Dragón Verde 9 Edición Septiembre 2020

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In Memoriam

Guillermo Correa Correa, Rúmil (1944-2020) Miembro fundador de la STCO y primer director.

En Valinor junto al Profesor un lugar muy especial habrá, donde ahora está la memoria de nuestro querido Rúmil. Descansa allá, en la beatitud y gracia que las Tierras Imperecederas dan.


Edita Sociedad Tolkien Colombia Orodruin Director Daniel A. Penagos-Betancur Isildur Lectura y Corrección Norbey Gaviria Bardo Ilustración de Portada Ted Nasmith Maquetación Juan Fernando Salazar Beleg Traducción Juan Carlos Echeverri Sam Juan Fernando Tirado Eärendil Artículos Micaela Moyano Romero (Argentina) Melissa Alzate Suárez (Colombia) Daniela Calderón (Colombia) Elisa Valderrama Correa (Colombia) Carolina Cresta y Paola Torres (Chile) Juan Pablo Bascur Raurich (Chile) Ibai Adrián Goldaraz (España) Henk Brassien (Paises Bajos) Erick Carvalho de Mello (Brasil) Juan Fernando Salazar Beleg Daniel A. Penagos-Betancur Isildur

Editorial 2 Noticias de la Tierra Media

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Música en Taniquetil: Entrevista a Ted Nasmith 8

Cómo leer la Tierra Media y no morir en el intento 10 Isdril, la enana 14

La conexión española de J. R. R. Tolkien: Entrevista a José Manuel Ferrández Bru 16 Cocinando “Pastelitos de Gondor” con Elanor Gamyi 19 Tolkien y los Celtas

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El Rey bajo la Montaña

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La música en las obras de Tolkien

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Crónicas Enanas 26 Premios Tolkien Society 2020

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Smaug: Orígenes, desarrollo y vida posterior de un dragón literario

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La evolución del mal: Semilla que nunca para de germinar

La fantasía en Tolkien: Cómo ser un Hobbit en medio de los Uruk-hai Coleccionando Hobbits, más que solo libros: Los rompecabezas de ICE sobre El Hobbit

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Ilustraciones 42 ISSN 2711-3973

ISSNe 2711-3965

@orodruinstco sociedadorodruin @orodruinmed

Ilustración de portada Taniquetil por Ted Nasmith

orodruinmedellin@gmail.com

AVISO LEGAL Los textos e ilustraciones pertenecen a los autores, que conservan todos sus derechos asociados al © de su autor. El autor, único propietario de su obra, cede únicamente el derecho a publicarla en Revista Dragón Verde para difundirla por Internet en formato pdf o epub y ocacionalmente por medio impreso en cantidades limitadas.

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Editorial

Daniel A. Penagos-Betancur , Isildur Elendion - director STCO Decir que el 10 de diciembre del 2009 mi vida cambió, sería asumir que iba por un rumbo diferente antes de aquel día, lo cual no es cierto pues llevaba tiempo buscando la senda que me trajo a este lugar llamado STCO. Lo cierto es que esa tarde de miércoles encontré la puerta definitiva a la Tierra Media cuando don Guillermo —jamás fui capaz de tratarlo de tú a tú— abrió la puerta de su apartamento y en la pared del frente había colgado un afiche enmarcado de los Argonath, a lo mejor dándome la bienvenida. En ese momento supe que ese era el lugar que había buscado por mucho tiempo y que allí podría encontrar todo lo que alguna vez imaginé. Luego de esa vez, y durante al menos los siguientes cinco años, para Rúmil —él—, Ælfwine, Bilbo, Elessar y yo, el segundo miércoles de cada mes se convirtió en un día casi sagrado para reunirnos a hablar sobre Tolkien, la Tierra Media, otra literatura, más fantasía, las novedades que había y de nuestras vidas. Evocando este recuerdo es inevitable no sentirlo como una especie de T. C. S. B. o incluso de Inklings, pues sin duda, allí nos congregaba la fraternidad y camaradería que nos daban las historias que tanto amábamos. Fueron también muchos los momentos que tuvimos para hablar nosotros dos a solas, momentos en los que jamás me sentí intimidado por tener al frente a una persona mayor, con más conocimiento y muchas más horas de lectura que yo; en cambio encontré un amigo del cual podía aprender muchas cosas y del cual nunca desperdiciaba recomendación literaria alguna, era muy agudo en eso; quizás un relicto de su vida como profesor de español y literatura en el Gimnasio Los Alcázares y luego en el Colegio Benedictino de Santa María, donde terminó su vida laboral. En aquella época, también dedicamos mucho tiempo a hablar de la STCO de tiempo atrás, de esa “época dorada” cuando todos eran jóvenes y el furor de la trilogía por venir de Peter Jackson animó a mucha gente a unirse a las filas del grupo. En este entonces, solo podía anhelar vivir algo similar a las historias que cada tanto resonaban en mí. Poco a poco, y conforme iba recorriendo más y más parajes —unos ya caminados, otros no— de la Tierra Media, inevitablemente también, me sentía más y más vinculado en este legado. Si bien, llegado el momento Rúmil “se retiró” de la vida pública y nos dijo que lo hacía contento y seguro de que el legado de la STCO estaba más que seguro con nosotros, nunca perdimos el contacto y mantuve hasta una “doble vida” al reunirme con toda la nueva STCO los sábados en la tarde y luego con él, como siempre los miércoles para hablar de como iban las cosas; casi casi, como volviendo a casa a contar las aventuras vividas. Mentiría al decir que lo que he hecho junto a la STCO en estos cinco años de nuevo en plena actividad, no ha sido buscando conservar, alargar y enaltecer el legado del cual él me hizo partícipe en aquella ocasión, pues es un legado grande, pesado y lleno de muchas historias que siento sobre los hombros y que hace que saque pecho cada tanto cuando cosechamos un nuevo logro. Sin duda, el logro alcanzado con la STCO del cual me siento más orgullo es justamente Dragón Verde, idea que cuando se la presenté a principios del 2015, le encantó desde el primer momento; por lo cual no dudé en invitarlo a inaugurar este espacio en el cual hoy, le dedico tan sentidas palabras. En Dragón Verde 1, mi queridísimo Rúmil dejó consignadas estas palabras,

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que leídas hoy golpean el corazón y calan hondo debido a su ausencia: “Yo he caminado por el camino de Tolkien: y el camino sigue y sigue, y seguirá haciéndose camino en la lectura de sus obras y en la lectura-camino de la Revista hoy fundada con el empeño de los jóvenes integrantes de la actual Sociedad y por los primeros fundadores (jóvenes de espíritu) de la siempre amada Sociedad Tolkien Colombiana Orodruin.” De un tiempo para acá, cuando la enfermedad se apoderaba de su cuerpo, fue cada vez más difícil establecer contacto con él y tener esas charlas largas que tanto nos gustaban a ambos. Supe aprovechar cada momento de fuerza que sacaba para cruzar unas cortas palabras conmigo, que supiera que estaba con él y que estaría eternamente agradecido de ser parte de tan mágica aventura. A veces no me explico de dónde saqué fuerzas cada vez que cogía el teléfono para llamarlo, pues al colgar era inevitable que rompiera en llanto al saber lo que estaba pasando. El pasado 1 de marzo, paradójicamente mientras celebraba junto a otros amigos algunos logros, recibí la llamada que inevitablemente llevaba días sintiendo que era inevitable recibir: Rúmil había partido junto al Profesor. En medio del ruido, de las risas, de las historias que se contaban en la sala principal, todo dentro de mí se llenó de un silencio tan absoluto como nunca en la vida lo he sentido. Solo atiné a recordar, de nuevo, aquella tarde del 2009 cuando lo vi por primera vez. Podría contar cientos de historias de las que viví junto a Rúmil en estos diez años como miembro de la STCO, pero con ello le quitaría espacio a tan magna edición que tengo el orgullo de presentar. Así que, con todo el amor, cariño y admiración que le profeso a la memoria de Rúmil, quien fue mi mayor maestro en Tolkien en todos estos años, entrego al viento la edición más magna que hayamos hecho hasta hoy de esta revista, así él ya no la vea. Tengo el honor de presentar una edición con portada de uno de los más grandes ilustradores de Tolkien de la era moderna, que fue una bella sorpresa cuando acepto con el mayor de los gustos participar en nuestra publicación. Entrego también, una revista con la cuota más alta de artículos publicados hasta la fecha con participaciones que vienen de Chile, España, Países Bajos e incluso Brasil. Una revista con una participación especial de los estudiantes del seminario El universo literario de J. R. R. Tolkien, dictado por la profesora Maria Cristina Machado Toro en UPB, un logro para Tolkien dentro del plano académico local. Una edición que ahora cuenta con ISSN, un logro que pone a otro nivel este Dragón Verde que cada vez vuela más lejos. Sea lo que sea que pase luego de que uno deje este mundo, estoy seguro de que ahora Rúmil tiene frecuentemente conversaciones con Tolkien y sabe cosas que el resto de los mortales desconocemos. Solo resta continuar este legado del que somos parte y esperar por un futuro encuentro para retomar la conversación donde la dejamos la última vez. Solo me resta esperar esta vida, o quizás toda la eternidad.q


Noticias de la Tierra Media sobre Manhattan, Mi Napoleón o El aviador. Ganó el premio al Mejor Actor de Reparto en el Festival de Cannes y el BAFTA al Mejor Actor de Reparto por su interpretación en Carrozas de fuego. Además de su papel como Bilbo Bolsón en las películas de Peter Jackson, de Holm también nos queda su interpretación de Frodo Bolsón en el serial radiofónico de El Señor de los Anillos emitido por la BBC en 1981.

A los 88 años, muere Ian Holm Su deceso se produjo el 19 de junio y fue anunciado por su representante ante el periódico inglés The Guardian: “Con gran tristeza, el actor Sir Ian Holm ha fallecido esta mañana a la edad de 88 años. Ha muerto en paz en el hospital, con su familia y su cuidador”, y ha añadido que su enfermedad estaba relacionada con el Parkinson. “Encantador, amable y con un grandísimo talento, lo echaremos de menos enormemente”.

Edición deluxe de Sir Gawain and the Green Knight: with Pearl and Sir Orfeo

Un par de semanas antes de su muerte, el actor se disculpó con los fans de El Señor de los Anillos, por no haber podido participar en la reunión virtual organizada por Josh Gad. “Siento no poder verlos en persona, los echo de menos a todos y espero que sus aventuras los hayan llevado a muchos lugares, yo estoy confinado en mi casa hobbit, dijo Holm”. Holm participó en más de un centenar de películas de todos los géneros imaginables entre las que destacan numerosas adaptaciones cinematográficas de obras de Shakespeare como El sueño de una noche de verano, Enrique V, Hamlet, y títulos como ¡Oh, qué guerra tan bonita!, The Lost Boys, Alien, el octavo pasajero, Los héroes del tiempo, Otra mujer, La noche cae

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El pasado mes de abril, Harper Collins publicó una edición especial de Sir Gawain and the Green Knight: with Pearl and Sir Orfeo que incluye la conferencia W.P. Ker de 1953 de J. R. R. Tolkien. El libro incluye la traducción al inglés moderno realizada por Tolkien de estos tres poemas medievales ingleses, y además incorpora el texto íntegro de la W.P. Ker Memorial Lecture de 1953 impartida por el Profesor en la Universidad de Glasgow el 15 de abril de dicho año y dedicada al poema Sir Gawain y el Caballero Verde. Según se lee en la sinopsis del libro: “Esta elegante edición de lujo en formato de cofre de tres poemas medievales ingleses, traducidos por Tolkien para el lector moderno, y que contienen romance, tragedia, amor, sexo y honor, cuenta con un texto hermosamente decorado e incluye como extra el texto íntegro de la aclamada conferencia de Tolkien sobre Sir Gawain. Sir Gawain and the Green Knight y Pearl son


Sir Orfeo es un romance ligero, perteneciente a una tradición diferente y anterior. Era uno de los favoritos de Tolkien. Las tres traducciones representan la rima completa y el esquema aliterado de los originales, y en esta edición especial de lujo en formato de cofre están excepcionalmente acompañadas por el texto íntegro de la aclamada W.P. Ker Memorial Lecture de 1953 que Tolkien ofreció sobre Sir Gawain.” Sir Gawain and the Green Knight: with Pearl and Sir Orfeo se edita en formato de tapa dura, consta de 176 páginas y se encuentra disponible en Amazon por un precio de 62 USD.

dos poemas de autor desconocido escritos en torno al año 1400. Sir Gawain es un romance, un cuento de hadas para adulto lleno de vida y color; pero es mucho más que esto, siendo al mismo tiempo una poderosa historia moral que examina los valores religiosos y sociales, Pearl es aparentemente una elegía sobre la muerte de un niño, un poema impregnado con un sentido de una gran pérdida; pero al igual que Gawain, también es un debate sofisticado y conmovedor sobre cuestiones mucho menos tangibles.

Muere Colin Manlove, pionero de los estudios de la literatura fantástica

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Colin Manlove, un pionero de los estudios de literatura fantástica, especialmente de la fantasía escocesa y la fantasía para niños; ah muerto el pasado 1 de junio de 2020 en Edimburgo, Escocia. Su libro Modern Fantasy: Five Studies (1975) fue uno de los primeros estudios sobre J. R. R. Tolkien. El autor toma en consideración también a Charles Kingsley, George MacDonald, C. S. Lewis y Mervin Peake, en un momento en que los estudios sobre la literatura fantástica eran muy limitados. Otros de sus libros, examinan la literatura fantástica escocesa y la infantil, donde ofrece detalles sobre George MacDonald y C. S. Lewis.


Nuevo fanfilm inspirado en la obra de J.R.R. Tolkien

Colin murió el pasado 1 de junio luego de una larga enfermedad en Edimburgo. Debido a la actual emergencia sanitaria a causa de la COVID-19, su cremación fue privada y transmitida por streaming a sus familiares más cercanos.

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El próximo mes de agosto se estrenará Horn of Gondor, un fanfilm inspirado en la historia de Borondir de Gondor y su búsqueda de los Éothéod, una de las historias del Legendarium de J.R.R. Tolkien. El proyecto es llevado a cabo por Rosenthal, un colectivo de creadores sin ánimo de lucro. Para la financiación del proyecto pusieron en marcha una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter. Según la descripción del proyecto en la plataforma, “Horn of Gondor” es un fanfilm y un tributo a la obra de J.R.R. Tolkien. Nos encantan sus libros y decidimos hacer un cortometraje sobre la Tierra Media, independiente y sin ánimo de lucro, de fans para fans. La producción insiste en que querían mantenerse estrictamente fieles a las descripciones de Tolkien y alejados de las películas de Peter Jackson. Aunque su rodaje se alargó más de lo esperado y el estreno de la producción se ha retrasado durante años, en la última actualización en Kickstarter, el grupo afirma que esperan tener el estreno del fanfilm el próximo 21 de agosto, luego del cual el cortometraje estará disponible gratuitamente en internet.


Edición ilustrada de los Cuentos Inconclusos por Alan Lee, John Howe y Ted Nasmith Parece increíble, pero han pasado ya 40 años desde que fue publicado Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media y para conmemorarlo, Harper Collins anunció una nueva edición del libro acompañado de ilustraciones de Alan Lee, John Howe y Ted Nasmith. Aunque todavía no hay mucha información al respecto, pues al cierre de esta edición no se han confirmado el diseño de la portada ni si habrá una edición en español de la obra; por ahora sabemos que el 1 de octubre saldrá a la venta en el Reino Unido y en Estados Unidos y todas las ilustraciones contenidas en el libro son nuevas. En inglés habrá dos ediciones: una edición deluxe (por un precio cercano a los 107 USD) y una edición estándar (por un precio cercano a los 32 USD), ambas en formato de tapa dura.

el Reino Unido el próximo 1 de septiembre, y como viene siendo habitual, lo más probable es que Minotauro también lo edite en español a principios de septiembre. Aunque el contenido final del calendario no ha sido revelado, basados en la dinámica de los últimos años, es muy seguro que las ilustraciones que adornen la publicación sean algunas de las contenidas en la nueva edición de Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media. Recordemos que los últimos tres calendarios estaban ilustrados con el arte de Alan Lee creado para los libros The Hobbit. Sektchbook (que Minotauro publicará en español bajo el título El Hobbit. Cuaderno de bocetos), La caída de Gondolin y Beren y Lúthien. El Tolkien Calendar 2021 se puede reservar ya en Amazon por un precio de 14.99 USD.

Anunciado el Tolkien Calendar 2021

Tendremos edición en español de The Worlds of J. R. R. Tolkien

En la misma línea de la nueva edición de Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media, Harper Collins ha hecho el anuncio de que el Tolkien Calendar del 2021 vendrá ilustrado por John Howe, Alan Lee y Ted Nasmith. El Tolkien Calendar 2021 saldrá a la venta en

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El anuncio lo ha hecho el mismo John Garth en sus redes sociales el pasado 5 de mayo. Planeta editará (probablemente a través de Minotauro) el libro en español con el título de Los mundos de J.R.R. Tolkien, con traducción de Martin Simonson.


diera una apreciación sobre el trabajo de Garth y esto es lo que nos ha dicho: “Los mundos de J.R.R. Tolkien es uno de estos libros mágicos que se convierten en clásicos instantáneos, tanto por su presentación y por las múltiples y sugerentes ilustraciones y mapas de los que el libro está profusamente dotado, como por la erudición y la amenidad con la que Garth acerca al lector a ambas realidades. Asimismo, el autor nos ofrece una visión absolutamente fascinante del proceso creativo de Tolkien, con una miríada de detalles En la sinopsis de la edición en ingles se lee: “Este nuevo libro del reconocido experto John Garth nos conduce a los lugares que inspiraron a J. R. R. Tolkien para crear sus localizaciones ficticias en El Señor de los Anillos, El Hobbit y otras obras clásicas. El libro cuenta con más de 100 imágenes, incluidas las propias ilustraciones de Tolkien, contribuciones de otros artistas, imágenes de archivo, mapas y espectaculares fotografías actuales. Las localizaciones inspiradoras abarcan Gran Bretaña, especialmente lugares queridos por Tolkien como las Tierras Medias Occidentales y Oxford, pero también diversos lugares del extranjero. Están localizadas fuentes para Hobbiton, el valle élfico de Rivendel, las Cavernas Centelleantes del Abismo de Helm, y muchos otros lugares clave de la Tierra Media, así como los escenarios montañosos, bosques, ríos, lagos y tierras costeras. Se revela una rica relación entre los viajes personales de Tolkien, la gran cantidad de obras que leyó y su profunda erudición como profesor de Oxford. Garth utiliza su propio y profundo conocimiento de la vida y obra de Tolkien para desvelar el extraordinario proceso de invención, para desenmascar populares ideas equivocadas sobre las inspiraciones de la Tierra Media, y plantear nuevas y fuertes alegaciones. Organizado por temas, Los mundos de J.R.R. Tolkien ofrece un viaje ilustrado hacia la vida e imaginación de uno de los autores más queridos a nivel mundial, una exploración de la relación entre el mundo real y el fantástico, y una inspiración para todo aquel que quiera seguir los pasos de Tolkien.” Por ahora, no tenemos una fecha de lanzamiento del libro en español ni el precio de venta. Le hemos escrito a Martin Simonson, que como ya lo mencionamos, es el traductor del libro, para que nos

e información muy reveladora —entresacada a través de cartas y otros documentos de la época, tales como artículos en periódicos e imágenes de campañas publicitarias contemporáneas— que pone en contexto diversos relatos y personajes de manera magistral. Al mismo tiempo, el libro se puede leer muy provechosamente como una historia cultural de la época en la que las obras fueron creadas, enriquecida, qué duda cabe, por su relación con la Tierra Media y viceversa.”q

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Música en Taniquetil: Entrevista a Ted Nasmith Ted Nasmith es mundialmente conocido por los Tolkiendili por ser junto a Alan Lee y John Howe, uno de los ilustradores sobre la obra de Tolkien más prominentes en las últimas décadas. Sus trabajos han adornado portadas, calendarios y el interior de ediciones de los títulos más representativos de la biblioteca Tolkien. En esta entrevista concedida en exclusiva para nuestra revista Dragón Verde, hablamos con él sobre sus inicios, su trabajo, los proyectos por venir y por supuesto, sobre la portada de la presente edición.

mis ambiciones artísticas. Mis otros intereses incluyen la lectura (ficción y no ficción), la música (escuchar y componer e interpretar), el aire libre y la fotografía. Y últimamente disfruto mi nueva faceta como abuelo, gracias a mi hija.

Sam: Tus ilustraciones referentes a las obras de Tolkien son mundialmente conocidas, y un gran número de ellas hacen parte de bellas ediciones ¿Cómo fue ese primer acercamiento a los libros del Profesor, y tu mayor motivación para ilustrarlo? Ted: Una vez que comencé a leer ESDLA, me sumergí instantáneamente en sus ricas imágenes y su historia convincente, igual a muchos lectores. Sentí que quería dibujar los personajes y las tierras descritas, y pronto lo hice. Eventualmente me di cuenta de que estaban publicando calendarios ilustrados, y me propuse publicar mi trabajo en uno de ellos. La pieza de arte se convirtió en una encantadora obsesión, y después de 15 años desarrollando ideas, mi trabajo llegó a los editores británicos de Tolkien.

Sam: Primero que todo, queremos agradecerte por brindarnos el espacio para poder tener tu trabajo en esta edición de Dragón Verde, algo que anhelábamos desde casi los inicios de la revista. Es común conocer la obra y el nombre, pero no la persona detrás de ambos, así que el inicio más natural para nuestra entrevista es hablar sobre tus inicios ¿Cómo fueron? A parte de la ilustración ¿a qué más dedicas el tiempo? Ted: Crecí en el sur de Ontario, Canadá, y a menudo dibujaba cuando era niño. Mi madre me animó a interesarme por el arte y, para sorpresa de nadie, terminé estudiando arte y gráficos comerciales, y me convertí en ilustrador. Tolkien llegó como un tsunami a mis 15 años aproximadamente, y cambió la dirección de

Sam: Y de todos los personajes del Legendarium creado por Tolkien, ¿con cuál personaje te sientes identificado?

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Ted: No creo que sea el único en considerar al protagonista Frodo como el personaje con el


que más me identifico, el humilde hobbit que valientemente acepta el trabajo que heredó para llevar el Anillo hacia su —y, por ende, también el suyo— destino desconocido. Me gusta que tenga un temperamento algo melancólico. Sam: A ahora eres considerado por muchos como uno de los tres mejores ilustradores de la Tierra Media ¿Qué significa ese reconocimiento? Ted: Es una posición maravillosa haberlo logrado, y estoy muy orgulloso de ser contado como uno de los que está en la cima. Para mí es evidencia de un reconocimiento generalizado de mi trabajo como reflejo auténtico de los reinos de Tolkien en un medio visual. Estoy más que profundamente agradecido por la relación que tengo con mis fans y admiradores, y sigo trabajando duro para ganar su apoyo y crear pinturas convincentes. Sam: Hablando un poco de los otros trabajos que haces diferentes al de ilustrador, y como lo dijiste ya; también eres músico y haces representaciones arquitectónicas ¿De alguna forma unes todas tus especialidades para ilustrar la Tierra Media? Ted: Realmente son reinos de algún modo separados, pero con la música y la composición de canciones sí he mezclado la Tierra Media. Cuando lo hago pongo la misma inspiración como lo hago en mi arte visual. La representación arquitectónica me enseñó mucho sobre perspectiva y proporción en la arquitectura, habilidades que aplico a cualquier elemento arquitectónico en mi arte de fantasía. Sam: Ahora volviendo al tema de tu trabajo

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como ilustrador ¿de los trabajos en los que has participado recreando las obras de Tolkien, cual te ha gustado más? Ted: Creo que ilustrar El Silmarillion ha sido el logro más satisfactorio. Los siguientes serían el Calendario Tolkien de 2002, 2003 y 2004, donde me dieron libertad creativa para pintar una serie de escenas cronológicas. La edición lustrada de los Cuentos Inconclusos se publicará este año, y también será un gran logro, por supuesto. Sam: Y no solo veremos tu trabajo en la nueva edición de los Cuentos Inconcluso, pues ya se anunció el tema del Calendario Tolkien 2021 y en ambos hay ilustraciones tuyas, de Alan Lee y John Howe ¿Cómo ha sido este nuevo trabajo de ilustrar la Tierra Media? Ted: Me ha encantado participar en esta nueva edición ilustrada de Cuentos Inconclusos. Fue una idea que surgió en 2005 para la cual desarrollé bocetos en ese momento sobre el tema. Sin embargo, el editor suspendió la idea, pero la resucitó el año pasado y me invitó a enviar dibujos. Estoy muy contento con las 6 ilustraciones elegidas para el libro y una extra que estará incluida en el calendario. Sam: La portada de la presente edición es una de tus ilustraciones, hablemos un poco sobre ella ¿cuál ha sido tu fuente de inspiración para esta? ¿qué técnicas has usado para la elaboración de la pintura? Ted: La inspiración fue simplemente una idea para recrear el dibujo sobre el tema de Tolkien de una manera realista. La técnica es gouache, técnica que siempre uso en mis ilustraciones sobre el mundo de Tolkien. Sam: Para finalizar, quiero de nuevo darte las gracias por aceptar nuestra invitación a poner parte de tu trabajo en nuestra portada, una idea que nos maravilló desde el principio. Gracias también, por tu tiempo para responder nuestras preguntas. Dejo este espacio por si tienes algún mensaje que te gustaría compartir con nuestros miembros de la Sociedad Tolkien Colombia Orodruin y con todos nuestros lectores tolkiendili. Ted: ¡Un cálido saludo desde el nevado Norte! Tengo un afecto especial por mis amigos en América Latina, y les deseo a todos una inspiración continua de parte de nuestro Profesor Tolkien, permitiendo que sus extraordinarios mundos de fantasía ayuden a inspirar la buena lucha en nuestro mundo real contra el mal y la injusticia. La Tierra Media está a nuestro alrededor, ¡en verdad!q


Cómo leer la Tierra Media y no morir en el intento

Una guía de Lectura de la Obra de J.R.R. Tolkien Daniel A. Penagos-Betancur, Isildur Elendion Es común que cuando uno tiene el primer acercamiento con la obra de un autor, se pregunte ¿Por cuál libro debo comenzar? O ¿Cuál es el más indicado para comenzar? Preguntas que siempre son difíciles de responder porque hay que buscar el libro indicado para enganchar al nuevo lector con el autor que se le pone al frente. Tolkien no escapa a esta pregunta, y la respuesta en Tolkien es un poco más difícil de dar debido a la existencia de un orden cronológico en los acontecimientos que se narran en los libros publicados sobre el Legendarium. Ahora bien, esta pregunta es tan vieja, tan repetitiva y se ha abordado desde tantos puntos de vista que seguro basta con hacer una búsqueda rápida en Google para encontrar una respuesta. Pero ¡cuidado! Que no todas las respuestas que se encuentren pueden guiar de la mejor forma al lector ni ayudarle a llenar sus expectativas sobre lo que quiere saber de Tolkien, pues es obvio que no todo el mundo que quiere leerlo lo va a hacer con el fin de luego de algunos años de hacerlo, sentarse a escribir una —otra más— guía de lectura sobre el autor. Es por esto que quiero abordar el tema de una forma inductiva, con el fin de, según sea el caso y el nivel de conocimiento sobre la obra que se quiera tener, el lector sepa cuales libros puede abordar. Denominaré cada sección como Ciclo solo por capricho, no porque cada uno deba ser leído detrás del otro y porque de esa forma se cierren los caminos, pues esto no ocurre en la mayoría de los apartados. Tampoco haré una reseña de cada uno de los libros, pues nunca terminaría y le ahorraría mucho del trabajo al lector, solo haré algunos comentarios que sirvan para aclarar algún asunto o para justificar mi decisión a la hora de agrupar las obras de Tolkien. Sin más que añadir, comencemos.

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Cabe anotar que señalo el título en español, siempre y cuando exista una traducción oficial del texto en el presente, pero conservo la fecha de publicación original en Inglaterra del texto en cuestión. Ciclo Libro Rojo de la Frontera Oeste: • El hobbit (1937)

• El señor de los anillos (1954-1955) • Las aventuras de Tom Bombadil (1962)

• La última canción de Bilbo (1974) Este ciclo abarca todas las historias donde aparecen los hobbits y es la forma natural de entrar al mundo de Tolkien. Un Tolkien en toda la cumbre de su carrera con una prosa rica y acompañada de canciones y poesía en la justa medida. Vale la pena notar que en español los Apéndices de El señor de los anillos fueron publicados inicialmente por separados de la historia central, así que es bueno cerciorarse de que la edición que se tiene viene con ellos; no porque sean fundamentales para entender la historia como tal, sino porque aportan datos muy valiosos que ayudan a encajar un par de piezas que quedan volando al finalizar la lectura y porque ayudan a subsanar ese sentimiento de vacío que deja ESDLA. Ciclo El Silmarillion:

• El Silmarillion (1977)

• Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media (1980) • Los hijos de Húrin (2007) • Beren y Lúthien (2017)

• La caída de Gondolin (2018) Estas obran tienen algo en común: todas fueron publicadas luego de la muerte de J. R. R. Tolkien


desde el reino peligroso (2008) junto con el ensayo Sobre los cuentos de hadas, un ensayo imperdible para los amantes del género.

por su hijo y albacea literario Christopher Tolkien. En ellas Tolkien centra su narrativa en contar los primeros días del mundo, el origen de todo y las primeras batallas. Con El Silmarillion y los Cuentos Inconclusos se logra el conocimiento suficiente de la obra de Tolkien que el lector interesado pueda buscar. Los últimos tres, son de especial atención pues exponen tres temáticas importantes dentro de la literatura universal: la tragedia, el romance y la épica respectivamente.

Ciclo Historia de la Tierra Media (HTM) e Historia de El señor de los anillos (HESDLA) • HTM: El libro de los cuentos perdidos I (1983)

• HTM: El libro de los cuentos perdidos II (1984) • HTM: Las baladas de Beleriand (1985) • HTM: La formación de la Tierra Media (1986)

Ciclo de Relatos:

• HTM: El camino perdido (1987) • HESDLA: El retorno de la sombra (1988) • HESDLA: La traición de Isengard (1989) • HESDLA: La guerra del anillo (1990) • HESDLA: El fin de la Tercera Edad (1992) • HTM: La caída de Númenor (1992) • HTM: El anillo de Morgoth (1993) • HTM: La guerra de las joyas (1994) • HTM: Los pueblos de la Tierra Media (1995) Este es el apartado donde quizás haya más debate y mayor duda por parte del lector para abordar o no, acá es mejor no acercarse si no se tiene conocimiento previo sobre la obra de Tolkien, pues es seguro que se va a perder. En realidad, estos libros son más arqueología literaria que una historia como tal. En ellos Christopher va a presentar el desarrollo de los escritos de su padre desde el más temprano hasta los que lo acompañaron en los últimos días. Vale la pena destacar que hay tres fases en la publicación de esta serie: la primera abarca la mitología antes de The hobbit, que corresponde a El libro de los cuentos perdidos I y II, Las baladas de Beleriand, La formación de la Tierra Media y El camino perdido. Una segunda fase sobre el desarrollo de la continuación de The hobbit encargada por su editor y que corresponde a El retorno de la sombra, La traición de Isengard, La guerra del anillo y El fin de la Tercera Edad. Finalmente, la tercera fase corresponde a la revisión de la mitología hecha por Tolkien luego de la publicación de ESDLA y que corresponde a La caída de Númenor, El anillo de Morgoth, La guerra de las joyas y Los pueblos de la Tierra Media.

• Hoja de Niggle (1945) • Egidio el granjero de Ham (1949) • El herrero de Wotton Mayor (1967) • Cartas de Papá Noel (1976) • El señor Bliss (1982) • Roverandom (1998) Los títulos acá contenidos suelen ser llamados como obras menores de Tolkien, pero tal calificativo es un poco injusto para referirse a estas, pues lo único de ‘menores’ que tienen es el hecho de ser completamente ajenas al corpus del Legendarium de Tolkien. Todas son obras independientes entre sí, auto conclusivas y que exploran temas diferentes. Cabe notar que las Cartas de Papá Noel es un compilado de las cartas que cada navidad recibían los hijos del matrimonio Tolkien junto con los regalos, cartas con noticias desde el Polo norte y que por si mismas pueden ser consideradas como un corpus mitológico propio. Hoja de Niggle, Egidio, El herrero y Roverandom fueron compilados en un tomo titulado Cuentos

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• La historia de Kullervo (2015) • The lay of Aotrou and Itroun (2016)

Cabe notar que esta colección en español consta de 13 tomos y no de 12 como en inglés, pues el contenido de Sauron defeated (1992) fue dividido en El fin de la Tercera Edad (1997) y La caída de Númenor (2000), quizás atendiendo al hecho de que el título original agrupa dos momentos muy diferentes entre sí dentro de la historia. Existe un título similar a los agrupados acá sobre la historia de El hobbit titulado The History of The Hobbit (2007) editado por John D. Rateliff, pues Christopher descartó la idea de hacer un volumen similar con El hobbit desde el momento en que inició la serie de HTM por no considerar el libro originalmente una parte del universo de la Tierra Media y estaba unido al Legendarium anterior y mucho más oscuro de su padre solo superficialmente. Como Christopher reconocía que El hobbit alteró para siempre el Legendarium, aceptó que otra persona se encargara de preparar un libro similar a HTM y estuvo presente en todas las fases del proyecto. Ciclo Académico

• Sir Gawain and the Green knight, Pearl and Sir Orfeo (1975) • Finn and Hengest (1982)

• Los monstruos y los críticos y otros ensayos (1983) • La leyenda de Sigurd y Gudrún (2009) • La caída de Arturo (2013) • Beowulf: Traducción y comentario (2014)

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Este es quizás, el apartado más alejado del Legendarium de Tolkien y a la vez, el más cercano a su trabajo cotidiano como profesor de Oxford. Una sección de la obra de Tolkien para los más fanáticos de él, o para los estudiosos: tanto de su obra como de la filología inglesa. Sir Gawain and the Green knight, Pearl and Sir Orfeo es una colección de cuatro traducciones hechas por Tolkien de textos en inglés medio. Son obras maestras de una época remota y exótica: la era de la caballería y los magos, los caballeros y las misiones sagradas. Finn and Hengest es un estudio, editado póstumamente por Alan Bliss que trata con gran detalle, los eventos descritos en el llamado “Fragmento de Finnsburg”, un texto en inglés antiguo de 47 líneas, y el “Episodio de Finnsburg”, una historia épica contada en el Beowulf. Ambos textos hablan sobre Finn Folcwalding, un rey frisón y Hnæf Hocing, un Halfdane. El personaje principal parece ser el teniente de Hnæf, Hengest. Los monstruos y los críticos y otros ensayos es una colección de ensayos y conferencias académicas que Tolkien dio durante su carrera, incluye además el discurso de despedida, pronunciado el 5 de junio de 1959 en el Merton College Hall. La leyenda de Sigurd y Gudrún es una colección de textos relacionados con la antigua Völsungasaga. La caída de Arturo es un poema escrito en verso aliterativo en inglés antiguo, que trata sobre la leyenda del Rey Arturo. Fue publicado, junto con tres ensayos de Christopher Tolkien. Beowulf: Traducción y comentario, publicado junto con Sellic Spell, es un libro que contiene la traducción de Beowulf hecha por Tolkien en 1926, además del comentario


sobre este antiguo poema. Sellic Spell es una historia de Tolkien escrita en la forma y modo de Beowulf. La historia de Kullervo fue editado por Verlyn Flieger. En él se reproduce el borrador completo de La historia de Kullervo escrita por Tolkien junto con comentarios y un grupo de artículos escritos por la editora. The Lay of Aotrou and Itroun es un poema de 506 líneas escrito por Tolkien en 1930. Se publicó por primera vez en The Welsh Review en diciembre de 1945, y se publicó en un volumen separado editado por Verlyn Flieger en 2016.

fechadas entre octubre de 1914, cuando Tolkien era un estudiante de Oxford, y agosto 29 de 1973, cuatro días antes de su muerte. Destaca porque no solo trata de temas personales y familiares, sino también por las extensas cartas explicativas sobre algún detalle de sus obras enviadas a sus amigos, colegas o fanáticos que aportan valiosa información sobre su creación. Consideración final

Ciclo Vida

• J. R. R. Tolkien: Una biografía (Humphrey Carpenter, 1977) • Las cartas de J. R. R. Tolkien (Humphrey Carpenter Ed.,1981)

• Tolkien y la Gran Guerra: El origen de la Tierra Media (John Garth, 2003)

Finalmente, y como cúspide de este viaje que supone explorar la vasta obra de Tolkien, vale la pena revisar ese libro que no se plasmó en un papel, pero que sin duda alguna sí se escribió a cada instante: la vida misma. Sobre Tolkien hay muchas biografías escritas, todas de calidad muy diferente entre ellas; pero las que acá menciono destacan por dos hechos: La escrita por Carpenter es la biografía oficial, pues el autor tuvo entrevistas con Tolkien para hablar de detalles de su vida y de los avances que tenía al escribir su biografía, algo que nadie más hizo nunca. La de Garth, destaca por el nivel de detalle que tiene al narrar los días de Tolkien en Oxford, su relación con la T.C.B.S. y la participación en la Primera Guerra Mundial, una de las épocas más importantes de la vida de Tolkien. Las Cartas, es una selección de cartas editada por su biógrafo Humphrey Carpenter. La selección contiene 354 cartas,

Como lo señalé al inicio, una guía para leer la obra de Tolkien no es una idea nueva y cada lector puede tener sus propias apreciaciones para iniciar su viaje por la obra de Tolkien. El principal reto con el que se enfrenta el lector a la hora de abordar la vida de Tolkien es el encontrar más títulos de los que pensaba, e intentar saber si hacen parte o no de las historias de la Tierra Media. Es en este punto donde se hace importante tener claro los temas abordados en cada uno de los libros y la manera en que encajan o no, dentro del corpus del Legendarium, para evitar sentirse perdido o frustrado por no encontrar nada sobre hobbits. Finalmente, quiero mencionar que a título personal suelo sugerir al lector novato en la obra de Tolkien que comience su lectura por El hobbit, no porque sea una obra simple o algo del tipo; sino porque resulta más interesante hacer el viaje por la obra de Tolkien cuando se juega a ser un lector de la época en que fue escrito. Una manera de reconocer el cambio del tono, la temática y la evolución misma del narrador. q

Referencias Carpenter, H., & Tolkien, C. (1993). Las cartas de J. R. R. Tolkien. Ediciones Minotauro. Duriez, C. (2001). Tolkien y el Señor de los Anillos. Barcelona: Hispano Europea. Fini, D. (s.f.). T he History of Middle-earth: Exploring Tolkien’s entire ‘legendarium’. Obtenido de Dimitra Fini Web site: http://dimitrafimi.com/2017/03/25/ the-history-of-middle-earth-exploring-tolkiensentire-legendarium/ Segura, E. (2004). El Viaje del Anillo. Barcelona: Minotauro. Shippey, T. (2003). J.R.R Tolkien Autor del Siglo. Barcelona: Minotauro.

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Isdril, la enana Micaela Moyano Romero, Argentina

Año 2941 de la tercera edad del sol. Las Colinas de Hierro, sur de Ered Mithrim cerca de la cuenca del Rio Carnen. Hogar de los Enanos desde la Primera Edad del Sol. Había pasado un tercio de hora desde que el sol se alzó sobre las montañas. El sonido de las balanzas de las estanterías donde se compraban víveres, las voces de la muchedumbre que vendían y se dedicaban al variado comercio, las canciones hermosas que entonaban los trovadores, los pasos que iban y venían de aquí para allá por los largos túneles de la ciudadela se mezclaban en el quehacer de los días habituales del reino.

Isdril, la enana, recorría el sector este para llegar al extremo norte donde se ubicaba “El Taller”, como así le llamaba ella a su lugar de trabajo, aquel sitio en el que pasaba la mayor la parte de sus días forjando sus grandiosos utensilios: armas, escudos, yelmos, cotas de malla, martillos, hachas y miles de artesanías de hierro con las más exóticas formas. No solo trataba de abastecer a su pueblo de armas y herramientas sino también a su imaginación, a pesar de que no solían verse enanas que se dedicaran a la forja. Particularmente era considerado un poco raro. Ellas nunca eran herreras. Las enanas mujeres vestían largas túnicas, sujetadas por cinturones anchos con hebillas de plata; confeccionaban la más variada indumentaria para sus habitantes y trabajaban el cuero, el lino y la seda. También se dedicaban a la orfebrería; producían los más hermosos collares y joyas de oro, mithril y piedras preciosas, un trabajo que más de la mitad de ellas prefería. Sin embargo, Isdril no quería ser una de ellas. Isdril, no era como ellas.

—“Me crie con tus historias, esas que me contabas por las noches sobre los grandes Reyes Enanos, grandes guerreros de fuertes armaduras y sobre Telchar, el mayor herrero enano de todos los tiempos, ¿Cómo no querer ser como él?, ¿Cómo quieres que deje de hacer lo que soñé toda mi vida?”— decía ella cada vez que su padre trataba de convencerla, obligado por su esposa, para que se convirtiera en una hija digna de su casa y que continuara sus tradiciones. Cada noche cuando ella volvía a su casa luego de

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toda una jornada de arduo trabajo, sus padres la esperaban para cenar. Sus dos hermanas preparaban la comida y su hermano mayor estaba sentado al lado de su padre, ya que le tocaba descansar después de una larga guardia de dos noches seguidas, en la entrada principal del reino. Él pertenecía al escuadrón de El Rey Dáin II Pie de Hierro, señor de las colinas.

—“Eres Isdril hija de Furin, de gran casa y cuna. Eres mi hija amada. Necesito que vuelvas a casa, necesito que vuelvas a ser mi hija, la que crié para ser una doncella, no una herrera”— le decía su madre en un costado de la habitación cercana a la cocina con voz de mando que se disipaba mientras prestaba atención a las últimas noticias que su hermano le traía a su padre. Ella era así, interesada en cuestiones de la herrería, de la guerra, de los cuervos que traían mensajes desde muy lejos, de espadas, de entrenamiento, del Rey. Siempre estaba pendiente de los temas que le concernían a él. Lo único que alcanzó a oír fue que Thorin hijo de Thráin, el rey exiliado de Erebor había llegado a las Colinas y se había reunido con su primo Dáin en el salón principal y que hablaron sobre el día de Durin… —“Quiero que dejes de usar ese delantal sucio y te pongas el vestido que te regalé para tu cumpleaños…”— insistía su madre que no dejaba de hablar.

—“Madre, esto ya lo hablamos cientos de veces, no puedo ser alguien que no soy. Usted tiene que aceptar eso”— le decía Isdril con toda la ternura de una hija que amaba a su madre. Y luego de dejarla con las palabras en la boca como casi todas las noches, ella se retiraba a su alcoba a descansar aunque su cabeza no dejaba de pensar en Thorin, de Erebor y en el día importante que mencionó su hermano. Al amanecer mientras recorría los túneles como todas las mañana para llegar a su “Taller”, oía de la gente el nombre de Thorin y su imprevista llegada al reino. Al pasar las horas, ella con su inquietante ansiedad no se concentraba en la faena, así que aprovechó la llegada de un viejo amigo de su padre que pasaba por ahí y su pregunta fue directa como una flecha tirada del arco.


—Dígame Borin, ¿Está enterado de las últimas noticias que revolotean esta mañana?— dijo Isdril —¿Cuáles? ¿Las del enano Thorin?— Contestó Borin, y ella asintió con la cabeza.

—“Dicen que vino de Ered Luin y pidió reunirse con los representantes de las seis casas ya que el día de Durin, día en que el sol y la última luna de otoño están juntos en el cielo se acerca y quiere recuperar su reino que está entre las narices del dragón. Es un loco si pretende que los demás lo sigan. Es muy valiente pero nadie se atreverá a marchar y despertar al gusano. Hasta el mismo Dáin dijo que son asuntos de ellos y que no arriesgará la vida de su gente por una profecía… Pero bueno dejad esos asuntos a los reyes y nosotros a los nuestros. ¿Has terminado de hacer esa hacha que tanto esmero le dedicas? ¿Para quién es? –dijo el enano. — ¡Es para mí! – Contestó ella sin temor.

—¡Sabes que no puedes ser guerrera! ¡Aún hay muchos que ni siquiera te aceptan como forjadora! —le dijo Borin dándole consejos. —¡Quizás porque soy mejor que ellos!— dijo Isdril sonriendo.

—¡Deberías hacerle caso a tu madre y probar en casarte! Aunque la verdad, entre espadas y hachas, mucha mujer de cuna ya no queda en ti, apenas tienes barba, pero bueno, no viene al caso- insistió el viejo— no hay muchas enanas y un sinnúmero de enanos querrían casarse contigo, aunque no te saques ese delantal de cuero ni para dormir… se reía con tono de burla y resignación mientras se alejaba por los grandes salones.

Con esas últimas palabras dichas de Borin al despedirse, sintió una sensación no muy grata en su corazón. Quizás nunca lo decía pero ella no era feliz viendo a sus padres renegar todos los días por su subversivo comportamiento pero tampoco podía dejar de ser lo que le dictaba su corazón.

Y así pensaba: “Soy esa que prefiere el yunque al vestido, soy esa que elige ser guerrera a ser una esposa”. La frase que repetía en su mente antes de dormir, antes y después de escuchar a su madre, antes de tomar una decisión. Diez meses después, con el sonido de espada y hacha, la última lección se daba por concluida. Hacía tiempo había logrado tomar clases de esgrima con un gran maestro. —¡Han pasado meses desde que llegaste y aún sigo sorprendiéndome de ti mujer!— le dijo el gran guerrero manco, llamado Gron, mientras Isdril escapaba con agilidad de la espada de su maestro. —¡No más que yo, luego de aprender de alguien

que perdió una mano!— dijo Isdril

Gron era un guerrero de antaño, invencible, hasta que en una de las últimas batallas entre enanos y orcos perdió su mano izquierda. Abandonó su cargo y con el tiempo se convirtió en un enano solitario luego de retirarse del escuadrón de las Colinas. Isdril conocía su historia porque su padre siempre le contaba sobre su destino, es por eso que ella lo buscó un día y le pidió hacer un gran trabajo: convertirla en guerrera. Indudablemente él se rehusó. Le dijo que no era maestro, ni siquiera guerrero porque de eso había pasado mucho tiempo.

—¡No puedo hacerlo, y para colmo eres mujer, eso está mal visto! ¿Por qué querrías aprender? — dijo Gron

¡Porque debo estar preparada! — contesto Isdril. —Tú eres el único que puede ayudarme y eres el mejor guerrero que este reino pudo tener. Fue ahí que lo convenció y jamás faltó a sus clases. El tiempo pasaba, lento y tranquilo, y ella se transformó en una enana aguerrida, en una mujer incomparable.

Un día el cuervo de Erebor llegó y trajo noticias de que Thorin, hijo de Thráin había recobrado su reino. Ya no era un exiliado y el tiempo de defender la Montaña había llegado, por ese motivo Dáin no titubeó en ir a socorrerlo y el momento que Isdril esperaba, la alcanzó. Esa noche en su hogar lograban eludir el tema del cuervo y su noticia, porque su hermano había sido golpeado en combate a las afueras de las colinas explorando los valles cercanos, limpiando las tierras de orcos que vagaban por esa zona y se encontraba muy mal herido. Apenas escuchó de los planes del Rey lo único que pudo hacer fue contener la ira de no poder ayudar a su gente. El ejército partía al amanecer. Isdril simplemente escuchaba pero su corazón galopaba de tanta fuerza.

La noche seguía en vela cuando ella salió de su casa hacia los perímetros en donde se reunía la tropa de quinientos enanos para la guerra. Mientras caminaba, con paso seguro y decidido sentía que la armadura y el yelmo de su hermano no eran tan pesados como ella creía. ¡Yo nací para esto! — se dijo así misma, al tiempo que las puertas del reino se abrían, y encaminados, se alejaba acompañada de quinientos guerreros hacia Erebor, junto al Rey. Esa mañana el sol brillaba impetuoso como el mismo día que nació. q

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La conexión española de J. R. R. Tolkien Entrevista a José Manuel Ferrández Bru

Isildur Elendion: Antes de empezar, quiero decirte que hace mucho tiempo llevaba ganas de hacerte esta entrevista; pero siempre había algo que se ponía en medio e impedía que la hiciera; así que estoy más que contento de que se haya llegado el día. Para comenzar, hablemos un poco sobre ti ¿Quién es José Manuel Ferrández Bru? José Manuel: Es difícil definirse a uno mismo, pero intentaré hacerlo. Soy un ingeniero español cuya afición desde la adolescencia (ahora ya muy lejana) han sido las obras de J. R. R. Tolkien, autor al que le he dedicado muchas horas de grata lectura y también de investigación tanto a través de los trabajos de otros, como desarrollando mi propia tarea de búsqueda de respuestas a los numerosos aspectos que se derivan de su obra. No obstante, me gusta pensar que mi mundo es más amplio y también puedo decir que tengo una vida al margen de esto y que disfruto con mi mujer y mi hija.

I. E.: ¿Cuál fue el primer acercamiento a la obra de Tolkien? J. M.: Con trece años cayó en mis manos El Señor de los Anillos y, a pesar de que por entonces ya era aficionado a leer, fue un libro que me tocó muy hondo. De algún modo fue como una revelación, como el descubrimiento de algo que no conocía pero que ya era un lugar familiar y que se convertiría en un refugio al que siempre se puede volver. Después, fueron cayendo el resto de las obras de Tolkien, algunas de las cuales no se habían publicado todavía cuando yo me inicié. Con el tiempo, las sucesivas relecturas (especialmente de El Señor de los Anillos) me han

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devuelto a ese refugio, pero lo que me resulta más especial es que la obra ha cambiado conmigo. Quiero decir que, aunque las palabras son las mismas, es tal su profundidad que a medida que he madurado se han puesto de manifiesto matices que antaño me pasaban desapercibidos y que enriquecen el mensaje y la dimensión de la creación de Tolkien.

I. E.: En tu página se puede leer que la formación académica que tienes es completamente alejada de la filología y los estudios literarios ¿Cómo ha sido la experiencia de mezclar ambos campos? J. M.: Lo cierto es que, cronológicamente primero fui amante de la obra de Tolkien y luego escogí mi carrera. En todo caso, nunca he creído en la división entre ciencias y letras como si fueran dos compartimentos estancos. En el Renacimiento, por ejemplo, no se daba esa distinción, ¿Miguel Ángel o Leonardo eran de letras o de ciencias? Evidentemente no es mi propósito compararme, pero no entiendo el motivo de que alguien con formación científico-técnica no pueda disfrutar y profundizar en cuestiones de humanidades, como tampoco entiendo que alguien con formación en humanidades deba ser un ignorante en asuntos científicos o matemáticos por su formación. Siempre me ha gustado disfrutar de ambos mundos y gracias a Tolkien he podido cultivar aspectos de las humanidades que también son útiles en otros ámbitos. I. E.: En los últimos años, el campo de estudio sobre la vida y obra de Tolkien ha tomado, de nuevo, fuerza en diferentes partes del mundo; lo cual ha llevado a que se exploren parajes antes no tan tenidos en cuenta. Uno de los títulos que entran dentro de esta categoría


es tu libro ‘El Tío “Curro”. La Conexión Española de J.R.R. Tolkien’. ¿Cómo fue el proceso creativo detrás del libro, sabiendo la importancia que tuvo el padre Morgan en la vida de Tolkien? J. M.: Ciertamente se ha producido un auge en la revisión biográfica de Tolkien con la aparición de trabajos como los de Hammond y Scull o los de John Garth, por ejemplo. Las biografías clásicas de Tolkien, fundamentalmente la de Carpenter, tienen ya muchos años y gracias a las nuevas tecnologías (archivos digitales, mayor facilidad de comunicación, etc.) se han revelado nuevas informaciones que resultan muy ilustrativas a la hora de componer un retrato más completo de Tolkien y de sus antecedentes e influencias. En mi caso, podría decir que en cierto modo la historia me encontró a mí. Conocía que el Padre Morgan tenía alguna clase de relación con España (Carpenter comentaba alguna información difusa sobre este aspecto), pero cuando casi por azar descubrí más información sobre él en la página del Oratorio de Birmingham (que visité por casualidad mientras preparaba un viaje a Inglaterra) y en especial descubrí su segundo apellido, Osborne, fue como si los acontecimientos se precipitaran. Primero empecé a indagar por internet y a mandar correos electrónicos. Con los contactos que obtuve comencé a entablar relaciones más cercanas y pasé a hablar por teléfono y a escribir cartas, y finalmente a viajar para conocer en persona a gente muy interesante o a visitar archivos y otros lugares increíbles. Me gusta pensar que he aportado un grano de arena en un aspecto poco conocido de la vida de Tolkien que seguramente tenga un reflejo en sus obras, o al menos en su interpretación, ya que se trata de una persona y un contexto temporal que necesariamente tuvieron que resultar muy influyentes. De hecho, a medida que iba componiendo mi investigación e iba tomando forma me pareció entender algo mejor la personalidad de Tolkien y algunas de sus decisiones vitales.

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I. E.: Y durante la investigación para el libro, ¿cuál fue la mayor dificultad? J. M.: Mi objetivo era reconstruir la vida de una persona que había fallecido en las primeras décadas del siglo pasado y de la que sólo existían informaciones fragmentarias y dispersas entre dos países: España y Reino Unido. Al poco de comenzar mis indagaciones me di cuenta de que parecía como si estuviera buscando información de dos personas diferentes, pues las culturas de los dos países son tan distintas que el Padre Morgan creo que hasta cambiaba su personalidad para adaptarse según donde estuviera. En general me he encontrado con gente muy amable y colaboradora en ambas naciones, pero también es cierto que he tenido que usar mucho la diplomacia y la mano izquierda para conseguir obtener lo que necesitaba. En algunos casos me he visto planeando argucias para no sobresaltar a algunas personas y abrumarlas con demasiadas peticiones y me he sentido como si estuviera entrando a casa de Beorn, pero en lugar de Enanos, yo ocultaba una larga lista de peticiones que poco a poco y con la confianza creciente acababa obteniendo.

I. E.: Hay pocos afortunados que cuentan con el apoyo y la ayuda de primera mano de la familia Tolkien a la hora de hacer sus investigaciones, y este es el caso tuyo, en el cual has tenido contacto con Priscilla ¿Cómo fue el contacto con ella? ¿Tenías algún temor antes de poder intercambiar palabras con ella? ¿Qué ha dicho sobre tu trabajo? J. M.: Este fue uno de esos casos en los que fui extremadamente prudente y respetuoso. Para contactar con la familia Tolkien existe un conducto oficial que pasa por contactar con un despacho de abogados que actúan como un filtro, o como un muro según se mire. Por suerte yo ya había tenido contacto con otro miembro de la familia Tolkien, Adam, el hijo menor de Christopher, al que había invitado a unas jornadas que organicé hace unos años y con quien


mantenía cierto trato. La cuestión es que Adam es de mi edad e intercambiamos emails, pero Priscilla tiene ahora más de noventa años y debí contactarla por carta. Sabía, y ella me lo recordó en su primera carta, que estaba retirada harta de llevar medio siglo recibiendo peticiones de gente de todo pelaje pidiendo y preguntando cosas de lo más excéntrico. Yo lo planteé, al contrario, en mi primera carta yo le ofrecí información de mi proyecto sobre su “abuelo putativo” y hasta le envié copias de fotos del Padre Morgan que seguro nunca había visto. Su respuesta fue muy educada y muy satisfactoria, ya que me reveló algunos recuerdos de su infancia, anécdotas familiares y reflexiones nunca antes reveladas fuera de su entorno íntimo. Más delante le envié el borrador del capítulo en que ella era protagonista y no puso ninguna pega. Finalmente le envié una copia del libro en su edición en inglés. Cuando me respondió diciéndome que el libro le había gustado debo confesar que me supuso una gran alegría y, en cierto modo, la constatación de haber logrado mi objetivo.

I. E.: Y ahora, ¿qué viene? ¿Cuál es el próximo proyecto sobre Tolkien? J. M.: Dentro de poco saldrá un libro con las actas del Tolkien 2019, el gran evento internacional que tuvo lugar el año pasado en Birmingham, en ellas va a aparecer un ensayo mío (reflejo de la charla que impartí) sobre el primer trabajo de Tolkien, y que trata sobre su viaje a París en el verano de 1913 en el que actuó de mentor de unos jóvenes mexicanos. Fue una experiencia importante para Tolkien y he conseguido averiguar algunos datos curiosos sobre este viaje y sus protagonistas. También estoy implicado con sendos ensayos en la futura publicación de dos libros en dos editoriales distintas que espero que no se vean afectados por la pandemia (desconozco cuánto tardarán en publicarse y no me atrevo a desvelar más informaciones sobre ellos de momento). Ambos serán una antología de ensayos, aunque de diferente temática cada uno de ellos. En cuanto a eventos, este verano iba a participar en dos importantes actividades, que se han aplazado hasta el verano del año que viene. Por un lado, está un importante encuentro sobre Tolkien en Rímini, Italia llamado Tree of Tales, enmarcado en el Rimini Meeting (un evento que reúne cada año a cerca de un millón de personas) y que incluirá una gran exposición sobre Tolkien gestionada por un comisariado repleto de expertos entre los que han

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tenido a bien incluirme, además de un congreso sobre Tolkien. Por otro lado, en Septiembre (de 2021 dado el aplazamiento) participaré en un congreso académico de la Spanish Society for Medieval English Language que tendrá lugar en el Pembroke College de Oxford y en el que me han aprobado un paper sobre la influencia europea en Tolkien, gran erudito en inglés antiguo, a través de sus antecedentes personales.

I. E.: Haces parte también de la Sociedad Tolkien Española, uno de los miembros fundadores del grupo y el primer presidente que tuvo el grupo ¿Cómo fue la experiencia en aquellos tiempos? Y ¿cómo ha sido la experiencia dentro del grupo durante todos estos años? J. M.: Cuando comenzó la STE yo era un jovencito de apenas veinte años incapaz de alcanzar a imaginar lo que con el tiempo llegaría a ser está asociación. Se puede decir que todo era una mezcla de candidez y de ambición. Se comenzó modestamente creando unos cimientos fuertes y ello, pese a las dificultades, ha permitido que la asociación crezca y prospere. El año que viene se van a cumplir treinta años de la fundación, de aquellas primeras reuniones informales e ingenuas, así que seguro que se celebrará por todo lo alto. En todo caso, puedo decir que en la STE tengo a mi otra familia, es un lugar donde he encontrado afinidades y numerosas almas gemelas y me siento afortunado pues muchas personas no consiguen algo así en toda una vida.

I. E.: Finalmente, quiero darte las gracias por haber aceptado la invitación para nuestra revista Dragón Verde. Quiero dejarte este espacio para que envíes un mensaje a nuestros lectores o cualquier otra cosa que no hayas dicho antes. J.M.: Pese a la distancia geográfica, creo que cualquier lector de esta revista está muy cerca de mí. Ambos hemos sentido las mismas emociones y hemos recorrido los mismos senderos montados en Sombragrís. Por eso, espero que los lectores del Dragón Verde sigan disfrutando de esos mismos lugares, lo que seguramente les garantizará emociones y experiencias maravillosas. No se me ocurre nada mejor que desearos. q


Cocinando “pastelitos de Gondor” con Elanor Gamyi Carolina Cresta y Paola Torres, Chile Años más tarde, en la Cuarta Edad, Pippin y Sam se encontraban sentados fumando hierba del Viejo Tobby. Observaron con atención el caminar de una silueta, muy parecida a un viejo amigo y recordaron tiempos de la Comunidad. Y qué tiempos fueron aquellos: revivieron con nostalgia a Trancos, los elfos de Rivendel, el puente de Khazad-Dûm y Parth Galen. Como ya sería hora del té de la tarde, los estómagos comenzaron a crujir exigiendo un bocadillo junto a una taza de té. Momento en el cual Sam recordaría la discusión que tuvo con la criatura Gollum aquella tarde en torno al guiso de conejos. — ¡Guisar los conejos! —gimió Gollum, consternado. — ¡Arruinar la preciosa carne que Sméagol guardó para vosotros, el pobre Sméagol muerto de hambre! ¿Para qué? ¿Para qué, estúpido hobbit? Son jóvenes, son tiernos, son sabrosos. ¡Comedlos, Comedlos! (Tolkien, 1954, p.298) Pippin echaba humo con forma de anillo mientras reía, pensando que hace tiempo no comía uno de aquellos guisos de Sam. Pero el hobbit no tenía tantas ganas de algo salado, sino más bien de algo dulce, algo esponjoso, algo frutal. Buscando en su cerebro mientras inhalaba de su pipa, recordó los pastelitos blancos en las estancias de Minas Tirith y las curiosas extravagantes costumbres alimenticias de aquellos hombres. —Quiero decir, no sé si me explico, ¿cuáles son las horas de las comidas, y dónde está el comedor, si es que existe? ¿Y las tabernas? miré, pero no vi ni una sola en todo el camino, aunque tuve la esperanza de disfrutar de un buen trago de cerveza en cuanto llegásemos a esta ciudad de hombres tan sagaces como corteses. Beregond observó a Pippin con aire grave. —Un verdadero veterano de guerra, por lo que veo — dijo. — Dicen que los hombres que parten a combatir en países lejanos viven esperando la recompensa de comer y beber; aunque yo, a decir verdad, no he viajado mucho. ¿Así que hoy todavía no has comido? —Bueno, si, en honor a la verdad, sí —dijo Pippin—. Pero solo una copa de vino y uno o dos pastelillos Blancos, por gentileza de tu Señor; pero a cambio de eso, me torturó con preguntas durante una hora, y ése es un trabajo que abre el apetito” (Tolkien, 1954, p.28) Elanor Gamyi disfrutaba la cocina, más de una vez llegaron susurros de platillos de los altos reyes de Gondor y esos pastelitos era lo que más ansiaba probar. En uno de sus viajes, Pippin se embarca en una aventura secreta para conseguir la receta a la dulce hobbit, directo de las cocinas reales de Minas Tirith. ¡Cuántas veces le salieron

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mal! Sin embargo, Elanor no perdía la esperanza, siguió intentando hasta ser experta. Aquella tarde regaba las plantas dentro de su hogar mientras escuchaba a su padre y decidió preparar los dulces para la hora del té. Lograr estas delicias requiere una salida al mercado local y husmear en su alacena: Tome ocho huevos del gallinero y separe las claras. Cambien un atado de hierbas para obtener 100 gr de harina. Busque en la despensa 225 gr de azúcar. Siempre es necesaria una pizca de sal. Las sobras del desayuno: una cucharadita de crémor tártaro. Revise si le queda una cucharadita de extracto de vainilla. Pídale al vecino azúcar impalpable. De sus conservas, saque: durazno, piña y marrasquinos. Un hobbit en la cocina, según Díaz (2016), seguirá estos pasos: 1. Se empiezan a batir las claras y cuando están montadas se añade la sal y el crémor tártaro. 2. A continuación, se incorpora el azúcar poco a poco y la harina con movimientos envolventes. 3. Se ponen en moldes pequeños, previamente enmantequillados. 4. Introducirlos al horno a 180° con calor envolvente por 30 minutos aproximadamente. 5. Dejar enfriar y desmontar. Espolvorear con azúcar impalpable y decorar con trozos de piña, durazno y marrasquinos. Nivel de habilidad: Experto Preparación: 20 minutos Cocción: 30 minutos aproximados... Porciones: 20 Humanos o 10 Hobbit Combina bien con: una taza de café de grano o té negro con canela.

Referencias Tolkien, JRR. (1980). El Señor de los Anillos. Barcelona, Editorial Planeta. Díaz, Patricia. (2016). Un hobbit en la cocina. Impreso en España: Editorial Círculo Rojo.


Tolkien y los Celtas Erick Carvalho de Mello, Brasil

Una mirada más cercana a las leyendas creadas por el profesor Tolkien puede revelar sus numerosas influencias académicas. Después de todo, el profesor era un conocido filólogo y pasó gran parte de su vida rodeado de textos literarios medievales como Beowulf, poemas en inglés antiguo, sagas escandinavas, etc. Sin embargo, lo que pocos saben y algunos incluso confunden, es que Tolkien también tuvo una influencia celta en sus obras, a pesar de que esto fue obviamente negado por el propio Tolkien. Pero, ¿cómo podemos desatar este nudo gordiano, o más bien, el nudo celta que une y confunde a todos aquellos que intentan encontrar otras referencias no germánicas y no bíblicas en el trabajo del profesor? Bueno, la respuesta es mirar los detalles, las pistas que quedan en sus textos y especialmente en la biografía de Tolkien.

Después de todo, de acuerdo con lo que sabemos sobre su vida, Tolkien se enamoró de la filología cuando él, un niño inglés que vivía en Birmingham, vio los letreros en los trenes en un idioma misterioso y celta, conocido popularmente como galés, un lenguaje orgulloso y vocalmente carente del país de Gales. Quizás la influencia celta de las obras de Tolkien comenzó allí. Y decimos «Quizás» por una cuestión muy simple. Tolkien negó públicamente las influencias celtas de su trabajo, aborreciendo la estética celta y queriendo justificar a toda costa su visión anglosajona del Legendarium o incluso su vida académica, por así decirlo. Esta distancia que relegó a la cultura celta a un segundo o incluso un tercer lugar en su lista de influencias literarias y académicas tiene una explicación, por supuesto. Lo que quería hacer era valorar su proyecto personal de construir una “mitología para Inglaterra”, un proyecto genuinamente inglés, realizado por un orgullo anglosajón “perdido” en la modernidad impuesta por el siglo XX. Tolkien encontró en su Legendarium no solo un refugio seguro para la modernidad obtusa de hoy, sino principalmente un lugar de trabajo lúdico, donde sus propias dudas académicas podrían pulirse a través de la fantasía. Queremos enfatizar este punto, ya que es a partir de ahí que el Legendarium está estructurado desde el punto de vista histórico, como un lugar de experimentación y reordenamiento personal por parte del profesor Tolkien con las dudas y fragmentaciones presentadas por su corpus

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filológico, literario y la historia diaria del trabajo académico. Es decir, en fuentes escandinavas, Tolkien encontró material lo suficientemente organizado como para trabajar en sus problemas personales y avanzar en su proyecto de una mitología inglesa, mientras que en las fuentes celtas fue un poco más complicado y, por esta razón, el profesor lo aborreció abiertamente.

¿Y por qué fue más complicado? Bueno, las respuestas son muchas, en realidad. Por nombrar algunas podemos, en primer lugar, evidenciar la dificultad de trabajar con la mitología gaélica o galesa sin transformarla por su visión típicamente inglesa del tema. En segundo lugar, la dificultad de identificar qué es realmente celta en medio de la estética de los antiguos celtas y la celticidad moderna, un debate que hoy parece haber encontrado cierta comprensión en el mundo académico, pero que en la época de Tolkien aún no era tan maduro. Y en tercer lugar, la propia inmersión histórica del profesor Tolkien en su trabajo, después de haber trabajado con algunas fuentes de material celta, reconoció su multiplicidad de versiones, interpretaciones y piezas sueltas y sin respuesta, lo que le disgustó mucho. Pero vayamos al grano ¿Dónde Tolkien deja clara esta cosmovisión celtofóbica? ¿Qué referencia, qué pistas dejó en su material publicado que nos proporciona la primera evidencia de la aversión de Tolkien al celticismo en sus referencias? La indicación viene de la mano del profesor cuando escribió una carta en 1937 a Stanley Unwin, su editor, donde argumenta con ferocidad que su texto sobre El Silmarillion no es en absoluto celta. En sus palabras: “ […] ¡no son celtas! […] Conozco por cierto las obras célticas (muchas de ellas en las lenguas originales irlandés o galés), y siento por ellas un cierto disgusto: en gran parte por su fundamental sinrazón. Tienen intenso colorido, pero son como una ventana de cristales de colores rota y rehecha sin seguir diseño alguno.” Carta nº 19 Este pequeño extracto tomado de sus cartas personales fue suficiente para que innumerables lectores de Tolkien rechazaran cualquier posible referencia celta en las obras del profesor e incluso la existencia de tan pocos estudios que analizaran sus elementos “celtas” en el Legendarium, especialmente si los comparamos con trabajos que buscaban referencias escandinavas, finlandesas o incluso cristianas de su trabajo.


Sin embargo, las referencias están ahí. Mezcladas, diluidas en sus propias imágenes en inglés, anglosajón, pero están ahí. En este sentido, esto promueve una tremenda confusión en las personas que confunden la cultura celta con la cultura germánica o incluso a quienes les gusta llevar todo lo que un autor escribe sobre él al pie de la letra. Para todos los sentidos, jugar con las referencias celtas de Tolkien es tan complicado como comprender incluso las diferentes concepciones del término celta a lo largo de la historia. Y el profesor tiene su buena dosis de culpa allí por crear estas barreras.

Por supuesto, las barreras creadas por el profesor tienen una apariencia académica muy razonable, pero hay una capa de orgullo inglés que también es visible. En una carta también a Unwin en 1945, todavía recuerda la conversación de 1937 sobre la posible publicación de El Silmarillion y le recuerda a su interlocutor que la opinión del consejo editorial permitió que el trabajo tuviera “cierta belleza, pero de una especie «céltica» que resulta irritante a los anglosajones.” (Carta nº 98). Está de acuerdo con la decisión (en parte porque quería persuadir al interlocutor para que publicara el libro) y lamenta humildemente el hecho de que no era un verdadero anglosajón, aunque, como bien sabemos por su biografía, era un inglés orgulloso. Pero, ¿qué significan estas pequeñas cuentas aquí y allá? Una lectura superficial explica la visión celtofóbica del profesor, que es evidente. Una lectura más profunda deja en claro que Tolkien era más contrario a las implicaciones que la denominación celta podría tener al asociarse con su trabajo que la referencia al celticismo mismo. Incluso porque Tolkien sabía acerca de los celtas, leyó sobre los celtas y tenía una comprensión razonable de los celtas.

Esto se demuestra fácilmente por su conferencia en 1955 titulada The English and the Welsh. En este discurso, Tolkien acuñó una expresión que de alguna manera es quirúrgica para analizar la confusión de estudiar el celticismo en sus diferentes formas y que tanto intrigó a los investigadores como causó la aversión académica del profesor sobre el tema. Es allí donde acuñó la expresión “bolsa mágica” (Magic Bag) que delimitó lo que hoy podemos llamar una “nebulosa celta”, es decir, el exceso de referencias de memoria que promueven una imagen borrosa del celticismo contemporáneo. Este término acuñado por el profesor todavía se puede usar hoy para identificar la confusión general que las personas tienen cuando no solo conectan lo legendario como una alegoría explícita del celticismo (que es un claro error), sino también por la propia incomprensión de lo que es “Cultura de la memoria celta” en general. En las propias palabras de Tolkien: “Para muchos, quizá para la mayoría de los que no forman parte de la compañía de los grandes especialistas, pasados y presentes, todo lo «céltico» es,

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sin embargo, un saco mágico en el que se puede meter cualquier cosa y del que se puede sacar cualquier cosa.” (Tolkien, 1963)1

En otras palabras, en la comprensión del profesor, la dificultad para comprender el celticismo estaba básicamente en el exceso de elementos, referencias, apropiaciones, disputas políticas de la memoria, etc. Y todo esto era profundamente contrario a su propio conocimiento académico basado en material escandinavo, estereotipos académicos en inglés y las necesidades de su propio dominio universitario. Es por esta razón que evoca el sentido del “saco mágico” que todo encaja en su definición de celticismo. Tolkien no comprende las demandas de estos grupos fuera del aspecto lingüístico técnico y formal, lo que resultaría, en una perspectiva contemporánea, en la búsqueda de políticas afirmativas o de identidad. Es cierto que Tolkien era un hombre de su tiempo e insistir en esta pregunta sería anacrónico e injusto para el profesor. Después de todo, ni siquiera veía estos temas como válidos, desde el punto de vista de su condescendiente inglés o incluso “sajón” como lo define a lo largo de su análisis del inglés y galés. Sin embargo, el idioma galés está allí, dentro de su campo de conocimiento, de manera suficiente para influir en la creación del Sindarin, así como las leyendas galesas que tienen un paralelo profundo con varias partes muy relevantes del Legendarium, como la Balada de Leithian, también conocida como la historia de Beren y Lúthien. El mundo celta está presente y vivo en Tolkien.

Es decir, las referencias están ahí. Ya sea en el propio conocimiento académico de Tolkien, o en su también conocida “biblioteca celta” llena de títulos clásicos o incluso en su legendarium. Solo una mirada más cercana y encontraremos todo un mundo celta dentro de los textos del profesor Tolkien, un tesoro escondido entre las referencias más conocidas. Oculto incluso a los ojos del profesor que solía, por razones personales, negarlo. q Referencias:

Brunaux, Jean-Louis. Les Celtes: Histoire d’un mythe. Éditions Belin, 2014

Carpenter, H., & Tolkien, C. (1993). Las cartas de J. R. R. Tolkien. Ediciones Minotauro.

McIlwaine, Catherine. Tolkien: Maker of Middle-earth. Oxford: Bodleian Library, 2018.

Tolkien, J.R.R. “English and Welsh”. In: The Monsters and the Critics and Other Essays. London: HarperCollins, 2006. 1 “To many, perhaps to most people outside the small company of the great scholars, past and present, “Celtic’ of any sort is, nonetheless, a magic bag, into which anything may be put, and out of which almost anything may come.”


La música en las obras de Tolkien Elisa Valderrama Correa, Colombia

La música despierta en nosotros emociones variadas, pero no las más terribles, tales como horror, miedo, ira, etc., sino más bien los sentimientos más cálidos, como dulzura y amor, que se transforman en devoción. [...] Posiblemente estos sentimientos confusos y poderosos hagan surgir el sentimiento de lo sublime. Charles Darwin

En El Silmarillion, El Hobbit y El señor de los anillos aparece un tema hermoso que va ligado a la recreación de sucesos pasados, pero también va unido a la aparición del lenguaje y a la creación misma de la Tierra Media; ese tema es la música, que acompaña los relatos de J. R. R. Tolkien de principio a fin y que es usado —de distintas maneras— por todas las criaturas de su universo. La música para Tolkien representa algo muy importante, porque aparte de que su querida esposa era una amante de esta, él al ser un aficionado a los lenguajes antiguos, gozaba con la sonoridad de las palabras al ser pronunciadas.

La música en El Silmarillion se presenta en tres ocasiones de distintas maneras: la primera, es cuando Ilúvatar y los Ainur están creando Arda, la música es un elemento de creación; la segunda es cuando los Valar utilizan la música para divertirse y la tercera es que esta se convierte en un elemento de memoria. A través del canto se crea la Tierra Media y todo lo que vive en ella. Incluso cuando Melkor se revela contra sus hermanos, los Ainur, empieza a crear su propia armonía con el propósito de arruinar la música de sus iguales: Melkor entretejió algunos de estos pensamientos e inmediatamente una discordancia se alzó en torno, y muchos de los que estaban cerca se desalentaron, se les confundió el pensamiento, y la música vaciló; pero algunos empezaron a conectar su música con la de Melkor más que con el pensamiento que habían tenido en un principio (Tolkien,2002, 12).

Tolkien muestra en este primer momento cómo la música es utilizada para revelar las diferentes características de los Ainur y de Melkor. A pesar de que en El Silmarillion no hay un registro sonoro de esta magnífica música, Tolkien nos reta a que con nuestra imaginación nos hagamos una idea de cómo sonaría ese revoltijo de armonías. Para cuando aparecen los Elfos en la Tierra Media, la música se convierte de un agente usado para la creación y pasa a ser un elemento usado para el aprendizaje del lenguaje. Esta música viene ahora de un componente más tangible que es el mar. Los Elfos (los Eldar) van a utilizar el mar como fuente primaria de su lenguaje y como base para crear su propia música. Por ejemplo, cuando los Primeros nacidos despiertan, lo primero que oyen es “[…] el sonido de una corriente de agua, y el sonido del agua al caer sobre las piedras” (Tolkien,2002, 52). Más

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adelante, los Teleri utilizarán el sonido del agua para crear sus instrumentos y para crear el canto:

[…] los Eldar que aguardaban allí, contemplando las olas oscuras, por causa de sus palabras y de la música que hizo para ellos con cuernos de madreperla, el temor que les despertaba el mar se convirtió en algún modo en deseo (Tolkien, 2002, 62).

La música, en Tolkien va evolucionado mientras pasan las edades y empieza a ser utilizada ya no como un objeto de creación del mundo y del lenguaje, sino como un instrumento para recordar los eventos del pasado; esto último está plasmado en El Hobbit: al principio la música aparece como un recordatorio para los enanos de cómo habían perdido su hogar en la Montaña Solitaria por el dragón Smaug. En el caso de El Hobbit, la música se manifiesta de varias formas y también se muestra cómo —


dependiendo de la situación— es utilizada por los personajes del libro: la primera, es cuando los enanos están reunidos en la casa de Bilbo Bolsón y cantan cómo el dragón Smaug los exilió de su montaña; la segunda, es cuando Bilbo y los enanos llegan a Rivendel, los Elfos los reciben con picardía y les cantan a los recién llegados con una cómica canción. ¡Oh! ¿Qué hacéis, y a dónde vais? ¡Hay que errar esos poneys! ¡El río corre! ¡Oh! ¡Tra-la-la-lalle! […] (Tolkien,2002,58). Más adelante, cuando los enanos, Bilbo y Gandalf están siendo acorralados por los trasgos en un acantilado, estos últimos les cantan una canción entre jocosa y maliciosa para asustar a nuestro grupo de aventureros que, finalmente, logra escapar de las garras de los enemigos, gracias a las águilas.

Los trasgos demuestran el enojo hacia nuestros “héroes” ya que ellos traspasaron su territorio y, además, mataron a su líder. Aquí se demuestra que algo tan bonito como la canción —música— puede ser utilizado para generar dolor, enojo, miedo, diversión o advertencia. El tema de las canciones y la música en la guerra también se demuestra claramente en El señor de los anillos, que se verá más adelante. Tolkien nos muestra un espectro muy grande en cuanto a la utilización de la música para diferentes tipos de ambientes y situaciones, además está claro en el libro la importancia de la tradición oral, que es la que principalmente guardaba todo este espectro de experiencia con la música: Bilbo durante su viaje con los enanos hacia la Montaña Solitaria también recurre a la música en varias ocasiones, en un primer momento cuando está en el juego de adivinanzas con Gollum y en un segundo momento cuando se está enfrentando a Ella-Laraña. Sabemos que al final del libro, las aventuras de Bilbo se vuelven una historia que el viejo hobbit cuenta sin cesar y nos sirve de preludio para El señor de los anillos cuando Frodo hereda el anillo de Bilbo.

Como se mencionó anteriormente, en El señor de los anillos aparece la música y el canto en cuanto a la guerra; pero en el primer libro, cuando se muestra la música, lo hace previamente como un elemento de alegría y de acompañamiento en el cumpleaños del Señor Bilbo; después ésta aparece cuando los cuatro hobbits (Frodo, Sam, Merry y Pippin) se encuentran con un grupo de Elfos que iban caminando hacia la orilla del mar y cantaban: ¡Blancanieves! ¡Blancanieves! ¡Oh, dama clara! ¡Reina del más allá de los mares del Oeste! ¡Oh luz para nosotros, peregrinos en un mundo de árboles entrelazados! ¡Gilthoniel! ¡Oh Elbereth!

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Es clara tu mirada y brillante tu aliento. […] (Tolkien,2002,100)

Esta canción es un claro ejemplo de cómo los Altos Elfos extrañan Valinor y muestran un deseo profundo de volver a las tierras inmortales, donde Varda, su señora, los espera. Esto es un claro ejemplo de cómo los Eldar recuerdan los días de su estancia en las tierras inmortales y cómo a través de canciones mencionan ese deseo de volver a casa en la tierra de los dioses. Aunque la canción de aquellos Elfos es triste, Tolkien hace un excelente trabajo mostrándonos el añoro de estos seres a la tierra que abandonaron incontables años atrás. Después de este triste encuentro aparece Tom Bombadil, un personaje muy singular y que increíblemente solo habla en rimas y le da a nuestros Hobbits un descanso de tanta malicia por unos días.

Tolkien nos introduce este personaje tan alegre por medio de una canción y, además, nos muestra desde un principio cómo va a ser la relación de los cuatro Hobbits viajeros con él. A partir de ahí, cada vez que Tom Bombadil va a hablar lo hace por medio de rimas y canciones, al igual que Baya de Oro, su esposa. Lo más lindo de este capítulo es la musicalidad que Tolkien le pone a Tom y a su mujer, esto demuestra lo joviales que se encuentran a pesar del peligro en la Tierra Media.

En esta primera parte de El señor de los anillos la música varía entre alegre y triste, pero siempre con el propósito de recordar algo ya sucedido, ya sea la historia de Beren y Lúthien o cuando están en Lothlórien, que los Elfos cantan tristes recordando a Gandalf. La tarea de la música es también educar a los hobbits en las historias pasadas, ya que ellos poco saben de lo que pasa a fuera de la Comarca y Bilbo les contó solo la superficie de la extensa historia de la Tierra Media.

Ya en la segunda parte de El señor de los anillos, la música aparece como un elemento que los guerreros utilizan para alistarse para la batalla. Esto se ve en un primer instante cuando Boromir, antes de morir,


sopla su cuerno de batalla. Este símbolo del cuerno también aparece como un elemento en común entre los Rohirim y los del pueblo de Gondor, aunque son pueblos muy diferentes, tienen este elemento en común que los mantiene ligados uno con el otro como pueblos amigos.

música son para avivar los corazones despernancados de los guerreros. También está la canción como forma de encuentro, sin embargo, no un encuentro de reunión jovial –aunque sí la hay al final— sino para encontrar a alguien, tal y como pasó en El Silmarillion cuando Lúthien fue en busca de su amado y cuando llegó a la fortaleza de Sauron cantó en un puente que miraba a las fosas donde estaba Beren encerrado y con ese canto Lúthien encontró a su amado.

Lo mismo pasa en el primer capítulo del libro sexto de El Señor de los Anillos, Sam, desesperado por encontrar a Frodo, llega hasta el último piso de la torre en donde los orcos tenían a su señor cautivo, pero no lo encuentra allí. Sin más esperanzas, el jardinero de repente recuerda la canción que escuchó por primera vez cantada por aquellos Elfos que se encontraron al principio de su viaje, recobra la esperanza y esto hace que Sam encuentre a Frodo. La música se muestra como un elemento que da esperanza y es lo que hace que brille en el corazón de Sam en uno de sus momentos más oscuros. Para concluir, quiero señalar que la música en los libros de Tolkien es un elemento bastante hermoso e importante, porque nos muestra su capacidad de volverse un amuleto que lleva a los personajes a la esperanza y a la memoria. Es capaz, en los momentos más oscuros, de volverse una luz brillante de esperanza —como lo vemos en El Silmarillion y El señor de los anillos— y también puede volverse un instrumento en donde se recuerden las más épicas batallas y la historia de la Tierra Media. q

Referencias: El símbolo del cuerno tiene sus orígenes en El Silmarillion, cuando los Eldar fueron instruidos por Ulmo y sus sirvientes en el arte de la música; aquí vemos que la tradición de crear cuernos como elementos de batalla vienen de los hombres de Númenor, del cual el pueblo de Gondor es descendiente. El cuerno es utilizado por estos dos pueblos para simbolizar un último contraataque o como señal antes de empezar una batalla –como es el caso de la batalla del Abismo de Helm o en la batalla de los campos de Pelennor, en el tercer y último libro de El señor de los anillos—. En cualquiera de los casos el cuerno es un instrumento que da esperanza y ánimo a los guerreros que lo escuchan:

Tolkien, J.R.R. Ed. Christopher Tolkien. 2002. El Hobbit [The Hobbit]. Trad. Manuel Figueroa. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Minotauro.

En medio de este clamor, apareció el rey. Montaba un caballo blanco como la nieve; de oro era el escudo y larga la lanza. […] (Tolkien, 2002,118).

Tolkien, J.R.R. Ed. Christopher Tolkien. 2002. El Señor de los anillos: El retorno Del Rey [The Lord of the Rings: The Return of the King]. Trad. Matilde Horne y Luis Domènech. Aires, Argentina: Ediciones Minotauro.

[…] - ¡Helm! ¡Helm! – gritaron los caballeros - ¡Helm ha despertado y retorna a la guerra! ¡Helm ayuda al Rey Théoden! -.

Pero en el tercer libro no todas las canciones y la

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Tolkien, J.R.R. Ed. Christopher Tolkien. 2002. El Silmarillion [The Silmarillion]. Trad. Rubén Masera y Luis Doménech. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Minotauro.

Tolkien, J.R.R. Ed. Christopher Tolkien. 2002. EL Señor de los anillos: La comunidad del anillo [The Lord of the Rings: the Fellowship of the Ring]. Trad. Luis Domènech y Matilde Horne. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Minotauro.

Tolkien, J.R.R. Ed. Christopher Tolkien. 2002. El Señor de los anillos: Las dos Torres [The Lord of the Rings: The Two Towers]. Trad. Luis Domènech y Matilde Horne. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Minotauro.


El Rey bajo la Montaña Juan Pablo Bascur Raurich, Chile

El dragón despertó abriendo los ojos de par en par, sobresaltado. Un pequeño hombrecillo pegado furtivamente a la pared a su derecha lo miraba con ojos abiertos como platos mientras aguantaba la respiración. Ambos se miraron por lo que pareció una eternidad.

—Un malentendido, por supuesto —respondió Tirso en el acto—. Al verlo descansando tan plácidamente no pude sino intentar adentrarme procurando no despertarlo, ¡oh Gran Rey bajo la Montaña!

Ambos sabían que mentía. Ambos sabían que la conversación era un teatro. Una diversión y un intento por sobrevivir, dos caras de la misma moneda.

— Y bien —bufó cansino el dragón, estirando el cuello para posar su visión directamente hacia el hombre. — ¿No te presentarás ante el dueño de tu destino?

—Está bien —dijo el dragón, cruzando sus patas delanteras y apoyando encima la cabeza—, acepto tus explicaciones. Y ahora que ya estoy despierto, puedes comenzar a manifestar tu fascinación sin temor alguno. Imagino que mi esplendor es una fuente inconmensurable de inspiración para, digamos… una pequeña poesía.

El diminuto personaje sopesó el comentario. Sabía que no podía escapar. Sabía que había sido descubierto cometiendo un delito flagrante. Sabía exactamente que su posición era totalmente desfavorable y que esa amenaza disfrazada elocuentemente era, en efecto, una orden.

—¡Oh Magnífico Rey! —«Partir con veneración, una sabia decisión»— Muchos son los relatos que se cuentan de tu gran figura, pero muchos más son los que hablan de tus increíbles fortunas. Tirso es mi nombre y soy un simple hombre, quien quiso desobedecer toda precaución para maravillarse ante esta espectacular visión. —finalizó con una reverencia que logró parecer honesta.

Tirso dudó una fracción de segundo, pero lo camufló aclarándose la garganta. Dio un pequeño paso adelante y comenzó a cantar: “Es roja y dorada

La tintura de su blasón

Mas no tiene comparación El fulgor de su mirada.

El lagarto se sorprendió. Estaba seguro que el tipo estaba histérico y desesperado. Podía olerlo. Y sin embargo su presentación rimaba. O tenía planeado ser descubierto, o era el hombre más valiente que pudiera recordar. ¿Hace cuánto que no se sentía tan…intrigado?

—Dices que vienes a maravillarte con la visión de mis tesoros —dijo, exhalando una densa voluta de humo por el hocico—. Pero entras sin avisar tu llegada, a hurtadillas como un vil ladrón.

¡Oh, magnificencia alada! Calza loriga de alhajas,

Yo vestiré cual mortaja,

Su aliento en llamarada.”

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Asombrado, el dragón guardó silencio. El saqueador tenía talento para la música. Casi se lamentó al cumplir con las últimas palabras del pobre diablo. Casi. q


Crónicas Enanas Juan Fernando Salazar, Beleg

De los habitantes de Arda, los enanos son quizá los seres más enigmáticos: sus costumbres, sus moradas, su idioma, incluso sus verdaderos nombres son poco conocidos y casi ocultos para las demás razas. Este artículo es un compendio sobre diversos tópicos acerca de los enanos; todos ellos abordados en una charla realizada por mí como miembro activo de la STCO. En ella, al igual que acá, voy a abordar las influencias mitológicas, el origen de la raza, los principales reinos y personajes y su influencia en el Legendarium del profesor Tolkien. ENANOS EN LA MITOLOGÍA

La mayoría de las mitologías del norte de Europa han tenido dentro de sus historias a la raza enana. Todos ellos con características físicas similares. En la Mitología Germánica, un enano era un ser con forma humana que habitaba en las montañas y en la tierra y se relaciona con la sabiduría, la herrería, la minería y la artesanía; se describen como cortos, feos y comúnmente con barbas. Uno de los enanos más importantes en la leyenda heroica alemana fue Alberich quien aparece en el Cantar de los Nibelungos; era el guardián del tesoro del Nibelung y se decía que tenía la fuerza de doce hombres. Siegfried lo domina usando su capa de invisibilidad (Tarnkappe), después de lo cual el enano sirve al héroe. Alberich también era un legendario hechicero originario de los mitos de la Dinastía Merovingia de

Dibujo de dos enanos para Völuspá (1895)

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los Francos entre los siglos V y VIII cuyo nombre significa “rey de los elfos”. Los enanos en la Mitología Nórdica eran llamados dvergar (del nórdico antiguo dvergar, singular dvergr). Eran seres asociados con las piedras, lo subterráneo, la muerte, la suerte, la magia y la tecnología, especialmente la forja. Inicialmente eran de tamaño similar a los humanos. En la Völuspá que es el más conocido poema de la Edda Poética o Edda Mayor, se divide a los enanos en tres tribus: la liderada por Mótsognir, la liderada por Durin y la liderada por Dvalin, quien enseñó la escritura rúnica a los enanos nórdicos (Brodeur, 1916). Asimismo, en el poema Alvíssmál, del mismo libro, los insultos de Thor hacía el enano Alvíss resumen ciertos conceptos relacionados con la apariencia de los enanos nórdicos. En particular, este enano tenía una nariz pálida, que sobresalía entre su barba y sus cabellos negros. En la cultura nórdica se valoraba la piel blanca, sin embargo el color de piel del enano no parecía saludable por su extrema palidez y Thor lo acusa de ser un cadáver al decirle que pasa tiempo con los muertos. Los enanos son pálidos porque la luz solar les es letal y en la misma forma que los muertos son enterrados en los túmulos y nunca ven la luz, los enanos viven bajo tierra y evitan la luz solar, la cual les provoca la muerte. Este enano visita a Thor sólo durante la noche y en el poema el dios se encarga de prolongar un juego de adivinanzas que pretenden probar la sabiduría del enano, pero que tiene por finalidad esperar la luz del amanecer, la cual mata al enano al final del poema, convirtiéndolo en piedra (Bellows, 1936). Aunque los enanos en ocasiones son llamados “negros”, en nórdico antiguo esto hace referencia al color de su cabello (svartr) no al de la piel. Para describir una piel oscura en nórdico antiguo se la definía como una piel de color “azul”, expresión que deriva de la apariencia de los cadáveres. Esto se puede comparar con otros enanos cuyos nombres hacen referencia a su piel pálida de apariencia cadavérica como Dáinn (el muerto) y Náin (el cadáver). Los dvergar eran grandes creadores, inteligentes y artificiosos y entre otras maravillas, los enanos Sindri y Brok —hijos de Ivaldi— crearon el martillo Mjolnir para Thor, la lanza Gungnir y el anillo mágico Draupnir para Odín, el navío Skíðblaðnir para Frey (se decía que la nave era tan grande que soportaba a la gran multitud de Asgard y siempre que las velas eran alzadas, un buen viento lo seguía, podía viajar por mar y tierra, estaba hecho de tantas piezas y


gnomus = pygmaeus de Parecelso. Como la palabra es utilizada por «dwarves» -no estoy capacitado para juzgar por qué se la ha preferido al español enano-, puede resultar una lamentable confusión si se aplica también a los Altos Elfos.”

con tal ingenio que podía ser doblado como una servilleta y llevado dentro de una bolsa). También hicieron el collar Brisingamen de Freyja, la cadena Gleipnir, que ata al lobo Fenrir, y el jabalí dorado de Freyr, Gullinbursti (Grant, 2008).

¿DWARFS O DWARVES? Como era habitual en el profesor Tolkien, los “errores” que cometía lo dejaban con una evidente molestia que comentaba insistentemente; tal era el caso del plural dwarves cuyo uso correcto en inglés sería dwarfs. En la carta dirigida a Stanley Unwin le decía: “Me temo que sólo es un ejemplo de mala gramática privada, más bien escandalosa para un filólogo; pero tendré que seguir adelante con él. Quizá se le pueda permitir a mi dwarf -puesto que él y el Gnome (Gnome era un término entonces utilizado por Tolkien para los Elfos Noldorin) son sólo traducciones a equivalentes aproximados de criaturas con nombres diferentes y más bien diferentes funciones en su propio mundo- un plural peculiar.” (Carta nro. 17) En otra misiva dirigida al jefe de redacción del Observer, retomaba el tema ratificando que el error no era tan inconsciente y su naturaleza atendía a la intención de desligar a sus enanos de los descritos en las mitologías conocidas: “¿Y por qué dwarves? La gramática prescribe dwarfs; la filología sugiere que la forma histórica sería dwarrows. La verdadera respuesta es que no supe hacerlo mejor. Pero dwarves armoniza con elves [elfos]; y, en todo caso, elf, gnome, goblin, dwarf son sólo traducciones aproximadas de nombres en Élfico Antiguo para seres que no son exactamente de la misma especie y no tienen las mismas funciones. Estos dwarves no son exactamente los dwarfs del folklore más conocido. Se les ha dado nombres escandinavos, es cierto; pero esa es solo una concesión editorial. Demasiados nombres en lenguas propias del período podrían haber resultado alarmantes. Dwarvish era a la vez complicado y cacofónico. Aun los primeros filólogos élficos lo evitaban, y los dwarves estaban obligados a utilizar otras lenguas, excepto en las conversaciones estrictamente privadas.” (Carta nro. 25) Otro suceso particular que desencadenó el uso de la palabra dwarves por parte de Tolkien se dio con la primera traducción al castellano de El Hobbit, hecha por Teresa Sánchez Cuevas en 1964, para la Editorial Fabril, donde tradujo dwarves como gnomo, lo que generó el malestar del profesor, manifestado en una carta dirigida a la editorial Allen & Unwin: “Si gnomos se utiliza como traducción de dwarves, no debe aparecer entonces en pág. 63 en ‘the elves that are now called Gnomes’. No quiero perturbar al traductor, o a ustedes, con la larga explicación que hace falta para dar cuenta de esta aberración; pero la palabra se utilizó como traducción del nombre verdadero, de acuerdo con mi mitología, del pueblo de Altos Elfos del Oeste, asociándolo pedantemente con el griego gnome, «pensamiento, inteligencia». Pero lo abandoné, pues es totalmente imposible disociar el nombre de las asociaciones populares de

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LOS ENANOS DE TOLKIEN Los enanos, llamados a sí mismos en khuzdul como Khazâd, por los Sindar como Naugrim, el Pueblo Menguado y Gonnhirrim, maestros de la piedra, en quenya; son físicamente más bajos que los hombres, con una altura de entre 120 y 150 centímetros, pese a ello son robustos, corpulentos y más fuertes y recios que el resto de las razas. Todos tienen barba, tanto hombres como mujeres y el cortársela es la mayor vergüenza y ofensa que se les que les puede hacer, mereciendo el odio y rencor de toda su raza. Su carácter es tenaz, indomable y persistente. Son la raza más trabajadora, valientes en el combate y su voluntad y orgullo son indoblegables, por lo que rara vez son engañados y pocas veces han sido corrompidos por el mal, ni siquiera mediante los Anillos de Poder. Son grandes conocedores de la minería y orfebrería, su dominio de los metales y las gemas no ha sido superado por nadie que no fuera Aulë y sus más cercanos alumnos. Asimismo, su capacidad en la arquitectura no tiene igual desde la creación de Arda. Se dice que los enanos pueden tener dos destinos tras la muerte: Volver a la tierra de la que están hechos y convertirse en tierra y piedra o que Aulë el Hacedor, a quien llaman Mahal y cuida de ellos, los reúne en unas estancias que Mandos les tiene especialmente preparadas para luego unirse a los Hijos de Ilúvatar en el final de los tiempos. AÜLE: EL PADRE DE LOS ENANOS En el capítulo 2 De Aulë y Yavanna del Quenta


Silmarillion se dice que los Enanos fueron hechos por el vala Aulë, puesto que quería tener a quienes enseñarles su ciencia y su arte, pero no esperó el cumplimiento de las intenciones de Ilúvatar. Fue allí cuando hizo a los Enanos, porque aún no tenía clara en la mente la forma de los Hijos que estaban por venir y porque el poder de Melkor aún obraba en la Tierra; por lo tanto deseó que fueran fuertes e inquebrantables. Pero temiendo que los otros Valar lo culparan, trabajó en secreto e hizo primero a los Siete Padres de los Enanos en un palacio bajo las montañas de la Tierra Media. Ilúvatar sabía lo que se estaba haciendo. Cuando Aulë terminó su obra, empezó a instruir a los Enanos en la lengua que había inventado para ellos, Ilúvatar le increpó por anticiparse al nacimiento de sus hijos (Elfos y hombres), sin embargo, permitió la existencia de los enanos con la condición de que durmieran bajo la piedra hasta la aparición de los primeros nacidos, los elfos. Aulë entonces, puso a los Siete Padres Enanos a descansar en diferentes puntos distanciados el uno del otro. LOS SIETE PATRIARCAS ENANOS Sobre el despertar de los padres de los enanos no se dice mucho, se sabe que Durin despertó en el Monte Gundabad (razón por la cual reverenciarían después este monte sus descendientes), a partir de ahí descendió sobre las montañas nubladas hasta llegar al valle de Azanulbizar, donde quedó encantado con su belleza y decidió establecerse ahí fundando el reino de Khazad-dûm y estableciendo el Clan de los Barbiluengos (Longbeards en inglés). Otros dos padres de los enanos de nombre desconocido despertaron en el Monte Dolmed ubicado en la parte central de las montañas azules, al oriente de este monte establecieron los reinos de Nogrod, donde se instauraron los “Barbas de Fuego” (Firebeards) y Belegost. donde se asentaron los “Cintura Ancha” (Nalgudos en algunas traducciones, Broadbeams en inglés). Teniendo en cuenta la prolongada vida de los enanos y que no se mencionan otros reyes en Belegost, se piensa que el rey enano Azaghâl fue uno de los siete padres. De los otros 4 padres se sabe aún menos, dos de ellos despertaron en la parte norte de las Orocarni, fundando los clanes de los “Puños de Hierro” (Ironfists) y los “Barbatiesas” (Stiffbeards); los otros dos cerca del extremo meridional, fundando los clanes de los “Rizos Negros” (Morenos en algunas traducciones, Blacklocks en inglés) y los “Pies de Piedra”(Stonefoots). (Los Pueblos de la Tierra Media, cap. Las relaciones de los Enanos Barbiluengos y los Hombres) BELEGOST Y NOGROD, NAUGRIM EN LA PRIMERA EDAD DEL SOL Cuando Melian instó a Thingol a construir una morada real y un sitio resistente previendo tiempos difíciles, buscaron la ayuda y consejo de los enanos de Belegost, quienes accedieron voluntariamente. Pese a que ellos siempre tenían un precio para sus

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obras, se dieron por pagados con las enseñanzas de Melian y finalmente fueron recompensados por Thingol con muchas perlas, de las cuales había una tan grande como un huevo de paloma y que brillaba como la luz de las estrellas en la espuma del mar; Nimphelos se la llamó y el líder de los Enanos de Belegost la consideró más valiosa que una montaña de riqueza. Adicionalmente los enanos forjaron armas para Thingol porque eran muy hábiles en estas labores, aunque ninguno de ellos sobrepasaba a los artesanos de Nogrod, de quienes el herrero Telchar era el de mayor renombre (hizo la daga Angrist, la espada Narsil, el Yelmo de Hador y buena parte de la armería del rey Thingol de Doriath).

Los Sindar, no tardaron en aprender de ellos el arte de la herrería; pero en el arte de templar el acero los enanos nunca fueron igualados, ni siquiera por los Noldor y en la fabricación de cotas de malla de anillos eslabonados, que los herreros de Belegost hicieron por vez primera, la artesanía de los Enanos no tenía rival. En esos días, Daeron el Bardo, maestro de sabiduría en el reino de Thingol, inventó sus Runas y los enanos las aprendieron, teniendo el arte de Daeron en más alta estima que los Sindar, el propio pueblo de Thingol. Los Naugrim llevaron las Cirth hacia el este por sobre las montañas y así llegaron al conocimiento de muchos pueblos. Por otro lado, Finrod se ubicó en las Cavernas del Narog y construyó recintos y armerías de acuerdo con el modelo de las mansiones de Menegroth. En esa tarea Finrod tuvo la ayuda de los Enanos de las Montañas Azules y éstos recibieron una cuantiosa recompensa por sus labores. En ese tiempo se labró para él el Nauglamír, el Collar de los Enanos del cual se decía que tenía “(...)un poder que la volvía tan ligera como una hebra de lino para quien la llevaba encima, y cualquier cuello sobre el que se cerrara tenía siempre gracia y encanto...” (Quenta Silmarillion Cap. 13). Allí en Nargothrond, Finrod hizo su morada junto con muchos de los suyos, y recibió en la lengua de los Enanos el nombre de Felagund, Desbastador de Cavernas. Al Nauglamir estaba atado el destino de los enanos. El collar fue llevado por Felagund a Nargothrond, en donde pasó a formar parte de las posesiones más preciadas de los Noldor. Sin embargo, luego de la


caída de Nargothrond, Mîm el enano (el último de los Enanos Mezquinos junto con sus dos hijos, Ibûn y Khîm) lo toma junto con los tesoros de dicho recinto. Húrin lo asesina por haber traicionado a su hijo Túrin con los ejércitos orcos que azolaban Beleriand y se lleva el collar. Posteriormente al llegar a Doriath lo lanza a los pies de Thingol, quien enamorado de su belleza solicita a los enanos que engarcen en él al Silmaril recuperado por Beren y Lúthien. Luego de terminada la obra, que unió las mejores creaciones de elfos y enanos, los últimos asesinaron a Thingol para quedárselo. En la huida de los enanos, Beren y Dior acaban con los enanos y toman el Nauglamír.

NIRNAETH ARNOEDIAD Los enanos eran fieros guerreros y fueron protagonistas en muchas de las batallas libradas en la Primera Edad. En la Batalla de las Lágrimas Innumerables el ejército de Enanos de Belegost ganó renombre porque los Naugrim resistían el fuego y además llevaban grandes máscaras de apariencia aterradora que les fueron de provecho frente a los dragones. Si no hubiera sido por ellos, Glaurung y su prole habrían quemado a todos los que quedaban de los Noldor. Pero los Naugrim hicieron un círculo alrededor del dragón y ni siquiera la poderosa armadura le sirvió contra los golpes de las grandes hachas; cuando se volvió derribó a Azaghál Señor de Belegost y se precipitó sobre él, Azaghál hizo un último esfuerzo e hirió a Glaurung, que escapó del campo y las bestias de Angband lo siguieron turbadas. Entonces los Enanos levantaron el cuerpo de Azaghál y se lo llevaron, las voces profundas entonaban un canto fúnebre, como si fuera un funeral en su propio país y ya no hicieron caso de sus enemigos y ninguno se atrevió a molestarlos terminando así su participación en la batalla.

EL LINAJE DE DURIN I De las historias de los patriarcas enanos, la de Durin I es la más conocida, sus descendientes ocuparían el cargo de soberano en los reinos de Khazad-dûm y Erebor, así como de las Colinas de Hierro. Durante la Primera y Segunda Edad del Sol nacieron

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cuatro herederos muy parecidos a él, tanto que les bautizaron con el mismo nombre y los enanos decían que eran el mismo Durin I reencarnado. Fue durante el reinado de Durin VI, acontecido a mediados de la Tercera Edad del Sol, cuando los enanos de Khazad-dûm despertaron a un balrog en las profundidades del reino. El rey fue asesinado por la criatura y poco después le ocurrió lo mismo a su hijo Náin I, lo que llevó a la ruina del reino y a su abandono por parte de los enanos. No obstante esto no supuso el fin de la casa de Durin, pues el príncipe Thráin había logrado huir hacia el norte de la Tierra Media con una parte de su pueblo y en Erebor fundó un nuevo reino. Thráin I, apodado “El Viejo”, hijo de Náin I, el último rey de Khazad-dûm, se convirtió en Rey bajo la Montaña. Durante los trabajos de excavación encontró lo que sería el símbolo de los Enanos de Erebor, “la Piedra del Arca”, cuyo valor era incalculable. En el año 2210 Thorin I hijo de Thráin, abandona Erebor para dirigirse a las Montañas Grises donde se estaban reuniendo los Barbiluengos, con el fin de explorar esas montañas. Pero los dragones fríos comenzaron a atacar y a destruir las posesiones enanas, lo que los obligó a una nueva dispersión. Fue así que en el año 2590 Thrór hijo de Dáin I, “(...) junto con Borin, hermano de su padre, y el resto del pueblo, regresó a Erebor...” (Apéndice III de ESDLA, El Pueblo de Durin) Allí el abuelo de Thorin Escudo de Roble llevó la Piedra del Arca y engrandeció el Reino bajo la Montaña, hasta convertirlo en el principal centro de producción y de comercio de la región. Erebor se había convertido en el mayor reino de la Tierra Media incluso más grande que Minas Tirith. No habían transcurrido doscientos años de la ocupación definitiva de la Montaña Solitaria cuando Smaug el Dorado, destruyó todo el reino y la ciudad del Valle quedó deshecha y abandonada; pero Smaug entró en la Gran Estancia y yació allí sobre un lecho de oro. Los Enanos supervivientes abandonaron Erebor y se dispersaron nuevamente. En el año 2941 T.E. Gandalf formó una pequeña compañía de Enanos, encabezada por Thorin “Escudo de Roble”, nieto de Thrór, a quienes acompañaba el hobbit Bilbo Bolsón con la intención de recuperar la Montaña Solitaria. La labor tuvo éxito puesto que la entrada a Erebor por la Puerta Secreta hecha por Bilbo y los Enanos, produjo tal ataque de ira al dragón, que éste salió presa de una gran furia y atacó Esgaroth. Allí Bardo el Arquero, descendiente de Girion, Señor de la Ciudad de Valle, le dio muerte mediante una flecha que penetró por el único lugar vulnerable de Smaug. Tal hazaña permitió que los Enanos recuperaran la montaña; no sin antes combatir contra los trasgos en lo que se llamó la “Batalla de los Cinco Ejércitos”, en la que se produjo la muerte de Thorin. El rey Dáin II, que reemplazó al fallecido “Escudo de Roble”, restableció la fama y riquezas del Reino bajo la Montaña. Durante la Guerra del Anillo, las fuerzas de Sauron atacaron y sitiaron Erebor. Sin embargo, una vez destruido el Anillo Único, las fuerzas de la oscuridad se disolvieron y los Enanos y sus aliados, los


hombres de Valle, expulsaron al ejército de Orcos y Orientales que los sitiaban, pereciendo, en esa acción, el ya anciano Dáin. En la Cuarta Edad, bajo el reinado de Thorin III “Yelmo de Piedra”, Erebor siguió prosperando y enriqueciéndose bajo la tutela del restablecido Reino Unificado de Arnor y Gondor.

KHUZDUL: LA LENGUA SECRETA DE LOS ENANOS Se dice que tan pronto como Aulë creó a los Siete Padres de los Enanos “empezó a instruir a los enanos en la lengua que había inventado para ellos”. (Quenta Silmarillion, cap. 2). El nombre para su idioma era khuzdûl, que literalmente significa ‘lengua’. Aunque bien conservado, raramente aprendieron khuzdul otros que no fueran los enanos mismos. Según las antiguas leyendas en Valinor, Aulë había enseñado a Fëanor el idioma que había creado para los Enanos. En la Tierra Media, los elfos no estaban interesados particularmente en el khuzdul, y no pensaban muy bien de esta lengua puesto que “no alcanzaban a entender una palabra de la lengua de los Naugrim (Enanos), que les sonaba engorrosa y desagradable, y pocos eran los Eldar que lograron dominarla”. (Quenta Silmarillion, cap. 10) Incluso cuando alguien quería aprender khuzdul, los Enanos mismos se mostraban reacios a enseñarlo. Su propio idioma era “un secreto que no revelaban de buen grado ni siquiera a los amigos” (El Señor de los Anillos, Apéndice F). Cuando querían comunicarse con el resto de las razas, normalmente para traficar, ellos preferían aprender los idiomas de los demás que enseñar el suyo, incluso si la otra parte tenía la voluntad para aprenderlo. Sólo dos o tres veces en las largas edades de la Tierra Media los Enanos enseñaron su idioma a gente de una raza extraña. En la Primera Edad, cuando la Casa de Hador llegó a Beleriand del este y conoció a los Barbiluengos, una amistad especial surgió entre las dos razas porque estos Hombres, al ser hábiles jinetes, podían ofrecer a los Enanos alguna protección contra los orcos. Luego los Enanos estuvieron dispuestos a enseñar su idioma a los Hombres con los que tenían una especial amistad, pero los Hombres lo encontraron difícil y eran lentos en aprender algo más que palabras aisladas, muchas de las cuales adaptaron y tomaron en su propio idioma. El interés élfico en el khuzdul fue escaso en la Primera Edad, pero había al menos una excepción: Curufin estaba más interesado en el extraño idioma de los Enanos, siendo el único de los Noldor en ganar su amistad. Fue gracias a él que los sabios obtuvieron tanto conocimiento como pudieron acerca del khuzdul. El Apéndice F de El Señor de los Anillos dice que los Enanos no han revelado nunca a nadie de otra raza sus verdaderos nombres, no los inscriben ni siquiera sobre sus tumbas. En este sentido, Tolkien refleja en los enanos parte de sus costumbres, pues tampoco era dado a usar su nombre con personas desconocidas, en una carta dirigida a Rayner Unwin le decía “Mis Mejores Deseos para Navidad y Año Nuevo. ¿Crees que podrías celebrar el Año Nuevo

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dejando a un lado lo de profesor? Yo pertenezco a una generación que no utiliza los nombres de pila fuera de la familia, sino que, como los enanos, los mantiene en privado, y aun para los íntimos utiliza los apellidos (o deformaciones de ellos) o motes o (en ocasiones) nombre de pila que no son los de ellos. Ni siquiera C. S. Lewis me llamó por mi nombre de pila (ni yo a él). De modo que me contentaré con un apellido.” (Carta nro. 281) Asimismo, los Enanos no sentían que era impropio revelar los nombres de lugares. Gimli por propia iniciativa contó a la Compañía cómo llamaban los Enanos a las montañas sobre la misma Moria: “Las conozco y sé como se llaman, pues debajo de ellas está Khazad-dûm, la Mina del Enano... Más allá se encuentra Barazimbar, el Cuerno Rojo... y aún más allá el Cuerno de Plata y el Monte Nuboso: ... que nosotros llamamos Zirak-Zigil y Bundushathûr.” (ESDLA/II, cp. 5). Los Enanos tampoco se ofendían necesariamente si otros conocían unos pocos nombres de sitios en khuzdul. Cuando Gimli llegó a Lothlórien, Galadriel le dijo: “Oscuras son las aguas del Kheled-zâram y frías son las fuentes del Kibil-nâla y hermosas eran las salas de columnas de Khazad-dûm en los Días Antiguos antes que los reyes poderosos cayeran bajo la piedra.” Así que Gimli percibió el uso de los antiguos nombres khuzdul como un gesto de amistad. Tolkien basó el khuzdul en lenguas semíticas, principalmente hebreas, también notó algunas similitudes entre enanos y judíos: ambos eran “a la vez nativos y ajenos en su lugar de nacimiento, en posesión de la lengua del país, pero con un acento que es consecuencia de su propia lengua privada...” (Carta nro. 176) Espero haber hecho justicia con este escrito a la orgullosa, valiente y digna raza de los enanos. Si bien no son los seres más conocidos y su historia es poco difundida, fueron grandes protagonistas en todas las historias de Arda. ¡KHAZÂD AI-MENÚ!q REFERENCIAS AA., V. (s.f.). Khuzdul - la Lengua Secreta de los Enanos. Obtenido de Instituto Lambenor: http:// lambenor.free.fr/ardalambion/khuzdul.html CARPENTER, H., & Tolkien, C. (1993). Las cartas de J.R.R. Tolkien. Ediciones Minotauro. GRANT, John. (2008). Los vikingos, cultura y mitología, Ed Benedikt Taschen Verlag. STURLUSON, S. trad. BRODEUR, A. (1916). «Völuspa», Edda poética. STURLUSON, S. trad. BELLOWS, H. (1936). «Alvíssmál», Edda poética. TOLKIEN, J.R.R. (1978). El Señor de los Anillos. Ediciones Minotauro. TOLKIEN, J.R.R, & Tolkien, C. (1984). El Silmarillion. Ediciones Minotauro. TOLKIEN, J.R.R, & Tolkien, C. (2002). Los Pueblos de la Tierra Media. Ediciones Minotauro. TOLKIEN, J.R.R. (1987) Apéndices de El Señor de los Anillos. Ediciones Minotauro.


Premios Tolkien Society 2020 El pasado 18 de abril, la Tolkien Society anunció los ganadores de la sexta versión de sus premios anuales. Galardones que reconocen la excelencia en los campos de estudio y fandom de Tolkien, destacando su objetivo de educar y promover la investigación sobre la vida y obra de J. R. R. Tolkien. De parte de toda la STCO y el equipo editorial de la revista Dragón Verde extendemos nuestras felicitaciones a todos los ganadores de esta versión.

Mejor libro

•Tolkien’s Library de Oronzo Cilli •Something has gone crack de Janet Brennan y Annika Rottinger (eds.) •Tolkien’s Lost Chaucer de John M. Bowers

Mejor contenido web •The Prancing Pony Podcast (theprancingponypodcast.com) •Aubusson weaves Tolkien (aubusson-tapisserie. com) •Men of the West (YouTube)

Mejor artículo •Deconstructing Durin’s Day: Science, Scientific Fan Fiction, and the Fan-Scholar por Kristine Larsen (Journal of Tolkien Research, vol. 8, no. 1) •Tolkien in East Yorkshire 1917–1918 por Michael Flowers (Something has gone crack, ed. por Janet Brennan y Annika Rottinger) •Tolkien’s Mandos, Pratchett’s Death por Justin Lewis-Anthony (Tolkien the Pagan?, ed. por Anna Milon)

Contribución más sobresaliente Wayne G. Hammond y Christina Scull. Investigadores sobre la vida y obra de J. R. R. Tolkien.

Mejor obra de arte

•The Professor de Jenny Dolfen •Great Gate at Minas Tirith de Jay Johnstone •Isle of Peace / Mandos / Isle of the Dead de Stefan Bleyl •Taniquetil de Ted Nasmith

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La evolución del mal: Semilla que nunca para de germinar Melissa Alzate Suárez, Colombia

(p. 75) porque, como reza La comunidad del anillo y deja claro en varias ocasiones, basta con desear el anillo para que el corazón se corrompa. Y Gollum es solo uno de quienes padecen semejante problema con el control de sí mismo y la convicción de lo que es lo correcto. Gran ejemplo son también los orcos, presentes desde las primeras edades del sol: ejército como ningún otro, firmes ante su líder y la promesa de poder cuando los Valar salgan derrotados y tengan que postrarse ante el gran rey Morgoth. Y es mucho lo que escribiría aquí si tuviese que enumerar todos los que el foso del mal se ha tragado, y aunque al ser juzgados les gana el miedo y piden clemencia, asegurando lealtad eterna Gollum por Argent-Sky al buen actuar, la llama encendida no se extingue nunca.

La historia nace en El Silmarillion. “Entonces la discordancia de Melkor se extendió todavía más, y las melodías escuchadas antes naufragaron en un mar de sonido turbulento.” (p. 12).

Nace con el sonido, con la música. Nace de forma bella y celestial, y es corrompida tan pronto como se va formando. La maldad no espera a nadie ni otorga respiros, y será ese el asunto a tratar hoy. El poder de la maldad en las obras de Tolkien y cómo nunca para de cubrir al mundo que creó como un manto ensombrecido. ¡Tal es el poder de la voz y la palabra! El poder de la seducción comienza con palabras o notas de una melodía. La fuerza de Melkor en la música que dio inicio a Morgoth por SpentaMainyu Arda fue tal, que sus cercanos se desalentaron, confundieron y la música vaciló. Tal era el poder del espíritu del mal que tambaleó la obra de Ilúvatar, Dios creador, que, aunque logró culminar su melodía, no pudo apagar el fuego del corazón guerrero de Melkor, nuestro primer protagonista: primera gran fuerza maligna en la historia de Eä. ¿Y de dónde nace la maldad? La maldad es engendro de la seducción por el poder: puede no ser siempre el caso, pero se pensaría que es lo que levantó las fuerzas del mal en el universo del escritor inglés. Y es en realidad un asunto muy común: la maldad como el medio para sobresalir y ganar poderío sobre algo. Esto no se evidencia solo en los grandes y poderosos titanes, también en personajes pequeños –aunque no por eso menos importantes y queridos por el público− como Gollum, que antes de su conversión era un hobbit común y silvestre. Su nombre era Sméagol, y gracias a la codicia que rebotó en su interior, el anillo único le llevó a convertirse en un ser desagradable. En El Hobbit se le describe: “Era Gollum: tan oscuro como la oscuridad, excepto dos grandes ojos redondos y pálidos en la cara flaca.”

Con el encierro de Morgoth en el vacío fuera del mundo, en un primer momento se pensaría que el mal que acechaba a Arda se podría dar por terminado: pero no ocurrió así. Aunque en la batalla de la cólera los Valar y sus aliados dan muerte a muchas de las bestias seguidoras de Melkor, la maldad no se extinguió. En el apartado La caída de Númenor nos encontramos con el nuevo gran jefe: “Sauron se levantó de nuevo en la Tierra Media, y creció y regresó al mal en que Morgoth lo había criado.” (Tolkien, Silmarillion, p. 317) Un Maia que cedió ante Morgoth desde el principio de esta historia y se convirtió en el más grande y seguro de los enemigos.

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Vuelve y juega aquí el poder de la palabra como la gran arma para vencer. Brotan de boca de Sauron falsedades para que los númenóreanos le sigan, y fácilmente se tragan su discurso sobre “el rey supremo Morgoth” y cómo los Valar, que son el


estamento supremo luego de Eru, son farsantes que les quieren controlar y burlarse de su condición inferior. Y una última parada en la cadena de tres personajes esenciales en la historia que hemos establecido es Saruman. Que al igual que con Sméagol, su esencia se corrompe al darse cuenta del poder que los demás estaban codiciando. Realmente me sorprende que no todos los personajes salgan corriendo tras el ansiado anillo único (y tras los silmarili en el primer libro). Seamos nosotros conscientes también del poder de seducción que mencioné al inicio de este ensayo. Las tentaciones y el vicio, como dijo alguna vez el Marqués de Sade, triunfan siempre sobre la virtud: y desde que le conozco he sentido que tiene toda la razón. La carne es débil, y es realmente valeroso, increíble y merecedor de reconocimiento quien se resiste y continúa por la senda recta.

Entonces Saruman es enviado a combatir contra Sauron, pero en el proceso cae rendido ante su deseo de ser él quien dé las órdenes y no ser el enviado. Es el más sabio, viste de blanco, y en las adaptaciones cinematográficas se ve como un ancianito con cara de bonachón. He aquí otra cara del mal: en el caso de Sauron y Melkor, se les describe (y se proyectan en mi imaginación) como oscuros y de apariencia temible, mientras Saruman se presenta como ya mencioné, y aparte, enviado con un trabajo justo y digno de admiración y cánticos si se hubiese llevado a cabo. La fuente de la maldad puede ser cerrada, pero el asunto nunca se cortará de raíz; las falsedades son el virus contagioso y la ambición y envidia serán siempre el motor del mal. Y es esto para mí, el asunto predilecto: el reconocimiento de la cruda realidad donde el mal funciona como la constante que vive en el interior y despierta cuando se enciende la mecha de los asuntos externos. Refleja esto la realidad que se vivió, se vive y vivirá. Como el bando menos malo (porque ninguno es totalmente bueno y justo, aspecto que resaltó Tolkien muchas veces con sus personajes imperfectos) luchará por sus propios

ideales y por defender el honor de una aparente buena causa. ¿Y cómo podemos distinguir entre el bien y mal? ¿Qué significan ambos conceptos? ¿Cómo distingo que los malos son los orcos, los dragones, Sauron, Melkor y todas las demás bestias y no los Valar, Ilúvatar y sus hijos? Es tal vez un juego con la narración. El primer apartado de El Silmarillion (2019) comienza con la mención de Eru como el único y poderoso (p. 23) y creo fielmente que esto nos predispone a confiar en él como figura benevolente y que en toda la obra solo se dedicará a ayudar y a ser justo con todas las criaturas que él mismo creó… ¿podríamos estar seguros? La verdad no lo sé. Y aunque ahora intentase cambiar de opinión y ver a nuestros antagonistas como los buenos, no podría. La representación tradicional del bien y el mal se ha clavado tanto en mí, que me cuesta distinguir ahora con ojo crítico. Eso sí, creo que Ilúvatar, como todos los demás, podría caer en la malicia. Al fin y al cabo, el mal es una elección y es subjetivo. Si decidiese abusar de su condición de Dios supremo, lo podría hacer. No lo creo exento ni perfecto, pues confío en el buen criterio de Tolkien para forjar a sus personajes fantásticos lo más cercanos a las actitudes y sentires humanos que pudo. Dejo aquí la duda, resaltando que el mal está dentro de absolutamente toda criatura viviente. Trasladó así Tolkien a su obra varias de sus inquietudes filosóficas: la lucha del bien y el mal, el destino y el libre albedrío, y los destinos después de la muerte (Bassham & Bronson p. 2). Asuntos dignos de estudio, pero difíciles de concluir. He aquí mi ejemplo de ello: el mal es una DECISIÓN. Y una última pregunta, ¿hacia dónde nos inclinamos?q REFERENCIAS

Bassham, Gregory. y Bronson, Eric. (2016). El señor de los anillos y la filosofía. Ariel.

Tolkien, J.R.R. (2019). El hobbit. Booket.---.El Silmarillion (2019). Booket.---. El señor de los anillos. La comunidad del anillo (2019). Booket.

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Smaug: Orígenes, desarrollo y vida posterior de un dragón literario Ibai Adrián Goldaraz, España

1. INTRODUCCIÓN

Señor de los Anillos, por ejemplo, actores como Ian McKellen, o el compositor canadiense Howard Shore para la producción de la banda sonora.

A pesar de las diferencias culturales, los dragones son universalmente concebidos como criaturas poderosas, amenazantes y sorprendentes (Honegger, 2019). El autor británico J. R. R. Tolkien, creador de las obras literarias El Hobbit y El Señor de los Anillos, es responsable de la relevancia que el dragón recuperó en la producción literaria postmedieval (2019). Los dragones han formado parte de la literatura del autor desde sus primeros relatos, como es el caso de La caída de Gondolin (Garth, 2011). John Garth (2011) destaca en Tolkien y la Gran Guerra que los dragones de dicha obra manifiestan evidentes asociaciones con los vehículos acorazados con los que se encontró el autor británico mientras servía en la Primera Guerra Mundial.

El artículo tiene como objetivo, en primer lugar, analizar las influencias medievales en la creación de Smaug por parte de Tolkien y, en segundo lugar, examinar cómo se ha representado posteriormente el dragón en la adaptación cinematográfica de Peter Jackson The Hobbit: La Desolación de Smaug. Concretamente, deseo averiguar cómo la alternancia de medio en la adaptación de Smaug afecta a la representación y caracterización del personaje.

2. INFLUENCIA LITERARIA MEDIEVAL EN LOS DRAGONES DE TOLKIEN

Los predecesores de Smaug muestran claras similitudes con los dragones de Beowulf o la Saga Völsunga, como es el caso de Glaurung o el Dragón Blanco (Pellerin, 2009). En cuanto a El Hobbit, a pesar de las diferencias en relación al tono, varios paralelismos son observables a través de la yuxtaposición de la estructura de la novela de Tolkien con la de Beowulf:

La premiada trilogía de Peter Jackson The Lord of the Rings (2001-2003) es la adaptación cinematográfica más reseñable del legendarium de Tolkien. Años más tarde, el director neozelandés se embarcó en la adaptación de El Hobbit, probablemente la adaptación cinematográfica más notable de esta última novela hasta el momento. El éxito de la trilogía, comparable al de otras películas de renombre como Crepúsculo o Los juegos del hambre, se atribuye principalmente al personaje de Smaug (Lee, 2016). Dado que el libro narra los acontecimientos que precedieron a su primera trilogía, Jackson tuvo que enfrentarse a varios retos al adaptar las aventuras de Bilbo:

“ambos contienen un héroe poco prometedor que adquiere estatura heroica; ambos relatos, tanto literal como implícitamente, contienen monstruos en ascendente escala de terror identificados como ‘descendientes de Caín’; ambos contienen historias secundarias sobre la gente o sobre los enanos en el caso de El Hobbit, y ambos, por supuesto, contienen al menos un dragón.” (Christensen, 1989, p. 4).

[Peter Jackson] tuvo que traducir una novela episódica, casi picaresca, sobre la búsqueda de Thorin para recuperar su riqueza y su patria en una narración cinematográfica cronológicamente coherente que conecta la búsqueda con el objetivo más amplio de derrotar a Smaug, no sólo como guardián del tesoro robado, sino como un instrumento potencial de Sauron (conocido en la primera película sólo como el “Nigromante”) y de su maldad que se extiende (Riga, Frank P.; Thum, Maureen; y Kollmann, Judith, 2014, p. 106)

En consecuencia, Peter Jackson decidió adaptar el libro de Tolkien en una trilogía: El Hobbit: Un viaje inesperado (2012), El Hobbit: La desolación de Smaug (2013) y El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (2014). Con el fin de establecer un continuo espacio-temporal entre ambas producciones, se conservaron varios elementos de las películas de El

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El dragón del poema épico en inglés antiguo es inicialmente presentado durmiendo encima de una enorme montaña de tesoros, al igual que Smaug en El Hobbit. El objeto que roba Bilbo se trata de una copa de dos asas, muy similar al cáliz que le roban al dragón de Beowulf. Del mismo modo, la reacción de Smaug ante el robo de una de sus piezas del tesoro replica al dragón de Beowulf, pues incurrirá en la ira del dragón y en consecuencia provocará la exhibición del poder de las criaturas mediante el vuelo y el vómito de llamaradas tratando de perseguir a sus respectivos ladrones (Pellerin, 2009). Otros vínculos con Beowulf y la Saga Völsunga se exhiben en el personaje de Smaug en El Hobbit, en particular durante la conversación entre Bilbo y Smaug en el duodécimo capítulo de la novela. La capacidad de hablar es una característica presente


dragón queda inconscientemente revelada durante la conversación con Sigurd. En consecuencia, Bard será capaz de direccionar eficazmente la Flecha Negra hacia el punto débil del dragón. Es significativo que mientras la característica del carácter orgulloso es visible en los diversos dragones de la literatura medieval—e.g. Fafnir—nunca antes había sido utilizado como en El Hobbit. La naturaleza altanera del dragón determinará su propio desenlace, pues la vulnerabilidad de Smaug quedará visible por medio del alarde de su aparentemente invulnerable naturaleza y disposición destructiva (Pellerin 2009). Finalmente, en relación al papel del dragón Tolkien (citado en Honegger, 2019, p. 89) afirmó en la conferencia sobre Beowulf en 1936 que “la muerte del dragón supone la máxima hazaña del más grande de los héroes”. Honegger (2019) apoya esa afirmación alegando que en el poema épico del inglés antiguo la lucha final contra el dragón supone una ardua prueba que desafía al máximo las habilidades del héroe. No obstante, la función de Smaug difiere de este canon según Pellerin (2009), ya que el dragón de Tolkien actúa como el villano de la novela en lugar de ser el medio adecuado para la muerte del héroe, como ocurre en Beowulf, o para cumplir el propósito de Sigurd de construir su propia reputación.

3. ADAPTACIÓN CINEMATOGRAFICA DE PETER JACKSON El Hobbit: La Desolación de Smaug, como indica el título centrará su atención en el personaje de Smaug. La segunda película adapta la última etapa del viaje de Bilbo y los enanos hasta llegar a la Montaña Solitaria y el posterior encuentro entre el hobbit y el dragón. El diseño del dragón surgió de un minucioso y extenso proceso de creación de acuerdo a lo descrito y detallado en Smaug: Unleashing the Dragon, de David Falconer. Weta Workshop, el estudio encargado de desarrollar los diseños de las criaturas y el armamento de las películas, trabajó en colaboración con Alan Lee y John Howe en el diseño de Smaug (Falconer, 2014).

Beowulf cara a cara con el dragón

en Fafnir. Sin embargo, Tolkien trasciende las normas tradicionales y proporciona al lector los pensamientos internos de los personajes a través de una perspectiva omnisciente y, por lo tanto, se puede observar que Smaug es capaz de reflexionar y sentir (Pellerin, 2009). Similar a la estrategia de Sigurd al enfrentarse a las preguntas de Fafnir, Bilbo empleará adivinanzas cuando Smaug pregunte por el nombre y el origen del hobbit. Según Hodge, en la tradición germánica el conocimiento de un nombre implicaría el “poder sobre el poseedor del nombre” (1986, p. 219). Bilbo, quien conoce los peligros que acarrearía decirle su nombre al dragón, evitará revelárselo a través del uso de acertijos: “Luckwearer”, “Ringwinner” o “Barrel-rider” (Tolkien, 2011, p. 203); éste último es digno de mención, pues según Hodge (1986) presenta similitudes con el nombre que Beowulf se dio a sí mismo en referencia a sus aventuras en el agua: “strayer of oceans”. Igualmente, el dialogo entre el dragón y el hobbit determinará el desenlace de Smaug, pues corroborará la veracidad de que “every worm has its weak spot” (Tolkien, 2011, p. 203). El dragón demostrará con orgullo y altivez su indestructible naturaleza con el propósito de refutar las palabras del hobbit. Chance (2014) afirma que este episodio simula la forma en la que Fafnir es derrotado, pues la vulnerabilidad del

“cuando se diseña algo como Smaug, no se está diseñando una criatura; se está diseñando un personaje que resulta ser un Dragón. Esta es una distinción importante, porque cuando diseñas un personaje, estás pensando en términos de personalidad, historia y trasfondo” (John Howe citado en Falconer, 2014, p. 46)

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Es observable, por tanto, que el propósito del director era adaptar a Smaug acentuando el desarrollo del personaje del dragón dentro de la historia establecida en la trilogía. Los productores de la película decidieron contratar al actor británico Benedict Cumberbatch −conocido por sus excelentes interpretaciones en la serie de televisión Sherlock− para la interpretación de la voz y el movimiento del dragón. Durante las primeras etapas de la producción de la película se consideraron las posibles dificultades que la anatomía del dragón podría producir en la interpretación del discurso.


Figura 1. Smaug en El Hobbit: La Desolación de Smaug (2013)

Aunque se llegó a considerar la comunicación telepática como una posible solución, finalmente se descartó y optaron por estructurar y reacondicionar las articulaciones del dragón (Joe Letteri citado en Falconer, 2014). En cuanto al movimiento del dragón, la actuación de Cumberbatch fue capturada utilizando un traje de captura de rendimiento y posteriormente se transmitió al modelo creado por ordenador de Smaug (2014). En consecuencia, podríamos considerar que la utilización de un actor real para la actuación del Smaug aumenta el dinamismo y la profundidad del personaje con respecto al texto original. En la novela de Tolkien Bilbo es designado para ganar su recompensa cuando se infiltra en la guarida del dragón por primera vez. El robo de una copa de dos asas por parte del hobbit desencadenará la furia de Smaug y terminará atrapando a todos dentro de la Montaña Solitaria. Por lo tanto, Bilbo decide entrar por segunda vez en busca del punto débil del dragón. A diferencia de la novela, en la adaptación de Peter Jackson Bilbo solamente entra una vez en la guarida de Smaug con el objetivo de encontrar la Piedra del Arca, la cual Bilbo encuentra una vez que Smaug ha volado a Esgaroth en el El Hobbit. Es notable que el director se beneficia de la convergencia de los eventos en una única secuencia, pues es capaz de aumentar gradualmente el ritmo de la acción en favor de la creación de una atmósfera de suspense. A pesar de los intentos del hobbit de hacer el menor ruido posible, Smaug acabará siendo revelado finalmente en la película enterrado bajo una montaña de tesoros cuando Bilbo toma una copa dorada, aludiendo al libro de Tolkien, y por extensión a Beowulf. El espectador irá dibujando una imagen de Smaug a medida que varias partes de su fisonomía se exhiben paulatinamente durante las escenas en las que el dragón persigue al hobbit. Finalmente, una vez Bilbo es descubierto, Smaug no duda en mostrarse por completo para certificar al hobbit que es realmente “grande como cuentan las leyendas” (Cunningham, Jackson, Walsh y Weiner, 2013, 1:53:37-1:53:40).

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Como podemos ver en la Figura 1, Peter Jackson muestra una imagen completa del dragón en una toma en la que el enorme tamaño de Smaug se ve realzado por la diminuta presencia del hobbit. En contraste con el libro, donde el dragón se revela completamente cuando Bilbo entra en la guarida del dragón, se puede observar cómo el objetivo del director de generar tensión y espectáculo se demuestra una vez más a lo largo de la exposición gradual de Smaug.

Según el director de arte conceptual John Howe, una de las decisiones más brillantes de Peter Jackson fue la de “no revolucionar el dragón clásico” (citado en Falconer, 2014, p. 21). La exposición de varios rasgos de los dragones de la tradición medieval por medio de la propia adaptación de Tolkien de tales características durante la conversación entre Bilbo y Smaug sostienen esa afirmación. Cuando Smaug le pregunta a Bilbo sobre su nombre, el hobbit afirma: “Soy quien camina sin ser visto (…) ‘Hacedor de Acertijos’, ‘Porta-fortuna’ (…) ‘Jinete del Barril’” (Cunningham, Jackson, Walsh y Weiner, 2013, 1:54:551:55:15). Los acertijos que utiliza en esta escena se adaptan en su mayor parte literalmente de El Hobbit, que a su vez alude a los eventos de la Saga Völsunga como se ha señalado anteriormente. Además, otra característica que muestra el dragón de Peter Jackson es la capacidad de manipular cuando Smaug le dice a Bilbo que está haciendo el “trabajo sucio” de los enanos (2013, 1:55:43). En última instancia, el carácter arrogante y orgulloso de Smaug se exhibe cuando el dragón se jacta de sus atemorizadores atributos: “Mis dientes son espadas. Mis garras lanzas. Mis alas un huracán” (2013, 2:02:27-2:02:40). Igualmente, siguiendo el desarrollo de los eventos de El Hobbit y simultáneamente con los de la Saga Völsunga, el punto débil del dragón quedará expuesto y resultará crucial para el desenlace de Smaug. Por lo tanto, es evidente que varios rasgos de las fuentes medievales que influyeron en el libro de Tolkien en su representación de Smaug se han preservado en la adaptación cinematográfica de Peter Jackson.


Finalmente, el enfrentamiento entre los enanos y el dragón, que no ocurre en El Hobbit, constituye la escena culminante de la segunda película. Un Smaug enfurecido persigue a los enanos y a Bilbo, que huyen por los gigantescos corredores de la Montaña Solitaria. Sin embargo, Thorin busca venganza y planea moldear una gigantesca estatua dorada del rey Thorin que más tarde será fundida y utilizada para enterrar al dragón en oro hirviente. La composición de esa secuencia, según Christian Rivers, postulaba la metáfora de “combatir el fuego con fuego” (citado en Falconer, 2014, p. 85). No obstante, a pesar de la exitosa realización del plan, Smaug aún es capaz de sacudirse el oro de encima. Se puede observar cómo la escena culminante de la película está enfocada en captar la atención del espectador hacia la parte final de la trilogía, pues se muestra la amenazante figura de Smaug brillando en el cielo nocturno decidido a destruir Esgaroth. Además, el suspense del final se realza con un plano en el que Bilbo y los enanos contemplan desconcertados los horrores que resultan de la furia desatada de Smaug. Por consiguiente, el montaje final de la película nos llevaría a entender que el director pretendía exhibir la naturaleza amenazante y destructiva de Smaug en mayor medida que en el libro, ya que sus atributos se ven realzados por la espectacularidad de las tomas finales de El Hobbit: La desolación de Smaug. Considerando que el plano final de El Hobbit: Un viaje inesperado muestra una imagen del ojo del dragón para atraer a la audiencia hacia la segunda película, y que El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos se convertirá en el escenario para el desenlace de Smaug, se podría afirmar que el papel de villano (Pellerin, 2009) adquiere más relevancia en las adaptaciones cinematográficas de Peter Jackson −donde actúa como un instrumento potencial de Sauron (Riga, Frank P.; Thum, Maureen; y Kollmann, Judith, 2014)− pues su amenaza se cierne a lo largo de toda la trilogía. 4. CONCLUSIÓN Peter Jackson pretendió establecer una relación con las películas de El Señor de los Anillos cuando adaptó la novela de Tolkien en una trilogía cinematográfica, por lo tanto, podríamos concluir que esa podría ser la razón por la cual las funciones de Smaug como instrumento potencial de Sauron fueron exploradas durante el desarrollo de las películas. Además, es observable como los rasgos violentos del dragón se intensifican en la película en comparación con el texto original de Tolkien. La escena de confrontación entre los enanos y Smaug corrobora esta afirmación, ya que da evidencia de la naturaleza físicamente abrumadora de Smaug. Sin embargo, esto no implica necesariamente que la adaptación resultante del dragón no conserve la influencia de los dragones de Beowulf y la Saga Völsunga, como es el uso de acertijos o el carácter orgulloso de la criatura. Sin embargo, a pesar de que la película muestra características relacionadas con los textos medievales, el artículo concluye que la adaptación de Jackson de Smaug fue dirigida a un público que buscaba acción y espectáculo visual. La tendencia a adaptar los cuentos de la Tierra Media

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sigue aumentando en los medios de comunicación, como lo demuestra la próxima serie de televisión de El Señor de los Anillos para Amazon Prime (cuyo estreno está previsto para 2021). Una mayor investigación sobre la adaptación de otros personajes de la producción literaria de Tolkien ampliaría el alcance de nuestra comprensión sobre las recreaciones del siglo XXI del legendarium del autor en otros medios no literarios, y probablemente también nos diría algo sobre las características y necesidades de los consumidores de tales adaptaciones en nuestro contexto contemporáneo. q OBRAS CITADAS

Chance, J. (2014). Tolkien’s Hybrid Mythology The Hobbit as Old Norse ‘Fairy−Story. En The Hobbit and Tolkien’s Mythology: Essays on Revisions and Influences (pp. 78–97). McFarland.

Christensen, Bonniejean (1989) “Tolkien’s Creative Technique: Beowulf and The Hobbit,” Mythlore: A Journal of J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis, Charles Williams, and Mythopoeic Literature: Vol. 15: Núm. 3, Artículo 1.Recuperado de: https://dc.swosu.edu/mythlore/ vol15/iss3/1

Cunningham, C., Jackson, P., Walsh, F y Weiner, Z. (Producers), y Jackson, P (Director). (2013). The Hobbit: The Desolation of Smaug [Motion picture]. Nueva Zelanda y Estados Unidos: New Line Cinema, Metro-Goldwyn-Mayer and WingNut Films Falconer, D. (2014). Smaug Unleashing the Dragon. Harper Collins.

Garth, John. Tolkien and the Great War: the Threshold of Middle-Earth. HarperCollins, 2011.

Hodge, J. L. (1986). The Heroic Profile of Bilbo Baggins. Florilegium, 8, 212 - 221. Recuperado de: https://journals.lib.unb.ca/index.php/flor/article/ view/18852 Honegger, T. (2019). Introducing the Medieval Dragon. Cardiff: University of Wales Press.

Lee, R. (2016). Blue Skies, Green Grass’: Is the Redemption of Althalus a Reliable Biological Record? Fafnir-Nordic Journal of Science Fiction and Fantasy Research, 3. Recuperado de: https://cronfa.swan. ac.uk/Record/cronfa36956 Pellerin, C. (2009). Putting the Spotlight on Smaug (Honors Project). Digital Commons@RIC.

Riga, Frank P.; Thum, Maureen; y Kollmann, Judith (2014) “From Children’s Book to Epic Prequel: Peter Jackson’s Transformation of Tolkien’s The Hobbit,” Mythlore: A Journal of J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis, Charles Williams, and Mythopoeic Literature: Vol. 32: Núm. 2, Artículo 8. Recuperado de https://dc.swosu.edu/ mythlore/vol32/iss2/8 Tolkien, J. R. R. (2011). The Hobbit. Harper Collins.


La fantasía en Tolkien: Cómo ser un Hobbit en medio de los Uruk-hai Daniela Calderón, Colombia

En tiempos inciertos como estos, nos vemos inmersos en nuestra propia batalla por la Tierra Media. En este ensayo exploraremos la importancia de la fantasía en la vida adulta, relacionando los eternos aprendizajes que nos deja el profesor en su obra, aplicables a la crisis mundial por la pandemia.

fantasía” (p.69). Es decir que la fantasía no es ni tan infantil ni tan irracional como muchos afirman hoy en día. Pero ¿a qué se refiere Tolkien cuando dice que entre más clara sea la razón, más cerca se encontrará de la fantasía?

Frente a la situación actual, la fantasía como recurso en el marco de la obra del profesor nos recuerda constantemente la importancia de volver a lo esencial. Para ello se dividirá el ensayo en tres secciones: en la primera se abordará el vínculo entre la realidad y la fantasía; en la segunda se hablará de la manera en la que la fantasía nos permite ver la belleza que rodea a lo natural; y en la tercera se discutirá sobre la fantasía que envuelve a la figura del hobbit y cómo esta nos muestra la esencia misma de la felicidad.

Y si la fantasía “(…) es una actividad connatural al hombre” (Tolkien, 2002). ¿Qué pretende decirnos Tolkien al respecto? La respuesta se encuentra en la inclinación religiosa del profesor y en la importancia que le da a la actividad sub-creadora del hombre por medio de las palabras.

Es bien sabido que comúnmente, dentro de las artes, se le atribuye un papel inferior a la lectura, el disfrute y la creación de cuentos de hadas frente a las demás producciones artísticas. Dichas concepciones resultan un tanto impertinentes cuando nos detenemos a contemplar la producción literaria de quien es quizás el más grande escritor de fantasía del siglo XX. Por medio de obras como El Silmarillion, El Hobbit y El señor de los anillos Tolkien nos muestra el valor y el alcance de la escritura fantástica. Frente a este panorama, en este ensayo se defenderá la idea de que los seres humanos necesitamos de la fantasía porque ésta contribuye, por medio de sus encantos, a indicarnos todas las maneras posibles de alcanzar la felicidad.

El vínculo entre la realidad y la fantasía

Para aquellos que se manifiestan un tanto escépticos frente al vínculo entre realidad y fantasía, que seguramente no serán los lectores habituales de esta revista, resulta necesario aclarar que toda historia fantástica surge de una actividad racional. La anterior afirmación es un tanto problemática para todo aquel que piense que la fantasía está directamente relacionada con el pensamiento infantil, irracional y poco desarrollado. Frente a esto y como el mismo Tolkien (2002) argumenta, debemos reconocer que al ser la fantasía “una actividad connatural al hombre (…) ni destruye ni ofende a la Razón. Y tampoco inhibe nuestra búsqueda ni empaña nuestra percepción de verdades científicas. Al contrario. Cuanto más aguda y clara sea la razón, más cerca se encontrará de la

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La respuesta es simple y un tanto melancólica: la fantasía se basa en el reconocimiento que el mundo es tal cual como se nos presenta. En este sentido, el escritor y el lector de fantasía no están negando la realidad “tal cual es”, al contrario, la reconocen, pero no por eso son esclavos de ella (Tolkien, 2002). Y al no ser esclavos se conceden el permiso de imaginar un nuevo mundo, un mundo en el cual se le da rienda suelta a las maravillas que contienen los objetos ya presentes, objetos enjaulados en la rigidez de algunas mentes. Es por eso que el escritor de fantasía nunca niega la realidad en la que vive, ya que si la negara socialmente se le tildaría de loco. Es más, la creatividad propia de la fantasía surge de una “mente sana”, ya que el escritor de fantasía distingue entre lo real y lo no real.

Para este autor, la fantasía es una especie de “derecho humano” ya que “creamos a nuestra medida y en forma delegada, porque hemos sido creados; pero no sólo creamos, sino que lo hacemos a imagen y semejanza de un creador” (p.70). La fantasía presente en la construcción de cuentos de hadas nos permite construir un “mundo secundario” en el que pueden entrar tanto la mente de quien lee como la del propio sub-creador. En este sentido, creamos porque Dios nos creó a “imagen y semejanza” y en este acto nos dotó no solo de razón, sino de palabra y de la posibilidad de hacer fantasía. La fantasía y la renovación del mundo natural

Una vez visto el vínculo entre realidad y fantasía el cual desvirtúa la tendencia que se tiene a tratar a las historias de fantasía como disparates, resulta pertinente detenerse sobre la manera en la que la fantasía nos permite ver lo que nos rodea con ojos “renovados”. Esta “propiedad” de renovación característica de historias tales como El señor de


los anillos, nos permite ver la belleza que rodea lo natural. Este punto resulta absolutamente esencial para la condición humana, ya que gracias a la manera en cómo vivimos en la actualidad y como nos relacionamos con lo que nos rodea, hemos perdido la capacidad de ver lo maravilloso del entorno en el cual habitamos. Es absolutamente necesario que recuperemos esa capacidad de asombro, tan simple pero tan indispensable para nuestra felicidad. Ahora más que nunca nos volcamos a la apreciación de la profunda belleza que nos rodea día a día. Está situación de pandemia, nos obliga a hacer un pare en el camino y ver nuestra vida con ojos renovados.

Una de las herramientas que nos ayudará a lograr este cometido es el encantamiento. Dicha herramienta, si es que así se le puede llamar, nos permite ver el mundo de una manera mucho más “rica”. El reduccionismo de las ciencias, el cual tiene la pretensión de verdad objetiva, conocimiento total y dominio de la naturaleza, nos permite describir, pero no entender la esencia, la importancia y el propósito de las cosas. Lo anterior se ejemplifica de manera casi perfecta en el dialogo que se da entre los personajes de Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis: “En nuestro mundo” dijo Eustace, “una estrella es una enorme bola de gas flameante”. “Incluso en tu mundo, hijo mío, aquello no es una estrella, solamente es de lo que está compuesta” (En Kreeft, 2005, p. 175).

Por el contrario, este mundo secundario (encantado) del cual se hablaba antes, nos permite el gozo de los sentidos y de los deseos del corazón. Como el mismo Tolkien (2002) dice “La fantasía aspira a igualar el buen hacer de los elfos, el Encantamiento, y cuando lo logra, es la manifestación del arte humano que más se le aproxima” (p.67).

Para ser un hobbit entre los Uruk-hai (1981), recordemos la felicidad y absoluta humildad de los hobbits frente a su entorno. Recordemos la belleza de lo simple.

Aunque en este momento nos sintamos como Frodo al final del camino, cegados por el anillo, y no podamos recordar el sabor de las fresas y la visión de nuestros amigos de la comarca, volvamos a lo real inmerso en la fantasía y encontremos de nuevo el camino hacia la felicidad. q

Es desde este encantamiento, que está en el cuento de hadas (mundo secundario) y al que todo el que lo lee ha sido invitado, que podemos recuperar nuestra habilidad de ver el mundo primario de manera más clara. Dicha recuperación, la renovación, que se manifiesta como una especie de retorno a la salud es “volver a ganar la visión prístina” (Tolkien, 2002, p.72). En cierto sentido, al renovarnos nos curamos de lo que C.S Lewis llama “el velo de la familiaridad”, una especie de ceguera espiritual, en la que damos por sentado que merecemos la belleza de la que hemos sido rodeados y no la apreciamos como deberíamos (Brassham y Bronson, 2010).

Después de leer El señor de los anillos es difícil ver los árboles y no maravillarnos recordando a los viejos Ents. Después de leer El Silmarillion es difícil ver el sol y la luna, y no pensar que son tan maravillosos como Telperion y Laurelin. Qué curioso que Tolkien nos de esta maravillosa lección justo en este momento, que curioso es poder leer su obra con una mente renovada y encontrarla absolutamente actual.

Bibliografía

Brassham, G. y Bronson, E. (2010). El señor de los Anillos y La Filosofía. Madrid: Ariel. Kreeft, P. (2005). The Philosophy of Tolkien. The Worldview behind The Lord of the Rings. San Francisco: Ignatius.

Tolkien, J.R.R; Tolkien, C. & Carpenter, H (1981). The Letters of Tolkien. London: George Allen & Unwin. Tolkien, J.R.R (2002). Árbol y hoja y el poema Mitopoeia. Barcelona: Minotauro.

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Coleccionando Hobbits, más que solo libros: Los rompecabezas de ICE sobre El Hobbit Henk Brassien, Paises Bajos

El Hobbit tiene muchos formatos. Como libro ya sea en forma de cómic, e-Book, o como audiolibro, como caricatura, juego y como espectáculo de marionetas, pero también existen rompecabezas. El tema de este artículo son los rompecabezas que ICE publicó en 1997.

Un rompecabezas de 1,500 piezas y un tamaño de 60 x 90 cm.

Los últimos dos rompecabezas sobre El Hobbit son: Una Fiesta Inesperada, ilustración de Angus McBride, un rompecabezas de 1000 piezas y un tamaño de 44 x 68 cm. Burglar Baggins, ilustración de Donato Giancola es un rompecabezas de 500 piezas y un tamaño de 36 x 49 cm.

En 1997, ICE lanzó una serie de siete rompecabezas con el tema “Cuentos épicos sobre El Hobbit y El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien”. El número de piezas de cada rompecabezas varió de 500 a 1.500, las dimensiones variaron de 49 x 36 cm a 60 x 90 cm. Acá me limito a mostrar las tres imágenes de El Hobbit. Como una promoción, apareció un mini-rompecabezas de 60 piezas (13,5 x 19 cm) con la ilustración Marca de Gandalf, hecha por Larry Elmore. El rompecabezas más grande de esta serie es el Mapa de la Tierra Media hecho por Jo Hartog.

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La serie de rompecabezas hechos por ICE sobre El Señor de los Anillos fueron: Eowyn y el Rey Brujo (ilustración de Angus McBride), El Paso está Cerrado (ilustración de Ted Nasmith), La Elección de Arwen (ilustración de Ted Nasmith) y Espejo de Galadriel (ilustración de Stephen


Walsh). Todas las ilustraciones de la serie de rompecabezas están en el poster al inicio de este artículo.

El nombre de ICE no resulta desconocido para los coleccionistas de Tolkien, pues ya la conociamos por su hermosa serie Middle-Earth Collectible Card Game (MECCG). Los ilustradores de los rompecabezas, también se encuentran en muchas de estas cartas coleccionables. Sobre MECCG

En su forma básica es un juego para uno a cinco jugadores, cada uno elige a uno de los cinco magos para representarse a sí mismos. Un turno en el juego consiste en que un jugador deambule por la Tierra Media con la ayuda de personajes famosos tratando de reunir influencia y poder para ayudar en la batalla contra El Señor Oscuro, mientras que otro jugador intenta hostigar, y finalmente mata a sus personajes con cartas de peligro específicas. Luego, para el turno de cada jugador, los roles cambian en

el sentido de las manecillas del reloj alrededor de la mesa (el jugador que estaba moviendo a sus personajes luego lanza peligros al jugador a su derecha). Cualquier jugador también puede ganar adquiriendo y destruyendo El Anillo Unico después de un complicado conjunto de eventos. (Miller & Greenholdt 2003, p. 374) Referencias

Miller, John Jackson; Greenholdt, Joyce (2003). Collectible Card Games Checklist & Price Guide (2nd ed.). Krause Publication. ISBN 0-87349623-X. Todas las imágenes usadas escaneadas de mi colección

Ejemplos de cartas coleccionables de MECCG

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acá,

fueron


ILUSTR ACIONES Arquitectura de la Tierra Media: Menegroth Técnica usada: escultura en icopor y yeso Dimensiones: 40 x 35 x 20 cm Descripción: También llamada Las Mil Cavernas, esta magnífica fortaleza fue construida durante la edad de las estrellas, excavada en un saliente rocoso de la rivera del río Esgalduin y habitada por los elfos grises de Doriath. Fue gobernada por Thingol y Melian.

Fredy Jaramillo Serna Colombia Arquitectura de La Tierra Media: Minas Tirith Técnica usada: Acuarela sobre papel Dimensiones: 34 x 24 cm Descripción: Capital del reino humano de Gondor, fue construida durante la tercera edad en 7 niveles sobre una enorme colina atravesada por un risco y coronada por la Torre Blanca. También llamada Torre de La Guardia y Ciudad de los Reyes.

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Arquitectura de la Tierra Media: En las puertas de Nargotrhond Técnica usada: Lápiz sobre papel Dimensiones: 34 x 24 cm Descripción: Reino élfico de los noldor en Beleriand durante la Primera Edad, gobernado por Finrod. La fortaleza se construyó en unas cavernas a orillas del río Narog, sus poderosas puertas estaban talladas en las paredes del cauce del río. A la ciudad subterránea se accedía atravesando un puente de piedra.


Jorge Ariza, Colombia Seven Rings for the Dwarf-Lords Técnica: Rapidografo y pinceles sobre Moleskine Dimensiones: 13 x 20 cm Descripción: ilustración realizada para el Inktober de 2019. Abstracción y composición del epígrafe de The Lord of The Rings.

Smaug, the terrible Técnica: Rapidografo y pinceles sobre Moleskine Dimensiones: 13 x 20 cm Descripción: ilustración realizada para el Inktober de 2019. Abstracción y diseño del famoso y vanidoso Smaug, ascendiendo rápidamente en un movimiento en espiral.

Barad-dûr Técnica: Rapidografo y pinceles sobre Moleskine Dimensiones: 13 x 20 cm Descripción: ilustración realizada para el 100 Days of Sketch del presente año. Abstracción y diseño de la torre de Barad-dûr, coronada por el ojo vigilante de Sauron y rodeada de energía oscura y Nazgûl vigilantes.


Pablo Ortega, México

El hobbit que vuela Autor: Técnica: Ilustración digital Dimensiones: 15 x 15 cm Descripción: Una escena de ‘El hobbit’ icónica en un estilo más infantil, para tratar de introducir el gusto a esta novela en los niños.

Zeb Posada, Colombia

Un elfo de Gondolin Técnica: Pintura Digital Análoga Dimensiones: 18.6 x 19.4 cm Descripción: Un elfo perteneciente a la casa de la Flor Dorada, de la cual Glorfindel era la cabeza.

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Carlos Arturo Rojas

Bëor el viejo Técnica: Tinta sobre papel, color digital Dimensiones: 12 x 32 cm Descripción: Beör el viejo, gran cacique de los hombres de la Primera Casa

Turín el cazador Técnica usada: Tinta sobre papel y color digital. Dimensiones: 25 x 50 cm

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Coleccionando Hobbits, más que solo libros: Los rompecabezas de ICE sobre El Hobbit

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pages 42-43

La fantasía en Tolkien: Cómo ser un Hobbit en medio de los Uruk-hai

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pages 40-41

Ilustraciones

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Smaug: Orígenes, desarrollo y vida posterior de un dragón literario

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La evolución del mal: Semilla que nunca para de germinar

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pages 34-35

Crónicas Enanas

21min
pages 28-32

El Rey bajo la Montaña

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page 27

Isdril, la enana

8min
pages 16-17

La música en las obras de Tolkien

10min
pages 24-26

La conexión española de J. R. R. Tolkien: Entrevista a José Manuel Ferrández Bru

10min
pages 18-20

Tolkien y los Celtas

8min
pages 22-23

Cómo leer la Tierra Media y no morir en el intento

12min
pages 12-15

Noticias de la Tierra Media

10min
pages 5-9

Editorial

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Música en Taniquetil: Entrevista a Ted Nasmith

5min
pages 10-11
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