Y MÁS...
EL ADULTO MAYOR Y EL
PROCESO DE DUELO E · Por Dra. Rosa María Ortiz Prado
stamos atravesando procesos muy difíciles, en donde la pérdida es estadísticamente más alta que en otros tiempos, pero ¿Cómo lo vive el adulto mayor? El duelo es el proceso de adaptación emocional en el ser humano que sigue a cualquier pérdida; el fallecimiento de una persona suele ocasionar, en quienes mantenían un vínculo estrecho y significativo con ella, cambios importantes en el concepto que tienen de sí mismos y del mundo que les rodea y pueden manifestarse de diferentes formas, la adaptación a dichos cambios es una transición hacia una nueva identidad, esto es a lo que denominamos DUELO. Son muchos los ancianos que están sufriendo un duelo cada vez mayor, especialmente la pérdida del cónyuge; actualmente, la viudez afecta a tres de cada cuatro adultos mayores. Cuando se experimenta una pérdida, plantear una recuperación, supone regresar al estado previo y esto es imposible, ya que dicha pérdida transforma a la persona que la sufre y, elaborar el duelo, supondrá vivir siempre con la cicatriz de la herida emocional; desarrollar nuevos recursos y continuar con su vida, supone un cambio en el mundo interno del afectado que facilita encontrar una nueva identidad, cambiar las coordenadas y encontrar un nuevo sentido; no es sólo un trabajo individual de emociones y sentimientos, exige una reorganización del sistema familiar. La experiencia de pérdida en los diferentes momentos del ciclo vital, presenta características propias, cada situación tiene su carga dramática y en cada caso, hay variables diferentes que pueden complicar o dificultar la elaboración del duelo. Tener una edad avanzada, influye considerablemente en el modo en que las personas enfrentan el dolor por la pérdida del ser amado. En los adultos mayores se pueden presentar los siguientes aspectos: Ser viudo, ya que después de haber vivido un matrimonio largo, hace que los cónyuges sean muy dependientes uno del otro, esto conduce a un ajuste más complejo después de la pérdida, pues el sobreviviente busca seguir recurriendo a alguien que ya no está. La edad ya que, con ella, el número de muertes de amigos y contemporáneos aumenta, pudiendo acumularse duelos y aumentando la conciencia personal de la propia muerte, conduciendo a la ansiedad. Pérdidas sumadas, pues, además de las pérdidas de personas, la persona de edad avanzada ha perdido su ocupación, sus ingresos, su ambiente, su vigor físico, su salud e incluso, su funcionamiento cerebral y, añadido a todas estas pérdidas, se suma la nueva muerte que se ha de elaborar.
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Vivencia de sentimientos de soledad.
¿Qué podemos hacer si en nuestra familia existe una persona mayor que está atravesando un proceso de duelo? Recurrir a grupos de apoyo, como una red social. Evocación de recuerdos, que tiene una función adaptativa y que no es un signo de declive intelectual, la evocación de recuerdos contribuye al mantenimiento de la identidad. Dar tiempo, es importante que entendamos que debe trascurrir un tiempo razonable para la adaptación de la persona mayor al nuevo estatus de vida, debemos apoyar al adulto mayor dándole tiempo para este proceso. Buscar ayuda profesional, también es recomendable buscar la ayuda de un psicoterapeuta o de un tanatólogo que oriente en cómo llevar el proceso de duelo. Es importante no presuponer que todos los ancianos que han perdido a un ser querido lo viven igual, algunos estudios muestran que las personas que afrontan bien la muerte de un ser amado, son personas que tenían optimismo, eficacia personal, sana autoestima y confianza en sí mismos. “La pérdida de una persona querida es una de las experiencias más intensamente dolorosas que puede sufrir cualquier ser humano y no sólo es doloroso de experimentar, sino también de presenciar, porque somos impotentes a la hora de hacerlo”. Cuando fallece una persona, terminan sus sufrimientos, al menos los de su vida en la tierra, pero quien sigue vivo se enfrenta a un trauma desolador, a enormes presiones, a decisiones importantes y violentas, a emociones desconocidas, por lo mismo, es importante que tengamos conciencia de que el proceso de sanar, sucede gradualmente, en el tiempo debido y que, en algún momento, se completa. No podemos evitar el duelo, superarlo no significa no hacer de menos a aquel que murió, pues este estará en su vida por siempre, pero su papel dentro de quien vivió la pérdida, debe cambiar; no hay expertos en el duelo, la mayoría los desconocemos hasta que lo experimentamos en carne propia, lo importante es darle un nuevo significado a la situación, entonces, la situación crítica se convierte en aprendizaje; no minimizar y no negar la realidad de la situación, facilita el desenvolvimiento de ajuste y adaptación exitosa. * Dra. en Psicología Rosa María Ortiz Prado Sexóloga. Coach certificado internacional. Prolongación de Emiliano Zapata #630, Col. Reforma, Oaxaca de Juárez, Oax. Tel: 951 5471247 y 51 38304