MES DE ABRIL 2013 VALOR: DIGNIDAD A caballo de buena sangre no le importa el terreno Quien conoce su propio valor puede destacar en cualquier ambiente Actividad inicial ¿Sientes que no te dan el lugar que mereces? ¿Sabes darles su lugar a los demás? Conoce a una chica que conquistó su lugar reconociendo a los demás.
Ignacia, la acordeonista Cuando su abuelo falleció la pequeña Ignacia les pidió a sus tíos conservar el viejo acordeón del anciano. “¡Quédatelo! – respondieron. De nada sirve”. Ignacia tenía otra opinión. Había pasado muchas tardes escuchando a su abuelo tocar melodías más dulces en ese instrumento negro, con incrustaciones de nácar. Él mismo le había enseñado a interpretar piezas sencillas. En cuanto se lo llevó a casa, comenzó a ensayar todos los días. Sus hermanos se impacientaban y le decían: “¡Anda con tu música a otra parte! Sería mejor tirar esa cosa”. Ella replicaba que su acordeón era el mejor instrumento y que ella llegaría a ser la mejor intérprete. En una ocasión acudió a una escuela de música. El Policía de la entrada le dijo: “¡Ay niña, eso es de otra época! Aquí sólo enseñamos cosas importantes”. Ignacia estaba convencida del valor de su instrumento y de su propio talento. Siguió ensayando y buscó público que apreciara su arte. Cuando ya era mayor hizo la prueba en el camión Florida-Jamaica, un destartalado autobús que circulaba en la Ciudad de México. “¡Qué barbaridad! – dijo su tía. Ese camión es una ruina para gente de lo peor.” “Tú los ves Comentó Ignacia -, pero para mí son personas sensibles que van a escucharme.” La primera vez que tocó, los pasajeros le brindaron un gran aplauso. Así ocurrió la segunda y tercera. Algunos se subían al camión sólo para escucharla y su fama corría a toda velocidad. El poderoso dueño del teatro El Cometa decidió ir a conocerla. Se sorprendió al ver la emoción del público y el instrumento: ¡el acordeón era una valiosa pieza de museo! Decidió contratarla y así empezó su carrera por el mundo. Cuando volvía a México, ofrecía un concierto en el Florida – Jamaica como el mejor de los camiones, ellos fueron los primeros en reconocerme como artista y en respetar el acordeón del abuelo”, respondió. REFLEXIONA + ¿Por qué los hermanos de Ignacia no le daban valor al acordeón? + ¿Por qué el policía de la escuela no lo consideraba un instrumento serio? + ¿Por qué su tía discriminaba a los pasajeros del autobús? + ¿Cuál fue la razón de Ignacia para seguir ensayando? ACTIVIDAD PROPUESTA Piensen en México. Hagan una lista de las cinco cosas del país que les dan más orgullo. Pidan la misma tarea a sus familiares y amigos, escriban ese listado y compártanlo con sus compañeros.
La dignidad consiste en reconocer y hacer respetar nuestro propio valor y el de los demás.