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Aldarion y Erendis: Pasión, Desamor y Orgullo en la Segunda Edad

Juan Carlos Echeverri Laverde, Sam

Desde que leí por primera vez la historia de Aldarion y Erendis en Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media, atrajo mi atención por diversas razones que estaré exponiendo en este escrito. Esta es la única historia que sobrevivió al hundimiento de Númenor y nos da cuenta de cómo podría ser la vida en esta Isla Bendecida. Tolkien la reescribió varias veces cambiando nombres y lugares, y luego su hijo Christopher fue quien trató de darle un cierre, ya que la historia nunca fue finalizada en alguna de sus versiones escritas.

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Esta historia tiene como epicentro Númenor, una Isla Bendecida por los Valar y otorgada a los Hombres por su valentía y apoyo a los Elfos y Valar en su lucha contra la Oscuridad representada por Morgoth al final de la Primera Edad. Allí fue nombrado Elros Medio Elfo — hermano gemelo de Elrond, quien decidió seguir la línea de ser mortal— nombrado primer regente de esta isla. En este lugar fueron acogidas las tres casas de Hombres —Hador, Bëor y Haleth—, donde tuvieron su pináculo y máximo esplendor tanto en cultura como en ciencia, política y artes, ya que, al ser una Isla entre El Reino Bendecido y la Tierra Media, la navegación se fue convirtiendo en una fortaleza para los Númenoreanos. Allí es donde inicia nuestra historia de amor y odio entre el Mar y la Tierra, entre la pasión y las obligaciones, entre un medio Elfo y una mujer de la casa de los Hombres que viviría mucho menos.

Anerdil, que luego sería conocido como Aldarion, es hijo de Tar-Meneldur y Almarian. Tar-Meneldur es descendiente de la línea de Elros y quinto Rey de Númenor. Anerdil siempre fue un apasionado por los árboles, de allí que se renombrara a Aldarion, que significa Amante de los árboles. Su abuelo, Vëantur, cuarto regente, fue el primero en navegar a las costas de la Tierra Media, y también el primero en llevar a Aldarion a navegar hasta la Tierra Media, donde estrechó relaciones con Círdan y Gil-Galad, dando una mano en el futuro a detener la sombra creciente en la Tierra Media. Desde su primer viaje Aldarion se enamoró del Mar y reforzó su amor por los árboles, que serían la materia prima para crear una flota lo suficientemente grande para que fuera reconocida y respetada; es por ello que luego de unos años fundó el Gremio de los Aventureros: Hombres que podrían estar en la Mar navegando por años, descubriendo nuevas tierras, levantando nuevos puertos tanto en Númenor como en la Tierra Media. Al final, Aldarion descendía en parte de los Elfos, por lo tanto su expectativa de vida era mucho mayor que la de un Hombre de alguna de las tres casas.

Todos estos viajes y aventuras preocupaban a Tar-Meneldur, ya que Aldarion no se preocupaba por los temas terrenales que le debían importar al momento de ser sucesor al trono, ya que, aunque tuviera dos hermanas mayores, siendo el único varón sería regente pues la ley no permitía que las mujeres fueran regentes en Númenor.

Tar-Meneldur prohibió a Aldarion seguir navegando por largo tiempo, y talar árboles en Númenor, con el fin de concentrar todos sus pensamientos en actividades propias de un sucesor al trono: Conocer la Tierra, cuidarla y formar una familia que asegurara descendientes para su Casa. Al no recibir la respuesta esperada de su hijo, y dado el hecho de que importaba madera desde la Tierra Media para seguir construyendo barcos, TarMeneldur no encontró otra solución más que nombrarlo sucesor al trono, dando una fiesta en honor a Aldarion y su nombramiento como sucesor. Pero aún no se convertiría en rey, era más bien una prueba por parte de su padre para que asentara cabeza.

En la fiesta de sucesión conoce a Erendis, hija de Beregar, descendiente de la casa de Bëor, lo que indicaba que ella viviría menos tiempo que él. Aunque se atraían mutuamente y se veían esporádicamente, Aldarion se enfocó en reactivar al Gremio de Aventureros, y Erendis, aunque lo amaba, supo desde ese momento que el rival por el amor de Aldarion no sería otra mujer de carne y hueso, sino de agua y sal.

Erendis era una amante de la Tierra y las cosas que crecían en ella, de los pastos y praderas, lo que la hacía muy diferente a Aldarion, cuya pasión era navegar lejos, vivir libre y sin ataduras a la Tierra, y su único amor por la Tierra era lo que le proveía para construir barcos más grandes y resistentes. Es por ello que siempre que Aldarion regresaba de un viaje, Erendis lo esperaba, pero se lanzaban indirectas como que la amante de Aldarion era Lady Uinen (esposa del Maia Ossë, regente del Mar), y que el amante de Erendis era Oromë (Guardián de la Tierra y gran Jinete), o que Erendis indicaba que no se podría casar con un marinero porque “fría es la vida de la mujer de un navegante”.

Tar- Meneldur desespera al ver que su hijo no se compromete, y lo presiona quitándole poderes dentro de su sucesión, además de volver a cerrar el Gremio de Aventureros. Aldarion al ver que era obligado a mantenerse en tierra y formar una familia, se echa al mar y navega durante diez años, esto hace que

Erendis desespere, pero reflexiona y sigue esperando. Cuatro años después de esto, Erendis regresa a la capital de Númenor, Armenelos, y habla con Aldarion. Para este tiempo, Aldarion ya había regresado de su largo viaje y había pedido disculpas a su padre por haber evadido sus responsabilidades, y se le restituyen sus poderes, junto con el control nuevamente sobre el Gremio de Aventureros. De igual manera, Aldarion, a pesar de sus diferencias con Erendis, accede a comprometerse y pide la mano de Erendis y regala muchas joyas otorgadas por los Elfos en la Tierra Media, entre ellas una joya blanca gigante. Erendis siente que si se casa con Aldarion será un gran sufrimiento por dos razones: No tendrá a su esposo en casa por mucho tiempo, y su expectativa de vida es mucho más corta, cosa que Aldarion no logra ver. Por eso se opone a un casamiento. Al tener una relación y un compromiso tan tormentoso, Aldarion no decide si quedarse en tierra o tener una boda, y mientras decide pasan otros 18 años. Su padre, Tar-Meneldur, le recuerda que solo debe tener una esposa y que debe decidir, si será el mar o Erendis.

Finalmente Aldarion decide casarse con Erendis, y pasan a llamarse Tar-Aldarion y TarElestirnë (Señora de la Frente Estrellada). Se le conoce así a Erendis porque desde que se casó con Aldarion, utilizó en su frente una joya blanca que iluminaba su rostro, y esta tradición se mantuvo entre los reyes subsiguientes que ya no utilizarían una corona sino una joya en su frente.

Fruto de esta relación nació una hija, Ancalimë, la más brillante y hermosa. La familia estuvo reunida desde su nacimiento en Armenelos, hasta que Ancalimë cumplió cuatro años. En ese tiempo Tar-Aldarion sintió de nuevo el llamado del mar y construyó el barco más grande jamás construído: Turuphanto, la Ballena de Madera (también conocideo como Hirilodë, Descubridor de Puertos). En Númenor, cuando un barco zarpaba, era tradición que la esposa del capitán derramara su bendición para que se mantuvieran con bien y depositara una rama de Oiolairë como la gran rama verde del retorno. Erendis decide que no se presentará cuando zarpa Aldarion y lo deja sin su bendición, y toma la decisión de que no vivirá más en Armenelos, sino que se aislará con su hija Ancalimë en el pacífico pueblo de Emerië, un pueblo acompañado de mucho valle de pastos amplios, y, debido a la relación fallida con su esposo, Erendis emplea únicamente mujeres en su morada, y no permite que Ancalimë tenga contacto con hombres, solo con otras mujeres.

Al regreso de su largo viaje, Aldarion se da cuenta que Ancalimë no está, y al preguntar por ella, Erendis no permite que la vea y le informa que no necesita de él para continuar su vida. Al final, con decepción, Erendis permite que vea a su hija, pero decide que nunca más estará de nuevo con Aldarion. Ancalimë se empieza a conocer como la Emerwen Aranel (Princesa Pastora), ya que pocos la habían visto, y era de una gran belleza, pero rodeada siempre de mujeres, y su madre no permitía que tuviera pretendientes.

Aldarion, al ver la situación tan precaria que tiene con su esposa e hija, piensa zarpar de nuevo a un largo viaje, pero el rey TarMeneldur, en una sorpresiva decisión, decide ceder el trono en detrimento de su hijo, aún sin cumplir el tiempo regular de reinado, que debería ser más largo. Con esta decisión espera evitar que su hijo escape y se haga cargo de su familia y su responsabilidad en

Númenor de una vez por todas.

Inicia el reinado de Tal-Aldarion en Númenor, pero su relación con Erendis está rota, iniciando una lucha de poder por su hija, ya que Erendis no quiere regresar a reinar en Armenelos o vivir en un barco, sino que se quiere quedar en un lugar más apacible con su hija, lejos de Aldarion. Con esto deciden separarse y no continuar su relación, una acción que se podría tomar como un divorcio, algo inusual y nunca antes escuchado en la Tierra Media, y muy particular en una obra de Tolkien.

Erendis cría a Ancalimë alejada de todo, aborreciendo a los hombres, indicando que ellos solo buscan y quieren a las mujeres cuando se cansan de sus juegos, le aconseja que no se deje doblegar de los hombres, que sea única y cuide de ella misma. Pero Ancalimë resulta ser una mujer más ambiciosa, exuberante, gusta de las joyas y los lujos, y estaría dispuesta a aceptar cualquier tipo de poder o soberanía.

Mientras tanto, Aldarion al regresar de su viaje, se ve solo sustentando el poder de la nación más avanzada y poderosa en la Segunda Edad, sin poder ceder su poder porque las leyes eran estrictas en que un hombre debía ser quien rige en Númenor, y no deseaba tener más hijos con Erendis. Entonces a partir de todas estas leyes que sofocaban a Aldarion y lo dejaban sin salida, inicia un revolcón en la línea de reyes.

Aldarion amaba mucho a su hija Ancalimë y como forma de resarcir el abandono y la poca preocupación que tuvo por ella, deseaba cederle el poder, pero al ser primogénita femenina, no se le permitía recibir el trono a ella y tendría que buscar sucesores varones por parte de sus hermanas, cosa que Aldarion no quería. Por lo tanto modificó las reglas que llevaban seis generaciones regentes: El primogénito, independiente de su género, sería quien sucediera al rey regente.

Pero esta no fue la única ley que modificó Aldarion, pues debido a su experiencia con Erendis, que tenía una expectativa de vida mucho menor que él, decretó que quien fuera sucesor al trono debería casarse con alguien que pertenezca a la línea de Elros, para evitar diferencias y desventuras como las que él sufrió, y se debía casar antes de cierta edad definida por el rey.

Aldarion fue un punto de inflexión en la historia de Númenor, ya que con sus cambios, permitió que su hija Ancalimë fuera la primera Reina Regente en Númenor con tan solo 19 años. Fue la reina más joven y la que más duró en el poder, pues gobernó la isla por 205 años. Se casó con Hallacar, perteneciente a la línea de Elros, y tuvieron un hijo, Anárion, producto más de la política que del amor, ya que si Ancalimë no tenía hijos sería el hijo de Soronto, su primo más cercano, quien tomara el poder.

El final de Aldarion y Erendis fue triste para ambos: Separados por sus propias convicciones y su propio orgullo, nunca llegaron a estar de acuerdo en ninguna de sus decisiones, cada uno defendiendo su estilo de vida, sin tener puntos en común, uno con su eterna amante la Mar, otra con su eterno amante la Tierra y la Naturaleza, donde su único fruto en la Tierra fue una hija que al final no amó de verdad a ninguno de los dos y tomó finalmente el poder para satisfacer sus más grandes ambiciones. Se da cuenta que Erendis murió sola en el camino al intentar desplazarse al puerto de Rómenna, y Aldarion moriría solitario años más tarde.

De esta historia que abarca gran parte de la turbulenta vida en Númenor conforme transcurría la Segunda Edad y la ambición y codicia de sus habitantes iba en aumento, resaltan sobre todo la forma en que se desenvuelve una relación que nunca debió ser, con otros amores en el medio, y donde la separación rebasa la paciencia y los límites. Todo esto lleva al rompimiento de las tradiciones, a tomar decisiones nunca antes vistas en la obra de Tolkien como el divorcio y el cambio en las leyes de sucesión del reino. Si bien estos cambios, según el propio Aldarion, buscan reparar el tiempo alejado de su hija, sabemos que responden y buscan otra cosa: Que él se encuentre de nuevo libremente con su verdadero amor, el mar.q

Referencias

Simonson, Martin. Torelló, Bernard (2022). Historia de Nùmenor y la Tierra Media de la Segunda Edad. País Vasco: Legendaria Ediciones.

Tolkien, J. R. R., & Tolkien, C. (2021). Cuentos inconclusos de Númeror y la Tierra Media. Barcelona: Minotauro.

Tolkien, J. R. R. (2009). El Silmarillion. Barcelona: Minotauro.

Tolkien Gateway. (2023, 26 enero). Erendis. https://tolkiengateway.net/wiki/Erendis Tolkien Gateway. (2022, 23 agosto). TarAldarion. https://tolkiengateway.net/wiki/TarAldarion

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