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MA. DE JESÚS CASTAÑEDA

Quiero Mucho

MI TRABAJO Y MIS ACTIVIDADES LAS

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HAGO CON AMOR

Mi nombre de Ma. De Jesús Castañeda Mejía, nací un 19 de enero de 1960 en la ciudad de Tamazula de Gordiano, Jalisco. Mis padres son María de Jesús Velasco Mejía y Juan Castañeda del Toro, ambos finados. Tengo seis hermanos, cuatro hombres y dos mujeres, Sergio, Manuel, Elías, León, Graciela y María Guadalupe.

De mi niñez tengo recuerdos muy tristes llenos de mal sabores, intranquilidades, malos ratos, escasos recursos de todo tipo, maltratos, ausencia de comprensión, amor, cariño, viví con mi madre y mi tía quienes la hicieron de padre y madre. Trabajé en una cremería para ayudarlos a mejorar nuestra economía, por esta necesidad tuve que trabajar a Tepic, Nayarit.

Pocas veces me divertí con mis amigos del barrio, escasez de tiempo, me la pasé trabajando y no tenía el suficiente ánimo para mi desarrollo emocional, físico y espiritual. Estuve muy vigilada y mis ocupaciones no dejaron sentirme apoyada, segura, olvidándome del buen trato y vida armónica y saludable.

Me casé un 16 de julio de 1980 con el profesor Roberto Barajas Aranda. Tengo 4 hijos, tres hombres y una mujer. Por desgracia uno de mis hijos falleció cuando tenía dos años por un tumor que le generaron en el IMSS al nacer, al cual cuento como si estuviera vivo.

Mi experiencia como mamá ha sido muy bonita, tengo muchos recuerdos agradables desde que nacieron mis hijos hasta que los inscribí al preescolar hasta la secundaria ya que estuve al cuidado desde que los llevaba y traía de las diferentes escuelas; ratos con sabores y sinsabores que me dejaron buenos y malos recuerdos, pero los recibo estos momentos con mucho agrado que nunca se me olvidan ni olvidarán ya que quiero mucho a mis hijos.

Al CAM entré a trabajar el 1 de marzo de 1992, este fue mi segundo empleo, ya que el primero fue en la cremería y posteriormente tomé este sagrado traba- jo en la educación, en el nivel de educación especial. Recuerdo al personal de aquel entonces, la maestra Mary Chuy, la maestra Balbina, el maestro Adrián del Toro, el maestro Miguel Figueroa, la maestra Martha Manzano, la maestra Betty, el maestro Ismael, la maestra Adelina Chávez, la maestra Cecilia, la maestra Rosario Morfin que era la directora, y al maestro Ricardo, quien actualmente es el director del plantel.

Tengo muy bonitos recuerdos de los inicios de mi labor, me siento contenta con lo que hago, tengo buenas relaciones con los alumnos, padres de familia, maestros y participo con gusto en todas las actividades en las que soy invitada, me siento parte del CTE y hago mis quehaceres de corazón. Durante mi jornada laboral mantengo limpias todas las áreas de la escuela, baños, canchas y anexos, participo en todo lo que se me ordena. Lo que más disfruto son los trabajos especiales relacionados con la educación que me solicita la dirección de la escuela, como reforestación y cuidados de las áreas verdes.

Con los maestros, padres de familia y alumnos llevo una relación de empatía, respeto, cooperación, obediencia, apoyo, armonía, buena comunicación y respuesta a mis obligaciones con toda la comunidad educativa. Me encanta el tratar con los niños, soy muy empática y los trato con cariño, los apoyo como puedo en sus quehaceres educativos y cuido de ellos a diario sin distinción alguna con equidad y mucho respeto. Al igual con mis compañeros, hay mucho respeto, reciprocidad, cooperación y profesionalismo.

El compartir mi trabajo con mi función de mamá ha sido una constate entre cuidar mi casa, atender mis hijos con responsabilidad y empeño para que no les faltara nada, cubrir sus necesidades prioritarias, alimentación, vestido, salud, dedicándoles todo mi tiempo con amor y a la vez dedicar el resto del tiempo a mi trabajo con puntualidad, apoyándome para todas las actividades mis familiares y otras personas a las cuales pagué en ocasiones para que apoyaran en mi casa mientras laboraba en mi trabajo en el CAM.

De mi trayectoria en el CAM tengo recuerdos de ratos muy alegres y otros amargos, han pasado de todo, maestros agradables, no menos agradables, suaves, buenos, no muy buenos, ha habido mucho cambio de personal conforme pasa el tiempo, pero tengo recuerdos inolvidables a pesar de todo, cosas que nunca olvidaré. He aprendido mucho de mis compañeros de trabajo, he tenido nuevas experiencias para mi desarrollo emocional, habilidades y capacidades mentales que hasta la fecha han ser- vido en mi vida diaria. Quiero seguir trabajando en el CAM hasta que me lo permita mi fortaleza física para poder cumplir con mi desempeño profesional, con calidad, eficiencia y excelencia.

Considero que mi función como intendente sí es muy valorada porque niños, padres de familia y maestros saben de la importancia de la limpieza ya que es el bienestar, pureza, salud y esto es la base del éxito y armonía en toda institución, sin esta no hay avance en cualquier actividad que se emprenda, por lo que creo firmemente que mi trabajo es indispensable y que es valorado por toda la comunidad educativa.

Quiero mucho mi trabajo y todas las actividades las hago con amor, dedicación y cariño, extraño cuando no estoy trabajando ya que ahí me siento relajada, contenta, completa cuando estoy cumpliendo en mi centro de trabajo, quiero mucho a mis compañeros, maestros, alumnos y padres de familia.

En hora buena ¡Salud a todos y todas que hacen posible la educación!

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