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YOLIS MILANÉS

ACTITUD POSITIVA, AUDAZ Y ALEGRE

i nombre es Irma Yolanda Mila-

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Mnés Barajas, nací un 28 de abril de 1966, en el municipio de Teca- litlán. Soy la octava hija de una familia de 9 hermanos.

Cuando contaba con apenas 3 años de edad, su- cedió algo inesperado, pues luego de llevarme a la vacunación ordinaria, presenté una reacción adver- sa a dicha vacuna, para posteriormente adquirir la enfermedad de artritis reumatoide, la cual es cróni- co-degenerativa.

Ante esto mi familia inició a procurarme atención médica, en la medida de lo posible, llegando a salir por éste motivo fuera del pueblo y hasta del estado en varias ocasiones, con la esperanza de un trata- miento adecuado que detuviera o revirtiera el proce- so de la artritis; sin embargo continuó el proceso de- generativo de la enfermedad, acompañada de varios períodos de agravación que originaron la deserción escolar en más de una ocasión.

No obstante lo anterior, el cariño y cuidados de mi familia, junto con la ayuda y fortaleza que Dios me daba, fueron cruciales para seguir adelante y apuntalar en mi vida una actitud positiva, audaz y alegre, a pesar de ir viviendo en medio del dolor físico y emocional, cons- tantes consultas médicas con espe- cialistas, cirugías y dificultades por el deterioro articular y funcionalidad paulatinos. Hablando de la es- cuela, puedo de-

cir que la inclusión escolar en esos años 70’s no era nada fácil, no estaban dadas las condiciones y tenía que abrirme paso por la vía de un gran esfuerzo, perseverancia, audacia y logros académicos, habilidades de oratoria y artísticas, llegando a contar con el apoyo de algunas maestras comprometidas y con una gran sensibilidad. En la primaria llegué a participar en alguna presentación de poesía coral, declamación, composición, concurso de canto.

En 1979, concluida la educación básica, me reuní con mi familia de origen que ya radicaba en la ciudad de Guadalajara, y cursando la secundaria y preparatoria entre algunas cirugías correctivas de pies y brazos y rehabilitación física permanente, continué por la afición al canto, con formación musical y perteneciendo 3 años a la Estudiantina de la Escuela Preparatoria Vocacional de la Universidad de Guadalajara y afianzando mi interés por el idioma Inglés.

Atraída hacia el deseo de poder ayudar a las personas, colaborar en su crecimiento a la vez que aprendía de ella, me decidí por la carrera de Trabajo Social, que en aquel entonces era de 5 años.

Es en el año de 1990 que me gradúo de esa licenciatura, al mismo tiempo se me presentó la oportunidad de cubrir un interinato en Educación Especial y al término de éste como concluía en renuncia, se me ofreció la plaza y la acepté, y bueno ya han transcurrido casi 30 años, los cuales celebraré Dios mediante éste 1ro de septiembre.

Dentro de mi transitar en Educación Especial, puedo comentar que me tocó integrarme al equipo de apoyo que atendía desde los Grupos Integrados “A” (visitando 2 Primarias por tarde), GAPI, USAER y CAM; y me ha parecido importante ver como el sistema educativo ha ido buscando acercarse cada vez a mayor número de niñ@s y jóvenes con dificultades severas y/o discapacidad, haciendo algunos cambios pertinentes para que accedan al conocimiento y a las experiencias de aprendizaje para la vida.

En este transcurso de mi vida laboral, con motivo de mis variadas consultas médicas y tratamientos en diferentes instituciones de salud, tuve la fortuna de pertenecer desde su fundación (2001, pero con personalidad jurídica en 2004) hasta el día de hoy a una Asociación de Pacientes Reumáticos denominada “Una Sonrisa al Dolor A.C.” , significándome una gran experiencia debido a todo lo que he podido aprender, recibir y compartir con los demás pacientes portadores de una enfermedad reumática en esa valiosísima vivencia de no sólo sobreponerse al dolor, sino lle

vando un buen e integral manejo de la enfermedad, y empoderados y con un corazón alegre, poder ayudar y servir a los demás pacientes y personas en general. Me ha marcado significativamente también el haber participado en una Asociación que imparte cursos de oración en silencio.

En septiembre de 2018 regresé a vivir a mi pueblo Tecalitlán integrándome al CAM, a donde pertenezco hasta el día de hoy. En mi experiencia personal, al

trabajar en Educación Especial ha sido determinante tener una enfermedad crónico-degenerativa, pues me ha aportado una conciencia y una sensibilidad que me han ayudado bastante al tratar con alumnos y principalmente con padres de familia, para buscar animarlos, transmitirles fortaleza, audacia y en algunos casos laboriosidad, promoviendo se involucren en el apoyo integral a sus hijos, haciendo equipo con el resto de los demás actores del proceso educativo.

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