profesional y la capacitación técnica para el petróleo y gas a través de las Américas, la cual se invita a los asistentes a unirse a Talleres en Houston los días del 13‐al 15 de junio.

Contexto para el Taller

La Reforma Energética mexicana representa la mayor apertura de los mercados de petróleo y gas solo en el hemisferio occidental.

Este taller se realiza buscando impulsar el desarrollo de capacidades y habilidades de los mexicanos, a raíz de la implementación de la Reforma Energética. El requerimiento para una seguridad competente y para que los mexicanos estén preparados para ocupar los 135,000 puestos de trabajo será clave. Esto requiere un trabajo significativo entre el sector de upstream, gobierno y los diferentes organismos de educación. El workshop reunirá 120 actores claves dentro de estas comunidades.

Temas Clave Incluidos:

- Identificar las oportunidades de formación y desarrollo de la fuerza laboral colaboraciones

- Aumento de la capacidad del sistema de educación y capacitación pública

- El papel de los proveedores de educación y formación privado internacional en el desarrollo de la fuerza laboral mexicana

- El papel de los proveedores de educación y formación privado internacional en el desarrollo de la fuerza laboral mexicana

- Cómo se adaptará Pemex a las necesidades de educación y formación en materia de reforma postenergía.

Notas Del Inframundo Miriam Grunstein

El sector ha muerto, el sector ha muerto… ¡Viva el sector!

HAY UNA DECEPCIÓN POR EL SECTOR PETROLERO MEXICANO, NO FUE POR LO RESULTADOS DE LA PRIMERA LICITACIÓN, SINO POR EL POBRE ANÁLISIS QUE LE SUCEDIÓ, ESTO, EN PARTE PORQUE EL SECTOR INTELECTUAL ES UN PEQUEÑO CIRCULO QUE PARTICIPA EN LOS DEBATES

No sé qué despistado inició la tradición de abrir las conferencias del sector diciendo “así como la Edad de Piedra no terminó porque ya no había piedras, la Edad del Petróleo no va a terminar porque ya no haya petróleo”. Supongo que la reiteración en usar este enunciado (que yo francamente no termino de entender) deviene de que el público ha respondido a ella favorablemente, que este la ha encontrado singularmente ingeniosa. Repito: yo no la entiendo bien y cada vez que acudo a un foro más, a otro más, ya sea como ponente o como espectadora, casi nunca me falla el orador que la socorra. Y pienso “tal vez no se acaban ni las piedras, ni el petróleo; pero sí andamos a la baja de ideas y argumentos interesantes. Al menos en lo intelectual, este sector se está agotando”.

Confieso que desde hace días tenía que entregar esta columna y, hasta ahora, le he dado vueltas a varios temas. Incluso, en este momento, siento que me sobra el papel para decir cosas. Ya sé que la CNH mejoró las condiciones de los contratos, que la calificación de Pemex por Moody’s anda trepidando, que hubo otro accidente en Abaktun, que las Reglas del Mercado Eléctrico salieron de nuevo en la página de Cofemer, que Carso Oil y Sierra ya se entienden, e incluso que un grupo de jóvenes mexicanos ganaron un concurso en Estados Unidos con un proyecto eólico. Más allá de nuestras fronteras, muchas cosas mgrunstein@brilliantenergy.com.mx pasan. Los escándalos en Petrobras, los contratos iraníes, los resultados por demás insulsos de la licitación en aguas profundas del otro lado, las condiciones de la demanda en China. ¡El mundo se mueve! Tampoco hay día en que no preocupe cómo amaneció el barril. ¿Cómo andas, barrilito? ¿Cómo te sientes, mercado? Desde hace meses, la industria un día se levanta de buenas mientras que en otros ni el sol la calienta. Dentro y fuera de nuestros lindes, hay mucha volatilidad e incertidumbre. Eso al menos nos tendría que hacer pensar, decir, estudiar, revisar. Este es un momento para empujar al mercado a punta de ideas.

Miriam Grunstein. Es criatura del inframundo, donde escribe libros y artículos sobre el sector energético, y además es consultora de empresas energéticas chicas, medianas y gigantes, públicas y privadas. De igual forma es académica asociada del Centro México del James Baker III de Rice University y profesora externa del Centro de Investigación y Docencia Económicas. El tiempo que le queda libre, si les es posible, anda con sus perras y a caballo.

Sin embargo, estamos descorazonados. En lo personal, no fueron tanto los resultados de la primera licitación de áreas contractuales la que me dejó fría, sino la calidad del debate que la sucedió. No había manera de ir más allá de las etiquetas. ¿Éxito o fracaso?, nos preguntábamos todos como autómatas, como si centrarnos en este binomio fuera útil. De alguna forma, o nos sentíamos compelidos a sacar la cara por el gobierno, tras sus innegables esfuerzos o a condenar sus errores. Pero poco se ha dicho que alimente la reflexión. Y estamos hambreados de ideas, de novedades que cimbren nuestra manera de ver la industria.

Parte de la inanición intelectual del sector proviene de la pequeñez del círculo que participa en sus debates. ¡Necesitamos sangre nueva! También hay mutismo por la naturaleza altamente politizada en la toma de decisiones. Muchos de los que participan en las discusiones prefieren ni decir chitón por no ganarse la animadversión de las autoridades, a pesar de que a sus espaldas les critican todo. En lo personal, si hasta la fecha no me ha importado irritar a mis amigos, muchos menos me quita el sueño crispar a los que no lo son. Sin embargo, las molestias a los políticos son el tema menor. Lo importante es el aporte sustantivo de ideas, que tanto se necesita y que no veo.

COLUMNA INVITADA POR ODÓN DE BUEN R. Y JUAN I. NAVARRETE

Horario de Verano) evaluaciones sistémicas y sistemáticas de los impactos de los programas y políticas de eficiencia energética en perspectivas de corto, mediano y largo plazos.

AUNQUE HACEN FALTA ANÁLISIS SOBRE EL ALCANCE DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA SÍ SE PUEDE DETERMINAR AVANCES EN LA MATERIA

En el contexto del sector energético, suele dudarse de lo que en México hacemos por tener un país con un uso más eficiente de la energía. Inclusive, nos parecen muy lejanos los resultados que muestran las gráficas sobre lo que ocurre en países, como Dinamarca, y de estados de la Unión Americana, como California, donde el crecimiento del consumo de energía se ha desacoplado significativamente del correspondiente a la economía y a la población, debido a la aplicación de políticas públicas de largo plazo.

Sin embargo, en México, quizá por una seria carencia de analistas en el campo de la eficiencia energética o porque simplemente no nos habíamos dado el tiempo para hacerlo, no tenemos (salvo para el

Odón de Buen Rodríguez. Es director general de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee). Es Ingeniero MecánicoElectricista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Maestro en Energía y Recursos por la Universidad de Berkeley, California. De 1993 a 1995 fue profesor asociado de la Maestría de Ingeniería Energética de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y es autor de diversos reportes técnicos sobre temas de ahorro de energía y energías renovables publicados en México y Estados Unidos. Ha sido consultor internacional para el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y diversos organismos de la Organización de las Naciones Unidas. Además desarrolló distintos proyectos con el Laboratorio Lawrence Berkeley, la Comisión Federal de Electricidad y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, a lo largo de sus 30 años de actividad laboral. odon.debuen@conuee.gob.mx

Juan Ignacio Navarrete Barbosa. Es director general adjunto de Políticas y Programas de la Conuee. Es Ingeniero Químico Industrial egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN) con Maestría en Administración, Planeación y Economía de los Hidrocarburos. Laboró en el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) como especialista de procesos industriales. Fue jefe de Departamento de Política Energética en la Secretaría de Energía (Sener) y responsable de elaborar e integrar la Prospectiva del Mercado de Gas Natural. juan.navarrete@conuee.gob.mx

Por lo mismo, nos dimos a la tarea de integrar y analizar series de tiempo de alcance nacional sobre el número de usuarios y su consumo en el sector residencial a lo largo de más de 30 años (1982 a 2014); lo hicimos por tipo de clima (que se define por tarifa), revisamos la evolución del equipamiento en las viviendas, identificamos las principales programas de eficiencia energética orientadas al sector, ubicamos estudios y/o informes de ahorro de energía referidos a sus impactos y, finalmente, realizamos un estimado sobre los resultados de largo plazo de estas políticas públicas.

Los programas de EE

Bajo esta perspectiva, tomamos como referencia el año 1996, ya que éste marca un punto de partida muy importante para las políticas públicas de ahorro y uso eficiente de la energía: en ese año se inicia la aplicación generalizada para el país del Horario de Verano y entran en vigor las primeras Normas Oficiales Mexicanas (NOM) con efecto en el sector residencial, en particular las aplicables a refrigeradores y equipos de aire acondicionado de ventana [1]. Asimismo, en 1996 ya estaban en funcionamiento dos programas operados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE): el programa de aislamiento de viviendas en Mexicali y el proyecto Ilumex, orientado a la iluminación residencial en Guadalajara y Monterrey [2] [3] (Tabla 1). Por su parte, el Fideicomiso de Ahorro de Energía Eléctrica, a partir de 1997 continuó el proceso de cambio de lámparas iniciado en Ilumex [4]. Igualmente, en 2002 se estableció la tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC), que elevó significativamente el precio medio a un universo importante de usuarios [5]. Asimismo, en la segunda parte de la primera década de este siglo se inició la Hipoteca Verde y se operaron dos grandes programas orientados al cambio de refrigeradores y de lámparas [6] [7] [8].

Las tendencias

Así, al analizar en primera instancia las series de tiempo de 1982 a 2014, en cuanto a número de usuarios y consumo de CFE, ubicamos una evidente tendencia de mayor crecimiento del consumo de energía sobre el correspondiente a número de usuarios: entre 1982 y 2014 aumentaron más las ventas de electricidad (4.32 veces) que el número de usuarios (3.54 veces) (Fig.1) [9, 10].

Sin embargo, al llevar el análisis sobre las tasas de crecimiento de número de usuarios y de consumo a dos períodos distintos (19821996 y 1997-2014), se presenta la primera evidencia de uno de los impactos más importantes de las políticas públicas de eficiencia energética en México: el desfase, a partir de

1997, de la tasas de crecimiento del número de usuarios del sector residencial respecto al de su consumo en clima templado (Fig. 2).

Figura 2. Tasas de crecimiento del número de usuarios del sector residencial por tipo de clima

A su vez, el efecto del desacoplamiento del crecimiento de consumo de energía eléctrica respecto del correspondiente a número de usuarios, se refleja con gran claridad cuando se analiza el consumo promedio por usuario. Mientras que se presenta un crecimiento muy significativo entre 1988 y 1994 (cuando llega a cerca de 1.62 MWh/año) y entre 1997 y 2001 (cuando llega a cerca de 1.75 MWh/ año), en 2012 declina hasta llegar a menos de 1.58 MWh/año (Fig. 3).

De manera muy particular, el impacto ha sido muy significativo en las viviendas ubicadas en zonas de clima templado, donde el consumo de un usuario promedio ha decrecido desde 2001, y en 2014 fue igual al que se tenía 25 años antes (en 1989).

Por su parte, los usuarios en clima cálido tuvieron también un máximo de consumo promedio en 2001, pero éste se mantiene relativamente constante de 2002 a 2014, lo que se explica, en buena medida, porque las políticas públicas más efectivas han sido las orientadas a mejorar los equipos, aunque han avanzado muy poco en lo que se refiere a la envolvente de las edificaciones, que es lo que determina de mayor manera el consumo de energía en las viviendas ubicadas en regiones de clima cálido [11, 12].

Para darle un matiz más fuerte a este proceso, revisamos la información sobre equipamientos eléctricos que recopila INEGI y que nos indica que el equipamiento eléctrico ha aumentado de manera muy clara entre 1995 y 2010, con el número promedio de televisiones por hogar, que pasó de 1.18 a 1.51, mientras que el de refrigeradores lo hizo de 0.69 a 0.85, el de lavadoras de 0.46 a 0.66 y el de microondas de 0.12 a 0.44 [13].

Los impactos

Ahora bien, para establecer un valor del impacto energético, económico y ambiental de este proceso, planteamos un escenario tendencial (sin política pública), reflejado en una tasa de crecimiento del consumo promedio de 2.4% a partir de 1988 (que es la que se tuvo entre 1988 y 2001), la cual lleva a un consumo promedio por usuario de 2.4 MWh/año en 2014. Este escenario tendencial habría llevado, para el crecimiento registrado en el número de usuarios después de 2001, a un consumo total del sector residencial de poco más de 80,000 GWh en 2014, un valor superior en 34% (27,700 GWh) al finalmente registrado en ese año. Asimismo, el acumulado de ahorro de energía a partir de 1996 se estima en 175,000 GWh, lo que equivale a tres veces el consumo del sector en 2014. En términos económicos, esto representa, en números redondos, un ahorro de 175 mil millones de pesos a los usuarios de energía y 350 mil millones a la hacienda pública.

Para constatar y ponderar este estimado, revisamos los trabajos de evaluación realizados en los últimos veinte años sobre diversas acciones de eficiencia energética en el sector residencial. En particular, se ubicaron resultados de cuatro programas: Ilumex, Horario de Verano, las Normas Oficiales Mexicanas y el Programa de Sustitución de Equipos Electrodomésticos (Tabla 2).

Los valores reportados, que sólo consideran una parte de las acciones de ahorro de energía (no se incluyen todas las NOM ni los resultados de la Hipoteca Verde ni del programa Luz Sustentable), están en el orden del impacto considerado más arriba e, inclusive, son más conservadores que los estimados del estudio LBNL-IIE.

Conclusión

El análisis realizado hace evidente el efecto positivo y significativo de las políticas públicas orientadas a la eficiencia energética en el sector residencial, particularmente por el efecto de las Normas Oficiales Mexicanas enfocadas a la eficiencia energética.

En particular, existe un claro cambio en la tendencia de crecimiento del consumo de electricidad sobre el correspondiente a los usuarios, hasta llegar a un decrecimiento, aun cuando aumenta el equipamiento en los hogares; esto, a partir de la segunda parte de la década de los noventas.

Todo esto tiene un impacto estimado, de 1996 a 2014, en 175,000 GWh, lo que equivale a tres veces el consumo del sector en 2014.

Sin embargo, el efecto no es igual para viviendas ubicadas en zonas de clima cálido que para las de clima templado. Esto se explica, en buena medida, porque las políticas públicas más efectivas han sido las orientadas a mejorar los equipos (incluyendo los de aire acondicionado), pero han avanzado muy poco en lo que corresponde a la envolvente de las edificaciones, que es lo que determina de mayor manera el consumo de energía en las viviendas localizadas en regiones de clima cálido.

Referencias

1. Conuee, Normas Oficiales Mexicanas de Eficiencia Energética. Balance al 2013, C.N.p.e.U.E.d. Energía, Editor 2014, Comisión Nacional para el Uso Eficiente de Energía: México. p. 63.

2. de Buen O. and Segura S., Energy efficiency in North America: Evolution and perspectives, 2007, World Energy Council: Mexico City. p. 55.

3. de Buen O. ILUMEX: desarrollo y lecciones del primer proyecto mayor de ahorro de energía en México. 2002 1 de septiembre de 2008]; Available from: http://www.ine.gob.mx/ueajei/ publicaciones/libros/437/odon.html.

4. FIDE. Contribución del FIDE al ahorro de energía eléctrica. [cited 2009 2 de Marzo de 2009]; Available from: http://www.fide.org.mx/el_fide/ Avances-Dic-07/14-contribucion.html.

5. CFE. Conoce tu tarifa. 2008 [cited 2008 20 de octubre de 2008]; Available from: http://www. cfe.gob.mx/es/InformacionAlCliente/conocetutarifa/.

6. INFONAVIT. Hipoteca Verde 2008 1 de enero de 2009]; Available from: http://portal.infonavit. org.mx/wps/portal/TRABAJADORES/.

7. FIDE. Programa Luz Sustentable 2012 [cited 2012 November 1st]; Available from: http://www. fide.org.mx/index.php?option=com_content&vi ew=article&id=120&Itemid=218.

8. Sener, Caso de Exito: Programa de Sustitución de Equipos Electrodomésticos para el Ahorro de Energía Eléctrica, 2011. p. 6.

9. CFE. Estadísticas de Ventas. 2008 [cited 2008 19 de octubre de 2008]; Available from: http:// www.cfe.gob.mx/Aplicaciones/QCFE/EstVtas/ Default.aspx.

10. CFE. Estadísticas de Ventas. 2012 [cited 2008 19 de Junio de 2012]; Available from: http:// app.cfe.gob.mx/Aplicaciones/QCFE/EstVtas/ Historico.aspx.

11. CCA, LA EDIFICACIÓN SUSTENTABLE EN AMÉRICA DEL NORTE: Oportunidades y Retos. , 2008, Comisión para la Cooperación Ambiental,: Montreal, Canada. p. 80.

12. de Buen O., REGIONAL REPORT ON GREENHOUSE GAS EMISSION REDUCTION POTENTIALS FROM BUILDINGS: MEXICO, 2009, UNEP-SBCI: Mexico City. p. 52.

13. INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. 2011 [cited 2011 15 de Marzo]; Available from: http://www.censo2010.mx/.

14. FIDE. Horario de Verano. 2015 [cited 2015 25 de Julio]; Available from: http://www.fide.org.mx/ index.php?option=com_content&view=article& id=102&Itemid=190.

Cavilaciones Materiales Octavio Lara

Derechos reales de superficie,

Proyectos Renovables

LA POSESIÓN DE LA TIERRA ES UNO DE LOS PROBLEMAS RECURRENTES EN LOS PROYECTOS DE GENERACIÓN DE ENERGÍA CON FUENTES RENOVABLES; EN ESTE SENTIDO, A VECES PENSAR EN ALTERNATIVAS NOVEDOSAS NOS REMITEN A IDEAS VIEJAS entonces, para ver si era viable la aplicación de esta figura en el contexto de los proyectos arriba señalados.

Aquellos de ustedes estimados lectores que han surcado las aguas a veces tormentosas de la implementación de proyectos de energías renovables, en particular fotovoltaicas o eólicas, saben que uno de los puntos de mayor incertidumbre es la posesión del terreno en donde se instalarán las plantas, recordemos algunos casos en el Istmo de Tehuantepec.

En efecto, generalmente estas inversiones millonarias se sustentan en contratos de arrendamiento o comodato a 15 o más años, que en ocasiones son objetos de demandas y largos juicios y que comprometen seriamente la viabilidad de éstos. No obstante, estas dos figuras legales son las alternativas ante la imposibilidad de comprar los terrenos en cuestión, que es evidentemente la opción más segura y también la más cara.

Hace unas semanas platicando con un brillante abogado regiomontano, me comentaba cómo resolvió un caso complejo de bienes raíces, a través de una figura jurídica milenaria: el “derecho real de superficie”. Lo primero que me vino a la memoria fueron las palabras del Maestro Ignacio Galindo Garfias, quién en el salón de clase nos decía: “Jóvenes aprendan bien Derecho Civil porque en él siempre encontrarán las respuestas que necesiten”.

Como buen estudiante regañado, me puse a reestudiar esta figura que data del derecho romano y que sigue tan vigente hoy como olara@laranavarrete.com.mx

Octavio Lara. Es un libre pensador, buzo apasionado que en su actividad profesional es Abogado de la Facultad de Derecho de la UNAM, con estudios de Maestría tanto de la misma universidad como por la George Washington University, en donde se especializó en Impuestos Internacionales. Su hiperactividad lo llevó a participar desde hace varios años en proyectos de energía principalmente en materia de renovables, siendo a la fecha asesor legal tanto del sector privado como público.

A manera de una introducción sencilla, el patrimonio de las personas (físicas o morales) está integrado por el conjunto de derechos y obligaciones apreciables en dinero, a su vez los derechos los podemos dividir en reales y personales. Reales, el que existe entre la persona y la cosa; es decir, no existe otra persona entre el bien y la persona que tiene el derecho. El ejemplo por antonomasia es la propiedad; en este caso si yo soy dueño de mi casa y por ende puedo hacer con ella lo que me plazca. Los derechos personales, por el otro lado, requieren de la presencia de un sujeto pasivo, quien es aquel al que le voy a exigirle el darme, el hacer o el dejar de hacer alguna cosa para mí.

Ahora bien, regresando al tema el derecho real de superficie es la excepción al principio general de Ley de que aquel que es dueño el terreno es propietario también de todo lo que exista sobre él (Accesión), por medio de la cual se le reconoce que aquel que sembró o construyó sobre un terreno del que no es suyo puede ser propietario de esos bienes.

Me explico: piense usted que celebra un contrato (el cual puede ser a título gratuito o por medio de un pago) con una persona que es dueño de un terreno yermo. Una vez firmado, inicia los trabajos para convertir ese terreno en un vergel, en este sentido los frutos resultantes de mismo son de su propiedad.

Dirá usted amable lector: “ay, estos abogados y sus complejidades” pues esto suena igual que un contrato de arrendamiento. Pues bien, la respuesta es no y quizá esta sutileza sea la diferencia en la que descanse una inversión multimillonaria.

Recuerde la distinción que hice arriba entre derecho real y derecho personal; mientras que el derecho de superficie es un derecho real, lo que significa que mi relación con el bien (mi vergel) por ser propietario del mismo, no requiere de ningún otro individuo para que lo pueda ejercer… es más, puedo exigirle a cualquier persona que se abstenga de hacer nada en contra del mismo, como dirían los clásicos erga homnes

El contrato de arrendamiento conlleva un derecho personal, por lo que necesito que exista un sujeto pasivo (arrendador) al que le tengo que exigir las obligaciones que estén previstas en el contrato.

En este sentido, mientras que en el contrato de arrendamiento el principio de accesión aplica, en el derecho real de superficie yo soy propietario de los bienes que se encuentren sobre ésta. Es decir, la propiedad se parte en dos: una, la del propietario del terreno y la segunda la del propietario de lo que haya por arriba de éste. Esta diferencia se va haciendo cada vez más patente conforme se profundiza análisis, pero para efectos de la presente entrega señalo el primer ejemplo que me viene a la cabeza, en el caso de que el propietario del terreno tuviera acreedores que acudieran ante un tribunal para ejecutar su deuda, considero que habría mayor certeza para el superficiario que para el arrendatario, por las razones aludidas.

Finalmente, esta figura está ampliamente reconocida a nivel internacional y la doctrina que existe sobre la misma es profusa, encontrándola prevista en las leyes de otros tantos países. En México, la encontramos expresamente reconocida en la legislación civil de Quintana Roo; no obstante que de manera tácita el resto de las legislaciones incluido el Código Civil Federal la reconoce, al prever que los bienes que pueden ser sujetos de un gravamen hipotecario, incluyen a los derechos reales de superficie.

Espero que estas cavilaciones contribuyan en algo a la solución de alguno de los muchos factores de incertidumbre que tiene hoy los proyectos de generación de energía con fuentes renovables, y que lo necesitan.

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