Dragón Verde 12 Edición Marzo 2022

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In Perpetuam Memoriam

Priscilla Tolkien tiempo de viaje se incrementó a casi una hora, los Tolkien decidieron buscar una institutriz que le permitiera a Priscilla recibir educación desde su casa. Durante la celebración del centenario de su padre, Priscilla comentaría sobre su educación que su padre: “creía absolutamente en la educación superior para las mujeres; jamás en mis años de infancia ni posteriormente sentí que se hiciera ninguna distinción entre mis hermanos y yo en lo que a necesidades y oportunidades educativas se refiere. Era un motivo de orgullo y placer para él tener una hija, así como sus hijos, en la Universidad.” Priscilla retomó su educación fuera de casa en 1942 cuando ingresó a la Oxford High School for Girls, una institución que estimulaba a sus alumnas a través de conocimientos clásicos (griego, latín, gramática y matemáticas), actividades deportivas (natación, hockey, cricket, lacrosse) y actividades lúdicas. Crecer como hija del autor de El Señor de los Anillos, significó crecer en una casa de libros. No solo los estantes estaban llenos de ellos, sino también con el murmullo constante de los libros todavía no escritos y con cuentos para antes de dormir que su padre inventaba para sus hijos y que luego terminaban garabateados en trozos de papel desordenados. Tolkien siempre fue bastante abierto con sus hijos y el único momento en el que les tenía prohibido que visitaran su estudio era cuando se encontraba dando clases. Tolkien disfrutaba de pasear en bicicleta y de ir a misa con su hija. De su madre heredó el talento por el piano y su propio instrumento cuando la artrosis que aquejó a Edith le impidió volverlo a tocar. Ese mismo entorno en el cual creció, pronto la sumergió en el trabajo de su padre. El nombre inicial de Frodo Bolsón en el cuarto borrador de El Señor de los Anillos era Bingo Bolger-Bolsón, nombre proveniente de una familia de osos de juguete propiedad de Priscilla. Más tarde ella misma contaría que

La cuarta hija y la única niña del matrimonio Tolkien nació el 18 de junio de 1929 y sus padres le dieron por nombre Priscilla Mary Anne Reuel Tolkien. Su nacimiento resultó ser una ilusión bastante especial para su madre: por fin llegaba una niña al hogar habitado por cuatro hombres. De sus tres hermanos, el más cercano en edad era Christopher, por lo cual durante la niñez fueron muy unidos. La llegada de Priscilla al hogar supuso que su padre continuara unos años más la tradición de las Cartas de Papá Noel que llegaban a casa durante cada Navidad. Priscilla recordaba con gran emoción el despertar de la mañana de Navidad y descubrir la carta que venía del Polo.

Tolkien y sus cuatro hijos, julio 1936. © Tolkien Estate

La curiosidad que demostró a muy temprana edad llevó a sus padres a escolarizarla apenas cumplió los seis años, así que la inscribieron en la escuela Rye St. Anthony —escuela fundada por las maestras Elizabeth Rendall y Ivy King— y que estaba a poca distancia de la casa de los Tolkien en Northmoor Road. Cuando la escuela cambió de ubicación y el

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Fotografía de Fiona Hanson para Newsweek

cuando tenía catorce años, ayudó a su padre a mecanografiar los primeros capítulos de El Señor de los Anillos y que el título con el cual todos conocemos la continuación de El Hobbit que pidieron los editores de su padre, fue idea de ella y de su hermano Christopher. Si bien finalmente el protagonista de El Señor de los Anillos terminó llamándose Frodo, el nombre de Bingo se conservó dentro del árbol genealógico de los Bolsón como tío de Bilbo. Aún más significativa, sin embargo, es la presencia en ese mismo árbol genealógico de Prisca Baggins, quien figura como prima segunda de Bilbo y una de las invitadas a su fiesta de cumpleaños. Esto es significativo ya que Prisca era el apodo de la familia Tolkien para Priscilla. Priscilla llegó al Lady Margaret Hall College de Oxford en 1948 para cursar estudios en 1948 para cursar estudios en Lengua inglesa. No tardó en mudarse a Bristol, pues sus tres hermanos mayores ya se habían independizado, la casa en Northmoor Road era demasiado grande para sus padres y le habían ofrecido un puesto de secretaria, donde conoció la realidad social de Bristol y Birmingham. El contacto que tuvo con familias golpeadas por la crisis de la posguerra fue su motivación para estudiar Ciencias Sociales en el London School of Economics.

En 1955, mientras se afinaban los últimos detalles de los Apéndices que acompañarían el último volumen de El Señor de los Anillos, Priscilla acompañó a su padre en unas vacaciones de dos semanas en Italia. El viaje los llevó a Venecia y a Asís, donde su padre recibió las últimas preguntas sobre el libro en cuestión, preguntas que tuvieron que esperar respuesta hasta que ambos volvieran a Inglaterra. Tolkien llevó un diario de su viaje por Italia que Oronzo Cilli ha sabido recuperar muy bien en Tolkien e L’Italia (Il Cerchio, 2016). Una vez culminados sus estudios, Priscilla ejerció como oficial de libertad condicional e incluso siguió los pasos de su padre y su hermano Christopher al regresar a la Universidad de Oxford, donde enseñó trabajo social. Más adelante en su carrera, enseñó inglés en el Beechlawn Tutorial College y fue tutora particular desde su casa. Priscilla acompañó a su padre en 1972 cuando recibió el título de comandante de la Orden del Imperio Británico de manos de la reina Isabel II y en 1973 cuando recibió el grado de honor en Edimburgo. La última carta que recibió de él fue en agosto, pocos días antes de su muerte. Estuvo con él en Bournemouth cuando fue internado y finalmente murió. En una charla de 1977, Priscilla habló sobre el papel de la mujer en las historias de su

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padre. “Como la única hija de mi padre, he sido consciente a lo largo de los años de todo lo que se ha dicho sobre la posición de la mujer en sus historias”. Refiriéndose a El Silmarillion, agregó que “las mujeres no aparecen en estas historias como meras criaturas pasivas o domésticas, y comparten el coraje, las dificultades físicas y el orgullo de los hombres”.

Uno de los roles más recientes de Priscilla en la preservación del legado de su padre se produjo a través del desarrollo de la exposición Maker of Middle-earth en 2018. Esta exposición exploró el trabajo de Tolkien como artista, poeta, lingüista, autor y académico, al mismo tiempo que brinda algunas ideas poco comunes sobre su vida privada. Priscilla asistió a la inauguración de la exposición en Oxford y también firmó todas las copias del catálogo de la edición de coleccionista de la exposición, que todavía está disponible para la venta a través de la tienda de la Biblioteca Bodleian en Oxford. La contribución final de Priscilla al legado de Tolkien se publicará a finales de este año en forma de The Great Tales Never End, una colección de ensayos en memoria de su hermano Christopher. El comunicado de prensa de este volumen sugiere que Priscilla proporcionará “recuerdos familiares” que pueden ofrecer a los fanáticos algunas ideas fascinantes sobre Christopher, tímido ante la publicidad, y su papel en la publicación de tantas obras póstumas de Tolkien.

Christopher, Priscilla, Michael, Edith Tolkien y J.R.R. Tolkien. 1940 © Tolkien Estate

Luego de la muerte de su padre, Priscilla tuvo una relación muy cercana con los fanáticos y estudiosos de la vida y obra de su padre, fue nombrada vicepresidente honorífica de la Tolkien Society en 1986 y asistió a varias versiones del Oxonmoot, su evento anual, con una participación muy especial en la versión del 2005, The Ring Goes Ever On en honor al aniversario número 50 de la publicación de ESDLA en donde compartió algunas anécdotas familiares con los asistentes. Priscilla ayudó a clasificar los papeles de su padre y se encargó de su conservación en la Biblioteca Bodleian de Oxford y trabajó en estrecha colaboración con Humphrey Carpenter mientras escribía la biografía autorizada de J. R. R. Tolkien. Carpenter incluso dijo a los lectores del libro: “Espero que le den al menos tanto, si no más, crédito que a mí, a Priscilla y a sus hermanos”. Cuando su hermano John regresó a Oxford en 1987, unieron fuerzas para identificar y catalogar la colección de fotografías familiares, labor que rindió frutos en 1992, cuando con motivo del centenario de su padre, fue publicado The Tolkien Family Album, una compilación de fotos y documentos familiares que mostró al mundo los momentos más cotidianos e íntimos de la familia Tolkien. Priscilla también participó en varias ocasiones con las revistas Amon Hen y Mallorn y sostuvo correspondencia constante con autores de libros sobre su padre como Oronzo Cilli y José Manuel Ferrández Bru.

John Francis, J.R.R. Tolkien y Priscilla. 1972 © Tolkien Estate

La noticia de su muerte fue dada por el Lady Margaret Hall College el pasado 1 de marzo. Su partida es, sin duda alguna, el final de una era para la familia Tolkien. Ahora Tolkien está de nuevo reunido con toda su familia, a lo mejor sentados mirando la costa de Valinor mientras él les cuenta el último cuento, un cuento que durará por siempre.q

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Los Chimpynes de Taur Salósnin John Carrillo Díaz, Colombia Taur Salósnin era uno de los cuatro bosques de la región Úvendoriana, ubicado hacia el sur del principado, entre las serranías de Atanasáirenes y de Jeguá. Es muy poco lo que saben de él los habitantes de los grandes poblados del principado de Úvendor, quienes no se animan a ingresar en la floresta, pues muchas historias se han narrado acerca de los extraños y peligrosos seres que habitan en su interior, y no se están refiriendo específicamente a la tribu de humanos nativos que residen en el territorio, quienes también tienen fama de ser peculiares, si no a las criaturas a quienes llamaban Chimpynes, las cuales eran del tamaño de un niño humano de 8 años de edad y cuyos pies crecen hacia atrás, teniendo los talones por delante, lo que los hacía desplazarse de una manera bastante perturbante para los que los veían. Se cuenta entre la Tribu de Salósnin que los Chimpynes fueron los niños de los primeros hombres que habitaron esas tierras cuando el sol aún era nuevo, y que un espíritu embaucador que se había resistido a esconderse cuando apareció la gran luz en el cielo, robó sus cuerpos para protegerse y permanecer entre los mortales. Se dice que absorbió el espíritu de los niños devorándolos en su estómago lacerante, y que se hizo tan fuerte que fue capaz de dividirse en cientos de partes que poseyeron cada uno de los cuerpecitos inertes, transformándolos en esa mueca de inocencia aterradora que seduce a los niños solitarios que se pierden en el bosque, para luego devorarles las almas y crear más criaturas monstruosas como ellos. Por eso lo llamaron así en la lengua antigua: Chimpyn, el que tiene carne, o el encarnado. Cuando los seis clanes fundadores cruzaron las montañas, el bosque estaba deshabitado, ni siquiera los inmortales armukuranos vivían en él. Era una extensa floresta cruzada por un sinnúmero de pequeños riachuelos de aguas rápidas y turbulentas, que bajaban desde las serranías hasta un río grande llamado Jegú, que dividía el bosque en dos. Por eso lo llamaron Taur Salósnin, el bosque de las aguas turbulentas. Desde la primera noche que acamparon dentro del bosque se percataron de los pequeños engendros que se deslizaban por la tierra hasta las carpas donde dormían las mujeres y los niños. Los centinelas estaban aterrorizados cuando los vieron correr entre el campamento emitiendo chillidos parecidos a los de los cerdos, sin embargo les hicieron frente con

antorchas encendidas obligándolos a huir a los riachuelos y arroyos del bosque. Nadie volvió a dormir. A la mañana siguiente con la llegada de la luz, rastrearon las huellas de los intrusos y encontraron marcas de piececitos en dirección a las aguas, pero en posición invertida. Los empezaron a llamar niños de los arroyos y con el tiempo la tribu descubrió que las pequeñas criaturas no podían subir árboles, y que cuando llovía comenzaban a brincar por todas partes, especialmente sobre los arroyos, los pozos o las fuentes de agua viva. Los Clanes del Jaguar, Perico Ligero y Gavilán propusieron construir plataformas sobre los árboles para poder resguardarse durante la noche, sobre todo cuando llovía y subían los caudales de los riachuelos. Por su parte, los clanes del Pez gato, Guartinaja y del Morrocoy, estuvieron elaborando trampas y redes para darle cacería a los Chimpynes. Descubrieron que podían atraparlos y atravesarlos con las lanzas. Morían aparatosamente, se retorcían sobre sus cuerpos en espasmos violentos y lanzaban chillidos agudos de agonía. En poco menos de dos semanas los clanes estaban habitando en las altas ramas del bosque, desde donde descendían durante el día para recolectar alimentos y cazar; y aunque habían logrado mantener a raya a los pequeños monstruos, los mayores pasaban en vela durante las noches vigilando las correrías de las criaturas. En común acuerdo entre las comunidades de la Tribu, se organizaron una al lado de la otra a lo largo del río; quedando en el lado sur hacia las altas montañas, el Clan del Gavilán; y en el lado oriental del bosque, hacia la llanura de Jeguá, el Clan del Morrocoy. Cuenta la tradición, que los jefes de los seis clanes se encontraban reunidos una tarde a orillas del río Jegú, contemplaban la margen izquierda del afluente, la cual era salvaje y desconocida para ellos. El jefe del Clan Jaguar divisó en la otra orilla a un hombre de mediana estatura y brazos fuertes que los llamaba. El Jefe del Clan Perico Ligero no lo veía, pero escuchaba en el viento una voz que los instaba a cruzar el río a nado. Por su parte, las jefes de los clanes Guartinaja y Gavilán, veían a un hombre alto y corpulento, que les hacía señales para que se les acercaran. Cuando se miraron entre sí para comunicarse lo que estaba sucediendo, se percataron que el Jefe del Clan de Pez Gato y la Jefe del Clan Morrocoy, cruzaban a nado el ancho y torrentoso río.

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De inmediato los otros cuatro líderes se zambulleron en las aguas detrás de sus compañeros, sin tener en cuenta que caía la tarde y que pronto llegaría la hora en que los Chimpynes perdían el miedo a la luz del sol y se aventuraban por los bosques abiertamente. Ya en la margen izquierda del Jegú, los jefes de clanes rodearon al desconocido. Se cuenta que había majestad en su mirada, como la de un rey antiguo. Estaba vestido como alguien que recorre el mundo, con una capa de viaje azul oscura, una mochila tejida en fibra de algas y un bangaño grande en donde cargaba agua, su agua sagrada, que la usaba para curar todo tipo de males y crear toda clase de sortilegios. El desconocido era Juiasie, el dios que carga y lleva el agua sobre sus hombros. Y habló durante horas palabras secretas con los líderes, y una antigua profecía que mencionaba el retorno de dioses olvidados, fue pronunciada en el círculo. Los puso a prueba durante tres días y dos noches a los peligros del bosque. Y se dice que los seis se enfrentaron fieramente a las bestias de la oscuridad y los temibles Chimpynes y su Reina madre. Finalmente, el Jefe del Pez Gato fue escogido como líder supremo de los seis clanes, consagrándose desde ese momento al dios de las aguas, quien le entregó un brazalete de

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oro con una gema blanca incrustada, que le cubría desde la muñeca hasta el antebrazo al portador. Ese objeto era el símbolo de la alianza, y le daría el poder a quien lo usase, para crear un enlace de cooperación con las aguas, las cuales responderán al llamado y a la intención del portador cuando las convoque. Fue así, que domaron las correntías y las turbulencias de los ríos que bajaban de la Serranía de Jeguá hacia el Jegú, y lograron expulsar a los Chimpynes de la margen derecha del gran río. Los pequeños monstruos se marcharon con amargura, el miedo al poder del Jefe de la Tribu y a las armas elaboradas por su pueblo, les impidió volver a la margen derecha de Taur Salósnin. Sin embargo, nunca perdían la oportunidad de hacer perder en el bosque a aquellos desprevenidos que se aventuraban en la margen izquierda del río Jegú.q Relato recopilado de la tradición oral por Martur Kurunluin, Maestro de las Letras y de la Alquimia del Principado de Úvendor, y publicado en Kalenandë el día 22 del mes 3 del año 28 de la Sexta Edad del Sol, en el Manuscrito “Las Crónicas Perdidas de Úvendor.


En Portada:

Entrevista con Norloth

Norloth es una de las artistas revelación de la última década. Su perspectiva fresca y con un toque variopinto está lo suficientemente alejada de la visión a la que estamos acostumbrados sobre la obra de Tolkien, pero a su vez se identifican los artistas que la inspiran. Ella es la ilustradora invitada para la presente edición de Dragón Verde y como es costumbre, tuvimos la oportunidad de hablar con ella sobre su trabajo. Acá está la entrevista.

Isildur: Para mí es un enorme placer contar con tu presencia en nuestra revista porque tu trabajo lleva un sello único que es difícil dejar pasar de largo y no querer que más gente conozca, de verdad que estoy muy agradecido por haber aceptado nuestra invitación. La primera pregunta ayudará mucho a los lectores que aún no te conocen, así que ¿quién eres? Norloth: ¡Gracias por la entrevista! Estoy muy feliz de compartir mi arte con ustedes.

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Isildur: Creo que no eres la única a la cual ver la primera de las películas de Peter Jackson le dejó más preguntas que respuestas y pronto quiso saciar su curiosidad, yo me cuento también dentro de este grupo. Y para ilustrar su obra, ¿cuál es tu motivación? Norloth: Mi principal motivación para ilustrar el trabajo de Tolkien es muy simple: amo todas estas historias y quiero interpretar el mundo de Tolkien con mi propio enfoque. Isildur: Y de todos los personajes del Legendarium, ¿con cuál te sientes más identificada? Norloth: Claramente con Bilbo Bolsón. Hace unos diez años, cuando estaba releyendo El Hobbit finalmente me di cuenta de cuánto admiro que salga por la puerta sin siquiera un pañuelo. Eso fue lo que me hizo cambiar de carrera y emprender una aventura para perseguir mi amor por el arte.

I am no man por Norloth

Vivo en Shanghái —la segunda ciudad más grande de China— y ahora trabajo como ilustradora independiente y traductora inglés-chino. Siempre me ha gustado garabatear esto y aquello desde que era niña, pero no llegué a estudiar arte en la universidad. En cambio, me gradué con una licenciatura en ciencias y trabajé cuatro años en una empresa de telecomunicaciones. Me tomó bastante tiempo poder finalmente trabajar como ilustradora. Isildur: Así que, como Bilbo, tu vida necesitaba una aventura. ¿Qué te llevó a tomar ese giro en tu vida? Norloth: Estaba en mi antiguo trabajo y se me ocurrió volver a leer El Hobbit. Como alguien a quien siempre le gustó dibujar, solicité un curso de maestría en ilustración en el Edinburgh College of Art en 2013. En ese año, también tuve la suerte de viajar a Nueva Zelanda por dos semanas y aún más suerte de conocer a Thorin Escudo de Roble y a Bardo en Londres. Fue un año en el que muchos de mis sueños se cumplieron y demostró que mi pasión podía llevarme a un lugar que nunca había imaginado. Isildur: Esa fue tu segunda lectura de una obra de Tolkien, pero ¿cómo fue tu primer acercamiento a ella? Norloth: Empecé a leer los libros de Tolkien después de ver la película La Comunidad del Anillo en la escuela secundaria. Estaba tan ansiosa por saber qué pasaría después que compré un set de libros de la edición china de El Señor de los Anillos y no pude dejarlos hasta que terminé de leerlos.

Isildur: Asombroso cómo lo que hace un personaje puede ayudarlo a uno a tomar decisiones para su propia vida. Salgamos por un momento de tu trabajo en la obra de Tolkien y hablemos de los otros mundos fantásticos que has ilustrado, no tan nutrido como tu trabajo en Tolkien, pero igual de genial, ¿dónde encuentras la inspiración? Norloth: Debo admitir que no he hecho muchas ilustraciones para otros trabajos de fantasía, el mundo de Tolkien es demasiado grande para explorarlo. Me encanta el género de fantasía en general y disfruto especialmente leer cuentos de hadas y folklore. Para todo esto encuentro inspiración en la naturaleza, las personas y los lugares en los que he estado. Siempre tomo muchas fotos cuando tengo la oportunidad de pasear por la naturaleza, lo cual es muy raro viviendo en una gran ciudad moderna.

Thorin 2941 por Norloth

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Isildur: Y de las ilustraciones que has hecho hasta ahora, ¿cuál es tu favorita? Norloth: Mi favorita hasta ahora es Inside Information, quizás… Isildur: Algo que me llamó mucho la atención cuando estaba haciendo la investigación para esta entrevista fue descubrir que también dedicas parte de tu tiempo a ser cosplayer, así que me gustaría saber ¿cuál es el personaje que más te ha gustado recrear y cuál será tu próxima creación? Norloth: Tengo muchas ganas de hacer una versión femenina de Thorin Escudo de Roble… En realidad, he hecho poco en torno al tema del cosplay por falta de tiempo, así que podría pasar mucho tiempo hasta que lo consiga. Mi favorito, sin duda alguna, ha sido Bilbo. Isildur: Sé que uno de los ilustradores que más admiras es el increíble John Howe y que has tenido el doble honor de conocerlo y traducir al chino ‘Myth and Magic’, uno de sus libros, ¿dónde lo conociste?, ¿qué fue lo que más te gustó de trabajar con él? Norloth: Lo conocí en 2009 en Beijing durante una conferencia de arte fantástico. He sido fanática de su trabajo desde que vi la trilogía y conocerlo fue como conocer al héroe de uno. En 2019, John vino a Shanghái durante la Feria Internacional del Libro de Shanghái y a la exposición de su obra A Middleearth Traveller. Las ediciones chinas de sus dos libros Myth and Magic y A Middle-earth Traveller salieron en ese momento y como estaba bastante familiarizada con el trabajo de John y tenía tiempo, me ofrecí como voluntaria en varios eventos como asistente personal, por lo que tuve la oportunidad de conversar con él sobre su trabajo y otras cosas. Fue el mejor verano que he tenido, caminar por una galería llena de mis pinturas favoritas y mirar de cerca todos los detales fue igual a caminar por la Tierra Media. Isildur: Una experiencia de ensueño, sin duda alguna. La portada de esta edición es una obra tuya: ‘On the Doorstep’, que recrea el momento en el cuál Thorin está frente a la puerta secreta del reino que antaño fue de su familia, ¿cómo fue el proceso creativo de esta pieza? Norloth: Para esta imagen usé principalmente el texto original de Tolkien como inspiración. También me inspiré un poco en un viaje corto a la Montaña Amarilla en 2019. La montaña está en la provincia de Anhui en China, tiene acantilados escarpados y muchos pinos a su alrededor. La técnica de dibujo es una mezcla de arte lineal al lápiz, coloreado con Photoshop y capaz de textura en acuarela. Isildur: Una combinación que resulta espectacular. Creo que el sueño de todo ilustrador es ver su

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Perry and troll por Norloth trabajo en un proyecto más grande como un trabajo audiovisual o editorial, ¿te gustaría que esto pasara con tu trabajo? Norloth: ¡Claro que me gustaría! De hecho, estoy trabajando en un proyecto de libro relacionado con Tolkien, pero todavía queda mucho por hacer. Espero poder terminarlo el próximo año. Isildur: Acá estaremos pendientes de tu anuncio, pues sin duda será un libro muy bello. Lastimosamente se nos ha acabado el tiempo y llegó la hora despedirnos, ¿algún mensaje que te gustaría compartir con los miembros de la STCO y con nuestros lectores tolkiendili? Norloth: De nuevo muchas gracias por invitarme a su revista. Me reconforta pensar que el mundo de Tolkien tiene un impacto tan global para unir a personas de diferentes orígenes culturales. Colombia está casi al otro lado del mundo para mí, pero todos compartimos la misma pasión y amor por la Tierra Media. Espero que algún día mi camino me lleve a su hermoso país. ¡Que nunca se les caiga el pelo de los pies!q


Sobre El Peso de la Influencia de J.r.r. Tolkien, o las Luces detrás de la Alargada Sombra Paula Rivera Donoso, Chile I. INTRODUCCIÓN

dónde lo miramos (mirada que puede ir variando en el tiempo y según nuestros desplazamientos personales) y qué relevancia le asignamos a nuestra visión de él. ¿Desde dónde miramos nosotros, ahora mismo, la obra de Tolkien, y qué relevancia le asignamos a esta visión? Tales fueron parte de las inquietudes del II Seminario Tolkien de la Sociedad Tolkien Colombia Orodruin. En mi conferencia Claroscuros de la influencia de la obra J.R.R. Tolkien en la fantasía latinoamericana (2021), me aboqué a esta reflexión a partir del trabajo de dos consagradas fantasistas latinas: la mexicana Verónica Murguía y la argentina Liliana Bodoc. En esta oportunidad me gustaría recoger algunas ideas que entonces planteé en torno al origen y propiedades de aquella “alargada sombra” de Tolkien, pero ahora para extenderlas a nosotros, los fantasistas novatos, y así ayudarnos a repensar nuestro propio trabajo con la fantasía, más allá de las imposiciones consumistas del mercado literario de ficción de género.

El Legendarium de la Tierra Media de Tolkien ha sido considerado históricamente como piedra angular para la fantasía moderna y contemporánea. Se trata de un hito que no solo contribuyó a fijar una forma estética dominante de esta expresión en la literatura, sino también en otros medios narrativos, como juegos de rol, videojuegos, cómics, películas y animaciones. Sin embargo, esta posición monolítica del trabajo de Tolkien ha tendido a ser concebida como una compleja obsesión para algunos creadores, sobre todo en el contexto de las comunidades anglófonas. De manera muy general, podrían identificarse dos grandes tipos de receptores, situados ambos en extremos opuestos: por un lado, los amantes acérrimos de la obra de Tolkien que consideran que la fantasía comienza y termina con ella, y que ninguna otra obra podría equiparársele en belleza y grandeza, por lo que la única salida creadora tendría que conformarse con la imitación; por otro lado, los detractores furiosos de la obra de Tolkien, cuyo desprecio a ella los ha movido a crear o difundir historias que ofrezcan una visión supuestamente diferente de la fantasía, enfatizando en aquellos aspectos que ellos consideran menos logrados en el trabajo del inglés. Como puede apreciarse, al final ambos extremos comparten el hecho de que es ante todo la obra de Tolkien, para bien o para mal, la que define sus impulsos y motivaciones. Tal tensión se ha tipificado en una expresión bastante más interesante de lo que sugiere su pálida imagen: el legado de Tolkien como “una alargada sombra”. Desde luego una obra tan importante para el género bien podría verse como una montaña, siguiendo la comparación que alguna vez estableciera Terry Pratchett (2014) en su ensayo “Magic Kingdoms” (1999): J.R.R. Tolkien has become a sort of mountain, appearing in all subsequent fantasy in the way that Mt. Fuji appears so often in Japanese prints. Sometimes it’s big and up close. Sometimes it’s a shape on the horizon. Sometimes it’s not there at all, which means that the artist either has made a deliberate decision against the mountain, which is interesting in itself, or is in fact standing on Mt. Fuji (p. 112). Pero en esta cita, puede leerse que, si bien el Monte Fuji es inmóvil, lo que en realidad importa es desde

II. “UNA ALARGADA SOMBRA”: LA RECEPCIÓN EUROPEA Y LATINOAMERICANA DE TOLKIEN COMO AUTOR DE FANTASÍA Como sabemos, J.R.R. Tolkien no inventó realmente la literatura de fantasía. Previo a la publicación formal de El Señor de los Anillos entre 1954 y 1955, ya había una tradición literaria imaginativa más o menos reconocible. Me refiero a obras de autores británicos como Lord Dunsany, William Morris, o George MacDonald, por el lado de Europa, y autores como Robert E. Howard, Clark Ashton Smith o L. Frank Baum, por el lado de Norteamérica. Sin embargo, fue justamente a partir de la publicación de esta obra que la fantasía comenzó a concretarse de manera formal como género literario contemporánea, sobre todo por su trascendente popularidad y su impacto sociocultural. Según Patrick Moran (2019), siguiendo las ideas del editor Lin Carter, uno de los méritos de El Señor de los Anillos es que logró aunar las tradiciones imaginativas previas de Europa y Norteamérica, que eran muy distintas en constitución. Si la fantasía europea se caracterizaba por ofrecer una estética más erudita y lírica, la fantasía norteamericana ofrecía una estética más popular y de lenguaje sencillo y trepidante, como se puede apreciar en los trabajos de la corriente pulp de inicios del siglo XX. La novela de Tolkien, así, expresaba una preocupación

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filológica y estilística, pero la transmitía a través de la narración de una intensa y emotiva aventura. Es posible entonces asociar el éxito inicial de Tolkien a esta capacidad de conexión con públicos lectores diversos. Lo llamativo es que este éxito se haya transformado, con el tiempo, en canonicidad. La pervivencia de la obra tolkieniana terminó convirtiéndose en el referente ejemplar de la fantasía contemporánea, aquel que no podía obviarse si pretendías ser un lector o escritor de fantasía. El peso de su influencia es indirectamente responsable de una serie de trabajos imitadores de menor valía estética, pero meritorios en la popularización de la fantasía en la cultura popular, como las publicaciones de Terry Brooks (Shannara, 1996 - 2008) o Robert Jordan (La rueda del tiempo, 1999 - 2013). Pero también es responsable de una serie de trabajos detractores, meritorios a su vez en la popularización de la idea de que la fantasía tolkieniana debía ser desafiada, superada o anulada, como las publicaciones de Michael Moorcock o Steven Erikson. Como indica Moran (2019), “The canon is what gets imitated – it is also what gets rejected, sometimes. But the fact that so many fantasy writers have either chosen to follow in Tolkien’s footsteps or to steer as far away from his example as possible shows the degree of canonicity he has achieved in only a few decades” (p. 27). De esta tensa posición hegemónica surge esta propuesta del académico Brian Attebery (1992) para definir la fantasía, tomando El Señor de los Anillos como referente nuclear: […] Tolkien is most typical, not just because of the imaginative scope and commitment with which he invested his tale but also, and chiefly, because of the immense popularity that resulted. When The Lord of the Rings appeared, we had a core around which to group a number of storytellers who had hitherto been simply, as Northop Frye suggest, “other writers” belonging to no identified category or tradition (The Secular Scripture 42). […] One way to characterize the genre of fantasy is the set of texts that in some way or other resemble The Lord of the Rings (p. 14). Por supuesto, se trata de una propuesta discutible, por más que valoremos a Tolkien. He formulado antes mis reparos en mi ensayo “Di amigo y entra: una discusión de la obra de J.R.R. Tolkien como portal de entrada a la fantasía” (2020), publicado en la web Vagalumbre. Fundamentalmente, sostengo que puede ser riesgoso definir las formas de todo un género solo a partir de una obra anclada en un contexto de producción específico. Ahora bien, es necesario pensar en otro problema en la propuesta de Attebery: esta seguramente resulta bastante menos práctica hoy en día de lo que pudo ser entonces, a inicios de la década de los 90. El nuevo boom comercial de la fantasía a inicios de los 2000, principalmente gracias a las adaptaciones fílmicas de El Señor de los Anillos (2001 – 2003) y de Harry Potter (2001 – 2011), no solo fue un éxito

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de ventas para estos trabajos, sino también un punto de inflexión para nuevos creadores y receptores juveniles, que crecieron tanto bajo su alero como el de otras modalidades ficcionales posteriores que el propio Tolkien había terminado inspirando. La fantasía, más que nunca, dejó de ser una estética concentrada principalmente en la literatura, para volverse más bien una estética lúdica, comunitaria y transmedial. O al menos así comenzó a percibirse ante todo desde el contexto hispanoamericano, en general ignorante de las periferias de la tradición literaria angloparlante, como lo eran las ficciones imaginativas. El propio Tolkien había denunciado ya en 1947, en su conferencia “On Fairy-stories”, la forzada asociación entre el cuento de hadas y los niños. De manera homóloga, la academia hispanoamericana terminó asociando la fantasía a un público casi exclusivamente infanto-juvenil. Por ello su estudio en el nuevo mileno recayó ante todo en investigadores dedicados a la literatura para niños y jóvenes, más interesados en analizar cómo la fantasía había creado nuevas prácticas y comunidades lectores que en su naturaleza o propiedades como literatura. Ejemplo de ello son algunos trabajos de las académicas españolas Gemma Lluch (2007) y Teresa Colomer (2009): la primera concebía a la fantasía como una expresión más bien paraliteraria (es decir, fuertemente estereotipada y condicionada por imposiciones de mercado) y la segunda como una subclase del género de aventura, omitiendo la importancia de los componentes imaginativos. En este contexto, no es de extrañar que la fantasía en Latinoamérica fuese un Reino Peligroso, marginal, inefable para las instituciones culturales. Aquí hay dragones, podríamos decir: la fantasía no solo entrañaba un potencial subversivo, como en el Primer Mundo, sino que ante todo era esencialmente desconocida en su estética para los actores literarios normativos de nuestro continente. En consecuencia, no sorprende que solo algunas obras de gran éxito comercial, como la misma El Señor de los Anillos, se hayan instalado en el imaginario dominante de lo que era o podía llegar a ser la fantasía, tanto en lectores casuales como en literatos. En otras palabras, podría plantear que el trabajo de Tolkien se volvió una “alargada sombra” en nuestro contexto local porque, sencillamente, no pudimos conocerlo como lo que en realidad era: un árbol imponente en tamaño y hermosura, sí, pero también un árbol dentro de un frondoso bosque; un árbol que alguna vez había sido también semilla y que había sostenido su propio crecimiento en brotes preexistentes. Por desgracia, el término “alargada sombra” podría leerse desde una dimensión aún peor. Tras siglos de tensos conflictos identitarios entre el desgastado legado autóctono del continente y la imposición colonizadora de Europa, se entiende que ciertas instituciones literarias latinoamericanas vieran con recelo la popularidad de la muy europea obra


de Tolkien, cuyas fuentes y motivaciones estéticas interpretaron erróneamente como fascistas o escapistas respecto de la realidad local. De ahí que, por consiguiente, se sumara una oscuridad muy particular a la ya mentada sombra de Tolkien, una oscuridad latinoamericana: ¿era la fantasía una literatura colonialista, o al menos ajena a nuestras inquietudes socioculturales? ¿Era el Reino Peligroso una comarca europea? ¿Podían las hadas hilar también sus encantamientos en español latino, o solo cantaban en inglés? De ahí que, por consiguiente, el problema de Tolkien como influencia trascendiera en nuestro continente los aspectos formales enunciados por Attebery. Ahora el asunto parecía estar más orientado hacia la discusión sobre aspectos ideológicos y estéticos, como ya llevaban un tiempo abordándolo la producción local de lo fantástico y de lo real maravilloso. Pero esta discusión aún adoptaba un carácter embrionario respecto a la fantasía, pues Latinoamérica no tenía una tradición nítida de este tipo de literatura. En este contexto cabe insertar el comentario sobre una naciente tradición de la fantasía latinoamericana. En mi conferencia, propuse dos sendas distintivas: el (neo)medievalismo, inspirado por imaginarios artísticos y culturales y/o constructos ficcionales de la Edad Media europea, y el latinoamericanismo, inspirado por el rescate y reformulación de las tradiciones de nuestros pueblos originarios. Pero, más allá de la senda que pudiéramos elegir nosotros como creadores, ¿cómo podríamos comenzar a transformar en luz la alargada sombra de Tolkien en nuestros propios trabajos? A continuación propondré tres posibilidades que quizá puedan ser de interés para el viaje personal por el Reino Peligroso y que yo misma he procurado seguir desde hace ya algunos años. III. IDEAS PARA UNA HOJA DE RUTA DEL FANTASISTA Me parece que uno de los principales problemas que ha traído esta compleja y sesgada recepción de la obra de Tolkien en Latinoamérica es su dificultad para concebirla como obra literaria. Como señalaba, hay diversas tradiciones en juego (tanto aquellas de las que Tolkien mismo bebió, o las que lo precedieron, como aquellas que terminó inspirando) que resultan bastante desconocidas en nuestras tierras, o que se aprecian de manera descontextualizada. La fantasía en sí hoy parece gozar de buena salud comercial como literatura de género, pero esto también ha contribuido a menguar su potencial artístico, esculpiendo tanto al lector como al aspirante a escritor bajo criterios y expectativas más comerciales que estéticas. Paradójicamente, el modelo de autor del propio Tolkien, un escritor apasionado por la palabra y la belleza de la imaginación, un creador y un pensador, no parece haber llegado a muchos de sus autoproclamados seguidores o detractores.

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No quiero decir con ello que esperaría que el fantasista tuviese que ser siempre un filólogo, sino apenas que le interesara la fantasía como arte y no solo como divertimento o escapismo. Que la construcción de un mundo secundario no fuera un mero ensamblaje de categorías, sino creación de mitos y territorios. Que la magia trascendiera la lógica del sistema y fuera fuerza pura y orgánica, salvaje. O que sus personajes no fueran ni reelaboraciones de trabajos o razas de rol ni subversiones extremas y efectistas, sino personajes: seres ficcionales con un corazón de palabras. Por ejemplo. Sin embargo, estas visiones parecen cada vez más escasas en la oferta de literatura de fantasía contemporánea. Ahora, esto no se trata de meramente demonizar los intereses del mercado, sino de ofrecer vías alternativas de esperanza para aquellos que, como yo, sienten una desolación absoluta ante la hegemonía de esta visión. Una visión que, lamentablemente, se aprecia tanto en los libros más exitosos como en las declaraciones de sus autores, o incluso en los comentarios de las comunidades de lectores de género. Si por casualidad quien lee estas líneas tampoco calza con esta concepción, o si al menos tiene interés en conocer otras formas de valorar la fantasía, estas orientaciones podrán serle de utilidad. Una buena forma de comenzar tanto de formarse como fantasista es buscar escritores que escribieron fantasía antes de la instauración de la fantasía como literatura de género, sobre todo en Europa, como ciertos autores románticos o victorianos. La corriente más feeérica de la fantasía, nítida heredera del cuento de hadas, es particularmente interesante en tiempos en los que predominan una versión aguada de las épicas y las intrigas palaciegas. Obras como La hija del rey del País de los Elfos (1924), de Lord Dunsany, o Entrebrumas (1926), de Hope Mirrlees, son exquisitas muestras. Lo feérico, además, no tiene por qué circunscribirse solo al territorio europeo. La pregunta por las hadas latinoamericanas no solo es una formulación poética, sino la promesa de un sendero. Para el caso, daría igual si no existieran como tales, o como deseamos: habría que inventárselas. Otro paso importante es complementar la escritura ficcional con el pensamiento o reflexión críticos en torno a la fantasía. O, en otras palabras, aspirar a ser también escritor de poéticas imaginativas. Es esta una dimensión de trabajo que se ha hecho en numerosas expresiones literarias y que, por alguna razón, se le resiste en particular a la fantasía local, probablemente por su tendencia a enmarcarse solo como literatura comercial. Por supuesto, al mercado y sus seguidores les repele el pensamiento, pues es como la voz del niño que no tiene problemas en anunciar que el rey está desnudo. Es posible que ese niño se lleve un doloroso coscorrón de parte de la muchedumbre, pero la verdad habrá hablado, y ni el silencio ni el teatro social posteriores podrán acallar su rastro.


Pensar la fantasía: ¿qué es?, ¿cómo es?, ¿cuáles son sus efectos?, ¿por qué genera resistencias y cercanías?, ¿cómo dialogan los autores de su tradición entre sí y cómo quisiéramos dialogar nosotros? Y pensar todo esto, además, desde nuestro propio contexto y campo cultural como latinoamericanos. Es decir, desde un continente precarizado, en el que las raíces de la imaginación aún no ofrecen una promesa nítida de sus posibles frutos. Hay tanto, tanto por hacer aquí, desde nuestras propias palabras. ¿Qué importa si hablamos de una Edad Media que nunca existió en nuestras tierras? Si logramos encontrar el nervio de nuestras fabulaciones locales, de nada importará: el acento latinoamericano se colará en cada uno de nuestros fraseos sobre el Reino Peligroso. Por último, también sería enriquecedor volverse un buscador de imaginaciones ocultas o invisibilizadas, sobre todo en nuestro continente. Latinoamérica ya es una suerte de trastienda del Primer Mundo; ¿por qué querríamos dejar que los poderosos y populares sigan condicionando nuestras miradas e intereses en algo tan íntimo como la fantasía? Existen muchas publicaciones de fantasía que discurren de manera paralela a la gran oferta que plaga nuestras librerías con colorinches ediciones en tapa dura, y tantos otros escritores que abjuran de la idea del autor como marca o como célula de una comunidad que tiene que apoyarse a la fuerza para subsistir, que es un perfil habitual en los escritores latinos de género. Desde mi experiencia personal, mientras más ruido genera un autor, una editorial o aun un grupo de lectores en torno a una publicación actual de fantasía, más probable es que no valga mucho fuera de las directrices del mercado, así sea transnacional o independiente. ¿Cuál sería entonces nuestro rol como fantasistas en este contexto? Pues a no dejarse arrastrar por los cantos de falsas sirenas. La fantasía contemporánea local que encierra maravillas, aunque aún no estén del todo pulidas, suele pasar más bien bajo los radares del griterío y el aluvión de 5 estrellas en Goodreads, porque no está hecha para complacer a un público masivo. Es como la loca del pueblo: se la trata de ocultar, pero de cuando en cuando canta o declama y su voz torpe queda por fin al alcance de quienes tuvieron la paciencia de aguardarla. Hay que atreverse entonces a escarbar en la pila de libros vistosos, a ir más allá de los primeros resultados de búsqueda de Google, a explorar esos parajes donde tarde, mal y nunca llega el sol: no en vano esto se llama Reino Peligroso. Quizá no todos nuestros hallazgos sean exactamente lo que esperábamos, pero al menos el horizonte se nos habrá ensanchado un poco y tendremos una mirada más amplia sobre las distintas formas que podría adoptar una historia de fantasía escrita en nuestros días, desde nuestros países vecinos. Ahora llega el momento de las revelaciones: todo lo que he propuesto en este apartado ha sido inspirado en la figura autorial del propio Tolkien. Él también

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leyó a autores anteriores a sus contemporáneos, él también pensó la fantasía, él también buscó autorías fuera de la mirada dominante de su contexto. Porque recoger su influencia como autor no solo implica tratar de imitar ciertos temas o estructuras, así como su inspiración no puede limitarse a la arrogancia de pretender redefinir la fantasía o ser famoso. La influencia de nuestros maestros implica también querer buscar algo parecido a lo que ellos buscaron, o al menos tener también una búsqueda personal artística. En ese sentido, no podrían ser alargadas sombras quienes nos orientan en nuestra propia oscuridad. Porque escribir fantasía es también apostar porque la sombra proyectada venga de alguna fuente de luz, y albergar la esperanza de que podamos ser igualmente, como lo fue Tolkien para nosotros, guía y esperanza de los fantasistas que vendrán. q BIBLIOGRAFÍA Attebery, B. (1992). Strategies of Fantasy. Indiana University Press. Colomer, T. (2009). Entre la literatura y las pantallas: el auge de la fantasía épica. En T. Colomer (Coord.), Lecturas adolescentes (pp. 197-220). Graó. Lluch, G. (2007). Literatura infantil y juvenil y otras narrativas periféricas. En P. Cerrillo et al (Eds.), Literatura infantil, nuevas lecturas y nuevos lectores (pp. 193-211). Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. Moran, P. (2019). The Tolkien Landmark. The Canons of Fantasy: Lands of High Adventure (pp. 2440). Cambridge University Press. Pratchett, T. (2014). Magic Kingdoms. A Slip of the Keyboard: Collected Non-Fiction. (pp. 110-115). Doubleday. Rivera, P. (2020, marzo 23). Di amigo y entra: una discusión de la obra de J.R.R. Tolkien como portal de entrada a la fantasía. Vagalumbre. https:// vagalumbre.com/2020/03/23/di-amigo-y-entrauna-discusion-de-la-obra-de-j-r-r-tolkien-comoportal-de-entrada-a-la-fantasia/ Rivera, P. (2021, septiembre 10). Claroscuros de la influencia de la obra de J.R.R. Tolkien en la fantasía latinoamericana [Charla magistral]. II Seminario Tolkien: El legado de la Tierra Media, Sociedad Tolkien Colombia. https://www.academia. edu/53292193/Claroscuros_de_la_influencia_de_ la_obra_de_J_R_R_Tolkien_en_la_fantas%C3%ADa_ latinoamericana


Elegía al peregrino gris Josué Ocando, Colombia

Gandalf and The Balrog por John Howe

Pero el látigo bramó y rodeó tu cuerpo frío arrastrándote a lo más hondo de Moria.

Repicaban los tambores en lo profundo y una sombra oscura nos acechaba. Era un terrible mal de otro mundo, sus alas y látigo pronto nos alcanzaban.

Caíste y caíste Olórin, dando golpes, conjurando antiguos hechizos. Dicen alguno que todavía se oyen el choque de espadas y los gritos.

Corrimos por entre los pasillos de la mina, Mithrandir nos guiaba con premura. Nos animaba con su sabiduría y la vara fina señalaba el puente de nuestra ruptura.

No hubo consolación, ni palabras para tu partida. Ninguno pudo recomponerse nuevamente. ¿Qué será de esta tierra por el mal corrompida que mancilla nuestras almas amargamente?

Debimos cruzar Khazad-dhûm uno a uno, pero tú no lo hiciste; alzaste la espada y blandiste la vara como no lo ha hecho ninguno, haciendo frente al daño de Durin en aquella morada.

Pero no te rendiste, llevaste al demonio a la cima. Truenos, tormentas y tinieblas te rodearon, hasta que hundiste tu acero en tu víctima y el mal, el horror y la angustia cesaron.

Fuego salía por las fauces y su látigo crujía. Llenó aquella caverna de sombras y horror. Sentí en mis adentros que la esperanza desfallecía al mismo tiempo que el miedo se hacía temblor.

Así la muerte te alcanzó en los vientos, tu cuerpo frío yacía sobre la montaña, mientras tu espíritu más allá fue enviado. Pero en Mandos te fue encomendada otra hazaña.

Pero fuiste valiente, peregrino gris. Conjuraste hechizos blancos sin huir y le negaste cuatro veces el paso, con Glamdring centellaste tus armas sin cobardía, sin gemir.

El blanco te volviste, el sabio entre todos, reclamaste tu báculo y tu presencia en este mundo azotado por monstruos. Contigo culminaría la oscuridad y la violencia.

Sentimos entonces que el mal podía ser vencido, que la magia y la valentía todavía existían. Aquel Balrog se enfrentó aterrado y tímido al poder divino que en ti vivía.

Pero nosotros, los medianos te recordamos distinto, con tu andar sobre colinas, con pipa y tabaco, aquel que mora en el mundo sin recinto, el que canta en la noche claro y alto.

Rápido y decisivo fue el combate, que ni los hijos de Gondor a tu rescate acudieron. Quebraste el puente evitando tu escape con un blanco y plateado brillo que las paredes tiñeron.

Con estos versos escribo tu muerte, esperando hacerte justicia. No hay anciano en el mundo más fuerte que yo haya conocido en vida.q

Y así aquella bestia caía al vacío, con emoción celebramos tu victoria.

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La Moder nida d vista desde Tolk ien Nicolás Díaz Loaiza, Colombia La obra de Tolkien presenta una visión crítica de la Modernidad, o por lo menos de varios aspectos de esta. Tolkien es crítico de procesos como la industrialización y la maquinización de los procesos productivos. Para él, La Comarca de los hobbits es la representación de un modo de vida idílico, realzando la belleza de las cosas simples. En contraste tenemos lugares como Mordor o Isengard, los cuales representan el paisaje de una ciudad industrial del siglo XIX, como el descrito por Charles Dickens al principio de Tiempos difíciles: construcciones de ladrillo con muchas chimeneas por las que sale humo negro, un ambiente sucio y lóbrego, una constante depredación del medio ambiente para la expansión industrial. También se presenta una crítica al poder, al Estado y a la dominación, representadas precisamente en el Anillo Único. Sin embargo, la concepción de modernidad es muy abstracta, y puede tener diferentes perspectivas. El término Modernidad fue usado por primera vez alrededor del siglo V con el fin de diferenciar el pasado “pagano” del presente cristiano. Desde entonces ha sido usado cuando se tiene la consciencia de estar en una nueva época. La Modernidad a la que nos referimos es una contraposición a los valores y vida tradicionales. Por lo que se va a entender como un impulso hacía el cambio, enfocado en el constante progreso, el cual va a ser alcanzado mediante el uso de la razón y la ciencia “moderna”. Lo cual suena maravilloso, pero debemos hacer una parada técnica importante para preguntarnos ¿a qué tipo de desarrollo y progreso se refiere la lógica moderna? Adicionalmente, la modernidad se caracteriza por la transición de las sociedades agrarias a urbanas, de una economía local a una de mercado, por un pensamiento antropocéntrico y por la generalización de los Estados Nación Modernos como forma de organización política. En primer lugar, es importante hablar de la forma de pensar moderna. Esta, se fundamenta en la predictibilidad y en la medición, el

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racionalismo moderno busca cuantificar. Pero, esto está lejos de ser objetivo, ya que la unidad de medida es el hombre. La forma de pensar moderna es antropocéntrica, por lo que se entiende que el hombre o la humanidad es el centro del mundo, y en ese sentido, el mundo y sus recursos (incluyendo otras formas de vida) son propiedad de la humanidad, que los usa para su beneficio. Tolkien fue un gran crítico del antropocentrismo, esto lo evidencia el personaje de Gandalf, por ejemplo, en su relación con Sombra Gris, y cuando cuestiona el actuar de Saruman. La utilización de los recursos naturales a la libre disposición de las “criaturas superiores” es algo que Yavanna se lamenta. Respecto a los enanos ella plantea que: “Cavarán en la tierra y no estimarán las cosas que crecen y viven sobre la tierra. Muchos árboles sentirán la mordedura del hierro despiadado.” (Tolkien, 1977, p.47) En este punto surgen los Ents. En El Señor de los Anillos, Saruman el blanco representa el pensamiento Racional positivista. Esto se evidencia en la displicencia hacia Radagast por buscar otras formas de conocimiento y por su relación con la naturaleza. En Las Dos Torres, Bárbol dice respecto a Saruman que: Hubo un tiempo en que se paseaba por mis bosques. Era cortés en ese entonces, siempre pidiendo permiso (al menos cuando tropezaba conmigo), y siempre dispuesto a escuchar. Le dije muchas cosas que él nunca hubiera descubierto por sí mismo; pero nunca me lo retribuyó. (…) Creo entender ahora en que anda. Está planeando convertirse en un Poder. Tiene una mente de metal y ruedas, y no le preocupan las cosas que crecen, excepto cuando puede utilizarlas en el momento (Tolkien, 1954, p.89) Las lógicas racionalistas, y de acumulación de capital que surgen con la modernidad, van a representar un cambio en los imaginarios colectivos, pero también en los paisajes. Surgen las grandes ciudades industriales a finales del siglo XVIII. Hay una migración masiva hacia


estas, las personas buscan un trabajo asalariado en condiciones precarias y con jornadas de trabajo superiores a las 12 horas. Pero, no se debe olvidar que esto va a ser producto del pensamiento racional economicista, que busca un aumento en la eficiencia y la producción. Los orcos representan una maquinización y tecnificación de lo que alguna vez fue natural. La revolución industrial representó un cambio radical para la humanidad. Significó un cambio en el entorno, las grandes ciudades europeas se convirtieron en Angband, la fortaleza de Morgoth, la cual siempre estaba emitiendo un humo negro, o en Mordor. Esta representación industrial es recurrente en la obra de Tolkien y en todos los casos, él relaciona este paisaje con el mal, desde la fortaleza de Morgoth, hasta Isengard. Sin embargo hay un cambio de paisaje que ejemplifica las consecuencias de la revolución industrial y es el de La Comarca, al ser invadida por Saruman, en El Retorno del Rey se dice: Eran las tierras de Frodo y Sam (…) había toda una hilera de lóbregas casas nuevas a la orilla del lago (…) Allí antes había habido un sendero de árboles. Ahora todos los árboles habían desaparecido. Y cuando miraron consternados el camino que subía a Bolsón Cerrado, vieron a la distancia una alta chimenea de ladrillos. Vomitaba un humo negro en el aire del atardecer. (Tolkien, 1955, p.385) Se había materializado la visión que vio Sam en el espejo de Galadriel. Pero Sam ve también otro aspecto fundamental para entender la modernidad en el espejo: “Han socavado Bolsón de Tirada y allá va mi pobre padre colina abajo llevando todas sus cosas en una carretilla” (Tolkien, 1954, p.487). Esto nos muestra la desposesión y la exclusión como característica del modelo de desarrollo moderno. La modernidad, el positivismo y el discurso del “progreso” economicista se impone, impone sus lógicas destruyendo las diferencias, y las diferentes visiones del mundo. Esto se lleva a cabo mediante la desposesión y la exclusión. Un ejemplo claro es la colonización y conquista de África, esta se dio por motivos económicos y políticos, sin embargo, la justificación fue la de llevar la “civilización” y el “progreso” a los pueblos y comunidades africanas. Imponiendo la cultura europea, destruyendo las culturas y etnias autóctonas, consideradas “bárbaras” e “incivilizadas”. Así como Saruman busca destruir la forma de vida de los hobbits.

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Para David Harvey esto se define como “Imperialismo”. Como ya no se puede explotar ni los recursos ni a los trabajadores locales, se deben buscar otros territorios a los cuales explotar. En Europa empiezan a crearse uniones obreras o sindicatos que reclaman mejores condiciones, por lo tanto, en el siglo XIX el capitalismo busca expandirse en busca de materias primas y nuevos mercados. Esto va a representar el surgimiento del Colonialismo como forma de desarrollo. De manera que las personas o comunidades que no se adapten al sistema son excluidos u obligados a pertenecer a él. Además, Tolkien fue un ferviente crítico del colonialismo inglés. La expansión de estos ideales se muestra simbólicamente como la expansión de la sombra. En El Señor de los Anillos, las nubes de Mordor se expanden, con el fin de que los orcos puedan atacar Minas Tirith. Sauron busca imponer su voluntad, por eso el Anillo es: “Un anillo para gobernarlos a todos. Un anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la tierra de Mordor donde se extienden las sombras.” (Tolkien, 1954, p.73) La idea de poder, de dominación y de ambición es fundamental en la obra de Tolkien. De hecho, en la Segunda Edad, Sauron no pudo derrotar a Númenor. La Caída de este poderoso reino se dio por la influencia que tuvieron los consejos de Sauron, que llevaron a que los propios Númeróneanos se destruyeran por la ambición a algo más grande. En lugar de obligarlos, Sauron los persuadió. El deseo y la ambición es un tema recurrente en Tolkien como lo vemos en Thorin o en Fëanor.

Fëanor y los silmarils por Bella Bergolts


La decadencia, muestra Tolkien, se da por la ambición. La gran lucha del bien contra el mal en Arda surge por el deseo de dominio, por el deseo de poder, por eso el Anillo atrae y corrompe. En El Silmarillion se evidencian estas características en Morgoth: “(…) lo consumía el odio, pues tenía celos de la obra de sus pares, a quienes deseaba someter.” (Tolkien, 1977, p.36) El individuo va a ser el sujeto por excelencia de la modernidad. Fëanor hijo de Finwe cae en las lógicas del individualismo y el utilitarismo. Más que conocer y relacionarse con las cosas, busca dominarlas. El amor u obsesión de Fëanor por los silmarili lo lleva a la muerte, no solo de él si no de sus hijos. Cegado por la ambición lleva a cabo el primer derramamiento de sangre de elfos por elfos. Con el fin de robarles los barcos, Fëanor asesina a los elfos Teleri y abandona a los hijos de Finrod (que son su propia familia), todo esto, por ir en busca de las joyas. De la misma manera, durante la Nírnaeth Arnoediad (Batalla de las lágrimas innumerables) los hombres se mataron los unos a los otros. Esto representa el triunfo de los ideales individualistas, de los ideales de la codicia, el utilitarismo, los ideales de Morgoth y Sauron: Grande fue el triunfo de Morgoth, y cumplió su propósito de modo grato a su corazón; porque los hombres quitaron la vida a los hombres y traicionaron a los Eldar, y el miedo y el odio despertaron entre aquellos que tendrían que haber estado unidos. (Tolkien, 1977, p.232) Las lógicas de Morgoth, Sauron y Saruman, son las mismas, y las buscan imponer mediante el dominio de todos los territorios y pueblos que puedan alienar. Cuando los hobbits vuelven a La Comarca ven en lo que Saruman la ha convertido: — ¡Esto es peor que Mordor! dijo Sam—. Mucho peor, en un sentido. Duele en carne viva, como quien dice; pues es parte de nosotros y la recordamos como era antes. —Sí, esto es Mordor —dijo Frodo—. Una de sus obras. Saruman creía estar trabajando para él mismo, pero en realidad no hacía más que servir a Mordor. Y lo mismo hacían aquellos a quienes Saruman engañó, como Otho. No importa la figura, si es Sauron o Saruman,

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no importa que ambos individualmente busquen imponerse y ser un poder. Lo relevante es lo que representan, y ambos representan lo mismo: el dominio; la voluntad de poder; la explotación y la destrucción de la diferencia. Frente a las lógicas de dominación, de búsqueda de poder, de la expansión de la industria, del totalitarismo se presentan resistencias. Los pueblos libres de la Tierra Media lucharon por defender lo que era de ellos, lo que los representaba, con el fin de asegurar su autonomía y libertad. Frente a la dinámica de la máquina, de la devastación, del extractivismo, los hobbits lucharon en La Comarca, los ents marcharon a Isengard de una forma muy simbólica, ya que Isengard en su expansión arrasó la naturaleza y ahora la naturaleza se está defendiendo, como Yavanna lo quería.

Isengard por Ted Nasmith

Adicionalmente, estos pueblos tienen diversas visiones y significados del mundo: los elfos tienen una visión de respeto por la naturaleza, la ven como parte de ellos mismos. A los hobbits les gusta lo sencillo como tomar el té con un amigo, estar en una fiesta o pasearse por los campos y bosques. Un gran ejemplo de esto es la relación de Legolas y Gimli. Ellos son muy diferentes, al punto que al comienzo no se agradan mucho, sin embargo, se convirtieron en los mejores amigos. Y Gimli entró al bosque de Fangorn por petición de Legolas y de la misma forma Legolas entró en las cavernas relucientes del Abismo de Helm porque Gimli se lo pidió. Cada uno logra comprender la belleza de estos lugares de los cuales antes tenían poco agrado. Tolkien nos enseña que la diversidad de pensamiento y de formas de concebir el mundo no solo es bella, sino deseable. Gandalf, como un peregrino va y viene conociendo y sorprendiéndose de las diversas formas de


vida de los pueblos libres. El problema surge cuando un grupo busca imponer a los demás sus propias lógicas. Eso es Sauron, y antes de él Morgoth. El problema es el deseo de poder y dominación, por eso se habla de “Anillos de Poder.” Las diferentes especies y criaturas de alguna forma se ayudan mutuamente para no ser subyugados, pero al comprenderse encuentran una belleza que les era desconocida hasta el momento, como es el caso de Gimli con Galadriel, pasando de pensar mal de ella a defenderla contra las afirmaciones de Eomer. Este concepto de ayuda mutua es fundamental precisamente por la ideología o inclinación política de Tolkien. En una carta a su hijo en la fuerza aérea escribe que: Mis opiniones políticas se inclinan más y más hacia el anarquismo (entendido filosóficamente, lo cual significa la abolición del control, no hombres barbados armados de bombas) o hacia la monarquía «inconstitucional». Arrestaría a cualquiera que empleara la palabra Estado. (Carta 52 a Christopher Tolkien) Tolkien desprecia el Estado, ya que lo ve como una forma de dominación o control. El Estado moderno capitalista busca el control y la imposición de un modelo hegemónico, caracterizado por la burocratización. Como lo plantea el filósofo argentino Enrique Dussel, la modernidad crea la historia que conocemos, el modelo de pensamiento que debe ser usado, las aspiraciones éticas y morales que se deben perseguir como individuos. Para Tolkien la imposición vertical de una estructura jerárquica es despreciable, en contraste se debe buscar una construcción social horizontal, sin asimetrías. Pero los impulsos sociales que buscan construir sociedades sin dominación, sociedades sin control, son normalmente destruidos por el Estado, como lo explica Piotr Kropotkin en “La ayuda mutua”. Al igual que Morgoth y Sauron buscan imponerse, las lógicas modernas se han impuesto, determinando nuestra forma de pensar y ver el mundo. Imponiendo el individualismo, el utilitarismo, el racionalismo economicista y unas pocas formas de relacionarnos en sociedad. La pregunta fundamental es, ¿qué pasará con los pueblos libres que actualmente resisten? ¿Tienen alguna oportunidad de lograr su autonomía y reivindicaciones propias o serán consumidos por las sombras?.q

Referencias Bentham, J. (2001). Un fragmento sobre el gobierno. Madrid, Tecnos, 2001 Bourdieu, P. (1993). Espíritus de Estado, génesis y estructura del campo burocrático. Buenos Aires, revista sociedad. Dussel, E. D. (2016). Transmodernidad e interculturalidad. México, Astrágalo: Cultura de la Arquitectura y la Ciudad. Furtado, C. (1980). Dialéctica del desarrollo. México, FCE. Capítulos V y VI. Gramsci, A. (1930). Análisis de la correlación de fuerzas. En: Cuadernos de la cárcel. Habermas, J. (1994). Modernidad versus posmodernidad, en: Pico, Josep (ed). Modernidad y posmodernidad. Barcelona, Alianza editorial, pp. 87-103. Harvey, D. (2005). Acumulación por desposesión. En: El nuevo imperialismo. CLACSO, Pp. 99-130. Kant, I. (1781). Crítica de la razón pura. Mballa, L. (2008): El Estado africano: entre crisis y conflictos. Revista Razón y Palabra, núm. 62, mayo-junio, Quito, Universidad de los hemisferios, pp. 1-12 Smith, A. (1776). Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Tolkien, J.R.R. (1937). El Hobbit. Colombia, editorial Booket, 2010. Tolkien, J.R.R. (1954). El señor de los anillos: La comunidad del anillo. Buenos aires, Editorial Minotauro, 2002. Tolkien, J.R.R. (1954). El señor de los anillos: Las dos Torres. Buenos aires, Editorial Minotauro, 2002. Tolkien, J.R.R. (1955). El señor de los anillos, El retorno del rey. Barcelona, Editorial Booket, 2009. Tolkien, J.R.R. (1977). El Silmarillion. Colombia, Editorial Booket, 2013.

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Cuidado Bombadil, que te pesca el Nøkke! ¡ Mónica Sanz, España

El personaje de Tom Bombadil es un personaje generalmente muy querido por los lectores de El Señor de los Anillos. De aspecto jovial, poderes peculiares y ánimo risueño, camina por el Bosque Viejo mientras canta para recoger en el río lirios de agua para su bella esposa Baya de Oro. Baya de Oro no es menos misteriosa. ¿Quién es este personaje? ¿Es humana, elfa, maia...? ¿Quién es la misteriosa mujer del río, aquella que es su madre? ¿Qué hace en su ‘día de lavado’ exactamente? Y, sobre todo, lo que más nos interesa en este artículo, ¿qué pudo inspirar su creación? Las respuestas a las primeras preguntas las encontramos en palabras del propio Tolkien en su famosa carta a Forrest Ackerman (sí, en la que despelleja el guion para una posible adaptación cinematográfica): «No estamos en el país de las hadas, sino en verdaderas tierras ribereñas en otoño. Baya de Oro representa los cambios de estación que se dan en ellas.» (Tolkien, 2002, p.319) Baya de Oro es un personaje bastante antiguo en la obra de Tolkien. Aparece ya en el poema Las aventuras de Tom Bombadil, que fue publicado por primera vez el 13 de febrero de 1934. Es el primer texto que Tolkien escribió sobre Bombadil, da título al poemario que se publicó en 1963 y, según el propio Tolkien, lo incluyó en El Señor de los Anillos porque ya lo había creado para el poema y porque necesitaba que los hobbits vivieran esa aventura. En el prólogo de Las aventuras de Tom Bombadil, Tolkien menciona que este poema, junto a otros dos, muy probablemente se compuso en Los Gamos, ya que: «Demuestran un conocimiento de ese país, y también del Valle, el valle boscoso del Tornasauce, que difícilmente tuviera un Hobbit que viviera al oeste de Marjala. También demuestra que los habitantes del valle conocían a Bombadil», y el propio Tolkien dice más adelante que: «El humor de Tom se transforma aquí en burla hacia sus amigos, que lo tratan de una manera divertida (aunque teñida con algo de miedo)» (Tolkien, 2014). Las negritas son mías. En el poema encontramos que Baya de Oro pesca por las barbas a Tom y lo sumerge en el río, traviesa. Allí su barba colgaba larga dentro de la corriente: emergió Baya de Oro, hija de la Mujer del río; tiró de los cabellos de Tom. Allá fue él arrastrado bajo los lirios de agua, burbujeando y tragando. (Tolkien, 2014)

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Tom consigue zafarse de ella mandándola a dormir, como hará más adelante con el resto de ‘enemigos’ que se encontrará en el poema, y como también hará en El Señor de los Anillos con el Viejo Hombre Sauce. Es decir: ha de usar su peculiar magia para zafarse de algo que hubiera supuesto su indudable muerte aunque para Baya de Oro no fuese más que un juego. Más tarde en el poema, encontramos que a Tom «Nunca lo atraparon (...) e incluso entre los lirios de agua en bote sobre el río», y entonces él mismo atrapa a Baya de Oro para llevársela a su casa y casarse con ella: “¡Vendrás bajo la colina! No pienses en tu madre en su charca llena de algas: ¡allí no encontrarás amante! (...) En la orilla, en los juncos, la Mujer del Río suspiraba.” (Tolkien, 2014) En El Señor de los Anillos se nos presenta una imagen muy amable de Baya de Oro. Lo primero que sabemos de ella es que Tom Bombadil menciona que ha salido a recoger lirios de agua para Baya de Oro. La primera impresión al verla en persona es, cuando menos, peculiar: «En el extremo opuesto de la habitación, mirando a la puerta de entrada, estaba sentada una mujer (...) A sus pies, en vasijas de cerámica, de color pardo y verde, flotaban unos lirios de agua, de modo que la mujer parecía entronizada en medio de un estanque. (...) Pero antes de que pudieran decir una palabra, la joven saltó ágilmente por encima de las fuentes de lirios, y corrió riendo hacia ellos; y mientras corría, la túnica verde susurraba como el viento en las riberas floridas de un río.» (Tolkien, 1977, p.132) Se habla en El Señor de los Anillos de la hermosa y larga melena de Baya de Oro, que se peina en el poema Las aventuras de Tom Bombadil, donde también se cuenta que llevó nomeolvides y lirios como guirnalda en su boda. De hecho, lleva un tipo concreto de lirios, flag lilies, que crecen en los cursos de agua y son de color rojo (Tolkien, 2014). Baya de Oro canta con hermosa voz, que recuerda a la frescura de la lluvia nueva, y Frodo se regocija al escucharla. Al momento de enfrentarnos con Baya de Oro y sus posibles inspiraciones, nos encontramos con una plétora de criaturas mitológicas y religiosas de muy variados lugares ¿Está Baya de Oro inspirada en


una ondina escandinava? ¿En una nereida griega? ¿Una ninfa helena? ¿Una moura castellana? ¿Una sumpall mapuche? ¿O acaso las criaturas del Legendarium de Tolkien más influenciadas por las criaturas femeninas de agua de la antigüedad sean en cambio las oarnen, wingildi y falmarini de los Cuentos Inconclusos? A todas estas preguntas creo que cada estudioso podrá proporcionar una respuesta diferente. Por lo que a mí respecta, afirmaré que Baya de Oro se parece sobre todo a los nøkken. ¿Y qué es un nøkke? Un nøkke es una criatura mitológica nórdica. Recibe muchos nombres dependiendo del lugar donde estemos (nixie, nixi o nix en Inglaterra, näkki en Finlandia, nykur en las Islas Feroe, nikker en Países Bajos, nøkk o nykk en Noruega, nøkke en Dinamarca), pero siempre es una criatura de las aguas, sean estos ríos, riachuelos, estanques o arroyos. Normalmente se los describe como ancianos de largas barbas que viven solitarios, y son crueles y ávidos de sangre. En contrapartida, las criaturas femeninas o nixe son más sociables y amigables, de hecho no se pueden distinguir de una mujer normal en algunas leyendas si no fuera porque el dobladillo de su vestido o su delantal siempre está húmedo. Son muy aficionadas a la danza y a cantar. Se dice de ellas que «Eran consideradas como criaturas de belleza cautivadora. Sentadas al sol, junto a las aguas, peinaban sus largas y rubias cabelleras. Algunas veces se dejaban ver por los mortales, quienes quedaban como enloquecidos y eran arrastrados al fondo de las aguas. (...) Los nixes son algunas veces espíritus bienhechores que ayudan a los hombres, aconsejándoles y anunciándoles el porvenir. Especialmente lo hacen las nixes o nixinas, que ante todo encantan a los hombres con la dulzura de su voz y que frecuentemente, en las leyendas, contraen matrimonio con ellas.» (Llaugé Dausà, 2013, p.335) ¿Por qué en concreto Baya de Oro me evoca a los nøkken? Podríamos equipararla a cualquiera de las criaturas que hemos mencionado antes. Todos tenemos en la mente a las ondinas peinándose lánguidamente, a las mouras con su vestido metido en el agua, a las sirenas cantando, a las ninfas llevándose a los incautos hacia el agua para ahogarlos. Pero sólo el nøkke, sólo las nixe, tienen su historia atada a los lirios de agua. Porque los nøkken utilizan los lirios de agua como morada, como cubierta y también como cebo. Aguardan bajo los lirios de agua y, cuando un amante deseoso de hacer un regalo o una doncella deseando adornarse con un lirio lo toma inocentemente, el nøkke tira de ellos y los ahoga en las profundidades. En la Alemania superior y central se llama a los nøkke hakermann, ‘el hombre del gancho’, porque se decía que al tomar el lirio enganchaban con un gancho a su víctima para ahogarlo. En Suecia, los lirios de agua se llaman näckrosväxter y en Dinamarca nøkkeroser, ambos

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nombres relacionados con los nøkken. Hay un cuento sueco que nos habla, de hecho, de lirios de agua rojos, como los que lleva Baya de Oro el día de su boda: «En el lago de Fagertärn, había una vez un pescador muy pobre que tenía una hermosa hija. El pequeño lago le proporcionaba poco pescado, y el pescador tenía problemas para mantener su pequeña familia. Un día, mientras el pescador estaba pescando en su pequeño cayuco de roble, se encontró con el Nøkken, quien le ofreció buenas capturas magníficas si el pescador le daba a cambio a su hermosa hija el día en que ésta cumpliese dieciocho años. El pescador, desesperado, accedió y le prometió al Nøkken su hija. El día en que la muchacha cumplía dieciocho años, bajó a la orilla a encontrarse con el Nøkken. El Nøkken le pidió gustosamente que caminase con él hacia su morada en las profundidades, pero la muchacha desenvainó un cuchillo y dijo que nunca la tendría viva, y se clavó el cuchillo en el corazón y cayó muerta al lago. Entonces su sangre coloreó los lirios de agua de rojo, y desde ese día algunos lirios de agua de los bosques del lago son rojos.» (Karlsson, 1970, p.86) Quizá Baya de Oro necesita en concreto de lirios de agua, y no otra flor, para sentirse un poco en casa mientras habita con Tom Bombadil, porque no deja de ser su naturaleza de nøkke. Quizá su madre, la Mujer del Río, no sea sino una (o un, porque son cambiaformas) nøkke que ahora trata de pescar solo a incautos que pasen por el camino del Bosque Viejo, echando mucho de menos a su hija y llorando amargamente, como el día en que le fue arrebatada de sus brazos. Quizá por ello Tom Bombadil, como explica en El Señor de los Anillos, iba a buscar los últimos lirios de agua de la temporada el día en el que, afortunadamente, se cruzó con los hobbits en apuros. Y quizá por ello también Baya de Oro se hallaba, entronizada como una reina, entre fuentes de barro plagadas de lirios de agua a la llegada de los hobbits a casa de Tom Bombadil. ¡Así que ten cuidado, oh, Tom Bombadil, no vaya a ser que trotes con tus botas amarillas, tu chaqueta azul brillante y la pluma en el sombrero, y al coger los lirios de agua para tu nixe doméstica te enganche un nøkke por la barba castaña!q REFERENCIAS Karlsson, Sture (1970). I Tiveden. Reflex Llaugé Dausà, Félix (2013). Diccionario universal de ángeles, demonios, monstruos y seres sobrenaturales. Ediciones Obelisco. Tolkien, J. R. R. (1977). El señor de los anillos. Círculo de Lectores. Tolkien, J.R.R. (2002) Cartas. Planeta de Agostini. Tolkien, J. R. R. (2014). The Adventures of Tom Bombadil. HarperCollins Publishers.


Monopoly: The Lor d of the Rings,

nos ha n

vendido dos veces el mismo lote? Daniel A. Penagos-Betancur, Isildur Elendion

Monopoly es uno de los juegos de tablero más populares del mundo y uno de los más vendidos —si no el más— según el portal Yahoo! Finance con un acumulado de más de 275 millones de unidades vendidas desde su aparición en 1935 (Lisa, 2021). El juego, cuyo objetivo es la compraventa e intercambio de bienes raíces para lograr un monopolio de oferta al poseer todas las propiedades dentro del tablero, ha tenido a lo largo de su historia una cantidad para nada despreciable de ediciones basadas en franquicias, series, marcas e incluso países; de esta forma nos hemos encontrado con que nombres como Game of Thrones, Ghostbusters, Super Mario Bros., Star Wars e incluso Colombia, han puesto su nombre como apellido en alguna versión del juego. El Señor de los Anillos no ha sido ajeno a este fenómeno y desde que la trilogía dirigida por Peter Jackson hizo su aparición en las salas de cine han salido al mercado cuatro versiones del juego que pone en venta algunos de los lugares más emblemáticos de la Tierra Media: Monopoly: The Lord of the Rings Trilogy Edition (2003), Monopoly: The Lord of the Rings Trilogy Edition (2004) —con el mismo nombre que la edición del 2003, pero con diferencias significativas—, Monopoly: The Lord of the Rings Collectors Edition (2005) y Monopoly: The Lord of The Rings Edition (2021). Mi objetivo acá es hacer una comparación entre las ediciones del 2003 y del 2021, pues si bien ambos conservan la mecánica del juego original y vienen de la misma franquicia, son dos piezas completamente diferentes y vale la pena detallarlas. Tokens: La versión del 2003 incluye seis tokens hechos en peltre con acabado mate: Gandalf, Legolas, Frodo, Aragorn, Gimli y Galadriel. La edición del 2021 incluye nueve tokens también hechos en peltre con acabado

brillante: Gandalf, Legolas, Frodo, Aragorn, Gimli, Boromir, Sam, Merry y Pippin. Vale la pena notar que, si bien ambas versiones comparten personajes, en ambas versiones los personajes vienen en posiciones diferentes. Otro detalle que vale la pena mencionar es el hecho de que los tokens de la edición del 2021 tienen de forma general un mejor acabado y nivel de detalle frente a los tokens del 2003.

Tokens de jugador de las dos versiones de Monopoly a. Tokens de la versión del 2003. b. Tokens de la versión del 2021. Imagen propia.

Construcciones: Ambas versiones reemplazan las típicas casas y hoteles por construcciones más oportunas para la Tierra Media. Las construcciones de la versión del 2003 son baluartes y fortalezas, ambas con una estética más cercana a la arquitectura enana que a la de cualquier otro pueblo

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Tarjetas de Oportunidad y Cofre de Comunidad: Las tradicionales tarjetas han sufrido cambios en ambas versiones. En la versión del 2003 reciben los nombres de Eventos y Personajes respectivamente. En cambio, la versión del 2021 solo cuenta con un tipo de tarjetas, que reciben el nombre de Aventura. En ambas versiones las tarjetas incluyen las acciones ya tradicionales: mover el token, pagar impuestos, recibir algún bonus, salir libre de la cárcel, etc.

libre. La versión del 2021 incluye puestos de avanzada que recuerdan un poco a las construcciones del reino de Rohan y fortalezas con una estética claramente alusiva a Minas Tirith.

Tokens de jugador de las dos versiones de Monopoly a. Tokens de la versión del 2003. b. Tokens de la versión del 2021. Imagen propia.

Dinero: A mi juicio esta es una de las diferencias más grandes entre ambas versiones. La primera diferencia es la moneda usada en ambas ediciones del juego: Por un lado, la edición del 2003 usa el “poder” como unidad, mientras que la versión del 2021 usa los mollies habituales del juego clásico. El formato es también diametralmente opuesto, pues la versión del 2003 utiliza los billetes típicos del juego, mientras que la versión del 2021 ha optado por incorporar monedas de oro y plata. Esto lleva a que las denominaciones usadas no sean las mismas, es así como en la versión del 2003 nos encontramos con los típicos billetes de 1, 5, 10, 20, 50, 100 y 500; mientras que en la versión del 2021 las monedas de plata tienen valor de 1 y las de oro un valor de 5. Obviaré analizar el monto inicial de dinero que recibe cada jugador, los precios de compra, hipoteca y renta de las propiedades y demás costos propios del juego pues creo que no tienen punto de comparación sabiendo que las magnitudes que usan ambas versiones son tan diferentes.

Estaciones: En la versión del 2003 nos encontramos con que las típicas estaciones del ferrocarril han sido sustituidas por cuatro de los más emblemáticos corceles de la Tierra Media: Bill el Pony, Asfaloth, Brego y Sombragris. En la versión del 2021 nos encontramos con armas en vez de estaciones o corceles: Bastón, Arco, Dardo y Hoja de Morgul. En ambas versiones poseer más de una de estas propiedades multiplica el valor de la renta hasta un máximo de x8 Servicios públicos: Como no tenemos registro de la presencia de servicios públicos en la Tierra Media a finales de la Tercera Edad, estos también han sido sustituidos en ambas versiones. En la versión del 2003 nos encontramos con que estas propiedades corresponden a los bastones de Saruman y de Gandalf, mientras que en la versión del 2021 corresponden a los trozos de Narsil. La forma de cobrar la renta de estas propiedades también ha cambiado, pues en la versión del 2003 el valor de la renta al ser poseedor de una de estas es igual a cuatro veces lo obtenido al tirar un dado y si se es dueño de las dos propiedades es igual a diez veces lo obtenido al tirar un dado. En cambio, en la versión del 2021 la renta de uno de los trozos de Narsil es igual a lo obtenido al tirar un dado y el de los dos trozos es igual a lo obtenido al tirar dos dados. Propiedades: En la versión del 2003 nos encontramos con las siguientes propiedades en orden desde la salida y siguiendo las manecillas del reloj: Serie marrón: Bolsón Cerrado y la Granja de Maggot, serie azul clara: Balsadera de Gamoburgo, Bree y la Cima del Viento, serie fucsia: Vados de Bruinen, Rivendel y Caradhras, serie naranja: Minas de Moria, Lothlórien y Saltos de Rauros, serie roja: Paso de Rohan,

Dinero usado en las dos versiones del Monopoly con cada una de las denominaciones en circulación dentro del juego a. Dinero de la versión del 2003. b. Dinero de la versión del 2021. Imagen propia.

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Abismo de Helm y Edoras, serie amarilla: Bosque de Fangorn, Folde Oeste e Isengard, serie verde: Osgiliath, Campos de Pelennor y Minas Tirith y serie azul oscura: Barad-dûr y el Monte del Destino. En la versión del 2021 nos encontramos con las siguientes propiedades en orden desde la salida y siguiendo las manecillas del reloj: Serie marrón: Hobbiton y Bree, serie azul clara: Cima de los Vientos, Vados de Bruinen y Rivendel, serie fucsia: Paso de Caradhras, Minas de Moria y Lothlórien, serie naranja: Emyn Muil, Bosque de Fangorn y la Ciénaga de los Muertos, serie roja: Edoras, Abismo de Helm e Isengard, serie amarilla: Osgiliath, Minas Morgul y Minas Tirith, serie verde: Senderos de los Muertos, Cirith Ungol y Campos de Pelennor y serie azul oscura: La Puerta Negra de Mordor y Barad-dûr. Vale la pena mencionar que en la versión del 2003 en la casilla de cada propiedad han puesto un dibujo hecho a lápiz para representar el lugar, mientras que en la versión del 2021 han tomado fotogramas de la película de Peter Jackson Dados: Ambas versiones usan el típico par de dados de seis caras. En la versión del 2003 uno de los dos dados tiene en una de sus caras El Ojo de Sauron en reemplazo del número uno. La versión del 2021 ha hecho este mismo reemplazo en ambos dados. El valor de la cara del Ojo de Sauron también es diferente, pues en la versión del 2003 es igual a 1, mientras que en la versión del 2021 es igual a 0. Que en ambas versiones haya una cantidad diferente de caras con el Ojo de Sauron es fundamental para entender el siguiente punto. El Anillo Único: Y como ningún juego que lleve el nombre de El Señor de los Anillos podría estar completo sin la presencia del Anillo Único, en ambas versiones hace su aparición. Esta es, de nuevo a mi juicio, la mayor diferencia que hay entre ambas ediciones. Por un lado, en la versión del 2003 el Anillo Único es una regla opcional para el juego, si los participantes no quieren que esté presente, simplemente permanecerá en la caja durante la partida. Si se decide jugar con él, el Anillo Único comenzará su viaje por el tablero desde Bolsón Cerrado y seguirá el camino moviéndose de propiedad

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Juego de dados y el Anillo Único usados en las dos versiones del Monopoly con cada una de las denominaciones en circulación dentro del juego a. Dados y Anillo Único de la versión del 2003. b. Dados y Anillo Único de la versión del 2021. Imagen propia.

en propiedad cada vez que en los dados salga la cara de El Ojo de Sauron hasta llegar al Monte del Destino. Si el Anillo Único llegara a completar su viaje, el juego acaba inmediatamente. El Anillo Único tiene poderes sobre los terrenos, pues si un jugador termina el turno en la propiedad en donde este esté y dicha propiedad no tenga dueño, dicho jugador puede reclamarla de forma gratuita; en cambio, si la propiedad tiene dueño, la renta será el doble de lo normal. En la versión del 2021 la presencia del Anillo Único es necesaria para el desarrollo del juego. Al comienzo del juego el jugador que tenga la tirada más alta de un dado será el


primer Portador del Anillo, quien al ponerse el Anillo Único será completamente invisible y no pagará rentas en las propiedades de los demás jugadores, ni impuestos, ni irá a la cárcel si llegara a terminar su turno en la casilla que así lo indica. Lo único que afecta al Portador son las tarjetas de Aventura. Cada vez que sea el turno del Portador, la ficha de seguimiento del Anillo debe ser movida una casilla en el Camino Hacia el Monte del Destino ubicado en el centro del tablero, este camino indicará el valor de la multa que debe pagar el Portador una vez pierda el Anillo Único o incluso si puede cobrar el doble cada vez que pase por la Salida o por la renta de sus propiedades. El Portador del Anillo Único puede entregar el Anillo Único si en su turno sobrepasa a un jugador —y en este caso no tendría que pagar la multa—, perderlo si un jugador lo sobrepasa en su turno y lo desafía por el control de él o si en su tirada de dados saca al menos un Ojo de Sauron. En ambos casos deberá pagar la multa y la ficha de seguimiento del Anillo reubicada al inicio del Camino Hacia el Monte del Destino. Si el Portador anterior pierde el Anillo Único porque en un dado sale un Ojo de Sauron, el Anillo Único debe permanecer en dicha propiedad hasta que otro jugador pase por ella y se convierta en el próximo Portador. La presencia de dicho objeto no tiene efecto alguno sobre la propiedad en cuestión. Si la ficha de seguimiento alcanza la última casilla del Camino Hacia el Monte del Destino el juego acaba inmediatamente, el Portador recibe 15 Molliens y gana el juego quien más dinero tenga. Comentario final: No sería justo decir cual de las dos versiones es mejor que la otra basado en los elementos que acabo de comparar, así que esto lo dejaré a juicio de los jugadores. En su momento la versión del 2003 recibió como principal crítica lo poco relevante que resultaba el Anillo Único durante el desarrollo del juego, sin duda eso quedó más que sobrepasado con la reciente edición. Ambas versiones se logran disfrutar lo suficiente y tienen el nivel de inmersión dentro de la franquicia que cualquier fanático esperaría. En ninguna de las dos hay algún elemento que se sienta extraño o que no encaje ni con el formato del juego ni con la ambientación que le han dado.

Para mí fue toda una extrañeza encontrarme con la nueva versión del juego, aunque claramente es una forma de allanar el terreno para lo que posiblemente se venga en los próximos años en tema de merchandising sobre la serie de Amazon Studios. Si hay alguien que en su momento no tuvo la oportunidad de hacerse con una unidad del juego del 2003 creo que tiene esa oportunidad que tanto esperó, de nuevo lo digo: no será el mismo juego, pero sí podrá vivir la experiencia de jugar Monopoly a través de la Tierra Media. Quisiera completar este comparativo con las ediciones del 2004 y 2005, pero la información disponible en internet es poca y ambos juegos han incrementado considerablemente sus precios en los últimos años, así que por ahora quedan por fuera de comparativo alguno. De la versión del 2021 en español que sacó Hasbro hay un detalle que no me termina de convencer y le quita pulcritud al juego: Han decidido no traducir los nombres de los lugares y demás referentes a la franquicia, esto lleva a que todo el juego esté en un “spanglish” que lo hace ver tosco, sobre todo cuando en español existen términos equivalentes para todos los que han dejado en lengua original. Quiero darle un agradecimiento muy especial a Marisa Martínez de la STE, quién de manera muy gentil me compartió una versión en digital de las reglas de la versión del juego del 2003, documento que fue crucial a la hora de poner en común los términos usados en las dos versiones en español.q Referencias Monopoly: El Señor de los Anillos, Edición Trilogía [Juego de mesa]. (2003). Parker brothers. Monopoly: The Lord of the Rings [Juego de mesa]. (2021). Hasbro Gaming. Lisa, A. (8 de febrero de 2021). 12 of the Bestselling Board Games of All Time. Obtenido de Yahoo! Finance: https://yhoo. it/3I5WihA

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La criatura en la niebla Julián Sánchez Carvajal, Colombia

Había caminado durante horas en la espesa niebla. Quería enseñarles que habían hecho mal en no contar conmigo; quería mostrarles que en algún momento les iba a salvar la vida e iban a tener que recordarlo por el resto de sus vidas. Sabía por mi primo que estaban involucrados en algo grande, algo que les destacaría entre todos los medianos de la historia de La Comarca. Siempre tuve la sensación de que no pertenecía a mi hogar, de que el mundo estaba lleno de aventuras fuera de él. La grandeza me esperaba en un mundo en guerra y yo retornaría como un héroe, con espada al cinto, yelmo enjoyado, tesoros y mil aventuras que contar a mis espontáneas audiencias con ojos chispeantes y bocas entreabiertas. Uno piensa en todo lo que quisiera haber hecho en su vida cuando ya todo está perdido. No estaba seguro de si ese era el mismo camino que ellos habían tomado o si podría seguirles el paso tan pronto saliera del vapor espeso y el verdor fantasmal que bañaba todo ante mis ojos. No quería ni imaginar qué iba a pasar si seguía allí cuando el sol se fuera. Allí no hay árboles ni viento que mueven sus hojas. No se escucha el correr del agua, no hay un solo animal. Solo se ven sombras de afilados monolitos en la fría niebla verdosa que entumece los pies descalzos. Desde hacía horas había dejado en el camino una bolsa de cuero con mis iniciales bordadas atada con un cordel. Así estaba tranquilo de no haber estado caminando en círculos. Las huellas de mis pies desnudos en el fangoso sendero durarían varios días en borrarse. El valle se sumió en una terrible oscuridad pero la sensación de peligro no me permitía detenerme. Sentía que cada minuto en ese lugar me robaba años de vida. Según mis cálculos había caminado muchos kilómetros puesto que el sol había estado calentando todo sin proyectar sombra cuando descendí y ahora se había borrado cualquier rastro de él. Ahora no se veía una sola estrella; ni siquiera la luna lograba atravesar la espesura. El verde lechoso que me había acompañado toda la tarde se había convertido en un implacable manto negro. No podía distinguir el cielo de la tierra, no podía ver mis manos ni mis pies y sin

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embargo no me detuve. Pensé largamente en mi hogar, en el fuego, la comida caliente, mi familia, la cama suave y la hierba de La Comarca. En aquella oscuridad no se puede distinguir entre tener los ojos cerrados o abiertos ni los sueños de los recuerdos. Solo el fango me recordaba que me encontraba en el mundo y no flotando en un vacío horripilante. Sin luna ni estrellas era imposible saber cuánto duré caminando. A medida que lo hacía, todos mis anhelos se convertían en sueños rotos y todos mis recuerdos se diluían en esa niebla negra. A cada paso me sentía más pequeño mientras el valle se hacía más grande. Había olvidado quién era y por qué estaba en aquel valle. La necesidad de salir de allí mantenía un poco de esperanza dentro de mí como una débil llama que hay que proteger con las manos. Una llama que se apagó de un soplido al tocar con los dedos de mi pie lo que innegablemente era una bolsa de cuero con mis iniciales bordadas atada con un cordel. Nunca había llorado tan amargamente como esa noche. Por más que despejaba las lágrimas de mis ojos no lograba secarlos al menos un segundo. No solo me aterraba el no poder salir nunca de ese valle maldito: una parte de mí empezaba a resignarse a quedarse allí para siempre. Había iniciado el viaje a encontrarme cara a cara con espectros, demonios de fuego y dragones a quienes vencería de una u otra forma para regresar aclamado en vítores a casa donde pasaría el resto de mi vida en mi opulenta casa, mejor que Bolsón Cerrado con una hermosa esposa y media docena de pilluelos revoloteando por casa en medio de risotadas y chillidos. Saldría en las mañana fumando mi pipa bajo el hermoso cielo azul y los demás hobbits me saludarían con una leve reverencia al pasar por el arroyo y al entrar a la posada del Dragón Verde. No había considerado la muerte como un posible final para mi aventura. Lo cierto es que estaba allí enterrado en vida en aquella niebla negra, temblando, desorientado y cubierto de barro. Traté de calmarme para pensar, sabía que no debía retroceder por donde venía caminando y que no tenía ningún sentido


seguir el odioso sendero que me había puesto en tal situación. Decidí entonces caminar hacia mi izquierda y, tal como lo supuse, el camino fangoso quedó atrás y mis pies empezaron el ascenso por la rígida hierba de la colina. Cada tanto tropezaba con rocas que infligían pequeños cortes y moretones a mis piernas. Al terminar mi ascenso a lo que supuse que era la cima, tanteé una piedra en la que podía sentarme y descansar un poco antes de seguir mi camino. Incluso cuando amaneciera no podría ver más allá de unos cuantos metros y el calor atrapado por el vaho del valle terminaría de deshidratarme. No había forma de saber si estaba en el camino correcto, no había forma de saber si existía un camino correcto. Esperé unos minutos a que mi cuerpo y mente se recuperaran un poco. Levanté la mirada hacia el inexistente horizonte y por primera vez consideré la posibilidad de que hubiera quedado ciego. Antes de ese día, no me hubiera sido posible imaginar que existiera tal oscuridad como en la que me encontraba salvo quizás en el fondo del más profundo mar; la inconmensurable negrura no se interrumpía por nada. Por nada excepto un tenue punto de luz. Permanecí concentrado en el punto que flotaba en el vacío. Era de un azul pálido y se movía lentamente hacia arriba y hacia abajo. Después de varios minutos sin más que parpadear, noté que el punto se desplazaba hacia la derecha. De un brinco quedé en pie y empecé a caminar hacia la luz sin saber qué era ni a qué distancia me encontraba. Tal y como había calculado, había estado sentado en la cima de una colina y ahora debía tener cuidado al descender. Solo alcancé a dar unos cuantos pasos cuando la luz se detuvo bruscamente, mi primer instinto fue permanecer inmóvil pero en un segundo momento decidí dejarme caer sobre la quebradiza hierba sin apartar la mirada. Enorme fue mi sorpresa al ver que no se trataba de una, sino de dos luces que se movían como incrustadas en un objeto invisible para mí. Eran como… como si fueran… ¡Sí! Ya no había lugar a duda: eran ojos. Lo que estaba mirando era alguna criatura que a su vez me buscaba con la mirada. Luego, aquellos ojos prosiguieron con su camino por un sendero que yo no lograba ver. Decidí esperar tendido a que bordeara la base de la colina y me arrastré de vuelta a la cima para no perderla de vista. Al asomarme al otro costado, pude notar un resplandor verde en otra colina por donde la criatura ascendía. Descubrí entonces, que aquel suave brillo verdoso provenía del interior de una cueva a la que la criatura entraba. Vi que era traslúcido y flotaba en vez de caminar.

Justo en ese momento un potente chillido detrás me paralizó. No podía ver nada pero escuchaba un gigantesco aleteo y unas poderosas garras surcando la tierra. Entonces escuché otra descomunal ave caer a unos metros de mí, y luego otra y otra. En unos segundos había perdido la cuenta de cuántas me rodeaban chillando y aleteando. Pensé en permanecer inmóvil tratando de no ser notado pero un enorme pico se cerró sobre mí engulléndome desde la cabeza hasta la cintura. Varias de mis costillas crujían a cada cierre de las fauces inmundas mientras me sujetaba con fuerza a la áspera lengua de la criatura que trataba de comerme. La odiosa ave me lanzó dando vueltas en el aire con una facilidad pasmosa, pero no logró volverme a atrapar. En cambio, caí sobre el borde del pico y rodé sobre su cabeza y lomo huesudos. Caí a tierra y la pendiente me hizo descender a tumbos varios metros más debajo de donde las bestias se picoteaban entre sí. Me levanté cubierto de baba y tierra para seguir mi carrera hacía lo único que mis ojos podían ver: la cueva. Los aleteos se intensificaron y pude escuchar cómo revoloteaban a mi alrededor. Entré a la cueva con la certeza de que las inmundas aves no me seguirían hasta allí. Efectivamente, chillaron frustradas y se alejaron a toda velocidad. Lejos de tranquilizarme, su huida me hizo cuestionar sobre la naturaleza del sitio en que me encontraba ahora. Ni en mis más ambiciosas ensoñaciones hubiera podido imaginar lo que vi cuando mis ojos se acostumbraron a ver de nuevo. No podía creer lo que había en la cueva: diamantes, rubíes, zafiros, ópalos, esmeraldas y otras piedras incrustadas en maravillosos ornamentos de marfil, oro y perla; elegantes armas y escudos. A medida que avanzaba al interior de la cueva, más preciosos objetos encontraba y menos podía guardar en mis bolsillos. Guardaba objetos maravillosos que luego descartaba al encontrar otros aún más deslumbrantes. A pesar de mi torso adolorido, me colgué un escudo de oro con un hermoso árbol de plata y siete estrellas de diamante, me colgué una docena de collares, me puse un yelmo de oro y arrastré una pesada espada de plata y jade que sin duda, no podría blandir. Encontré una cota de malla que seguramente pertenecía a algún enano. Así continué hasta llegar al final de la cueva en donde un altar me aguardaba en una bóveda un poco más alta y ancha que el pasillo por el que había descendido. Sobre el altar yacía el cuerpo de un hombre rígido como una estatua de marfil sin emociones y de tranquila postura. Entendí que en realidad no se trataba de una cueva sino de un túmulo. Un enorme mandoble con escritura élfica

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más grande que la espada que yo arrastraba, estaba perfectamente balanceado sobre el pálido cuerpo vestido con una hermosa túnica blanca y oro. El hombre tenía un rostro severo, pero bondadoso con barba y cabellera caoba. Asumí de inmediato por su aspecto y todo lo que había en el túmulo que se debía tratar de un rey o al menos un hombre demasiado importante. Su cuerpo incorrupto me hizo pensar que llevaba poco tiempo de muerto aunque al observarlo más detenidamente me embargó la idea de que en realidad no estaba muerto. Me acerqué a su cara para comprobar si respiraba y al hacerlo me di cuenta de que el mandoble se movía casi imperceptiblemente hacia arriba y hacia abajo producto de una débil respiración. Halé con toda mi fuerza el mandoble que cayó con un fuerte tintineo al piso de piedra. Cuando volví la cara hacia el hombre, me encontré de frente con su cara girada y sus ojos fijos en los míos. Su boca se abrió con un lamento angustioso que me heló la sangre y resonó por todo el túmulo. Las rodillas me fallaron y sentí el corazón en la garganta. El hombre giró de nuevo la cabeza para observar la cúpula de la bóveda en que nos encontrábamos y entonces sollozó como un niño pequeño. Un esqueleto negro envuelto en un manto de oscura niebla fantasmal descendía suavemente sobre él. Me aparté de un brinco mientras el hombre trataba de incorporarse y echar a correr pero el espectro le aferró la cabeza. El brillo pálido que tenía en los ojos se fijó en mí mientras la carne del hombre se secaba ante mis ojos dejándolo tirado como un saco de piel y huesos que aún gritaba y temblaba con los ojos desorbitados. Que se te enfríen las manos, el corazón y los huesos, – dijo la escalofriante voz que venía de la criatura. Que se te enfríe el sueño bajo la piedra. Le lancé el yelmo y este le atravesó sin detener su avance. Que no despiertes nunca en el lecho de piedra. – dijo estirando sus manos hacia mí. Cerré los ojos y emprendí la huida despojándome de todas las riquezas que me impedían correr más rápido. Hasta que el sol se apague y la luna muera. Traté de alejarme lo más que pude, pero sentía que me desmayaba. La mano de la criatura casi me alcanzaba cuando me lancé sobre una pequeña espada recostada contra un cofre. El espectro me tomó de ambos hombros sobre la cota de malla y clavó su mirada en mis ojos. Enterré la espada en su pecho y se alejó soltando estridentes aullidos, me alejé mientras la hoja de la espada se deshizo hasta la empuñadura. El desesperante ascenso hacia la salida del túmulo culminó con la visión de la espesa oscuridad de la que tanto había tratado de escapar. Los gruñidos

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The Barrow-Wight por John Howe

rasgados de la criatura me indicaron que ascendía rápidamente hacía mí. Traté de prepararme con otra espada que estaba tumbada cerca, pero mis fuerzas no fueron suficientes para levantarla del suelo siquiera. Sin embargo, observé que en un montón de monedas de oro había enterrada una daga con una inscripción élfica como la del mandoble del hombre en el altar. Me apresuré a tomarla y salir del túmulo dispuesto a atacar a la criatura tan pronto apareciera frente a mis ojos. Esperé en el vacío aferrado al fango entre los dedos de mis pies. A medida que se acercaba, noté que la hoja de la daga brillaba como esmeralda. El espectro no apareció flotando frente a mí como yo esperaba. En cambio, reptó veloz como una víbora tratando de sujetarme del pie. Di un salto hacia atrás y ensarté con toda mi fuerza su abyecta mano al suelo. Esta vez la hoja no se deshizo y el espectro se revolcó tratando de liberarse sin éxito. Me resguardé de nuevo en el túmulo y esperé el amanecer. La voz de un hombre que cantaba alegremente resonaba por todo el valle cuando desperté. El espectro había desaparecido y la daga no brillaba más. La niebla del día anterior se había disipado con el canto del barbudo anciano de sombrero, chaqueta y botas, mostrando el camino a casa entre las montañas. Pensé en seguir al viejo, pero preferí descender la colina dejando el túmulo atrás. Mi aventura había terminado. Volví por un instante al túmulo a llenar mis bolsillos de tantas joyas y monedas de oro como pude y me encaminé a casa nuevamente. Como diría el viejo Bilbo, los hobbits somos gente sencilla y tranquila y no nos gustan las aventuras.q


Inteligencia Artificial: Qué opinan los fans sobre la serie de Amazon? Juan Fernando Tirado, Eärendil

Hace más de 4 años salió a la luz la noticia por parte de Amazon Studios y la Tolkien Estate sobre la producción de una serie basada en el universo de La Tierra Media, y desde entonces los tolkiendili alrededor del mundo hemos visto cómo crece la emoción con cada nuevo detalle que sale a la luz. Como buenos seguidores de Tolkien, cada pedazo de nueva información liberada al público ha sido desmenuzada, analizada y calificada según los criterios y el juicio de cada uno como algo positivo o negativo. No es poco frecuente encontrar en las redes sociales gran cantidad de contenido referentes al análisis de los temas concernientes a la serie, y consecuentemente una gran cantidad de comentarios de los usuarios de dichas redes sociales, muchos de ellos demostrando su interés y apoyo a la iniciativa de Amazon, y también muchos otros dejando en claro sus temores y su rechazo a lo que pueda salir mal de este ambicioso proyecto. En agosto de 2021, Amazon dio a conocer una de las mayores piezas de información sobre la serie al compartir la primera imagen oficial, en donde se puede ver entre otras cosas los dos Árboles de Valinor, e inmediatamente publicaciones de todo tipo empezaron a aparecer en las redes sociales y los tolkiendili a pronunciarse al respecto. Es aquí cuando surgió la idea de utilizar una una rama de la Inteligencia Artificial llamada Procesamiento del Lenguaje Natural para tratar de esclarecer un poco cuál era la tendencia en las opiniones de los fans en las redes sociales sobre la serie. El Procesamiento del Lenguaje Natural o NLP por sus siglas en inglés, es una rama de la Inteligencia Artificial que se utiliza para procesar, ordenar, modelar y analizar grandes volúmenes de datos generados a partir del lenguaje humano, ya sea oral o escrito. Dentro de estos posibles análisis y procedimientos del NLP, hay uno llamado Análisis de Sentimientos, que busca analizar si el sentimiento expresado por las palabras en un texto son positivas, negativas o neutrales,

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en donde se otorga un puntaje en un rango de -1 a 1, mientras menor el puntaje más negativo y mientras mayor, más positivo. En este caso utilicé una herramienta de Python llamado NLTK, para realizar un Análisis de Sentimientos en los comentarios de los 2 videos con mayor cantidad de vistas en YouTube acerca de la reciente noticia (en su momento) de la imagen de la serie, el primero del canal Nerdist titulado Lord of the Rings TV Series First Look Breakdown, y el segundo del canal Kai47 en donde el famoso youtuber español comenta la noticia de la imagen. Video que actualmente no está disponible. Después de extraer, limpiar y aplicar el modelo al conjunto de datos, se obtuvieron los resultados de los puntajes de los comentarios. Por ejemplo un comentario Positivo como: “Awesome! Looking forward to it with anticipation! Thanks!” recibió un puntaje de 0.83, y un comentario Negativo como “This is gonna suck ass. Toxic American politics pissing all over something that is distinctly English. Just another platform to spread ma message. Trash.” recibió un puntaje de -0.84.

Como resultado del análisis del total de 1552 comentarios extraídos, 922 de ellos fueron opiniones neutrales en la forma de comentarios demasiado largos o demasiado


cortos, así como comentarios que solo contenían emoticones, y comentarios realmente neutrales en su contenido. Analizando los resultados de manera global, el puntaje promedio general fue de -0.02, es decir que se observa una muy leve tendencia a una percepción negativa en los comentarios de los usuarios sobre la serie en los dos videos muestreados, con una gran participación de comentarios neutrales y negativos referentes al temor de una mala interpretación de la obra escrita según el criterio de cada usuario. Por otro lado, el algoritmo arrojó 362 comentarios claramente negativos con un puntaje promedio de -0.41 y 268 claramente positivos con un puntaje promedio de 0.46. En el caso de los comentarios positivos, que tuvieron un puntaje promedio más alto comparado con los negativos en términos de valores absolutos (0,48 como puntaje promedio para los comentarios positivos contra 0,41 como puntaje promedio para los comentarios negativos), la mayor parte de ellos se enfocan en la emoción por la imagen de los Árboles de Valinor descritos por los creadores de los videos, así como también en la expresión de apoyo en general a la serie. También, es notorio como los comentarios negativos tuvieron más likes (2596) con diferencia que los comentarios positivos (923), lo que se podría interpretar como un mayor apoyo a este tipo de opiniones por parte de los usuario que interactuaron con ambas publicaciones.

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Análisis del autor Creo que la falta de información verídica y constante debido a una campaña de divulgación mediática demasiado discreta (por no decir inexistente hasta el momento) y al hermetismo por parte de Amazon Studios con la producción de la serie, ha llevado a que crezca entre los fanáticos de Tolkien la ansiedad y el temor de una mala adaptación de la obra escrita o un inadecuado desarrollo de contenido original dentro del marco de la obra escrita según el criterio individual. En general, pienso que la creación de contenido de todo tipo alrededor de la obra de Tolkien es clave para mantener vivo el legado de La Tierra Media. Con un presupuesto tan inmenso y con un gigante como Amazon apostando tanto por este proyecto, realmente se esperan grandes cosas de esta producción. Yo creo que lo harán bien, probablemente no me gustará completamente todo lo que hagan, y probablemente habrá algunos que no les gustará para nada, pero voy a tratar de disfrutar lo que más pueda de esta serie que espero con ansias. Aclaración Este fue un mero ejercicio didáctico y no estrictamente ceñido a la rigurosidad técnica o científica con un tamaño de muestra muy pequeño, pero que aporta un poco más de información acerca de la percepción que va teniendo la serie con uno de sus públicos más críticos.q


Ilustraciones Fredy Jaramillo, Colombia

Luthien en las puertas de Angband Técnica: Acuarela sobre papel Dimensiones: 24 x 34 cm Descripción: Luthien se enfrenta a los terrores de Angband para ayudar a su amado Beren a robar el sillmaril de la corona de Morgoth, pero la poderosa puerta estaba custodiada por el temible lobo Carcharot.

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Joan Rosas, Colombia 9 años

La Montaña de Poder de Smaug Técnica: Ilustración digital Dimensiones: 1937 x 2240 px Descripción: Hice este dibujo porque Smaug y Sauron son mis personajes favoritos de El Hobbit y de El Señor de los Anillos. Smaug está parado sobre un montón de oro rodeado por montañas y escupiendo fuego, Sauron mira a Smaug a lo lejos.

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Juan Bermúdez, Colombia

Beorn el cambia pieles, capitán de los Beórnidas Técnica: Lápiz sobre papel Dimensiones: 21,59 x 27,94 cm Descripción: : Ilustré una versión del cambia pieles basada en la película de Peter Jackson sin su grillete en la mano y con una jarra de hidromiel para recibir a los enanos. Una versión más amigable y fiel al libro.

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