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Lenguas de la Tierra Media

Libertad Tello, México

Tolkien sentía gran pasión por las lenguas, tanto que dedicó su vida a estudiarlas, y no solo a estudiarlas si no a crear las suyas propias. Durante su vida aprendió latín, francés, alemán, finés, griego, italiano, español, belga, entre otras. De estas, posteriormente tomaría prestados elementos e inspiración para crear sus propias lenguas. No se sabe exactamente cuántas lenguas creó Tolkien, pero se conocen alrededor de quince entre las que se encuentran el animalico —un sistema que inventó cuando era niño en el que cambiaba las palabras por nombres de animales—, Nevbosh —fue el primer idioma más sofisticado que construyó con ayuda de su prima—, además de las lenguas que forman parte de la mitología de la Tierra Media: las principales son el Quenya, Sindarin y Rohiric, que es de hecho, un calco del galés antiguo.

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¿Qué fue primero: la invención lingüística o la historia imaginaria?

A pesar de lo que muchos puedan llegar a pensar, el principio de la creación no fueron las historias, sino que primero se crearon y desarrollaron las lenguas. Además, no solo inventó lenguas, sino que creó toda una familia lingüística; pero Tolkien se dio cuenta de que una lengua requiere un ambiente habitable y una historia en la que pueda desarrollarse, por lo que comenzó a crear las historias de lo que hoy se conoce como su Legendarium .

Comenzó desarrollando el Quenya, esta fue la lengua a la que más tiempo le dedicó y siguió modificando durante los años posteriores. Con el afán de darle sentido y coherencia, decidió desarrollar todo un contexto lingüístico para que pudiera ser hablada; para ello creó personajes con una historia detrás.

Así fue donde comenzó a concebir su mitología reescribiendo el poema “The Voyage of Eärendel, the Evening Star”. Este fue el primer aporte a su mitología, dando comienzo a la creación de su universo.

A medida que Tolkien desarrollaba la lengua en su mente, también lo hacía dentro de la Tierra Media; fue modificando sus lenguas según las iba desarrollando a lo largo de su vida, al igual que las historias que transcurren dentro de su literatura, es decir, la historia de la Tierra Media.

Como se cuenta en El Silmarillion , al principio de la creación la única fuente de luz eran los dos Árboles de Arda, entonces los elfos despertaron junto a la laguna de Cuiviénen, recorrieron la tierra y comenzaron a hablar y a nombrar todas las cosas, se llamaron a sí mismos Quendi que significa “los que hablan con las voces”. Hablaban en un lenguaje que no dejaba de cambiar porque sentían un gran amor por las palabras y siempre querían encontrar nombres más precisos para las cosas que conocían o imaginaban.

El maestro Rúmil de Tirion fue el primero en idear un sistema de signos adecuados para registrar los discursos y canciones: algunos para ser grabados en piedra o metal y otros para ser dibujados con pluma o pincel. Fëanor, el más hábil de los Noldor, superando la obra de Rúmil, inventó las letras que llevan su nombre y que luego los Eldar utilizaron siempre.

Los alfabetos eran de dos tipos principalmente: las tengwar que podrían equivaler a “letras”, y las Cértar o Cirth equivalentes a las runas.

Las letras feanorianas o tengwar, no eran originalmente un “alfabeto”, eran más bien un sistema de signos consonánticos, de estilos y formas similares, que podían adaptarse a conveniencia para representar las consonantes de las lenguas practicadas por los Eldar. Eran más antiguas porque habían sido concebidas por los Noldor mucho antes de que los exiliaran. Fueron llevadas a la Tierra Media por los Noldor exiliados, así llegaron a ser conocidas por los Edain y los Númenoreanos. En la Tercera Edad se habían extendido casi por la misma zona donde se conocía la lengua común.

Las Cirth fueron creadas en Beleriand por los Sindar. Mucho tiempo solo se usaron para escribir nombres o conmemoraciones breves en madera o piedra. Las Cirth en su forma más antigua y simple se extendieron por el Este durante la Segunda Edad y muchos pueblos las conocieron: Hombres, Enanos incluso Orcos, todos ellos las modificaron de acuerdo a sus necesidades.

¿Cuáles son las lenguas de la Tierra Media?

La mayoría de las lenguas sólo se mencionan, de algunas se dan breves explicaciones y, a excepción del Quenya y el Sindarin, ninguna está desarrollada. En la novela de El Señor de los Anillos se mencionan algunas de las que hablaban las diferentes razas, pero Tolkien también hizo mención de otras en algunos de sus escritos publicados póstumamente.

Los primeros en hablar fueron los Elfos, usaban una lengua que se conoció cómo Quendi primitivo de la cual derivaron otras lenguas como el Vanyarin, Noldorin, Telerin, Nandorin, Sindarin, Quenya y Avarin.

Cada pueblo de los Hombres tenía su propio idioma, pero el principal es el Oestron que derivó del Adúnaico y a su vez se combinó con otras lenguas de los alrededores, sobre todo tomó palabras del Rohiric.

Otras lenguas que se mencionan son: Khuzdul, Entico, Valarin, Orkish, y la lengua negra.

Quenya

También llamado Alto Élfico, tiene su origen en Eldamar, es la lengua que aparece en los primeros escritos, se dice que era el equivalente a un latín élfico. El uso del Quenya se extendió a la Tierra Media, junto a la escritura, donde desarrolló nuevas variantes dialectales. Pero los elfos de la Tierra Media lo seguían usando en ceremonias, asuntos elevados y cantos. Su uso como una lengua de culto se mantuvo hasta la Tercera Edad.

Sindarin

Es la lengua de los Elfos Grises, está emparentada con el Quenya ya que era la lengua de los Elfos que llegaron a las costas de la Tierra Media, ahí la lengua había cambiado a las formas de las tierras mortales. Después de la prohibición del Quenya, los exiliados que habitaban entre los Elfos Grises, adoptaron el Sindarin de uso cotidiano, por tanto, esa era la lengua de todos los Elfos y Señores Elfos que aparecen en El Señor de los Anillos. Más tarde, fue adoptado por otros pueblos y extendió su dominio a muchas regiones de la Tierra Media, tomando gradualmente el lugar de las lenguas de los Elfos Silvanos convirtiéndose así en la lengua élfica por excelencia y una de las lenguas en uso entre los Dúnedain.

Khuzdul lengua negra

Es la lengua específica de los Enanos (Khâzad), quienes la recibieron de su creador Aulë. Los Enanos eran recelosos con su idioma, considerando ellos mismos que el Khuzdul era exclusivo de su raza, por lo que no era muy difundido más allá del ámbito privado. Durante la Tercera Edad los Enanos aprendieron la lengua de los Hombres. Los nombres con los que conocemos a los Enanos son nombres dados en las lenguas de los Hombres, pues sus verdaderos nombres en lengua Khuzdul no eran revelados a nadie de otra raza.

Se dice que la Lengua Negra fue inventada por Sauron antes de la forja del Anillo, en los años oscuros, y que había querido convertirla en la de todos los que lo servían, pero fracasó en ese propósito. Sin embargo, de ella derivan gran cantidad de palabras que usaban los Orcos en la Tercera Edad. Tras la derrota de Sauron, la forma antigua fue olvidada excepto por los Nazgûl, pero cuando se alzó de nuevo se convirtió en la lengua de Baraddûr y Mordor. El único texto completo que se conserva en la forma antigua es la inscripción del Anillo Único.

Orkish

Los Orcos fueron criados por primera vez por el poder oscuro en los tiempos antiguos, se dice que no tenían lengua propia, pero tomaban lo que podían de otras y lo corrompían a su antojo, no obstante, solo conseguían jergas brutales apenas suficientes para sus necesidades a no ser que se tratara de groserías e insultos. Estas criaturas que odiaban todo no tardaron en desarrollar tantos bárbaros dialectos como grupos o colonias había de esa raza, por lo que la lengua orca les era inútil para comunicarse entre tribus. Así fue que en la Tercera Edad los Orcos usaron para comunicarse la lengua Oestron, aunque de una manera que parecía apenas poco menos desagradable que el orkish.

A D Naic

Era la lengua nativa de los Númenóreanos, y siguió siendo su lengua ancestral por sobre la lengua élfica. Durante los años de su poder los Númenóreanos habían mantenido fuertes y puertos en las costas más occidentales de Tierra Media, en Gondor, uno de los principales estaba en Pelargir donde se hablaba el Adûnaic. Y mezclado con muchas palabras de los hombres menores se convirtió en la lengua común que se extendió a lo largo de las costas que tenían tratos con Númenor.

Oestron

Los humanos, en su mayoría, hablaban un lenguaje denominado como “occidental” también llamado “idioma común”. Deriva del Adûnaic de la isla de Númenor. Se hablaba en el Oeste de la Tierra Media durante la Tercera Edad. En esa época se había convertido en la lengua nativa de casi todos los pueblos hablantes que vivían entre los reinos de Arnor y Gondor. Algunos pueblos conservaron sus propias lenguas, pero la mayoría adoptaron el Oestron como segunda lengua, incluso los Elfos. Mantiene diferentes dialectos, así se puede diferenciar la manera de hablar de los Hombres de Gondor a la de los Hobbits, además de las variantes de los Orcos. Este idioma no fue desarrollado por Tolkien ya que, al ser el habitual de humanos y hobbits de la Tercera Edad, se sustituyó por completo por el inglés, y que sirve como “comodín” para realizar la traducción de la novela a los distintos idiomas.

Entico

Los Ents son la raza más antigua de la Tierra Media, conocieron a los Elfos en los Días Antiguos y de ellos tomaron el deseo de hablar. La lengua que se forjaron era completamente diferente de todas las demás, era lenta, sonora, acumulativa, repetitiva, de largo aliento, estaba formada de múltiples matices vocálicos y distinciones de tono que ni siquiera los más eruditos de los Eldar intentaron representar. La empleaban sólo entre ellos, pero no les hacía falta mantenerla en secreto pues nadie era capaz de aprenderla. Sin embargo, los Ents eran hábiles para las lenguas, las aprendían pronto y jamás las olvidaban.

Valarin

No hay mucho que decir sobre el Valarin; los Valar no tenían necesidad de un lenguaje ya que podían comunicarse sin palabras, pero cuando se encarnaron quisieron experimentar las cosas del mundo incluyendo el lenguaje, así que crearon uno para comunicarse entre ellos mismos. Pocos Elfos conocían este idioma, por lo que casi no existen registros. Los que existen se limitan a nombres propios y unas pocas palabras aisladas.

De este modo concluye un breve viaje por la Tierra Media a través de las lenguas que se hablaban en la Tercera Edad como aparecen en la mitología de Tolkien. Sin duda un pequeño esbozo de la vastedad que se puede explorar en la gran obra del profesor.

Referencias

Carpenter, H. (1990). J. R. R. Tolkien. Una Biografía . (C. Peralta, Trad.) Minotauro.

Carpenter, H., & Tolkien, C. (Edits.). (1981). J. R. R. Tolkien. Cartas . (R. Masera, Trad.)

Tolkien, J. R. R. (1955). Apéndices de El Señor de los Anillos . (R. Masera, Trad.)

Tolkien, J. R. R. (1987). El Señor de los Anillos. Apéndices. (R. Masera, Trad.) Minotauro.

Tolkien, J. R. R. (1983). Un Vicio Secreto. En C. Tolkien (Ed.), Los Monstruos y los Críticos y Otros Ensayos (E. Seguro, Trad.). Editorial Digital Rusi.

Tolkien, J. R. R. (2009). El Silmarillion . (C. Tolkien, Ed., & R. M. Domenènech, Trad.) Minotauro.

Tolkien, J. R. R. (1984). El libro de los Cuentos Perdidos II. (C. Tolkien, Ed., & T. Gottlieb, Trad.)

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