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Crónicas Enanas

Juan Fernando Salazar, Beleg

De los habitantes de Arda, los enanos son quizá los seres más enigmáticos: sus costumbres, sus moradas, su idioma, incluso sus verdaderos nombres son poco conocidos y casi ocultos para las demás razas. Este artículo es un compendio sobre diversos tópicos acerca de los enanos; todos ellos abordados en una charla realizada por mí como miembro activo de la STCO. En ella, al igual que acá, voy a abordar las influencias mitológicas, el origen de la raza, los principales reinos y personajes y su influencia en el Legendarium del profesor Tolkien.

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ENANO S EN LA MITOLOGÍA

La mayoría de las mitologías del norte de Europa han tenido dentro de sus historias a la raza enana. Todos ellos con características físicas similares. En la Mitología Germánica, un enano era un ser con forma humana que habitaba en las montañas y en la tierra y se relaciona con la sabiduría, la herrería, la minería y la artesanía; se describen como cortos, feos y comúnmente con barbas. Uno de los enanos más importantes en la leyenda heroica alemana fue Alberich quien aparece en el Cantar de los Nibelungos; era el guardián del tesoro del Nibelung y se decía que tenía la fuerza de doce hombres. Siegfried lo domina usando su capa de invisibilidad (Tarnkappe), después de lo cual el enano sirve al héroe. Alberich también era un legendario hechicero originario de los mitos de la Dinastía Merovingia de

Dibujo de dos enanos para Völuspá (1895) los Francos entre los siglos V y VIII cuyo nombre significa “rey de los elfos”. Los enanos en la Mitología Nórdica eran llamados dvergar (del nórdico antiguo dvergar, singular dvergr). Eran seres asociados con las piedras, lo subterráneo, la muerte, la suerte, la magia y la tecnología, especialmente la forja. Inicialmente eran de tamaño similar a los humanos. En la Völuspá que es el más conocido poema de la Edda Poética o Edda Mayor, se divide a los enanos en tres tribus: la liderada por Mótsognir, la liderada por Durin y la liderada por Dvalin, quien enseñó la escritura rúnica a los enanos nórdicos (Brodeur, 1916). Asimismo, en el poema Alvíssmál, del mismo libro, los insultos de Thor hacía el enano Alvíss resumen ciertos conceptos relacionados con la apariencia de los enanos nórdicos. En particular, este enano tenía una nariz pálida, que sobresalía entre su barba y sus cabellos negros. En la cultura nórdica se valoraba la piel blanca, sin embargo el color de piel del enano no parecía saludable por su extrema palidez y Thor lo acusa de ser un cadáver al decirle que pasa tiempo con los muertos. Los enanos son pálidos porque la luz solar les es letal y en la misma forma que los muertos son enterrados en los túmulos y nunca ven la luz, los enanos viven bajo tierra y evitan la luz solar, la cual les provoca la muerte. Este enano visita a Thor sólo durante la noche y en el poema el dios se encarga de prolongar un juego de adivinanzas que pretenden probar la sabiduría del enano, pero que tiene por finalidad esperar la luz del amanecer, la cual mata al enano al final del poema, convirtiéndolo en piedra (Bellows, 1936). Aunque los enanos en ocasiones son llamados “negros”, en nórdico antiguo esto hace referencia al color de su cabello (svartr) no al de la piel. Para describir una piel oscura en nórdico antiguo se la definía como una piel de color “azul”, expresión que deriva de la apariencia de los cadáveres. Esto se puede comparar con otros enanos cuyos nombres hacen referencia a su piel pálida de apariencia cadavérica como Dáinn (el muerto) y Náin (el cadáver). Los dvergar eran grandes creadores, inteligentes y artificiosos y entre otras maravillas, los enanos Sindri y Brok —hijos de Ivaldi— crearon el martillo Mjolnir para Thor, la lanza Gungnir y el anillo mágico Draupnir para Odín, el navío Skíðblaðnir para Frey (se decía que la nave era tan grande que soportaba a la gran multitud de Asgard y siempre que las velas eran alzadas, un buen viento lo seguía, podía viajar por mar y tierra, estaba hecho de tantas piezas y

con tal ingenio que podía ser doblado como una servilleta y llevado dentro de una bolsa). También hicieron el collar Brisingamen de Freyja, la cadena Gleipnir, que ata al lobo Fenrir, y el jabalí dorado de Freyr, Gullinbursti (Grant, 2008).

¿DWARF S O DWAR VES?

Como era habitual en el profesor Tolkien, los “errores” que cometía lo dejaban con una evidente molestia que comentaba insistentemente; tal era el caso del plural dwarves cuyo uso correcto en inglés sería dwarfs. En la carta dirigida a Stanley Unwin le decía: “Me temo que sólo es un ejemplo de mala gramática privada, más bien escandalosa para un filólogo; pero tendré que seguir adelante con él. Quizá se le pueda permitir a mi dwarf -puesto que él y el Gnome (Gnome era un término entonces utilizado por Tolkien para los Elfos Noldorin) son sólo traducciones a equivalentes aproximados de criaturas con nombres diferentes y más bien diferentes funciones en su propio mundo- un plural peculiar.” (Carta nro. 17) En otra misiva dirigida al jefe de redacción del Observer, retomaba el tema ratificando que el error no era tan inconsciente y su naturaleza atendía a la intención de desligar a sus enanos de los descritos en las mitologías conocidas: “¿Y por qué dwarves? La gramática prescribe dwarfs; la filología sugiere que la forma histórica sería dwarrows. La verdadera respuesta es que no supe hacerlo mejor. Pero dwarves armoniza con elves [elfos]; y, en todo caso, elf, gnome, goblin, dwarf son sólo traducciones aproximadas de nombres en Élfico Antiguo para seres que no son exactamente de la misma especie y no tienen las mismas funciones. Estos dwarves no son exactamente los dwarfs del folklore más conocido. Se les ha dado nombres escandinavos, es cierto; pero esa es solo una concesión editorial. Demasiados nombres en lenguas propias del período podrían haber resultado alarmantes. Dwarvish era a la vez complicado y cacofónico. Aun los primeros filólogos élficos lo evitaban, y los dwarves estaban obligados a utilizar otras lenguas, excepto en las conversaciones estrictamente privadas.” (Carta nro. 25) Otro suceso particular que desencadenó el uso de la palabra dwarves por parte de Tolkien se dio con la primera traducción al castellano de El Hobbit, hecha por Teresa Sánchez Cuevas en 1964, para la Editorial Fabril, donde tradujo dwarves como gnomo, lo que generó el malestar del profesor, manifestado en una carta dirigida a la editorial Allen & Unwin: “Si gnomos se utiliza como traducción de dwarves, no debe aparecer entonces en pág. 63 en ‘the elves that are now called Gnomes’. No quiero perturbar al traductor, o a ustedes, con la larga explicación que hace falta para dar cuenta de esta aberración; pero la palabra se utilizó como traducción del nombre verdadero, de acuerdo con mi mitología, del pueblo de Altos Elfos del Oeste, asociándolo pedantemente con el griego gnome, «pensamiento, inteligencia». Pero lo abandoné, pues es totalmente imposible disociar el nombre de las asociaciones populares de gnomus = pygmaeus de Parecelso. Como la palabra es utilizada por «dwarves» -no estoy capacitado para juzgar por qué se la ha preferido al español enano-, puede resultar una lamentable confusión si se aplica también a los Altos Elfos.”

LOS ENANO S DE TOLKIEN

Los enanos, llamados a sí mismos en khuzdul como Khazâd, por los Sindar como Naugrim, el Pueblo Menguado y Gonnhirrim, maestros de la piedra, en quenya; son físicamente más bajos que los hombres, con una altura de entre 120 y 150 centímetros, pese a ello son robustos, corpulentos y más fuertes y recios que el resto de las razas. Todos tienen barba, tanto hombres como mujeres y el cortársela es la mayor vergüenza y ofensa que se les que les puede hacer, mereciendo el odio y rencor de toda su raza. Su carácter es tenaz, indomable y persistente. Son la raza más trabajadora, valientes en el combate y su voluntad y orgullo son indoblegables, por lo que rara vez son engañados y pocas veces han sido corrompidos por el mal, ni siquiera mediante los Anillos de Poder. Son grandes conocedores de la minería y orfebrería, su dominio de los metales y las gemas no ha sido superado por nadie que no fuera Aulë y sus más cercanos alumnos. Asimismo, su capacidad en la arquitectura no tiene igual desde la creación de Arda. Se dice que los enanos pueden tener dos destinos tras la muerte: Volver a la tierra de la que están hechos y convertirse en tierra y piedra o que Aulë el Hacedor, a quien llaman Mahal y cuida de ellos, los reúne en unas estancias que Mandos les tiene especialmente preparadas para luego unirse a los Hijos de Ilúvatar en el final de los tiempos.

AÜLE: EL PADRE DE LOS ENANO S

En el capítulo 2 De Aulë y Yavanna del

Quenta

Silmarillion se dice que los Enanos fueron hechos por el vala Aulë, puesto que quería tener a quienes enseñarles su ciencia y su arte, pero no esperó el cumplimiento de las intenciones de Ilúvatar. Fue allí cuando hizo a los Enanos, porque aún no tenía clara en la mente la forma de los Hijos que estaban por venir y porque el poder de Melkor aún obraba en la Tierra; por lo tanto deseó que fueran fuertes e inquebrantables. Pero temiendo que los otros Valar lo culparan, trabajó en secreto e hizo primero a los Siete Padres de los Enanos en un palacio bajo las montañas de la Tierra Media. Ilúvatar sabía lo que se estaba haciendo. Cuando Aulë terminó su obra, empezó a instruir a los Enanos en la lengua que había inventado para ellos, Ilúvatar le increpó por anticiparse al nacimiento de sus hijos (Elfos y hombres), sin embargo, permitió la existencia de los enanos con la condición de que durmieran bajo la piedra hasta la aparición de los primeros nacidos, los elfos. Aulë entonces, puso a los Siete Padres Enanos a descansar en diferentes puntos distanciados el uno del otro.

LOS SIETE PATRIAR CAS ENANO S

Sobre el despertar de los padres de los enanos no se dice mucho, se sabe que Durin despertó en el Monte Gundabad (razón por la cual reverenciarían después este monte sus descendientes), a partir de ahí descendió sobre las montañas nubladas hasta llegar al valle de Azanulbizar, donde quedó encantado con su belleza y decidió establecerse ahí fundando el reino de Khazad-dûm y estableciendo el Clan de los Barbiluengos (Longbeards en inglés). Otros dos padres de los enanos de nombre desconocido despertaron en el Monte Dolmed ubicado en la parte central de las montañas azules, al oriente de este monte establecieron los reinos de Nogrod, donde se instauraron los “Barbas de Fuego” (Firebeards) y Belegost. donde se asentaron los “Cintura Ancha” (Nalgudos en algunas traducciones, Broadbeams en inglés). Teniendo en cuenta la prolongada vida de los enanos y que no se mencionan otros reyes en Belegost, se piensa que el rey enano Azaghâl fue uno de los siete padres. De los otros 4 padres se sabe aún menos, dos de ellos despertaron en la parte norte de las Orocarni, fundando los clanes de los “Puños de Hierro” (Ironfists) y los “Barbatiesas” (Stiffbeards); los otros dos cerca del extremo meridional, fundando los clanes de los “Rizos Negros” (Morenos en algunas traducciones, Blacklocks en inglés) y los “Pies de Piedra”(Stonefoots). (Los Pueblos de la Tierra Media, cap. Las relaciones de los Enanos Barbiluengos y los Hombres)

BE LEGOST YNO GRO D, NAU GRIM EN LA PRIMERA EDAD DEL SOL

Cuando Melian instó a Thingol a construir una morada real y un sitio resistente previendo tiempos difíciles, buscaron la ayuda y consejo de los enanos de Belegost, quienes accedieron voluntariamente. Pese a que ellos siempre tenían un precio para sus obras, se dieron por pagados con las enseñanzas de Melian y finalmente fueron recompensados por Thingol con muchas perlas, de las cuales había una tan grande como un huevo de paloma y que brillaba como la luz de las estrellas en la espuma del mar; Nimphelos se la llamó y el líder de los Enanos de Belegost la consideró más valiosa que una montaña de riqueza. Adicionalmente los enanos forjaron armas para Thingol porque eran muy hábiles en estas labores, aunque ninguno de ellos sobrepasaba a los artesanos de Nogrod, de quienes el herrero Telchar era el de mayor renombre (hizo la daga Angrist, la espada Narsil, el Yelmo de Hador y buena parte de la armería del rey Thingol de Doriath).

Los Sindar, no tardaron en aprender de ellos el arte de la herrería; pero en el arte de templar el acero los enanos nunca fueron igualados, ni siquiera por los Noldor y en la fabricación de cotas de malla de anillos eslabonados, que los herreros de Belegost hicieron por vez primera, la artesanía de los Enanos no tenía rival. En esos días, Daeron el Bardo, maestro de sabiduría en el reino de Thingol, inventó sus Runas y los enanos las aprendieron, teniendo el arte de Daeron en más alta estima que los Sindar, el propio pueblo de Thingol. Los Naugrim llevaron las Cirth hacia el este por sobre las montañas y así llegaron al conocimiento de muchos pueblos. Por otro lado, Finrod se ubicó en las Cavernas del Narog y construyó recintos y armerías de acuerdo con el modelo de las mansiones de Menegroth. En esa tarea Finrod tuvo la ayuda de los Enanos de las Montañas Azules y éstos recibieron una cuantiosa recompensa por sus labores. En ese tiempo se labró para él el Nauglamír, el Collar de los Enanos del cual se decía que tenía “(...)un poder que la volvía tan ligera como una hebra de lino para quien la llevaba encima, y cualquier cuello sobre el que se cerrara tenía siempre gracia y encanto...” (Quenta Silmarillion Cap. 13). Allí en Nargothrond, Finrod hizo su morada junto con muchos de los suyos, y recibió en la lengua de los Enanos el nombre de Felagund, Desbastador de Cavernas. Al Nauglamir estaba atado el destino de los enanos. El collar fue llevado por Felagund a Nargothrond, en donde pasó a formar parte de las posesiones más preciadas de los Noldor. Sin embargo, luego de la

caída de Nargothrond, Mîm el enano (el último de los Enanos Mezquinos junto con sus dos hijos, Ibûn y Khîm) lo toma junto con los tesoros de dicho recinto. Húrin lo asesina por haber traicionado a su hijo Túrin con los ejércitos orcos que azolaban Beleriand y se lleva el collar. Posteriormente al llegar a Doriath lo lanza a los pies de Thingol, quien enamorado de su belleza solicita a los enanos que engarcen en él al Silmaril recuperado por Beren y Lúthien. Luego de terminada la obra, que unió las mejores creaciones de elfos y enanos, los últimos asesinaron a Thingol para quedárselo. En la huida de los enanos, Beren y Dior acaban con los enanos y toman el Nauglamír.

NIRNAE TH ARNOE DIAD

Los enanos eran fieros guerreros y fueron protagonistas en muchas de las batallas libradas en la Primera Edad. En la Batalla de las Lágrimas Innumerables el ejército de Enanos de Belegost ganó renombre porque los Naugrim resistían el fuego y además llevaban grandes máscaras de apariencia aterradora que les fueron de provecho frente a los dragones. Si no hubiera sido por ellos, Glaurung y su prole habrían quemado a todos los que quedaban de los Noldor. Pero los Naugrim hicieron un círculo alrededor del dragón y ni siquiera la poderosa armadura le sirvió contra los golpes de las grandes hachas; cuando se volvió derribó a Azaghál Señor de Belegost y se precipitó sobre él, Azaghál hizo un último esfuerzo e hirió a Glaurung, que escapó del campo y las bestias de Angband lo siguieron turbadas. Entonces los Enanos levantaron el cuerpo de Azaghál y se lo llevaron, las voces profundas entonaban un canto fúnebre, como si fuera un funeral en su propio país y ya no hicieron caso de sus enemigos y ninguno se atrevió a molestarlos terminando así su participación en la batalla.

EL LINA JE DE DUR IN I

De las historias de los patriarcas enanos, la de Durin I es la más conocida, sus descendientes ocuparían el cargo de soberano en los reinos de Khazad-dûm y Erebor, así como de las Colinas de Hierro. Durante la Primera y Segunda Edad del Sol nacieron cuatro herederos muy parecidos a él, tanto que les bautizaron con el mismo nombre y los enanos decían que eran el mismo Durin I reencarnado. Fue durante el reinado de Durin VI, acontecido a mediados de la Tercera Edad del Sol, cuando los enanos de Khazad-dûm despertaron a un balrog en las profundidades del reino. El rey fue asesinado por la criatura y poco después le ocurrió lo mismo a su hijo Náin I, lo que llevó a la ruina del reino y a su abandono por parte de los enanos. No obstante esto no supuso el fin de la casa de Durin, pues el príncipe Thráin había logrado huir hacia el norte de la Tierra Media con una parte de su pueblo y en Erebor fundó un nuevo reino. Thráin I, apodado “El Viejo”, hijo de Náin I, el último rey de Khazad-dûm, se convirtió en Rey bajo la Montaña. Durante los trabajos de excavación encontró lo que sería el símbolo de los Enanos de Erebor, “la Piedra del Arca”, cuyo valor era incalculable. En el año 2210 Thorin I hijo de Thráin, abandona Erebor para dirigirse a las Montañas Grises donde se estaban reuniendo los Barbiluengos, con el fin de explorar esas montañas. Pero los dragones fríos comenzaron a atacar y a destruir las posesiones enanas, lo que los obligó a una nueva dispersión. Fue así que en el año 2590 Thrór hijo de Dáin I, “(...) junto con Borin, hermano de su padre, y el resto del pueblo, regresó a Erebor...” (Apéndice III de ESDLA, El Pueblo de Durin) Allí el abuelo de Thorin Escudo de Roble llevó la Piedra del Arca y engrandeció el Reino bajo la Montaña, hasta convertirlo en el principal centro de producción y de comercio de la región. Erebor se había convertido en el mayor reino de la Tierra Media incluso más grande que Minas Tirith. No habían transcurrido doscientos años de la ocupación definitiva de la Montaña Solitaria cuando Smaug el Dorado, destruyó todo el reino y la ciudad del Valle quedó deshecha y abandonada; pero Smaug entró en la Gran Estancia y yació allí sobre un lecho de oro. Los Enanos supervivientes abandonaron Erebor y se dispersaron nuevamente. En el año 2941 T.E. Gandalf formó una pequeña compañía de Enanos, encabezada por Thorin “Escudo de Roble”, nieto de Thrór, a quienes acompañaba el hobbit Bilbo Bolsón con la intención de recuperar la Montaña Solitaria. La labor tuvo éxito puesto que la entrada a Erebor por la Puerta Secreta hecha por Bilbo y los Enanos, produjo tal ataque de ira al dragón, que éste salió presa de una gran furia y atacó Esgaroth. Allí Bardo el Arquero, descendiente de Girion, Señor de la Ciudad de Valle, le dio muerte mediante una flecha que penetró por el único lugar vulnerable de Smaug. Tal hazaña permitió que los Enanos recuperaran la montaña; no sin antes combatir contra los trasgos en lo que se llamó la “Batalla de los Cinco Ejércitos”, en la que se produjo la muerte de Thorin. El rey Dáin II, que reemplazó al fallecido “Escudo de Roble”, restableció la fama y riquezas del Reino bajo la Montaña. Durante la Guerra del Anillo, las fuerzas de Sauron atacaron y sitiaron Erebor. Sin embargo, una vez destruido el Anillo Único, las fuerzas de la oscuridad se disolvieron y los Enanos y sus aliados, los

hombres de Valle, expulsaron al ejército de Orcos y Orientales que los sitiaban, pereciendo, en esa acción, el ya anciano Dáin. En la Cuarta Edad, bajo el reinado de Thorin III “Yelmo de Piedra”, Erebor siguió prosperando y enriqueciéndose bajo la tutela del restablecido Reino Unificado de Arnor y Gondor.

KHUZDUL: LA LEN GUA SECRE TA DE LOS ENANO S

Se dice que tan pronto como Aulë creó a los Siete Padres de los Enanos “empezó a instruir a los enanos en la lengua que había inventado para ellos”. (Quenta Silmarillion, cap. 2). El nombre para su idioma era khuzdûl, que literalmente significa ‘lengua’. Aunque bien conservado, raramente aprendieron khuzdul otros que no fueran los enanos mismos. Según las antiguas leyendas en Valinor, Aulë había enseñado a Fëanor el idioma que había creado para los Enanos. En la Tierra Media, los elfos no estaban interesados particularmente en el khuzdul, y no pensaban muy bien de esta lengua puesto que “no alcanzaban a entender una palabra de la lengua de los Naugrim (Enanos), que les sonaba engorrosa y desagradable, y pocos eran los Eldar que lograron dominarla”. (Quenta Silmarillion, cap. 10) Incluso cuando alguien quería aprender khuzdul, los Enanos mismos se mostraban reacios a enseñarlo. Su propio idioma era “un secreto que no revelaban de buen grado ni siquiera a los amigos” (El Señor de los Anillos, Apéndice F). Cuando querían comunicarse con el resto de las razas, normalmente para traficar, ellos preferían aprender los idiomas de los demás que enseñar el suyo, incluso si la otra parte tenía la voluntad para aprenderlo. Sólo dos o tres veces en las largas edades de la Tierra Media los Enanos enseñaron su idioma a gente de una raza extraña. En la Primera Edad, cuando la Casa de Hador llegó a Beleriand del este y conoció a los Barbiluengos, una amistad especial surgió entre las dos razas porque estos Hombres, al ser hábiles jinetes, podían ofrecer a los Enanos alguna protección contra los orcos. Luego los Enanos estuvieron dispuestos a enseñar su idioma a los Hombres con los que tenían una especial amistad, pero los Hombres lo encontraron difícil y eran lentos en aprender algo más que palabras aisladas, muchas de las cuales adaptaron y tomaron en su propio idioma. El interés élfico en el khuzdul fue escaso en la Primera Edad, pero había al menos una excepción: Curufin estaba más interesado en el extraño idioma de los Enanos, siendo el único de los Noldor en ganar su amistad. Fue gracias a él que los sabios obtuvieron tanto conocimiento como pudieron acerca del khuzdul. El Apéndice F de El Señor de los Anillos dice que los Enanos no han revelado nunca a nadie de otra raza sus verdaderos nombres, no los inscriben ni siquiera sobre sus tumbas. En este sentido, Tolkien refleja en los enanos parte de sus costumbres, pues tampoco era dado a usar su nombre con personas desconocidas, en una carta dirigida a Rayner Unwin le decía “Mis Mejores Deseos para Navidad y Año Nuevo. ¿Crees que podrías celebrar el Año Nuevo dejando a un lado lo de profesor? Yo pertenezco a una generación que no utiliza los nombres de pila fuera de la familia, sino que, como los enanos, los mantiene en privado, y aun para los íntimos utiliza los apellidos (o deformaciones de ellos) o motes o (en ocasiones) nombre de pila que no son los de ellos. Ni siquiera C. S. Lewis me llamó por mi nombre de pila (ni yo a él). De modo que me contentaré con un apellido.” (Carta nro. 281) Asimismo, los Enanos no sentían que era impropio revelar los nombres de lugares. Gimli por propia iniciativa contó a la Compañía cómo llamaban los Enanos a las montañas sobre la misma Moria: “Las conozco y sé como se llaman, pues debajo de ellas está Khazad-dûm, la Mina del Enano... Más allá se encuentra Barazimbar, el Cuerno Rojo... y aún más allá el Cuerno de Plata y el Monte Nuboso: ... que nosotros llamamos Zirak-Zigil y Bundushathûr.” (ESDLA/II, cp. 5). Los Enanos tampoco se ofendían necesariamente si otros conocían unos pocos nombres de sitios en khuzdul. Cuando Gimli llegó a Lothlórien, Galadriel le dijo: “Oscuras son las aguas del Kheled-zâram y frías son las fuentes del Kibil-nâla y hermosas eran las salas de columnas de Khazad-dûm en los Días Antiguos antes que los reyes poderosos cayeran bajo la piedra.” Así que Gimli percibió el uso de los antiguos nombres khuzdul como un gesto de amistad. Tolkien basó el khuzdul en lenguas semíticas, principalmente hebreas, también notó algunas similitudes entre enanos y judíos: ambos eran “a la vez nativos y ajenos en su lugar de nacimiento, en posesión de la lengua del país, pero con un acento que es consecuencia de su propia lengua privada...” (Carta nro. 176) Espero haber hecho justicia con este escrito a la orgullosa, valiente y digna raza de los enanos. Si bien no son los seres más conocidos y su historia es poco difundida, fueron grandes protagonistas en todas las historias de Arda. ¡KHAZÂD AI-MENÚ!q

REFEREN CIAS

AA., V. (s.f.). Khuzdul - la Lengua Secreta de los Enanos. Obtenido de Instituto Lambenor: http:// lambenor.free.fr/ardalambion/khuzdul.html

CARPENTER, H., & Tolkien, C. (1993). Las cartas de J.R.R. Tolkien. Ediciones Minotauro.

GRANT, John. (2008). Los vikingos, cultura y mitología, Ed Benedikt Taschen Verlag.

STURLUSON, S. trad. BRODEUR, A. (1916). «Völuspa», Edda poética.

STURLUSON, S. trad. BELLOWS, H. (1936). «Alvíssmál», Edda poética.

TOLKIEN, J.R.R. (1978). El Señor de los Anillos. Ediciones Minotauro.

TOLKIEN, J.R.R, & Tolkien, C. (1984). El Silmarillion. Ediciones Minotauro.

TOLKIEN, J.R.R, & Tolkien, C. (2002). Los Pueblos de la Tierra Media. Ediciones Minotauro.

TOLKIEN, J.R.R. (1987) Apéndices de El Señor de los Anillos. Ediciones Minotauro.

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